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Diferencias sexuales en los celos:

el papel de la evolución
y de la identidad de género
Capítulo 2. Cuaderno de Investigación.
SEXO Y GÉNERO
• A través de la socialización se crea nuestra identidad de género y
nosotros utilizamos la comunicación para expresar nuestra feminidad
o masculinidad en las relaciones con otros.
• Sexo: categorización basada en cromosomas.
• Género: hace referencia a aspectos psicológicos y sociales difíciles de
comprobar. Se refiere a qué se considera masculina o femenino en
una sociedad y a cómo un individuo se ve a sí mismo en términos de
tendencias de feminidad o masculinidad dentro de su cultura.
LA IDENTIDAD DE GÉNERO
• Nacemos hombre o mujer, pero aprendemos a ser femeninos o masculinos
a través del proceso de socialización.
• La propensión a generalizar hace que se exageren las diferencias y oculta la
realidad de las similitudes psicológicas.
• Bem Sex Role Inventory: comprobar hasta qué punto las personas,
independientemente de su sexo biológico, se identifican con características
de personalidad consideradas típicamente femeninas o típicamente
masculinas.
• Cada ítem va seguido de una escala tipo Likert que puntúa de 1 (nunca) a 7
(siempre).
• A la escala la precede un encabezamiento similar al siguiente: A continuación se
presenta una lista de adjetivos. En cada uno de ellos, rodee con un círculo el grado en
que considera que dicho adjetivo sirve para describir/e a usted. Utilice el punto más
adecuado de la escala desde 1 (nunca) hasta 7 (siempre).
Bem Sex Role Inventory
• A partir de las puntuaciones obtenidas en las escalas de feminidad y
masculinidad del BSRI, se puede clasificar a las personas -
independientemente de su sexo biológico- en la siguiente tipología de
identidad de género:
1. Femeninos/as. Aquellas personas que puntúan alto en la escala de
feminidad y bajo en la de masculinidad.
2. Masculinos/as. Aquellas personas que puntúan alto en la escala de
masculinidad y bajo en la de feminidad.
3. Andróginos/as. Aquellas personas que puntúan alto en la escala de
feminidad y en la de masculinidad.
4. Indiferenciados/as. Aquellas personas que puntúan bajo en ambas
escalas, feminidad y masculinidad
Bem Sex Role Inventory
• De acuerdo con la teoría del auto-esquema de género de Bem, las
personas con un esquema del yo tradicional o «sexo-típicas », es
decir, las mujeres clasificadas como femeninas y los hombres
clasificados como masculinos, procesarían la información de acuerdo
con los patrones de género convencionales de su cultura y se
comportarían de acuerdo con esas prescripciones.
• las personas clasificadas como andróginas o indiferenciadas serían
más flexibles al aplicar esos patrones culturales
LA EXPERIENCIA DE LOS CELOS
• Las relaciones de pareja implican una inversión cognitiva, emocional y
conductual.
• Los celos se activan ante la amenaza a una relación que mantenemos
con otra persona y que consideramos valiosa.
• Cuando percibimos ciertos signos que nos hacen temer la pérdida de
esa relación, nuestra atención y nuestro pensamiento se ven
canalizados en direcciones determinadas, experimentamos
emociones concretas (ira, miedo), y nos vemos motivados a actuar
para eliminar la amenaza y retener la relación que valoramos
EL PLANTEAMIENTO DE LA PSICOLOGÍA
EVOLUCIONISTA
• Enfoque evolucionista: los celos son un mecanismo seleccionado a lo
largo de la historia evolutiva del ser humano como solución a los
problemas adaptativos que suponía la pérdida de relaciones
importantes.
• Lo que activa los celos en los hombres es la percepción o la sospecha
de infidelidad sexual de su pareja, mientras que en las mujeres los
celos se referirán más bien a la infidelidad emocional.
LA INVESTIGACIÓN DE BUSS, LARSEN,
WESTAN Y SEMMELROTH
• Los hombres se sienten peor cuando sus parejas tienen sexo con
otros hombres.
• Las mujeres cuando los hombres se emplean emotivamente con otras
mujeres.
• La evidencia transcultural muestra que estos resultados no son
exclusivos de una población concreta. Por ejemplo, Betzig (1989), en
un estudio de 89 culturas repartidas por todo el mundo, encontró que
la causa de divorcio más frecuentemente mencionada por los
hombres, pero no por las mujeres, era la infidelidad sexual.
LA PERSPECTIVA SOCIOCULTURAL
• Las diferencias entre hombres y mujeres se deben al proceso de
socialización, en el que niños y niñas reciben pautas distintas, y a la
influencia social y cultural que favorece determinadas creencias,
actitudes, valores y sentimientos en unos y en otras según los roles
que ocupan.
• En definitiva, esas diferencias no se deben a la biología, ni a
mecanismos cognitivos heredados, sino a la identidad de género.
CREENCIAS SOBRE LA INTERDEPENDENCIA DE LA
INFIDELIDAD SEXUAL Y LA INFIDELIDAD
EMOCIONAL
• Hipótesis de la interdependencia de las dos infidelidades: la infidelidad
sexual y emocional son interdependientes y la gente piensa que una
implica a la otra.
• Es decir, los hombres creen que cuando una mujer mantiene relaciones
sexuales con alguien es, seguramente, porque siente algún tipo de
vinculación emocional con esa persona, pero que el vínculo emocional en
sí mismo no necesariamente va acompañado de contacto sexual; por eso
les resulta más estresante que su pareja cometa una infidelidad sexual.
• Las mujeres, en cambio, piensan que si un hombre es infiel
emocionalmente también lo será sexualmente, pero no al revés, por lo que
perciben como más estresante la infidelidad emocional.
La investigación de Gómez Jacinto, Canto y
García Leiva
• Los autores pretenden explorar algunas variables socia les y culturales que,
según los críticos, puedan estar influyendo en las diferencias encontradas
por los psicólogos evolucionistas. A este objetivo se dedica el primero de
los estudios que componen el artículo.
• El segundo se centra en los efectos que el artefacto experimental de
elección forzada tiene en los resultados.
• La conclusión a la que llegan es que sus resultados apoyan, no una visión
dicotómica (evolución frente a socialización), sino una perspectiva
interaccionista en la que tanto el sexo biológico como algunos factores
culturales desempeñan un papel fundamental en las diferencias entre
hombres y mujeres en cuanto a la experiencia de los celos.
Introducción
• En este apartado se presenta la investigación que se describirá en el
artículo, exponiendo los antecedentes teóricos y empíricos d los que
parte. En concreto, se revisa:
• La explicación evolucionista del mecanismo de los celos y de las
diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a las situaciones que
los activan.
• La explicación socio-cultural y la hipótesis de la interdependencia de
las infidelidades.
• La distinción conceptual entre «sexo» y «género». Los autores
consideran esta distinción fundamental para poner a prueba la
postura socio-cultural.
Estudio 1: Objetivos

• Analizar las respuestas de las personas con distintas tipificaciones de


identidad de género (masculinas, femeninas, andróginas e
indiferenciadas) ante situaciones de infidelidad, para separar la
influencia del sexo (biológico) de la del género (cultural).
• Poner a prueba la hipótesis sobre la interdependencia de las
infidelidades. En concreto, la idea de que un tipo de infidelidad
(sexual o emocional) conlleva la otra, y la de que esa
interdependencia se percibe como más probable cuando la persona
que comete la infidelidad parece implicarse más en la relación .
Objetivos
• Analizar el contexto que activa el mecanismo de los celos. Se
pretende profundizar en la relación encontrada por Buss y
colaboradores entre las relaciones sentimentales y sexuales que la
persona ha mantenido previamente y sus reacciones ante la
infidelidad, incluyendo además la influencia que la propia conducta
infiel de la persona tiene en su respuesta.
• Estudiar la influencia de la presión cultural en la respuesta de las
personas ante una situación de infidelidad. Se supone que esa
presión va en la dirección de favorecer una mayor manifestación de
estrés ante la infidelidad emocional, lo que, según los defensores de
las dos posturas teóricas, explicaría que los hombres también elijan
más ese tipo de infidelidad como más desagradable.
Hipótesis
• 1. Las respuestas de los participantes dependerán de su identidad de género más
que del sexo biológico.
• 2. La aparición de diferencias significativas entre hombres y mujeres dependerá
de si las situaciones planteadas representan un solo tipo de infidelidad o los dos.
• 3. La aparición de diferencias significativas entre hombres y mujeres dependerá
de si las situaciones planteadas representan la infidelidad de forma poco explícita
o muy explícita.
• 4. Las respuestas de los participantes dependerán de si han tenido experiencias
previas en relaciones de pareja y de si ellos mismos han cometido alguna
infidelidad.
• 5. Las respuestas de los participantes dependerán de su grado de deseabilidad
social, es decir, el grado en que intentan ajustarse a lo que socialmente se admite
y se valora.
Diseño: se combina la manipulación
experimental y el método correlacional
Variables independientes (factores manipulados experimentalmente):
• 1. Ocurrencia de la infidelidad, con dos niveles o condiciones:
• Simple
• Doble
• 2. Descripción de la situación, con dos niveles o condiciones:
• Poco explícita
• Muy explícita
Diseño
Variables independientes (factores de control):
1 . Sexo y tipificación de identidad de género de cada participante
2. Experiencia previa de los participantes en relaciones de pareja (con y sin
relaciones sexuales) y en infidelidades
3. Grado de deseabilidad social de cada participante
4. Intensidad de los celos
Variables dependientes:
1. Elección de una de las dos infidelidades (sexual o emocional) como más
estresante
2. Creencias de los participantes sobre la interdependencia de las dos
infidelidades
Resultados
• Qué patrón de elecciones muestran hombres y mujeres para cada
escenario (Tabla 1).
• Qué patrón de diferencias entre sexos aparece para cada uno.
• Cuál de las dos perspectivas (evolucionista o cultural) apoyan estos
resultados.
• Qué indican los resultados relativos a la tipificación de identidad de género
(Tabla II).
• Cómo influyeron el sexo y la identidad de género en los resultados sobre
las creencias relativas a la interdependencia de las dos infidelidades.
• Qué relación hay entre las creencias sobre la interdependencia y la elección
de la infidelidad más estresante.
Resultados
• Cómo influye la experiencia en relaciones de pareja en la elección de los
participantes (Tabla III). Qué diferencias aparecen entre los que mantienen
relaciones sexuales con la pareja y los que no.
• Qué efecto tiene sobre las elecciones de los participantes la experiencia de
haber sido ellos infieles (Tabla IV).
• Cómo se analiza el efecto de la variable «deseabilidad socia l» y qué
influencia tiene en las elecciones de hombres y mujeres.
• Cómo se analiza el efecto de la variable «intensidad de los celos» y qué
influencia tiene en las elecciones de hombres y mujeres.
• Cuál es la relación entre «intensidad de los celos» y «deseabilidad social»,
y qué efecto conjunto tienen sobre la elección de la infidelidad más
estresante en hombres y en mujeres (Tabla V).
Discusión
• En este apartado los autores comentan los resultados en relación con
los planteamientos expuestos en la introducción, con los resultados
de otros autores y con los objetivos e hipótesis del estudio, así como
algunas de las limitaciones de su propia investigación. Una de estas
limitaciones se intenta resolver en el segundo estudio.
Discusión
• Tanto hombres como mujeres se sienten más desolados por una infidelidad
emocional de su pareja que por una infidelidad sexual.
• Ahora bien, hay más hombres que mujeres que se preocuparían más por
una infidelidad sexual y hay más mujeres que hombres preocupadas por
una infidelidad emocional.
• Cuando el escenario simple se hace más explícito aumenta el porcentaje de
hombres más preocupados por la infidelidad sexual y el porcentaje de
mujeres preocupadas por la infidelidad emocional.
• En las dos condiciones en las que se presentan simultáneamente las dos
infidelidades se da básicamente el mismo patrón de respuestas,
disminuyendo las diferencias entre hombres y mujeres
Discusión
• Estos resultados apoyarían, en parte, las tesis evolucionistas al mantenerse la
asimetría entre hombres y mujeres.
• Dándose los dos tipos de infidelidades de forma explícita, hay más hombres que
mujeres que se sienten más desolados por la infidelidad sexual.
• Los resultados no confirman los postulados de DeSteno y Salovey (1996a, 1996b)
y Harris y Christenfeld (1996a, 1996b) al no verificarse la hipótesis de la doble
implicación de la infidelidad.
• Las mujeres creen en mayor medida que si un hombre ha sido infiel
emocionalmente es muy probable que también lo sea sexualmente; por su parte
los hombres piensan en mayor medida que la infidelidad sexual de las mujeres
implicaría también la infidelidad emocional.
• Las diferencias de creencias, pues, están en función del sexo y en ningún
momento en función del género.
Discusión
• El género matiza los resultados obtenidos en cuanto al sexo. El patrón
básico de respuestas sigue manteniéndose, pero con importantes
diferencias entre cada uno de los cuatro tipos de categorías de
género.
• La tipificación sexual rígida (hombres masculinos y mujeres
femeninas) refuerzan la elección del patrón típico.
• Por contra, los hombres con rol femenino responden en su totalidad
que sentirían más estrés ante la infidelidad emocional.
• A su vez, en los sujetos andróginos se rompe la asimetría de elección,
no existiendo diferencias entre hombres y mujeres en relación al tipo
de infidelidad elegida.
Discusión
• No se puede concluir que la deseabilidad social sea un factor que
module las diferencias de sexo.
• Las mujeres que puntúan alto y las que puntúan bajo en deseabilidad
social reflejan el mismo patrón de respuestas: una mayor
preocupación ante la infidelidad emocional.
• Son los hombres que puntúan alto en deseabilidad social los que
expresan en mayor porcentaje una mayor desolación ante la
infidelidad emocional frente a los que puntúan bajo, ya que los
hombres que puntúan bajo en deseabilidad social sienten en un
elevado porcentaje más estrés ante la infidelidad sexual.
Discusión
• Las respuestas de las personas que han sido infieles tiende a acentuar
el patrón típico:
• Los hombres infieles se sienten más perturbados por la infidelidad
sexual y un porcentaje muy elevado de mujeres se preocupan más
por la infidelidad emocional.
Discusión
• El haber mantenido relaciones sexuales y el mantener en la actualidad una
relación de pareja aumenta el estrés ante la infidelidad sexual.
• Cuando los hombres y mujeres no han tenido nunca relaciones sexuales expresan
su mayor preocupación por la infidelidad emocional.
• Cuando ya han conocido el sexo lo valoran de forma más acentuada y reconocen
la implicación que puede tener un contacto sexual con una persona que no es su
pareja.
• Los hombres con relaciones de pareja en la actualidad se preocuparían en un
porcentaje muy elevado por la infidelidad sexual, mientras las mujeres lo harían
en un porcentaje muy inferior.
• Además, los hombres con relaciones sexuales en la actualidad también reflejan
un alto porcentaje de estrés ante la infidelidad sexual. Es decir, los hombres con
experiencias sexuales y con pareja en la actualidad son muy sensibles a la
infidelidad sexual.
Estudio 2
• El objetivo principal de este segundo estudio era evitar que se activen
al mismo tiempo los dos tipos de infidelidades, para poder analizar
por separado el efecto de cada uno en las respuestas de los
participantes.
• Para ello, se vuelven a combinar la manipulación experimental y el
estudio correlacional, si bien el número de variables se reduce.
Diseño
• Lo que se manipula experimentalmente en este caso es el orden de
presentación de los escenarios de infidelidad:
• A la mitad de los participantes se les presenta primero el escenario
de infidelidad emocional, y se mide la intensidad de los celos
(Variable dependiente), y a continuación se les muestra el escenario
de infidelidad sexual y se vuelve a medir la intensidad de los celos.
• Para el resto, el orden de presentación se invierte.
Diseño
• En todos los casos, los participantes ignoraban que tras el primer
escenario se les presentaría otro, para evitar que eso sesgara sus
respuestas.
• Como medida de contraste con esta presentación continua (no
simultánea) de los dos escenarios, posteriormente se presentó a
todos los participantes el mismo dilema del Estudio 1, para que
eligieran cuál de las dos infidelidades les resultaba más estresante
(segunda variable dependiente).
• Como variables independientes de control se midieron la tipificación
de identidad de género de cada participante y su grado de
deseabilidad social.
Resultados
• Los resultados indicaron que el orden de presentación de los escenarios no influía en la
intensidad de los celos sexuales ni emocionales.
• Tampoco se encontró un efecto significativo de la identidad de género, y sólo el sexo mostró
cierta influencia.
• La intensidad de los celos ante la infidelidad sexual fue mayor en toda la muestra, incluso en las
mujeres, que ante la infidelidad emocional (comparación entre tipos de infidelidad), aunque las
mujeres mostraron más celos emocionales que los hombres (comparación entre mujeres y
hombres).
• En cuanto a la comparación entre las dos metodologías, que era el objetivo principal del estudio,
en el caso de los hombres, los dos formatos, el de medidas continuas (no simultáneas) y el del
dilema (elección forzada), arrojan resultados similares: la infidelidad sexual les parece siempre
más estresante que la emocional, incluso aunque puntúen alto en deseabilidad social.
• En cambio, las mujeres eligen la infidelidad emocional como más estresante en el dilema (sobre
todo si puntúan alto en deseabilidad social), incluso aunque hayan mostrado mayor intensidad de
celos ante la infidelidad sexual en la fase experimental.
• Los autores llaman la atención sobre el hecho de que el formato de elección forzada puede ser un
artefacto experimental que afecta a los resultados, aunque en este estudio sólo lo ha hecho en el
caso de las mujeres.
Conclusiones
• En el apartado de Conclusiones se resumen los resultados más
destacados de los dos estudios, situándolos dentro del marco de la
literatura científica sobre diferencias de sexo en los celos para poner
de relieve lo que aportan, así como las cuestiones que quedan menos
claras y requieren más investigación.
• Más que invalidar o desechar unos enfoques u otros, los autores
hacen hincapié en la necesidad de tener en cuenta tanto factores
biológicos como intrapsíquicos, interpersonales, grupales y cultura
les, y subrayan la importancia de analizar no sólo las reencias de las
personas, sino también su conducta.
Conclusiones
• Los resultados del primer estudio muestran que tanto hombres como mujeres se estresarían más
por una infidelidad de tipo emocional. Estos resultados no apoyarían la versión fuerte de las tesis
evolucionistas.
• El hecho es que hay un buen porcentaje de hombres que se preocupan más por la infidelidad
emocional, de igual modo que hay muchas mujeres que se preocuparían más por la infidelidad
sexual.
• Y ello debe ser explicado, conjuntamente con el resto de los resultados. Las normas sociales (ya
sea la que emana del grupo de referencia, el Zeitgeist, etc.) pueden empujar las respuestas en
ambas direcciones: según el contexto sería más fácil reconocer un mayor estrés por uno u otro
tipo de infidelidad.
• Habría ocasiones en las que el hombre y la mujer se ven presionados para reconocer un mayor
estrés por la infidelidad emocional, pero habría otras en las que sucedería lo contrario.
• Además, el rol de género rompe la asimetría de respuestas entre sexos y da cabida a la influencia
cultural al comprobarse cómo los sujetos andróginos responden independientemente de su sexo.

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