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AUNQUE ESTAN
PROHIBIDAS
Detenciones arbitrarias
con fines de reclutamiento
RESUMEN EJECUTIVO
El presente documento aborda el reclutamiento de jóvenes,
específicamente el fenómeno de las Detenciones Arbitrarias
con fines de Reclutamiento realizadas por el Ejército Nacional
de Colombia. Las detenciones son desarrolladas en el espacio
público y dirigidas hacia varones jóvenes en condiciones de
vulnerabilidad. A pesar de estar prohibidas por mandato de la
Corte Constitucional, estas prácticas de reclutamiento siguen
presentándose de forma sistemática y hacen parte de una
constante histórica a la que las juventudes deben enfrentarse
cotidianamente.
4 Introducción
16 Descripción de la situación
17 Comportamiento temporal
19 Distribución espacial
24 Agravantes Identificados
28 Estrategia de Acompañamiento
28 Conclusiones y recomendaciones
INTRODUCCIÓN
El presente documento se propone realizar una caracteriza-
ción general de la problemática de las Detenciones Arbitrarias
con Fines de Reclutamiento - DAFR. Presenta un análisis del
comportamiento de estas en la Ciudad de Bogotá y el Muni-
cipio de Soacha durante los 6 meses posteriores a la expe-
dición de la Sentencia T-455 de 2014 por parte de la Corte
Constitucional. Para ello se presentan antecedentes normati-
vos, denuncias y pronunciamientos de las organizaciones ante
entidades de derechos humanos, el análisis de algunos móviles
de operación y algunas observaciones sobre la relación entre
esta problemática y el momento histórico por el que atraviesa
Colombia.
Aun cuando las sentencias constitucionales C-879 de 2011 y T-455 de 2014 han relativizado el
alcance legal de la potestad de compeler y han ratificado la prohibición de dichos operativos,
el Ejército Nacional continúa argumentando la continuidad de esta práctica inconstitucional
desde la potestad legal y desde el hecho que, dadas las condiciones de ilegitimidad del servicio
militar, existe un gran número de jóvenes que no están cumpliendo la obligación de acercarse a
Desde el año 2007 se presenta un creciente cuestionamiento social sobre la legalidad de las
batidas que se refleja en un número creciente de denuncias nacionales e internacionales de las
organizaciones de la sociedad civil, y en el aumento de las referencias al respecto en la prensa
nacional. A continuación se presentan algunos hitos del proceso de denuncia y cuestionamiento
de las batidas en los últimos años.
En el año 2007 organizaciones que acompañan objetores de conciencia al servicio militar do-
cumentaron y denunciaron la detención de tres objetores de conciencia al servicio Militar en
la Ciudad de Medellín y Barrancabermeja, acción que dio lugar a la expedición de la Opinión 8
de 2008 del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, y que a su vez
provocó una misión de visita a Colombia, motivada, entre otras, por la preocupante situación
asociada a la prestación del servicio militar2.
1. https://www.ejercito.mil.co/?idcategoria=221592
3. http://www2.ohchr.org/english/bodies/treaty/CD_Concl_Obs_2010/CCPR/99th%20session/CCPR-C-COL-CO-6%20(e).pdf
En tanto las prácticas de reclutamiento denominadas como batidas no tienen una mención
explícita al interior de la ley de reclutamiento, y a su vez implican una limitación de la libertad
donde no son claras las garantías de los jóvenes en el momento de permanecer retenidos o
conducidos, la Corte Constitucional señala que el término “compeler”, no implica la conducción
de los jóvenes a los batallones para obligarlos al reclutamiento. Según la Corte, en coherencia
con los derechos constitucionales, el término compeler debe entenderse “en el sentido de que
quien no haya cumplido la obligación de inscribirse para definir su situación militar, solo puede
ser retenido de manera momentánea mientras se verifica tal situación y se inscribe, proceso que
no requiere de ningún formalismo y que se agota precisamente con la inscripción, por lo tanto
no puede implicar la conducción del ciudadano a cuarteles o distritos militares y su retención
por autoridades militares por largos períodos de tiempo con el propósito no solo de obligarlo a
inscribirse, sino de someterlo a exámenes y si resulta apto finalmente incorporarlo a filas”.
En esta misma Sentencia, la Corte profundiza en consideraciones sobre el alcance de las au-
toridades de reclutamiento para compeler a jóvenes y concluye que “la expresión compelerlo
contenida en el artículo 14 de la Ley 48 de 1993 es muy ambigua y presenta serios problemas
constitucionales en su aplicación, pues da lugar a que sea interpretada en el sentido que auto-
riza detenciones arbitrarias que vulneran la reserva judicial prevista en el artículo 28 consti-
tucional”. Y precisa entonces que: “en todo caso la aplicación de esta medida (compeler) está
sujeta a que se haya previamente agotado las etapas para definir la situación militar descritas
en la Ley 48 de 1993 y en el Decreto 2048 del mismo año, y a la expedición previa de una orden
por parte de la autoridad de reclutamiento en la cual se identifique e individualice plenamente
al remiso que luego será ejecutada por patrullas militares. En otras palabras, no puede ser en-
tendido el literal g del artículo 41 de la Ley 48 de 1993 en el sentido que otorga competencia
a las autoridades militares para realizar batidas indiscriminadas con el fin de identificar a los
remisos y luego conducirlos a los lugares de concentración pues esta práctica implica incurrir
en detenciones arbitrarias prohibidas por el artículo 28 constitucional. La conclusión es que, en
4. Sentencia de la Corte Constitucional C-879 de 2011. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. http://www.corteconstitucional.gov.
co/relatoria/2011/c-879-11.htm
Para el año 2014 en el Informe Alterno sobre Maltrato y tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes en Colombia 2009- 2014, presentado al Comité contra la Tortura de las Nacio-
nes Unidas6, distintas organizaciones promotoras de derechos humanos denunciaron que “los
jóvenes son víctimas de agresiones verbales, golpizas, castigos físicos, represalias, amenazas,
aislamiento y denigración permanente por la etnia, religión o ideología política de la persona”.
En el año 2014 ACOOC, después de observar por más de 2 años el fenómeno de las detenciones
arbitrarias y de registrar las denuncias recibidas por los jóvenes a los que acompaña, hizo una
caracterización de las ilegalidades asociadas a esta práctica (Ver Anexo 1) dentro de las cuales
son de resaltar, entre otras:
5. http://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/HRCouncil/RegularSession/Session19/A-HRC-19-21-Add3_en.pdf
6. http://www.coljuristas.org/documentos/adicionales/ccct_informe_ejecutivo_2015_es.pdf
Dos años después de la emisión de esta Sentencia, los grupos de objetores de conciencia del
país siguieron denunciando la continuidad de las batidas y las autoridades de reclutamiento del
Ejército Nacional continuaron aduciendo la legalidad de esta práctica. Los militares empezaron
a referirse a las batidas como “compilaciones” y justificaron su accionar inconstitucional bajo
el argumento de la existencia de cerca de 950.000 jóvenes en condición de remisos que “se
muestran renuentes a la presentación ante las autoridades de Reclutamiento, evadiendo este deber
constitucional e infringiendo la ley”.7
Con respecto a las Batidas la Corte en esta Sentencia reconoce que “las autoridades militares
están habilitadas jurídicamente para requerir la identificación de los obligados y proceder a
inscribirlos de inmediato y sin lugar a ningún tipo de detención temporal, ni menos la posibilidad
de conducir a quienes no comprueben tener resuelta su situación militar”. Así mismo es enfática
en la inconstitucionalidad de esta práctica y en su expresa prohibición: “Las redadas o batidas,
7. http://www.bluradio.com/85120/en-colombia-hay-950-mil-jovenes-remisos-ejercito-responde-defensoria
Desde esta interpretación la Corte “ordena al jefe de reclutamiento que se abstenga de ade-
lantar, autorizar o permitir DETENCIONES ARBITRARIAS, más conocidas popularmente como
“REDADAS” o “BATIDAS”, con el objeto de conducir a los jóvenes a unidades militares; el in-
cumplimiento de esta orden acarreará las investigaciones y sanciones disciplinarias a las que
haya lugar”.
Para septiembre de 2015 la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia se pronun-
ció, a través de una acción de Habeas Corpus, sobre la capacidad legal del Ejército de reclutar a
un joven remiso a través de una batida, y con base en la jurisprudencia de la Corte Constitucio-
8. https://www.ejercito.mil.co/?idcategoria=381835
9. La concentración es momento del proceso de la definición de la situación militar establecido en la Ley 48 de 1993 y consiste en
una jornada en la que se llama a jóvenes que fueron aptos en los exámenes y son citados para incorporación, los jóvenes que no se
presenten a esta jornada son declarados remisos.
Aunque no corresponde a la Corte Suprema definir en detalle cómo debe ejecutarse material-
mente la competencia de compeler por parte de las autoridades militares, esta alta Corpora-
ción sugiere “la breve verificación de si el ciudadano ha definido su situación militar y de no ser
así el diligenciamiento de una planilla en la cual se inscriba para tal fin y consigne sus datos
para una posterior citación con el propósito de agotar las posteriores etapas señaladas en la
ley, sin que pueda ser conducido a cuarteles o distritos militares, ni pueda ser retenido por más
tiempo del que demande un procedimiento de esta naturaleza”.
Los años posteriores a la emisión de la Sentencia C-879/11 los medios de comunicación emitie-
ron numerosas noticias sobre la prohibición o abolición de las “redadas” o “batidas” por parte
de la Corte Constitucional1, de igual forma publicaron noticias señalando la continuidad de esta
práctica basada en la necesidad de lograr metas de números de reclutamiento de jóvenes para
el servicio militar obligatorio2.
La exploración de las noticias publicadas en el año 2014, (año anterior al periodo de este infor-
me) evidenció la continuidad de estas prácticas ilegales3, fueron varias las notas periodísticas
en medios alternativos y masivos4. En algunos de los reportajes eimitidos se podía apreciar
como las respuestas planteadas por efectivos del Ejército Nacional no fueron consistentes y
desinformaron con respecto a esta práctica ilegal. La falta de consistencia en los mensajes
dados durante el año 2014 se expresa, por un lado, en que representantes del Ejército Na-
cional señalaron una supuesta potestad legal para desarrollar sin matiz normativo alguno los
prohibidos operativos, al mismo tiempo que en otras noticias miembros del Ejército negaron la
existencia de detenciones arbitrarias con fines de reclutamiento5.
En cuanto a la argumentación legal es importante resaltar lo preocupante que resulta que efec-
tivos del Ejército hicieran referencia a la potestad legal de “conducir sin restricción alguna” a
batallones, y por tiempo indefinido, a jóvenes infractores de la ley de reclutamiento, muy a pe-
sar de que tal descripción no figura en sentencia alguna y menos aún en la ley de reclutamiento.
1. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-10855625
2. http://www.kienyke.com/historias/las-batidas-militares-ilegales-pero-siguen-sucediendo/
3. http://www.elmundo.com/portal/noticias/derechos_humanos/persiste_cuestionamiento__al_ejercito_por_batidas.php#.Vlv-
BxNIvfIV
4. https://www.youtube.com/watch?v=NUo3InNAP4U
5.http://www.teleantioquia.co/v2_base/index.php?sub_cat=34746&command=ap_secc&ap_secc=viewver&i-
dx=8318&ap=19&nombre=%22batidas+del+ej%E9rcito%22+preocupan+a+concejales+de+medell%EDn+
Los primeros meses del año 2015 los medios de comunicación anunciaron la ratificación de la
prohibición de las batidas por parte de la Corte Constitucional9 y, en algunos casos, hicieron
referencia a las determinaciones de la Corte con respecto a las garantías existentes para el
ejercicio de la objeción de conciencia al servicio militar10. Para enero de este año el Jefe de
Reclutamiento del Ejército, General Jorge Suarez, se comprometió a abolir las batidas y dijo
““Nosotros como institución acatamos la sentencia de la Corte. Revisamos nuestros procedi-
mientos y estamos cumpliendo”. Al mismo tiempo hubo anuncios sobre la determinación del
Congreso por “acabar con la retención de los jóvenes para verificar si ya resolvieron la situación
con el Estado en materia de libreta militar”11, iniciativa legislativa que no hizo trámite exitoso
para ser ley.
6. http://www.elcolombiano.com/ejercito_continuara_con_las_batidas_y_dice_que_son_legales-DWEC_285886
7. https://www.youtube.com/watch?v=BuBcYGeHZiU#t=66
8. http://www.elespectador.com/noticias/bogota/el-relato-de-danilo-articulo-512387
9. http://www.elcolombiano.com/corte-constitucional-prohibio-batidas-del-ejercito-tras-caso-en-medellin-CN1186411
10. http://www.semanariovoz.com/2015/02/06/las-batidas-son-ilegales/
11. http://www.elespectador.com/noticias/politica/marcha-ley-acabar-batidas-del-ejercito-articulo-550400
12. http://www.eltiempo.com/politica/justicia/batidas-del-ejercito-denuncian-que-un-universitario-fue-reclutado/15204741
Para el mes de abril se anuncia que la La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia
rechazó el recurso de “habeas corpus” presentado por un joven de 22 años que aseguraba
que se encontraba privado de la libertad por parte de las Fuerzas Militares tras una “batida”
registrada el pasado 10 de marzo en la vereda Barro Blanco, corregimiento de Santa Elena
en Medellín”. Según la noticia la razón que dio lugar a esta negación es que el joven estaba
en condición de remiso, y que ““El caso que ocupa la atención del despacho, corresponde al
desarrollo de un trámite administrativo en el cual la ley autoriza a las Fuerzas Militares para
“compeler”, mediante la conducción personal de los ciudadanos que deben cumplir con el deber
y la obligación constitucional y legal el prestar el servicio militar para que definan su situación
militar, supuesto que ofrece la posibilidad de la procedencia de la acción de habeas corpus,
cuando la retención con tales fines no se ajusta a las formas establecidas en la Constitución y
la ley”.
En el mes de agosto las noticias sobre detenciones arbitrarias se centran en el polémico caso
del traslado de un Representante a la Cámara por Antioquia a las instalaciones de la Cuarta
Brigada de Medellín16, acción ante la cual esta instancia militar asegura que no se lleva a nadie
a la fuerza17. Para el mes de septiembre las noticias hicieron referencia al hecho de que un
13. http://www.elespectador.com/noticias/bogota/siguen-batidas-ilegales-del-ejercito-articulo-547310
14. http://www.eltiempo.com/politica/justicia/protocolo-sobre-reclutamiento-para-servicio-militar-obligatorio-/15883895
15. http://www.elpais.com.co/elpais/judicial/noticias/mindefensa-y-defensoria-firmaron-protocolo-reclutamiento-militar
16. http://www.colombia.com/actualidad/nacionales/sdi/120482/representante-del-polo-se-sube-a-camion-de-batida-del-ejercito
17. http://www.elcolombiano.com/antioquia/cuarta-brigada-asegura-que-no-recluta-a-ningun-joven-a-la-fuerza-IY2526857
Para el mes de noviembre el gobierno distrital de Bogotá anunció haber recibido 75 denuncias
de batidas militares en las que al menos 300 jóvenes han sido afectados por estas detenciones
arbitrarias en el 201522. Este mismo mes se llevó a cabo una audiencia de control político que
no fue visibilizada por los medios de comunicación hegemónicos masivos, al respecto solo se
rastreó una única noticia23.
A lo largo de los años 2014 y 2015 la problemática de las DAFR tuvieron una mayor presencia y
cuestionamiento en los medios de comunicación. Se pudo observar cómo las piezas periodísticas
cada vez fueron más analíticas y críticas al respecto, esto a pesar de la sistemática falta de
consistencia por parte del Ejército en los mensajes dados en los medios de comunicación con
respecto a su potestad legal para desarrollar dichos operativos.
18. http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/piden-procuraduria-investigar-mindefensa-batidas-militares-ilegales
19. http://www.eldiariobogotano.com/el-debate-por-las-batidas-ilegales-en-la-ciudad/
20.http://www.eltiempo.com/politica/justicia/batidas-para-reclutamiento-militar-estan-prohibidas-por-la-constitu-
cion/16404008
21. http://huellaindeleble.com/batidas-todo-es-segun-el-color-del-cristal-con-que-se-mira/
22. http://caracol.com.co/emisora/2015/10/02/bogota/1443759666_907131.html
23. http://www.elmundo.com/movil/noticia_detalle.php?idx=265507&
Descripción de la situación
En el período comprendido entre el 27 de enero y el 27 de julio de 2015 registramos 70 deten-
ciones arbitrarias en Bogotá y otros 14 municipios de Colombia, principalmente en los depar-
tamentos de Antioquia, Boyacá, Casanare, Cundinamarca, Caquetá, Nariño, Quindío, Sucre y
Tolima. Si bien las organizaciones consideramos que este no es un dato menor, en la práctica
hemos constatado que este número no refleja las verdaderas dimensiones del problema, pues
en muchos de los casos las personas no logran recolectar toda la información necesaria para
realizar una denuncia, o aun desconocen que es una práctica ilegal que no debería presentarse,
razón por la cuál existe un alto sub registro de este delito.
10. https://docs.google.com/a/objetoresbogota.org/forms/d/1_TeDKYuXtLpGyp8zrRg6N3cv8-sqPQCkTaHiWxqpofw/viewfor-
m?c=0&w=1
Comportamiento temporal
En el primer semestre de 2015 se confirma un patrón temporal observado en análisis realiza-
dos durante años anteriores (ANEXO presentación), el cual consiste en el aumento de casos
reportados días antes y después de las jornadas de reclutamiento de soldados regulares.
Las detenciones arbitrarias presentan comportamientos específicos que tienen relación con los
horarios de más afluencia de personas en las calles de la ciudad. Los momentos de mayor inci-
dencia de este reclutamiento son las horas del inicio de la mañana y especialmente de la noche,
cuando aumenta el transito de estudiantes y trabajadores en el espacio público.
Distribución espacial
Acompañado de las características temporales de las detenciones arbitrarias, resulta útil ana-
lizar los patrones socio-espaciales de operación a nivel geográfico, pues durante el trabajo de
recolección de denuncias se observaron aspectos relevantes en cuanto al desarrollo de esta
práctica de reclutamiento irregular a nivel territorial. La Tabla 1 y el Mapa 1 muestran la dis-
tribución de batidas barriales y en instalaciones por lugar de ocurrencia. Es importante señalar
que también fueron reportadas batidas en Bosa, aunque fueron excluidas de este análisis por
ausencia de datos referentes a jóvenes, placas del camión o miembros del Ejército.
Los casos registrados en instalaciones militares como el Cantón Norte o la Escuela de Caba-
llería corresponden a una modificación en el comportamiento de reclutamiento irregular. Es
posible que debido a la exposición pública en medios de comunicación, a la actuación de orga-
nizaciones sociales y miembros de la Alcaldía y al rechazo de las comunidades afectadas, las
batidas tradicionales estén encontrando mayor oposición y reconocimiento público como un
acto ilegal. Atendiendo a las observaciones de la Corte Constitucional, el Ejército ha recurrido
a la entrega de citaciones a distritos militares de manera más frecuente y masiva. A pesar de
que esta práctica es legal, muchos jóvenes citados para inscripción son inmediatamente incor-
porados de manera ilegal y en varios casos documentamos que sus exenciones de ley fueron
ignoradas. Estos casos también configuran violaciones a los derechos de los jóvenes y al debido
proceso. Este es el caso de tres jóvenes que se encontraban incorporados en el Batallón de
Artillería Número 13, a quienes no se les fue permitido presentar las pruebas que los certifican
como hijo único, desplazado por la violencia en el Registro Único de Victimas (RUV) y padre de
familia. Otros casos reportados ocurrieron en instalaciones como el terminal de transporte y el
aeropuerto de carga que son utilizados por las autoridades militares para trasladar a jóvenes a
batallones de destino. En el momento de documentar estos casos de traslado verificamos que
había estudiantes, víctimas del conflicto, jóvenes con inhabilidad física permanente e incluso
jóvenes que ya habían realizado el trámite de incorporación y estaban en proceso de liquidación
de la libreta militar. Todos ellos habían sido llevados a distritos militares y habían sido incorpo-
rados a pesar de llevar consigo evidencia de sus exenciones.
Los análisis sobre la complicidad de diferentes instituciones con las detenciones arbitrarias
desembocó en la revisión cartográfica de las estaciones y portales del sistema integrado de
transporte Transmilenio y su papel en el desarrollo de operativos de reclutamiento al interior
y cerca de sus instalaciones, como se puede observar en el Mapa 2.
La ubicación de las estaciones y portales de Transmilenio tiene relación con algunos de los
reportes recibidos, pues la concurrencia masiva de personas en este medio de transporte ha
hecho de éste un lugar estratégico para reclutar jóvenes por parte del Ejército. Alrededor de
diez denuncias referenciaron a las estaciones de Molinos, San Mateo, Consuelo, Ricaurte, Portal
Américas y Jiménez como zonas militarizadas donde se desarrollan operativos cotidianamente.
Si bien el gerente de la empresa de transporte negó haber otorgado permisos a los militares
para realizar reclutamientos allí11, las denuncias recibidas mostraron otra realidad en la que
muchos de los jóvenes que estaban recibiendo citaciones en Transmilenio estaban siendo re-
clutados en las instalaciones militares sin que se les diera el tiempo suficiente para reunir los
documentos que los acreditan como exentos o aplazados para el servicio militar.
La localización geográfica de las detenciones arbitrarias con respecto a los estratos socio-eco-
nómicos de la ciudad, como se ilustra en el Mapa 3, ofrece algunas ideas sobre la población
hacia la que está dirigida esta práctica.
11. http://www.noticiasrcn.com/nacional-bogota/denuncian-batidas-ilegales-del-ejercito-transmilenio
Como se aprecia en el mapa, la mayor parte de los reportes recibidos provienen de la media
luna del sur de la ciudad, donde localidades como Ciudad Bolívar, Kennedy y Usme son las más
afectadas por este fenómeno junto al Municipio de Soacha. En el sector del occidente de la ciu-
dad las localidades de Suba y Engativá también presentaron denuncias recurrentemente, lo cual
hace visible el componente de clase que se encuentra implícito en esta forma de reclutamiento
pues éstos son sectores que hacen parte de estratos socio-económicos 1, 2 y ocasionalmente
3, en los que muchos de los jóvenes viven en condiciones de marginalidad, tienen dificultades
económicas que les impiden continuar con sus estudios y por lo tanto se ven obligados a traba-
jar informalmente desde muy temprana edad. Estos elementos favorecen la vinculación de los
jóvenes a diferentes grupos armados que se presentan como una opción viable ante el escenario
de dificultad social y económico al que se enfrentan.
Así vemos como la afirmación constitucional según la cual “todos los colombianos están obliga-
dos a tomar las armas” (Artículo 216), se ve relativizada en el sentido en que el reclutamiento
masivo e ilegal esta dirigido únicamente a las juventudes de sectores populares del país. Para
estos jóvenes ir al servicio militar resulta siendo, más allá de una obligación constitucional, una
realidad pragmática a la que se ven impulsados por decreto de la falta de oportunidades o tam-
bién obligados a través de batidas militares.
Agravantes Identificados
Sumado a la ilegalidad que representa la detención arbitraria, la mayoría de casos documen-
tados incluyen otros agravantes que van desde malas prácticas hasta delitos conexos. Esto
evidencia que las batidas son más que detenciones arbitrarias y revelan el perfil de la ilegalidad
y las violencias a las que se ven sometidos los jóvenes víctimas de estos operativos o las per-
sonas denunciantes.
Las diferentes violencias cometidas por el Ejército en el desarrollo de las “batidas” hacen parte
de una estrategia de disuasión con el propósito de impedir que las personas denuncien o in-
tervengan en los operativos de reclutamiento. Algunas de las más recurrentes tienen que ver
con la negativa de los uniformados a identificarse ante las personas, ocultando sus símbolos
de rango y apellidos con prendas de vestir que no corresponden al uniforme militar y a la vez
encubriendo las placas de los camiones en los que son subidos los jóvenes o impidiéndoles a
estos tener contacto con sus familiares.
Las personas externas que intentan intervenir en los operativos son intimidadas por parte
de los militares y la violencia física y verbal se hace presente en un gran número de los casos
documentados; los uniformados recurren a tomar fotografías o grabaciones haciendo uso de
teléfonos móviles registrando directamente el rostro de las personas denunciantes en forma
amenazante.
El agravante más frecuente se refiere a la retención ilegal del documento de identidad, lo cuál
esta en contradicción con el Decreto 2150 de 1995 donde se afirma que “ninguna autoridad
de la Administración pública podrá retener la tarjeta de identidad, cedula de ciudadanía […] si
se exige la identificación de una persona, ella cumplirá la obligación mediante la exhibición del
Eran las siete de la mañana cuando Esteven Ramos12 se encontraba caminando cerca de la
estación de Transmilenio de Patio Bonito en la localidad de Kennedy, cuando se encontró
con un grupo de militares que le solicitaron su documento de identidad, los uniformados re-
tuvieron los documentos de varios jóvenes y los subieron al camión bajo el argumento de
llevarlos al Distrito Militar para verificar su situación militar. Esteven manifestó abierta-
mente ser desplazado por la violencia y no querer ser subido al camión, razón por la cual
fue llevado por la fuerza y en contra de su voluntad. Esa noche la tuvieron que pasar en las
instalaciones del DIM 3, donde Esteven fue golpeado por aproximadamente 10 militares
después de negarse a acatar algunas de las ordenes, los jóvenes fueron obligados a dor-
mir en colchonetas, no les dieron comida, y a las cinco de la mañana los pusieron a barrer y
lavar baños.
Esa noche su hermana Vianey se dirigió al DIM 3 y pudo tomar fotos de los efectos de los
golpes, aunque la mayoría no se percibían con facilidad, le rompieron la nariz y le crearon
un hematoma en uno de sus ojos. A la mañana siguiente los militares dejaron salir a Jair y él
interpuso denuncia ante la Fiscalía y Procuraduría a través del acompañamiento de la Acción
Colectiva de Objetores y Objetoras de Conciencia (ACOOC), pues en este caso le fue vulnerada
su integridad personal, su derecho a la libre locomoción, al debido proceso, y sus derechos como
víctima del conflicto armado exento de la prestación del servicio militar.
Otro caso es el de Guillermo Apache, él es un joven de la ciudad de Bogotá que trabaja en cons-
trucción. El 19 de Febrero fue abordado por militares en la estación Consuelo de Transmilenio
en la localidad de Rafael Uribe Uribe, y conducido bajo amenazas en un vehículo de carga con
12. En este apartado los nombres de las personas mencionadas fueron cambiados para resguardar su seguridad personal.
A pesar de haber manifestado desde el inicio su negativa frente al servicio militar, Guillermo
fue incorporado y agredido verbalmente. Su madre, Mariluz, se puso en contacto con ACOOC
debido a la profunda preocupación que le generaba escuchar la desesperación de Guillermo
vía telefónica. Si bien siempre hubo intimidación de los uniformados hacia el joven, una vez
se enteraron que había un hábeas corpus en curso, fue sometido a distintos maltratos como
pasar dos noches en vela y luego hacer ejercicio extenuante durante todo el día, ponerse el
uniforme mojado y pasar al frente de todo el batallón (600 hombres) para ser ridiculizado por
los uniformados, argumentando que él no iba a salir de ahí, que consiguiera un mejor abogado
y otras críticas en medio de insultos. Días después el recurso de habeas corpus fue concedido y
Guillermo fue desacuartelado.
La documentación de casos como estos cobra importancia en la medida en que permiten visi-
bilizar de manera más clara las implicaciones de una política de reclutamiento ilegal llevada a
cabo por parte del Ejército; son testimonios concretos que le dan rostro y nombre al esfuerzo
investigativo de cuantificar y cartografiar la problemática de las detenciones arbitrarias con
fines de reclutamiento, resaltando a su vez los recursos jurídicos que han resultado eficaces
para hacerle frente desde la organizaciones.
Algunos de los resultados más específicos son el desacuartelamiento de por lo menos 32 jóve-
nes que habían sido reclutados ilegalmente, a quienes se les vulneró sus derechos fundamenta-
les a diferentes niveles. En otros 11 casos los jóvenes permanecieron reclutados bien sea porque
las autoridades judiciales negaron los recursos de habeas corpus, los familiares no continuaron
con el proceso jurídico o porque el joven decidió voluntariamente quedarse en el batallón y
prestar el servicio militar.
• A pesar de haber sido prohibidas por las sentencias C-879/011 y T-455/014, las
DAFR continúan realizándose sistemáticamente. A pesar de haber una resolución
directa de la Corte Constitucional que ordena el cese de esta práctica, el Gobierno
Nacional y su Fuerza Pública desacatan mandatos constitucionales; resulta preo-
cupante que miembros del Ejército Nacional entreguen información poco consis-
tente y contradictoria a través de los medios de comunicación con respecto a la
potestad legal de desarrollar batidas. Esto no sólo afecta a los jóvenes víctimas y
a sus familias, sino que profundiza la ilegitimidad del servicio militar en Colombia.
• Es urgente que el gobierno nacional tome decisiones al más alto nivel para detener
el reclutamiento ilegal por parte de la Fuerza Pública. Es responsabilidad también
del Ministerio Público de investigar y sancionar estos hechos. Dada su sistemati-
cidad, es urgente que no sólo los suboficiales que ejecutan los operativos sino los
responsables del reclutamiento a nivel de política pública asuman la responsabili-
dad que les compete.
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