Fiddles

Gerald Segelman spent a lifetime

amassing one of the world's finest
collections of violins.
Gerald Segelman pasó toda una vida
amasando una de las mejores colecciones de
violines del mundo.

Parte 1
The events that followed his death would blow
the lid off the 'genteel' world of violin dealing.
Los acontecimientos que siguieron a su
muerte abrirían de golpe la tapa del 'gentil'
mundo del ‘comercio’ del violín.
First published on Sat 31 Aug ‘02
Publicado por primera vez el sábado 31 de agosto 2002
Alix Kirsta, investigator

Traducción del artículo publicado línea por The Guardian el sábado 31 de

agosto de 2002
When the reclusive 93-year-old Cuando murió el solitario millonario
millionaire Gerald Segelman died in Gerald Segelman de 93 años en
London in July 1992, his passing Londres en julio de 1992, su muerte
was the subject of as much fue motivo de mucha especulación,
speculation as almost every aspect of como casi todos los aspectos de su
his shadowy existence. vaga existencia.

An Austrian Jewish immigrant, he Inmigrante judío-austríaco, hizo su

made his fortune between the wars fortuna entre las guerras, con una
with a chain of cinemas and cafes, cadena de cines y cafés, pero cuando

1
yet when he died there were no
announcements or newspaper
obituaries. Childless and without
close friends, his simple funeral was
attended only by distant relatives.
Some people did not even discover
his true identity until after his death.
At Sotheby's, Bonhams and
Christie's auction houses, newer staff
discovered to their amazement that
"Mr Black", a gaunt man in a shabby
suit who attended all the violin
auctions - usually arm-in-arm with
an elderly lady reputed to be,
variously, his wife, mistress or
secretary - was one of the world's
leading collectors of stringed
instruments.
For years, Mr Black had been the
subject of endless gossip.
Notoriously dour and frugal, he was
often seen shuffling around Berwick
Street market in central London,
carrying plastic bags of cheap fruit
and veg, and in his last years he lived
off meals on wheels. Secretive to the
point of paranoia, he noted down his
financial transactions in code. And
Segelman enjoyed intrigue. It was
said that he used the alias Mr Black
having been part owner of the Black
and White cafe chain in the
provinces; when looking for a
solicitor, he chose the London firm
White & Co for the same reason.
2
murió no hubo anuncios ni obituarios
en los periódicos. Sin hijos y sin
amigos cercanos, su simple funeral
fue atendido por parientes muy
lejanos. Algunas personas ni siquiera
ubicaban su verdadera identidad,
solo hasta después de su muerte.
En las casas de subastas de
Sotheby's, Bonhams y Christie's, el
personal más nuevo, descubrió con
asombro, que "Mr. Black", un
hombre demacrado con un traje raído
que asistía a todas las subastas de
violín –que usualmente era visto
‘codo a codo’ con una dama ‘mayor’
que se suponía que era,
indistintamente, su esposa, amante o
secretaria- era uno de los principales
coleccionistas de instrumentos de
cuerda del mundo.
Durante años, Mr. Black había sido
objeto de innumerables chismes. Con
gesto notoriamente adusto y austero,
era visto a menudo deambulando
alrededor del mercado Berwick
Street en el centro de Londres,
llevando bolsas de plástico con frutas
y verduras baratas, y en sus últimos
años vivió de las comidas para
llevar. Reservado hasta el punto de la
paranoia, anotaba sus transacciones
financieras en código. Segelman
disfrutaba de la intriga. Se dice que
usó el alias de Mr. Black como parte
de ser copropietario de la cadena de
cafés Black & White en el interior
del país; cuando buscó a un abogado,
eligió a la firma londinense White &

As the news that Mr Black was dead
spread through the West End - news
long awaited in the violin trade -
every dealer experienced a frisson of
excitement. At last the extent of what
many suspected was the world's
finest violin collection would
become public. More importantly, it
would surely come up for sale.
Insiders knew that Segelman's cache
of instruments, amassed at bargain
prices over the 1940s and 1950s, and
including works by the great Italian
masters of the 18th century
(Stradivari, Gagliano, Guarnieri "del
Gesu"), was of colossal value. They
could not realise how colossal, or
how explosive its impact would be in
a market where a “del Gesù” such as
that owned by the late Yehudi
Menuhin can sell for $6m, and where
the rarity of the world's remaining
few hundred "masterpieces" makes
them a sought-after investment.
"All of us knew Gerald Segelman
had built up an important collection,"
recalls a former Sotheby's expert.
"What shattered me, when the facts
emerged, was how great it was." The
rumours had not been exaggerated:
stories that he kept instruments
3
Co por la misma razón.
Cuando se propago la noticia de que
Mr. Black había muerto en el barrio
West End -noticia largamente
esperada en el comercio del violín-
cada vendedor experimentó un
escalofrío de emoción. Por fin, la
llegada de lo que muchos
sospechaban era la mejor colección
de violines del mundo, se haría
pública. Y más importante aún,
seguramente saldría a la venta.
Los conocedores sabían que la
colección de instrumentos de
Segelman, amasada a precios de
ganga durante las décadas de 1940 y
1950, que incluía obras de los
grandes maestros italianos del siglo
XVIII (Stradivari, Gagliano,
Guarnieri "del Gesù"), era de un
valor colosal. Pero no se imaginaban
cuán colosal, o cuan explosivo sería
su impacto, en un mercado donde un
violín “del Gesù” como el que poseía
Yehudi Menuhin se podría vender
por $6 millones de dólares, y donde
la rareza de las pocas "obras
maestras" restantes del mundo las
convertía en una inversión codiciada.
"Todos sabíamos que Gerald
Segelman había acumulado una
importante colección", recuerda un
ex experto de Sotheby's. "Lo que me
dejo pasmado, cuando surgió a la
realidad, fue lo genial que era esa
colección". Los rumores no habían
sido exagerados: las historias de que
crammed under the bed, piled on top
of wardrobes, inside cupboards and
on the floor of his dingy one-
bedroom flat in Park Crescent,
opposite Regent's Park, turned out to
be entirely accurate. Other caches of
violins and fine bows were
eventually found in banks around
Marylebone and at Segelman's
properties in Brighton and on
Paddington Street in London, where
he had a flat above a bookie's,
overlooking a greasy spoon and the
Speed Queen launderette.
As the extent of Segelman's treasures
dawned on London's tiny, elite circle
of violin dealers, few anticipated the
controversy beginning to brew over
his legacy. And none envisaged the
ferocity with which a dispute
involving his estate would blow the
lid off their genteel, hermetically
sealed world, resulting in a scandal
that continues to reverberate on both
sides of the Atlantic. At the core of
the dispute, which some dealers now
darkly refer to as the "Segelman
curse", lies a deeply unsettling
question: how much business in this
apparently gentlemanly division of
the art and antiques market consists
of corrupt or secret practices?
4
mantuvo instrumentos apretujados
debajo de la cama, o amontonados y
encimados dentro de armarios o en el
piso de su lúgubre departamento de
un dormitorio en el edificio Park
Crescent, frente al parque Regent,
resultaron ser totalmente correctas.
Otros escondrijos de violines y arcos
finos fueron finalmente encontrados
en bancos alrededor de Marylebone
y en las propiedades de Segelman en
Brighton y en Paddington Street en
Londres, en donde tenía un
departamento encima de una casa de
apuestas, con vista hacia una fonda y
a una lavandería automática en
Speed Queen.
Mientras el alcance de los tesoros de
Segelman amaneció en el pequeño y
elitista círculo de comerciantes de
violín de Londres, pocos anticiparon
la polémica que comenzaba a
gestarse sobre su herencia. Y
ninguno imaginaba la ferocidad con
la que una disputa relacionada con su
patrimonio haría volar la tapa de su
gentil y herméticamente sellado
mundo, lo que provocaría un
escándalo que continuaría
repercutiendo en ambos lados del
Atlántico. En el centro de la disputa,
que algunos distribuidores ahora
llaman oscuramente la "maldición
Segelman", se encuentra una
pregunta profundamente inquietante:
¿cuánto negocio en esta división
aparentemente caballerosa del
mercado de arte y antigüedades se
compone de prácticas corruptas o

Following an action in London's
High Court last February, in which a
group of international dealers and
two Segelman family members were
accused of depriving Gerald
Segelman's estate of millions of
pounds, skeletons have continued to
clatter out of the finely veneered
cabinets of the violin market. A
second lawsuit is due to be heard in a
federal court in Chicago later this
year.
The extent to which, as one dealer
alleges, "this is a mafia, where the
big dealers get away with scams and
skulduggery for which people in
other professions would end up
under the wheels of trucks" remains
unclear. What is certain is that the
trust of collectors, sellers, smaller
dealers, orchestral managers - and
musicians - in the business is being
severely shaken by the case, not least
because of the big names and
impeccable reputations that have
come under fire.
The names - and reputations - don't
get much bigger than that of tall,
urbane Peter Biddulph, at 56 still
renowned for his whizz-kid energy
and skittish charm. Since the demise
in recent years of WE Hill, the
5
secretas?
Tras una acción en el Tribunal
Superior de Londres en febrero
pasado (2001), en el que un grupo de
vendedores internacionales y dos
miembros de la familia Segelman
fueron acusados de privar a la
representación legal de la herencia
de Gerald Segelman de millones de
libras, los esqueletos continuaron
golpeteando los gabinetes finamente
chapeados del mercado del violín. Se
espera que una segunda demanda se
escuche en un tribunal federal en
Chicago a fines de este año (2002).
Sobre esto, un comerciante comentó,
"Esta es una mafia, donde los
grandes comerciantes se escapan
con estafas y trampas para que
personas de otras profesiones
terminen bajo las ruedas de los
camiones". Lo cierto es que la
confianza de los coleccionistas,
vendedores, pequeños comerciantes,
directores de orquesta y músicos en
el negocio está siendo severamente
sacudida por este caso, sobre todo
debido a los grandes nombres y
reputaciones impecables que han
caído bajo fuego enemigo.
Los nombres - y reputaciones - no
son mucho más grandes, que, el alto
y citadino Peter Biddulph, que a los
56 años todavía es conocido por su
energía de niño prodigio y encanto
venerable firm of violin dealers, caprichoso. Desde la desaparición en
Biddulph, a former cellist, is los últimos años de W.E. Hill, la
regarded as one of England's two top venerable firma de comerciantes de
dealers and experts, along with his violines, Biddulph, un ex
former employer Charles Beare, the violonchelista, es considerado como
acknowledged world authority on uno de los dos mejores comerciantes
stringed instruments. y expertos de Inglaterra, junto con su
antiguo empleador Charles Beare, la
reconocida autoridad mundial en
instrumentos de cuerda.
Biddulph, to the envy of his
colleagues in England and abroad - Biddulph, para la envidia de sus
and now to the schadenfreude of his colegas en Inglaterra y en el
enemies - became closer to Gerald extranjero – y ahora, para regodeo de
Segelman in the last 20 years of his sus enemigos- se acercó más a
life and knew more about his Gerald Segelman en los últimos 20
collection than anyone else. He was años de su vida, y sabía más de su
the only non-relative at his funeral,colección que cualquier otra persona.
and the first to be informed of his Él era el único no pariente en su
death. "I was on Centre Court at funeral, y el primero en ser
Wimbledon, watching the men's informado de su muerte. "Estaba en
singles finals, when a policeman la cancha central de Wimbledon,
tapped me on the shoulder, saying I viendo la final de tenis masculina,
was urgently wanted on the phone." cuando un policía me tocó el
On the line was Vera Farnsworth, hombro y me dijo que me llamaban
Segelman's 82-year-old former urgentemente por teléfono". En la
secretary and devoted live-in partnerlínea estaba Vera Farnsworth de 82
for 65 years. She was distraught. años de edad, ex secretaria de
"Gerald had just died and she asked Segelman y devota compañera en
me to come over to their flat vida por 65 años. Ella estaba muy
immediately. She had no idea I was perturbada. "Gerald acababa de
at Wimbledon. How she tracked me morir, -me dijo- y me pidió que fuera
down I'll never know." inmediatamente a su apartamento.
Ella no tenía idea de que estaba yo
en Wimbledon. Nunca me enteré de
Biddulph wasn't surprised by the cómo me había localizado.”
call. He considered himself Gerald
and Vera's oldest friend, one of the Biddulph no se sorprendió por la
very few with whom they remained llamada. Él se consideraba el amigo
in close contact. más antiguo de Gerald y Vera, uno

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At first glance, the two men seemed de los pocos con quienes ellos
an odd couple. Biddulph's reputation mantenían contacto cercano.
as a jet-setting international wheeler-
A primera vista, los dos hombres
dealer and clincher of record- parecían una pareja extraña. La
breaking sales earned him the reputación de Biddulph en el jet set
sobriquet "the flying fiddle". internacional de distribuidores-
negociantes como exitoso y factor
decisivo en ventas-récord, le valió el
A consultant to Sotheby's and apodo de "el violín volador".
Christie's, and also a dealer whose
clients included Nigel Kennedy, Consultor de Sotheby’s y Christie’s,
Yehudi Menuhin and Pinchas también vendedor cuyos clientes
Zuckerman, Biddulph prospered as incluían a Nigel Kennedy, Yehudi
prices of violins skyrocketed in the Menuhin y Pinchas Zuckerman,
1970s, fuelled by the burgeoning Biddulph prosperó cuando los
Japanese market. precios de los violines se dispararon
en la década de 1970, impulsados
Biddulph was the only dealer with por el floreciente mercado japonés.
whom the cantankerous Segelman
had not fallen out. They first met at Biddulph era el único distribuidor
auctions in the 1970s, drawn con quien el cascarrabias de
together by a serious knowledge of Segelman no había caído. Se
and passion for violins. conocieron en subastas en la década
Segelman's love of the instrument de 1970, atraídos por una pasión y
had begun aged seven, when his conocimiento serio por los violines.
mother treated him to lessons at El amor de Segelman por el
sixpence an hour, on an old rented instrumento había comenzado a la
fiddle. The owner of priceless edad de siete años, cuando su madre
instruments, including seven Strads lo mandaba a lecciones de a seis
and four even rarer del Gesus, what peniques por hora, con un viejo
turned him on - apart from the violín alquilado. Al dueño de
violins' beauty and history - was the instrumentos invaluables, incluyendo
excitement of striking deals. siete Strads y cuatro aún más raros
Biddulph sensed it brought back the de ‘del Gesù’, lo que lo excitó
old buzz and challenge of his upward -aparte de la belleza y la historia de
climb in the cinema business. los violines- fue la emoción de los
"Gerald thrived on the cut and thrust suculentos negocios. Biddulph sentía
of commerce and liked the fact that que lo traía de vuelta al antiguo
we dealers were like bandits, having desafío de su ascendente ascenso en
a great time running round the world el negocio del cine. “Gerald

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and moving fiddles about at a profit." prosperó con la “toma y daca” del
comercio, y le gustó el hecho que los
comerciantes parecíamos bandidos,
paseándonos muy bien alrededor del
mundo y moviendo violines en busca
Segelman eventually allowed de ganancias".
Biddulph - sometimes accompanied
by an American colleague, Robert Segelman finalmente le permitió a
Bein, co-founder of Bein & Fushi, a Biddulph - a veces acompañado por
Chicago firm of dealers - to look at su colega estadounidense, Robert
some of his acquisitions. Bein, cofundador de Bein & Fushi,
una firma de distribuidores de
Only after agreeing to pay what Chicago- ver algunas de sus
Segelman demanded was Biddulph adquisiciones.
allowed to buy an instrument; there Sólo después de aceptar pagar lo que
were no compromises on the price Segelman exigió, se le permitió a
and the violin was not allowed out of Biddulph comprar un instrumento;
his sight until a cheque for the no hubo compromisos sobre el
amount was produced. precio y no se permitió que el violín
se perdiera de vista hasta que se
produjo un cheque por la cantidad
"Gerald knew the business. He went (establecida).
to all the auctions, saw the prices,
and knew private sales usually "Gerald conocía el negocio. Fue a
fetched far more, and recognised todas las subastas, vio los precios y
Peter's impressive track record," sabía que las ventas privadas solían
remembers Robert Bein. "Gerald ir mucho más allá y reconoció la
knew for how much he wanted to sell impresionante trayectoria de Peter,”
things, and knew Peter would pay recuerda Robert Bein. "Gerald sabía
up. He always took interest and a cuánto quería vender las cosas, y
pleasure in how much profit Peter sabía que Peter pagaría. Siempre se
eventually made on his violins. They interesó y se complació por la
both loved violins - and doing deals. cantidad de ganancia que
This was not some feeble old man eventualmente obtuvo Peter en sus
but a shrewd negotiator who violines. A ambos les encantaban los
understood the business. His was a violines y hacer tratos. No era un
typical rich man's dilemma: too anciano débil, sino un astuto
secretive and mistrustful to talk negociador que entendía el negocio.
about what he owned, with Peter he El suyo era un típico dilema del
had the opportunity to interact with hombre rico: demasiado reservado y

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another expert, to show off his prizes desconfiado para hablar de lo que
and gain enjoyment and excitement poseía, con Peter, él tuvo la
from them."
Robert Bein vividly recalls being
"auditioned" by Segelman when
Biddulph first introduced them in
1974. "There we were, sitting in his
cluttered, poky flat, violin cases
stacked in every corner of the sitting
room, while Gerald brought violins
through from the bedroom,
apparently from under the bed,
expecting me to prove my expertise
by calling out the maker's name on
sight. He adored that!"
On hearing of Segelman's death,
Biddulph's main concern was to
comfort Vera. She had lived with
Gerald since the age of 17, when he
hired her as his bookkeeper. In
earlier years they had enjoyed
themselves at dancehalls and
nightclubs, travelled on the Queen
Mary and visited Hollywood film
studios. Although in public each
addressed the other as "Mr
Segelman" and "Miss Farnsworth",
and she continued to draw a salary as
his secretary, theirs was a long,
loving relationship. Now, Biddulph
anticipated, there would also be
business to discuss with her.
oportunidad de interactuar con otro
experto, de mostrar sus premios y el
placer de la ganancia y la emoción
de ellos."
Robert Bein vívidamente recuerda
haber sido ‘audicionado’ por
Segelman cuando Biddulph los
presentó por primera vez en 1974.
"Allí estábamos, sentados en su
desordenado y minúsculo
departamento, con estuches de violín
apilados en cada rincón de la sala,
mientras Gerald traía violines desde
el dormitorio, aparentemente de
debajo de la cama, esperando que
yo probara mi pericia, al nombrar,
solo de vista, el nombre del laudero.
¡él adoraba eso! "
Al enterarse de la muerte de
Segelman, la principal preocupación
de Biddulph era consolar a Vera. Ella
había vivido con Gerald desde la
edad de 17 años, cuando la contrató
como su contadora. En años
anteriores habían disfrutado en
salones de baile y discotecas, habían
viajado en el Queen Mary, y visitado
los estudios de cine de Hollywood.
Aunque en público cada uno se
dirigió al otro como "Sr. Segelman"
y "Srita. Farnsworth", y ella seguía
recibiendo un salario como su
secretaria, la suya era una relación
larga y amorosa. Ahora, Biddulph
anticipaba, que también habría
negocios que discutir con ella.
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A year earlier, Gerald had gradually
disclosed more information about his
violins. At one meeting, he scribbled
a partial list of his collection from
memory and gave it to Biddulph,
who, having seen only one or two
instruments at any time, was
astonished that there were many
more fine pieces. That day they also
discussed the possibility of
publishing a book of his collection,
and of mounting an exhibition. "But
Gerald wanted no publicity, nor any
mention of his name, so those
schemes were dropped," he says.
Uppermost in his mind were Gerald's
last words to him, 10 days earlier.
"He called and asked me to come
round immediately. Vera let me into
the flat and I saw he was in great
pain, with ulcerated legs. By now,
being almost stone deaf, he shouted
at me, 'Biddy, anno domini, anno
domini! I am dying. Sit down. I want
to tell you something. I want you to
have those violins. You'll know what
to do with them. When I die, Vera's
going to call you.' He said he had a
wall safe in the flat where many
instruments were kept, along with
others in bank vaults. He gave me
the locations and apologised for
misleading me before, but it was for
security reasons." It was the last time
they saw each other.
10
Un año antes, Gerald había revelado
gradualmente más información sobre
sus violines. En una reunión,
garabateó una lista parcial de su
colección de memoria y se la dio a
Biddulph, que, había visto solo uno o
dos instrumentos en algún momento,
y se sorprendió de que hubiera
muchas más piezas finas. Ese día
también discutieron la posibilidad de
publicar un libro de su colección y
de montar una exposición. "Pero
Gerald no quería publicidad, ni
ninguna mención de su nombre, por
lo que esos planes se descartaron",
dijo.
Pero en su mente lo más importante
para él, eran las últimas palabras de
Gerald 10 días antes de morir. "Él
me llamó y me pidió que viniera de
inmediato. Vera me dejó entrar al
apartamento y vi que estaba muy
adolorido, con las piernas
ulceradas. A estas alturas, siendo
casi un sordo, me gritó: 'Biddy, anno
domini, anno domini! Me estoy
muriendo. Siéntate. Quiero decirte
algo. Quiero que tengas esos
violines. Sabrás qué hacer con ellos.
Cuando muera, Vera te llamará.’
Dijo que había una caja fuerte en el
departamento, donde se guardaban
muchos instrumentos, junto con
otros en las bóvedas de los bancos.
Me dio las ubicaciones y se disculpó
por haberme engañado antes, pero
era por razones de seguridad.” Fue
la última vez que se vieron.
In his will, Segelman left £20,000 to
two nephews, and £200,000 to Vera,
who inherited the tenancy of the
Regent's Park flat and its contents.
The bulk of his estate - originally
valued at about £8m - went to a
charitable trust whose chief
beneficiaries, until 2013, are various
"poor and needy" members of the
Segelman family. The residue then
goes to several Jewish charities.
Incredibly, the will did not mention
his violins, which were eventually
valued at £10m-£15m. Although
aware he collected instruments,
neither Vera and Gerald's lawyer,
Jack White, nor Timothy White, his
nephew, who took over as the
estate's chief solicitor, executor and
trustee, apparently had much inkling
of the extent of the collection, which
was unearthed in the days after
Gerald's death.
Andreas Woywod, Biddulph's chief
restorer, who first retrieved and
inspected the instruments,
remembers the excitement of what
he calls "the treasure hunt". "When I
crawled underneath the bed, I found
about six double violin cases. There,
to our amazement, he kept a rare,
beautifully decorated Strad. The
11
En su testamento, Segelman dejó
£20,000 libras a dos sobrinos, y
£200,000 libras a Vera, quien heredó
el alquiler del departamento del
parque Regent y su contenido. La
mayor parte de su herencia,
originalmente valuada en
aproximadamente £ 8 millones de
libras, fue a un fideicomiso caritativo
cuyos principales beneficiarios, hasta
2013, eran varios miembros "pobres
y necesitados" de la familia
Segelman. El resto fue a varias
organizaciones judías de
beneficencia.
Increíblemente, el testamento no
mencionó sus violines, que
finalmente fueron valuados entre 10
y 15 millones de libras. Aunque
sabían que era un coleccionista de
instru- mentos, ni el abogado de Vera
y Gerald, Jack White, ni Timothy
White, su sobrino, que asumió el
cargo de abogado, ejecutor y albacea
de la herencia, aparentemente tenían
mucha idea de la magnitud de la
colección, que fue desenterrada en
los días posteriores a la muerte de
Gerald.
Andreas Woywod, restaurador
principal de Biddulph, quien fue el
primero en recuperar e inspeccionar
los instrumentos, recuerda con
emoción lo que él llama ‘la cacería
del tesoro’. "Cuando me arrastré
por debajo de la cama, encontré
aproximadamente seis estuches
 sagging bedsprings had dented the
case and damaged the instrument. It
took over 450 hours of work to
restore it fully."
The lawyers decided that Biddulph
should store the 50-odd violins and
violas, and prepare an inventory and
valuations for the estate. Timothy
and Jack White made it clear they
were relying on his expertise as to
how best to go about selling the
collection, since they were ignorant
of the violin market. They and
Biddulph discussed different
possible terms under which he might
act for the estate, eventually agreeing
he should sell the instruments for a
commission of 5% of the sale prices.
[ CITATION Kir02 \l 22538 ]
dobles de violín. Allí, para nuestra
sorpresa, mantenía un raro, y
bellamente decorado Stradivari. Los
resortes hundidos del colchón
habían abollado el estuche y dañado
el instrumento. Se necesitaron más
de 450 horas de trabajo para
restaurarlo por completo."
Los abogados decidieron que
Biddulph debería almacenar los 50
violines y violas, y preparar un
inventario y una valuación para la
representación legal de la herencia.
Timothy y Jack White dejaron en
claro que confiaban en su
experiencia en cuanto a la mejor
manera de vender la colección, ya
que ellos ignoraban el mercado del
violín. Ellos y Biddulph discutieron
diferentes términos posibles, bajo los
cuales se podría actuar para la
representación legal de la herencia,
finalmente acordaron que vendiera
los instrumentos por una comisión
del 5% de los precios de venta.

Kirsta , Alix . 2002. Gerald Segelman spent a lifetime amassing one of the world's finest collections
of violins. . theguardian / Classic music / fiddles. [En línea] 31 de August de 2002.
https://www.theguardian.com/music/2002/aug/31/classicalmusicandopera.artsfeatures.

https://www.theguardian.com/music/2002/aug/31/classicalmusicandopera.arts
features

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