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Encuentros y Desencuentros en la identificación de una

relación matemática en la yupana de Guaman Poma de Ayala.


Cinzia Florio, Potenza
Los antiguos incas utilizaban los quipus para almacenar valores numéricos.
Un quipu, explicado muy brevemente, consiste en una cuerda maestra
horizontal, de la que cuelgan hacia abajo, verticalmente, las cuerdas más
pequeñas. Sobre éstas se ejecutan nudos a distancias adecuadas para
diferenciar los nudos que indican las unidades, los que indican las decenas
(realizados en una posición superior), las centenas (en una más alta), etc. Los
nudos que pertenecen a diferentes cuerdas, pero en representación de la
misma potencia de diez, se ejecutan a la misma altura, de modo que,
observando un quipu, podemos identificar bandas horizontales de nudos en
distintos niveles. Los nudos son sencillos, excepto los que indican las
unidades: si el valor es 1, se indica con un nudo a ocho; si el valor varía de 2
a 9, con un nudo largo, es decir, un nudo con tantos giros de cuerda como el
valor indicado. En la cuerda maestra, en correspondencia con el grupo de
cuerdas colgantes, a menudo se coloca una cuerda llamada totalizadora que
se dirige en la dirección opuesta a las cuerdas colgantes y muestra la suma
de los valores registrados en las cuerdas mismas. La presencia de estos
totalizadores permite ver una relación matemática entre las cuerdas, en
particular ha individuado una suma, y esto ha llevado a la comprensión de
cómo funciona el quipu numérico y a identificar la presencia de un sistema
numérico posicional con base 10 en la matemática Inca; para indicar el cero
fue utilizado un espacio vacío, es decir, la ausencia de nudos. El dibujo de
abajo muestra un ejemplo:

1
3000

2 2 5

4 5

4 2 4

244 2252 0 504

El mérito del desciframiento de los quipu va a Leland Locke (LOCKE


L.L 1912 y 1923), quien a principios del siglo pasado inició un estudio
metódico y científico de estos objetos, que tenían la apariencia de la parte
final de una escoba vieja.
En los quipus numéricos los nudos fueron realizados en cada área de
la cuerda colgante correspondiente a una particular potencia de 10, sin
superar el valor 9, ya que evidentemente se pasaría a un nudo en posición
superior. Sin embargo también hay quipus que no presentan posiciones
decimales de los nudos a lo largo de las cuerdas, y que se están estudiando
como posibles quipus de escritura.

2
Los quipus numéricos eran, sin embargo, sólo un método de
registro de datos; los cálculos, por su parte (presumiblemente las cuatro
operaciones) se realizaban usando una gran variedad de semillas: maíz,
quinua, habas ... o piedras de colores (a continuación vamos a utilizar el
término convencional de “ficha”).
Este método de cálculo ha sido narrado por varios cronistas que
después de la conquista española escribieron sobre los usos y costumbres de
los Incas; pero ninguno de ellos, a pesar de las expresiones de asombro y
admiración por la velocidad y precisión de cálculo, informa sobre el método
utilizado.
En los años 30 del siglo pasado se publicó Nueva Corónica y Buen
Gobierno de Felipe Guaman Poma de Ayala; este texto, escrito unos ochenta
años después de la conquista española, se había perdido y fue encontrado más
tarde en la Biblioteca Real de Copenhague. En la Nueva Corónica es de gran
interés la página 360 (en la nueva numeración 362) que figura a continuación:

3
4
En esta página se ilustra un contador que sostiene entre sus manos
un quipu y, abajo a la izquierda, un tablero que contiene fichas blancas y
negras dispuestas en una secuencia particular.
En el comentario de la página 361 (363) que acompaña a la imagen
se dice que los indios contaban "en tablas" utilizando semillas de quinoa, y se
incluye un pequeño diccionario quechua – español de los números. El
contexto es sin duda matemático, y el tablero que contiene las fichas de dos
colores dispuestos en cinco filas y cuatro columnas con secuencias numéricas
y geométricas repetitivas, no deja dudas al respecto: estamos en presencia de
la primera representación gráfica de un cálculo matemático desarrollado con
el método Inca, que finalmente se puede observar.
Los estudiosos se pusieron a trabajar para descifrar el tablero,
comprender el mensaje matemático y arrojar luz sobre el método de cálculo
utilizado por los Inca.
Las dificultades, sin embargo, no tardan en llegar.
Ya que en el quipu se identifica un sistema de numeración
posicional, y dependiendo de la posición en la cuerda, el nudo corresponde a
las unidades, decenas, centenas, ..., se puede suponer que lo mismo es válido
en el tablero; de ahí que las fichas tengan un valor en función de su
ubicación dentro de la casillas.
La diferencia en el color era obviamente un índice de diversidad,
pero en muchas casillas se encuentran fichas blancas y negras: no se explica,
entonces ¿por qué hay fichas de diferentes valores en la misma casilla, que
debería determinar un solo valor para la ficha?
Se ha intentado dar varias explicaciones: por ejemplo, se ha
supuesto que las fichas de un mismo color sean números positivos y las de
otro color números negativos, o incluso que las de un color indican un número
y las de otro color un número que se subtrae. También se ha buscado un
paralelismo con el sistema de numeración maya suponiendo que la ficha negra
represente el número 5 como la barra maya.
Pero estas hipótesis no conducen a un mensaje matemático
coherente en el tablero.

5
Además, las columnas presentan una particularidad numérica: en la
primera columna (partiendo de la derecha) hay casillas con una ficha, en la
segunda hay casillas con dos fichas, en la tercera hay casillas con tres fichas,
y finalmente en la cuarta, casillas con cinco fichas.

En cuanto a la secuencia 1, 2, 3, 5, algunos investigadores suponen


que la columna del 4 haya sido omitida por falta de espacio o por olvido; hay
tambien quien nota la semejanza con una parte de la secuencia de Fibonacci1:

0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, ………….

y sugiere un posible conocimiento de la misma por los Inca.


Ahora, se puede decir que cuatro números en secuencia,
pertenecientes a una serie, tienden a identificarla, pero los números que
estamos considerando, 1, 2, 3, 5, son números representables con los dedos
de una mano, y por lo tanto muy utilizados y su presencia y secuencia
podrían tener muchas otras explicaciones. Se podría suponer con mayor
certidumbre la presencia de la secuencia de Fibonacci si se encontrara, por
ejemplo, la secuencia: 5, 8, 13, 21, debido a que estos números no se
encuentran tan fácilmente sin una razón.

Suponer, por lo tanto, que los Inca conocían la secuencia de


Fibonacci es fascinante, pero también peligroso.
La dificultad en la interpretación del tablero nace del número de
elementos que deben tenerse en cuenta, y que son exactamente cinco:
fichas blancas
fichas negras
líneas
columnas
la secuencia 1, 2, 3, 5.
Además, se desconoce si estos cinco elementos son las variables (es
decir, si pueden cambiar respectivamente de color, anchura, altura, y valores

1
La secuencia de Fibonacci es una secuencia infinita de términos que se forma a
partir de los primeros dos : 0 y 1. Cada término siguiente es dado por la suma de los
dos precedentes: 0,1,1,2,3,5,8,13,21,34….
6
de la secuencia numérica) o si son costantes y crean , por lo tanto, vínculos en
el uso del tablero.
Para descifrar el tablero, se tiene que identificar un sistema
numérico (es decir, una manera de asociar cada número a un grupo
determinado de fichas) y un método de cálculo (es decir, una técnica para
realizar las operaciones aritméticas) que debe tener en cuenta estos cinco
elementos. La cosa resulta imposible, y entonces debemos eliminar por lo
menos uno de estos cinco elementos. Y es precisamente esto lo que hace una
serie de estudiosos partiendo de Wassen, dejando caer la elección sobre la
ficha blanca. Supongamos, pues, que en el diseño de Guaman Poma el círculo
blanco no indique una ficha de color claro, sino un vacío en el tablero que
hubiera podido hospedar una ficha negra.
Es obvio que si el axioma es errado todo aquello que se construye a
partir de él, resulta falso. Un ejemplo conocido es el axioma de que la tierra es
plana y firme en el centro del universo, lo que condujo inevitablemente a la
afirmación de que el Sol gira entorno a ella.
Wassen establece un axioma que, como veremos más adelante,
será errado - elimina la ficha blanca - pero tiene la gran ventaja de resolver el
problema de las dos fichas de diferentes colores en la misma casilla. Eliminada
la ficha blanca en la interpretación del tablero, el juego se vuelve más fácil y
ha sido posible hipotetizar varios sistemas numéricos y métodos de cálculo.
En seguida se exponen brevemente los estudios más conocidos:
Henry Wassen, en 1931, interpreta el tablero dando a las líneas valores de
la potencia de 10 partiendo desde abajo, y a las columnas, partiendo de la
izquierda, valores 1, 5, 15, 30 (esquema 1).

7
1 5 15 30

4
10

3
10

2
10

1
10

0
10

esquema 1

Cada ficha negra tiene el valor de la casilla donde se encuentra, por


ejemplo, la primera ficha negra en la parte superior izquierda vale1 x 10.000
= 10.000. Sumando los valores de todas las fichas negras, se obtiene el
número: (2 +15 +30) x1 + (1 +5 +15) x 10 + (5 +15) x100 + (1 +5 +30)
1000 + (2 +5 + 30) x10000 = 408.257 que no presenta ninguna
particularidad.
No aparece pues en el tablero un mensaje matemático concreto
como por ejemplo una operación aritmética o una secuencia de parámetros
relacionados con figuras geométricas, pero sólo un número; por otro lado un
número igualmente arbitrario se hubiese obtenido dando valores distintos a las
fichas.
Por lo tanto no se tiene la demostración de que Wassen haya
encontrado el sistema de numeración Inca, pero a pesar de esto, el científico
elabora un método de cálculo con el cual se pueden resolver las cuatro
operaciones. Esto es posible porque en matemática, una vez hipotetizado un
8
sistema de numeración, más o menos raro y original, siempre es posible
construir un método de cálculo más o menos complejo, que dé resultados
coherentes. Por lo tanto, no hay pruebas de que el modelo de cálculo de
Wassen haya sido utilizado por los Inca.
Es sólo la identificación de un “mensaje matemático" en el tablero -
ausente en la hipótesis de Wassen - que puede dar esta prueba.

Carlos Radicati di Primeglio supone que las columnas corresponden


visualmente a las cuerdas de un quipu y les da a todas el valor 1, mientras
que a las líneas les da valores de la potencia de 10. (esquema 2)

1 1 1 1

4
10

3
10

2
10

1
10

0
10

esquema 2

Tenemos, entonces, cuatro números, uno para cada columna, de


izquierda a derecha: 21.512, 11.013, 20.110, 1.001. La suma da 53.636.
Este número no tiene características especiales, mas igualmente
Radicati di Primeglio desarrolla un método de cálculo con el que realiza las

9
cuatro operaciones: pero esto no significa que haya encontrado realmente el
método de cálculo incaico.
En el 2001 se llega a la interpretación del Ing. Nicolino De
Pasquale: considera, como lo había hecho Wassen, que todos los círculos
blancos sean huecos que pueden hospedar fichas negras. Partiendo de la fila
de abajo de la yupana, da el valor 1 a la ficha en la casilla con una ficha , el
valor 2 a cada ficha de la casilla que contiene dos, el valor 3 a cada ficha en
la casilla que contiene tres y el valor 5 a cada ficha de la casilla que contiene
cinco. (Esquema 3)

5 3 2 1

4
40

3
40

2
40

1
40

0
40

esquema3
De acuerdo con este esquema, la primera línea desde abajo, si está
completamente llena de fichas, representa el valor: 1 + 4 + 9 + 25 = 39; al
incluir otra ficha de valor 1 se obtiene 40 y se salta a la segunda línea, donde
la casilla con una sola ficha vale exactamente 40 y así sucesivamente.
Se hipotetiza, pues, la existencia de un sistema numérico con base
40 que los Inca utilizaban exclusivamente para la realización de cálculos en el
tablero (mientras que el quipu tiene la base 10). También aquí, si se sumaran
todos los valores identificados por las fichas nigras, se tendría un número sin

10
significado y no se tendría la confirmación de la validez del sistema numérico
hipotetizado.
Pero De Pasquale sigue otro camino, y no lee la suma como Wassen
y Radicati de Primeglio, sino considera todas las líneas del tablero
multiplicadas por 40° (40°=1) y supone que representan cinco números
separados, uno para cada fila. Así, obtiene los números: 17, 9, 27, 10, 20.
(esquema 4)

5 3 2 1

0
40 17

0
40 9

0
40 27

0
40 10

0
40 20

esquema 4
Estos números no presentan, sin embargo, relación matemática
entre sí; para darles un sentido, De Pasquale supone que sean números
especiales en cuanto excepciones a la regla según la cual, entre diversas
opciones para escribir los números en este sistema de numeración, el criterio
de default es aquel que individúa la saturación a partir de la posición más baja
hasta la más alta. Por ejemplo, el número siete se puede escribir de tres
formas diferentes, como en el esquema 5, pero la forma correcta sería la
primera.

11
5 3 2 1
0
40 7

5 3 2 1
0
40 7

5 3 2 1

0
40 7

esquema 5

Es evidente que no hay forma de demostrar que esta regla y las


excepciones realmente existieran en la matemática inca, así que si se aceptan,
estaríamos en presencia de otros axiomas además del inicial, que considera
nula la ficha blanca, pero aumentar el número de axiomas produce una teoría
débil e imprecisa. Si no aceptamos estos axiomas, la hipótesis de De Pasquale
no explica el mensaje del tablero.
Por otra parte, la interpretación de De Pasquale nos lleva a un
problema más, ya que prevé el uso de un sistema numérico con base 40 en el
tablero, y con base 10 en el quipu. Expresar el resultado de un cálculo con la
misma base en que se ha desarrollado, permite hacer más rápidamente los
cálculos, reduce la posibilidad de errores y evita confusiones, objetivos
comunes a todos los pueblos. Si los Inca utilizaron la base 40 para elaborar
los cálculos sobre el tablero, es razonable creer que también la hayan
utilizado para registrar los resultados sobre los quipus.
Establecido este sistema numérico, también De Pasquale desarrolla
un método de cálculo pero, así como en las dos interpretaciones anteriores, no
hay pruebas de que fue realmente utilizado por los Incas porque no se lee un
mensaje matemático coherente en los cinco números que él individúa como
resultado de la lectura de las líneas de la yupana.

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Nos encontramos entonces con tres sistemas de numeración y con
los tres métodos de cálculo correspondientes (que no he ilustrado por razones
de síntesis).
Podemos "escribir" los números y realizar operaciones aritméticas
en tres diferentes formas utilizando siempre el tablero y las fichas, pero no
sabemos si alguna de estas técnicas fue efectivamente utilizada por los Inca
debido a que ninguna explica el mensaje matematico presumiblemente
presente en el diseño de Guaman Poma de Ayala, a fin de demostrar la validez
de las hipótesis formuladas.
En otras palabras, en el tablero se leen sólo unos cuantos números;
pero en ésta como en cualquier secuencia de fichas (símbolos numéricos) cada
matemático puede atribuir a las fichas los valores que considera más
apropiados y por lo tanto en el tablero siempre se pueden leer unos números:
para poder decir que se ha encontrado la solución es necesario identificar una
relación lógica y matemática que justifique la presencia de aquellos números y
no de otros.

Aquí comienza mi trabajo.

Si en el tablero se encuentra un mensaje matemático, es razonable


pensar que sea de tipo contable debido a que en el diseño se representa a un
contador con un quipu.
Esto plantea la cuestión: si el mensaje matemático es de tipo
contable y, por lo tanto, muy simple, ¿por qué no podemos leerlo?
La respuesta más obvia es que nuestra formación cultural, ligada a
nuestra epoca, puede interferir con una visión objetiva del problema. Es decir
que, probablemente, en nuestra formación se inscribe un prejuicio, un
elemento errado que nos hace mirar las cosas desde un punto de vista
equivocado. Continuar el estudio del tablero utilizando sólo hipótesis
matemáticas es por lo tanto, un método errado, porque no sabemos cuál es
el prejuicio presente en nuestro razonamiento y no podemos eliminarlo.
Podemos, sin embargo, alejarnos del tablero y ver el "evento" en su
totalidad: esto significa que podemos analizar el problema con "los ojos de un
físico" antes que con los de un matemático: el Contador (Quipucamayoc)
después de haber dispuesto las "fichas" (piedras de colores o semillas) en el

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tablero para realizar un cálculo, obtiene un resultado representado por una
disposición particular de las fichas, lo lee sobre el tablero y lo registra en el
quipu con nudos espaciados correctamente. Esto significa que el resultado de
la operación, es decir, un número, puede ser representado ya sea por una
distribución de fichas en el tablero como por una disposición de los nudos en el
quipu. Tenemos entonces dos lenguajes matemáticos (sistemas de
numeración) y tenemos que encontrar la traducción de uno al otro.
Siendo lenguajes matemáticos no necesitamos de una "Estela de
Rosetta", sólo tenemos que encontrar la lógica de la relación. La manera
correcta de operar es partir del modelo de correspondencia más simple, y si
no funciona se pasa a modelos más complejos.
La relación más simple que se puede establecer entre las fichas de
colores de un lado y los nudos posicionales del otro es que las fichas
correspondan a los nudos, incluso por un parecido físico, y que, por
consiguiente, la variable "color" de las fichas corresponda a la variable
"posición" de los nudos.
Este modelo es el más simple que uno puede imaginar, pero tiene
como consecuencia lógica una información de gran potencia: si la variable
"color" corresponde a la variable “posición” significa que el color de las fichas
representa las unidades, decenas, centenas, ... como ya se ha establecido
para las posiciones de los nudos.
Por lo tanto se hipotetiza que, en el tablero, se usa un sistema
numérico que emplea como símbolo fichas que de acuerdo con el color valen
1, 10, 100, ... Utilizamos ahora esta hipótesis de sistema numérico en el
diseño de Guaman Poma, y vemos si obtenemos un mensaje matemático
coherente o sólo números sin sentido, como ocurre con las interpretaciones
anteriores.
En el tablero de Guaman Poma, las fichas tendrían el valor de una
potencia de 10 según el color. Los colores que se utilizaron sólo son dos
(blanco y negro); por otra parte, toda la Nueva Corónica y Buen Gobierno fue
realizada en blanco y negro.
Pongamos entonces como ejemplo, que la ficha negra valga 1, y la
ficha blanca 10; obviamente se pueden invertir los colores y elegir dos valores
arbitrarios de potencia de 10 (1-10, 10-100, 1-100, 10-1000…..) porque en
todo caso, la lógica de la interpretación se mantiene sin cambios: cambiarán

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los números que se leerán en el tablero, pero las relaciones entre ellos
permanecerán iguales.
Después de haber dado estos valores a las fichas en el tablero, si se
hace una lectura de las columnas, sumando los valores de las fichas en las
casillas, se obtienen interesantes relaciones geométrico-matemáticas.

= 10

=1

151 96 64 32
(160)

(esquema 6)

En la columna del 1 (llamamos así por simplicidad la primera


columna a la derecha) se lee el número 32 (3 fichas blancas y 2 negras), que
parece elegido al azar. El doble de 32, que es 64, se lee en la columna 2, y 96,
que es tres veces 32, se lee precisamente en la columna 3. Uno esperaría, por
lo tanto, encontrar en la columna 5 el número 160 (32 x 5 = 160), por lo que
desilusiona hallar el 151. Si se presta atención, sin embargo, se nota que el
151 se convierte en 160 si una ficha negra de la columna 5 se considera
blanca.

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Ahora es necesario un análisis sobre la posibilidad de que el
diseñador haya cometido errores en la realización de este diseño.
Los errores que podían verificarse en la reproducción del tablero son de tres
tipos: la distribución geométrica de las fichas, el número de fichas negras y el
número de fichas blancas.
La posición de las fichas dentro del tablero sigue una distribución
geométrica muy evidente y repetitiva que hace muy poco probable que el
diseño de una ficha se ubicara en una posición anómala.
El signo gráfico de las fichas es único – el círculo – que a veces se
rellena de tinta negra y a veces queda vacío. Si se hubiera dejado vacío un
círculo que debía ser rellenado, hubiera sido fácil corregir el error rellenando el
interno del círculo, pero en el caso contrario, de rellenar equivocadamente un
círculo, la correcciòn no se podía hacer.
Resumiendo: el único error posible en la reproducción del tablero,
era diseñar una ficha negra en vez de una blanca; este error se ha hecho
sólo una vez en el diseño con 33 fichas blancas, y además se ubica en una
casilla que contiene cinco fichas y por lo tanto es difícil inspeccionarla
visualmente. Todo esto hace que la suposición de error sea razonable.
Debe considerarse también la posibilidad de que el autor del diseño
no conocíera el método de cálculo, y que se limitó a reproducir un tablero
utilizado por un quipucamayoc; aun si se hubiera dado cuenta del error, no
comprendendo su importancia, renunció a corregir el dibujo porque la
corrección requeriría la elaboración de un nuevo diseño y se hubiera perdido
todo el trabajo hecho para representar el contador: de hecho, el tablero está
diseñado en un segundo plano respecto al personaje, señal de que fue
reproducido al final.
También se puede atribuir el error a un problema técnico vinculado
al uso de la pluma y la tinta: al dibujar un círculo para hacer la ficha blanca,
una gota de tinta pudo haber creado una mancha no deseada por el diseñador.
Todas estas evaluaciones son logicas, razonables e intuitivamente
convincentes, pero siguen siendo superficiales. Necesitamos un analisis más
concreta para evaluar la posibilidad de la existencia de un error. Para ello,
utilizamos la teoría de la probabilidad.
Se puede notar que los números representables en la primera
columna de la derecha, usando las diferentes combinaciones posibles de las

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fichas, son 6: 5 fichas blancas, 5 fichas negras, 1 negra y 4 blancas, 2 negras
y 3 blancas, 3 negras y 2 blancas, 4 negras y 1 blanca.
Siendo 6 los números que se pueden escribir en la primera
columna, en consecuencia solo son 6 las posibles combinaciones de ternas de
números que identifican un número, su doble y su triple, en las primeras tres
columnas.
Las combinaciones posibles de las ternas de números representables
en las tres primeras columnas son 1056 porque los números que se pueden
identificar en la primera columna son 6, en la segunda 11 y en la tercera 16 (6
x 11 x 16 = 1056). La probabilidad de que las fichas hayan sido puestas al
azar sobre el tablero en las primeras tres columnas realizando la particular
condición de representar un número, su doble y su triple, es por lo tanto de 6
/ 1056, o sea aproximadamente un 6 / 1000.
Para ser rigurosos, debemos considerar la posibilidad de distribuir,
en todas las formas posibles, el mismo grupo de fichas en diferentes casillas a
lo largo de la columna. El cálculo se hace más preciso, pero más complejo, por
lo cual remitimos al Apéndice 1. El resultado es aproximadamente 20/1000 =
2 / 100 y sustancialmente no cambia la situación respecto a 6 / 1000.
Para resumir, entonces, la probabilidad de realizar por azar sobre el tablero la
particular distribución de fichas en las tres primeras columnas de la derecha,
obteniendo un número, su doble y su triple, es la misma que se obtiene si se
extrae una ficha roja de una urna que contiene 2 fichas rojas y 98 azules (es
decir, 2 / 100).
Esta probabilidad es muy baja: deriva del hecho que no se podría
realizar esta disposición mediante la distribución de fichas al azar, sino al
contrario, que detrás de esta disposición hay una clara voluntad y un
pensamiento lógico.
Esto apoya la hipótesis de que el error depende exclusivamente de
la labor del diseñador, ya que la secuencia 32, 64, 96, 151 no es una
secuencia matemática coherente, a diferencia de 32, 64, 96, 160; la diferencia
entre las dos secuencias, concierne sólo el relleno con tinta de un círculo en
un dibujo que contiene 55 círculos.
Por otra parte, los números posibles que pueden ser "escritos" en la
columna del 5 son 26. No considerando el 160, que sería el número correcto,
de los restantes 25 números y posibles errores, sólo el 151 y el 169 permiten

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ser corregidos a 160 con el cambio del color de una única ficha; para que los
restantes 23 números puedan ser llevados al valor 160 necesitarían de un
mayor número de correcciones: esto volvería poco probable la hipótesis del
error.
Para corregir el 151 a 160 se requiere la transformación de una
ficha negra en una blanca, y como ya se ha dicho, una vez hecho este error no
podía ser corregido. Cosa posible, en cambio, en el caso del 169: para
corregirlo a 160 era suficiente teñir el interior de un círculo; el 151 representa
por lo tanto el error más razonable que se podia hacer al representar el 160,
y es precisamente 151 el valor de la columna 5.
La presencia de un error no debe extrañarnos, ya que hay muchos
casos similares en la historia de la matemática, en los cuales además el error
fue de expertos contables y no de un simple diseñador que reproduce
pasivamente el cálculo. Por ejemplo, en los papiros egipcios, se puede citar el
error presente en el cálculo de la “remuneración de los trabajadores en el
templo de Illahum” (R.J. GILLINGS 1972), o en el mismo campo incaico
podemos citar el error en el quipu B8713 conservado en el Museo Americano
de Historia Natural en Nueva York (L.L. LOCKE 1912). Todos estos argumentos
nos llevan a considerar muy razonable la hipótesis del error.
Si se acepta la hipótesis del error, en el tablero se puede ver una
multiplicación. De hecho, la secuencia 32, 64, 96, 160 identifica la
multiplicación: 32 x 5 = 160, donde el multiplicador 5 se descompone en 2
+3, por lo que se obtiene:
32 x 5 = 32 x (2 + 3) = (32 x 2) + (32 x 3) = 64 + 96 = 160
Veamos detalladamente cómo esta multiplicación figura en el
tablero de Guaman Poma, considerando el número 160 en la columna 5 y no
el 151 (es decir, 10 fichas negras y 15 blancas )
• el multiplicando, es decir, el 32 - representado por 3 fichas blancas y 2
negras - se coloca en la columna 1;
• se llenan así 5 casillas, que determinan el número de líneas que se
utilizarán;
• el multiplicador, que es 5, se descompone en términos más pequeños
y más fáciles de manejar en la multiplicación con el multiplicando; los
términos en que se descompone el 5 son el 2 y el 3, que yo llamo

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subfactores; cada subfactor determina una columna, por lo qual se
tienen las columnas del 2 y del 3;
• estas columnas deberán contener en altura 5 casillas, de modo que la
columna 2, que sólo puede contener 2 fichas en cada casilla, tendrá en
total 2 x 5 = 10 fichas , y la columna del 3, que sólo puede tener 3
fichas por casilla, tendrá en total 3 x 5 = 15 fichas;
• se introducen en la columna del 2 las 10 fichas que duplican las de la
columna 1, y por lo tanto 6 blancas y 4 negras, reproduciendo la
multiplicación 32 x 2 = 64;
• ahora se va a llenar la columna del 3; puesto que ya se han llenado
las columnas del 1 y del 2, éstas se reproducen juntas en la columna del
3 para economízar el trabajo, en práctica se realiza la suma 32 + 64 =
96 en lugar de la multiplicación 32 x 3 = 96; la disposición de las fichas
en la tercera columna simboliza claramente la suma de las columnas 1 y
2 porque reproduce las dos columnas tal cual en el interior de una sola
columna;
• ahora se realiza el último paso: 64 + 96 = 160. Es decir, se suman las
columnas del 2 y del 3 y se obtiene la columna del 5 en la que se lee el
resultado: 15 fichas de color blanco y 10 negras que dan el valor 160;
aquí también es evidente el simbolismo de la suma de las dos columnas
(2 y 3) con la agrupación de 2 y 3 fichas con la misma lógica que se ha
visto en la columna 3, que también visivamente llama la atención.

Generalizando, se puede decir que para realizar una multiplicación


se opera como sigue:
• en la columna 1 se introduce el multiplicando con las fichas adecuadas (una
ficha por casilla), lo que determina el número de líneas;
• el multiplicador se reduce a la suma de los términos más pequeños
(subfactores) y más fácil es de manejar, cada uno de estos términos genera la
correspondiente columna;
• a lo largo de estas columnas se reporta el producto del multiplicando por el
subfactor especifico de la columna;
• en la última columna se hace la suma de los productos que figuran en las
columnas de los subfactores, o sea, que se suman las columnas de los

19
subfactores, y se lee el resultado considerando los posibles conjuntos de fichas
con potencias de 10.
Ahora se muestra un ejemplo. (esquema 7) Se realiza la
multiplicación de 211 x 14 = 2954.
• además del negro y del blanco (1 y 10), es evidente que se necesitan los
colores que símbolicen los cientos y miles, y se elige la ficha azul para el 100
y la roja para el 1000;
• en la columna 1 dispone el número 211 (2 fichas azules, 1 ficha blanca y 1
ficha negra), se obtienen 4 líneas;
• el número 14 se descompone en: 14 = (1x10 + 4); a continuación se crea la
columna del 1 x 10 y la columna del 4;
• en la columna del 1x10 se multiplica el 211 por 10, lo que se hace
multiplicando diez veces cada ficha de la columna 1, pero 10 fichas de un color
corresponden a una sola ficha del color más alto en la escala; así se obtienen
4 fichas con la coloración que cambia avanzando cada una con una potencia
de 10;

14
totale
2954 4 1 x 10 211

= 1000

= 100

= 10

=1

(esquema 7)

• en la columna del 4 se hace la multiplicación de 211 x 4 y se obtienen 16


fichas que cuadriplican las de la columna 1;

20
• en la última columna se hace la suma de las columnas del 1 x 10 y del 4,
acoplando las dos columnas y obteniendo la columna del resultado que se lee:
2 fichas rojas, 9 azules, 5 blancas y 4 negras.

• El resultado será, entonces: 2954.

En este punto se pueden hacer una serie de evaluaciones:


o en el tablero de Guaman Poma de Ayala se muestra una
multiplicación, o sea un mensaje matemático. Las 55 fichas (excepto
el pequeño error razonable) se disponen al interior de un esquema
lógico en donde todas, tanto blancas como negras, tienen una función,
y son evidentes las notaciones gráficas de los múltiplos y de las
sumas:
• el doble del multiplicando se encuentra en la columna con casillas de
2 fichas;
• el triple se encuentra en la columna con casillas de 3 fichas;
• la suma de las columnas 1 y 2 se encuentra en la columna 3, donde
son evidentes los grupos de 1 y 2 fichas;
• la suma de las columnas 2 y 3 se muestra en la columna 5, donde
son evidentes los grupos de 2 y 3 fichas;
o hay una correspondencia entre valores numéricos y disposición
geométrica de las fichas de un lado y el algoritmo de la multiplicación
del otro lado ;
o la visualización de un mensaje matemático demuestra la validez del
sistema numérico hipotetitizado;
o el sistema numérico hipotetizado no se basa en un axioma, sino sólo
en la observación de los acontecimientos razonables que podían
ocurrir durante el desarrollo de un cálculo;
o no se necesita, como en las interpretaciones anteriores, construir un
método de cálculo (método con el que realizar una operación de
cálculo), ya que éste viene dado por sí mismo en el tablero después
de que se inserta el sistema de numeración (valor que debe atribuirse
a las fichas);
o la identificación de la multiplicación apoya la teoría del error en el
tablero, porque no aceptar la hipótesis del error sería equivalente a

21
sostener la teoría por la cual es probable que exista en el tablero una
relación matemática distinta a la multiplicación, pero idéntica en la
representación, excepto por el color de una ficha; en un cuadro tan
complejo como el tablero de Guaman Poma, donde se utilizaron 55
fichas blancas y negras en una disposición particular, esta tesis es
difícil de probar;
o la multiplicación es un cálculo matemático básico, de manera que su
presencia es compatible con el nivel de civilización alcanzado por los
Incas;
o el cumplimiento de la multiplicación de derecha a izquierda en el
tablero, es coherente con la hipótesis de que tambien los quipus se
leían así, de hecho en los dibujos que muestran un quipucamayoc que
lee un quipu, se observa que el contable sostiene con la mano
derecha en alto el extremo inicial del quipu, mientras que su mano
izquierda sostiene el final del quipu que será leído posteriormente
(RADICATI DI PRIMEGLIO C. 1979: 66);
o es posible notar que la secuencia 1, 2, 3, 5 está relacionada con la
particular multiplicación utilizada por Guamán Poma de Ayala, pero
cambiando el multiplicador cambia la secuencia del número de las
fichas en las casillas y el número de las columnas. Así, la secuencia de
1, 2, 3, 5 es puramente casual, así como su similitud con una parte de
la secuencia de Fibonacci. La secuencia de 1, 2, 3, 5 y el número de
las columnas por lo tanto no representan vinculos sino variables, ya
que pueden asumir diferentes valores;
o se puede responder a la pregunta de por qué falta la columna del 4:
no falta por un descuido, sino porque no hay motivos para que esté
allí, ya que la columna 1 indica el multiplicando, las columnas 2 y 3
desarrollan el doble y el triple del multiplicando y la del 5 suma las
columnas del 2 y del 3 para obtener el resultado de la multiplicación.
o el número de filas es una variable porque depende del número de
fichas mediante las cuales se representa el multiplicando;
o este método de cálculo resulta muy simple por su característica
"manual"; de hecho, la formación de columnas con altura fija
determinada por el multiplicando y con el número de fichas por casilla
establecido por el subfactor permite realizar multiplicaciones, tambien

22
de términos elevados, en modo mecánico sin el uso de las tablas
usadas en Occidente;
o la inserción del multiplicando en la columna 1 y la descomposición del
multiplicador en términos más pequeños facilita los cálculos
permitiendo trabajar con números pequeños y por lo tanto con pocas
fichas en cada casilla, lo que evita perder el control visual;
o es muy probable que para acelerar el cálculo, la última columna no
fuera realizada, pero se realiza directamente la suma de las columnas
de los subfactores considerando a la vez la agrupación de las fichas
por potencias de 10;
o se puede observar que en el caso de la multiplicación de los números
que contienen muchas cifras, entre el 6 y el 9, sería necesaria una
columna del 1 muy alta, lo que sugiere la existencia de tableros con
un número de casillas elevado, o el uso, en caso necesario, de más
tableros juntos para hacer un tablero más grande;
o hay que subrayar cómo la disposición casual, con respecto a su color,
de las fichas dentro de las columnas, ha contribuido a hacer más
hermético el diseño de la pag. 360 ya que para nuestra formación
mental, en lugar del esquema de Guaman Poma:

quizá habría sido más “normal” el siguiente:

23
en el cual habría sido más dificil cometer el error ya que una ficha negra en
una fila totalmente blanca habría resaltado mucho más .

Por qué los Incas usaron esta disposición tan “desordenada”?


Se pueden proponer varias hipótesis desde las más simples a las más
articuladas y encantadoras, pero a falta de otras pruebas nos limitamos a
tomar en cuenta las más sencillas y banales.

24
El quipucamayoc hubiera tenido que recoger cada vez para cada
linea de la columna que quería formar, las fichas (piedras o semillas) que
necesitaba y ponerlas en la casilla correspondiente. Esto habría requerido un
movimiento continuo de las manos y de los ojos entre el tablero y el recipiente
de las fichas. Es razonable suponer que el contador recogiera en un solo
momento, en la palma de la mano, todas las fichas que necesitaba, tanto en el
número como en el color, para la columna a ser construida, y luego las
distribuía en las casillas de la columna en cuestión, obviamente en modo
confuso, porque estarían todas mezcladas en la mano. Otra posibilidad
razonable es que esta distribución hiciera difícil entender el procedimiento, de
modo que quedara en manos de pocos electos.
El debate queda abierto ...
o la última evaluación, pero la más notable, y quien se mueve con
facilidad en el ámbito matemático probablemente ya la habrá hecho, es
que el sistema numérico identificado en el tablero es de tipo adicional
a las potencias de 10 y no de tipo posicional con base 10 como se
esperaba.
Como este trabajo interesa también y especialmente a los
arqueólogos y antropólogos .... que, obviamente, no tienen mucha
familiaridad con las matemáticas, voy a tratar de explicar dos
conceptos básicos: los sistemas numéricos adicionales y los sistemas
posicionales.
Ante la necesidad de numerar objetos, personas y animales, a lo largo
de la historia el hombre ha desarrollado sistemas de numeración de los
más diversos y fascinantes; sin embargo, se pueden clasificar en dos
grupos: el sistema numérico adicional y el sistema numérico posicional.
En el sistema numérico adicional, los símbolos empleados para
expresar la cantidad, de cualquier clase y forma que sean, mantienen
siempre su valor, independientemente de la posición que ocupan en el
contexto del número, y éste se calcula sumando el valor de cada
símbolo.
Por ejemplo, los antiguos egipcios utilizaban el siguiente sistema
numérico adicional a la potencia de 10:

25
Sistema egipcio

Por lo tanto el número 1230 se escribía así:

si los símbolos estuvieran mezclados de este manera:

o en este modo

el número se mantendría sin cambios.

26
El número es el mismo, pero cualquiera hubiera podido criticar la
forma ya que la costumbre aconsejaba unir en grupos los símbolos iguales y
seguir una secuencia de orden ascendente o descendente.
En el sistema adicional el cero no estaba presente, no habiendo
razón de existir: no tenia sentido contar con nada.
Como sistema posicional de base 10, podemos tomar por ejemplo el
indo - árabe que usamos todos los días. En nuestro sistema de numeración
posicional los símbolos utilizados para expresar las cantidades (a lo que
llamamos cifras: 0,1,2,3,4,5,6,7,8,9), cambian su valor en función de la
posición que ocupan al interno del número.
De hecho, las cantidades expresadas por las cifras antes de ser
adicionadas, vienen multiplicadas por un término que depende de la posición
en la que se encuentran. Por ejemplo, en el número 21, el 2 está multiplicado
por 10, y el 1 por 1, si invertimos las cifras mostrarían el número 12, que
representa una cantidad diferente,ya que ahora el 1 está multiplicado por 10 y
el 2 por 1.
Para un escribano del antiguo Egipto habría sido muy difícil
comprender por qué el 12 es diferente del 21.
En los sistemas posicionales hay la necesidad de crear el cero para
poder distinguir, por ejemplo, el número 21 del 210 o del 201 ...
Entre los dos tipos de sistema numérico, el posicional es más
conveniente ya que requiere pocos símbolos y poco espacio para representar
los números. Para verificarlo, pruebe a escribir el número 9999 con el sistema
egipcio. El posicional es considerado, por lo tanto, más evolucionado que el
adicional.
En los quipu ha sido identificato un sistema posicional, ya que los
nudos tienen un valor diferente en función de la posición que ocupan a lo largo
de la cuerda: esto lleva a suponer que tambien las fichas en el tablero tienen
un valor basado en su posición. De ahí la necesidad de identificar el valor de
cada casilla para poder conocer el valor de la ficha que está en su interior. La
idea de que en el tablero se usaba un sistema numérico posicional era
legítima porque si los incas lo utilizaban en el quipu, no era imaginabile un
salto evolutivo en la dirección opuesta usando uno adicional, y menos
evolucionado, en el tablero.

27
Lo que entonces emerge de este trabajo es precisamente que el
sistema numérico utilizado en el tablero es adicional. Las fichas, de hecho,
tienen un valor en función de su color y no por la posición en el tablero. Por
ejemplo, si la ficha negra vale 1, siempre tendrá este valor,
independientemente de la casilla en que se encuentre.
Lo que no permitía leer en el tablero una simple multiplicación era,
por lo tanto, un prejuicio, un dato erróneo que ha condicionado el trabajo de
los matemáticos en todos estos años: en el tablero el sistema númerico no
podía ser sino posicional, como en los quipus.
Volviendo, pues, por un momento, a los cinco elementos que
mencionamos inicialmente (fichas blancas, fichas negras, filas, columnas, y
la secuencia 1, 2, 3, 5), podemos decir que no era la ficha blanca, la que había
que eliminar, sino las líneas como niveles posicionales. En realidad sólo
resultaron ser un medio gráfico para ordenar geométricamente las fichas y
para facilitar la inspección visual: si se eliminan las filas del diseño de Guaman
Poma, borrando las líneas horizontales, el mensaje matemático será más
confunso en su apariencia gráfica, pero se mantendrá sin cambios en el
significado.

= 10
=1

151 96 64 32
(160)

Las fichas, en el interno de la columna, se pueden mover y disponer


en cualquier configuración gráfica (agrupadas, dispuestas en forma
desordenada ... ), pero la columna representa siempre el mismo valor
numérico. La posición de la ficha en la columna por lo tanto no cambia su

28
valor, así como la posición del símbolo egipcio en el número no cambia su
valor.
El desciframiento del tablero de Guaman Poma ha revelado la
existencia de un sistema adicional en el tablero, mientras que en el quipu
habría uno posicional.
Se tendria que aceptar esta evidencia y aceptar este estado de
cosas, atribuyéndolo a una tradición matemática singular de este pueblo, que
usaría dos sistemas diferentes, sin abandonar el sistema adicional en el
tablero, menos económico y más lento, aun conociendo el concepto de
sistema posicional. Pero esta hipótesis no nos convence. La lógica, por lo
tanto, nos obliga a hacer un análisis detallado y a intentar responder a unas
cuantas preguntas que a primera vista parecen absurdas.
1. ¿En realidad los Incas conocían el concepto de sistema numérico
posicional?
2. ¿Estamos seguros de que en el quipu el sistema sea posicional?
3. ¿ No podría ser un sistema adicional como el del tablero?

La primera reacción es rechazar estas preguntas, ya que estamos


más que convencidos de que en el quipu se haya demostrado la existencia de
un sistema posicional, ya que los nudos asumen un valor según la posición
que ocupan a lo largo de la cuerda.
Pero si nos obligamos a analizar el problema alejando cualquier
forma de prejuicio de nuestras mentes, podemos llegar a un resultado
sorprendente.
Supongamos que queremos inventar un sistema numérico adicional
con símbolos que varían por potencias de 10: 1, 10, 100 .... (prácticamente
similar al de Egipto) y que estos símbolos se puedan realizar con papel y
pluma.
Es evidente que el número de símbolos que podemos diseñar es
prácticamente ilimitado y que por lo tanto, el número de sistemas numéricos
adicionales que pueden inventarse también es ilimitado.
Ahora supongamos que en lugar de papel y lápiz, sólo tenemos a
disposición unas piedras; las variables que podemos utilizar para indicar 1,
10, 100 .... no son muchas; podemos aprovechar el tamaño de las piedras
(por ejemplo, piedra pequeña = 1, piedra media = 10, la piedra grande = 100

29
...), su forma (por ejemplo, piedra redonda= 1, piedra plana= 10, piedra
triangular = 100 ... ) y su color (piedra negra = 1, piedra blanca = 10, piedra
marrón = 100 ...), por lo que los sistemas numéricos adicionales que podemos
inventar son un número limitado.
Si no tengo lápiz y papel, y tampoco piedras, pero sólo una cuerda,
el número de las variables se reduce aún más.
¿Cómo puedo indicar 1, 10, 100 .... con una cuerda? A una cuerda sólo le
puedo hacer nudos, por lo que podré usar como variables la forma del nudo y
su posición a lo largo de la cuerda, nada más. Estoy utilizando como variable
la posición en un sistema adicional. Por lo tanto el uso de la cuerda como
medio genera la coincidencia de usar en un sistema numérico adicional la
variable “posición” que es una prerrogativa de los sistemas posicionales; y de
ahí debió nacer el malentendido que engañó a Locke, llevándolo a pensar que
estaba delante de un sistema numérico posicional.
En la práctica los quipu podían ser leídos de dos maneras:

sistema númerico posicional sistema númerico adicional

3
1 x 10 1000
2
1 x 10 100
1
1 x 10 10
0
1 x 10 1

En cada caso podían ser leídos los mismos números. Si tomamos al azar el
número 203:

30
posicional adicional

2 100
2 x 10 100
1
0 x 10

0 1
3 x 10 1
1

2 0
2 x 10 + 3 x 10 = 200 + 3 = 203 100 + 100 + 1 + 1 + 1 = 203

pero conceptualmente la situación sería completamente diferente, ya que en el


primer esquema los grupos de nudos identifican los números que son
multiplicados por 1, 10, 100, .... en función de su posición (sistema de
numeración posicional), mientras que en el segundo esquema cada nudo tiene
un valor específico, que también depende de la posición, pero que no es
multiplicado por un coeficiente (sistema numérico adicional).

Sin embargo, a la luz del descubrimiento de la existencia de un


sistema numérico adicional en el tablero, es razonable suponer que también
se puede encontrar en el quipu.
Se pueden hacer también otras evaluaciones a favor de la tesis
adicional:
o siempre se ha pensado que el espacio vacío en la cuerda indica el cero,
que es un concepto relacionado con el sistema posicional, pero podría
indicar simplemente la ausencia de nudos en esa posición en particular,
y no se podía cortar ese trozo de la cuerda porque se habrían perdido
los nudos más abajo; pero si en el espacio vacío hubiese estado un

31
nudo de forma especial para indicar el cero no habría dudas sobre la
existencia de un sistema posicional.
o si los incas hubieran utilizado un sistema de numeración posicional, y
hubieran conocido el cero, es razonable pensar que habrían creado un
nudo particular para representarlo; es más, el uso de este nudo habría
facilitado enormemente la realización del quipu ya que habría eliminado
la necesidad de alinear con precisión todos los nudos de las diferentes
cuerdas, que representan las unidades, decenas, centenas, ...;
esta alineación requería tiempo y empeño técnico, mientras que si
hubiese existido un nudo particular para indicar el cero, se habría
podido atar cada cuerda sin compararla con las demás y sin respetar
las distancias fijas entre los grupos de nudos, haciendo la cosa más
fácil y más rápida; pero, si no se conocía el concepto de cero, porque
el sistema de numeración en uso era adicional, no había otra
alternativa y se tenía que respetar la alineación.
o la otra variable que podía ser utilizada para indicar 1, 10, 100 ... en la
cuerda, como alternativa a la posición, era la forma del nudo; si cada
potencia de 10 hubiese sido representada por un determinado tipo de
nudo, nadie hubiera podido dudar en reconocer un sistema adicional,
pero realizar nudos complejos requería más tiempo que el nudo
simple, por lo que es razonable optar por el uso de la variable en la
posición; el nudo a ocho (para el número 1) y el nudo largo (para los
números del 2 al 9) para indicar las unidades, fueron utilizados
necesariamente para establecer un punto de referencia para la
identificación de las diferentes zonas en las cuerdas del quipu.

En resumen, podemos decir que si los Incas hubiesen utilizado


un sistema numérico adicional con potencia de 10 y querido usar los
nudos de una cuerda para representar los números, el objeto que más
razonablemente habrían usado podría coincidir perfectamente con el
quipu que conoscemos; en este objecto un erudito del siglo XX habría
podido leer sin ningún tipo de sospecha un sistema numérico posicional
con base 10.
A casi un siglo de distancia del trabajo de Locke, el subvertir el
orden de las cosas y hablar de la existencia de un sistema numérico

32
adicional en el quipu puede ser difícil de aceptar; pero, por otro lado, si
no se podía leer el tablero con el mismo sistema numérico posicional
usado para los quipus, se podía sospechar la presencia de un prejuicio en
el enfoque de su estudio, por lo que era previsible que la solución de la
yupana nos llevaría a consecuencias inimaginables también en lo que se
refiere a los quipus.
Obviamente, "los nostálgicos" pueden seguir asumiendo,
aunque parezca poco razonable, que en el tablero se usaba un sistema
adicional y sobre el quipu uno posicional. Para convencerlos, quizá podría
señalar que, dado que el sistema numérico presente en el quipu puede
ser visto como un adicional o un posicional, espontáneamente Locke leyó
lo que le era más familiar. Si hoy usáramos un sistema numérico
adicional, también habría sido natural para Locke identificar este sistema
en el quipu, y hoy, tras casi un siglo, todos estaríamos plenamente
convencidos de ello.
Dado que tanto el método de cálculo egipcio como el
individuado en el tablero de Guaman Poma utilizan un sistema numérico
adicional con potencia de 10, parece interesante comparar los dos
métodos de cálculo. Para los especialistas, y también para los que no se
ocupan de la historia de la matemática y quieren probarlo, en el apéndice
2 se muestra la multiplicación de Guaman Poma llevada a cabo con el
método de cálculo egipcio.
Se puede notar cómo los dos métodos tienen esquemas
similares, y también que el de los Incas resulta más eficiente en términos
de velocidad.
En este punto del trabajo me gustaría hacer notar que las
palabras de Guaman Poma en la pag. 361(363) de la Nueva Corónica y
Buen Gobierno pueden haber sido mal interpretadas:
"Cuentan en tablas, numiran de cien mil y de dies mil y de
ciento y de dies hasta llegar a una”.
De hecho se pensaba, por la similitud con la descripción, que se
refería a la explicación del uso de un sistema numérico posicional
decimal. Este sistema de numeración pertenece a nuestra cultura y
nuestra mente está fuertemente condicionada, por lo que era natural
adaptar esas palabras a nuestro sistema. La identificación del uso de un

33
sistema numérico adicional con potencia de 10 en el tablero de Guaman
Poma, sin embargo, hace pensar que esas palabras eran interpretadas de
manera diferente. En efecto, la palabra "numirar" tiene principalmente el
significado de asociar una serie de objetos a números (marcar con un
número), por lo que la frase " numiran de cien mil y de dies mil y de
ciento y de dies hasta llegar a una" pudo haber implicado un
complemento directo: ¿qué está marcado con las potencias de 10?
Teniendo en cuenta que la frase comienza con "Cuentan en tablas” y que
en la misma página 361 Guaman Poma escribe, "... .. contaua la quinua
y los indios” (las fichas en este caso son las semillas de quinua), el
complemento directo sólo puede ser entendido como " quinuas". La frase
podría ser entendida como "Cuentan en tablas, numiran [las quinuas] de
cien mil y de dies mil y de ciento y de dies hasta llegar a una".
Las fichas son numeradas con la potencia de 10, explicando por qué en el
diseño de la página anterior se utilizan fichas de diferentes colores (cada
color está asociado a una potencia de 10). Es posible, por lo tanto, que
Guaman Poma no haya omitido la descripción del uso del tablero, pero
que fue encubierta por un prejuicio matemático banal, y una traducción /
interpretación errada.

Sumas y restas
En cuanto a las adiciones y sustracciones el método que se utilizó
puede ser fácilmente deducido de las adiciones que aparecen en la
multiplicación de Guaman Poma.
Entonces, en las sumas grupos de fichas de colores oportunos
(correspondientes al número que se tiene que representar) se unían en un
solo grupo y eran contados en su totalidad; mientras que, en la resta, de un
grupo de fichas que denota el minuendo se eliminaban las que representan el
sustrayendo y se obtenía el resto.

División
En cuanto a la división, no tenemos un testimonio comparable al
diseño de la página 360 de la Nueva Corónica y Buen Gobierno. Podemos

34
suponer, sin embargo, que era conocida por los Incas, considerado el grado de
civilización alcanzado por este pueblo.
Puesto que la división es la operación inversa de la multiplicación,
podemos hacer una hipótesis acerca de cómo se resuelve, incluso en ausencia
de testimonios, suponiendo que se aplica el proceso inverso al que hemos
identificado.
En la práctica, la compilación del tablero es la misma, pero se
realiza al contrario: el dividendo coincide con el producto y el divisor con el
multiplicador que también aquí se descompone en partes más pequeñas y
genera las columnas; se tiene que obtener el cociente que coincide con el
multiplicando, y que también aquí está representado en la columna 1.
Teniendo entonces el dividendo y el divisor, tenemos que ser
capaces de reconstruir las columnas de los subfactores de la multiplicación
correspondiente. Esto es posible porque existe una relación precisa entre los
datos de la división y la compilación de las columnas, respetando las normas :
 las fichas que representan el valor del dividendo deben ser
distribuidas en las columnas del divisor procediendo línea por
línea, utilizando primero las fichas de mayor valor en las
columnas de mayor valor e iniciando en la parte superior (este
último requisito sirve sólo para proceder en orden); En la
distribución, cada casilla debe contener el número de fichas
establecido por el valor de la columna;
 dentro del ámbito de las líneas, los colores de las fichas de las
casillas pertenecientes a distintas columnas deben seguir las
mismas relaciones que tienen entre ellos los valoress de las
columnas a las que pertenecen (por ejemplo, si el dividendo es el
número 32 y tenemos la columnas del 3 x 10 y del 2, las fichas,
en el ámbito de la línea que pertenece a distintas columnas,
deben tener dos colores diferentes para indicar el salto de una
potencia de 10; pero si el dividendo es el número 5, siempre
podemos tener dos columnas, respectivamente con 3 y 2 fichas,
pero en la línea las dos casillas contendrán fichas del mismo color
ya que indican números con la misma potencia de 10). Un
ejemplo demuestra que la dificultad es sólo aparente;

35
 hecho esto, es banal obtener la columna del 1 de cualquiera de
las columnas de los subfactores, aunque por facilidad conviene
usar la del subfactor más pequeño, y luego leer el resultado.

Se describe un ejemplo: 380: 18 = 21 con resto 2 (Esquema 8)


 el dividendo, es decir 380, se compone de 3 fichas azul y de 8 blancas;
 el divisor, es decir 18, se descompone en la suma: 18 = (1x10 +4 +4);
se realizan entonces 3 columnas con sus respectivos valores;
obviamente también se podría descomponer el 18 en (1x10 +3 +3
+2), y habrían resultado 4 columnas; la elección se hace reduciendo al
mínimo el número de columnas para agilizar los cálculos, pero también
es necesario tener cuidado de no poner un gran número de fichas en las
casillas porque se perdería el control visual; la elección, entonces, al no
tener incidencia en el resultado final, es arbitraria;
 en este punto comenzamos a insertar el 380 en las tres columnas; se
inicia de la parte alta sólo para mantener el orden, mientras que es
obligatorio proceder por líneas;
 en la primera fila, en la columna del 1x10, se puede insertar sólo una
ficha; se parte de la de mayor valor, o sea 1 de color azul; siempre en
la fila más alta, en la columna del 4 se tienen que introducir 4 fichas, en
este caso blancas porque tienen que ser de una potencia de 10 inferior
a la ficha azul a la izquierda, porque la columna a la que pertenece es
de 4 y no 4x10;

36
1 x 10 4 4 1

380
= 1000

21 = 100

= 10

2 =1

(esquema 8)
 se completa la línea introduciendo cuatro fichas blancas en la segunda
columna del 4, ya que las dos columnas del 4 son de la misma potencia;
 en la segunda fila viene insertada una ficha azul en la columna del 1x10
y las 8 fichas blancas que se utilizan para rellenar el resto de la línea, se
obtienen cambiando la ficha azul aún no utilizada por 10 fichas blancas;
 en la línea siguiente no es posible, obviamente, poner una ficha azul ya
que se terminaron y nos quedan sólo dos fichas blancas; se debe
colocar una ficha blanca, que ahora es la de mayor valor, en la columna
del 1 x 10 y obviamente, en las dos columnas del 4 se deben usar fichas
negras ya que se tiene que respetar el salto hacia abajo de una potencia
de 10, como en las líneas anteriores (también aquí tenemos que
cambiar 1 ficha blanca por 10 negras);
 sólo quedan dos fichas negras, por lo que la primera se tendria que
incluir en la columna del 1x10, mientras que la segunda no la puedo
cambiar por otras ya que, como se ve en el esquema 8, debajo del color
negro, no hay nada;
 por lo tanto las dos fichas negras que sobran se dejan juntas y
representan el resto: 2;

37
 se han obtenido asì tres líneas, de modo que incluso la columna 1, que
ahora debe construirse, tendrá un número igual de líneas; para
construir la columna 1, debe utilizarse una de las columnas de los
subfactores que se acaban de hacer, por simplicidad consideramos una
del 4;
 procediendo por linea de arriba a abajo, se debe insertar en la primera
linea de la columna 1, el grupo de fichas de la misma linea de la
columna del 4 (4 fichas blancas), reducido a una cuarta parte;
entonces, se debe insertar 1 ficha blanca;
 continuando con el mismo procedimiento línea por línea, se completará
la columna del 1 (2 blancas, 1 negra) y se leerá el resultado: 21

A pesar de que las explicaciones desarrolladas en detalle


aparentemente sean largas, con un poco de entrenamiento se percibe de
inmediato que el método es muy simple, ya que consiste en distribuir un
grupo de fichas de diferentes colores y valores en una secuencia de cuadros
obligados siguiendo algunas reglas banales, un poco como un juego de mesa,
o un solitario. Pues, la construcción de la columna 1 y la lectura del resultado
es un procedimiento extremadamente simple.
Este método de división es manual, no requiere cálculos intermedios
o el uso de tablas: una vez identificados los valores de las columnas, las fichas
se colocan en el ábaco siguiendo un proceso mecánico que no incluye cálculos,
y solo al final, se lee el resultado. Como en la multiplicación, también en la
división se queda uno asombrado por la sencillez y la rapidez de este método
de cálculo, incluso con términos elevados.
No hay evidencia para apoyar estas afirmaciones, pero es fácil ver
que con este método de cálculo se pudieron haber utilizado sin problema
números con parte decimal, ya que bastaba con dar un color específico a la
ficha que indicaba las décimas, otro que indicaba las centesimas y así
sucesivamente.

38
Yupanas
Haber descifrado el tablero de Guaman Poma, también llamado
yupana en tablero, conduce en consecuencia a tratar un tipo distinto de
yupana que podríamos llamar " a depósito".
Las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz, además del
tablero descrito por Guaman Poma (C. 1979 RADICATI DI PRIMEGLIO:19), otros
objetos que intrigan, realizados en piedra, madera o arcilla, de forma
rectangular u oval y que tienen en su interior una serie de compartimentos de
diferentes tamaños y formas, incluso en diferentes niveles de altura. Estos
restos arqueológicos han sido encontrados en varios lugares del imperio inca,
y corresponden a diversos niveles cronológicos. Éstos son algunos ejemplos
bien conocidos:
.

39
40
(RADICATI DI PRIMEGLIO C. 1979: 12-16)

Estos objetos son llamados yupanas y se cree que servian a los


Incas para realizar los cálculos. Esta convicción deriva de una frase que
escribió el padre J. de Velasco unos 250 años después de la conquista,
explicando que los cálculos se realizaban con “depósitos hechos de madera, de
piedra o de barro, con diversas separaciones, en las cuales se colocaban
piedrecillas de distintos tamaños, colores y figuras angulares (J. VELASCO DE
1841-44, T. II, 7).
No todos los estudiosos están de acuerdo con esta tesis, ya sea
porque J. de Velasco pertenece a un tiempo posterior a la conquista y por lo
tanto el uso real de la yupana a depósito pudo haberse transformado, o
porque no hay otras pruebas en las crónicas.
Otras hipótesis sobre el uso de la yupana a depósito hablan de un
juego de mesa para dos, ya que la disposición de las casillas se reduce
siempre a un esquema que divide la yupana en dos partes simétricas y
opuestas, o de la reproducción en miniatura de una chanca (zona urbana) por
la similitud de la disposición de las casillas con la de las casas alrededor de la

41
plaza. Otra hipótesis es que la yupana fue utilizada como una especie de hoja
de contabilidad que permitía el recuento de lo habido y lo debido.
De hecho, hay grandes incertidumbres sobre el uso de este objeto,
e incluso su nombre aparece como préstamo ya que en uno de los primeros
diccionarios quechua - español, y precisamente en el de González Holguín, la
palabra yupana no se refiere al medio en el que se contaba; de hecho, la
definición es "Yupana. Letra, los números de guarismos". Esta definición
sintética y enigmática parece referirse a las cifras del número que en el ámbito
incaico debían corresponder a los nudos en el quipu o a las fichas para realizar
los cálculos.
Cabe señalar también que Guaman Poma, quien a menudo usa
palabras en lengua quechua, cuando habla de la estructura sobre la qual se
contaba, se refiere genéricamente a una tabla y no usa el término yupana.
Por lo tanto, las opiniones de los estudiosos sobre la yupana a
deposito son controvertidas, pero la identificación de la multiplicación en el
tablero de Guaman Poma podría arrojar luz sobre la cuestión.
Si los Incas resolvían los cálculos en la yupana a tablero, es poco
probable que los resolvíesen en la yupana a depósito: de hecho no es
razonable pensar que utilizaran dos métodos diferentes de cálculo. Hubieran
sido necesarios, de hecho, dos métodos totalmente diferentes, porque los dos
tipos de yupana no pueden atribuirse a una tipología común siendo
completamente diferente su estructura. En la práctica, el algoritmo de la
multiplicación identificada en la yupana a tablero de Guaman Poma (de forma
y segmentación interna regular) no puede ser insertado fácilmente en la
yupana a depósito (de forma y segmentación interna irregular).
Obviamente, si se quiere, esta inserción se puede hacer de manera
forzada, ya que juega con estructuras geométricas y algoritmos, así que con
un poco de habilidad se pueden establecer enlaces lógicos. Pero estos enlaces
serían complejos y faltos de demostración, por lo tanto, forzados y poco
convincentes.
En conclusión, no podemos decir para que sirvió la yupana a
depósito, pero podemos suponer razonablemente que no fue utilizada para
realizar cálculos en tiempos de los Incas.

42
Análisis estructural y curiosidades
Una pregunta que podemos hacernos es por qué en el diseño de
Nueva Corónica fué elegida precisamente esta multiplicación para representar
un ejemplo de cálculo, y la respuesta que se puede dar de inmediato es que la
elección se debió a la casualidad. Pero si se mira con atención la
multiplicación de Guaman Poma no puede dejar de notar que contiene
repetidamente la imagen del número 5 descompuesto en 2 y 3. En efecto, se
elegió un multiplicando (columna 1) compuesto de 5 fichas de las cuales 2 son
negras y 3 blancas. Se elige como multiplicador el número 5 que se
descompone en 2 y 3 generando las columnas del 2 y 3. En consecuencia, la
última columna tiene casillas que contienen 5 fichas dispuestas 2 en un lado y
3 en el otro para representar la suma de las columnas 2 y 3.
Además, se nota que la multiplicación fue desarrollada del modo
meno rápido posible, de hecho, el multiplicador 5 fue descompuesto en 2 +3,
de donde se obtuvieron 4 columnas: una para el multiplicando, dos para el
multiplicador y una para el resultado. En cambio, el multiplicador también
pudo ser descompuesto en 1+ 4, lo que abría permitido llevar a cabo la
multiplicación mediante la construcción de sólo tres columnas: una para el
multiplicando,que podría ser utilizada simultáneamente como una columna
que representara el componente 1 del 5, una para el 4 y una para el
resultado.
Además, habría sido posible resolver la multiplicación más
rápidamente mediante el uso de sólo dos columnas: una para el multiplicando
y una para el multiplicador 5, sin que éste fuera descompuesto, ya que cinco
fichas para una casilla es un número que se puede controlar visualmente.
Automáticamente la columna del multiplicador coincidiría con la del resultado.
Un experto contable habría tomado el camino más corto. En la
elaboración de los cálculos, la velocidad y la síntesis fueron siempre un
objetivo para todos los pueblos, de acuerdo con los sistemas numéricos y
métodos de cálculo utilizados.
Todo esto plantea la idea de que quizás la elección de esta
multiplicación, con el uso de estos factores en particular y una descomposición
del multiplicador tan poco "económica", tuviera como propósito realizar un
esquema que no sólo tuviera un significado matemático sino también uno
simbólico.

43
Obviamente, ésta es sólo una hipótesis y siempre hay que
considerar la posibilidad de una mera casualidad, pero si se acepta la idea de
que el esquema puede tener un valor simbólico se liga a otro símbolo,
perteneciente a otro pueblo, cuyos orígenes se pierden en la leyenda y que
tiene muchos puntos de coincidencia con el tablero de Guaman Poma. Me
refiero al Ho Tho, que significa "el documento del Río Amarillo", y que
pertenece a la cultura china. Siendo este objeto esencialmente diferente en la
forma al tablero de Guaman Poma, es dificil establecer una relación a primera
vista; sin embargo, si se analiza racionalmente el contenido de ambos, se
observan muchas semejanzas.
El Ho Tho también se forma a partir de 55 fichas blancas y negras
que representan los números; en este diagrama el número 2 también se
representa con 2 fichas negras y el número 3 con tres fichas blancas (la
misma elección hecha para el multiplicando de Guaman Poma) y ahora son
claras las razones de la elección de esta opción cromática particular (véase el
Apéndice 3). Es interesante señalar, además, que en el Ho Tho los números 2
y 3 son de particular importancia, al ser considerados "fundamentales", y
también el número 5 tiene un papel relevante: por lo tanto, hay una
correspondencia con el tablero de Guaman Poma donde aparece en repetidas
ocasiones el numero 5 disociado en 2 y 3. En el Apéndice 3, el argumento se
desarrolla en detalle.
Además de las similitudes antes mencionadas hay otra, muy
sugerente, que vincula el profundo significado simbólico del Ho Tho con el
simbolismo del tablero de Guaman Poma que se proporciona en los
Documentos Miccinelli. El argumento es complejo y admite más niveles de
lectura revelando aspectos sorprendentes de estos documentos (véase el
Apéndice 4).

En el apéndice se presentan algunos cálculos, lecturas y curiosidades.

1) Cálculo de la probabilidad de realizar un número, su doble y su triple


insertando al azar fichas blancas y negras en las tres primeras columnas
(partiendo de la derecha) manteniendo el mismo esquema (número y
distribución) de la yupana de Guaman Poma.

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2) La multiplicación de Guaman Poma llevada a cabo con el método de cálculo
egipzio: una comparación.

3) Un curioso paralelismo entre la yupana de Guaman Poma y el Ho Tho.

4) La matemática incaica en los Documentos Miccinelli: investigaciones.

Apéndice 1
Cálculo de la probabilidad de realizar un número, su doble y su triple
insertando al azar fichas blancas y negras en las tres primeras columnas
(partiendo de la derecha) manteniendo el mismo esquema (número y
distribución) de la yupana de Guaman Poma.

En la columna del 1 de la yupana puede haber 6 números


diferentes, teniendo en cuenta las posibles combinaciones de fichas blancas y
negras:

ficha blanca = 10
ficha negra = 1
5 negras 5
4 negras 1 blanca 14
3 negras 2 blancas 23
2 negras 3 blancas 32
1 negra 4 blancas 41
5 blancas 50

Los números corrispondentes a los dobles y a los triplos, que se pueden


identificar en la columna del 2 y del 3 son:

(1) (2) (3)

5 10 15 caso a
14 28 42 b
23 46 69 c
32 64 96 d
41 82 123 e
50 100 150 f

La probabilidad de que se verifique el evento de tener en las tres columnas un


número, su doble y su triple está dada por la suma de las probabilidades que
se verifican en cada uno de los 6 casos indicados (a,b,c,d,e,f ):

Pt = Pa + Pb + Pc + Pd + Pe + Pf

La probabilidad de que se verifique cada uno de estos casos está dada por el
producto de las probabilidades de ser representado cada uno de los números
de la terna, o sea:
45
Pa = Pa1 x Pa2 x Pa3

Pb = Pb1 x Pb2 x Pb3

Pc = Pc1 x Pc2 x Pc3

Pd = Pd1 x Pd2 x Pd3

Pe = Pe1 x Pe2 x Pe3

Pf = Pf1 x Pf2 x Pf3

5 10 15
- 10
5 10 15
Pa = X X = 9,3132257 x 10
5 10 15
2 2 2

5 10 15
4 8 12
Pb = X X = 0,000095344
5 10 15
2 2 2

5 10 15
3 6 9
Pc = X X = 0,009788665
5 10 15
2 2 2

Además tenemos que Pa = Pf

Pb = Pe

Pc = Pd

Por lo tanto Pt = 2Pa + 2Pb + 2Pc =

=2 x 9.3132257x exp-10 + 2 x 0.000095344 + 2 x 0.009788605=

=0.0198 = 20/1000 = 2/100

46
Apéndice 2
La multiplicación de Guaman Poma llevada a cabo con el método de cálculo
egipcio: una comparación.

Para llevar a cabo la multiplicación con el método de cálculo egipcio es


necesario saber cómo duplicar un número y conocer la adición.
En la multiplicación 32 x 5 = 160, por ejemplo, el número 32 se duplica,
obteniendo el 64. El 64 se duplica obteniendo el 128, que es el cuádruple del
32. El mecanismo se repite varias veces, dependiendo del valor del
multiplicador: el valor del múltiplo no debe superar el valor del multiplicador.

En nuestro caso, el multiplicador es 5, por lo que es preciso detenerse; de


hecho si se duplicara el 128 se tendría un factor de multiplicación igual a 8.
De estas tres líneas que se han construido, se considera sólo la primera y la
tercera, ya que la suma de 1 y 4 es igual a 5, es decir, el multiplicador.
Por lo tanto se toman los valores de las líneas del 1 y 4, es decir, 32 y 128
respectivamente y se suman: 32 + 128 = 160 obteniendo el resultado.

1 32

2 64 (esta línea no se utiliza)

4 128

_______ ______________________________

5 32 + 128 = 160

47
Con los símbolos egipcios, la multiplicación aparece así :

(línea no utilizada)

_______ ___________________________

Donde el símbolo representa “igual”.

Si nos tomamos la libertad de girar las 4 líneas de esta multiplicación en el


sentido de las agujas del reloj 90 grados, obtenemos 4 columnas que,
independientemente de los símbolos utilizados, podemos comparar con las
columnas del tablero de Guaman Poma:

48
No utilizada

160 128 32

Se puede notar la gran semejanza entre los dos métodos, debida al uso, en
ambos casos, de un sistema numérico adicional.

De hecho, el número 32, que está insertado en ambos métodos en la primera


columna a la derecha, se multiplica por los coeficientes (que se encuentran en
lo alto de las columnas) dando como resultado los múltiplos que se insertan
cada uno en una columna y que posteriormente se suman en la columna
izquierda obteniendo el producto.

En la multiplicación egipcìa, los factores de multiplicación son 1 y 4, mientras


que en la incaica son el 2 y 3. En ambos casos, su suma es 5 y el resultado de
la suma de los múltiplos es 160.
49
En la práctica, el multiplicador 5 se descompone en términos más pequeños
que se multiplican por el multiplicando 32, obteniendo varias piezas que se
suman al final.
Este es un método que usamos instintivamente cuando tenemos que llevar a
cabo una multiplicación y en ese momento no tenemos disponible una
calculadora o lápiz y papel.

Podemos observar que, en principio, el método egipcio es más lento que el


incaico, aunque en esta multiplicación en particular, los métodos parecen
equivalentes.
Si consideramos, por ejemplo, la multiplicación 230 x 234 = 53.820, con el
método incaico serían suficientes sólo 5 columnas: la de 1 que está siempre
presente, una del 2 x 100, una del 3 x 10, una del 4 y la del total.
Con el método egipcio, en cambio, es necesario construir 8 líneas, más la del
resultado; casi el doble que las columnas incaicas y además se pierde más
tiempo para identificar las filas que se han de usar y las que se han de
excluir.

Apéndice 3
Un curioso paralelismo entre la yupana de Guaman Poma y el Ho Tho

La leyenda dice que el emperador chino Yu, quien presumiblemente vivió en el


tercer milenio antes de Cristo, recibió un diagrama de un caballo-dragón
surgido de las aguas del río Amarillo. Este esquema denominado "Ho Tho" es
una disposición en cruz de números que van del 1 al 10, que contiene el
principio filosófico chino del equilibrio, en la naturaleza, de las dos fuerzas
complementarias: el yin, femenino, número par, oscuro, y el Yang, masculino,
números impares, claro (se observan las similitudes con los conceptos Hanan-
Hurin de la cultura Inca). El Ho Tho fue absorbido por las plobaciones
cercanas a China, como los tibetanos, mongoles y coreanos que lo
representaron con perlas o nudos, blancos y negros en pequeñas secciones de
cuerda (JOSEPH G.G. 1991: 156) (los conceptos de nudo, perla, blanco, negro y
cuerda nos remiten de nuevo al mundo Inca).
En seguida se muestra este tipo de representación en el Ho Tho :

50
En el libro del I Ching, antiguo texto chino divinatorio, está la explicación del
simbolismo de este diagrama. Presento algunos pasajes:
"Los sabios santos de la antigüedad hicieron el Libro de las Mutaciones de esta
manera:
“Para ayudar a los dioses luminosos de una manera misteriosa inventaron el
oráculo extraído de los tallos de milenramas. Asignaron el número tres al cielo
y el dos a la tierra, y desde allí, hicieron el cómputo de los demás números”.

"El cielo es uno, la tierra dos, el cielo tres, la tierra cuatro, el cielo cinco, la
tierra seis, el cielo siete, la tierra ocho, el cielo nueve, la tierra diez”.

"Los números en el cielo son cinco, y los números en la tierra también son
cinco. Distribuyéndolos en cinco lugares, cada uno tiene su complemento. La
suma de los números de la tierra es de 30. La suma de los números del cielo
es de 25. La suma total de los números del cielo y la tierra es de 55. Esto es lo
que provoca las alteraciones y transformaciones y pone en movimiento a los
demonios y dioses".

El tablero de Guaman Poma y el Ho Tho representan sistemas numéricos


completamente diferentes; en el primero se representa una multiplicación,
mientras que en el segundo la disposición en Cruz de los números que van de
1 al 10; pero en ambos casos se usan 55 fichas blancas y negras.
En el Ho Tho el número 2 está representado por 2 fichas negras ya que los
números pares son femeninos, relacionados con el yin y lo oscuro, mientras
que el 3 es representado por 3 fichas blancas, porque los números impares
son masculinos, yang y asociados con el claro. Esta misma opción de colores,
se encuentra en el multiplicando de Guaman Poma (columna 1) que utiliza 5
fichas de las cuales 2 son negras y 3 blancas (como vimos anteriormente,
esta elección se hace entre 6 combinaciones posibles: 5 negras, 4 negras y 1
51
blanca, 3 negras y 2 blancas, 2 negras y 3 blancas, 1 negras y 4 blancas, 5
blancas).
Aún, en el Ho Tho, los números 2 y 3 representan los números fundamentales
relacionados con la tierra y el cielo, de los cuales se parte para calcular los
demás números; en el tablero de Guaman Poma (véase "Análisis estructural y
curiosidades") aparece en repetidas ocasiones el valor 5 descompuesto en los
números 2 y 3, en el mutiplicando, el multiplicador y el resultado.
Por último, el número 5, que como ya se mencionó, aparece repetidamente en
la multiplicación de Guaman Poma, y en lo Ho Tho muestra tanto los números
que se asocian con el cielo (números impares) y los que están asociados con
la tierra (números pares) y el número de plazas en la disposicion en cruz en
la que estos números se insertan (arriba, abajo, izquierda, derecha y centro)
y, finalmente, ocupa la posición central del diagrama.
En resumen, los números 2, 3, 5, 55, las fichas blancas y las fichas negras son
elementos básicos sobre los que se construyen ambos esquemas.
Este paralelismo entre el tablero de Guaman Poma y el Ho Tho no puede y no
quiere demostrar o sugerir la existencia de una raíz común, pero los puntos de
coincidencia son tales que merecen ser citados, aunque sólo como una
curiosidad.
Como se menciona en el “Análisis estructural y curiosidades”, también hay
otra similitud profunda entre el Ho Tho y el tablero de Guaman Poma, que se
ilustra en el Apéndice 4.

[….]

Bibliografia
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52
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(estratto da : Florio Cinzia, 2009, “Encuentros y desencuentros nella


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Ayala”, in Encuentros y desencuentros entre Europa y América, Atti del XXX
Convegno Internazionale di Americanistica, Salerno, 14-15 maggio / 10-12
dicembre 2008, Oèdipus, Salerno.)

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