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Aparato Urogenital
Aparato Urogenital
MATERIAL DE LECTURA Nº 14
APARATO UROGENITAL
A nivel funcional, el aparato urogenital se puede
dividir en aparato urinario (excretor) y el aparato
genital (reproductor). Desde el punto de vista
embriológico, estos sistemas están asociados
estrechamente. También se relacionan en el plano
anatómico, especialmente en varones adultos; por
ejemplo, la uretra transporta tanto orina como
esperma. Aunque ambos aparatos se encuentran
separados en las mujeres adultas normales, la uretra
y la vagina se abren a un pequeño espacio, el
vestíbulo, entre los labios menores.
El aparato urogenital se desarrollo a partir del
mesodermo intermedio, que se extiende a lo largo de
la pared corporal dorsal del embrión. Durante el
plegamiento del embrión en el plano horizontal, este
mesodermo es arrastrado ventralmente y pierde su
conexión con los somitas. Se forma una elevación
longitudinal del mesodermo, la cresta urogenital, a
cada lado de la aorta dorsal, que da lugar a partes de
los aparatos urinario y genital. La parte de la cresta
urogenital que origina el aparato urinario es el
cordón o cresta nefrogena; la parte que forma el
aparato genital es la cresta gonadal.
APARATO URINARIO
El aparato urinario inicia su desarrollo antes que el aparato genital, y consta de:
ü Los riñones, que excretan la orina
ü Los uréteres, que transportan orina desde los riñones hasta la vejiga
ü La vejiga urinaria, que almacena temporalmente la orina
ü La uretra, que conduce la orina desde la vejiga hasta el exterior
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SISTEMAS RENALES
Pronefros
Al comienzo de la cuarta semana, en el embrión
humano el pronefros esta representado por 7 a 10
grupos celulares macizos en la región cervical. Estos
grupos forman unidades vestigiales excretoras, los
nefrotomas, que experimentan regresión antes de
que se originen los más caudales. Al final de la cuarta
semana desaparece cualquier indicio del sistema
pronefrico.
Mesonefros
El mesonefros y los conductos mesonèfricos derivan
del mesodermo intermedio de los segmentos
torácicos superiores a lumbares superiores. Durante
la regresión del sistema pronefrico, a comienzos de la
cuarta semana de desarrollo, aparecen los primeros
túbulos excretores del mesonefros. Estos se alargan
rápidamente adoptan la forma de una asa en forma
de S y adquieren un ovillo de capilares que
constituyen el glomérulo en su extremo medial. Los
túbulos forman alrededor de los glomérulos la
capsula de Bowman, y estas estructuras en conjunto
constituyen el corpúsculo renal. En el extremo
opuesto, el túbulo desemboca en un conducto
colector longitudinal denominado conducto
mesonefrico o de Wolff.
A mediados del segundo mes de desarrollo, el mesonefros da lugar a un órgano ovoide voluminoso a cada
lado de la línea media, la gónada. Como esta gónada en desarrollo esta situada en el lado interno del
mesonefros, el relieve producido por ambos órganos se denomina cresta urogenital.
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Metanefros
Durante la quinta semana del desarrollo aparece un
tercer órgano urinario, el Metanefros o riñón
definitivo. Sus unidades excretoras se desarrollan a
partir del mesodermo metanèfrico de manera análoga
a como lo hacen en el sistema mesonèfrico. El
desarrollo de conductos difiere del de los otros
sistemas renales.
Sistema colector
Los túbulos colectores del riñón definitivo se
desarrollan a partir del brote ureteral, que es una
evaginación del conducto mesonèfrico próxima a su
desembocadura en la cloaca. El brote se introduce en
el tejido metanèfrico, el cual, forma una caperuza
sobre su extremo distal. Posteriormente, el esbozo se
dilata para dar origen a la pelvis renal definitiva y se
divide en una porción craneal y otra caudal, los
futuros cálices mayores.
Sistema excretor
Cada túbulo colector neoformado esta cubierto en el
extremo distal por un capuchón de tejido
metanèfrico. Por influencia inductora del túbulo, las
células del capuchón forman pequeñas vesículas, las
vesículas renales, que a su vez forman túbulos más
pequeños en forma de S. los capilares crecen dentro
de una concavidad en uno de los extremos de la S y
se diferencian en glomérulos. Los túbulos, junto con
sus glomérulos, forman las nefronas o unidades
excretoras. El extremo proximal de cada nefrona
constituye la capsula de Bowman, en cuya profunda
concavidad esta incluido el glomérulo. El extremo
distal mantiene una comunicación franca con uno de
los túbulos colectores y establece de tal modo una
vía de paso desde la capsula de Bowman a la unidad
colectora.
VEJIGA Y URETRA
En el curso de la cuarta a la sétima semana de
desarrollo, la cloaca se divide en el seno urogenital
por delante y el conducto anorrectal por detrás. El
tabique urorrectal es una capa de mesodermo entre
el conducto anorrectal y el seno urogenital primitivo.
El extremo del tabique formara el cuerpo perineal.
En el seno urogenital se pueden distinguir tres
porciones: la parte superior y más voluminosa es la
vejiga urinaria. Al comienzo, la vejiga se continúa
con la alantoides, pero cuando la cavidad de ésta se
oblitera, el vértice de la vejiga queda unido con el
ombligo por un grueso cordón fibroso, el uraco. En el
adulto también recibe el nombre de ligamento
umbilical medio. Le sigue un conducto bastante
estrecho, la parte pélvica del seno urogenital, que
en el varón da origen a las porciones prostática y
membranosa de la uretra. Por último, se halla la parte
fálica del seno urogenital. Esta es aplanada de un
lado a otro, y como el tubérculo genital crece,
experimenta un desplazamiento ventral.
El desarrollo de la parte fálica del seno urogenital difiere considerablemente en uno y otro sexo.
Durante la diferenciación de la cloaca, las porciones caudales de los conductos mesonèfricos se incorporan
gradualmente a la pared de la vejiga. En consecuencia, los uréteres, que en un principio eran evaginaciones
de los conductos mesonèfricos, entran en la vejiga por separado. El ascenso de los riñones determina que
los orificios de los uréteres se desplacen aun mas en sentido craneal; los de los conductos se acercan entre
si para penetrar en la uretra prostática y en el varón forman los conductos eyaculadores.
Como los conductos mesonèfricos y los uréteres tienen el mismo origen mesodérmico, la mucosa de la
vejiga en la porción formada por incorporación de los conductos (el trígono vesical) es de origen
mesodérmico. Con el tiempo el revestimiento mesodérmico del trígono es remplazado por epitelio
endodérmico, de manera que en definitiva el interior de la vejiga queda revestido completamente por epitelio
endodérmico.
Uretra
El epitelio de la uretra masculina y femenina es de origen endodérmico, mientras que el tejido conectivo y
muscular que la rodea deriva de la hoja esplacnica del mesodermo. Al final del tercer mes, el epitelio de la
uretra prostática comienza a proliferar y surgen varias evaginaciones que se introducen en el mesénquima
circundante. En el varón, estos brotes originan la glándula prostática. En la mujer, la porción craneal de la
uretra da origen a las glándulas uretrales y parauretrales.
RIÑONES ECTOPICOS
Uno o ambos riñones pueden encontrarse en posición anómala. Por lo general se sitúan por debajo de lo
normal y no han girado; por consiguiente, el hilio se halla en posición anterior. La mayoría de los riñones
ectópicos se localizan en la pelvis, pero algunos se hallan en la parte inferior del abdomen. Los riñones
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pélvicos y otras formas ectópicas, son consecuencia de la falta de ascenso de los riñones. Los riñones
pélvicos están cerca uno del otro y se pueden fusionar para formar un riñón discoide. En ocasiones, un riñón
cruza al lado opuesto y da lugar a una ectopia renal cruzada con o sin fusión.
RIÑON EN HERRADURA
En aproximadamente una de cada 500 personas, los polos de los riñones se encuentran fusionados; por lo
general se suelen fusionar los polos inferiores. Alrededor del 7% de las personas que tienen el síndrome de
Turner tienen riñones en herradura. El riñón grande en forma de U se encuentra habitualmente en el
hipogastrio, anterior a las vertebras lumbares inferiores. El ascenso normal de los riñones se ve
obstaculizado, ya que quedan atrapados por la raíz de la arteria mesentérica inferior. Un riñón en herradura
no suele producir ningún síntoma, ya que su sistema colector se desarrolla con normalidad y los uréteres
penetran en la vejiga. Cuando el flujo urinario esta interrumpido, pueden aparecer síntomas y signos de
obstrucción o infección. Los tumores de Wilms son entre 2 y 8 veces mas frecuentes en niños con este tipo
de riñón que el la población general.
Durante muchos años se ha creído que los quistes eran debido a la falta de unión de los derivados del
divertículo metanèfrico (brote ureteral) con los túbulos procedentes del mesodermo metanèfrico. En la
actualidad se estima que las estructuras quísticas son dilataciones amplias de partes de la nefronas de otro
modo continuas, especialmente las asas de Henle. Se ha relacionado con mutaciones genéticas y
señalizaciones defectuosas.
APARATO GENITAL
Aunque el sexo cromosómico y genético de un
embrión se determina en el momento de la fundación
según el tipo de espermatozoide que fecunde al
ovocito, del desarrollo de las características
morfológicas masculinas y femeninas no comienzan
hasta la sétima semana. Los aparatos genitales
iniciales de ambos sexos son similares por tanto, el
período inicial de desarrollo genital se denomina
estadio indiferente del desarrollo sexual.
La diferenciación sexual es un proceso complejo en el
que intervienen muchos genes, incluidos algunos que
se encuentra en los cromosomas autosómicos. La
clave del dimorfismo sexual es el cromosoma Y, que
contiene el gen SRY (región determinante del sexo
en el cromosoma Y) sobre su brazo corto (Yp11).
GONADAS
Si bien el sexo del embrión es determinado
genéticamente en el momento de la fertilización, las
gónadas solo adquieren caracteres morfológicos
masculinos o femeninos a partir de la sétima semana
del desarrollo.
Las gónadas aparecen inicialmente como un par de
eminencias longitudinales, los pliegues o crestas
genitales o gonadales, que se forman por
proliferación del epitelio superficial y la condensación
del mesénquima subyacente. Las células
germinativas primordiales solo aparecen en los
pliegues genitales desde la sexta semana.
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Si no alcanzan a éstas, las gónadas no se desarrollan. Por lo tanto las células germinales primordiales
tienen una influencia inductora sobre el desarrollo de la gónada en ovario o testículo.
Testículo
Si el embrión es genéticamente masculino, las células
germinales primordiales tienen un complemento de
cromosomas sexuales XY. Por influencia del gen SRY
localizado en el cromosoma Y, que codifica el factor
determinantes testicular, los cordones sexuales
primitivos siguen proliferando y se introducen
profundamente en la medula gonadal para formar los
cordones testiculares o medulares. Hacia el hilio
de la glándula, los cordones se disgregan en una red
de filamentos celulares diminutos que ulteriormente
darán origen a los túbulos de la red de Haller o rete
testis. Durante el desarrollo ulterior, una capa
compacta de tejido fibroso, la túnica albugínea,
separa a los cordones del testículo de la superficie
epitelial.
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Ovario
Se puede afirmar, entonces, que el sexo del embrión es determinado en el momento de la fecundación y
depende de que el espermatozoide tenga un cromosoma X o un cromosoma Y. en los embriones con
complemento cromosómico sexual XX, los cordones medulares de la gónada experimentan regresión y se
desarrolla una generación secundaria de cordones corticales. En embriones con complemento cromosómico
sexual XY, los cordones medulares se convierten en cordones testiculares y no se desarrollan cordones
corticales secundarios.
OVARIO
Estrógenos
(incluyendo
estrógenos
maternos y
placentarios)
Conductos paramesonefricos Genitales externos estimulados
estimulados (trompa de Falopio, (labios mayores y menores,
útero, tercio superior de la vagina clítoris, dos tercios inferiores
de la vagina
CONDUCTOS GENITALES
Período indiferente
Tanto los embriones masculinos como las femeninos
tienen inicialmente dos pares de conductos genitales:
los conductos mesonèfricos o de Wolff y los
conductos paramesonefricos o de Mûller. El
conducto paramesonefrico aparece como una
evaginación longitudinal del epitelio superficial en la
cara anterolateral de la cresta urogenital.
Cranealmente el conducto desemboca en la cavidad
abdominal por medio de una estructura
infundibuliforme. En sentido caudal, el primero se
sitúa por fuera del conducto mesonefrico, pero
después lo cruza ventralmente y se desarrolla en
dirección caudal e interna. En la línea media, se pone
en íntimo contacto con el conducto paramesonefrico
del lado opuesto. Los dos conductos están separados
al comienzo por un tabique, pero después se fusionan
para formar el conducto uterino. El extremo caudal de
los conductos combinados se proyecta hacia la pared
posterior del seno urogenital, donde produce un
pequeño abultamiento, el tubérculo paramesonefrico o
de Mûller. Los conductos mesonèfricos desembocan
en el seno urogenital a cada lado del tubérculo de
Mûller.
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Vagina
Poco después de que el extremo macizo de los conductos paramesonefricos ha llegado al seno urogenital,
dos evaginaciones macizas se extienden desde la parte pélvica del seno. Estas evaginaciones llamadas
bulbos senovaginales, proliferan y forman la lámina vaginal maciza. La proliferación continúa en el
extremo craneal de la lámina y aumenta de tal manera la distancia entre el útero y el seno urogenital. En el
quinto mes del desarrollo la evaginación vaginal esta completamente canalizada. Las prolongaciones a
manera de alas de la vagina alrededor del extremo del útero, los fondos de saco vaginales, son de origen
paramesonefrico. De tal modo, la vagina tiene dos orígenes, ya que el tercio superior deriva del conducto
uterino y los dos tercios inferiores del seno urogenital.
GENITALES EXTERNOS
Período indiferente
En la tercera semana del desarrollo, las células mesenquimatosas originadas en la región de la línea
primitiva emigran alrededor de la membrana cloacal y forman un par de pliegues cloacales ligeramente
elevados. Craneales a la membrana cloacal, los pliegues se unen para formar el tubérculo genital.
Caudalmente, se subdividen en los pliegues uretrales por delante y pliegues anales por detrás.
Entretanto a cada lado de los pliegues uretrales se advierte otro pare de elevaciones, las eminencias
genitales, que en el varón formaran mas adelante la eminencias escrotales y en la mujer, los labios
mayores. Sin embargo, al final de la sexta semana es imposible diferenciar el eso de los embriones.
Las eminencias genitales, que en el varón se denominan eminencias escrotales, están situadas en la región
inguinal. Con el desarrollo posterior se desplazan caudalmente, y cada una contribuye a la mitad del
escroto; están separadas entre si por el tabique escrotal .
semanas de gestación, migra a través del conducto inguinal alrededor de las 28 semanas y alcanza el
escroto a las 33 semanas. Sin duda el proceso esta influido por hormonas y en él intervendría los
andrógenos y el FIM. Durante el descenso, se mantiene la irrigación sanguínea desde la aorta y los vasos
espermáticos se extienden desde el nivel lumbar de nacimiento hasta el testículo en el escroto.
El testículo desciende por el anillo inguinal y sobe el borde del pubis hasta llegar al pliegue escrotal en el
momento del nacimiento. Es cubierto luego por la reflexión de un pliegue del proceso vaginal. La capa de
peritoneo que cubre el testículo se llama hoja visceral de la túnica vaginal; el resto del saco peritoneal se
forma la hoja parietal del la túnica vaginal.
ANOMALÍAS CONGENITAS
En pacientes con atresia parcial o completa de uno de los conductos paramesonefricos, a porción
rudimentaria se presenta en forma de apéndice de la parte bien desarrollada. Como su luz no se comunica
por lo regular con la vagina, a menudo sobreviene complicaciones: útero bicorne unicolis (con un solo
cuello uterino) con un cuerno rudimentario. Cuando la atresia compromete ambos lados, puede producirse
atresia del cuello uterino. Si los bulbos senovaginales no se fusionan o no se desarrollan, el resultado será
la duplicación o la atresia de la vagina, respectivamente. En el último caso, el orificio del cuello uterino
suele estar rodeado por un pequeño saco vaginal que se origina en los conductos paramesonefricos.
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HERNIAS Y CRIPTORQUIDIA
La comunicación entre la cavidad abdominal y el e
proceso vaginal en el saco escrotal se cierra en el
primer año de vida. Si esta vía queda abierta, las
asas intestinales pueden descender al escroto y
ocasionar una hernia escrotal congénita. La
obliteración de este conducto es a veces irregular y
deja en su trayecto pequeños quistes. Más adelante
estos quistes secretan líquido, lo cual origina el
hidrocele del testículo o del cordón espermático.
Hidrocele
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Criptorquidia
Bibliografía y Webgrafía:
Moore, P. Embriologia Clinica. Editorial ELSEVIER 7ª Edición
Langman, J. Embriologia Médica. Editorial médica Panamerica 9ª Edición.
Langman, J. Embriologia Médica. Editorial médica Panamericana 10ª Edición.
www.virtual.unal.edu.co/.../3-7genitales.html
escuela.med.puc.cl/.../patologia771-778.html