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Iwe - Tema 3.11.rev3 - Def
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TEMA 3.11
CESOL INTRODUCCIÓN A LA
MECÁNICA DE LA FRACTURA
IWE–MÓDULO 3
En la elaboración de este texto han colaborado:
Este texto es propiedad integrar de la Asociación Española de Soldadura y Tecnologías de Unión, en adelante CESOL.
Queda terminantemente prohibida cualquier reproducción del mismo sin autorización expresa por parte de CESOL.
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE SOLDADURA Y TECNOLOGÍAS DE UNIÓN – CESOL
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................... 1
1. INTRODUCCIÓN
La fractura de un sólido es la fragmentación o división del mismo en dos o más partes bajo los
efectos de una solicitación exterior. Se distinguen dos tipos principales de fractura: fractura frágil
y fractura dúctil.
La fractura frágil, o fractura por clivaje, se produce en un plano perpendicular a la mayor tensión
de tracción (tensión normal máxima) y sin deformación plástica aparente. Este tipo de fractura
característica de los materiales frágiles puede producirse en los materiales dúctiles si se ve
favorecida por estados fuertemente triaxiales, donde las tensiones tangenciales (responsables
de la deformación plástica) son mucho más pequeñas que las tensiones normales. Por su parte,
la fractura dúctil, se produce tras una fuerte deformación plástica, estando favorecida por
estados tensionales con componentes tangenciales elevadas. Obviamente, en la mayoría de los
casos, se desea que el comportamiento a fractura de un elemento estructural sea dúctil, dado
que la deformación plástica “avisa” de la posibilidad de que se pueda producir el fallo, mientras
que si el comportamiento es frágil, la rotura sobrevendrá de manera repentina y catastrófica,
con las consecuencias que esto conlleva.
El diseño tradicional de elementos estructurales así como la elección del material adecuado para
su realización, se basa en la comparación del límite elástico o tensión de fluencia del material,
con la tensión real aplicada en la estructura objeto de diseño. El material se considera válido si
su resistencia supera la tensión máxima de diseño del elemento estructural en servicio. Para
evitar la rotura frágil se utilizan, según este método, coeficientes de seguridad de mayoración de
cargas y minoración de resistencias, así como valores límites para las deformaciones admisibles
en la estructura.
La mecánica clásica considera materiales homogéneos e isótropos, cuando sin embargo, debido
al proceso de fabricación o a heterogeneidades presentes en la microestructura del material, en
cualquier estructura real existen pequeñas grietas o imperfecciones que deben de ser tenidas en
cuenta en el cálculo. La eliminación de dichas grietas es, en muchos casos, imposible o supone
un proceso demasiado costoso que en la mayoría de los casos es innecesario.
seguridad, permitiendo que la grieta llegue a alcanzar dicho valor admisible durante la vida en
servicio del elemento estructural.
Dentro del campo de la mecánica de fractura se pueden considerar distintos tipos de análisis
dependiendo del comportamiento del material.
También en el caso de cargas estáticas o cuasiestátias, pero cuando las zonas plásticas
generadas en el frente de grieta sean considerables, debe aplicarse el análisis basado en la
mecánica de la fractura elasto-plástica (MFEP) uniparamétrica o biparamétrica.
Por otra parte, la mecánica de fractura dinámica (MFD) o el análisis viscoplástico, se aplicarían
en aquellos casos en los que existe una dependencia de los parámetros de fractura con respecto
a la variable tiempo. En la tabla 1 se presenta una relación de varios materiales metálicos junto
con el tipo de fractura que suelen presentar.
Tabla 1
Un cuerpo agrietado puede estar sometido a cualquiera de estos tres modos de carga o a una
combinación de los mismos, lo que denominaremos modo mixto, no obstante, el más
importante, sobre todo en el caso de comportamiento frágil, es el modo I, por lo que en
adelante nos referiremos, en general, a dicho modo de carga.
Considérese una placa de dimensiones infinitas, sometida a una tensión remota constante, ,
que contiene una grieta central pasante de tamaño 2a (Figura 3). Asumamos, además, que se
encuentra en condiciones de tensión plana. Para que esta grieta aumente de tamaño, debe
haber suficiente energía potencial en la placa para vencer la energía superficial del material. El
balance energético de Griffith para un incremento diferencial de área de la grieta, dA, bajo
condiciones de equilibrio puede expresarse del siguiente modo:
dE d dWs
0 Ecuación 1
dA dA dA
o, lo que es lo mismo:
2a
d dWs
Ecuación 2
dA dA
2 2
a B Ecuación 3
0
E
Ws = 4.a.B. s Ecuación 4
2
d a Ecuación 5
dA E
dWs
2 s Ecuación 6
dA
1/ 2
2E s
f Ecuación 7
a
Esta expresión refleja como, la tensión necesaria para la fractura disminuye conforme crece el
tamaño del defecto, independientemente del tamaño de la sección resistente.
desde un punto de vista técnico. Partiendo de la ecuación 2, Irwin define la denominada tasa o
velocidad de liberación de energía, G, la cual es una medida de la energía disponible para que la
grieta pueda extenderse:
G = -d /dA Ecuación 8
G=(πσ2a)/E Ecuación 9
Y de acuerdo con la sección previa, la extensión de la grieta ocurre cuando G alcanza un valor
crítico, es decir:
G=R Ecuación 11
G, R
Inestabilidad
G
G
Curva R
a0 aC2 a
La figura 4 representa gráficamente este criterio energético de fractura para el caso de la placa
infinita con grieta central pasante que analizamos anteriormente. De acuerdo con la ecuación 9,
la tasa de liberación de energía es una función que aumenta con la tensión aplicada y con el
tamaño de la grieta, mientras que R es una constante característica del material. Las longitudes
ac1 y ac2 son las longitudes críticas de fractura cuando las tensiones externas aplicadas son,
respectivamente, σ2 y σ3.
d d
G= U F Ecuación 12
dA dA
d d d 1 dU
G U F P d P d
dA dA dA 2 dA G
2 B da P P 2 dC
Si A B.da G
2 B da P
Como la flexibilidad C=
P
Por su parte, cuando se fija el desplazamiento (figura 6), la placa estará en control de
desplazamiento; en ese caso el trabajo de las fuerzas exteriores es cero F=0 y Π = U. Por lo tanto
Carga
P
dP
U* a dU 1 1 1
a dU P dP P dP
2 2 2
da a + da
dF 0
U
desplazamiento
P-dP
de donde:
d d d 1 dU
G U F dP dP
dA dA dA 2 dA G
2 B da P 2 dC
Si A B.da G
2 B da
Como la flexibilidad C=
P
P 2 dC
G Ecuación 13
2 B da
donde σij es el tensor de tensiones, r y las definidas según la figura 7, K una constante y fij una
función adimensional del ángulo θ.
K
lim ij f ij ( ) Ecuación 15
r 0 2 r
Tabla 2
KI 3 K II 3
σyy cos
2
1 sen
2
sen
2
sen cos cos 0
2 r 2 r 2 2 2
0 (Tensión plana) 0 (Tensión plana)
σzz xx yy (Deformación plana) xx yy (Deformación plana)
0
KI 3 K II 3
τxy 2 r
cos
2
sen
2
cos
2 2 r
cos
2
1 sen
2
sen
2
0
K III
τyz 0 0
2 r
cos
2
K III
τzx 0 0
2 r
sen
2
KI r K II r
ux cos 1 2sen 2 sen 1 2 cos2 0
2G 2 2 2 2G 2 2 2
K II r
KI r cos 1 2sen 2
uy sen 1 2 cos 2 2G 2 2 2 0
2G 2 2 2
K III r
uz 0 0
G 2
sen
2
Cuando sobre el sólido agrietado actúa un modo de carga mixto, las contribuciones individuales
de cada modo simplemente se adicionan:
Considerando el modo I (ver tabla 2), cuando θ=0 la tensión de cortadura es cero y para puntos
cercanos al frente de grieta (r 0) se verifica que:
KI
yy xx Ecuación 17
2 r
Se puede definir entonces una zona dominada por la singularidad en la que rigen las ecuaciones
presentadas hasta el momento. Las tensiones existentes en cualquier punto de esa zona son
directamente proporcionales al factor de intensidad de tensiones, K, de modo que conocido
dicho factor, quedan completamente determinados los campos de tensiones, deformaciones y
desplazamientos en todos y cada uno de los puntos de dicha región. Es precisamente la
descripción uniparamétrica de esta región a través del factor de intensidad de tensiones uno de
los conceptos más importantes de la Mecánica de la Fractura.
Según un criterio tensional, la fractura sobrevendrá cuando las tensiones alcancen un cierto
valor crítico, KIc, o lo que es lo mismo, cuando el factor de intensidad de tensiones alcance un
valor crítico, KIC (dado que el factor de intensidad de tensiones describe unívocamente los
campos de tensiones). Por lo que el criterio tensional de fractura puede establecerse como:
KI K IC Ecuación 18
a
KI a f Ecuación 19
W
a
Donde f es un factor geométrico, σ la tensión remota aplicada, y a el tamaño de la grieta.
W
Así, en el caso de una placa infinita con una grieta central pasante de tamaño 2a sometida a una
a
tensión remota que actúan perpendicularmente al plano de la grieta (figura 3), f =1 y por
W
tanto:
KI a Ecuación 20
2 3
a a a a Ecuación 21
f 1 0.256 1.152 12.20
W W W W W
Hasta ahora hemos introducido dos parámetros diferentes que nos permitían describir el
comportamiento del sólido agrietado en función del criterio utilizado: la Tasa de liberación de
energía, G, y el factor de intensidad de tensiones, K. El primero cuantifica la variación energética
que acompaña al crecimiento de la grieta, mientras que el segundo caracteriza el estado de
tensiones y de deformaciones en la región del frente de la grieta. La tasa de liberación de
energía describe el comportamiento global del sólido, mientras que el factor de intensidad de
tensiones es un parámetro local. De cualquier modo, en el caso de materiales elásticos, K y G
están unívocamente relacionados. Así, partiendo de las expresiones de G y K para el caso de la
placa infinita con grieta central pasante (ecuación 9 y ecuación 20) e igualando las tensiones
obtenidas en cada caso:
KI G E K2
G (Tensión plana) Ecuación 22
a a E
Expresión válida también en deformación plana si en vez del módulo elástico en el denominador
E
utilizamos un coeficiente E’= (donde es el coeficiente de Poisson del material).
1 2
1 2 2 2
1 2 2 3 3 1 ys
2
Ecuación 23
2
KI 1 KI
yy ys ry
2 ry 2 ys
Sin embargo, el cálculo que se acaba de realizar no es demasiado preciso, ya que como puede
verse en la figura 10, la formación de una pequeña zona plástica en el frente de grieta produce,
necesariamente, una redistribución de las tensiones en dicho frente para que se verifique el
equilibrio de fuerzas (suponiendo un comportamiento elastoplástico ideal, el área plastificada no
puede soportar tensiones superiores al límite elástico del material). El área rayada en la figura
10 representa tensiones que estarían presentes en el caso de un material elástico pero que no
serían soportadas por el material ya plastificado si no se produce dicha redistribución de
tensiones. Así las tensiones correspondientes al área rayada deben compensarse con las
2
1 KI
rp 2 ry Tensión plana Ecuación 24
ys
2
1 KI Ecuación 25
rp Deformación plana
3 ys
Aunque existen otros modelos, como el de Dugdale, para realizar las correcciones por
plastificación, que nos proporcionan tamaños de zona plástica ligeramente diferentes, es
importante señalar que la MFEL solo puede aplicarse en caso de plastificación muy moderada, es
decir cuando el tamaño de la zona plástica es muy inferior al tamaño de la grieta. Así, como
veremos más adelante, las normas para la determinación de la tenacidad a la fractura en
deformación plana [ASTM E399] imponen que el tamaño de la grieta sea aproximadamente 25
veces mayor que el tamaño de la zona plástica:
2
KI Ecuación 26
a 2.5 2.5 3 rp 25 rp
ys
Como puede observarse, los límites de aplicación de la MFEL varían en función de las
condiciones de carga en el frente de la grieta y, más concretamente, dado que en la mayoría de
los casos el problema es plano, en que dichas condiciones sean de tensión plana o de
deformación plana. Pero en el caso de los sólidos fisurados, el que estemos en una u otra
condición no dependerá únicamente del tipo solicitación exterior, sino también del espesor del
elemento estructural.
Vemos entonces que el espesor del elemento estructural es una magnitud que influye en el
estado tensional que existe delante de la grieta. Cuando el espesor es pequeño, predomina el
estado de tensión plana (los bordes libres de la probeta en dirección del espesor están muy
próximos y por tanto: σzz=0), mientras que si el espesor es suficiente, ya existe la posibilidad de
que el estado pase a ser de deformación plana. El efecto del espesor sobre el estado tensional
en el frente de la grieta puede verse en
la figura 12, en la que se representa el
factor de intensidad de tensiones
crítico, Kc (valor para el que se
desencadena la rotura), obtenida para
un mismo acero pero con diferentes
espesores de probeta. El cambio
progresivo de un estado de tensión
plana a uno de deformación plana
conforme aumenta el espesor de la
Figura 12. Variación de la tenacidad a la fractura de un
chapa, supone la disminución del
acero con el espesor de la probeta de ensayo
factor crítico de intensidad de
tensiones del material, así como un cambio en el aspecto de las superficies de fractura.
En la figura 12, también se observa que a partir de un cierto espesor, en el que se aseguran
condiciones de deformación plana, el factor de intensidad de tensiones pasa a ser constante. En
estas condiciones este factor crítico es una propiedad intrínseca del material que se denomina
tenacidad a la fractura.
Aunque pueden utilizarse varias geometrías de probeta, las más utilizadas son las de Flexión en
tres puntos (geometría SENB) y la compacta (geometría CT) que se muestran en la figura 13. Por
su parte, para que se cumplan las condiciones de deformación plana que aseguran que el valor
obtenido en el ensayo sea la tenacidad a la fractura del material, las normas imponen ciertas
restricciones en las dimensiones de las probetas:
2
K IC
a, B, (W-a) >2.5 Ecuación 27
ys
Como puede observarse, para hacer frente a estas condiciones es necesario tener, de antemano,
una idea aproximada de los valores en torno a los que se moverá la tenacidad a la fractura del
material.
(A) (B)
Figura 13. Geometría de las probetas más utilizadas en los ensayos de fractura
Dado que la teoría de la Mecánica de la Fractura se aplica al estudio de sólidos que contienen
grietas (el radio en la punta del defecto debe ser próximo a cero, normalmente se parte de una
entalla realizada por medios mecánicos a partir de la cual se genera, mediante un proceso de
fatiga, una grieta. Este proceso de agrietamiento debe de estar muy controlado, de modo que la
longitud mínima de la grieta generada por fatiga sea mayor de 1.3 mm y que durante el proceso
de fatiga no se alcancen valores de tensión elevados (el factor de intensidad de tensiones
máximo utilizado en la fatiga debe ser inferior a 60% de KIC). El proceso de fatiga concluirá
cuando la longitud total del defecto (a=longitud de entalla + longitud de grieta) se encuentre
entre 0.45W a 0.55W. Las grietas generadas por fatiga deben cumplir, además ciertos
requisitos en cuanto a que su crecimiento sea uniforme a lo largo del espesor de la probeta
(normalmente las grietas crecen más en la zona interior que en las cercanas a los bordes libres),
pero estas comprobaciones no podrán realizarse hasta el final del ensayo una vez que se
produzca la rotura.
El registro gráfico que se obtiene en el curso del ensayo puede ser de cualquiera de los tres tipos
recogidos en la figura 15.
Figura 15. Cálculo de PQ en función del diagrama carga-desplazamiento obtenido durante el ensayo
Un sólido elástico perfecto daría lugar a un registro Tipo I: la propagación inestable de la grieta y
consecuentemente la fractura total, se produce cuando se alcanza la carga máxima y por tanto la
carga PQ que utilizaremos para calcular el factor de intensidad de tensiones será igual a Pmáx. Sin
embargo, muchos materiales muestran un comportamiento que se desvía ligeramente del
La figura 17 muestra el aspecto típico de una curva R en tensión plana (expresada en unidades
de energía). A diferencia del valor constante R=GIC en condiciones de deformación plana, en éste
caso la tenacidad del material crece conforme lo hace la longitud de la grieta.
Sea ahora una geometría cualquiera tal que, para simplificar, su tasa de liberación de energía, G,
sea igual a una constante (proporcional a la tensión aplicada) multiplicada por la longitud de la
grieta: G= .a . Si el tamaño inicial de la grieta es a0, y la tensión aplicada σ1, la energía disponible
para el avance de la grieta, G1=σ1.a0, no será suficiente para el avance de la grieta y dicho avance
no ocurrirá hasta que la tensión aplicada alcance σ2. En ese momento G2 será suficiente para que
se produzca un pequeño crecimiento de la grieta cuyo tamaño pasará a ser a3 y entonces G2
dejará de ser suficiente para que la grieta siga creciendo, siendo necesario ahora que la tensión
alcance el valor de σ3 para que se produzca un nuevo crecimiento. Esta situación seguirá hasta
que se produzca la tangencia entre las curvas G y R, momento en el que se produce la
inestabilidad y la fractura total de la estructura.
Vemos entonces, que para que tenga lugar la fractura total de la estructura en condiciones de
tensión plana (curva R creciente), deben concurrir simultáneamente dos condiciones:
G=R Ecuación 28
dG dR
Ecuación 29
da da
Finalmente, es preciso añadir que aunque la curva de resistencia de un material sea una
propiedad que sólo dependa del espesor que se esté considerando (siendo independiente de
otros factores como la geometría de la probeta, del tamaño de la grieta inicial), la condición de
fractura, es decir el punto de tangencia entre G y R, depende de otros factores. Así en la figura
18A se muestra como al aumentar el tamaño de la grieta, la fractura se produce para un valor de
R (de G o de K) más grande, mientras que en la figura 18B da cuenta de un efecto similar
conforme aumenta el valor del ancho del elemento estructural, W (dado que K y
consecuentemente G dependen de dicho parámetro).
(A) (B)
R1 G2 R2 GW2
G1 GW3 Curva R
G, R GW1
Inestabilidad G, R
Inestabilidad
a1 a1C a2 a2C a a0 a
Figura 18. (A) Variación de la curva R con la longitud inicial de la grieta y (B) Variación del punto de
inestabilidad en función del ancho del elemento estructural.
El concepto del CTOD fue introducido por Wells al analizar diversos aceros estructurales que
resultaban ser demasiado tenaces para ser caracterizados mediante la MFEL. Al ensayar este
tipo de materiales en modo I, Wells comprobó que el desplazamiento relativo de los flancos de
la grieta en la dirección de la carga, provocaba que la grieta, inicialmente aguda, sufriese un
achatamiento o enromamiento antes de comenzar a crecer, de modo que dicho enromamiento
aumentaba conforme lo hacía la tenacidad del material, hecho que le llevó a proponer la
abertura del frente de grieta como una posible medida de la tenacidad del material.
COD 2u y 4
E
a2 x 2 Para x=0 (centro grieta) CODmax Ecuación 30
En la punta de la grieta (x=a), la apertura de la grieta se denota como CTOD, siendo su valor nulo
si la deformación en ese punto es exclusivamente elástica. Sin embargo, si se desarrolla
plasticidad, la grieta dejará de ser afilada generándose un enromamiento. Podemos estimar el
valor del CTOD haciendo la corrección de la zona plástica y considerando una grieta de tamaño
a+rp/2
2
COD 4
E
a rp x2
2
CTOD 4
E
a rp a2 4
E
2 a rp
4K I a
Corrección de Irwin en tensión plana: CTOD Ecuación 31
2
E
rp 1 KI
2 2 ys
Nótese sin embargo, que la determinación del CTOD por estos procedimientos dependerá del
tamaño de la zona plástica y éste es difícil de cuantificar. Por esa razón en muchas ocasiones el
CTOD se determina a partir del COD medido experimentalmente.
El CTOD puede variar desde valores muy pequeños (0,001 mm) en materiales muy frágiles hasta
de 1 a 3 mm en materiales tenaces.
Cuando la zona plástica es pequeña (comportamiento elástico lineal) el CTOD está relacionado
con G y con KI mediante la relación:
3.1.1. Determinación experimental del CTOD (BS-7448, ASTM E1290, ESIS P2-92)
W
Rp(W-a)
a
P/2 P/2
CMOD
CTOD CMOD
Rp W a a Rp W a
Dado que el CTOD puede utilizarse como parámetro de fractura tanto si el comportamiento del
material es elástico como si es elasto-plástico, las normas proponen diferentes puntos de cálculo
y deferentes denominaciones para el valor crítico de éste parámetro en función del tipo de
comportamiento exhibido por la probeta durante el proceso de fractura (figura 23).
Figura 23. Cálculo del CTOD en función del tipo de curva obtenida en el ensayo
Estas curvas constituyen una de las aplicaciones del concepto del CTOD más utilizadas en el
diseño estructural. Se trata de una relación empírica entre el CTOD adimensionalizado, Φ, y la
deformación a rotura, εf (adimensionalizada con la deformación correspondiente al límite
elástico, εy) obtenida para placas planas con grietas pasantes sometidas a tracción:
2
crit f f Ecuación 34
para 0.5
2 ya y y
crit f f
0.25 para 0.5 Ecuación 35
2 ya y y
Si se representa está relación de forma gráfica se obtienen las denominadas curvas de diseño del
CTOD que dividen el campo en una zona segura y una zona no segura (figura 24).
Figura 24. Curvas de diseño CTOD válida para placas sometidas a tracción
Dado que estas curvas han sido obtenidas sobre placas con grietas pasantes, en el caso de que
las grietas no sean pasantes, en vez de la longitud real de la grieta, a, se emplea una longitud
equivalente, a , que representa la severidad de la grieta (sería la longitud de una grieta pasante
que originase una concentración de tensiones equivalente a la grieta real que no es pasante). A
su vez, si el estado tensional de la placa sea más complejo (por ejemplo existan tensiones
debidas a flexión, tensiones residuales, etc.) la norma BS PD6493 trabaja por el lado de la
seguridad, utilizando la deformación total máxima y suponiendo que dicha deformación es la
que actúa en toda la sección. La deformación máxima se calcula a partir de la siguiente
expresión:
1
1 kt Pm Pb S Ecuación 36
E
Por último, es importante destacar que estas curvas corresponden a una probabilidad de
supervivencia del 97.5% y no tienen en cuenta el fallo por colapso plástico.
J Ti u i ds w.dA Ecuación 37
A
ij
siendo: w ij d ij la energía de deformación por unidad de volumen y Ti= ij. ij el vector
o
tracción.
d d
J Ti ui ds w.dA Ecuación 38
dA 1.da
A
De una forma general, es posible definir una integral lineal, J, en cualquier curva que rodee el
frente de grieta, comenzando desde la superficie inferior de la grieta y terminando en la parte
superior (ver figura 26), bajo la siguiente expresión:
ui
J w.dy Ti ds Ecuación 39
x
teniendo el mismo significado físico que la Tasa de Figura 26. Definición del contorno de
liberación de energía, G, en MFEL (ver apartado 2.1). integración
d d d
J Ue W U* Ecuación 40
dA dA dA
d d
J Ue W U JC
dA dA
K I2 Ecuación 41
J=G= = m. ys.CTOD
E
1
J n 1 Ecuación 42
ij k1
r
n
J n 1 Ecuación 43
ij k2
r
La ecuación 42 y la ecuación 43 se conocen como los campos o singularidades HRR (en honor a
sus descubridores) y la integral J define en dichos campos la amplitud de la singularidad, de la
misma forma que el factor de intensidad de tensiones caracteriza la amplitud de la singularidad
de los campos de tensiones y
deformaciones elásticos.
deformaciones son muy grandes (el enromamiento en el frente de la grieta cambia las
condiciones, la grieta se achata y cuando r 0 las tensiones disminuyen hasta que σxx=0 en la
superficie libre).
La curva resultante del análisis basado en la teoría de grandes deformaciones (curva continua)
alcanza un máximo cuando la relación xσ0/J es aproximadamente igual a la unidad y desciende
cuando x 0. Esta distancia se corresponde aproximadamente a dos veces el CTOD y los campos
HRR no serían válidos para distancias inferiores a ese valor, puesto que en esta zona las
tensiones están fuertemente influenciadas por las grandes deformaciones que se producen en el
frente de grieta y por el consiguiente enromamiento de ésta.
Figura 29. Representación esquemática de una curva r junto con los estadios de rotura dúctil
En estos casos y al objeto de definir la tenacidad del material mediante un único valor de J de
acepta como parámetro crítico el correspondiente al valor de J para el que se inicia el
crecimiento estable de la grieta, JIc. Sin embargo, la determinación del punto exacto donde se
produce dicho inicio es difícil, por lo que normalmente (al igual que pasa con la determinación
del límite elástico convencional tomado para un valor de deformación 0,2%) se acepta un cierto
valor de crecimiento estable (normalmente 0.2 mm), como el punto de inicio convencional del
crecimiento estable de la grieta.
Para aplicar el criterio de fractura elastoplástica basado en la integral J debemos determinar por
un lado el valor crítico de J (JIC) y por otro el valor de la integral J para nuestra configuración
específica. El valor crítico de J se determina experimentalmente (normas ASTM E-813, ESIS P2-
92, etc), sin embargo, el cálculo de la expresión de J para cada configuración específica es mucho
más complicado de obtener, ya que ahora, además, no puede aplicarse el principio de
superposición. Existen, no obstante, varios posibles métodos de cálculo.
La ecuación 41 recogía la relación entre J y el CTOD, cuando el comportamiento del material era
elástico-lineal
Sin embargo, para el caso de comportamiento elástico no-lineal, la relación entre J y el CTOD es
debida a Shih que, evaluando los campos de desplazamientos en el frente de la grieta (figura
30), demostró en 1981 que entre estos dos parámetros existía una relación del tipo:
dn J
CTOD Ecuación 44
0
uy
r*
ux
1
0 u
~ n
2u y ,n x ,n u~ y ,n Ecuación 45
E
dn
In
Tabla 3
La teoría de la Mecánica de la Fractura nos indica que un componente estructural trabajará con
seguridad mientras el factor de intensidad de tensiones, K (material elástico) o los factores J o
CTOD (materiales elastoplásticos) que actúan en sus mayores defectos, no sobrepasen ciertos
valores críticos característicos de cada material. Conocidos entonces los tamaños de los mayores
defectos y conocidos igualmente los parámetros críticos de fractura, se puede deducir la tensión
estática, s, que asegure un comportamiento seguro del componente.
Sin embargo, existen procesos capaces de producir el fallo catastrófico del componente o
estructura tras haber soportado sin problemas las solicitaciones impuestas durante un tiempo
más o menos largo. Esto ocurre cuando, con el transcurso del tiempo, aumentan los parámetros
de fractura impuestos (K, J o CTOD) o bien cuando disminuyen los correspondientes parámetros
críticos (Kc, Jc, CTODc).
Una forma de que aumenten los parámetros de fractura sin que aumente el estado de carga
inicial impuesto es como consecuencia del crecimiento estable de las grietas existentes en el
sólido. Este crecimiento, denominado subcrítico, puede tener lugar en situaciones de fatiga,
corrosión bajo tensión o fluencia. Veremos a continuación el fenómeno de crecimiento de
grietas por fatiga y como utilizar los conceptos de mecánica de la fractura en la descripción de
este fenómeno.
Existen muchas estructuras que trabajan a fatiga en las que únicamente la fase de propagación
de las grietas tiene una importancia real, ya que desde el momento de su puesta en servicio
tienen defectos tales que el periodo de nucleación es prácticamente nulo, debido a que existen
grietas desde el instante inicial. Así ocurre, por ejemplo, con las grandes estructuras soldadas,
como puentes, barcos, plataformas de extracción de petróleo o gas, etc. El hecho de utilizar la
soldadura como método de unión más efectivo en este tipo de estructuras, y aunque se realice
de un control de calidad muy exhaustivo, hace que siempre estén presentes pequeños defectos,
que aunque no sean detectados por métodos de análisis no destructivos, deben ser tenidos en
cuenta, suponiendo que su tamaño coincide con el límite de detección del método no
destructivo que se haya utilizado.
En estos casos el componente estructural tiene una grieta inicial de tamaño conocido desde el
momento de su puesta en servicio, de tal modo que para asegurar un servicio sin riesgo de fallo
por fatiga, es necesario predecir el número de ciclos de carga que el elemento estructural es
capaz de soportar sin que su mayor defecto alcance el valor crítico que produciría la fractura
total del elemento. Es necesario entonces determinar la velocidad de crecimiento de estos
defectos bajo solicitaciones cíclicas de servicio.
(A) (B)
Si suponemos que las cargas nominales aplicadas en una situación de fatiga son, generalmente,
bastante pequeñas (muy inferiores al límite elástico), podremos aplicar los conceptos de MFEL
en el estudio de la velocidad de crecimiento de grietas por fatiga. Dada la relación lineal que
existe entre el CTOD y el cuadrado del factor de intensidad de tensiones, podremos utilizar éste
último parámetro como el controlador del proceso. Concretamente, y dado que la vida a fatiga
está controlada por la amplitud de tensión o deformación aplicada, cabe pensar que será de la
amplitud del factor de intensidad de tensiones de la que dependa la velocidad de crecimiento de
grietas por fatiga:
da
C( K )m Ecuación 47
dN II
Finalmente, en la región III, las velocidades de crecimiento de la grieta son muy grandes y
aumentan enormemente con pequeñas variaciones del parámetro ΔK. Estamos ahora en una
zona próxima a la fractura catastrófica del elemento, hecho que tendrá lugar cuando el factor de
intensidad de tensiones máximo, Kmax, se iguale con la tenacidad a la fractura del material, KIC.
precisión bastante aceptable. Para ello no hay más que integrar la citada ley entre el tamaño de
grieta inicial, a0, y el final, af:
da
C ( K )m da
dN II C (Y a )m Ecuación 48
dN II
como K Y a
af m Nf
da m 2
m
C (Y ) dN Ecuación 49
a0 2 0
a
Por su parte, el defecto crítico, ac, se calcula igualando el factor de intensidad de tensiones
máximo a la tenacidad a la fractura del material:
1 K C2
Y max af Kc ac Ecuación 50
Y2 2
max