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Accion Reinvindicatoria
Accion Reinvindicatoria
CAPITULO I
OBJETO DE LA PRETENSION
CAPITULO II
DE LOS HECHOS
CAPITULO III
DEL DERECHO
ARTICULO 115: “Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso,
goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a las contribuciones,
restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés
general. Sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago
oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de
bienes”
Expediente Nº 2006-6440
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Exp. No. 47.765/sc2
JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL
TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA.
Maracaibo, dos (02) de marzo de 2011.
200º y 152º
(…) “Todo en anuencia a los presupuestos y requisitos exigidos por la vía de causalidad
contenidos en los artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil, a saber del FUMUS
BONIS IURIS, o verosimilitud del buen Derecho, PERICULUM IN MORA, condición que
traduce el temor objetivo por parte del pretensor, de ver frustrado su derecho, por conductas
inherentes a la parte demandada y además, el PERICULUM IN DAMNI, que es el peligro
inminente del daño rodeado de todas las circunstancias fácticas necesarias que permitan al juez
apreciar la gravedad, seriedad e inminencia del daño. Bajo esta óptica, los extremos exigidos en
la disposición cuyo tenor se aplica, comportan igualmente las condiciones necesarias para el uso
del poder cautelar general reconocido al juez por el parágrafo primero del Artículo 588 del
Código de Procedimiento Civil, el cual circunscribe o delimita la potestad jurisdiccional, al
cumplimiento de los requisitos exigidos por la vía de causalidad. Es por ello que se requiere de la
ponderación de los elementos necesarios para el otorgamiento de la cautela, sin que ello suponga
emitir opinión sobre la procedencia del derecho que se reclama.
Por criterio reiterado, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Político Administrativa, ha
asentado lo que a continuación se reproduce:
“Es criterio de este Alto Tribunal que el poder cautelar debe ejercerse con sujeción estricta a las
disposiciones legales que lo confieren, y por ello la providencia cautelar sólo se concede cuando
existan en autos, medios de prueba que constituyan presunción grave de la existencia del riesgo
manifiesto de quedar ilusoria la ejecución del fallo, así como del derecho que se reclama, por tal
razón es imperativo examinar los requisitos exigidos en el artículo 585 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, la presunción grave del derecho que se reclama (fumus boni iuris) y
el peligro grave de que resulte ilusoria la ejecución de la decisión definitiva (periculum in mora).
Con referencia al primero de los requisitos (fumus boni iuris), su confirmación consiste en la
existencia de apariencia de buen derecho, pues cuando se acuerda la tutela cautelar no puede
prejuzgarse sobre el fondo del asunto planteado. Puede comprenderse entonces como un
preventivo cálculo o juicio de probabilidad y verosimilitud sobre la pretensión del demandante;
correspondiéndole al juez analizar los recaudos o elementos presentados junto con el libelo de la
demanda, a los fines de indagar sobre la existencia del derecho que se reclama.
En cuanto al segundo de los requisitos mencionados (periculum in mora), ha sido reiterado
pacíficamente por la doctrina y la jurisprudencia, que su verificación no se limita a la mera
hipótesis o suposición, sino a la presunción grave del temor al daño por violación o
desconocimiento del derecho si éste existiese, bien por la tardanza de la tramitación del juicio,
bien por los hechos del demandado durante ese tiempo tendentes a burlar o desmejorar la
efectividad de la sentencia esperada”.
Así pues, esta Juzgadora pasa a analizar detenidamente y de manera puntualizada los requisitos
materiales o de fondo necesarios a los fines del otorgamiento de las medidas preventivas
innominadas solicitadas en la presente causa:
PERICULUM IN MORA
DE LA VEROSIMILITUD EN LA FRUSTRACIÓN DE LA PRETENSIÓN
POR EL DECURSO PROCEDIMENTAL.
La urgencia en evitar la frustración del eventual derecho aducido por el demandante como
fundamento de su pretensión, aunado al sustento mismo de la tutela asegurativa preventiva, a
saber, evitar que se frustre o quede ilusoria la tutela jurisdiccional, es la ratio essendi del presente
requisito, en otras palabras, es la presunción grave de que la ejecución del fallo pueda resultar
ilusoria, en términos del artículo 585 del Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, con el
objeto de asegurar la legitimidad del ejercicio de la potestad jurisdiccional preventiva, se exige
del solicitante, la acreditación sumaria de elementos probatorios, que hagan emerger en el
juzgador verosimilitud simple de la premura en la protección de la situación fáctica, durante el
iter procesal. (…)
PERICULUM IN DAMNI
PELIGRO INMINENTE DE DAÑO
Respecto a la inminencia del perjuicio en la cautela innominada, y con particular referencia a las
providencias “D’ URGENZA”, en la tutela anticipada del ordenamiento procesal italiano,
equivalente a aquella institución del derecho patrio; ENRICO A. DINI y GIOVANNI
MANMONE, en su obra I PROVVEDIMENTI D’ URGENZA, Nel diritto processuale civile e
nel diritto del lavoro, Settima Edizione. Edit. GIUFFRRÈ EDITORE, Milano, Italia. 1997,
asienta:
(…)Ahora bien, según lo planteado por el sistema dispositivo, recae sobre las partes a lo largo del
desenvolvimiento del proceso la obligación de identificar señalar y determinar los hechos y
elementos alegados que a bien tengan, con el fin de lograr la pretensión incoada con arreglo a lo
establecido en la Ley. En tal sentido se ha determinado la obligación para el solicitante de una
medida cautelar de allegar a las actas procesales pruebas fehacientes de los requisitos
preceptuados en el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, a fin de obtener la medida
precautelativa solicitada.(…)
(...)Sin embargo, se le hace saber a la parte interesada, que el Tribunal podrá decretar medidas
cautelares en cualquier estado y grado de la causa, de conformidad con lo establecido en el
primer aparte del artículo 588 del Código de Procedimiento Civil.-
LA JUEZA:
MSc. GLORIMAR SOTO ROMERO. LA SECRETARIA ACC:
LA SECRETARIA ACC:
CAPITULO IV
DEL PETITORIO
Por todo lo antes expuesto, es por lo que nuestro mandante, nos ha dado instrucciones, de
conformidad con lo establecido en el artículo 548 del Código Civil, para proceder a demandar
como en efecto lo hacemos en este acto, a la ciudadana______________ identificada ut supra, a:
1) Que convenga la REIVINDICACION DEL INMUEBLE de nuestro representado ciudadano
______________________ ya identificado; o en su defecto a ello sea condenada por el Tribunal
a su digno cargo.
2) Que la demandada, ciudadana ______________, sea condenada al pago de los daños y
perjuicios, que le condene este Tribunal competente, que le ha ocasionado y le sigue ocasionando
por su conducta maliciosa.
3) En pagar las COSTAS Y COSTOS que el presente procedimiento originario, y que se solicita
sean debidamente estimados por este tribunal en la definitiva.
CAPITULO V
SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR
CAPITULO VI
DE LA ESTIMACION DE LA DEMANDA
A los solos efectos del presente procedimiento, estimamos la presente demanda en la cantidad de
_______________ BOLIVARES (Bs. 0.000.000,00) equivalentes a
______________________________ UNIDADES TRIBUTARIAS (__________ U.T) estimadas
en TRESCIENTOS (Bs.300, 00) cada una.
CAPITULO VII
DE LA CITACION DE LA DEMANDADA
CAPITULO VI
DEL DOMICILIO PROCESAL DEL DEMANDANTE:
Dando cumplimiento a lo establecido en el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil, dejo
establecido como domicilio procesal de la parte actora, ciudadano:________________________,
la siguiente:_____________________________ Estado ____________.
De igual manera manifiesto que los recaudos y/o pruebas anexadas en COPIA SIMPLE, las
mismas serán consignadas en ORIGINAL, cuando las circunstancias y el procedimiento así lo
requieran, en virtud a que la certificación de los mismos, en el presente resulta a nuestro
mandante, muy oneroso.
Pedimos por último que la presente demanda sea admitida, sustanciada conforme a derecho,
DECLARADA CON LUGAR EN LA DEFINITIVA con todos los pronunciamientos de ley. En
_________________, a la fecha cierta de su presentación.
civil inmobCIUDADANO (A)
JUEZ CUARTO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DE
TRANSITO EN FUNCIONES DE DISTRIBUCION DE LA CIRCUNSCRIPCION
JUDICIAL DEL ESTADO ________
SU DESPACHO.-
CAPITULO I
OBJETO DE LA PRETENSION
CAPITULO II
DE LOS HECHOS
CAPITULO III
DEL DERECHO
ARTICULO 115: “Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso,
goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a las contribuciones,
restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés
general. Sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago
oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de
bienes”
Expediente Nº 2006-6440
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
(…) “Todo en anuencia a los presupuestos y requisitos exigidos por la vía de causalidad
contenidos en los artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil, a saber del FUMUS
BONIS IURIS, o verosimilitud del buen Derecho, PERICULUM IN MORA, condición que
traduce el temor objetivo por parte del pretensor, de ver frustrado su derecho, por conductas
inherentes a la parte demandada y además, el PERICULUM IN DAMNI, que es el peligro
inminente del daño rodeado de todas las circunstancias fácticas necesarias que permitan al juez
apreciar la gravedad, seriedad e inminencia del daño. Bajo esta óptica, los extremos exigidos en
la disposición cuyo tenor se aplica, comportan igualmente las condiciones necesarias para el uso
del poder cautelar general reconocido al juez por el parágrafo primero del Artículo 588 del
Código de Procedimiento Civil, el cual circunscribe o delimita la potestad jurisdiccional, al
cumplimiento de los requisitos exigidos por la vía de causalidad. Es por ello que se requiere de la
ponderación de los elementos necesarios para el otorgamiento de la cautela, sin que ello suponga
emitir opinión sobre la procedencia del derecho que se reclama.
Por criterio reiterado, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Político Administrativa, ha
asentado lo que a continuación se reproduce:
“Es criterio de este Alto Tribunal que el poder cautelar debe ejercerse con sujeción estricta a las
disposiciones legales que lo confieren, y por ello la providencia cautelar sólo se concede cuando
existan en autos, medios de prueba que constituyan presunción grave de la existencia del riesgo
manifiesto de quedar ilusoria la ejecución del fallo, así como del derecho que se reclama, por tal
razón es imperativo examinar los requisitos exigidos en el artículo 585 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, la presunción grave del derecho que se reclama (fumus boni iuris) y
el peligro grave de que resulte ilusoria la ejecución de la decisión definitiva (periculum in mora).
Con referencia al primero de los requisitos (fumus boni iuris), su confirmación consiste en la
existencia de apariencia de buen derecho, pues cuando se acuerda la tutela cautelar no puede
prejuzgarse sobre el fondo del asunto planteado. Puede comprenderse entonces como un
preventivo cálculo o juicio de probabilidad y verosimilitud sobre la pretensión del demandante;
correspondiéndole al juez analizar los recaudos o elementos presentados junto con el libelo de la
demanda, a los fines de indagar sobre la existencia del derecho que se reclama.
En cuanto al segundo de los requisitos mencionados (periculum in mora), ha sido reiterado
pacíficamente por la doctrina y la jurisprudencia, que su verificación no se limita a la mera
hipótesis o suposición, sino a la presunción grave del temor al daño por violación o
desconocimiento del derecho si éste existiese, bien por la tardanza de la tramitación del juicio,
bien por los hechos del demandado durante ese tiempo tendentes a burlar o desmejorar la
efectividad de la sentencia esperada”.
Así pues, esta Juzgadora pasa a analizar detenidamente y de manera puntualizada los requisitos
materiales o de fondo necesarios a los fines del otorgamiento de las medidas preventivas
innominadas solicitadas en la presente causa:
Bajo los argumentos precedentemente transcritos, esta operadora de justicia observa que la
verosimilitud del derecho invocado, a saber, el “fumus boni iuris”, no es un “juicio de verdad”;
en todo caso, alude a un cálculo de probabilidades de que quien invoca el derecho, es su titular.
En otras palabras, corresponde a la presunción otorgada al juzgador del buen derecho reclamado.
Así pues, en el caso sub-examine, se observa de las actas que conforman el presente expediente,
que a los fines de fundamentar el FUMUS BONIS IURIS, la solicitante acompaña los siguientes
documentos: ___________
De modo que, siendo necesaria la sola “presunción”, y no una certeza del derecho reclamado,
esta Juzgadora pondera estos documentos como indicios del derecho que se reclama; y los valora
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 510 del Código de Procedimiento y 1.399 del
Código Civil Vigente, y siendo que, se verifica una argumentación fáctico jurídico consistente
desde el punto de vista lógico que conduce a esta Juzgadora a la convicción de que la acción
principal ha de ser estimada; este Tribunal considera que se encuentran llenos los extremos
exigidos por la Ley de la Verosimilitud del Buen Derecho (FUMUS BONIS IURIS). ASI SE
DECLARA.
PERICULUM IN MORA
DE LA VEROSIMILITUD EN LA FRUSTRACIÓN DE LA PRETENSIÓN
POR EL DECURSO PROCEDIMENTAL.
La urgencia en evitar la frustración del eventual derecho aducido por el demandante como
fundamento de su pretensión, aunado al sustento mismo de la tutela asegurativa preventiva, a
saber, evitar que se frustre o quede ilusoria la tutela jurisdiccional, es la ratio essendi del presente
requisito, en otras palabras, es la presunción grave de que la ejecución del fallo pueda resultar
ilusoria, en términos del artículo 585 del Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, con el
objeto de asegurar la legitimidad del ejercicio de la potestad jurisdiccional preventiva, se exige
del solicitante, la acreditación sumaria de elementos probatorios, que hagan emerger en el
juzgador verosimilitud simple de la premura en la protección de la situación fáctica, durante el
iter procesal. (…)
PERICULUM IN DAMNI
PELIGRO INMINENTE DE DAÑO
Respecto a la inminencia del perjuicio en la cautela innominada, y con particular referencia a las
providencias “D’ URGENZA”, en la tutela anticipada del ordenamiento procesal italiano,
equivalente a aquella institución del derecho patrio; ENRICO A. DINI y GIOVANNI
MANMONE, en su obra I PROVVEDIMENTI D’ URGENZA, Nel diritto processuale civile e
nel diritto del lavoro, Settima Edizione. Edit. GIUFFRRÈ EDITORE, Milano, Italia. 1997,
asienta:
(…)Ahora bien, según lo planteado por el sistema dispositivo, recae sobre las partes a lo largo del
desenvolvimiento del proceso la obligación de identificar señalar y determinar los hechos y
elementos alegados que a bien tengan, con el fin de lograr la pretensión incoada con arreglo a lo
establecido en la Ley. En tal sentido se ha determinado la obligación para el solicitante de una
medida cautelar de allegar a las actas procesales pruebas fehacientes de los requisitos
preceptuados en el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, a fin de obtener la medida
precautelativa solicitada.(…)
(...)Sin embargo, se le hace saber a la parte interesada, que el Tribunal podrá decretar medidas
cautelares en cualquier estado y grado de la causa, de conformidad con lo establecido en el
primer aparte del artículo 588 del Código de Procedimiento Civil.-
LA JUEZA:
MSc. GLORIMAR SOTO ROMERO. LA SECRETARIA ACC:
LA SECRETARIA ACC:
CAPITULO IV
DEL PETITORIO
Por todo lo antes expuesto, es por lo que nuestro mandante, nos ha dado instrucciones, de
conformidad con lo establecido en el artículo 548 del Código Civil, para proceder a demandar
como en efecto lo hacemos en este acto, a la ciudadana______________ identificada ut supra, a:
1) Que convenga la REIVINDICACION DEL INMUEBLE de nuestro representado ciudadano
______________________ ya identificado; o en su defecto a ello sea condenada por el Tribunal
a su digno cargo.
2) Que la demandada, ciudadana ______________, sea condenada al pago de los daños y
perjuicios, que le condene este Tribunal competente, que le ha ocasionado y le sigue ocasionando
por su conducta maliciosa.
3) En pagar las COSTAS Y COSTOS que el presente procedimiento originario, y que se solicita
sean debidamente estimados por este tribunal en la definitiva.
CAPITULO V
SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR
CAPITULO VI
DE LA ESTIMACION DE LA DEMANDA
A los solos efectos del presente procedimiento, estimamos la presente demanda en la cantidad de
_______________ BOLIVARES (Bs. 0.000.000,00) equivalentes a
______________________________ UNIDADES TRIBUTARIAS (__________ U.T) estimadas
en TRESCIENTOS (Bs.300, 00) cada una.
CAPITULO VII
DE LA CITACION DE LA DEMANDADA
CAPITULO VI
DEL DOMICILIO PROCESAL DEL DEMANDANTE:
Dando cumplimiento a lo establecido en el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil, dejo
establecido como domicilio procesal de la parte actora, ciudadano:________________________,
la siguiente:_____________________________ Estado ____________.
De igual manera manifiesto que los recaudos y/o pruebas anexadas en COPIA SIMPLE, las
mismas serán consignadas en ORIGINAL, cuando las circunstancias y el procedimiento así lo
requieran, en virtud a que la certificación de los mismos, en el presente resulta a nuestro
mandante, muy oneroso.
Pedimos por último que la presente demanda sea admitida, sustanciada conforme a derecho,
DECLARADA CON LUGAR EN LA DEFINITIVA con todos los pronunciamientos de ley. En
_________________, a la fecha cierta de su presentación.
civil inmob
Tal como consta en documento debidamente registrado por ante la Oficina
subalterna de Registro Público del Municipio San Fernando del Estado --, registrado en
fecha 30 de Marzo del año 1.995, bajo el Nº.80, folios 124 al126 del Protocolo Primero,
Tomo Primero Adicional, Primer Trimestre del citado año, soy absoluta y exclusiva
propietaria de una parcela de terreno constante de Trescientos cuarenta metros
cuadrados (340 mts2), distinguida con el Nº.62, del parcelamiento Urbanístico “La
Estrellita”, ubicada en el sector La Guamita, Municipio San Fernando del Estado Apure,
alinderado de la siguiente manera: NORTE: Lote de terreno del ciudadano --, Veinte
Metros (20,oo Mts); SUR: Calle de acceso Nº.03 con Catorce Metros (14,oo Mts) ;
ESTE: Transversal Nº.02 con Veinte Metros (20,oo Mts); y OESTE:Lote de terreno del
ciudadano -- con Veinte Metros (20,.oo Mts). la misma la adquirí por compra de buena
fe que hice a la ciudadana -- --; contenida dicha operación en el descrito documento
que en original anexo marcado con la letra “A”; y la cual se destinaría para construir mi
vivienda que a la larga constituiría mi hogar; por cuanto no tengo vivienda alguna y al
percatarme del desarrollo urbanístico, que la propietaria con el aval de la Alcaldía,
estaba realizando en la zona en un proyecto de parcelamiento aprobado,
inmediatamente conseguí el dinero para hacerme adjudicatario de una parcela; como
en efecto sucedió, resultando beneficiado con la señalada Nº.62, ubicada
específicamente en el proyecto urbanístico entre las Calle de acceso Nº.3 y la
Transversal Nº.2. Ya en posesión de mi parcela comprada y legalmente adjudicada me
dedique a realizar actos posesorios como único y exclusivo propietario, tales como
cerca de toda la superficie para demarcar el área de terreno con estantes de madera y
alambre de púa; relleno y nivelación de la parcela, siembra de árboles frutales y de
sombra, entre otras cosas.
Con posterioridad a ello introduje los papeles ante el Instituto Nacional de la
Vivienda (INAVI), como por ante el Servicio Autónomo de Programa de Vivienda Rural y
ante el Instituto de la Vivienda del Estado Apure (INVAP), para solicitar la construcción
de una vivienda en mi parcela de terreno, ya que carecía de los recursos económicos
para iniciar una construcción por mi propios medios, solicitudes estas que resultaron
infructuosas; fue entonces que decido ahorrar dinero a fin de lograr la meta que
perseguía con la adquisición de la parcela; la cual desde el momento de su compra y
durante más de cinco años, nunca fui perturbada en mi posesión, donde poco a poco fui
llevando materiales de construcción, tales como bloques, arena y grava para hacer las
bases de la casa y que por dejarlos a la interperie me fueron hurtados por personas
desconocidas.
Desde el mismo momento de comprar dicha parcela a la señora --, quien a su
vez, siendo propietaria, venía ejerciendo una posesión continua y no interrumpida por
más de cincuenta años, y así desde luego pasó a mis manos y siempre la he
mantenido por más de cinco (5) años, en forma pacífica, pública o equivoca, y con la
verdadera intención de tener la cosa como mía propia; ya que ante los ojos de los
colindantes y terceros soy la única y exclusiva propietaria que de manera pacífica he
ejercido actos de dominio y posesión sobre dicho lote de terreno.
Esta situación de posesión pacífica se vio lesionado el día 27 de Diciembre del
año 1999, cuando para el momento había logrado ahorrar los recursos, para
finalmente construir mi propia casa, fue entonces que un conocido Y colindante de
nombre -- me avisó que en esa zona habían llegado un grupo de invasores, y que mi
parcela la habían invadido; inmediatamente me traslade al lugar y precise que el aviso
del señor -- era cierto, pues en mi parcela se encontraba una señora y otras personas;
la cual se identificó con el nombre de --, quien me Destrozó las matas y la cerca y en su
lugar plantó y construyó un nuevo rancho, con planchas de zinc; diciéndome en ese
momento que a ella la sacaría de ese terreno solo muerta, además de una serie de
improperios, que no viene al caso; pero siempre dentro de la mas brutal e inmoral
conducta; con sus actos de despojo arbitrarios e ilegal; a pesar de haberle comunicado
por las buenas que yo había pagado un precio por el terreno, que eso era mío y no
estaba dispuesto a perderlo. Posteriormente a lo sucedido hablé por las buenas y
amistosamente con la invasora a quien le propuse “que si se quería quedar con la
parcela de terreno que me pagara lo que yo había gastado”, a lo que me respondió
que estaba dispuesta a resolver la cuestión por esa vía y que la aguantara por un mes,
confiada de su intención la esperé ese tiempo, durante el cual me engaño y en su lugar
mas bien sin autorización, lo que hizo fue construir unas bienhechurias de
mampostería, fue entonces que sorprendida de lo ocurrido la hice citar con el abogado
Marcos Castillo, quien me asiste en este acto , y al concurrir a la cita nuevamente me
dijo que en el mes de Marzo del presente año, cuando en su trabajo la pagaran una
deuda ella me pagaría y me reconocía lo que yo había gastado, engañandome de
nuevo, y por lo tanto considero que se trata de una burla vil para retardar la acción
legal que pudiera intentar y que en efecto así lo estoy haciendo.
CAPITULO II
DEL DERECHO
2)- sobre este particular la ciudadana --, sería entonces una poseedora precaria de
male fe, o ilegitima, puesto que siendo la única y absoluta propietaria, en ningún
momento ha sido autorizada para que legalmente ocupe el inmueble objeto de este
litigio; pues no puede valerse de su condición de invasora para pretender tener
derechos que por ley no le corresponde y es evidente y plenamente está demostrado
con el documento marcado con la letra “A”, que la única y exclusiva propietaria del
inmueble es mi persona y por lo tanto la citada norma me otorga el derecho para
ejercitar la presente Acción.
CAPITULO III
PETITORIO.
A pesar de las múltiples gestiones amistosas para llegar a un arreglo pacífico,
las cuales fueron infructuosas, y como quiera que los hechos antes expuestos
constituyen una desposesión a mi derecho de propiedad sobre el inmueble en
referencia, es por lo que con fundamento a los alegatos y razones de hechos y de
derecho a mi favor antes expuestos, es que vengo a demandar como efecto así lo hago
en mi propio nombre y representación en acción reivindicatoria a la ciudadana --, quien
es venezolana, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nº.-- y con domicilio en
la dirección de ubicación del inmueble antes citado objeto de la presente acción, para
que convenga o en su defecto sea condenada por este Tribunal: a devolvernos sin
plazo alguno el inmueble descrito en la Primera parte de este libelo de demanda civil,
de conformidad con lo previsto en el artículo 548 del código civil, cumplidos como están
los requisitos previstos en el artículo 340 del Código de Procedimiento Civil, para la
admisión y sustanciación de la misma; así como también reconozca o a ella sea
ordenada por este Tribunal, en que dicho inmueble es de MI exclusiva propiedad , por
habérselo COMPRADO DE BUENA con dinero de mis propios peculios y que se me
reivindique en tal derecho sobre la citada parcela.
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CAPITULO I
OBJETO DE LA PRETENSION
CAPITULO II
DE LOS HECHOS
CAPITULO III
DEL DERECHO
ARTICULO 115: “Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al
uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a las
contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad
pública o de interés general. Sólo por causa de utilidad pública o interés social,
mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada
la expropiación de cualquier clase de bienes”
Expediente Nº 2006-6440
______________________________________________________________________
___
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(…) “Todo en anuencia a los presupuestos y requisitos exigidos por la vía de causalidad
contenidos en los artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil, a saber del
FUMUS BONIS IURIS, o verosimilitud del buen Derecho, PERICULUM IN MORA,
condición que traduce el temor objetivo por parte del pretensor, de ver frustrado su
derecho, por conductas inherentes a la parte demandada y además, el PERICULUM IN
DAMNI, que es el peligro inminente del daño rodeado de todas las circunstancias
fácticas necesarias que permitan al juez apreciar la gravedad, seriedad e inminencia del
daño. Bajo esta óptica, los extremos exigidos en la disposición cuyo tenor se aplica,
comportan igualmente las condiciones necesarias para el uso del poder cautelar
general reconocido al juez por el parágrafo primero del Artículo 588 del Código de
Procedimiento Civil, el cual circunscribe o delimita la potestad jurisdiccional, al
cumplimiento de los requisitos exigidos por la vía de causalidad. Es por ello que se
requiere de la ponderación de los elementos necesarios para el otorgamiento de la
cautela, sin que ello suponga emitir opinión sobre la procedencia del derecho que se
reclama.
Por criterio reiterado, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Político Administrativa,
ha asentado lo que a continuación se reproduce:
“Es criterio de este Alto Tribunal que el poder cautelar debe ejercerse con sujeción
estricta a las disposiciones legales que lo confieren, y por ello la providencia cautelar
sólo se concede cuando existan en autos, medios de prueba que constituyan
presunción grave de la existencia del riesgo manifiesto de quedar ilusoria la ejecución
del fallo, así como del derecho que se reclama, por tal razón es imperativo examinar los
requisitos exigidos en el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, esto es, la
presunción grave del derecho que se reclama (fumus boni iuris) y el peligro grave de
que resulte ilusoria la ejecución de la decisión definitiva (periculum in mora).
Con referencia al primero de los requisitos (fumus boni iuris), su confirmación consiste
en la existencia de apariencia de buen derecho, pues cuando se acuerda la tutela
cautelar no puede prejuzgarse sobre el fondo del asunto planteado. Puede
comprenderse entonces como un preventivo cálculo o juicio de probabilidad y
verosimilitud sobre la pretensión del demandante; correspondiéndole al juez analizar los
recaudos o elementos presentados junto con el libelo de la demanda, a los fines de
indagar sobre la existencia del derecho que se reclama.
En cuanto al segundo de los requisitos mencionados (periculum in mora), ha sido
reiterado pacíficamente por la doctrina y la jurisprudencia, que su verificación no se
limita a la mera hipótesis o suposición, sino a la presunción grave del temor al daño por
violación o desconocimiento del derecho si éste existiese, bien por la tardanza de la
tramitación del juicio, bien por los hechos del demandado durante ese tiempo tendentes
a burlar o desmejorar la efectividad de la sentencia esperada”.
Así pues, esta Juzgadora pasa a analizar detenidamente y de manera puntualizada los
requisitos materiales o de fondo necesarios a los fines del otorgamiento de las medidas
preventivas innominadas solicitadas en la presente causa:
PERICULUM IN MORA
DE LA VEROSIMILITUD EN LA FRUSTRACIÓN DE LA PRETENSIÓN
POR EL DECURSO PROCEDIMENTAL.
La urgencia en evitar la frustración del eventual derecho aducido por el demandante
como fundamento de su pretensión, aunado al sustento mismo de la tutela asegurativa
preventiva, a saber, evitar que se frustre o quede ilusoria la tutela jurisdiccional, es la
ratio essendi del presente requisito, en otras palabras, es la presunción grave de que la
ejecución del fallo pueda resultar ilusoria, en términos del artículo 585 del Código de
Procedimiento Civil. Sin embargo, con el objeto de asegurar la legitimidad del ejercicio
de la potestad jurisdiccional preventiva, se exige del solicitante, la acreditación sumaria
de elementos probatorios, que hagan emerger en el juzgador verosimilitud simple de la
premura en la protección de la situación fáctica, durante el iter procesal. (…)
PERICULUM IN DAMNI
PELIGRO INMINENTE DE DAÑO
Respecto a la inminencia del perjuicio en la cautela innominada, y con particular
referencia a las providencias “D’ URGENZA”, en la tutela anticipada del ordenamiento
procesal italiano, equivalente a aquella institución del derecho patrio; ENRICO A. DINI y
GIOVANNI MANMONE, en su obra I PROVVEDIMENTI D’ URGENZA, Nel diritto
processuale civile e nel diritto del lavoro, Settima Edizione. Edit. GIUFFRRÈ EDITORE,
Milano, Italia. 1997, asienta:
(…)Ahora bien, según lo planteado por el sistema dispositivo, recae sobre las partes a
lo largo del desenvolvimiento del proceso la obligación de identificar señalar y
determinar los hechos y elementos alegados que a bien tengan, con el fin de lograr la
pretensión incoada con arreglo a lo establecido en la Ley. En tal sentido se ha
determinado la obligación para el solicitante de una medida cautelar de allegar a las
actas procesales pruebas fehacientes de los requisitos preceptuados en el artículo 585
del Código de Procedimiento Civil, a fin de obtener la medida precautelativa solicitada.
(…)
(...)Sin embargo, se le hace saber a la parte interesada, que el Tribunal podrá decretar
medidas cautelares en cualquier estado y grado de la causa, de conformidad con lo
establecido en el primer aparte del artículo 588 del Código de Procedimiento Civil.-
LA JUEZA:
MSc. GLORIMAR SOTO ROMERO. LA SECRETARIA ACC:
LA SECRETARIA ACC:
CAPITULO IV
DEL PETITORIO
Por todo lo antes expuesto, es por lo que nuestro mandante, nos ha dado instrucciones,
de conformidad con lo establecido en el artículo 548 del Código Civil, para proceder a
demandar como en efecto lo hacemos en este acto, a la ciudadana______________
identificada ut supra, a:
1) Que convenga la REIVINDICACION DEL INMUEBLE de nuestro representado
ciudadano ______________________ ya identificado; o en su defecto a ello sea
condenada por el Tribunal a su digno cargo.
2) Que la demandada, ciudadana ______________, sea condenada al pago de los
daños y perjuicios, que le condene este Tribunal competente, que le ha ocasionado y le
sigue ocasionando por su conducta maliciosa.
3) En pagar las COSTAS Y COSTOS que el presente procedimiento originario, y que se
solicita sean debidamente estimados por este tribunal en la definitiva.
CAPITULO V
SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR
Ciudadano Juez, a todo evento, a través de la presente demanda de REIVINDICACION
DEL INMUEBLE Y PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS, y en vista de la probada
conducta de la DEMANDADA, ciudadana __________, desarrollada en contra de
nuestro representado, ciudadano__________________, solicitamos formalmente en su
nombre y representación, tomando en cuenta lo dispuesto en el artículo 588, ordinal 2
del Código de Procedimiento Civil vigente, que este Tribunal a su digno cargo,
DECRETE MEDIDA DE SECUESTRO DE INMUEBLE integrado por destinado una
vivienda principal, constituido por una casa con su parcela de terreno propio, distinguida
con el Nº_______, ubicado en la población de_________, en jurisdicción de la
Parroquia _____, Municipio ____________ del Estado __________, Número Catastral
_______________________. Dicha parcela de terreno tiene una superficie aproximada
de 104 M2, y se encuentra comprendida dentro de los siguientes linderos y medidas:
NORTE: Parcela _______ en Dieciséis Metros (16 mts); SUR: Parcela ________ en
Dieciséis Metros (16 mts); ESTE: Parcela __________ en Seis con Cincuenta Metros
(6,50 mts); y OESTE: Vereda Seis (6) en Seis con Cincuenta Metros (6,50 mts).
CAPITULO VI
DE LA ESTIMACION DE LA DEMANDA
CAPITULO VII
DE LA CITACION DE LA DEMANDADA
CAPITULO VI
DEL DOMICILIO PROCESAL DEL DEMANDANTE: