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Preguntas:

2. Situar en cada uno de los lóbulos su lesión.

Si la lesión afecta la parte anterior del lóbulo frontal, puede ocurrir lo siguiente:

 Dificultad para mantener temporalmente la información disponible para su


procesamiento (denominada memoria de trabajo)
 Reducción en la fluidez del habla
 Apatía (falta de emoción, interés y preocupación)
 Falta de atención
 Respuestas tardías a las preguntas
 Una sorprendente falta de inhibición, que incluye un comportamiento social
inapropiado

La lesión en la parte delantera de uno de los lóbulos parietales causa insensibilidad y altera
las sensaciones en el lado opuesto del cuerpo. Las personas afectadas tienen dificultad para
identificar la localización y el tipo de sensación (dolor, calor, frío o vibración). Las personas
pueden tener dificultades para reconocer objetos mediante el tacto (es decir, por su textura y
forma).

Si se daña la parte media, la persona no distingue el lado derecho del izquierdo (lo que se
llama desorientación derecha-izquierda) y tiene problemas con el cálculo y la escritura. Es
posible que tenga problemas para determinar dónde se encuentran partes de su propio
cuerpo (un sentido llamado propiocepción).

Si el lóbulo parietal no dominante (normalmente el derecho) está dañado, se pierde la


capacidad de hacer tareas sencillas como peinarse o vestirse (un trastorno denominado
apraxia). También puede haber problemas para entender cómo los objetos se relacionan entre
sí en el espacio. En consecuencia, las personas pueden tener problemas para dibujar y
construir cosas, y perderse en su propio vecindario. Estas personas también pueden ignorar la
gravedad de su trastorno o negar su existencia, e ignorar el lado del cuerpo opuesto al daño
cerebral (normalmente el lado izquierdo).

Si ciertas áreas del lóbulo temporal derecho están dañadas, se ve afectada la memoria para
los sonidos y la música. En consecuencia, las personas pueden tener problemas para cantar.

Si se lesionan ambos lados del lóbulo occipital, la persona afectada no puede reconocer
objetos con la vista, aunque sus ojos funcionen con normalidad. Este trastorno se llama
ceguera cortical. Algunas personas con ceguera cortical no se dan cuenta de que no pueden
ver. En lugar de reconocerlo, con frecuencia elaboran descripciones de lo que ven (lo que se
denomina confabulación). Este trastorno se denomina síndrome de Anton.

Las convulsiones que se originan por la lesión en el área del lóbulo temporal en el lóbulo
límbico por lo general duran solo unos minutos. Al principio, es posible que la persona no sea
capaz de controlar sus sentimientos o de pensar con claridad. Es posible que perciba olores
desagradables que no existen (un tipo de alucinación). Puede parecer aturdida e inconsciente
de su entorno y realizar movimientos automáticos, como tragar repetidamente o chasquear
los labios. Durante la convulsión, algunas personas experimentan cambios de personalidad
como falta de humor, religiosidad extrema y obsesión. Las personas también pueden presentar
una imperiosa necesidad de escribir.
3. Situar todas las estructuras del sistema límbico y su función.

1. Hipocampo

Este elemento está relacionado con la transformación de la memoria reciente a la memoria a


largo plazo y a la memoria autobiográfica. Lo encontramos en la parte central del lóbulo
temporal y también tiene una importante función relacionada con la orientación y la memoria
espacial.

2. Amígdala cerebral

La amígdala o cuerpo amigdalino es una masa de neuronas en forma de almendra localizadas


en los lóbulos temporales. Esta zona del sistema límbico está relacionada con la formación y el
almacenamiento de memoria asociada a hechos o acontecimientos que nos hayan producido
fuertes emociones. Se dice que la amígdala es la sede de todas las emociones. Además,
estudios recientes también demuestran que este elemento tiene una fuerte implicación en la
consolidación de la memoria.

3. Tálamo

El tálamo se define como la estructura cerebral situada encima del hipotálamo. Todos los
estímulos sensoriales (menos el olfato) pasan por esta zona de nuestro sistema límbico para
después ser derivados a zonas más específicas. Esta parte de nuestro cerebro tiene la función
principal de comportarse como núcleo de conexión y asociación de estímulos e información de
carácter emocional.

4. Hipotálamo

Este pequeño elemento de nuestro sistema nervioso emocional posee es el responsable de


muchísimas funciones neuronales. El hipotálamo es la zona del cerebro más importante para la
gestión y coordinación del equilibrio de nuestro cuerpo. Este equilibrio se conoce como
homeostasis y es el proceso mediante el cual nos regulamos y podemos llegar a mantenernos
estables en nuestro entorno. Recientemente se ha descubierto que percibe los niveles de una
proteína llamada leptina cuando comemos demasiado y, como respuesta a esos niveles,
disminuye nuestro apetito. También regula conductas tales como los ciclos del sueño y el
mantenimiento de la temperatura corporal.

5. Ganglios basales

Los ganglios basales participan de forma indirecta en el sistema nervioso emocional, estos se
encargan de gestionar nuestras respuestas motoras (gestos o expresiones) relacionadas con
los estados emocionales producidos por las otras partes del sistema límbico.

Funciones del sistema límbico:

 Busca la autopreservación de la especie mediante la activación de los sistemas de


homeostasis.
 Se encarga de gestionar la mayoría de mecanismos cerebrales para la memoria.
 Los circuitos de placer y adicción pasan por la amígdala, el hipocampo y otros núcleos
del sistema límbico, por lo que los sentimientos agradables se inician ahí mismo.
 Activa el sistema nervioso autónomo: se encarga de enviar señales a los nervios para
mantener un estado de alerta (sistema nervioso simpático) o para inhibir dicho estado
(sistema nervioso parasimpático).
 Se está investigando una posible implicación del sistema límbico en algunas conductas
sexuales.

4. Identificar los tipos de cortes.

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