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UNIVERSIDAD MESOAMERICANA
Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Universidad Mesoamericana
Centro Salesiano de Estudios Superiores
Licenciatura en Teología
Literatura Bíblica V
Libros sapienciales
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Índice
Introducción 3
Libro del Qohélet 4
Generalidades del libro 4
Comprensión del libro 4
Temas de fondo 5
Líneas para interpretar Qohélet 6
Aplicación pastoral 7
Bibliografía 8
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INTRODUCCIÓN
En este trabajo se presente muy brevemente algunos datos generales del libro como,
por ejemplo, por qué se le llama Eclesiastés, quien es el autor, fecha aproximada de
composición, etc. También se desarrolla muy brevemente la utilidad que le dieron los
padres de la Iglesia.
Como parte del trabajo describo brevemente los temas que están de fondo y las líneas
para poder interpretar el libro. Hay que ser realista que la misma Iglesia casi que no lee
este texto. Pero al estudiar el libro uno percibe la gran riqueza que posee y es algo que
no se está aprovechando. En la parte final del trabajo presento la aplicación pastoral
del libro y se ofrece la bibliografía de los libros que fueron consultados para dicho
trabajo.
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LIBRO DEL QOHÉLET
1. Generalidades del libro
Las biblias presentan por lo general a este libro con el nombre de Eclesiastés, título
tomado de la Vulgata. En la tradición judía se llamó así: Qohélet. Ocupa una parte de la
tercera sección, llamado los ketubim. El libro se solía leer públicamente con ocasión de
los festivales anuales. Es decir, durante los nueve días de Sukkot, la fiesta de las
Tiendas, en otoño. La redacción del libro se ubica en el período helenista (332-143
a.C.). Se sitúa comúnmente a mediados del siglo III, debido a su lenguaje y a su
contenido.
Resumen. El libro del Eclesiastés fue objeto de muchos debates entre sus
estudiosos, sea en aquellos aspectos que se refieren a su autor, cuanto a aquellos que
se refieren a su lenguaje, a su forma y a su contenido, y muchos de estos aspectos se
constituyen hoy en preguntas abiertas. Su autor, que se llama a sí mismo Qohélet, fue
probablemente un sabio. Probablemente, fue escrito en el año 250 a.C., aunque la
fecha sigue siendo motivo de debate.
El libro era leído por los padres de la Iglesia, como una exhortación a la
superación de las realidades materiales. Así Gregario de Nisa, en sus Homilías al
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Eclesiastés, dice: “La enseñanza de este libro no tiene otro fin más que regular la
conducta de los miembros de la Iglesia, indicando cómo han de conforma su vida a la
virtud. La finalidad de lo que se dice es elevar el espíritu por encima de los sentidos,
aplacarlo despegándolo de todo lo que parece grande y brillante en este mundo, llegar
a lo que es inaccesible a la percepción sensible y concebir el deseo de las cosas que
los sentidos no captan” (XLIV, 620).
Lutero considera a Qohélet como un libro de consolación que tiene sobre todo una
finalidad práctica, apoyándose en textos como 3,12-13 Y 9,7-10. Qohélet desea
enseñarnos a gozar de los bienes presentes con paz, alegría y gratitud hacia Dios.
Predica por tanto una especie de eudemonismo tranquilo, religioso, por otro lado, muy
distinto de lo que se ha dado en llamar epicureísmo.
3. Temas de fondo
Qohélet admira la obra divina (3,14-15; 7,13), sin embargo, sostiene que el hombre
no puede comprenderla (3,11). Él aconseja tener cuidado a la hora de dirigirse a Dios o
de hacer votos; invita al temor a Dios (5,1-6); recuerda la trascendencia de Dios y su
distancia con relación al hombre (5,1).
Qohélet niega la retribución cuando afirma la igualdad de destino para todos (2,14)
y la suerte inversa de buenos y malos (8,14); también cuando afirma que “el destino es
uno solo para el justo, para el impío, para el bueno, para el puro o para el impuro, para
el que se sacrifica o para el que no se sacrifica” (9,2), que “todos vinieron del polvo y
todos regresan al polvo” (3,20). Pero, a veces, parece esperar una retribución cuándo
dice que “para el hombre que es bueno delante de Dios, Él le da sabiduría,
conocimiento y felicidad, y para el pecador, Él le da la ocupación de acumular para el
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bueno” (2,26) y cuándo afirma que una vida larga es buena para el que teme a Dios
pero que no lo es para el impío (8,12-13), y también cuándo dice que “al justo y al impío
Dios juzgará” (3,17), porque “Dios traerá el juicio” (11,9; 12,14). ¿Estaría el autor
oscilando entre lo tradicional y lo innovador? Cuándo él hace estas declaraciones,
aparentemente contradictorias, ¿apenas está citando el contenido de la sabiduría de su
época para luego criticarla?
Segunda línea. Qohélet condena la rigidez y lo excesivo, sea cual sea el objeto al
que se aplique: sabiduría, placeres, trabajos, deseo de cambiar el curso de la
Providencia y de los acontecimientos, o la sociedad humana, o los reveses de los
hombres, las preocupaciones relativas a la muerte, e incluso la práctica de la virtud.
Tercera línea. Qohélet quiere enseñar un arte de vivir. El sentido de la vida no está
ni en la riqueza, ni en el trabajo, ni en el placer: todo esto es tan fugitivo. El vivir, es un
don gratuito ofrecido a todos.
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5. Aplicación Pastoral
Enseñar a las personas que las cosas materiales son buenas pero que tampoco eso
haga para que las personas se afanen solo en ella, olvidando de esa manera a su
familia. Cuantos padres y madres de familias se olvidan de sus hijos y se afanan tanto
en el trabajo para darles una mejor oportunidad a los hijos y en ocasiones los hijos no
valorizan. Lo que la familia necesita es la parte afectiva. El cristiano debe tener un
equilibrio, los extremos no son nada bueno. Estas cosas se tendrían que explicar en las
charlas prematrimoniales.
Incluso este libro podría servir para educar a los jóvenes ya que nos encontramos
en una sociedad que nos enseña a acaparar las cosas materiales. Una persona que no
posee mayores bienes materiales es una persona que no vale. El libro viene a enseñar
que la felicidad no está en este mundo. Los jóvenes necesitan ser educador
correctamente ya que muchas veces llegan a creer lo que la sociedad les dice.
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Biografía