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¿CUÁLES SON LOS ARGUMENTOS MÁS RELEVANTES DE HERMÓGENES?

Deyvi Alejandro Ruiz Valderrama


En Crátilo, Hermógenes, para explicar el génesis de los nombres, sostiene la tesis de la
convención. Para ratificar su postura, mediante la mayéutica del texto, se plantean, a mi
juicio, principalmente los siguientes argumentos: convención y hábito, el carácter polimorfo
de los nombres y el rebuscamiento de las etimologías y de la mimesis.
Desde el inicio, Hermógenes plantea que el origen de los nombres se halla en la conciencia
y voluntad de los hombres. En Platón (2016), se manifiesta que los objetos “(…) no tiene
cada uno su nombre por naturaleza alguna, sino por convención y hábito (…) (p. 3). Este
planteamiento implica, pues, que el origen de las designaciones no se halla exactamente en
la esencia de la realidad, sino en el acuerdo y el uso que los hablantes hacen de ellas. Es
inconcebible que la naturaleza provea de una denominación a sus diferentes materias, porque
carece de conciencia. Por tanto, no existiría una relación de mimesis ontológica entre el
nombre y la cosa; ya que no se trata de una relación de sustancialidad, sino de pura
denotación. Más adelante, Sócrates alimenta esta idea al elucubrar con Crátilo sobre la
costumbre.
El segundo punto que se toma para defender la postura de Hermógenes es el del carácter
polimorfo de los nombres. En el diálogo con Sócrates, se argumenta que la variación fonética
o las diferentes maneras de nombrar a un ente no modifica su identidad. “De esta forma veo
que también en cada una de las ciudades hay nombres distintos para los mismos objetos:
tanto para unos griegos a diferencia de otros, como para los griegos a diferencia de los
bárbaros” (Platón, 2016, p. 5). En este sentido, la variedad de denominaciones que puede
recibir una cosa, ratifica que los nombres tienen su origen en el uso y el consenso de cada
colectividad de hablantes; puesto que, si la naturaleza los proveyera, sería el mismo para
todos los objetos. En este sentido, los significantes pueden ser diferentes a cada grupo social
o lengua; sin embargo, se van a referir al mismo ser.
Finalmente, Sócrates, para explicar la exactitud de los nombres con la naturaleza, elucida un
conjunto de etimologías de objetos y dioses, y explora el terreno de la mimesis y el
fonosimbolismo. No obstante, en un punto parece que estos procedimientos llegan a ser
forzados por Sócrates, cayendo en inexactitudes y errores –esto lo manifiestan incluso
algunos textos que he revisado. Ello lo reconoce posteriormente Sócrates, por lo que postula
a la convención como una tesis más aceptable para el problema. “Pero temo que, en realidad,
como decía Hermógenes resulte «forzado» arrastrar la semejanza y sea inevitable servirse de
la convención, por grosera que ésta sea, para la exactitud de los nombres” (Platón, 2016, p.
103).
En conclusión, los tres argumentos principales que expresa Hermógenes son el hábito y la
convención de los nombres, su carácter polimórfico y la inexactitud etimológica y mimética.
Estos son relevantes porque coadyuvan a validar su tesis sobre la convención lingüística.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Platón. (2016). Crátilo, en: “Platón I”. Titivillus.

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