Escuela Bíblica de Discipulado y Servicio

Doctrina Básica I Ps. Esteban Espino

Luque

LA TRINIDAD
INTRODUCCIÓN
Al entrar al estudio de la Trinidad, debemos hacerlo con cuidado ya que es un tema difícil,
porque ninguna mente humana ha comprendido jamás que tres personas pueden formar
una sola esencia.
Muchos creyentes, para evitar polémicas en cuanto a este tema, manifiestan que la trinidad
es un “misterio”, y dicen que las cosas secretas pertenecen a Dios (Dt. 29:29). Sin
embargo en la Biblia hay numerosos pasajes que nos hablan claramente de las distinciones
de la Deidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo, mencionándolos constantemente como
PERSONAS SEPARADAS, en operaciones específicas efectuadas por cada una. Pero
también, en la Biblia hay evidencias claras y numerosas que nos presentan a Dios como
UNO en Esencia. Estas dos afirmaciones son autoritativas en la Biblia.
El Dr. Channing (defensor del Unitarismo), atacando la doctrina de la Trinidad nos dice que
la doctrina Trinitaria: “es un ultraje a nuestra naturaleza racional...”, también nos dice que:
“Contradice y degrada nuestra razón.” Otro de los ataques a la doctrina de la Trinidad, es
que esta palabra no aparece en la Biblia. Pero aunque la palabra Trinidad no está en la
Biblia, la “Doctrina de la Trinidad” se encuentra en toda la Biblia; tanto en el Antiguo
Testamento, como en el Nuevo Testamento, mostrándonos a un Dios Trino, por ello los
cristianos tenemos bases muy firmes para decir que la doctrina de la Trinidad (TRIUNIDAD)
no es una especulación más o una teoría cualquiera, sino que esta doctrina es una VERDAD
BIBLICA.
ORIGEN DE LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD
A medida que la iglesia crecía, también crecían los grupos herejes y maestros que
negaban la Deidad de Cristo y la del Espíritu Santo, lo que causó que la iglesia formalizara
la doctrina de la Trinidad. En el año 215 d. C., Tertuliano fue el primero en establecer esta
doctrina usando el término, Trinidad. Algunas de las falsas doctrinas que se levantaron en
aquella época fueron:
 El Gnosticismo.- que existían desde el tiempo de los apóstoles y que fueron condenados
fuertemente por Pablo en su carta a los Colosenses y por Juan en su primera Epístola.
Los gnósticos negaban la Deidad de Cristo y lo presentaban como un Súper-Ángel que
emanaba de Dios, que era un ser inferior a Dios.
 El Arrianismo.- enseñaban que aunque Cristo era el Creador del universo, él mismo era
una criatura de Dios, y por lo tanto no era totalmente divino. Según los arrianos había un
solo Ser de quien puede decirse que es sin principio; ese ser es Dios, enseñar que el Hijo
no tuvo principio en la opinión de los arrianos, equivalía a creer en la existencia de dos
dioses de igual rango. Esta fue una de las pruebas más fuertes que pasó la iglesia
primitiva, y fue esta herejía la que la motivó a formalizar la doctrina de la Trinidad.
A raíz de la controversia arriana, se convocó el Concilio de Nicea en el año 325 d.C.
cuyo resultado fue una condena de las enseñanzas de Arrio y una maldición de
todo aquel que creyese dichos errores.
DEFINICIONES BÁSICAS
A. Trinidad:

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 Término con que el cristiano designa el misterio de la Unidad de Dios en tres
Personas. La doctrina se fundamenta en la revelación, ya que no aparece
explícitamente en el texto bíblico. (Diccionario Bruguera).

 Misterio de la religión cristiana, según el cual Dios es uno solo pero en tres personas
iguales entre sí y de la misma sustancia. El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. (Gran
Diccionario Enciclopédico Ilustrado).
 Distinción de tres personas divinas en una sola y única esencia. (Lexipedia Barsa).
 Misterio que constituye la verdad central del cristianismo; según la revelación, Dios es
uno y trino a la vez: Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas, pero un Dios
nada más. (Enciclopedia Barsa).
 La unión de tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo en una Divinidad de modo que
las tres personas son un solo Dios en cuanto a sustancia, siendo iguales en poder y
gloria, Sustancia = Esencia = Naturaleza. (Diccionario Webster).
B. Persona:
Dentro del estudio de la doctrina, el vocablo “Persona” no se usa exactamente en su
sentido ordinario pues en su sentido ordinario, esta palabra significa: Una entidad
completamente distinta a las demás. El sentido que se le da en esta doctrina es que las
tres personas de la Trinidad son inseparables y eternamente unidas en un solo ser. El
usar este término no es muy exacto, pero no se ha hallado un término mejor para
expresarlo.
C. Esencia:
En su uso doctrinal, esta palabra quiere decir: una naturaleza no dividida, una mente
igual e infinita en cuanto a duración y ser.
D. Subsistencia:
Existencia necesaria. Es el acto por el que algo existe en si mismo como base de
sustentación individual y no en otros.
Definidas estas cuatro palabras; y aclarado el uso que se les da en la doctrina. Entremos en
el estudio de la Trinidad, teniendo presente que todas las ideas y todos los idiomas son
imperfectos para designar a las personas de la Trinidad.
El APORTE DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Muchas personas, inclusive algunos cristianos piensan que la doctrina de la Trinidad no se
encuentra en el Antiguo Testamento. O, que, se encuentra “muy disimulada”, o “escondida”.
Pero realmente el Antiguo Testamento en muchos de sus versículos enfatiza no solo la
Unidad de Dios, sino también muestra que hay personas en la Deidad. El Antiguo
Testamento contiene indicaciones que permiten la revelación posterior de la Trinidad de Dios
A. La unidad de Dios:
En el Antiguo Testamento, Dios se proclamó a si mismo con muchos nombres, cada uno
expresando atributos diferentes de Él, pero el nombre característico que usó con su
pueblo fue YHWH o JHVH, una palabra sin vocales. Esto ha sido traducido al español
como Jehová o Yahvé. Las traducciones confiables de la Biblia universalmente lo
traducen en español ya sea como SEÑOR o DIOS, usualmente todo en letras
mayúsculas para indicar que es el NOMBRE. Jehová definió Su nombre a Moisés en
Éxodo 3:14: “YO SOY EL QUE SOY”… Jehová no debe su existencia a nada ni a nadie
Él es el auto existente, El Único Verdadero Dios.

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La Shema (Dt.6:4), que llegó a ser la confesión de fe básica del judaísmo, enseña la
Unidad de Dios. El texto puede ser traducido “…El Señor nuestro Dios es un Señor”, o
“…El Señor nuestro Dios, el Señor es uno”, o “…El Señor nuestro Dios, el Señor
solamente”. Aquí vemos enfatizada la singularidad de Dios más que la unidad, pero

implica la unidad por excluir al politeísmo. Otros pasajes como Éx. 20:3; Dt. 4:35; 32:39;
Is. 45:14 y 46:9 muestran al Dios Único y la lealtad de su pueblo Israel a Dios.
B. Palabras en Plural:
El nombre plural para Dios “Elohim” (Gn. 1:1) denota la grandeza y supremacía
ilimitadas de Dios. Pero no podemos d educir, que el nombre mismo indica pluralidad
de personas. Sin embargo, cuando Dios habla de Sí mismo con pronombres
plurales (Gn. 1:26; 3:22; 11:7; Is. 6:8) y verbos plurales (Gn. 1:26; 11:7), si
parece indicar distinciones de personas, aunque solamente pluralidad, no
Trinidad específicamente.
C. El Ángel de Yahveh:
Esta designación puede hacer alusión a cualquiera de los ángeles de Dios (1 R.
19:7; comp. v.5), algunas veces se menciona al Ángel Yahveh como Dios, pero
aun así diferenciando de Dios (Gn. 16:7-13; 18:1-21; 19:1-28; Mal. 3:1). Esto
indica distinciones personales dentro de la Deidad, puesto que al Ángel se le
llama Dios.
D. Distinción de Personas:
Algunos pasajes diferencian personas dentro de la Deidad.
1. A Jehová se le distingue de Jehová o de Dios (Gn. 19:24; Os. 1:7)
2. Al Redentor (que tiene que ser divino) se le diferencia de Jehová (Is. 59:20).
3. Al Espíritu se le distingue de Jehová (Is. 48:16; 59:21). En estos versículos el
Espíritu es personal y activo.
EL APORTE NUEVO TESTAMENTO:
Aunque el Nuevo Testamento no contiene alguna declaración explícita de la doctrina de la
triunidad de Dios (puesto que 1Jn. 5:7 aparentemente no es parte del texto genuino de la
Escritura), sí contiene bastante evidencia. Esa evidencia yace a lo largo de dos caminos.
Uno insiste en que hay solamente un Dios y el otro presenta al Hombre Jesús y al Espíritu
Santo, que ambos alegan ser Dios. El enfatizar la unidad mientras que se descuida el
aspecto trinitario, termina en el unitarianismo. El enfatizar el aspecto trinitario mientras que
se descuida el de la unidad, lleva al triteísmo (como el mormonismo). El aceptar ambos
aspectos la Unidad y la Trinidad, conduce a la doctrina de la triunidad de Dios.
A. Evidencia de la Unidad:
Así como el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento también insiste en que solamente
hay un Dios verdadero. (1 Co. 8:4-6; Ef. 4:3-6; y Stg. 2:19).
B. Evidencia para el Aspecto Trino:
1. El Padre es reconocido como Dios.- Aquí no existe controversia alguna y varios
pasajes enseñan esto (Jn. 6:27; 1 Pedro 1:2).
2. El Hijo Jesucristo es reconocido como Dios.- Cristo mismo alegó tener atributos que
solamente Dios posee, como la omnisciencia (Mt. 9:4), omnipotencia (Mt. 28:18),
omnipresencia (Mt. 28:20). Cristo hizo cosas que solamente Dios puede hacer,
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como: perdonar pecados (Mr. 2:1-12) y resucitar los muertos (Jn. 12:9). Además, el
Nuevo Testamento atribuye a Cristo otras obras que solamente Dios puede hacer,
como: sustentar todas las cosas (Col. 1:17), la creación (Jn. 1:3), y el juicio futuro
de todos (Jn. 5:27). Además la última frase en (Jn. 1:1) correlaciona la Deidad
completa y verdadera con el Verbo (Cristo). La mejor traducción de la frase es “el

Verbo era Dios”, Juan no pudiera haber escogido una forma más precisa de expresar
las verdades de que el Verbo era Dios y aun así distinto del Padre.
3. El Espíritu Santo es reconocido como Dios.- A Él se le llama Dios (Hch. 5:3-4),
posee los atributos que solamente Dios tiene, como la omnisciencia (1Co. 2:10) y la
omnipresencia (1Co. 6:19) y regenera a las personas (Jn. 3:5-6,8), una obra
exclusiva de Dios.
C. Evidencia de la Triunidad
Mt. 28:19 hace la mejor declaración de ambos, la unidad y el aspecto trino, de asociar
igualmente a las tres personas y unirlas en un nombre singular. Otros pasajes, como
Mt. 3:16-17 y 2Co. 13:14, asocian igualmente a las tres personas, pero no contienen el
fuerte énfasis sobre la unidad como lo hace Mt. 28:19.

ELEMENTOS DE LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD

Hay un solo Dios, pero en la unidad de la divina esencia, hay tres personas co-eternas e
iguales en todo, de la misma sustancia, pero distintas en la subsistencia.
Trinidad es una palabra compuesta de Tres y Unidad = Tri - unidad o Trinidad.  Aunque la
palabra "Trinidad" no se encuentra en la Biblia, es la palabra que mejor nos deja entender la
forma "Tri-Partita" en la cual Dios existe según lo revelado en la Biblia.  Dios no es un Dios
de tres cabezas como dicen los Testigos de Jehová, ni es una "trilogía" de tres Dioses como
dicen los mormones.   Dios es Único y Uno, que subsiste y se ha revelado al hombre en
tres personas El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, co-eternas, separadas pero siempre
unidas, independientes pero enlazadas en todo, en propósito, en deseo y voluntad.

REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LA TRINIDAD

PADRE

ES

NO ES NO ES
DIOS

ES ES

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HIJO ESPÍRITU
NO ES SANTO

CONCLUSIONES

 Solo hay Un Verdadero Dios (monoteísmo).

 Hay una pluralidad de personas en Dios, y esta pluralidad no es imaginaria, pretendida,
o temporal. Es real.
 El Padre es Dios.
 El Hijo es Dios.
 El Espíritu Santo es Dios.
La riqueza del concepto de la Trinidad inunda varias áreas de la teología como:
 En la doctrina de la redención vemos que participan todas las personas de la Deidad.
(Jn. 3:6, 16; Ap. 13:8).
 En la doctrina de la revelación, el Hijo y el Espíritu colaboran en comunicar la verdad de
Dios (Jn. 1:18; 16:13).
 La comunión y el amor dentro de la Deidad misma, solamente es posible en un concepto
trinitario de Dios, y esa comunión es semejante a la comunión del creyente con Cristo.
(Jn. 14:17).
 La prioridad sin inferioridad como se ve en la Trinidad es la base para las relaciones
propias entre los hombres y las mujeres. (1Co. 11:3).
 La oración se practica en una forma trinitaria. Aunque podemos dirigirnos a cualquier
persona de la Trinidad, normalmente, de acuerdo con el precedente bíblico, nos dirigimos
al Padre en el nombre de Cristo según el Espíritu nos dirige. (Jn. 14:13-14; Ef. 1:6;
2:18; 6:18).

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