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VOCACIÓN Y VOCACIONES ESPEÍFICAS

OBJETIVO: Que los jóvenes conozcan los elementos, las exigencias y el proceso de toda vocación, para que ilumine
su propia experiencia vocacional y al conocer las diferentes vocaciones específicas, se cuestionen sobre su propia
vocación.
Oración inicial: vocación del profeta Amós. Amós 7, 14-15;
a) Desde la vida:
* Todo hombre por el hecho de vivir sobre la tierra, tiene un camino que realizar, la verdadera vocación, cuando está
bien orientada, tiende al servicio y al amor del prójimo. La fidelidad que todos buscamos por todas las diferentes
vocaciones solo se encuentra en tu propio camino. Cuando has elegido honesta y desinteresadamente, descubrir
nuestra vocación es llevar la mitad del camino andado. Hoy para ti eso es lo más importante, piensa y decide.
Todo hombre tiene un camino que seguir: ¿Sabes cuál es el tuyo? ¿Cómo te proyectas en tu camino? ¿No te has
preguntado? ¿Quieres saberlo ahora, por qué?
b) Profundizando
INTRODUCCIÓN: Muchas veces creemos que la palabra vocación solo se debe usar para las personas que deciden
ser sacerdotes o religiosas, esto lo pensamos nosotros y nos lo han hecho pensar los mayores, no nos hemos dado
cuenta de que todos tenemos vocación y es tarea personal descubrirla, acogerla y realizarla.
DESARROLLO: Durante los años de juventud se va configurando en cada uno la propia personalidad; el futuro
comienza ya, a hacerse presente y el provenir se ve como algo que está ya al alcance de las manos.
Cada uno de ustedes está enfrentado ante el reto de dar pleno sentido a su vida, a la vida se les ha concedido vivir; son
jóvenes y quieren vivir, pero deben vivir plenamente y con una meta.
Deben vivir para Dios, para los demás, dice Cristo: “El que ama su vida la pierde, pero el que aborrece su vida en este
mundo, la encontrará para la vida eterna” (Jn. 12,25).
LA VOCACIÓN ES UN MISTERIO, UNA INICIATIVA DIVINA:
Todos hemos sido llamados-cada uno de un modo concreto- para ir y dar fruto.
La vocación es un misterio que el hombre acoge y vive en lo más íntimo de su ser, depende de su libertad y escapa a
nuestra comprensión, experimentar la vocación es un acontecimiento único, indecible, que solo se percibe como suave
soplo a través del toque esclarecedor de la gracia, un soplo del Espíritu Santo, que al mismo tiempo que perfila de
verdad nuestra frágil realidad humana, enciende en nuestros corazones una luz nueva.
Aquí se explica por qué uno de los medios principales para favorecer las vocaciones es la oración, orando podeos
obtener que las llamadas se multipliquen: “Rogad al dueño de la mies, que envíe obrero a su mies” (Mt. 9,38).
EL PROCESO DE LA VOCACIÓN:
Una vocación en la iglesia, desde el punto de vista humano, comienza con un descubrimiento: encontrar la perla de
gran valor. Ustedes han descubierto a Jesús, su persona, su llamada; después del inicial descubrimiento, sobreviene un
dialogo en la oración, un dialogo que va más allá de las palabras y se expresa en el amor.
La llamada del hombre está primero en Dios, en su mente y en la elección que Él mismo realiza y que el hombre tiene
que leer en su propio corazón.
Al percibir con claridad esta vocación que viene de Dios, el hombre experimenta la sensación de su propia
insuficiencia, trata incluso de defenderse ante la responsabilidad de la llamada, y así, como sin querer, la llamada se
convierte en el fruto de un dialogo interior con Dios, y es incluso hasta a veces como el resultado de una batalla con
Él.
Podemos descubrir esta dinámica entre Dios y los llamados en: Isaías… o Lucas 5, 1-11 (voc. De S. Pedro).
Ante la reservas y dificultades que son la razón el hombre opone, Dios aporta el poder de su gracia y con el poder de
ésta, consigue el hombre la realización de su llamada. La vocación es llamada personal que Dios dirige a cada uno.
Exige respuesta personal, libre y consciente, de quien atento a los signos del Señor escucha. Tiene siempre un carácter
eclesial, Dios llama en la iglesia y para servicio en la comunidad, es lo origina la misión.
Mencionamos las diferentes llamadas que Dios hace al hombre:
1. Vocación Laical
Lo específico de la vocación laical en la iglesia, es buscar el Reino de Dios, tratando y ordenando los asuntos
temporales según Dios.
Las características esenciales del laico son:
− Ha sido incorporado a Cristo por la fe y el bautismo.
− Pertenece al pueblo de Dios, iglesia de Jesús.
− Es co-responsable en la realización de la misión de la iglesia.
− El llamado de la iglesia al seglar es que sea:
− Levadura para transformar la realidad, dese dentro de la misma.
− Testimonio con su vida de fe viva y madura con su esperanza firme e inquebrantable, con su amor sin límites
a todas y cada una de las personas.
2. Vocación Religiosa
La vida religiosa es una forma de profundizar la vivencia del bautismo, es desear ser tan semejante a Cristo, que se
quiere vivir como Él; casto, pobre y obediente al Padre.
La vocación religiosa supone un llamado del Señor, un dejarse seducir por Él para dejarlo todo, los rasgos más
importantes son:
− Se compromete a seguir al Señor radicalmente.
− Vive en comunión intensa con el Padre.
− Tiene a María como modelo de su consagración.
− Vive en fraternidad con sus hermanos.
− Es conciencia misionera dentro de la comunidad de la iglesia.
La iglesia ofrece gran variedad de posibilidades de consagración religiosa:
Religiosos de vida activa.
Religiosos de vida contemplativa.
Asociaciones e institutos seculares…
3. La vocación sacerdotal
El sacerdote ha sido llamado por Cristo, ha sido consagrado por el sacramento del orden sagrado y ha sido enviado
para continuar por la celebración de la Eucaristía. El sacerdote es:
− Signo de la salvación que Dios ofrece a los hombres.
− Educador de la fe, vive y predica la palabra de Dios, testigo profético anuncia el amor de Dios y denuncia con
conciencia crítica la injusticia, el egoísmo y el pecado.
− Administrador de la iglesia de Dios a través de los sacramentos.
− Creador de comunidad co-responsable en el crecimiento espiritual de todos.
− El sacerdote es célibe por amor al Reino, haciéndose así testigo de Cristo y “hombre para los demás, abre su
corazón a todos sus hermanos, sin excepción, para servirlos en el nombre del Señor.
ACTUANDO
*se le da a cada joven por escrito las siguientes preguntas para que reflexione en silencio y de ser posible escriba las
respuestas:
1. Si el Señor te llamara a la Vida Religiosa, ¿cuál sería tu actitud?: ¿de búsqueda? ¿De rechazo? ¿De
disponibilidad?
2. ¿Qué cualidades crees que debe tener una persona que quiere entregar su vida a Cristo como Religioso?
3. De tus cualidades ¿cuáles puedes poner al servicio de la iglesia?

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