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 Claus Jönsson repitió el experimento de Young cambiando la luz por un 

haz de
electrones. ¿Podía comportarse una partícula como una onda de luz? Si se lanzan
partículas de una en una a través de una rendija se formará una mancha semejante a
su sombra. Lo mismo ocurrirá con una segunda rendija muy cercana a la primera.
Pero al abrirse las dos, lo que se observa no es la superposición de dos manchas,
sino otro patrón de interferencias como ocurría con la luz. La explicación es que la
partícula se comporta también como un paquete de densidad de probabilidad que
puede pasar por las dos rendijas a la vez y que interacciona consigo misma. Este
efecto obedece a las leyes de la mecánica cuántica y está considerado como el más
bello de todos los experimentos en la encuesta de Crease.
PODCAST
EL MUNDO al día | Así es la nueva educación: de las 'mates' socioemocionales a la
subjetividad.

GRANADA Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada

Los diez experimentos más


bellos de la Física
 El profesor Cabrerizo recrea en su laboratorio los experimentos de la
encuesta de Crease

 Se trata de experimentos que han transformado la mentalidad científica


de cada época

 Galileo, Newton o Eratóstenes se valieron de objetos sencillos para


entender el mundo

El péndulo de Foucault, en el Parque de las Ciencias de Granada. M. RODRÍGUEZ

MANUELA DE LA CORTEGranada
Actualizado: 08/11/2014 10:14 horas
Han sido indispensables para la Física actual, experimentos que por
su sencillez resultan ser los más bellos de la historia según la encuesta que realizó
Robert Crease en 2002. El catedrático Miguel Cabrerizo los recrea en
su Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada. Todos caben
en un laboratorio de pocos metros cuadrados porque su grandeza -algunos han sido
fundamentales para medir la circunferencia de la Tierra, deducir el movimiento
gravitatorio de los planetas o demostrar que algo existe aunque no podamos verlo-
radica en que cambiaron la mentalidad científica de hace cientos de años con
muchísima inteligencia y muy pocos recursos.
A Galileo, Eratóstenes y Newton les bastaron elementos tan simples como las tripas
de gato (un material que se utilizó para hacer cuerdas de guitarra), una simple varilla o
un juguete popular allá por el siglo XVII, el prisma, para cambiar la visión del mundo.

1. La interferencia de la luz (Young, 1801)

M. RODRÍGUEZ

Médico, científico y matemático, a Thomas Young además de los jeroglíficos egipcios


le obsesionó demostrar la naturaleza ondulatoria de la luz. Para este experimento
sólo necesitó una fuente de luz y dos rendijas. La sombra que deja un haz de luz a
través de una rendija reproduce la forma de la rendija aunque con un borde difuso por
la difracción de la luz (desviación del rayo luminoso al rozar el borde de un cuerpo
opaco). Lo mismo ocurrirá a través de una segunda rendija si la tapamos con un dedo.
Sin embargo, si son dos las rendijas abiertas, la sombra resultante es un patrón de
zonas brillantes y oscuras por la interferencia entre las ondas.

2. La difracción del electrón en una doble rendija (Jönsson, 1961)

M. RODRÍGUEZ

Claus Jönsson repitió el experimento de Young cambiando la luz por un haz de


electrones. ¿Podía comportarse una partícula como una onda de luz? Si se lanzan
partículas de una en una a través de una rendija se formará una mancha semejante a
su sombra. Lo mismo ocurrirá con una segunda rendija muy cercana a la primera.
Pero al abrirse las dos, lo que se observa no es la superposición de dos manchas,
sino otro patrón de interferencias como ocurría con la luz. La explicación es que la
partícula se comporta también como un paquete de densidad de probabilidad que
puede pasar por las dos rendijas a la vez y que interacciona consigo misma. Este
efecto obedece a las leyes de la mecánica cuántica y está considerado como el más
bello de todos los experimentos en la encuesta de Crease.
3. La descomposición de la luz solar (Newton, 1665)

M. RODRÍGUEZ

Basado en el principio del arco iris, donde las gotas de agua suspendidas en el aire
hacen las veces de prismas esféricos, Isaac Newton utilizó un prisma de vidrio,
preparó una habitación a oscuras donde entraba por un agujero de la ventana un
único rayo de luz solar, colocó el prisma delante del rayo de modo que se reflejara en
la pared opuesta, a 7 metros, y consiguió que en la pared apareciesen los colores del
arco iris. Al hacer pasar la luz por un prisma de cristal, las distintas longitudes que
componen el haz de luz viajan dentro de él a diferente velocidad y se curvan al entrar
y al salir dando como resultado un haz desviado de la dirección inicial y con sus
componentes separados.

4. La torre de Pisa (Galileo, siglo XVII)

M. RODRÍGUEZ

Dice la leyenda que Galileo subió a lo alto de la torre de Pisa y dejó caer dos objetos,
de diferente forma, tamaño y masa. Pero el científico despreció el efecto viscoso del
aire. La aceleración de la gravedad, como cualquier otra aceleración, es
independiente de la masa (inercia) y la gravedad no es la única fuerza que actúa
sobre un cuerpo en caída libre. Existe otra fuerza que se opone a la caída, y es
el rozamiento del aire. Lo que demostró Galileo es que en todos los cuerpos la
aceleración de la gravedad es igual sin importar su peso.

5. La gota de aceite (Millikan, 1909)

M. RODRÍGUEZ

El estadounidense Robert A. Millikan demostró en su experimento de la gota de aceite


que los electrones poseen una carga eléctrica definida y además consiguió
medirla. Usando un atomizador de perfume desparramó gotitas de aceite dentro de
una cámara transparente. Basta dispersar un aerosol cargado negativamente en aire
y someterlo a una diferencia de potencial que puede cambiar de signo. Observando la
velocidad terminal de las gotitas del aerosol se puede medir la carga de cada gota.
Esto permitió observar que todas esas cargas (no nulas) eran múltiplos enteros de
otra.

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