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METAFORAS ACTITUDINALES Introducción Las actitudes filtran y organizan nuestras experiencias,

nuestra percepción del mundo. Son pautas ideo-sensorias que reducen los datos sensoriales para
adecuarlos a ideas preconcebidas. Generalmente, los desafíos potenciales a una actitud ponen en
juego los mecanismos de defensa de la personalidad, debido a que son procesados en el mismo
encuadre de la actitud, o un desafío a una actitud en el nivel consciente es percibido como una
amenaza al yo. Por lo tanto, reflexionan los Lankton (Lankton y Lankton, 1989), no es frecuente el
cambio actitudinal fuera de la terapia. Ya que las actitudes son como profecías de
autocumplimiento, las personas las experimentamos repetidamente como verdaderas. Son auto-
reforzantes y mantenidas por reforzamiento continuo. Sin embargo, los pacientes pueden
presentar actitudes que les impiden ser motivados por ciertas experiencias, comportarse en forma
diferente, o aplicar soluciones diferentes a los problemas. Las personas tendemos a disponer de
mucha información para “probar” que nuestras actitudes son “ciertas”. Por ejemplo, una persona
depresiva puede ser capaz de demostrar que “nadie la cuida”. Las personas que se han sentido
“heridas”, insistirán que “no es bueno mostrar los sentimientos a otros.” Los miembros “fuertes”
de la familia, que evitan solucionar los problemas a través de la dependencia, son capaces de
probar que “la debilidad nos mete en problemas.” Las actitudes actúan como filtros que acumulan
evidencia, la cual a su vez prueba tautológicamente las premisas sobra las cuales está basada la
actitud. Sin embargo, como son reforzadas en forma continua, están especialmente propensas a la
extinción -o mejor dicho, a la modificación y al cambio- cuando se suministra al menos un ejemplo
contradictorio que puede burlar las defensas del yo y ser advertido por el sujeto. (Lankton y
Lankton, 1989) Las actitudes y los valores pueden cambiar en la vida cotidiana cuando lo dicta la
necesidad; es decir, cuando se crea un Evento Emocional Significativo (EES) que tenga un profundo
impacto en la persona (Yapko, 1985), de modo que ya no se pueda considerar el asunto como
antes. Existen variadas formas para crear este EES en terapia: tareas, pseudo-realidades creadas
hipnóticamente, shock psicológico, sorpresa, confusión y cualquier método que cause disonancia
cognitiva. Otra forma de cambiar estas actitudes en terapia es a través del uso de metáforas
construidas a medida para esa persona y sus actitudes disfuncionales. La metáfora indirecta es un
contexto que puede permitir a la persona considerar y pensar respecto a las diferentes creencias
que suministrarían nuevos hábitos que no pueden ser congruentes con los anteriores. subido para
scribd por chofisnay Hipnoterapia Ericksoniana: Nivel Avanzado. Uso de Metáforas Terapéuticas
en Psicoterapia Ps. Mario Pacheco © Reg. Prop. Intelectual N° 87.214, 1993 30 Protocolo para la
reestructuración actitudinal El protocolo actitudinal posee dos focos, en tres pasos: un elemento
diseñado para ser paralelo (hacer juego con) a la actitud existente, para aumentar la identificación
del oyente con la historia; y después siembra dudas respecto a la actitud existente. El otro
elemento ejemplifica la actitud corregida -la meta terapéutica- y sus consecuencias. Estos tres
pasos se resumen como sigue (Lankton y Lankton, 1989): 1. Examen de las conductas y actitudes
en cuestión, desde las percepciones del protagonista. 2. Examen de los comportamientos y
actitudes opuestas, desde la perspectiva de otro protagonista, o el examen del mismo
comportamiento desde la percepción de otras personas significativas. 3. Relación de la(s)
consecuencia(s) del (los) comportamiento(s) para las percepciones mantenidas por ambos, el
protagonista y/o los otros observadores. Los Lankton afirman que el primero y segundo pasos son
intercambiables. El guión de la metáfora comienza introduciendo un protagonista y colocándolo
en una situación en la cual exhibirá comportamientos consistentes con la meta o la actitud
problema. El paso dos implica examinar los comportamientos y actitudes opuestas representadas
por un protagonista distinto (o el mismo protagonista tiempo después). Una variación de este
paso es examinar las conductas y actitudes de un único protagonista desde las percepciones de
otras personas significativas. En ambas variaciones, la historia describe a los dos personajes
actuando cada uno en diversas situaciones, de acuerdo con los dictados de sus actitudes. Estas
situaciones pueden ser esencialmente la misma para ambos protagonistas o pueden ser
completamente distintas, dependiendo de la historia. El paso tres consiste en relacionar las
consecuencias de los comportamientos y actitudes que han sido caracterizadas. Los Lankton dicen
preferir la versión que implica a dos protagonistas, uno caracterizando la actitud problemática y el
otro caracterizando la actitud meta. Recomiendan que para estimular la identificación del paciente
con el protagonista que caracteriza la actitud existente, es conveniente relatar la historia con una
inclinación a favor de aquel protagonista. Es representado como estando aparentemente en lo
“correcto” o teniendo la acción más apropiada para esa situación. El segundo protagonista, que
caracteriza la actitud meta, es representado, en contraste, con alguna clase de esquema negativo,
cuyo éxito es improbable. Es decir, el(los) personaje(s) opuesto(s) en la historia, que actúa desde
una actitud diferente a la del paciente, será representado como actuando aparentemente en una
forma inapropiada o auto-derrotista. Después, en el tercer paso, ocurre un cambio inesperado
cuando las consecuencias que ocurrieron a ambos se revelan al paciente. En forma imprevista, al
término de la historia, aquel que se comporta “correctamente” desde la perspectiva del paciente,
obtiene un resultado algo negativo subido para scribd por chofisnay Hipnoterapia Ericksoniana:
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Intelectual N° 87.214, 1993 31 o menos deseable. Desde luego, el protagonista que actúa la
“meta” (y estaba equivocado, desde la percepción de paciente) es recompensado con una
consecuencia positiva. Las consecuencias escogidas para los personajes necesitan poseer valor
para el paciente. Este paso crea confusión y es una EES, que provee una sensación terapéutica de
incertidumbre respecto a la veracidad de la actitud rígidamente sostenida por el paciente. Por un
lado, se prueba que la actitud del paciente es inadecuada para predecir el resultado de la historia;
y, por otro lado, modela una actitud y comportamientos más apropiados que pueden reemplazar a
la actitud limitante. Los Lankton recomiendan realizar una adecuada evaluación de las actitudes
que necesitan ser modificadas, y de ser necesario, el protocolo necesitará ser acompañado por
protocolos afectivos o conductuales. A continuación se transcribe como ejemplo una metáfora
actitudinal: Actitud existente: “Si estoy viejo o enfermo, la actividad sexual es peligrosa, difícil,
atemorizante, y debería evitarla para impedir la muerte o el debilitamiento.” Actitud meta: “La
actividad sexual es posible, puede ser beneficiosa y gozosa, y puede ser un descubrimiento de
relajación y placer.” Eso me recuerda lo que me contó John el otro día. John y su esposa habían
decidido ir a cenar con otra pareja -Fred y su esposa. Aunque tenían que conducir por varios
lugares de la ciudad, decidieron ir en autos separados y encontrarse en el restaurante. Mientras
Fred conducía a lo largo de las calles familiares, advertía el paisaje y disfrutaba como cuando usted
puede descubrir placeres simples en su vida cotidiana. Fred y su esposa disfrutaban señalando los
cardenales rojos o un árbol esbelto. Mientras conducía, Fred mostraba a su esposa una señal
respecto al tour que estaban dando al barrios histórico de la ciudad. Ella estaba entusiasmada por
ir en un tour y se preguntaba si a los niños les gustaría ir en el tour con ellos. John iba retrasado.
Había tenido que comprobar el combustible que tenía en el estanque, y tuvo que cargar nafta ante
que él y su esposa pudieran comenzar su viaje al restaurante. Su esposa admiraba la minuciosidad
de John y su atención tan detallada. Incluso después de todos esos años, él continuaba caminando
alrededor del auto después que encendía el contacto, comprobando si todas las luces estaban en
completo funcionamiento. También comprobaba la presión del aire de las ruedas, incluso la de
repuesto que estaba en el portamaletas, con un aparto que siempre llevaba en su bolsillo. John
creía que estaba preparado. Mientras conducía hacia el restaurante, lanzó una andanada de
preguntas a su esposa: ¿Estás segura que cerraste la puerta de atrás? ¿Estás segura que
desconectaste la plancha? ¿Dejaste algún número de teléfono a la niñera? ¿Le dijiste a qué hora
regresaríamos a casa? ¿El perro está en le sótano? ¿Estás segura que Fred dijo a las siete?
Mientras ella respondía pregunta tras pregunta, podía ver las arrugas en la frente de él, y podía
sentir sus propias puños apretados, al igual como podía ver a John aferrado a la palanca de
velocidades. Mientras John estaba revisando mentalmente su lista, Fred estaba descubriendo un
bloqueo en la pista. Había una gran señal naranja indicando DESVIO. Un montón de arena estaba
en medio de la calle, al lado de un gran hoyo en el pavimento. Como un niño pequeño que aun
estaba viviendo el subido para scribd por chofisnay Hipnoterapia Ericksoniana: Nivel Avanzado.
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87.214, 1993 32 crecimiento de su cuerpo, Fred estaba imaginando que le gustaría jugar en esa
arena. Un montón como ese era perfecto para jugar al “Rey de la montaña”. Cuando recordó
todos los tractores y equipo pesado que había tenido, las ideas venían una a otra, confusamente,
respecto a como reordenar aquel montón de arena. Pero el adulto Fred leyó conscientemente la
señal naranja que decía DESVIO. Esta señalaba una dirección por la cual Fred ni John habían
viajado antes. Leyendo la señal para si misma, la esposa de Fred se volvió hacia éste y dijo, “Bien,
querido, parece que tenemos que hacer algo diferente... el antiguo camino no funcionará más.
Tienes que iniciar una nueva senda.” Al escuchar las palabras de su esposa, Fred respiró
profundamente, correcto, puso marcha atrás, correcto, se alzó y comenzó a girar... desviando el
auto hacia la nueva ruta. Mientras Fred estaba girando, John fue detrás de él. Fred se asomó por la
ventanilla y le gritó, “Tienes que desviarte.” Después se separaron. Fred y su esposa encontraron
que la nueva ruta era tan aceptable como la que era más familiar, la que usaban antes. En alguna
forma inexplicable, la nueva vía era más satisfactoria. La esposa de Fred le sugirió, “Usaremos este
nuevo camino la próxima vez.” Para su sorpresa llegaron al restaurante antes que John. Viendo
una gran reunión en la esquina más lejana del estacionamiento, decidieron investigar esa
incógnita. Encontraron a un hombre vestido extrañamente, rodeado por niños sonrientes, con
risitas nerviosas. El hombre vestía un pantalón como de bebé, un chaleco rojo con un bolsillo y una
chaqueta de cola. Sobre su cabeza tenía un sombrero hecho con globos. Mientras trabajaba,
contaba anécdotas y chistes al gentío que lo rodeaba. Sacó un globo desinflado del bolsillo de su
chaleco. Después colocó el globo en sus labios, tomó una inspiración profunda y exhaló con
fuerza... el globo inflado comenzó a expandirse. Fred estaba ahí mientras el globo del hombre
estaba creciendo, ampliando su circunferencia. Cuando usted ha practicado tanto con el globo que
tenía el hombre, usted sabe cuando está lo suficientemente grande. Y después lo ocultó bajo su
brazo para usarlo más tarde, y procedió a inflar otro globo, redondo, como cuando usted amplía la
circunferencia y usted sabe que la presión está justa, él se detuvo. Con esa experiencia usted sabe
cuando hay suficientes de aquellos receptáculos de aire cilíndricos inflados.4 Después Fred vio que
el hombre comenzaba a modelar los globos, un niño recibió una espada, otro una flor, otro niño
pequeño un dinosaurio, y una niña pequeña un sombrero. Usted puede lograr muchos de esos
tubos cilíndricos inflados que tengan el monto exacto de presión. Por ahora, Fred y su esposa
estaban hambrientos. No sabían dónde estaba John, de modo que fueron a ordenar su cena.
Después, en casa, la niñera dijo que John había llamado diciendo que no se preocuparan. Fred
llamó a John, asombrado y confundido. No creyó a sus oídos cuando escuchó a John decir, “Sería
un maldito tonto si estuviera obligado a tomar una nueva ruta.” Las siguientes palabras de John
continuaron resonando en los oídos de Fred, “Antes que seguir el desvío, me siento en mi casa y
me muero.” Y, eventualmente, eso fue exactamente lo que John hizo.” [Lankton y Lankton, 1989,
p. 99-101] Referencias Lankton, C.H. and Lankton, S.R. (1989) Tales of Enchantment. New York:
Brunner/Mazel Yapko, M.D. (1985) The Ericksonian Hook: Values in Ericksonian Approaches. In J.K.
Zeig (Ed.), Ericksonian Psychotherapy, Vol. 1: Structures. New York: Brunner/Mazel, p. 266-281 4
(MPL) Adviértanse las referencias sexuales en el juego de inflar globos cilíndricos.

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