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Los síntomas varían de una persona a otra. Puede que las personas con esta afección
necesiten usar un equipo especial para poder caminar o que no puedan caminar para
nada y necesiten cuidados de por vida. Las que tienen un caso leve, en cambio, podrían
caminar con dificultad, pero no necesitar ningún tipo de ayuda especial. La parálisis
cerebral no empeora con el tiempo, pero los síntomas exactos pueden ir cambiando a
lo largo de la vida de la persona.
Todas las personas con parálisis cerebral tienen problemas con el movimiento y la
postura. Muchas también tienen afecciones relacionadas como discapacidad
intelectual; convulsiones; problemas de la vista, el oído o el habla; cambios en la
columna vertebral (como escoliosis) o problemas en las articulaciones (como
contracturas).
Las personas que tienen este tipo tienen mayor tono muscular. Esto significa que sus
músculos están rígidos y que, en consecuencia, se mueven con dificultad. La parálisis
cerebral espástica generalmente se describe por la parte del cuerpo afectada:
• Diplejia y diparesia espástica: con estos tipos de parálisis cerebral la rigidez
muscular se presenta principalmente en las piernas y menos en los brazos o no los
afecta en absoluto. Las personas con diplejia o diparesia espástica podrían tener
dificultad para caminar porque la rigidez de los músculos de la cadera y las piernas
hace que las piernas se junten, se giren hacia adentro y se crucen a la altura de las
rodillas (lo que se conoce como marcha en tijeras).
• Hemiplejia y hemiparesia espástica: estos tipos de parálisis cerebral afectan un solo
lado del cuerpo y, por lo general, más el brazo que la pierna.
• Cuadriplejia y cuadriparesia espástica: estos son los tipos de parálisis cerebral
espástica más graves; afectan las cuatro extremidades, el torso y la cara. Las
personas con cuadriplejia o cuadriparesia espástica por lo general no pueden
caminar y suelen tener otras discapacidades del desarrollo como discapacidad
intelectual, convulsiones, o problemas de la visión, el oído o el habla.
Las personas con parálisis cerebral discinética tienen problemas para controlar los
movimientos de sus manos, brazos, pies y piernas, lo que les dificulta estar sentadas y
caminar. Los movimientos son involuntarios, y pueden ser lentos y contorsionantes o
rápidos y espasmódicos. A veces afectan la cara y la lengua, y la persona tiene dificultad
para succionar, tragar y hablar. El tono muscular de las personas con parálisis cerebral
discinética puede presentar cambios (variando de muy rígido a muy laxo) no solo de un
día al otro, sino que incluso en el mismo día.
Signos tempranos
Los signos de parálisis cerebral varían considerablemente porque existen muchos tipos
y diferentes niveles de discapacidad. El signo principal es retraso en alcanzar los
indicadores del desarrollo motores o del movimiento (como voltearse o rodar hacia los
lados, sentarse, pararse o caminar). Los siguientes son otros posibles signos de
parálisis cerebral. Es importante señalar que algunos niños pueden presentar algunos
de estos signos, aunque no tengan parálisis cerebral.
No hay cura para la parálisis cerebral, pero el tratamiento puede mejorar la vida de
quienes tienen esta afección. Es importante iniciar un programa de tratamiento tan
pronto como sea posible.
Servicios de intervención
Hay servicios disponibles para la intervención temprana y para niños en edad escolar
mediante la Ley de Educación de Personas con Discapacidades (IDEA), que es la ley
de los Estados Unidos que rige la educación especial. La Parte C de la ley IDEA trata
sobre los servicios de intervención temprana (desde el nacimiento hasta los 36 meses
de edad), mientras que la Parte B trata sobre los servicios para niños en edad escolar
(de 3 a 21 años de edad). Aun cuando su hijo no tenga un diagnóstico de parálisis
cerebral, podría cumplir los requisitos para recibir servicios conforme a la ley IDEA.
El daño al cerebro que provoca parálisis cerebral infantil puede ocurrir antes del
nacimiento, durante el parto, dentro del primer mes de vida o durante los primeros años
de vida del niño, cuando su cerebro todavía se está desarrollando. Cuando la parálisis
cerebral tiene que ver con daño al cerebro que ocurre antes o durante el parto, se llama
parálisis cerebral infantil congénita. La mayoría de los casos de parálisis cerebral (85-
90 %) son congénitos. Sin embargo, no se sabe qué la causa en muchos de los casos.
En un pequeño porcentaje la causa es daño cerebral ocurrido más de 28 días después
del parto. Esto se llama parálisis cerebral infantil adquirida y por lo general se asocia a
una infección (como meningitis) o a una lesión en la cabeza.
Si cree que su hijo no está alcanzando los indicadores del desarrollo relacionados con
el movimiento o que podría tener parálisis cerebral, comuníquese con su médico o
enfermera y exprese sus inquietudes.
El sitio adonde debe llamar para solicitar la evaluación gratuita del estado dependerá
de la edad del niño: