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prólogo, nota y fuentes
Asamblea del año XIII
Una de las primeras providencias del Segundo Triunvirato fue convocar el
Congreso General, tantas veces demorado, que se llamaría “Asamblea General
Constituyente”. Se esperaba de ella que declarara la independencia –ya reclamada
estentóreamente por los argentinos– y que dictara una constitución. Si bien no llegó a
hacer ninguna de esas dos cosas, tomó disposiciones importantes que han de
consignarse.
La Logia Lautaro instaló en la Asamblea una abrumadora cantidad de
representantes que le respondían, imponiendo incluso a muchos porteños afines como
delegados por diversas provincias. El último día de enero de 1813 se iniciaron las
sesiones, declarándose la Asamblea soberana y recibiendo, en consecuencia,
juramento de lealtad por parte del Triunvirato. Esta vez no hubo juramento alguno en
favor de Fernando VII.
Entre otras, la Asamblea dictó las medidas siguientes, inspiradas en las que
aprobaran las Cortes de Cádiz:
• Libertad para los hijos de esclavos, nacidos después del 31 de enero de 1813.
Tal “libertad de vientres” –que así se la llamó– rigió sólo hasta fines de diciembre de
ese año. Cabe apuntar, no obstante, que en estas tierras se trató por lo general con
benignidad a los esclavos, quienes, en muchos casos, terminaron incorporados a las
familias de sus amos y llevaron con frecuencia sus apellidos.
• Abolición de los títulos de nobleza. Ello respondió a un sentimiento
republicano, si bien aquí eran pocos los que contaban con tales títulos.
• Creación del escudo nacional. Se trataba del de la Asamblea pues, no
declarada la independencia, no cabía adoptar un escudo para una nación todavía
inexistente desde el punto de vista formal. En cualquier caso, es el actual escudo
argentino.
• Por idénticas razones tampoco puede decirse que la Asamblea aprobara un
Himno Nacional. Pero hizo algo muy parecido, al encomendar a Vicente López y Planes
que compusiera una “Marcha Patriótica”, la cual llegaría a convertirse en nuestro
Himno.
• Declaración de 25 de mayo como fiesta cívica.
• Reorganización de los tribunales y abolición del tormento como procedimiento
legal destinado a obtener confesiones de los sospechosos.
• Interrumpidas las relaciones con España, la Iglesia local había quedado
incomunicada de sus autoridades peninsulares. La Asamblea, internándose en una
materia que le era ajena, resolvió independizarla de ellas, que hacían de puente con
Roma, determinando así una ruptura con la Santa Sede. Esto acarrearía graves
problemas.
• Acuñación de moneda propia. Decía en aquellas monedas: “En unión y
libertad”.
La Asamblea se reunió a lo largo de cinco períodos, trasladándose a Tucumán en
1816.
 Durante agosto de 1813, terminó álvarez Jonte su mandato como triunviro. La
Asamblea nombró, para reemplazarlo, a Gervasio A. Posadas.

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