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Las ventajas de las

ventajas comparativas

©Fabio Maldonado-Veloza1

Tabla de contenido

[1] EL INTERCAMBIO ENTRE VALORES EQUIVALENTES EN EL MERCADO NACIONAL .............................................. 4


[1.1] EL INTERCAMBIO ENTRE VALORES EQUIVALENTES SÓLO ES VÁLIDO EN EL MERCADO NACIONAL; NO EN EL INTERNACIONAL ...........5
[1.2] LA NIVELACIÓN DE LA TASA GENERAL DE GANANCIA SÓLO ES VÁLIDA EN EL MERCADO NACIONAL; NO EN EL INTERNACIONAL ........6
[2] EL PAPEL DE LAS DIFERENTES TASAS DE GANANCIA COMO FALSADOR DEL TEOREMA ..................................... 8
[3] LAS VENTAJAS COMPARATIVAS ...................................................................................................................... 11
[3.1] COMPARACIONES APROPIADAS E INAPROPIADAS DE LA PRODUCTIVIDAD..........................................................................12
[4] EL RESULTADO FINAL DEL TEOREMA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA LEY DEL VALOR ................................. 20
[5] EL MÉTODO “INDIRECTO” DE PRODUCIR UN BIEN EN EL QUE SE TIENE UN ALTO COSTO DE OPORTUNIDAD . 22
[6] UN CASO PARTICULAR: INTENSIFICACIÓN DE LA VENTAJA ABSOLUTA DE LA PRODUCCIÓN DE VINO EN
PORTUGAL ........................................................................................................................................................... 23
[7] EL CÁLCULO DEL COSTO DE OPORTUNIDAD: EL CRITERIO DE LOS FACTORES (INPUTS) VS. EL CRITERIO DE LAS
CANTIDADES PRODUCIDAS (OUTPUT) ................................................................................................................. 25
[7.1.] EL COSTO DE OPORTUNIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN (INPUTS) ...................................26
[7.2.] EL COSTO DE OPORTUNIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA CANTIDAD DE BIENES PRODUCIDOS (OUTPUT) .........................27
REFERENCIAS ....................................................................................................................................................... 29

1
Esta es una versión corregida y ampliada después de haber sido publicada la del premio nacional del Banco Central
de Venezuela, concurso del BCVOZ Económico “Diez años, diez artículos,” como autor del trabajo Las ventajas de
las ventajas comparativas. Caracas, 21 de octubre de 2005. ISSN: 1315-1407. Esta versión es para propósitos docentes
de postgrado.
Ver https://ula.academia.edu/FabioMaldonadoVeloza/Papers (usar el vínculo: bcv.org.ve; no solicite el pdf).

1
Índice de tablas

TABLA 1. SITUACIÓN INICIAL: PORTUGAL ES MÁS PRODUCTIVO QUE INGLATERRA EN AMBOS BIENES....................................................7
TABLA 2: TRES SECTORES CON DISTINTAS TASAS (SECTORIALES) DE GANANCIA.................................................................................9
TABLA 3: FORMACIÓN DE LA TASA GENERAL DE GANANCIA........................................................................................................10
TABLA 4: COSTO DE OPORTUNIDAD (C. O.) EN CADA PAÍS (LO QUE CADA UNO SACRIFICA) ..............................................................16
TABLA 5: COSTO DE OPORTUNIDAD (C.O.) EN CADA PAÍS EN RELACIÓN CON LA UNIDAD .................................................................16
TABLA 6: SITUACIÓN FINAL (LA PREDICCIÓN DEL TEOREMA).......................................................................................................23
TABLA 7: SITUACIÓN INICIAL: PORTUGAL INTENSIFICA SU PRODUCTIVIDAD EN VINO .......................................................................24
TABLA 8: COSTO DE OPORTUNIDAD (C.O.) EN CADA PAÍS: LO QUE CADA UNO SACRIFICA ................................................................25
TABLA 9: COSTO DE OPORTUNIDAD (C.O.) EN CADA PAÍS EN RELACIÓN CON LA UNIDAD .................................................................25
TABLA 10: SITUACIÓN FINAL (PREDICCIÓN DEL TEOREMA) ........................................................................................................25

Tabla de figuras

FIGURA 1: INTERCAMBIO DE A Y B ENTRE VALORES EQUIVALENTES ................................................................................................4


FIGURA 2: INTERCAMBIO ENTRE VALORES EQUIVALENTES (XA = 1 VINO Y YB = 10 DE ALGODÓN) ........................................................4
FIGURA 3: INTERCAMBIO ENTRE VALORES EQUIVALENTES (VINO VS. ALGODÓN) ..............................................................................4
FIGURA 4: ILUSTRACIÓN GRÁFICA DEL COSTO DE OPORTUNIDAD DEL ALGODÓN EN TÉRMINOS DE VINO ..............................................14
FIGURA 5. ILUSTRACIÓN GRÁFICA DEL COSTO DE OPORTUNIDAD DEL VINO EN TÉRMINOS DE ALGODÓN ..............................................15
FIGURA 8: NO SE CUMPLE LA LEY DEL VALOR EN EL INTERCAMBIO ENTRE VINO PORTUGUÉS Y ALGODÓN INGLÉS ...................................20
FIGURA 9: AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE A ..................................................................................................................26
FIGURA 10: PORTUGAL SIGUE SIENDO MÁS PRODUCTIVO QUE INGLATERRA EN AMBOS BIENES, EXPRESADO EN CANTIDAD DE PRODUCTO
(OUTPUT) ................................................................................................................................................................27
FIGURA 11: COSTOS DE OPORTUNIDAD EXPRESADOS EN CANTIDAD DE PRODUCTO (OUTPUT)...........................................................28
FIGURA 12: RESULTADO DE LOS COSTOS DE OPORTUNIDAD EXPRESADOS EN CANTIDAD DE PRODUCTO (OUTPUT).................................28

2
E
l teorema de las ventajas comparativas de David Ricardo (1772-1823) es uno de los
argumentos más contra-intuitivos y menos comprendidos de la teoría económica.
No sólo involucra excesivos matices y minuciosas consideraciones, sino que exige
severos y relativamente largos argumentos que deben ser pensados y repensados de
manera permanente.
Cuando se piensa en los motivos por los cuales se intercambian bienes y servicios
en el comercio mundial, el sentido común afirmaría que los países que intervienen en él
son únicamente los más productivos del planeta; que los más ineficientes serán
penalizados y que serán excluidos de los beneficios de ese intercambio. El marco en el
cual se produce esa concepción sería uno propio de la evolución darwiniana aplicada a
la economía: solo los países eficientes sobrevivirán. Sin embargo, esto es cierto solo en el
“contexto de la competencia”: cuando Brasil de disputa a Colombia la venta de café en
Estados Unidos.2 Si ese fuera el criterio prevaleciente, la ineficiencia será penalizada, pues
el país productivo expulsaría al improductivo del comercio internacional.3
Sin embargo, es preciso tener mucho cuidado, pues estamos aseverando que
estamos refiriéndonos al intercambio de productos en la economía internacional: hay un
país (Brasil) que produce café y lo intercambia con computadores (Estados Unidos). Este
contexto de intercambio es distinto al contexto de la competencia (por ejemplo, entre Brasil y
Colombia).
A primera vista, la respuesta del sentido común parece razonable, pero tiene un
inconveniente, pues los países menos productivos del planeta también participan en el
comercio mundial. Sobreviven y, seguramente, seguirán sobreviviendo. En otras,
palabras, sí es posible que países ineficientes en el mercado mundial persistan a pesar de
sus improductividades. El teorema explica el porqué de esta “paradoja”.
Obviamente, esto hay que probarlo y demostrarlo con todo el rigor de la teoría
económica. David Ricardo lo demostró en el capítulo 7 de su obra clásica Principios de
economía política y tributación (1817). Desde entonces, su teorema es considerado como una
de las verdades más incontrovertibles de la teoría económica moderna.
En la literatura sobre el tema, ya se ha vuelto clásica la respuesta de Paul
Samuelson, premio Nobel de Economía en 1970, cuando se le pidió que nombrara una
sola proposición económica que fuera no solo verdadera sino no trivial. Su respuesta fue:
“el teorema de Ricardo”. Dado que para su validez el teorema se basa en el criterio del
costo de oportunidad, podríamos ampliar el argumento de Samuelson aún más y afirmar:

2
Cuando un competidor A1 le disputa a A2 la venta de una mercancía similar a un tercero B (el consumidor de A1 o
A2).
3
En la discusión sobre la validez de la ley del valor hay que distinguir dos contextos: [1] el de la competencia (entre
los productores como Brasil y Colombia; A1 y A2) y [2] el del intercambio (Brasil (un productor A) y Estados Unidos
(un consumidor B). En el teorema no se hace referencia a los competidores de A (A1 y A2; contexto de la competencia);
solo al intercambio entre A y B (contexto del intercambio). Es decir, no haría referencia a la competencia entre Brasil
y Colombia, sino entre alguno de los dos y el país consumidor; en este caso, Estados Unidos.

3
las proposiciones más “verdaderas y no triviales” serían aquellas relacionadas con el
costo de oportunidad.

[1] El intercambio entre valores equivalentes en el mercado nacional


Cuando David Ricardo “descubrió” su teorema, lo hizo en un contexto teórico muy
específico: ya había dedicado seis capítulos a explicar el intercambio de las mercancías en
el interior de un país y admitió que la ley que rige ese intercambio es la ley del valor: dos
mercancías se intercambiarán en el comercio nacional siempre y cuando tengan
incorporado el mismo número de horas-hombre (hh.) en sus respectivos procesos
productivos.

FIGURA 1: INTERCAMBIO DE A Y B ENTRE VALORES EQUIVALENTES

xA = yB
 
40 hh. 40 hh.
Figura 1. El intercambio entre x cantidad del producto A y y cantidad del producto B es posible porque sus valores
son equivalentes.

En la Figura 1 se muestra que el intercambio entre x cantidad de la mercancía A y la


cantidad y de la mercancía B sólo es posible si hay una equivalencia entre el tiempo de
trabajo dedicado a esas cantidades (40 horas-hombre contra 40 horas-hombre).

FIGURA 2: INTERCAMBIO ENTRE VALORES EQUIVALENTES (XA = 1 VINO Y YB = 10 DE ALGODÓN)

xA (1 vino) = yB (10 de algodón)


 
40 hh. 40 hh.
Figura 2. Si x cantidad del producto A es una unidad de vino y y cantidad del producto B son diez unidades de algodón,
entonces el intercambio entre 1 unidad de vino y 10 de algodón es posible porque sus valores son equivalentes.

En la Figura 2 se muestra que el intercambio entre 1 unidad de vino, por ejemplo, y 10


unidades de algodón solo es posible si hay una equivalencia entre el tiempo de trabajo
dedicado a esas cantidades (40 horas-hombre contra 40 horas-hombre).

FIGURA 3: INTERCAMBIO ENTRE VALORES EQUIVALENTES (VINO VS. ALGODÓN)

1 vino = 10 de algodón
 
40 hh. 40 hh.
Figura 3. El intercambio entre una unida de vino y 10 de algodón es posible porque sus valores son equivalentes: 40
hh. contra 40 hh. Se supone que en las mismas cuarenta horas se puede producir una unidad de vino o 10 de algodón.

4
En la Figura 3 se muestra la equivalencia final del ejemplo particular en el que hay
equivalencia entre ambos bienes específicos. No es “lógico” que se intercambie una sola
unidad de algodón (que costó 4 horas-hombre producirla) por una unidad de vino, que
exigió el trabajo de 40 horas-hombre. Si se fuera a intercambiar algodón y vino, la relación
(el valor relativo del vino) sería: 1 unidad de vino = 10 unidades de algodón (o viceversa:
1 unidad de algodón = 1/10 unidades de vino). Nadie sería tan ingenuo como para
entregar una unidad de vino y recibir solo una unidad de algodón. Ello violaría la ley del
valor.4

[1.1] El intercambio entre valores equivalentes sólo es válido en el


mercado nacional; no en el internacional
Sin embargo, David Ricardo se dio cuenta de que, si bien es cierto que esa ley del valor
rige para el intercambio dentro de un país, no puede ser válida para el intercambio entre
países. Ricardo afirmó sin ambigüedades la diferencia de la validez.
La misma regla que regula el valor relativo de las mercancías en un país, no
regula el valor relativo de las mercancías intercambiadas entre dos o más
países (Ricardo, 2012, p. 113).5
Ricardo continúa hacia la conclusión:
La cantidad de vino que Portugal debe dar en intercambio por el algodón
de Inglaterra no está determinada por las respectivas cantidades de trabajo
dedicadas a la producción de cada mercancía, como debiera ser, si ambas
mercancías fueran manufacturadas en Inglaterra, o ambas fueran
manufacturas en Portugal (énfasis añadido) (Ricardo, 2012, p. 113).6
¿Por qué? Porque él supuso que en el ámbito internacional no hay desplazamientos de capital
entre los países y, por lo tanto, los países más productivos del planeta, por muy atrayentes
que sean, dados sus grados de productividad, están resguardados de entrada de firmas
de otros países que acudirían a sus mercados nacionales para competir en ellos.

4
Aquí es necesario incluir un paréntesis para explicar de la ley del valor que fuera llevada hasta sus últimas
consecuencias con Marx. Primero se explicará el concepto de productividad, seguidamente el concepto de intercambio
económico y se analizarán dos ejemplos en particular: lo que ocurre con el intercambio nacional [1] cuando uno de
los productores aumenta su productividad y “respeta” la ley del valor y [2] cuando con las mismas condiciones “no la
respeta”. En todo caso, Ricardo negó la validez de la ley del valor en el intercambio entre productores internacionales
y, en consecuencia, ese vacío teórico tenía que llenarse con su propia teoría.
5
“The same rule which regulates the relative value of commodities in one country, does not regulate the relative
value of the commodities exchanged between two or more countries” (Ricardo, 2012, p. 113).
6
“The quantity of wine which she shall give in exchange for the cloth of England, is not determined by the respective
quantities of labour devoted to the production of each, as it would be, if both commodities were manufactured in
England, or both in Portugal” (Ricardo, 2012, p. 113).

5
[1.2] La nivelación de la tasa general de ganancia sólo es válida en el
mercado nacional; no en el internacional
David Ricardo también se dio cuenta de que en un mismo país las tasas beneficio siempre
giran alrededor de una única. En su clásico ejemplo, ilustró que, si las tasas de ganancia
del capital empleado en Yorkshire fueran superiores a las del empleado en Londres, la
teoría económica podría predecir sin inconvenientes que el capital se desplazaría de
manera competitiva de Londres a Yorkshire y las tasas de beneficio, desiguales en un
principio, se igualarían en Yorkshire. Esto se debe a que Yorkshire y Londres son regiones
de un mismo país.
Si se tratara de criterio de las ventajas absolutas:
Indudablemente sería ventajoso para los capitalistas de Inglaterra, y para
los consumidores de ambos países, que, bajo tales circunstancias, el vino y
el algodón deban ser fabricados en Portugal, y en consecuencia que el
capital y el trabajo de Inglaterra empleado en la fabricación de algodón,
deba ser removido a Portugal para ese propósito. En ese caso, el valor
relativo de estas mercancías sería regulado por el mismo principio, como si
uno fuera el producto de Yorkshire, y el otro de Londres: y en todos los
demás casos, si el capital fluyera libremente hacia aquellos países donde
pudiera ser más beneficiosamente empleado, no habría diferencias en la
tasa de beneficio, y ninguna otra diferencia en el precio real o en el precio
de las mercancías, que la cantidad adicional de trabajo requerido para
transportarlos a los diversos mercados donde ellos fueran a ser vendidos
(Ricardo, 2012, p. 114).7
De manera similar, si la tasa de ganancia en Inglaterra, como país, disminuyera, de ahí
no debería inferirse que el capital inglés se desplazaría de manera rápida a Portugal,
donde los beneficios podrían ser mayores. David Ricardo negó este tipo de movimientos
en el comercio mundial. Portugal continuaría “amparado” contra ese tipo de
desplazamientos. Esto se debe a que Portugal e Inglaterra no son regiones de un mismo
país.
Hay dos conclusiones preliminares para entender el teorema de David Ricardo: [1]
la ley del valor sólo rige para el intercambio nacional, y [2] aun cuando en un país existan
tasas de ganancias más altas que en otro, no habrá desplazamientos desde los países con

7
“It would undoubtedly be advantageous to the capitalists of England, and to the consumers in both countries, that
under such circumstances, the wine and the cloth should both be made in Portugal, and therefore that the capital and
labour of England employed in making cloth, should be removed to Portugal for that purpose. In that case, the relative
value of these commodities would be regulated by the same principle, as if one were the produce of Yorkshire, and
the other of London: and in every other case, if capital freely flowed towards those countries where it could be most
profitably employed, there could be no difference in the rate of profit, and no other difference in the real or labour
price of commodities, than the additional quantity of labour required to convey them to the various markets where
they were to be sold” (Ricardo, 2012, p. 114).]

6
menores tasas de ganancia (como ocurriría si se presentaran tasas de ganancias distintas
en un país) hacia ellos.
Considérese su ejemplo original. Supóngase que en la situación inicial Inglaterra
produzca vino con 120 horas-hombre y algodón con 100 horas-hombre y que Portugal
produzca vino con 80 horas-hombre y algodón con 90 horas-hombre (Tabla 1).

TABLA 1. SITUACIÓN INICIAL: PORTUGAL ES MÁS PRODUCTIVO QUE INGLATERRA EN AMBOS


BIENES

Portugal requiere: Inglaterra requiere:


Vino (horas-hombre) 80 120
Algodón (horas-hombre) 90 100
Tabla 1. En la situación inicial, Portugal es más productivo que Inglaterra en ambos productos (tiene las ventajas
absolutas en la producción de vino y de algodón), pues únicamente necesita 80 horas-hombre para producir una unidad
de vino y 90 para producir una unidad de algodón. En cambio, Inglaterra necesita más horas-hombre para producir
vino (120) y algodón (100).

Todavía no hay comercio internacional; el vino y el algodón se están produciendo en cada


uno de los países. El país más productivo en ambos bienes es Portugal y, expresado de
manera técnica, se afirma que Portugal disfruta de una ventaja absoluta en ambos
productos. Para producir una unidad de vino en Portugal solo se necesitan 80 horas-
hombre (contra 120 en Inglaterra), y para producir una unidad de algodón solo se
necesitan 90 horas-hombre (contra 100 en Inglaterra).
Ahora supóngase que se quisiera intentar un comercio internacional. Si se tomara
en cuenta este criterio de las ventajas absolutas, es obvio que no sería posible, pues
Inglaterra jamás podría competir con Portugal en ninguno de los dos mercados; sus
precios serían más altos. El sentido común diría que Inglaterra, por ser más ineficiente
que Portugal en la producción de ambos bienes, sería expulsada sin piedad del comercio
mundial. A Portugal no le interesaría dejar de producir vino ni algodón (es muy
productivo); tampoco le interesaría comprar vino y algodón a Inglaterra pues ambos
productos serían muy costosos. E incluso podría extenderse el ejemplo hacia el contexto
de la competencia: si ambos países quisieran vender sus productos a un tercero, Inglaterra
no podría competir con los precios que impusiera Portugal.
En el contexto de la competencia, tanto el sentido común como el criterio de las
ventajas absolutas coinciden: “intuitivamente” es cierto que un país menos productivo
que otro no podrá participar de manera competitiva en el mercado internacional. Esta
conclusión se basa en la analogía de lo que ocurre con las firmas: una firma menos
competitiva que otra está destinada a fracasar.
Sin embargo, la analogía (entre firmas productivas e improductivas comparadas
con países productivos e improductivos) llegó a su final con David Ricardo; la opinión

7
del sentido común dejó de ser aceptable, y el criterio de las ventajas absolutas dio paso al
criterio mucho más riguroso de las ventajas relativas.
Ricardo demostró no solo [1] que Inglaterra no “desaparece,” sino [2] que a
Portugal le conviene que Inglaterra no desaparezca del comercio mundial; también mostró
[3] que aun cuando en términos absolutos Portugal sea más productivo que Inglaterra en
la producción de algodón, aun así, renunciará a producirlo; [4] no “es lógico” que
Portugal termine comprándole algodón a Inglaterra a un precio superior al que él mismo
podría producir. Y peor aún para el sentido común: el teorema predice [5] que ambos
países (no uno solo de ellos), tanto el más productivo (Portugal), como el menos
productivo (Inglaterra), se beneficiarán mutuamente de ese comercio; ambos ganarán y
coexistirán. Este resultado no es automático; exige reflexión y minucioso examen.

[2] El papel de las diferentes tasas de ganancia como falsador del


teorema
En cuanto a las tasas de ganancia, obsérvese que si Inglaterra y Portugal fueran áreas de un
mismo país; si las diferencias se circunscribieran únicamente al interior de una sola
frontera nacional, el productor de vino de Inglaterra dejaría de producirlo en “el área” de
Inglaterra, se dirigiría al “área” de Portugal, invertiría todo su capital en esa “región” y
lograría producir vino con 80 horas-hombre en lugar de hacerlo con 120. Podría sacar
provecho de unos costos absolutos más bajos, de una alta productividad de los factores y
de una alta tasa de ganancia en esa área, siempre superiores a los de su lugar de origen.
Lo mismo ocurriría con el productor de algodón “inglés”. Al arribar al “área” de
Portugal, lograría producirlo con las 90 horas-hombre con los que produce su competidor
“inglés”. Y con la llegada de los productores ingleses a Portugal, seguramente la
competencia haría que ambos productores (“ingleses” y “portugueses”) redujeran aún
más las horas-hombres, y que se volvieran aún más eficientes.
¿Cómo podría presentarse un intercambio entre valores equivalentes? Si hubiera
desplazamientos de capital, pero en el ámbito internacional no los hay. La restricción del
teorema lo impide. Ricardo fue muy preciso; en el plano nacional las entradas de firmas
nivelan la tasa.
En un mismo país, los beneficios están, generalmente hablando, siempre en
el mismo nivel; o difieren solo en cuanto a que el empleo del capital puede
ser más o menos seguro y agradable. No es así entre diferentes países. Si los
beneficios del capital empleado en Yorkshire deban exceder aquellos del
capital empleado en Londres, el capital se movería rápidamente de Londres
a Yorkshire, y se produciría una nivelación del beneficio (Ricardo, 2012, p.
113).8

8
“In one and the same country, profits are, generally speaking, always on the same level; or differ only as the
employment of capital may be more or less secure and agreeable. It is not so between different countries. If the profits

8
Sin embargo, en el sector internacional no ocurre lo mismo. En su ejemplo original, si la
tasa de beneficio inglesa subiera mucho; es decir, si su tasa general de ganancia quedara
por debajo de las tasas de ganancia otros países como Holanda, España o Rusia, el capital
inglés no se desplazaría hacia ellos:
pero si en consecuencia de la disminución de la tasa de producción en las
tierras de Inglaterra, del incremento del capital y de la población, los
salarios deben subir, y los beneficios caer, de ahí no se deduce que el capital
y la población se moverían necesariamente de Inglaterra a Holanda, a
España, o a Rusia, donde los beneficios podrían ser mayores (Ricardo, 2012,
p. 113).9
Veamos un ejemplo más particular sobre la formación de la tasa general de ganancia.
Supóngase que hay tres sectores (A, B y C) de una economía nacional con diferentes tasas
de ganancia (80%, 50% y 30%) (Tabla 2). Las firmas en el sector C emigrarían hacia los
otros sectores, atraídas por sus altas tasas de ganancia.
Tomemos el caso de la entrada de firmas en el sector A. Aquí el arribo de nuevas
firmas aumentaría la competencia, los precios descenderían e igualmente ocurriría con
su tasa de ganancia; supongamos que la tasa descendería hasta 50%. En el sector C
ocurriría lo contrario: la competencia disminuiría, los precios se incrementarían y con
ellos la tasa de ganancia; supongamos que subiera hasta 50%.

TABLA 2: TRES SECTORES CON DISTINTAS TASAS (SECTORIALES) DE GANANCIA

Sector Tasa de ganancia


(%)
A 80
B 50
C 30
Tabla 2. En una situación inicial, se supone que hay tres sectores de la economía. El sector A tiene una rentabilidad
mayor que los restantes B y C.

Estos desplazamientos de capital (entendidos como entrada y salida de firmas) concluye


cuando las distintas tasas de ganancia se nivelan; es decir, cuando se forma una tasa
general de ganancia (50% en nuestro ejemplo), tal como se ilustra en la Tabla 3.

of capital employed in Yorkshire, should exceed those of capital employed in London, capital would speedily move
from London to Yorkshire, and an equality of profits would be affected” (Ricardo, 2012, p. 113).
9
“but if in consequence of the diminished rate of production in the lands of England, from the increase of capital and
population, wages should rise, and profits fall, it would not follow that capital and population would necessarily move
from England to Holland, or Spain, or Russia, where profits might be higher” (Ricardo, 2012, p. 113).

9
TABLA 3: FORMACIÓN DE LA TASA GENERAL DE GANANCIA

Sector Tasa general de ganancia


(%)
A 50
B 50
C 50
Tabla 3. Debido a las diferencias de rentabilidad, se supone que las firmas emigrarán desde los sectores B y C hacia
el sector A y desde el sector B hacia los sectores A y B. Se puede suponer teóricamente que las tasas de ganancia en el
sector A se reducirán hasta el 50% (aumenta la competencia con la entrada de firmas) y que las del sector C aumentarán
hasta el 50% (disminuye la competencia por la salida de firmas). En consecuencia, las tasas individuales de ganancia
podrían converger hacia el 50% (formación de una tasa general de ganancia).

Filosóficamente expresado: Ricardo anticipó el falsador de su teorema (lo que lo


invalidaría). Si hubiera desplazamientos de capital del tipo de entrada de firmas (en este
caso, de entradas de firmas “inglesas” en el mercado “portugués”), entonces el teorema
sería falso. Las consecuencias de haberse comenzado con diferencias en las ventajas
absolutas darían paso a ajustes por vía [1] de la ley del valor y [2] de la nivelación de las
tasas de ganancia (no por vía de las ventajas comparativas).
En contraste con lo que ocurre en el intercambio nacional, lo que individualiza el
comercio internacional es que ese tipo de “movidas nacionales,” en las que se igualan las
tasas de beneficio nacionales, no es legítimo.
En el teorema, el productor inglés permanece de manera forzosa (contra su voluntad)
en su país; suspira impotente ante las (injustas) circunstancias económicas; observa con
frustración la alta productividad de los portugueses y se ve obligado a proseguir con la
producción ineficiente de su vino y su algodón. Lo hará a regañadientes, pero lo hará.
Podría proseguir con la producción de ambos, porque sabe que ningún portugués
irá a Inglaterra a competir con él en su país (y seguramente, sus productores solicitarían
al gobierno inglés medidas proteccionistas contra los productos portugueses).
Los productores de vino y de algodón portugueses también están informados de la
ineficiencia de Inglaterra en ambos bienes. También saben que los inversionistas ingleses
no “llegarán” a Portugal a competir con ellos: saben que su eficiente producción está
salvaguardada por las barreras geográficas. En consecuencia, tanto ingleses como
portugueses permanecerán arraigados a sus lugares de origen. No habrá desplazamientos de
firmas entre los países. Este es el supuesto fundamental del teorema: no habrá entradas
ni salidas de capital entre los países.
Sin embargo, el teorema predice, de manera atónita, [1] que Portugal renunciará a
la producción de algodón, [2] que producirá solo vino y [3] que sustituirá con importaciones
el algodón que dejará de producir. Simétricamente, predice [4] que Inglaterra continuará
produciendo algodón, [5] renunciará a la producción de vino, e [6] importará vino de

10
Portugal. ¿Cómo es posible que se puedan tomar semejantes decisiones tan
contraintuitivas? A primera vista, parece un exabrupto.
La facultad del sentido común no está equipada para entender estas decisiones con
la inmediatez a la que está acostumbrada. Sin un razonamiento más refinado, no es
posible entender cómo es posible que un país que sea más eficiente en la producción de
algodón suspenda su producción y, en cambio, lo importe (lo pague) a costos más
elevados. Tampoco es comprensible un país tan improductivo como Inglaterra consiga
venderle a un país más productivo el mismo bien.
Dicho sea de paso, este es un formidable ejemplo que muestra cómo las teorías
justifican su papel epistemológico en la ciencia: el de enseñarnos a observar la realidad de
una manera mucho más rigurosa. Todos los constructos (conceptos, definiciones,
hipótesis, proposiciones, teorías enteras y argumentos) que forman parte de la ciencia
cumplen la función epistemológica de educarnos para observar los hechos.
Antes de Ricardo, los economistas creían en el criterio de las ventajas absolutas;
coincidían en la forma como el sentido común “observaba” la realidad del comercio
internacional. No estaban equipados para trascender esa analogía; esa intuición.
Observaban la realidad económica (el comercio internacional como hecho) desde el punto
de vista de sus preconcepciones: las del valor absoluto. El teorema de Ricardo nos ha
enseñado a observar la realidad de una manera mucho más rigurosa: expresado de
manera epistemológica, nosotros no observamos con los ojos; vemos con nuestras teorías.

[3] Las ventajas comparativas


Como hemos comenzado a mostrar, el nuevo constructo con el cual debemos observar el
comercio internacional es el de las ventajas comparativas. Producir cualquier mercancía en
cualquier parte del planeta tiene un costo de oportunidad: tanto Inglaterra como Portugal
tienen que renunciar a la producción del otro bien para producir vino o algodón; para
producir vino hay que sacrificar algodón, y viceversa. El teorema nos enseña que quien
tenga el menor costo de oportunidad en la producción de un bien contará con una ventaja
comparativa a su favor en la producción de ese bien.
Para entender esta idea, supóngase que Inglaterra, de forma terca, desairara el
comercio internacional y se empeñara en producir vino: tendría que dedicar mano de
obra para su producción (120 horas-hombre) y esa mano de obra que se dedicaría a la
producción de vino, sería mano de obra que, de no ser por estar ocupada allí, estaría
produciendo algodón (que solo necesita 100 horas-hombre). En consecuencia, Inglaterra
produciría vino no sólo de manera más improductiva que Portugal (lo produce con sólo
80 horas-hombre), sino que para producir su vino necesitaría ocupar 120 horas-hombre
quienes, a su vez, de estar ocupados produciendo algodón, estarían produciéndolo con
menos horas-hombre.

11
[3.1] Comparaciones apropiadas e inapropiadas de la productividad
En las comparaciones entre productividades de países o firmas distintas hay que tener
cuidado. Si cotejamos las horas-hombre que se necesitan entre los dos sectores de
Inglaterra, se puede observar que sólo necesita 100 horas-hombre para producir algodón;
en cambio, demanda 120 horas-hombre para producir una unidad de vino. Entonces,
¿podríamos inferir que Inglaterra es más productiva en algodón que en vino? La
respuesta es negativa; no se pueden comparar ambos procesos; no se pueden comparar
manzanas con peras.
De no tenerse en cuenta esta advertencia, uno podría deslizarse casi de manera
casi imperceptible hacia argumentos erróneos. Afirmar que Inglaterra produzca vino con
120 horas-hombre y comparar esa cifra con “sólo” 100 horas-hombre que se necesitan
para producir algodón no puede implicar que el sector algodonero “sea más productivo”
que el sector vinícola. Tratándose no sólo de dos procesos productivos de naturaleza
distinta, sino de dos productos distintos, no es posible compararlos.
Así como el vino “no es mejor” (“ni peor”) que el algodón, tampoco puede
afirmarse que la producción de un bien en menores horas-hombre lo convierta en más
productivo que otro de naturaleza distinta: producir algodón inglés en 100 horas contra
vino igualmente inglés en solo 120 horas no convierte al algodón en más productivo que
el vino. Veamos algunos ejemplos particulares.
Según ingenieros de la NASA, dependiendo de las complejidades de cada misión,
una nave espacial estadounidense toma entre cuatro y diez años para ser construida; un
automóvil de la marca Toyota “sólo requiere” entre 17 y 18 horas, y 28 millones de lápices
chinos son producidos cada 24 horas.10 Si pudiéramos comparar productividades de
bienes distintos, entonces la fabricación de naves espaciales ilustraría el caso de uno de
los procesos más “improductivos” del planeta y las fábricas chinas de lápices serían las
más productivas entre los tres sectores. Estas comparaciones son absurdas, pues la
construcción de un cohete no sólo es un proceso muy distinto, sino uno mucho más
complejo que otros.
Todavía queda un problema por resolver: ya se observó que el teorema predice
que Inglaterra terminará especializándose en algodón y que abandonará la producción
de vino. Recuérdese que en términos absolutos Portugal produce el algodón “más
barato” (allá solo se necesitan 90 horas-hombre), mientras que en Inglaterra cuesta 100
horas-hombre producirlo.
Sin embargo, a pesar de que Portugal tiene las ventajas absolutas en ambos bienes
a su favor, el teorema predice que Inglaterra no abandonará la producción de algodón; a
pesar de ser más improductiva que Portugal, no sólo seguirá produciendo algodón

10
Ver algunas cifras “aleatorias” al respecto: http://discovermagazine.com/2007/may/20-things-you-didnt-know-
about-pencils, http://www.toyota.co.jp/en/kids/faq/b/01/06/, https://www.quora.com/How-long-does-it-take-to-build-
a-spaceship.

12
(usando 100 horas-hombre), sino que se especializará en su producción. Y, quizás “más
increíblemente,” a Portugal le convendrá comprarle algodón a Inglaterra; un algodón que
es más improductivo (y más caro) que el suyo propio. Dice Ricardo:
Para producir el vino en Portugal, podría necesitarse el trabajo de 80
hombres por año, y para producir el algodón en el mismo país, podría
necesitar el trabajo de 90 hombres en el mismo tiempo. En consecuencia,
sería ventajoso para Portugal exportar vino e intercambiarlo por algodón.
Este intercambio incluso podría llevarse a cabo, a pesar de que la mercancía
importada por Portugal pudiera producirse allá con menos horas hombre
que en Inglaterra. Aunque Portugal podría fabricar la tela con el trabajo de
90 hombres, la importaría de un país donde requería el trabajo de 100
hombres para producirla, porque le sería ventajoso emplear su capital en la
producción de vino, para lo cual obtendría más algodón de Inglaterra, de
lo que podría producir desviando una parte de su capital del cultivo de vino
a la fabricación de tela (Ricardo, 2012, p. 114).11
Como se afirmó hace un momento, que Portugal produzca algodón con solo 90 horas-
hombre, renuncie a la producción de ese algodón tan productivo y decida comprar un
algodón que cuesta el trabajo de 100 horas-hombre inglesas (contra el suyo de 90) es muy
contraintuitivo. ¿Por qué a Portugal le conviene abandonar la producción de su algodón
y comprarlo a un precio más elevado en Inglaterra? La respuesta está en su misma
economía, y he aquí la idea crucial de Ricardo.
Sin embargo, antes de examinar la respuesta ricardiana a esta paradoja,
continuemos con el ejercicio mental de suponer que Portugal intentara violar de manera
premeditada las consideraciones del costo de oportunidad; es decir, que de manera
obstinada se empeñara en continuar produciendo algodón (al notar que es más
productivo que Inglaterra). Con ello, no podría evitar el problema de tener que dedicar
mano de obra para su producción (que exige 90 horas-hombre); estaría desviando
recursos desde el sector vinícola hacia el algodonero. Esa mano de obra que se dedicaría
a la producción de algodón, sería mano de obra que, de no ser por estar ocupada allí
(produciendo algodón), estaría produciendo vino (con solo 80 horas-hombre).
En consecuencia, a pesar de que Portugal sea más productivo que Inglaterra
produciendo algodón, lamentablemente, tiene un alto costo de oportunidad (1,125), pues

11
“To produce the wine in Portugal, might require only the labour of 80 men for one year, and to produce the cloth in
the same country, might require the labour of 90 men for the same time. It would therefore be advantageous for her to
export wine in exchange for cloth. This exchange might even take place, notwithstanding that the commodity imported
by Portugal could be produced there with less labour than in England. Though she could make the cloth with the
labour of 90 men, she would import it from a country where it required the labour of 100 men to produce it, because
it would be advantageous to her rather to employ her capital in the production of wine, for which she would obtain
more cloth from England, than she could produce by diverting a portion of her capital from the cultivation of vines to
the manufacture of cloth” (Ricardo, 2012, p. 114).]

13
para producir algodón tiene que sacrificar 90 horas-hombre y está dejando de emplearlas en
la producción de vino. De esas 90 horas-hombre, con solo 80 producirían vino y, además,
producirá una fracción superior de vino con las otras 10 horas-hombre restantes.
La Figura 4 ilustra intuitivamente el concepto de costo de oportunidad como
sacrificio. Si se supone que se le da luz verde a la contratación de un nuevo trabajador
para producir algodón (o uno que estaba produciendo vino se desplaza al sector
algodonero), entonces tendrá que dedicar 90 hh para su producción. Sin embargo, eso
implica que tendrá que sacrificar algo de producción de vino.
En la parte inferior de la figura (con llaves de color verde), podemos representar
el sacrificio de vino cuando está dedicando 90 horas-hombre para producir algodón. Hay
dos partes: [1] durante las primeras 80 hh, hubiera producido una unidad de vino; sin
embargo, [2] para producir la unidad de algodón, necesita continuar trabajando otras 10
hh. En total, necesita dedicar 90 hh para producir algodón. Esas 90 hh son una proporción
de lo que hubiera producido en el sector del vino: 90/80 = 1,125. Es decir, al producir
algodón sacrifica 1,125 unidades de vino; deja de producir 1,125 unidades de vino. La
fórmula matemática es la siguiente:
90 ℎℎ (𝑎𝑙𝑔𝑜𝑑ó𝑛)
𝑐𝑜𝑠𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑜𝑝𝑜𝑟𝑡𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑔𝑜𝑑ó𝑛 = = 1,125
80 ℎℎ (𝑣𝑖𝑛𝑜)

FIGURA 4: ILUSTRACIÓN GRÁFICA DEL COSTO DE OPORTUNIDAD DEL ALGODÓN EN TÉRMINOS DE


VINO

vino
10 20 30 40 50 60 70 80
(80 horas-hombre)

algodón
10 20 30 40 50 60 70 80 90
(90 horas-hombre)

80/80 + 10/80

1 + 0,125

Costo de oportunidad del algodón: 1,125

Figura 4. Hay dos opciones: que el nuevo trabajador se destine a producir algodón o vino. Si la decisión consiste en
producir una unidad de algodón, las 90 hh que se necesitan para producirla se dividen en dos partes. [1] En 80 hh
produciendo algodón, hubiera producido una unidad de vino (ya está sacrificando una unidad de vino;
proporcionalmente: 80/80 = 1) y [2] tiene que continuar trabajando 10 horas adicionales para terminar de producir la
unidad de algodón (continúa el sacrificio de vino; proporcionalmente: 10/80 = 0,125). La suma total del sacrificio (las
unidades de vino que dejaron de producirse: 90 hh = 80 + 10) es el costo de oportunidad. Es una proporción en relación
con el vino: costo de oportunidad de producir una unidad de algodón = 90/80 = 1,125 unidades de vino o, lo que es lo
mismo: 1 + 0,125.

14
FIGURA 5. ILUSTRACIÓN GRÁFICA DEL COSTO DE OPORTUNIDAD DEL VINO EN TÉRMINOS DE
ALGODÓN

vino
10 20 30 40 50 60 70 80
(80 horas-hombre)

80/90

Costo de oportunidad del vino: 0,89

algodón
10 20 30 40 50 60 70 80 90
(90 horas-hombre)

Figura 5. Hay dos opciones: que el nuevo trabajador se destine a producir algodón o vino. Si la decisión consiste en
producir una unidad de vino, las 80 hh que se necesitan para producirla implican que en esas 80 hh produciendo vino,
hubiera dejado de producir una cierta proporción de algodón (estaría sacrificando proporcionalmente: 80/90 = 0,89).
Es decir, está sacrificando únicamente el 89% de una unidad de algodón (0,89) y este es el costo de oportunidad del
vino en términos del algodón. Es una proporción en relación con el algodón: costo de oportunidad de producir una
unidad de vino = 80/90 = 0,89 unidades de algodón o, lo que es lo mismo: 89% de una unidad de algodón.

En contraste, la Figura 5 ilustra intuitivamente el concepto de costo de


oportunidad del vino en términos de algodón. Si se supone que esta vez se le da luz verde
a la contratación de un nuevo trabajador para producir vino (o uno que estaba
produciendo algodón se desplaza al sector vinícola), entonces tendrá que dedicar
únicamente 80 hh para su producción. Sin embargo, eso implica que tendrá que sacrificar
algo de producción de algodón.
En la parte superior de la figura (con llaves de color verde), podemos representar
el sacrificio de algodón cuando está dedicando 80 horas-hombre para producir vino.
Durante las 80 hh, hubiera producido una proporción de algodón. Es decir, 80 hh es una
proporción del sacrificio de algodón. Costo de oportunidad del vino en términos de
algodón = 80/90 = 0,89 = 89%. Esto significa que al dedicar 80 horas-hombre a la
producción de vino, dejó de producir el 89% de una unidad de algodón. El costo de
oportunidad del vino en términos del algodón se define de la siguiente manera.

90 ℎℎ (𝑣𝑖𝑛𝑜)
𝑐𝑜𝑠𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑜𝑝𝑜𝑟𝑡𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒𝑙 𝑣𝑖𝑛𝑜 = = 1,125
80 ℎℎ (𝑎𝑙𝑔𝑜𝑑ó𝑛)

Como el teorema muestra, no es “lógico” que Portugal produzca algodón (que exige 90
horas-hombre), pues tiene que renunciar a producir 1,125 unidades de su vino (que solo
exige 80 horas-hombre). No es “lógico” que renuncie a producir vino (que solo necesita
80 horas-hombre) para ponerse a producir algodón (que exige 90 horas-hombre). No es
“lógico” transferir recursos de sectores con menores costos de oportunidad a sectores con

15
altos costos de oportunidad. En consecuencia, es más racional dejar de producir algodón y
dedicar toda su mano de obra nacional (170 horas-hombre) a la producción de vino (técnicamente
expresado: es más racional destinar los recursos en aquellos bienes en los que el costo de
oportunidad de producirlos sea más bajo). A pesar de que Portugal tenga las ventajas
absolutas a su favor; a pesar de ser más productivo que Inglaterra en ambos bienes,
renunciará a la producción de algodón. Así lo reafirma Ricardo:
Si Portugal no tuviera conexión comercial con otros países, en lugar de
emplear una gran parte de su capital e industria en la producción de vinos,
con lo que ella compra para su propio uso de algodón y ferretería de otros
países, ella hubiera sido obligada a dedicar una parte del capital a la
manufactura de esas mercancías, que ella hubiera obtenido probablemente
tanto de inferior calidad como de cantidad (Ricardo, 2012, p. 113).12

TABLA 4: COSTO DE OPORTUNIDAD (C. O.) EN CADA PAÍS (LO QUE CADA UNO SACRIFICA)

Portugal deja de Inglaterra deja


producir de producir
c.o. del 0,89
c (80/90) de 1,20 (120/100)
vino algodón
v de algodón
c.o. del 1,125 (90/80) de 0,83
c (100/120)
algodón vino dev vino
Tabla 4. Portugal sacrifica 0,89 unidades de algodón para producir vino y 1,125 de vino para producir algodón;
Inglaterra sacrifica 1,20 unidades de algodón para producir vino y 0,83 para producir vino.

TABLA 5: COSTO DE OPORTUNIDAD (C.O.) EN CADA PAÍS EN RELACIÓN CON LA UNIDAD

Portugal deja de producir Inglaterra deja de producir


c.o. del vino 0,89
c (una fracción de algodón)
1,20 (más de una unidad de
v algodón)
c.o. del algodón 1,125 (más de una unidad de vino) 0,83
c (una fracción de vino)
Tabla 5. Los mejores costos de oportunidad en cada país son menores a la unidad.
v

En la Tabla 4 se observa que el costo de oportunidad del vino en Portugal (0,89) es menor
que el de la producción de algodón (portugués) y que el del algodón inglés (0,83) es
menor en relación con el del vino (inglés). La Tabla 5 resalta el simple hecho de las cifras
de los costos de oportunidad son menores o superiores a 1.

12
“If Portugal had no commercial connection with other countries, instead of employing a great part of her capital and
industry in the production of wines, with which she purchases for her own use the cloth and hardware of other
countries, she would be obliged to devote a part of that capital to the manufacture of those commodities, which she
would thus obtain probably inferior in quality as well as quantity” (Ricardo, 2012, p. 113).

16
En consecuencia, podría afirmarse que aun antes de que se inicie el intercambio
comercial entre ambos países, hay que considerar el costo de oportunidad de la
producción de sus bienes. Cuando se toma en cuenta el costo de oportunidad, es decir, a
lo que tenemos que renunciar para producir algo, dado que estamos usando y sacrificando
recursos, no es lógico que transfiramos recursos de sectores con costos de oportunidad
más bajos a sectores con costos de oportunidad más altos. Técnicamente expresado: es
irracional que usemos recursos en sectores con costos de oportunidad muy altos; lo más
racional es que concentremos los recursos en sectores que cuenten con costos de
oportunidad más bajos. Es mejor sacrificar menos.
Cuando se establece el comercio internacional, el resultado final del teorema es el
siguiente (ver Tabla 6):
[1] Portugal se especializará en vino (el costo de oportunidad de su vino es
más bajo: 0,89; sacrifica menos horas-hombre). (Es más bajo que el de
producir algodón: 1,125).
Es racional contratar más horas-hombre en el sector vinícola, que ocupar
horas-hombre en el sector algodonero. No tiene sentido sacrificar horas-
hombre (que estarían produciendo vino) asignándoles el trabajo de
cosechar el algodón con sacrificios más altos. También hay que recordar
que la productividad del vino portugués no ha variado en absoluto;
antes y después del intercambio comercial internacional continúa
siendo la misma: una unidad de vino sigue produciéndose con 80 horas-
hombre.
[2] Portugal renunciará a la producción de algodón (el costo de oportunidad
del algodón portugués es muy alto: 1,125; sacrifica más horas-hombre). (Es
más alto que el de producir vino: 0,89).
Es racional no contratar horas-hombre en el sector algodonero, que es el
sector con más alto costo de oportunidad. Lo inteligente es transferirlos
al sector con menores costos de oportunidad como el vinícola.
[3] Inglaterra se especializará en algodón (el costo de oportunidad de su
algodón es más bajo: 0,83; sacrifica menos horas-hombre). (Es más bajo que
el de producir vino: 1,20).
Es racional contratar más horas-hombre en el sector algodonero, que es
el sector con un menor costo de oportunidad, que estar empleando
horas-hombre en el sector vinícola. No tiene sentido sacrificar
trabajadores (que estarían produciendo algodón) empleándolos en la
producción del vino inglés que obliga a sacrificar más horas-hombre.
Al igual que en el caso de la especialización portuguesa en vino, aquí
también hay que recordar que la productividad del algodón inglés no
ha variado en absoluto; antes y después del intercambio comercial

17
internacional continúa siendo la misma: una unidad de algodón sigue
produciéndose con 100 horas-hombre.
[4] Inglaterra renunciará a la producción de vino (el costo de oportunidad
de su vino es más alto: 1,20; sacrifica más horas-hombre). (Es más alto que
el de producir algodón: 0,83).
Es racional no emplear horas-hombre en el sector vinícola, que es el
sector con mayor costo de oportunidad. Lo racional es transferirlos al
sector con menor costo de oportunidad que es el del algodón inglés.
Los países dedican sus factores de producción de la forma más beneficiosa posible y, al
hacerlo, no sólo se favorecen de manera individual, sino socialmente. Este criterio es el
responsable de explicar la especialización de cada país:
Bajo un sistema de perfectamente de libre comercio, cada país dedica
naturalmente su capital y trabajo a los empleos que son los más beneficiosos
para cada uno. La consecución de esa ventaja individual está
admirablemente conectada con el bien universal del todo. Al estimular la
industria, al recompensar el ingenio, y al usar más eficazmente los poderes
peculiares otorgados por la naturaleza, distribuye el trabajo más
eficientemente y más económicamente: mientras que, al incrementar la
masa general de producciones, difunde el beneficio general, y se junta con
un lazo común de interés e intercambios, la sociedad universal de nacional
a través del mundo civilizado. Este es el principio que determina que el vino
debe ser fabricado en Francia y Portugal, que el maíz debe crecer en
América y Polonia, y que la ferretería y otros bienes deben manufacturarse
en Inglaterra (énfasis añadido, Ricardo, 2012, p. 113).13
Las advertencias para el caso inglés incluidas en cuanto a comparar supuestamente la
“mayor productividad” del algodón con el vino siguen siendo necesarias, pues hay
algunos autores de textos de economía (y de contribuciones en internet) que intentan
explicar que lo que decide la especialización inglesa (en algodón, por ejemplo), y lo que
decide el resultado del teorema, es la comparación entre el costo de oportunidad del
algodón inglés con el costo de oportunidad del algodón portugués, lo que es problemático
e incluso podría afirmarse que es [1] irregular e [2] irrelevante.

13
“Under a system of perfectly free commerce, each country naturally devotes its capital and labour to such
employments as are most beneficial to each. This pursuit of individual advantage is admirably connected with the
universal good of the whole. By stimulating industry, by rewarding ingenuity, and by using most efficaciously the
peculiar powers bestowed by nature, it distributes labour most effectively and most economically: while, by increasing
the general mass of productions, it diffuses general benefit, and binds together by one common tie of interest and
intercourse, the universal society of nations throughout the civilized world. It is this principle which determines that
wine shall be made in France and Portugal, that corn shall be grown in America and Poland, and that hardware and
other goods shall be manufactured in England” (Ricardo, 2012, p. 113).

18
Es irrelevante, pues si bien es cierto que el costo de oportunidad del vino portugués
(0,89) es más bajo que el costo de oportunidad del vino inglés (1,20) no es esa diferencia la
que decidió la especialización de Portugal en vino; la base para esa decisión (portuguesa)
fue el hecho de que el costo de oportunidad del vino portugués (0,89) es más bajo que el
costo de producción de su propio algodón (1,125); fue la comparación entre 0,89 contra 1,125
(ambos en Portugal) y no la de 0,89 (portugués) contra 1,20 (inglés).
Inversamente, lo que explica la especialización de Inglaterra en algodón no es la
comparación entre su costo de oportunidad algodonero (0,83) contra el costo del algodón
portugués (1,125). La base para su especialización fue la comparación interna, nacional,
de su costo de oportunidad del algodón (0,83) contra el costo de oportunidad de su propio
vino (1,20).
Es irregular, pues piénsese detenidamente el concepto de costo de oportunidad del
vino portugués, por ejemplo. ¿Qué quiere decir “costo de oportunidad del vino
portugués”? Según el concepto de costo de oportunidad y de ventaja relativa, quiere decir
una sola cosa: sacrificio; ¡pero cuidado! es lo que los vinícolas portugueses sacrifican para
producir vino portugués (cuando están produciendo algodón); no lo que los ingleses
sacrifican para producir el vino inglés (cuando los portugueses están produciendo
algodón); el sacrificio del portugués es portugués, no inglés. Lo que los vinícolas ingleses
sacrifiquen en sus viñedos es irrelevante para lo que los portugueses sacrifiquen en su
país. El costo de oportunidad, la ventaja comparativa, mide el propio sacrificio nacional;
lo que me cuesta a mí producir algo.
En consecuencia, el costo de oportunidad es idiosincrático a cada agente económico;
no tiene algo que ver con lo que las otras personas sacrifiquen en sus propias (y otras
ajenas) vidas. Por ejemplo, leer este artículo tiene un costo de oportunidad específico
(para un lector particular de este artículo); es irregular e irrelevante lo que otro lector esté
sacrificando al leer este mismo artículo. Además, los sacrificios de cada lector son
distintos. Como son idiosincráticos, lo que cada lector sacrifique dependerá
exclusivamente de su propia inteligencia, formación y capacidad de entendimiento de
largos argumentos. Estas capacidades son irrelevantes a las capacidades del otro lector.
¿Qué gano con saber lo que otra persona está sacrificando cuando hace lo mismo
que yo? Nada. ¿Qué gana la otra persona con saber lo que yo estoy sacrificando en la
misma actividad? Nada. Nada, para propósitos económicos. En estos momentos hay
astronautas sacrificando actividades en sus entrenamientos y hombres de negocios
sacrificando tiempo compartido con sus familias; todos siempre sacrificamos. De manera
simétrica, lo que los portugueses hayan sacrificado para producir su vino es irrelevante
para lo que los ingleses hayan sacrificado para producir su propio e improductivo vino
inglés.
El motivo por el cual Portugal terminara renunciando a la producción de algodón
fue el alto costo de oportunidad que representaba para el país su producción; fue la

19
comparación entre el costo de oportunidad de su vino con el costo de oportunidad de su
algodón. Ambos sacrificios fueron nacionales. No fue la comparación entre su costo de
oportunidad de producir algodón con el costo de oportunidad del algodón inglés; de
haber sido así, entonces Portugal no hubiera renunciado a la producción de algodón, pues
su costo de oportunidad fue menor que el costo de oportunidad del algodón inglés. No
fue la comparación entre Portugal e Inglaterra la responsable de su especialización.
Si se comparara (internacionalmente) el sacrificio portugués con el inglés, entonces
se necesitaría un gobernante “universal” quien sí podría sacar provecho de esa
información y podría considerar que sería mejor decidirse por la producción de un bien
en un país con el menor costo de oportunidad del planeta.

[4] El resultado final del teorema desde el punto de vista de la ley del
valor
Ahora examinemos las consecuencias en cuanto a la relación de intercambio cuando se
establece el comercio internacional:
●Portugal vende vino, que empleó 80 horas-hombre, y recibe algodón
inglés que costó el trabajo de 100 horas-hombre (le conviene: entrega el
trabajo de sólo 80 horas-hombre y recibe el de 100: recibe más trabajo del
que entrega), y usa de manera eficiente su mano de obra en la producción
de vino. Se viola la ley del valor.
●Inglaterra también registra un intercambio desigual: vende su algodón,
que empleó 100 horas-hombre, y recibe vino portugués que empleó 80
horas-hombre (es decir, entrega el trabajo de 100 horas-hombre y recibe el
de 80). Igualmente viola la ley del valor.
Obsérvese que en ambos casos hay un intercambio entre valores no equivalentes, pues lo
que decide la eficiencia, y la sobrevivencia en el mercado mundial, no es el intercambio
entre valores equivalentes, sino el costo de oportunidad de cada productor en cada país.

FIGURA 6: NO SE CUMPLE LA LEY DEL VALOR EN EL INTERCAMBIO ENTRE VINO PORTUGUÉS Y


ALGODÓN INGLÉS

x vino portugués ≠ y algodón inglés


 
80 hh. 100 hh.
Figura 8. Si el intercambio internacional se hiciera según el criterio del intercambio (nacional) entre valores
equivalentes, una unidad de vino no podría intercambiarse con una unidad de algodón.

A Portugal le conviene el intercambio desigual pues recibe más trabajo del que entrega.
A Inglaterra también le conviene el intercambio desigual: aun cuando entrega 100 horas
y recibe 80 (nacionalmente sería inaceptable entregar más de lo que recibe), aun así,

20
acepta este intercambio, “se deja robar” en el intercambio, “le conviene que le roben”,
porque es más racional recibir vino que empleó solo 80 horas-hombre portugueses que
tener que emplear 120 horas-hombre inglesas para obtener vino inglés.
La conclusión es que aun cuando Portugal tiene la ventaja absoluta en ambos
bienes, sin embargo, solo tiene la ventaja relativa (comparativa) en vino; Inglaterra no
tiene ninguna ventaja absoluta, pero sí una ventaja relativa en la producción de algodón
y, por último, ambos países se benefician del comercio internacional bajo dos condiciones:
que sea libre y que no haya movilidad de capital entre ellos. Veamos las citas originales
de Ricardo; primero, en cuanto al intercambio “desigual” de valores:
Así, Inglaterra daría el producto del trabajo de 100 horas-hombre por el
producto del trabajo de 80. Tal intercambio no podría tener lugar entre
individuos del mismo país. El trabajo de 100 ingleses no puede entregarse
por aquel de 80 ingleses, pero el producto del trabajo de 100 ingleses puede
ser entregado por el producto del trabajo de 80 portugueses, 60 rusos o 120
de la Indias orientales. La diferencia en este respecto, entre un país singular
y muchos, es explicada fácilmente al considerarse la dificultad como el
capital se desplaza de un país a otro para buscar un empleo mucho más
beneficioso, y la actividad con la cual pasa invariablemente de una
provincia a otra en el mismo país (Ricardo, 2012, p. 114).14
En cuanto a la nivelación de la general de ganancia, Ricardo insistió en que para que los
capitalistas ingleses sería mucho más beneficioso poder desplazarse a Portugal, invertir
allá y sacar provecho de las mejores condiciones en la producción de vino y algodón. Ese
desplazamiento también beneficiaría a los consumidores portugueses e ingleses, pues la
competencia de los ingleses haría descender los precios del vino y del algodón. Todas
estas consecuencias del desplazamiento estarían regidas por la nivelación de la tasa
general de ganancia.
Indudablemente sería ventajoso para los capitalistas de Inglaterra, y para
los consumidores de ambos países, que, bajo tales circunstancias, el vino y
el algodón deberían ser hechos en Portugal, y por lo tanto que el capital y
el trabajo de Inglaterra fuera empleado en hacer algodón, haber sido
removido a Portugal para ese propósito. En ese caso, el valor relativo de
estas mercancías sería regulado por el mismo principio, como si uno fuera
producido en Yorkshire, y el otro en London: y en todos los otros casos, si

14
“Thus, England would give the produce of the labour of 100 men, for the produce of the labour of 80. Such an
exchange could not take place between the individuals of the same country. The labour of 100 Englishmen cannot be
given for that of 80 Englishmen, but the produce of the labour of 100 Englishmen may be given for the produce of the
labour of 80 Portuguese, 60 Russians, or 120 East Indians. The difference in this respect, between a single country
and many, is easily accounted for, by considering the difficulty with which capital moves from one country to another,
to seek a more profitable employment, and the activity with which it invariably passes from one province to another
in the same country” (Ricardo, 2012, p. 114).

21
el capital se desplazara libremente hacia aquellos países en los cuales
pudiera ser empleado mucho más beneficiosamente, no podría haber
diferencia en la tasa de beneficio, y ninguna otra diferencia en precio real o
del trabajo de las mercancías, que la cantidad adicional requerida para
llevarlas a los diversos mercados donde se venderían (Ricardo, 2012, p.
114).15

[5] El método “indirecto” de producir un bien en el que se tiene un


alto costo de oportunidad
Esto nos conduce a otra forma equivalente de evaluar los beneficios del comercio
internacional: la de considerar la falta de producción del bien al que se renuncia (Portugal
renuncia a producir algodón) como si lo estuviera produciendo “indirectamente”; como
si estuviera dando un “gran rodeo” para “producirlo”.
En otras palabras, Portugal renunció al algodón, pero lo está obteniendo por vía
indirecta: lo está comprando por la vía de la especialización en vino y el intercambio por
algodón inglés. Es como si “lo hubiera producido” después de un paso previo (y
adicional): [1] después de haber renunciado a producir domésticamente su algodón (al
costo elevado de 1,125), [2] después de haberse especializado en vino (produciéndolo a
0,89) y [3] después de haberlo intercambiado por algodón portugués (que tiene un costo
de oportunidad de 0,83). Así, “produjo” algodón por vía indirecta.
Lo mismo puede afirmarse del caso inglés. Renunció a producir vino (muy
costoso: 1,20), se especializó en algodón (bajo costo de oportunidad: 0,83), se lo vendió a
Portugal y obtuvo vino portugués. Así, “produjo” vino indirectamente: por vía de
producir algodón inglés para intercambiarlo por vino portugués.
Obsérvese que la forma de producción indirecta de los bienes a los que se renuncia
es mucho más eficiente que haberlos producido domésticamente. El método “indirecto”
implica costos de oportunidad menores. Para Portugal fue mejor adquirir algodón inglés
(en Inglaterra “costó” 0,83) que haberlo producido en el país (a 1,125).
Además, con 80 horas-hombre de vino portugués, se están comprando 100 horas-
hombre de algodón inglesas. Si los portugueses hubieran dedicado (invertido) 90 horas
de trabajo para producir algodón, entonces hubieran producido una unidad de algodón;
pero hubieran tenido que despojárselas al sector vinícola; hubieran tenido que sacrificar
no sólo 80 horas (con las que hubieran producido una unidad de vino), sino que hubieran
15
“It would undoubtedly be advantageous to the capitalists of England, and to the consumers in both countries, that
under such circumstances, the wine and the cloth should both be made in Portugal, and therefore that the capital and
labour of England employed in making cloth, should be removed to Portugal for that purpose. In that case, the relative
value of these commodities would be regulated by the same principle, as if one were the produce of Yorkshire, and
the other of London: and in every other case, if capital freely flowed towards those countries where it could be most
profitably employed, there could be no difference in the rate of profit, and no other difference in the real or labour
price of commodities, than the additional quantity of labour required to convey them to the various markets where
they were to be sold” (Ricardo, 2012, p. 114)].

22
sacrificado el equivalente a las otras 10 horas (80+10). Fue preferible haber comprado el
algodón inglés: con 80 horas de trabajo inglés (produciendo vino) compró 100 horas de
trabajo portugués. Fue mejor comprar algodón inglés que producirlo nacionalmente.

TABLA 6: SITUACIÓN FINAL (LA PREDICCIÓN DEL TEOREMA)

Portugal se especializa Inglaterra se especializa


en vino en algodón
Vino 80c x
Algodón xv 100
c
v
Tabla 6. El teorema predice que la situación final es una en la que Portugal se especializa en vino e Inglaterra en
algodón.

La Tabla 6 muestra el resultado final: a pesar de que al comienzo Portugal tenía la ventaja
absoluta en la producción de ambos bienes, terminó renunciando a la producción de su
algodón y especializándose en vino. Inglaterra, a pesar de no ser tan productivo como
Portugal, terminó produciendo su “improductivo” algodón y renunció a la de vino (lo
que es más obvio).
Con comercio internacional, si Portugal renuncia a producir algodón, dedica todas
sus horas-hombre a la producción de vino y lo intercambia por algodón inglés, ahora
tendríamos:
2,125QV

170 hrs. (80 + 90)
Con ellas, puede consumir 2,125 unidades de algodón inglés (que cuestan 100 horas-
hombre cada unidad). Las compra más caras (100 horas-hombre inglesas, en lugar de 90
horas-hombre portuguesas), pero al especializarse en vino puede compensar la pérdida
con la producción (y venta) de más vino. Es como su hubiera “producido” algodón
indirectamente: renunciado a la producción de algodón portugués, especializándose en
vino portugués e intercambiándolo por algodón inglés. Pierde 11 (100-89) horas-hombre
por cada unidad de algodón inglés que compra, pero gana más que produciéndolo en
Portugal: ahora produce 2,125 unidades de vino y consume más algodón; produce y
consume más.

[6] Un caso particular: Intensificación de la ventaja absoluta de la


producción de vino en Portugal
¿Qué pasaría si la productividad de vino portugués aumentara aún más? ¿Qué pasaría si
Portugal se volviera aún más productivo produciendo vino? Obviamente, aumentaría su
ventaja absoluta en vino; y la ventaja relativa del algodón con respecto a su vino también
aumentará de 1,125 a 1,5.

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Ahora, más que antes, se justifica que se especialice en vino y, con más razón, pues
le conviene dedicar horas-hombre a producir vino que dedicarlas a la producción de
algodón (con costo de oportunidad más alto), que, aun cuando continúa requiriendo los
mismos 90 horas-hombre, ahora el costo de oportunidad de producir algodón es mucho
más alto que antes: 1,50. Es decir, por cada hora-hombre dedicada a producir algodón,
dejaría de producir 1,50 unidades de vino.
Como se observará más adelante, este es el caso del outsourcing internacional: si
una firma portuguesa mejorara su productividad en vino (y si con la contratación de
factores de producción más baratos en otros países la aumentara). Esa firma se haría más
competitiva en Portugal. Sus competidores portugueses se verán en problemas con la
nueva ventaja absoluta del productor de vino de esa firma portuguesa.
Obsérvese que las decisiones en Inglaterra continuarían intactas. Seguiría
produciendo algodón y comprando vino portugués. Ahora continuaría entregando el
trabajo de 100 horas-hombre, pero recibiría solo el de 60; aceptaría este intercambio
desigual, pues la única alternativa que le quedaría disponible sería la de comenzar a
producir su propio vino, el cual le costaría el trabajo de 120 horas-hombre. Una posible
consecuencia consistiría en que los frutos del progreso técnico de Portugal no se
transferirían necesariamente a Inglaterra, sino que permanecerían en Portugal. Portugal
continuaría recibiendo el trabajo de 100 horas-hombre inglesas, pero entregaría solo el
trabajo de 60 horas-hombre, e incluso podría “encarecer” el precio del vino: podría
intentar venderlo como equivalente al trabajo anterior de 80 horas-hombre y continuaría
recibiendo la misma cantidad de horas inglesas. Estas son otras posibilidades para
examen posterior.

TABLA 7: SITUACIÓN INICIAL: PORTUGAL INTENSIFICA SU PRODUCTIVIDAD EN VINO

Portugal Inglaterra
requiere: requiere:
Vino (horas- 60
c 120
hombre) v
Algodón 90 100
c
(horas-hombre) v
Tabla 7. Si Portugal intensificara su productividad en vino, ahora solo necesitaría 60 horas-hombre para producir una
unidad de vino.

En la Tabla 7 se supone que Portugal aumentó aún más su productividad en el sector


vinícola: pasó de producir una unidad de vino en 80 horas-hombre a una unidad en solo
60 horas-hombre.

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TABLA 8: COSTO DE OPORTUNIDAD (C.O.) EN CADA PAÍS: LO QUE CADA UNO SACRIFICA

Portugal deja de producir Inglaterra deja de producir


c.o. del vino 0,66
c (60/90) de algodón 1,20 (120/100) de algodón
c.o. del algodón 1,50
c (90/60) de vino
v 0,83 (100/120) de vino
Tabla 8. En el caso en quev Portugal intensificara aún más su productividad, el costo de oportunidad del vino en
términos de algodón bajaría más (a 0,66) y la ventaja comparativa sería mucho mejor, pues solo estaría sacrificando
0,66 horas-hombre de algodón portugués. A su vez, el costo de oportunidad de producir algodón sería mayor, con lo
cual sería un refuerzo a la decisión de no producir algodón portugués.

La Tabla 8 muestra cómo los costos de oportunidad en Portugal se modificaron al haber


aumentado su productividad en el sector vinícola. Ahora el costo de oportunidad del
vino pasó a 0,66 y el del algodón a 1,50.

TABLA 9: COSTO DE OPORTUNIDAD (C.O.) EN CADA PAÍS EN RELACIÓN CON LA UNIDAD

Portugal deja de producir Inglaterra deja de producir


c.o. del vino 0,66 (una fracción de algodón) 1,20 (más de una unidad de
vino)
c.o. del algodón 1,50 (más de una unidad de vino) 0,83 (una fracción de algodón)
Tabla 9. Los mejores costos de oportunidad de los bienes continúan siendo menores que la unidad.

La Tabla 9 destaca la circunstancia de que los costos de oportunidad sean menores o


mayores que la unidad.

TABLA 10: SITUACIÓN FINAL (PREDICCIÓN DEL TEOREMA)

Portugal se especializa en vino Inglaterra se especializa en algodón


Vino 60c x
Algodón xv 100
c
Tabla 10. Portugal continúa manteniendo su ventaja comparativa y la refuerza. En Inglaterra
v su costo de oportunidad
permanece estable, pues se supone que su productividad no se modificó.

La Tabla 10 es el resultado final de la nueva situación (después de que Portugal aumentó


aún más su productividad de vino.

[7] El cálculo del costo de oportunidad: El criterio de los factores


(inputs) vs. el criterio de las cantidades producidas (output)
Supóngase un aumento de la productividad del trabajo en un 100%; puede expresarse de
dos maneras distintas (en sus extremos): producir la misma cantidad de bienes (que antes
del aumento) en la mitad del tiempo de trabajo actual, o producir la doble cantidad de

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bienes (actuales) en el mismo tiempo de trabajo que antes. En la Figura 9 se pueden
expresar ambas relaciones equivalentes.

FIGURA 7: AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE A

xA o 2xA vs. xA (antes del aumento)


  
40 hh. 80 hh. 80 hh.
Figura 9. El aumento de la productividad de A se puede expresar de dos maneras equivalentes: que se produzca la
misma cantidad en menor tiempo o que se produzca el doble en el mismo tiempo.

En el primer caso, nos estamos enfocando en ocurrido con una atención dirigida hacia la
disminución del factor de producción trabajo (es una variante de inputs: el trabajo
requerido disminuyó de 80 a 40 hh. por unidad); en el segundo, la mejora tecnológica se
enfatiza con la cantidad de bienes que arroja el aumento de la productividad (variante de
cantidad de bienes finales producidos: la cantidad de bienes que antes se producía en 80
h. ahora aumentó al doble, a 2xA). El costo de oportunidad vinculado a cada una de las
variables también tiene sus matices.

[7.1.] El costo de oportunidad desde el punto de vista de los factores


de producción (inputs)
En el caso de una visión desde los factores (inputs), cada aumento de una hora-hombre
—o cada contratación de un empleado adicional— implica que ese nuevo recurso está
sacrificando otro que estaba usándose en (o que iba dirigido hacia) otro sector de la
economía. Así, en el ejemplo anterior, un costo de oportunidad del trabajo en la
producción de algodón portugués de 1,125 implica que, si se quisiera contratar un
empleado adicional en el sector algodonero, se tendría que transferir un empleado que
estaba trabajando en la producción de vino portugués. Esa transferencia no es gratuita;
tiene un costo, un costo de oportunidad. Dado que el sector vinícola solo necesita 80
horas-hombre, la salida de uno de sus empleados hacia el sector algodonero tendría como
consecuencia el sacrificio de 1 unidad de vino (a la que se estaban dedicando 80 horas),
más una fracción adicional (12,5% = 10/80 = 1/8).
Obsérvese que el trabajador desplazado también implica un sacrificio. Así, el
aumento marginal de una unidad de algodón es de 1,125 unidades de vino portugués.
No tiene sentido ese sacrificio de producción de vino, ni tiene sentido esa decisión
irracional de dirigir recursos hacia el aumento de la producción de un bien con sacrificios
mayores.
Ahora bien, ¿cómo se obtuvo el costo de oportunidad? Se calculó de la siguiente
manera:
costo de oportunidad de contratar una unidad adicional de trabajo en algodón = 90/80

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en otras palabras (c.o. algodón) = recursos usados en algodón/recursos usados en vino
de nuevo (c.o. algodón) = recursos que se destinan al algodón/recursos sacrificados en vino.

[7.2.] El costo de oportunidad desde el punto de vista de la cantidad


de bienes producidos (output)
Pero ahora supongamos que le damos un tratamiento al mismo problema, pero desde el
punto de vista de la cantidad de bienes producidos (no desde la cantidad de factores
utilizados en su producción). La nueva situación sería examinada en relación con la
cantidad de bienes producidos.

FIGURA 8: PORTUGAL SIGUE SIENDO MÁS PRODUCTIVO QUE INGLATERRA EN AMBOS BIENES,
EXPRESADO EN CANTIDAD DE PRODUCTO (OUTPUT)

Portugal Inglaterra vs. Portugal Inglaterra


Vino 120 80 80 120
Algodón 100 90 90 100
Figura 10. Con el criterio de la cantidad de producto (output), Portugal continúa teniendo sus ventajas absolutas en
ambos bienes, pues produce más vino (120) que Inglaterra (80) y más algodón (100) que Inglaterra (90).

Hay que enfatizar que lo que estamos modificando son las unidades del teorema. Antes
le estábamos asignando los números (80, 90, 120 y 100) a unidades de factores de
producción. Ahora les estamos asignando unidades en términos de cantidades de bienes
producidos a los mismos números.
Lo que estamos haciendo es modificando la distribución de los números de tal
manera que le permitan a Portugal continuar conservando sus ventajas absolutas en los
mismos bienes. Esto es obvio: si hay ventajas absolutas en términos de productividad de
los factores, también habrá ventajas absolutas en términos de la cantidad de bienes
producidos.
Estamos expresando indiferentemente la misma idea del aumento de la
productividad por dos vías distintas. Ahora las ventajas absolutas de Portugal están
expresadas así.
●Portugal sigue conservando la ventaja absoluta en la producción de vino
(120 unidades de vino en Portugal > 80 unidades de vino en Inglaterra): es
más productivo que Inglaterra en ese bien, pues produce más bienes en el
mismo tiempo de trabajo.
●Portugal sigue conservando la ventaja absoluta en la producción de
algodón (100 unidades de algodón portugués > 90 unidades de algodón
inglés): es más productivo que Inglaterra en ese bien, pues produce más
bienes por unidad de tiempo.

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●Inglaterra continúa con su precaria competitividad en términos absolutos.
Si el comercio internacional se decidiera en términos absolutos, Inglaterra
no podría soportar la competencia portuguesa en vino ni en algodón.
●En la producción de vino, Inglaterra es más improductivo que Portugal
(80 < 120).
●En la producción de algodón Inglaterra también es más improductivo que
Portugal (90 < 100).
Calculemos ahora los costos de oportunidad de la producción de cada uno de los bienes:

FIGURA 9: COSTOS DE OPORTUNIDAD EXPRESADOS EN CANTIDAD DE PRODUCTO (OUTPUT)

Portugal Inglaterra
Vino 100/120 90/80
Algodón 120/100 80/90
Figura 11. Los mejores costos de oportunidad, según el criterio del producto, siguen siendo iguales, pero ahora se
invierte la manera de calcularlos: ahora en la fracción del costo de oportunidad del vino en términos de algodón, el
vino está en el denominador.

FIGURA 10: RESULTADO DE LOS COSTOS DE OPORTUNIDAD EXPRESADOS EN CANTIDAD DE


PRODUCTO (OUTPUT)

Portugal Inglaterra
Vino 100/120 = 0,83 90/80 = 1,125
Algodón 120/100 = 1,20 80/90 = 0,89
Figura 12. Los cuatro costos de oportunidad permanecen idénticos; pero el denominador y el numerador de las
fracciones ahora se invirtieron.

Obsérvese que Portugal continúa conservando la ventaja comparativa de la producción


de vino (0,83) contra 1,20 de algodón y no tiene ventaja comparativa en la producción de
algodón (1,20 contra 0,83 de vino). Se especializará en la producción de vino.
Inglaterra tiene un costo de oportunidad de 0,89 en la producción de algodón:
tiene la ventaja comparativa en algodón. Y tiene un alto costo de oportunidad en la
producción de vino (1,125). En consecuencia, se especializará en la producción de
algodón. El cálculo del costo de oportunidad para una visión desde la cantidad de bienes
producidos por unidad de tiempo ahora se invirtió. El costo de oportunidad del consumo
de vino portugués en términos de su propio algodón es una fracción:
cantidad de algodón consumido/cantidad de vino que deja de consumirse a cambio (de
consumirse) algodón.

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Referencias

Maldonado-Veloza, Fabio [2006]. “Las ventajas de las ventajas comparativas.” BCVOZ


Económico (Banco Central de Venezuela, Caracas), 11 (X Aniversario “Diez años,
diez artículos”: Edición especial conmemorativa), 1 (febrero 2006), pp. 26-28.
[Artículo ganador seleccionado en el concurso para celebrar el décimo aniversario
de la publicación].
https://ula.academia.edu/FabioMaldonadoVeloza/Papers.
Ricardo, David [2011]. The works and correspondence of David Ricardo, Vol. 1 Principles of
political economy and taxation [1817]. Indianapolis: The Online Library of Liberty (A
Project of Liberty Fund, Inc.), 358 pp. [Edition used: The Works and Correspondence of
David Ricardo, ed. Piero Sraffa with the Collaboration of M.H. Dobb (Indianapolis:
Liberty Fund, 2005). Vol. 1 Principles of Political Economy and Taxation. Author: David
Ricardo. Editor: Piero Sraffa Editor: Maurice Herbert Dobb]. [This E-Book (PDF
format) is published by Liberty Fund, Inc., a private, non-profit, educational
foundation established in 1960 to encourage study of the ideal of a society of free
and responsible individuals.] Fecha de consulta: 3 de marzo de 2015.
http://oll.libertyfund.org/titles/113.

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