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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – 26-540-A-10

26-540-A-10

Papel de la rehabilitación
en las afecciones malignas
y en las enfermedades evolutivas
P. Calmels
I. Fayolle-Minon
V. Jourda
B. Perpoint
F. Lucht

Introducción etc.) y ello pese a los resultados alentadores sobre los efectos
de la rehabilitación que reflejan ciertos estudios [1, 11, 15, 24, 27].
La rehabilitación es cada vez más necesaria, tanto en las Gracias a una voluntad de asistencia multidisciplinaria del
afecciones malignas como en las evolutivas y, sobre todo en conjunto de los equipos médicos y asistenciales que se ocu-
la actualidad, en los síndromes de inmunodeficiencia pan del paciente, la rehabilitación tiene un lugar impor-
adquirida (SIDA) en fase clínica, por las razones siguientes: tante en este proceso, tanto desde el diagnóstico como a lo
— la prevalencia creciente de estas afecciones; largo de las diversas fases terapéuticas de estas enfermeda-
des evolutivas [12].
— su carácter crónico y progresivo, cuya repercusión física
es de origen deficitario; Por último, si bien el SIDA se distingue de las afecciones
— su gran impacto psíquico y social, que es en sí mismo oncológicas en el aspecto fisiopatológico, las manifestacio-
fuente de incapacidad; nes físicas y las repercusiones funcionales de la enfermedad
declarada se asemejan en lo que se refiere a la rehabilita-
— la importancia de la calidad de vida, en la cual la depen-
ción [16, 17, 21, 33].
dencia, que constituye un elemento importante, puede ate-
nuarse mediante la rehabilitación y la readaptación;
— los efectos yatrógenos de eventuales tratamientos;
— un seguimiento global de equipo en la fase terminal, Principios generales de la rehabilitación
durante la cual la rehabilitación y la readaptación pueden
resultar útiles frente al sufrimiento. Progresividad y pronóstico
Sin embargo, es importante señalar que a menudo se descui- En este tipo de enfermedades, la especificidad de la reha-
da la rehabilitación en estas enfermedades más que en otras bilitación se fundamenta en la calidad de progresividad de
cuyo pronóstico a medio y largo plazo no es mejor (acciden- la afección. Ello exige establecer valoraciones periódicas de
tes vasculares cerebrales, amputaciones de origen vascular, la situación y, sobre todo, objetivos adaptados, los cuales
deben plantearse a corto plazo para poder examinarlos y
eventualmente modificarlos. Deben ser realizables y expli-
Paul CALMELS: Praticien hospitalier, service de rééducation et réadaptation
cados claramente al paciente para que participe de forma
fonctionnelles. activa e interesada en función de su estado psicológico y de
Isabelle FAYOLLE-MINON: Chef de clinique-assistant des Hôpitaux, service de sus eventuales proyectos de vida y, sobre todo, de calidad de
rééducation et réadaptation fonctionnelles. vida [23, 33].
Véronique JOURDA: Kinésithérapeute, departement de rééducation et réa-
daptation fonctionnelles, unité d’oncologie (Pr B Perpoint). El pronóstico a corto o medio plazo debe ir asociado a la
Bruno PERPOINT: Professeur des Universités, praticien hospitalier, unité progresividad. Si se comunica dicho pronóstico al paciente,
© Elsevier, París

d’oncologie, service de thérapeutique (Pr P Queneau). debe ser conocido por los distintos terapeutas que le asisten
Fréderic LUCHT: Professeur des Universités, praticien hospitalier, service
des maladies infectieuses et tropicales. y, en particular, por los responsables de la rehabilitación.
Hôpital Bellevue, CHRU de Saint-Etienne, 42055 Saint-Etienne cedex 2. Los objetivos de la rehabilitación y los medios para conse-

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guirlos deben establecerse con estas personas en función de necesidades del individuo. A menudo son sencillos, progre-
lo señalado anteriormente. sivos y prácticos; se aplican los medios necesarios para man-
tener la máxima independencia y se adaptan al estado psi-
Fases del tratamiento - fases de la progresión cológico del paciente [4, 23].
Deben programarse medidas rehabilitadoras en las distintas Los fines de la rehabilitación pueden ser:
fases de la progresión y/o del tratamiento de la enferme- — preventivos: evitar las complicaciones de la inmoviliza-
dad. Al adaptarse así a las circunstancias, la rehabilitación es ción en cama y facilitar los cuidados;
más eficaz, porque se puede actuar anticipándose a la inca- — rehabilitadores: recuperación funcional según las insufi-
pacidad funcional, en lugar de limitarse a tratar de com- ciencias, verticalización, reanudación de la marcha, readap-
pensarla una vez instaurada. tación cardiovascular y respiratoria, reacondicionamiento
Por lo general, se considera la rehabilitación en los momentos siguien- físico, etc.;
tes: en las fases agudas, en los períodos de inmovilización en — readaptativos: aprendizaje del uso de aparatos (prótesis,
cama, en la evaluación inicial, ante situaciones de fatiga o ortesis) y reacondicionamiento de la autonomía funcional
adelgazamiento, en el postoperatorio o en períodos de hos- en las actividades de la vida diaria;
pitalización durante la quimioterapia o por episodios infec-
— paliativos: mantenimiento de ciertos medios de rehabili-
ciosos agudos oportunistas en el SIDA, por ejemplo. En rea-
tación para garantizar confort, bienestar, antialgia y buen
lidad, debería ser posible desarrollar algunos medios y técni-
estado cutáneo y respiratorio al final de la vida;
cas antes de realizar una intervención quirúrgica (kinesitera-
pia respiratoria, aprendizaje de la ventilación controlada, — antiálgicos: algunas técnicas específicas pueden desem-
aprendizaje de la marcha con muletas, preparación de orte- peñar una función importante en el tratamiento terapéuti-
sis, programación de la fabricación de prótesis, reacondicio- co de los dolores, frecuentes en estas enfermedades.
namiento físico, etc.) para optimizar los resultados e incluso Los medios no son exclusivos; pueden utilizarse todos:
evitar algunas complicaciones secundarias (en concreto las masajes para relajar las contracturas o aliviar el dolor, masa-
obstrucciones y las sobreinfecciones respiratorias). jes de drenaje, kinesiterapia analítica de las posturas, movi-
La fase más clásica de la rehabilitación es la dedicada a las secue- lizaciones articulares activas o pasivas, mecanoterapia, téc-
las: paraplejía por compresión metastásica en el raquis, nica de refuerzo muscular activo o pasivo (estimulación
hemiplejía por tumor cerebral, amputación por osteosarco- eléctrica), técnicas globales de rehabilitación y de inhibi-
ma, alteraciones óseas, etc. Desde el punto de vista técnico, ción de la espasticidad, técnicas de verticalización asistida
esta asistencia se asemeja a la que se aplica en cuadros clí- (mesa, aparato verticalizador), balneoterapia para la movi-
nicos idénticos, secundarios a otras causas. lización en descarga, fisioterapia y aprendizaje del empleo
También se puede recurrir a las técnicas de rehabilitación de aparatos (prótesis, ortesis, sillas de ruedas o ayudas téc-
en fases más tardías, cuando se han producido complica- nicas, etc.). Estos medios se emplean paralelamente a aque-
ciones quirúrgicas, sobre todo por la radioterapia o la qui- llos que ofrecen los servicios sociales (indemnizaciones,
mioterapia (atrofia muscular postirradiación o pérdida ayudas domésticas, comidas, etc.) y a las medidas de acom-
importante de sustancia muscular tras cirugía, linfedema, pañamiento psicológico y psíquico para el paciente y su
bridas cutáneas, paraplejía postirradiación, polineuritis entorno familiar.
yatrógenas por quimioterapia, osteonecrosis, etc.).
También pueden utilizarse ciertos medios de rehabilitación Contexto psicológico
y adaptación en las fases terminales para acompañar al La asistencia psicológica es fundamental en la readapta-
paciente y mejorar su confort, aliviando el dolor y el sufri- ción. A menudo, las consecuencias psíquicas pueden ser
miento [39]. más devastadoras que las lesiones físicas, sobre todo en las
fases iniciales [4, 7] y es necesario ocuparse de ellas precoz-
Condiciones terapéuticas mente para planear ulteriormente una rehabilitación activa
Las condiciones o modalidades terapéuticas del seguimien- confiando en que el paciente colabore. El conjunto del
to de la enfermedad influyen en los medios utilizados en la equipo ha de tener en cuenta este contexto psicológico.
rehabilitación, así como en sus objetivos. Desde el punto de vista ético, el paciente tiene derecho a
conocer el diagnóstico y el pronóstico y debe poder partici-
Cirugía
par en las etapas terapéuticas en función de sus elecciones
Tratamiento preoperatorio y sobre todo postoperatorio, al en cuanto a la vida y a la calidad de vida. Sufre inicialmen-
menos de fisioterapia respiratoria, pero también de reacon- te una gran angustia, que puede ser variable, dependiendo
dicionamiento físico y, si es necesario, de prótesis (en los de su propia historia.
casos de mastectomía, de amputación de miembro y de Cada paciente puede expresar lo que siente a través de
cirugía ortopédica del raquis). diversos mecanismos de defensa: depresión, ansiedad,
Radioterapia encierro en sí mismo, negación, etc. que pueden causar
Las complicaciones agudas o subagudas plantean pocos trastornos del sueño, aumento del dolor y conflictos fami-
problemas, pero deben vigilarse las complicaciones a medio liares. Todos estos estados deben ser percibidos e identifi-
y a largo plazo, que pueden dejar secuelas (trastornos del cados por los miembros del equipo, quienes también deben
crecimiento, atrofia muscular, lesiones nerviosas, etc.). evitar las reacciones demasiado emotivas hacia el paciente.
Es necesario un apoyo psicológico específico, pero cada
Quimioterapia miembro del equipo debe contribuir para que el paciente
Las complicaciones generales o específicas deben ser aten- acepte el diagnóstico, participe en las decisiones y se movi-
didas, vigiladas y prevenidas mediante la adaptación del tra- lice. Dicho diagnóstico requiere medios medicamentosos
tamiento (atañen a menudo al aparato neurolocomotor: habituales, pero también diversas técnicas psicológicas indi-
neuritis, polineuritis, síndrome medular, miopatía, osteo- viduales o de grupo, de psicoterapia, relajación, hipnosis,
porosis, osteonecrosis, etc.). terapia comportamental, etc. El papel de la familia o del
entorno social (cuando es posible) es primordial, pero
Objetivos y medios queda sujeto a situaciones emocionales que es importante
Los objetivos y los medios de rehabilitación deben estar tener en cuenta. Por ello, de la misma forma que es posible
adaptados a la fase de la enfermedad, al pronóstico y a las contar con la familia para ayudar al paciente y propiciar su

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Kinesiterapia PAPEL DE LA REHABILITACIÓN EN LAS AFECCIONES MALIGNAS 26-540-A-10
Y EN LAS ENFERMEDADES EVOLUTIVAS

readaptación, es necesario también aportar a sus integran- cas motoras, síndromes infecciosos localizados o aparición
tes el apoyo psicológico, y a veces social, que resulta impres- de síndromes inflamatorios (algoneurodistrofia) [13].
cindible [4, 12, 17, 37].
En este ámbito psicológico y ambiental, es importante seña- Estado de los huesos
lar el carácter particular de los niños. La rehabilitación Si la inmovilización es prolongada, debe prevenirse lo me-
pediátrica exige tener en cuenta algunos aspectos específi- jor posible la osteoporosis mediante la verticalización [19].
cos como el nivel de educación, de experiencia y de inde- En realidad, desde el punto de vista de los huesos, la reha-
pendencia del niño, pero también las relaciones entre bilitación está condicionada fundamentalmente por la exis-
padre e hijo y las capacidades de los padres para compren- tencia de lesiones tumorales óseas primarias o secundarias.
der y apoyar a sus hijos. Para evitar situaciones de conflicto Según el diagnóstico etiológico y topográfico, se plantea la
o que se genere una ansiedad extrema, es importante que cirugía, ya sea la amputación o el injerto y la reconstrucción
las opiniones sobre el tratamiento no sean contradictorias
o la fijación. Estas condiciones obligan a ser prudentes con
entre los miembros del equipo y el entorno familiar. Por
las movilizaciones y los apoyos, que incluso pueden llegar a
consiguiente, y en función del niño, será preciso mantener
estar contraindicados. Los dispositivos externos (ortesis de
una actitud educativa clara desde la fase inicial y, sobre
descarga del miembro inferior, ortesis raquídea) permiten
todo, en el preoperatorio [4].
al paciente mantenerse temporalmente en posición vertical
al tiempo que evitan las fracturas o aplastamientos y alivian
los dolores [7]. Dicha verticalización, también puede conse-
Condiciones generales guirse mediante una mesa de verticalización o un dispositi-
vo modular para este mismo fin.
Desde una perspectiva general, en el tratamiento de pacien-
tes con cáncer o SIDA se pueden presentar varias situacio- Estado cardiorrespiratorio y vascular
nes con objetivos diversos adaptados a las siguientes fases y La inmovilización es, en sí misma, causa de desadaptación o
a la progresividad de la afección: de desacondicionamiento cardíaco y respiratorio que es
— fase aguda con inmmovilización en cama; preciso prevenir en la medida de lo posible, manteniendo
— fase de secuelas; un ejercicio muscular adaptado a la cama.
— fase terminal. Es también fuente de complicaciones vasculares, sobre todo
de flebitis y de embolias pulmonares, cuya prevención queda
Fase aguda con inmovilización en cama garantizada al movilizar al paciente, levantándolo con regu-
laridad todos los días, adaptándole dispositivos de conten-
Los cuadros clínicos pueden variar, pero la inmovilización, ción de las extremidades inferiores y prescribiéndole trata-
cuando existe, se asocia a menudo a un período durante el mientos farmacológicos preventivos (heparinas de bajo peso
cual el paciente sufre astenia, anorexia, adelgazamiento, molecular). La propia causa puede ser un factor de riesgo
infección y posibles trastornos funcionales que dependen de (SIDA, déficit neurológico, cirugía y oncología pélvica), así
la causa: náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, tos, obs- como ciertos tratamientos (quimioterapia), lo que exige
trucción pulmonar, deficiencias neurológicas, dolores, etc. intensificar la vigilancia y los medios de prevención.
En esta fase, el tratamiento corresponde al de un paciente El cáncer broncopulmonar operado o no y la cirugía visceral
inmovilizado y su objetivo es mantener el mejor estado oncológica, con sus problemas específicos, justifican la reha-
general posible, evitar las complicaciones del decúbito y bilitación respiratoria. Su objetivo puede ser aliviar los dolo-
adaptarse a los síntomas asociados. Tiene en cuenta el esta- res, favorecer el drenaje bronquial o pulmonar y facilitar la
do de varios órganos. expectoración, para evitar los riesgos de obstrucción y de
Estado de la piel sobreinfección y poder prescindir de la asistencia respiratoria,
la aspiración prolongada o la broncoscopia desobstructiva.
Los cuidados cutáneos deben ser ante todo preventivos y
adaptados al estado caquéctico y neurológico del paciente. Estado digestivo y urinario
Exigen adaptar la posición del paciente en la cama, contro-
La inmovilización en cama, por sí sola, puede afectar a la
lar las presiones de apoyo sobre la piel (talones, nalgas,
micción y, en consecuencia, ser causa de infecciones y tras-
tuberosidades isquiáticas, trocánteres, occipucio) y mante-
tornos de la evacuación de heces, con riesgo de estreñi-
ner una higiene apropiada. La vigilancia debe ser diaria,
con masaje de las zonas de apoyo, cambios de posición en miento rebelde y suboclusión.
caso necesario y respeto de las amplitudes articulares fun- Una buena hidratación y el control de la diuresis y del volu-
cionales [4, 7, 12, 16]. men residual postmicción son medios para vigilar y preve-
nir las complicaciones urinarias.
Estado de articulaciones y músculos El masaje abdominal, el aporte hídrico, la dieta rica en fibra,
Debe garantizarse el mantenimiento de articulaciones y la ingestión de aceite de parafina y de laxantes en caso nece-
músculos para evitar que se produzcan rigideces articulares y, sario y la evacuación manual asistida evitan que se formen
en concreto, posiciones viciosas, así como retracciones mus- fecalomas. Algunos tratamientos, en particular los analgési-
culotendinosas. Toda posición viciosa que quede fijada puede, cos, exigen que se vigile el estado digestivo, ya que pueden
además de comprometer las ulteriores posibilidades funcio- causar vómitos (morfínicos) o estreñimiento (codeína).
nales, favorecer las lesiones cutáneas. Este mantenimiento Evidentemente, la propia naturaleza del cáncer justifica los
queda garantizado por las movilizaciones activas, si es posible, tratamientos adecuados (cáncer de vejiga o de próstata, de
o pasivas. La estimulación eléctrica permite limitar la atrofia esófago, de colon o recto). Por lo general, se trata de vigilar
muscular, pero a menudo es difícil aplicarla en esta fase. y aplicar cuidados locales a catéteres o derivaciones, y en
Esta vigilancia articular y muscular debe adaptarse al estado algunos casos también de instruir acerca del uso de tales
clínico y, en concreto, a las posibles deficiencias neurológi- dispositivos.

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Todo tratamiento digestivo y urinario exige que, inicial- — La asistencia se adapta a los objetivos, que se fijan gene-
mente, se adapte la alimentación, ya sea enteral o parente- ralmente en función de los pronósticos evolutivos, así como
ral, ya que los trastornos del tránsito o de la micción, la de la importancia de las lesiones.
caquexia, la anorexia, el adelgazamiento, la fiebre y la infla- En las lesiones primitivas, la evolución más o menos pro-
mación constituyen causas importantes de pérdidas y de longada permite que la rehabilitación disminuya sus conse-
trastornos metabólicos que son, en sí mismos, perjudiciales. cuencias funcionales y con ello la minusvalía. Pueden reha-
bilitarse las funciones motoras asociando las ayudas técni-
Fase de secuelas - Readaptación cas, las ortesis, la estimulación eléctrica funcional y los
antiespásticos; por el contrario, las deficiencias cognitivas
A la fase aguda, inicial, postoperatoria, de tratamiento qui- residuales plantean importantes problemas para el trata-
mioterápico, radioterápico o antiinfeccioso sucede una fase miento (largo, difícil, moderadamente eficaz) que hacen
que puede llamarse período de secuelas y que requiere un necesaria la participación del entorno familiar.
tratamiento específico, sobre todo de readaptación.
En el caso de las lesiones metastásicas, los objetivos de la
Los cuadros clínicos son muy numerosos en función del ori- rehabilitación dependen del pronóstico y, por tanto, de la
gen de la lesión y del tipo de tratamiento. Entre los más fre- lesión primitiva y su extensión. Las técnicas de rehabilita-
cuentes, se mencionarán más adelante los que necesitan ción se adaptan sobre todo a las posibilidades terapéuticas
una rehabilitación adaptada e intensa. previstas (radioterapia, quimioterapia, cirugía) y a las lesio-
En este período debe planearse la rehabilitación de las posi- nes específicas observadas, que orientan en la elección de
bles secuelas y tener en cuenta, en caso de curación, los los medios técnicos (secuelas motoras, secuelas cognitivas),
medios para la mejor readaptación psicológica, social y pro- pero teniendo como finalidad esencial el mantenimiento
fesional posible [16]. de la mejor autonomía funcional posible (a menudo con el
empleo de ayudas técnicas).
Fase terminal Los resultados de la rehabilitación de las lesiones cerebrales
cancerosas en el plano funcional han sido objeto de pocos
La fase terminal, ya sea en oncología o en los síndromes de
estudios, pero se destaca la importancia de las secuelas en las
inmunodeficiencia adquirida, justifica la intervención de la
rehabilitación. El equipo rehabilitador se asocia al conjun- funciones cognitivas [40], una recuperación bastante buena
to del equipo asistencial, porque la solicitud emana casi de la locomoción en las lesiones primitivas [5] y, según
siempre de los servicios especializados en los que intervie- Lablan, una autonomía satisfactoria en el 40 % de los casos
nen los kinesiterapeutas [39]. de hemiplejías por lesiones tumorales secundarias [12]. Con
respecto a los niños, en una población de 30 niños con lesio-
La rehabilitación se basa fundamentalmente en el manteni-
nes cerebrales primitivas, Puliyodil [27] observó una mejoría
miento de una mejor calidad de vida y el mejor confort para
funcional notable durante la rehabilitación en cuanto al cui-
el paciente. Se impone así la necesidad de aplicar los
dado personal, la deambulación, los traslados y la comuni-
medios preventivos de una buena asistencia: mantenimien-
cación, pero no en las funciones esfinterianas. En lo relativo
to articular, kinesiterapia respiratoria y, en caso necesario,
a las lesiones del sistema nervioso central asociadas al SIDA,
masajes o relajación.
ciertas infecciones responden parcialmente al tratamiento
En este tratamiento debe tenerse en cuenta el contexto psi- (toxoplasmosis, linfoma), lo que permite plantear una reha-
cológico del paciente basándose en la información de que bilitación funcional adaptada a los trastornos con el fin de
se dispone y dedicarse, según sus deseos y los de su familia, mantener la autonomía y prevenir nuevas complicaciones.
a ayudarle a que mantenga una buena calidad de vida y, Desde el punto de vista técnico, la asistencia se asemeja a la
según el estado clínico cerebral, a que participe en decisio-
aplicada en los accidentes vasculares cerebrales [22].
nes relativas a dicho tratamiento (sobre todo en lo que se
refiere al alivio del dolor). Lesiones medulares
— Las lesiones de la médula espinal pueden tener su origen
en lesiones primarias (meningioma, gliomas, neurofibromas,
Situaciones específicas hemangioblastomas, etc.), lesiones metastásicas con invasión
epidural o compresión por lesiones óseas o incluso tras cier-
Sistema nervioso tos tratamientos de quimioterapia o radioterapia [4, 17, 20].
Lesiones encefálicas En el caso del SIDA, las lesiones medulares más frecuentes
guardan relación con el propio VIH (mielopatías vacuolares)
— Las lesiones del sistema nervioso central de origen onco-
(entre el 11 y el 22 % de los casos), son de origen infeccioso
lógico son frecuentes y el tumor puede ser la forma primiti-
por citomegalovirus o el virus varicela-zoster, o bien se deben
va (glioblastoma, astrocitoma, meningioma) o más a menu-
a carencia de vitamina B12 o de ácido fólico. Las lesiones
do secundaria metastásica (linfomas, etc.) [4, 12, 17]. En el sida,
medulares se asocian con frecuencia a las encefálicas [33].
las alteraciones del sistema nervioso central son muy fre-
cuentes (entre el 65 y el 90 % de los enfermos) [17, 33]. Pueden Sintomatología de las lesiones
deberse a infecciones oportunistas (absceso cerebral de ori- En la mayoría de los casos, el cuadro consiste en un síndro-
gen toxoplasmático, encefalitis, meningitis, etc.), a lesiones me medular con paraparesia progresiva, lesión sensitiva de
tumorales (linfoma) o infartos cerebrales, o a una lesión los cordones posteriores, alteración de las funciones esfin-
directa por el VIH (demencia del sida, observada sobre todo terianas vesicales y anorrectales y trastornos del tono de
en fase terminal). También la quimioterapia y la radioterapia tipo espástico. A menudo se asocian síntomas dolorosos de
pueden ser causas secundarias de lesiones cerebrales. origen raquídeo, sobre todo en las lesiones metastásicas.
— Los trastornos guardan relación con el tipo de lesión, su
localización y su profundidad y pueden afectar a las funciones Rehabilitación
cognitivas superiores (habla, comprensión, memoria, lectura, Es similar a la de cualquier lesión medular, sobre todo trau-
escritura), al comportamiento o al ánimo (en las localizacio- mática. Deben tenerse en cuenta el pronóstico, la posibilidad
nes difusas), o bien ser más localizados (con síntomas de de que la afección progrese, los problemas urinarios y digesti-
hemiplejía, hemiparesia, apraxia, trastornos de la sensibilidad vos especialmente, ya que pueden empeorar con ciertos trata-
o de la deglución, síndrome parkinsoniano, etc.) [16, 17, 27, 31, 33, 36]. mientos (por ejemplo, los morfínicos y el dolor), la existencia

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Kinesiterapia PAPEL DE LA REHABILITACIÓN EN LAS AFECCIONES MALIGNAS 26-540-A-10
Y EN LAS ENFERMEDADES EVOLUTIVAS

de dolores asociados neurológicos o inflamatorios compresi- les, condicionadas por el nivel de la lesión, el estado general,
vos o postraumáticos (por ejemplo, metástasis óseas), la estabi- la tolerancia a los tratamientos prescritos y, con frecuencia, al
lidad del raquis (metástasis difusas, cirugía, ortesis vertebrales, entorno sociofamiliar. El nivel de autonomía también está con-
etc.) y la espasticidad [4, 12, 25]. En el caso de lesiones vertebrales dicionado por el pronóstico. Este aprendizaje precoz de la
frecuentes de origen metastásico con compresión medular, los autonomía es fundamental desde el punto de vista psicológico
objetivos de la rehabilitación, adaptados al pronóstico a medio en este tipo de enfermedades, sobre todo cuando el paciente
o a largo plazo y al cuadro clínico, deben ser los siguientes: que conoce el pronóstico y es consciente de él. Debe permitir pla-
el paciente se levante de la cama, se siente en un sillón y, si es near con la mayor comodidad y seguridad posibles el regreso
posible, se ponga de pie, tratar el dolor y los trastornos de la y el mantenimiento en el domicilio, condiciones necesarias
micción y la defecación y, sobre todo, enseñarle a ser autóno- para una buena calidad de vida. Este objetivo debe establecer-
mo. Con ello se logra un regreso más cómodo al domicilio (en se con el paciente y con las personas que lo rodean, para que
el 86 % de los casos) y un mantenimiento satisfactorio de la se adapte bien a sus necesidades y a su entorno. Según los
autonomía funcional, durante 3 meses como promedio en las casos, requiere aprender a vigilar el estado de la piel o de las
lesiones metastásicas, según McKinley [18]. articulaciones, a controlar la micción (autosondeo) y la eva-
cuación de heces, a realizar los traslados (paso de la cama al
Levantarse de la cama, sentarse en un sillón, ponerse de pie
sillón) y a utilizar con la mayor autonomía y facilidad posibles
El logro de estos objetivos debe plantearse lo antes posible, la silla de ruedas. Requiere también la participación del entor-
siempre en función del estado general y sobre todo ortopé- no familiar, que a menudo debe intervenir activamente y al
dico, especialmente la estabilidad vertebral, que puede que en ocasiones es necesario instruir sobre ciertos aspectos.
garantizarse mediante cirugía y fijación por osteosíntesis o
mediante la colocación de una ortesis vertebral rígida con- Neuropatías periféricas
feccionada a medida. La verticalización se realiza de mane- — Es frecuente que se afecten los nervios periféricos, tanto
ra paulatina, adaptando primero al paciente a la posición en el caso de las neoplasias como en los cuadros relaciona-
semisentada y luego levantándolo progresivamente con la
dos con el VIH (incluso antes del estadio de sida) [16].
ayuda de una mesa de verticalización. Debe pensarse en la
utilización de una silla, en concreto en una silla de ruedas En los cánceres hay dos causas fundamentales: las compre-
que debe estar adaptada al nivel de la lesión y al equilibrio siones por metástasis y las lesiones debidas a los tratamien-
de la posición sentada, y provista de un cojín antiescaras, tos, que también se encuentran en el caso del sida.
sobre todo si la lesión medular es completa. Ello constituye En el sida, las neuropatías periféricas descritas consisten en
una etapa importante para conseguir la autonomía. La ver- polineuritis sensitivomotoras distales, polineuritis inflama-
ticalización es un elemento de prevención absolutamente torias desmielinizantes, polirradiculoneuritis progresivas [9]
necesario tanto para limitar los riesgos cutáneos, óseos y, y mononeuritis. En el 30 % de los casos avanzados se obser-
sobre todo, vasculares y cardíacos, como para reducir la va una neuropatía sensitiva y simétrica [16].
inadaptación cardiovascular. Posee, además, un interés psi- Las neuropatías periféricas debidas a los tratamientos qui-
cológico considerable. mioterápicos son bastante frecuentes y a menudo distales y
simétricas. La vincristina y el cisplatino se utilizan con fre-
Tratamiento del dolor cuencia en el tratamiento de los cánceres, mientras que en
Es muy importante tratar los dolores, ya sean de origen neu- el del sida son utilizadas sobre todo la didanosina (ddI) o la
rológico (por lesiones del sistema nervioso), inflamatorio o zalcitabina (ddC), para las cuales la afección neurológica
mecánico (por la lesión compresiva), postoperatorio o por depende de la dosis. Es fundamental vigilar el estado clíni-
contracturas musculares asociadas. Las técnicas manuales, co durante estos tratamientos y en especial la presencia de
la fisioterapia, las movilizaciones adaptadas y la utilización reflejos osteotendinosos.
de ortesis de estabilización permiten atenuar su intensidad. Ciertas neuropatías periféricas constituyen, en realidad,
Los requisitos del tratamiento del dolor se comentarán más lesiones específicas del cáncer, sobre todo en forma de sín-
adelante. dromes paraneoplásicos.
Tratamiento de los trastornos de la micción y de la defecación Desde el punto de vista semiológico
Las lesiones medulares se asocian a trastornos de la micción — En el caso del sida, las neuropatías periféricas son muy
cuya gravedad está representada fundamentalmente por la frecuentes, ya sea en una fase temprana de la afección o en
retención. Se comienza prescribiendo un sondeo permanen- una fase tardía, de tipo neuropatía sensitiva distal y simétri-
te, que requiere una vigilancia técnica adecuada para evitar ca, axonal, asociada a placas de desmielinización.
lesiones de la uretra, un aporte hídrico suficiente y un con-
— Pueden desarrollarse mononeuritis o polineuritis como
trol periódico de las infecciones. Secundariamente, con fines
complicaciones de enfermedades evolutivas malignas. Las
funcionales y según el estado general del paciente, puede
causas pueden ser diversas, compresivas en el caso de metás-
prescribirse el heterosondeo intermitente e incluso, si la
tasis tumorales, por lesión vascular o yatrógenas (vincristina).
autonomía lo permite, el autosondeo.
La evacuación de heces debe garantizarse y controlarse pre- — También se observan con frecuencia ciertas lesiones de
cozmente y con gran regularidad en cuanto surjan trastornos plexos (plexo braquial, plexo sacro), a menudo de origen
neurológicos. Con un régimen dietético adaptado, hidrata- compresivo, pero también como secuelas de radioterapia o
ción, aporte de sustancias grasas, masajes cólicos, suposito- por el efecto de ciertas quimioterapias (citarabina) [17, 34].
rios y en caso necesario enemas, se mejora el tránsito y con — Durante la quimioterapia, en la fase a menudo precoz de
frecuencia se evita tener que acudir al control digital de la la evolución clínica del sida, pueden observarse lesiones de
evacuación. Es importante estar muy atentos para prevenir el tipo polirradiculoneuritis, similares a un síndrome de
estreñimiento pertinaz y los síndromes suboclusivos. Guillain-Barré, cuyo pronóstico a corto plazo es similar al de
las afecciones idiopáticas. También se han descrito ciertos sín-
Aprendizaje de la autonomía dromes polirradiculares asociados a infecciones por citome-
Debe tenerse presente este objetivo desde el inicio de todo tra- galovirus y que se manifiestan por una paraparesia aguda,
tamiento y adaptarlo a las verdaderas posibilidades funciona- ascendente y fláccida [17, 33].

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Rehabilitación los sarcomas de Ewing o las localizaciones óseas de las hemo-
Depende del carácter específico de la lesión, sensitiva, patías, o metastásicas en los cánceres de próstata, mama,
motora o ambas, y de su extensión. Uno de los elementos tiroides, pulmón, vejiga, útero, etc. Estas lesiones pueden
esenciales que debe tenerse en cuenta, sobre todo en las localizarse en distintos niveles en los huesos largos (fémur,
neuropatías periféricas, es la presencia de dolores del tipo húmero, radio, etc.), la pelvis, las vértebras o el cráneo.
de parestesias, que pueden mejorarse con terapias eficaces — Los síntomas son variables, pero por lo general se pro-
en este tipo de dolor neurológico (estimulación eléctrica ducen dolores que pueden ser reveladores de la lesión ini-
transcutánea, anticonvulsivantes, antidepresivos tricíclicos, cial (osteosarcoma, plasmocitoma, etc.) o bien constituir un
etc.). Para la readaptación motora y sensitiva puede recu- elemento clínico que señala una nueva localización en un
rrirse a los diversos medios que se emplean habitualmente paciente con una neoplasia ya conocida. Las fracturas pato-
en los cuadros clínicos equivalentes debidos a otras causas lógicas, sobre todo las del cuello del fémur o de las costillas,
(kinesiterapia activa, pasiva, muscular y articular), pero qui- constituyen también una de las formas de manifestación,
zás de forma más específica, y con fines funcionales, a cier- pero a menudo en estos casos la lesión es metastásica y es
tos dispositivos (ortesis de función) y ayudas técnicas [16, 17]. preciso buscar el cáncer primitivo.
— La asistencia depende de varios factores: el carácter pri-
Sistema muscular mitivo o secundario de la lesión, la difusión de las lesiones
óseas metastásicas, el riesgo de fractura o la estabilidad [10, 16].
Desde el punto de vista clínico, pueden distinguirse varios
tipos de trastornos musculares (miosarcomas, miositis, mio- Osteosarcomas, sarcoma de Ewing
patías, miastenias) cuyo origen puede ser propio de la Su localización (en los niños es muy frecuente en el muslo),
enfermedad (cáncer o sida) o yatrógeno. extensión y propagación pueden justificar la amputación,
Cáncer que requiere una asistencia específica, o bien, en las neopla-
sias circunscritas, la resección quirúrgica del tumor, seguida
Pueden distinguirse: de una fijación-estabilización y a menudo también de radio-
— tumores del tejido muscular: sarcoma, rabdomiosarco- terapia, la cual puede incluso ser el único tratamiento en los
ma, linfosarcoma o metástasis; tumores de pequeño tamaño (técnica que permite conservar
— polimiositis de tipo paraneoplásico, a menudo asociadas el miembro). Al inicio, se descarga el apoyo del miembro
a neoplasias de pulmón o de los bronquios y que se mani- afectado mediante bastones o incluso una silla de ruedas. En
fiestan por debilidad muscular, dolores y pérdida de la estos casos, deben comentarse las opciones terapéuticas con
movilidad articular; los pacientes. Según el protocolo previsto, se discuten con
— en ciertos cánceres pueden desarrollarse síndromes ellos las posibilidades de rehabilitación y readaptación y, en
miasténicos, sobre todo en los carcinomas de pulmón, de concreto, el porvenir funcional [10, 35].
próstata o de mama [30], y en ocasiones son la forma de pre- • Amputaciones: el tratamiento en estos casos, ya sea para el
sentación del tumor. Pueden manifestarse por anomalías de miembro superior o para el inferior, es comparable a la
los reflejos, trastornos de la sensibilidad [17] y debilidad pro- rehabilitación en la amputación traumática o vascular,
gresiva de las extremidades inferiores [30], lo que constituye teniendo en cuenta que muchas veces dicha amputación se
un síndrome de Eaton y Lambert, con posibilidad de una realiza a nivel alto (desarticulación del hombro en el caso
afección difusa, trastornos oculares, diplopía, disartria y del miembro superior y de la cadera en el caso del inferior,
trastornos urinarios y digestivos; o incluso hemipelvectomía). Es preciso asegurarse que la
— tanto las miopatías y síndromes miasténicos como las técnica quirúrgica permite crear un buen muñón, vigilar la
contracturas musculares pueden estar relacionados con una cicatrización, adaptar una prótesis provisional cuanto antes
quimioterapia anticancerosa, sobre todo con el busulfán, la en los pacientes jóvenes para conservar, en la mayor medi-
vincristina y la bleomicina [20]; los corticoides, por su parte, da posible, la imagen corporal y entrenar a los pacientes
pueden inducir fatigabilidad y atrofia muscular [16]. ancianos para el mayor gasto energético que exige la utili-
zación de una prótesis. El objetivo debe ser funcional: en las
Sida amputaciones del miembro inferior se toleran mejor las
Los trastornos musculares descritos clásicamente pueden ser: prótesis, pero el aprendizaje resulta a veces muy difícil en
las lesiones altas (desarticulación) y suele reservarse para
— polimiositis de tipo autónomo, que se desarrollan casi
los jóvenes, asociado con frecuencia al uso de bastones; en
siempre en fase temprana, a veces precediendo al desarrollo
el miembro superior es más difícil obtener resultados fun-
del síndrome de inmunodeficiencia, mientras que ciertas for-
cionales y a menudo se aceptan mejor las prótesis estéticas.
mas pueden ser tardías, de carácter más bien inflamatorio o
tóxico, con debilidad muscular y elevación de las enzimas; • Técnicas para la conservación de los miembros: se acompañan
de la resección ósea del tumor propiamente dicho, pero
— se han descrito cuadros miopáticos de origen tóxico
también se extirpan los tejidos periféricos, sobre todo mus-
durante la administración de zidovudina (AZT); desde el
culares. La rehabilitación y la readaptación dependen de la
punto de vista histológico, se trata de una forma de miopa-
magnitud de dicha resección, de las pérdidas de sustancia
tía mitocondrial [16].
muscular y de la estabilidad postquirúrgica. En los miem-
En estas distintas formas, el tratamiento es inicialmente de bros superiores, la dominancia constituye un elemento
tipo farmacológico, con la prescripción de corticoides o, en importante que debe tenerse en cuenta. Los objetivos de la
los síndromes miasténicos, de plasmaféresis, guanetidina o rehabilitación son fundamentalmente funcionales, con
3-4-diaminopiridina. Es necesaria la readaptación para mantenimiento de articulaciones y músculos y empleo de
mantener la autonomía, mejorar el cansancio y mantener ayudas técnicas [2, 6]. Para el miembro inferior debe tenerse
en buen estado las articulaciones y los músculos [17]. en cuenta la estabilidad, por lo que a veces hay que garanti-
zar inicialmente una descarga parcial (o total) con bastones
Sistema osteoarticular o con ortesis y mantener las amplitudes articulares y la mus-
culatura, y suplir ciertas insuficiencias musculares mediante
Trastornos óseos ortesis externas (ortesis tibiocrurales, pedias, plantares, cal-
— En las enfermedades neoplásicas son muy frecuentes las zado ortopédico, etc.). En ocasiones, la localización de la
lesiones óseas, ya sean primitivas, como los osteosarcomas, lesión y las técnicas terapéuticas pueden exigir intervencio-

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Kinesiterapia PAPEL DE LA REHABILITACIÓN EN LAS AFECCIONES MALIGNAS 26-540-A-10
Y EN LAS ENFERMEDADES EVOLUTIVAS

nes a nivel articular, sobre todo la resección y la desarticula- bablemente asociada al VIH, de la artritis psoriásica o del
ción, la colocación de una prótesis interna o la osteosíntesis, síndrome de Sjögren [17]. También pueden observarse otras
para las cuales la rehabilitación es también funcional (con afecciones reumáticas, como las periartritis del hombro,
mantenimiento de la movilidad y de la musculatura). sobre todo en la fase postoperatoria, pero también síndro-
En estos dos tipos de tratamiento, la rehabilitación y la rea- mes algoneurodistróficos, de manera que a veces constitu-
daptación resultan a veces difíciles, sobre todo en lo que se yen incluso la forma de presentación de un tumor primiti-
refiere a los dispositivos empleados en las amputaciones, debi- vo (cáncer de pulmón, linfoma) [13].
do a las variaciones del muñón que, como el estado general, — Los tratamientos son clásicos, basados en la asociación
están sujetas a una evolución todavía aguda del cáncer, al tra- de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, así como
tamiento asociado, si lo hay, a la quimioterapia y a la radiote- en los principios de la rehabilitación: mantenimiento arti-
rapia. Estos tratamientos deben estar bien adaptados y ser pro- cular, mantenimiento muscular y fisioterapia.
longados (entre 1 y 2 años), ya que estas lesiones óseas ofre- — Lugar aparte ocupa el tratamiento de los dolores y blo-
cen un buen pronóstico evolutivo [10]. queos del hombro, complicaciones frecuentes de los trata-
mientos quirúrgicos de los cánceres ORL (disección de los
Metástasis óseas ganglios cervicales y lesión del nervio espinal con parálisis
Plantean problemas diferentes, porque el tratamiento del trapecio), de mama (disección de los ganglios axilares y
depende de la localización y de las complicaciones que ellas lesión del nervio del serrato anterior). Debe instaurarse un
mismas pueden causar (número y progresividad propia del programa de rehabilitación lo antes posible para evitar las
tumor primitivo). rigideces y los dolores, recuperar una buena movilidad,
• Metástasis de los miembros, de la pelvis y del tronco: el trata- garantizar correctamente las suplencias y mantener la fun-
miento guarda relación con la producción o el riesgo de frac- ción y la fuerza del miembro superior [20].
tura. Por consiguiente, la rehabilitación facilita la mejor ver-
ticalización posible, garantizando una descarga del apoyo si Sistema circulatorio
la lesión alcanza los miembros inferiores o la pelvis, y la pre-
— Las secuelas del aparato circulatorio están representadas
vención de las tensiones si se trata del miembro superior.
fundamentalmente por los linfedemas, ya sea en el miem-
Muchas veces resultan útiles los bastones, el andador o las
bro superior o en el inferior, en el caso del cáncer o del sida
ortesis de descarga, incluso la silla de ruedas. En ocasiones es y, sobre todo, del síndrome de Kaposi [4, 16, 38]. Las lesiones
necesario inmovilizar con férulas. Secundariamente se consi- venosas pueden ser las clásicas por inmovilización, como las
deran las opciones terapéuticas directas sobre la lesión ósea flebitis, pero también más específicas: fenómenos infeccio-
(cirugía o radioterapia). sos postoperatorios, linfoceles, ligadura del cayado de la
• Metástasis raquídeas: en este caso, la rehabilitación inicial safena después de disecciones ganglionares inguinales o
debe permitir al paciente levantarse garantizando la estabi- inguinoilíacas, o incluso después de la radioterapia (cánce-
lidad, para evitar las fracturas-aplastamientos, que causan res pélvicos, de mama, ORL) [20].
compresiones medulares. Inicialmente, una ortesis modu- — Los linfedemas constituyen la secuela más frecuente y
lar rígida del raquis colocada lo antes posible o elaborada a temible del postoperatorio de las linfadenectomías asocia-
medida, tras obtener un molde en un segundo tiempo, per- das a radioterapia. En el miembro superior se observa
mite estabilizar el foco. En altura, estas ortesis deben adap- empastamiento del brazo en el 10 % de los pacientes, pese a
tarse según el nivel de las lesiones. Deben ser fáciles de colo- la indicación de una cirugía menos radical en los cánceres
car, cómodas y no causar lesiones sobre las salientes óseas y de mama. El linfedema se debe a la estasis venosa que cau-
los apoyos cutáneos. Permiten una verticalización mínima, san los bloqueos fibrosos axilar o subclavicular. En el miem-
pero bastante confortable. Las indicaciones de la estabiliza- bro inferior es causado por un bloqueo a la altura del trián-
ción quirúrgica dependen del nivel y de la difusión de las gulo de Scarpa o en la región retrocrural [20]. También
lesiones, de las posibilidades reales de fijación (eficacia del puede asentar en la cara tras la cirugía por cáncer ORL [29].
material de osteosíntesis en el hueso frágil y friable) y del Se distinguen linfedemas blandos, muy desarrollados y poco
estado general. Cuando es posible, la estabilización quirúr- dolorosos, frecuentes en los miembros superiores (90 %) y
gica garantiza una calidad de vida mejor que las ortesis, que menos frecuentes en los inferiores (10 %), de origen linfáti-
entrañan más limitaciones. co, que reaccionan bien a la presoterapia, y linfedemas
— Pueden descubrirse osteonecrosis de origen yatrógeno en la duros, blancos, violáceos, dolorosos, de origen linfático,
evolución de los cánceres, sobre todo después de la radio- venoso y simpático y que son rebeldes al tratamiento.
terapia o la quimioterapia o, incluso, de una corticoterapia — La prevención del linfedema está asociada a una cirugía
prolongada [20]. Estas lesiones son frecuentes en las cabezas muy rigurosa, a la antibioticoterapia postoperatoria y al ini-
femorales o humerales, las costillas, etc. El tratamiento es cio muy temprano de la kinesiterapia tras la intervención
idéntico al de las otras causas de osteonecrosis: descarga del [38], con drenaje linfático diario y luego dos veces por sema-
apoyo y limitaciones de las tensiones en coaptación, inmo- na, elevación del miembro, protección local y movilización
vilización con fines antiálgicos, pero también movilización activa por parte del paciente [26]. Es preciso asociar un man-
en descarga (balneoterapia y decoaptación) y manteni- tenimiento articular activo y muscular (isométrico) y evitar
miento muscular, asociando una vigilancia clínica y radioló- los ejercicios contra resistencia y los esfuerzos [35]. Cuando
gica hasta que se produzca la reconstrucción ósea. se instaura un linfedema crónico hace falta un tratamiento
kinesiterápico mediante presoterapia, drenaje linfático
Lesiones articulares manual y colocación de un manguito de contención fuerte
— Las lesiones articulares parecen menos frecuentes, si que debe mantenerse y cambiarse; por el contrario, los tra-
bien muchas complicaciones (lesiones neurológicas y mus- tamientos médicos o quirúrgicos son poco eficaces y transi-
culares, osteonecrosis, legrado ganglionar, bridas quirúrgi- torios para algunas indicaciones aisladas [3, 16, 20].
cas) repercuten en grado importante sobre la movilidad — Los linfedemas pueden también deberse a la compresión
articular. Pueden, no obstante, observarse en la evolución tumoral, invasión de los linfáticos o trombosis venosa pro-
del sida, del síndrome de Reiter, de la artritis reactiva pro- funda [16], y requerir un tratamiento más específico.

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Otros sistemas renciación [14]. Además, debe realizarse un análisis clínico
continuo del dolor, porque si bien puede ser un signo fun-
Pueden efectuarse tratamientos de tipo rehabilitador o rea- cional inicial de aparición de la enfermedad, también
daptativo relacionados específicamente con la lesión cance- puede ser signo de progresión (metástasis, compresión,
rosa y/o los tratamientos prescritos [12, 17, 35]: etc.), de recaída o de reanudación del proceso a medio o
Cánceres ORL, de la boca, la cara y el cuello, sida largo plazo tras una remisión.
En los tumores de la boca o de la esfera ORL es posible Las causas del dolor son numerosas: invasión cancerosa o
encontrar, inicialmente o a raíz de los distintos tratamien- tumoral directa, compresión, infección, irradiación o reac-
tos, trastornos de la elocución y de la deglución, sobre todo ción tóxica a la quimioterapia, pero también lesiones mus-
consecuencias de ciertas lesiones centrales o de infecciones culoesqueléticas o inflamaciones de diversos orígenes
en el caso del sida y, sobre todo, del síndrome de Kaposi. (inmovilización en cama, cirugía, algoneurodistrofia, etc.).
Deben aplicarse diversas técnicas específicas de readapta- Las estrategias de los tratamientos están condicionadas,
ción: del lenguaje para los traqueotomizados y los trastor- naturalmente, por el tipo de dolor, pero también es impor-
nos de la expresión, de kinesiterapia en caso de glosecto- tante evaluar su intensidad y su naturaleza mediante una
mía, cirugía maxilofacial, parálisis facial, etc. [8, 35]. escala visual o diversas escalas del dolor, para poder adaptar
las medidas terapéuticas. La Organización Mundial de la
Cáncer de mama
Salud (OMS) ha elaborado un protocolo estratégico de tra-
En el postoperatorio de las mastectomías debe prestarse tamiento del dolor a partir de medios farmacológicos (anal-
especial atención a la colocación de la prótesis externa, que gésicos, antiinflamatorios no esteroideos, calcitonina, etc.)
tiene finalidad psicológica y estética, pero también física y sobre todo opiáceos (codeína, morfina, etc.) o incluso
para evitar las desviaciones del raquis y las asimetrías esca- anticonvulsivantes y antidepresivos para los dolores neuro-
pulares, que pueden causar dolor. La prótesis, que es provi- páticos, a los cuales pueden asociarse otros métodos como
sional y se coloca precozmente, se asocia a los medios fisio- bloqueos nerviosos anestésicos, acupuntura, mesoterapia,
terápicos de movilización temprana para evitar las limita- estimulación eléctrica (neuroestimulación transcutánea,
ciones articulares (hombro) y los riesgos de linfedema [35]. galvanización), electroterapia (ultrasonidos, onda corta),
Cánceres viscerales relajación, biofeedback, radioterapia y los distintos medios
físicos (calor, frío, etc.), así como ciertas técnicas neuroqui-
Ciertos tratamientos, provisionales o definitivos, de deriva-
rúrgicas (rizotomías, simpatectomía, cordotomía) [28, 37].
ción de las vías excretoras digestivas o urinarias pueden
obligar a readaptar las condiciones de alimentación y las Los medios farmacológicos deben emplearse en función
opciones dietéticas, así como el aprendizaje del uso de bol- del dolor, de la eficacia y sobre todo de la tolerancia. Es
sas o de sondas [8]. importante tener en cuenta los riesgos (digestivos, hepáti-
cos, renales, etc.) y los efectos secundarios (sedación respi-
Cánceres de pulmón o de bronquios ratoria, estreñimiento, vómitos, etc.) que pueden plantear
En el preoperatorio o el postoperatorio de los cánceres pul- importantes problemas de tolerancia o de complicaciones,
monares o bronquiales, para una readaptación al esfuerzo y imbricándose a veces en la semiología propia de la enfer-
en el curso de las frecuentes infecciones pulmonares del sida, medad. Es importante informar al paciente y prevenir estos
sobre todo por Pneumocystis carinii, debe realizarse una kine- riesgos lo antes posible con medidas dietéticas o farmacoló-
siterapia específica, adaptada al cuadro clínico: tos, obstruc- gicas. También es importante explicarle la eficacia de los
ción, dolor, pleuritis, síndrome obstructivo o restrictivo. Su medicamentos y la ausencia de dependencia cuando el
finalidad debe ser limitar la repercusión funcional y mante- seguimiento y las dosis son adecuados al caso.
ner lo mejor posible las capacidades para el esfuerzo. Deben Por último, gracias a ciertas formas de administración (vía
utilizarse las técnicas clásicas de kinesiterapia respiratoria, oral, subcutánea o mediante bomba con analgesia autocon-
con las precauciones habituales en cuanto a la protección del trolada), y tras instruir al paciente, cada vez se consigue una
enfermo y de la persona encargada del tratamiento. mayor eficacia y una mejor tolerancia, y se evita alcanzar el
Problemas sexuales umbral máximo de intensidad dolorosa.
Los problemas sexuales son frecuentes en las enfermedades En resumen, el tratamiento del dolor en los pacientes con
oncológicas, ya sean de origen orgánico (lesiones medula- cáncer o lesiones neurológicas ha de ser sistemático y pro-
res, uroginecológicas, por quimioterapia u hormonotera- gresivo. Debe estar orientado y controlado por especialistas
pia) o psicológico (fatiga, pérdida de la libido) [7], y es pre- en la evaluación y el tratamiento del dolor crónico, que en
ciso comentarlos con el paciente y tratarlos [8]. En el caso la actualidad existen en numerosos centros [4, 7, 12, 17, 28, 37].
del sida, se debe informar al enfermo de los riesgos de con-
tagio e instruirle sobre la enfermedad y las condiciones de Tratamiento de la fatiga
higiene y de prevención [8, 16].
Al igual que el dolor, la fatiga constituye uno de los sínto-
mas frecuentes de estas enfermedades. Se manifiesta gene-
Tratamiento del dolor ralmente por una dificultad para el esfuerzo y tiene su ori-
El dolor es uno de los síntomas importantes y frecuentes de gen en causas diversas, tanto en el caso del cáncer como en
las enfermedades neoplásicas y progresivas (en el 54 % de el del sida. Puede atribuirse a trastornos del aparato loco-
todos los cánceres, el 74 % de las formas avanzadas [37] y el motor, en particular neurológicos, pero se asocia también a
70 % de los enfermos de sida). El tratamiento es funda- una atrofia muscular que puede deberse a la descompensa-
mental para el bienestar y la calidad de vida de los pacien- ción y a la inmovilización en cama, así como a trastornos
tes, sea cual sea la fase de la enfermedad, sobre todo porque metabólicos, de la absorción, de la alimentación, a los efec-
el dolor físico se imbrica en el conjunto del sufrimiento físi- tos de ciertos quimioterápicos y, por último, a algunos fac-
co y psíquico asociado a la gravedad de la enfermedad, a sus tores psicológicos [16, 17, 32].
tratamientos y a su pronóstico [4, 8]. Siempre que sea posible, y según el estado del paciente,
Tanto en el cáncer como en el sida, es fundamental evaluar deben tomarse medidas preventivas en cuanto al aporte
el dolor, porque un análisis semiológico preciso permite nutricional, proponer ejercicios de entrenamiento progre-
determinar el tipo: nociceptivo, neuropático o por desafe- sivo contra resistencia [32], alentar al mantenimiento de la

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Kinesiterapia PAPEL DE LA REHABILITACIÓN EN LAS AFECCIONES MALIGNAS 26-540-A-10
Y EN LAS ENFERMEDADES EVOLUTIVAS

actividad física [16] y adaptar las condiciones de vida para supervivencia, pueden aparecer tardíamente ciertas compli-
desarrollar técnicas de ejercicio suficientemente enérgicas. caciones secundarias, sobre todo en relación con la radiote-
La práctica de la actividad física contribuye a una mejor rapia o la quimioterapia, que pueden requerir una atención
adaptación fisiológica, pero también psíquica, que es específica (polineuritis, neuropatía, mielitis, etc.).
importante en la asistencia global del paciente.
*
**
Las personas que padecen neoplasias progresivas o sida deben
Readaptación del enfermo poder favorecerse con los medios técnicos de la rehabilitación,
sea cual sea la fase de la enfermedad. La especificidad de esta
de cáncer curado intervención se basa en el mantenimiento de la autonomía fun-
cional y por ello debe contribuir a una mejor calidad de vida.
Es preciso abordar el problema del enfermo de cáncer cura- Para el responsable de la rehabilitación, esta intervención exige
do. Una vez superada la fase aguda y terapéutica, en el aspec- un enfoque psicológico distinto al que necesitan las enfermeda-
to físico a veces es necesaria una rehabilitación para contro- des poco o nada evolutivas. Su acción debe estar totalmente inte-
lar los problemas de insuficiencia muscular, retracciones grada en el trabajo del equipo asistencial en las distintas etapas
musculotendinosas, rigideces articulares, linfedemas, trastor- terapéuticas, para que pueda aportar con rapidez y facilidad
medios preventivos, terapéuticos o paliativos que ayuden a con-
nos de la elocución, prótesis para amputaciones, etc.
servar la autonomía.
Pero la segunda tarea pendiente es la readaptación, porque
estas enfermedades tienen una importante repercusión psi-
cológica que a menudo pesa sobre las posibilidades del
paciente para recuperar una vida social satisfactoria.
Por consiguiente, es importante tratar ciertos síntomas fre-
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: CALMELS
cuentes en este período, como los trastornos sexuales de ori- P., FAYOLLE-MINON I., JOURDA V., PERPOINT B. et LUCHT F. – Rôle
gen psicológico o yatrógeno y los dolores crónicos, y sobre de la rééducation dans les affections malignes et maladies évolutives. –
todo reintegrar al paciente a las actividades sociales de ocio, Encycl. Méd. Chir. (Elsevier, Paris-France), Kinésithérapie. Médecine
deportivas y, si es posible, laborales. Por último, pese a la physique. Réadaptation, 26-540-A-10, 1995, 8 p.

Bibliografía

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