Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Divertimento escénico de Edgar Chías§
NOTA AL PROGRAMA DE MANO.
GENTE EN FILA, FRENTE A UNA TAQUILLA: SUCESO EXTRAORDINARIO SI
SABEMOS CON QUIEN NOS VA A TOCAR COMPARTIR. UNA PUERTA QUE SE ABRE.
ENTRAR. TRASEROS QUE SE ACOMODAN, MURMULLOS PUDOROSOS Y ALGUNO
HE AQUÍ LA ANTI-HISTORIA.
EDGAR CHÍAS.
C I R C O P A R A B O B O S .
DIVERTIMENTO ESCÉNICO PARA CUATRO ACTORES, SILLAS, FRUTA Y
OTROS TRASTOS
DE EDGAR CHÍAS.
PE RSONAS :
LAS CHICAS:
ZULA
MONA
LOS CHICOS:
BOLO
MACO
EL LUGAR:
LA CIUDAD, PERO SOBRE TODO, ELLOS MISMOS.
EL TIEMPO:
EL ÚNICO POSIBLE: PRESENTE.
OSCURO Y EXPECTATIVA. SILENCIO, LUEGO LUZ SOBRE UNA SILLA EN ALGÚN
EXTREMO DEL ESCENARIO. OSCURO, LUEGO TRES SILUETAS QUE EXPONEN SUS
ESPALDAS...
1. PRÓLOGO / A VER SI LO VEN...
SENSACIÓN DE INTIMIDAD. DE AQUEL LADO, DE DONDE SE VE, ESTÁN ZULA,
BOLO Y MACO DANDO LAS ESPALDAS EN DISTINTOS PLANOS QUE DIBUJAN LA
LADO.
BOLO: De verdad que no lo puedo creer.
ZULA: (A MACO.) No tenías por qué ponerte así.
BOLO: Es el colmo. Yo no vine para...
ZULA: ¡Otra vez! Ya bájale.
MACO: Shhh. Ya están ahí.
PAUSA. TRATAN DE PERCIBIR LA REACCIÓN DE LOS ASISTENTES. CAMBIAN LA
BOLO: No parece.
ZULA: Ay, sí están.
MACO: Ahí están. (A ZULA.) Ahora. Hazlo ahora.
BOLO: (A ZULA.) Vas.
MACO: Sí, órale.
ZULA: Ay, no.
BOLO: Cómo no. Nos están viendo.
ZULA: Me da pena.
BOLO: Ya quítatela. (A MACO.) Dile que se la quite ya.
MACO: Órale.
ZULA: No quedamos en eso. Puedo hacerlo sin quitármela.
MACO: (FASTIDIADO.) COÑO.
ZULA: Es que me van a ver.
MACO: Ya te están viendo.
ZULA: Es que no es cualquier cosa.
BOLO: (A ZULA, REFIRIÉNDOSE A MACO.) Creo que se está enojando.
ZULA: AY, ¿POR QUÉ? YO NO DIJE QUE NO FUERA A HACERLO.
BOLO: Se está enojando.
ZULA: Ay mira, yo, la verdad no sé...
MACO: (EXPLOTANDO.) Al demonio los dos. Voy a tener que hacerlo yo.
Siempre yo. todo yo. Malditos.
BOLO: No.
ZULA: Por favor.
BOLO: Lo vas a echar a perder.
MACO: ustedes ya lo echaron a perder. ¿Creen que van a estar ahí
esperando indefinidamente? Quieren ver a toda costa.
ZULA: No, pero no inventes. ¿De verdad lo harías? ¿No te da pena?
MACO: (A ZULA.) Pues ya está. Tú no lo vas a hacer. El tiempo corre. Ya
están ahí. Nos miran. están esperando. Y alguien lo tiene qué hacer.
BOLO: Pero tú no, qué espectáculo, no por favor. Yo paso.
MACO: ¿Qué quieres decir?
ZULA: lo que pasa es que no te sale muy bien que digamos.
BOLO: Ella tiene mucho más, ¿cómo te diré? No es que lo hagas mal, para
nada. lo que pasa es que ellos esperan ver, pues algo que valga la pena.
MACO: Pues yo creo que ya están enojados.
BOLO: Los vas a hacer enojar más con tus...
ZULA: Cosas.
MACO: Nos miran con furia.
BOLO: Apenas impacientes.
ZULA: ¿Tu crees? Yo los veo muy campantes.
BOLO: Un poco aburridos, nada más.
ZULA: Pero todavía están ahí. Nadie se ha movido.
BOLO: Ni mú han dicho. nada de quejas.
ZULA: Mírales la cara. ¿Tú crees que con esas caras se atrevan a algo?
MACO: pero están esperando.
BOLO: Pues que esperen. Quieren ver, ¿no? Pues que esperen.
ZULA: O que lo hagan ellos, si creen que es cosa tan simple.
BOLO: (IMPELE EN VOZ ALTA.) A ver, hagan algo. Órale. Míralos. Digan
algo, carajo.
ZULA: Es inútil.
BOLO: Sí. Creo que sí.
MACO: Yo lo hago.
ZULA: No inventes.
BOLO: Tú con tal de figurar eres capaz de cualquier cosa.
MACO: Es que están ahí. Nos miran.
ZULA: Pues que se jodan.
BOLO: Sí, que se jodan.
MACO: ¿De plano?
ZULA: Yo estoy de acuerdo.
BOLO: Igual.
MACO: ¿Nadie lo va a hacer?
ZULA: Yo no.
BOLO: Yo menos.
MACO: Se ven molestos.
ZULA: Mira, si hasta este momento no se han dado cuenta, es que son
estúpidos. No vale la pena emplear saliva, ni energías.
BOLO: Yo ya hubiera hecho algo. Es más que obvio.
MACO: Eso sí. ¿Pero cómo no se dan cuenta de que NO VA A PASAR
NADA?
A) PARA LEVANTARSE DE LA CAMA, CADA UNO A SU HORA.
ZULA: Entre las nueve y media y las diez de la mañana. Hoy me siento
bonita, de veras, neto. Debería arreglar un poco la casa, pero no tengo
ganas. Este día es para mí. Hoy quiero salir. Cualquier lugar estaría bien.
No tengo a dónde ir. Sólo hay algo que no me deja en paz, que ronda en mi
cabeza: no tengo suerte para el amor.
BOLO: Seis 50 de la mañana. Quiero desayunar y no hay nada en el refri.
Salgo a buscar algo a la tiendita de la esquina, pero nada se me antoja. Así
comienzo una mañana más , leyendo revistas en el Samborns, sentándome
en la banqueta a ver los ríos de tráfico y metal multicolor y a oír su canto
neurótico de bocinas locas.
SE ESCUCHAN MENTADAS DE MADRE EN CLÁXONES ENFURECIDOS.
MONA: 7 a.m., los maullidos de mi gato, el timbre del teléfono, el horrible
sonido del espertador (pi-pi-pi-pi). imposible seguir durmiendo.
MACO: Cosas qué hacer, allá, al otro lado de la ciudad, con los ciudadanos.
Hay mucha rabia, rencor y odio. yo no soy direfente, es cosa de medios,
tampoco los tengo. Seis de la tarde.
LOS OTROS: (SIN PODER CREERLO.) ¿Qué? Órale. Qué flojo.
MACO: Es que me acosté muy temprano.
BOLO: (DIRIGIENDO SU MIRADA A UN CAMIÓN INEXISTENTE QUE NO SE
DETIENE.) Suben.
B) PARA DIRIGIRSE A LA PARADA DEL CAMIÓN A BUSCAR EL “NOSÉQUÉ”
QUE A CADA UNO CORRESPONDE.
TODOS: Suben.
MONA: ¿Por qué no lo paraste?
MACO: Porque no lo motivaste.
SE CONGELAN EN ACTITUD DE ESPERA.
TODOS: SUBEN.
PAUSA.
BOLO: Oye, ¿a dónde vas? lo que pasa es que quiero ver si tomamos juntos
un taxi...
ZULA: A... (A MONA.) ¿Qué hora tienes?
MONA: 7 de la mañana.
BOLO: No, son las sei cincuenta.
ZULA: No, cómo crees. Son como las 9 y media o diez.
MACO: No, son las seis de la tarde.
TODOS: ¿Cómo crees?
MACO: Sí, miren (SEÑALA AL HORIZONTE). Se les va. (REFIRIÉNDOSE AL
CAMIÓN.)
MACO: NO PASÓ.
SE VAN MACO Y MONA.
ZULA: NO VOY A NINGUNA PARTE.
BOLO: YO, TAMPOCO.
D) PARA SUBIR Y VIAJAR (ESTO ES IMPORTANTÍSIMO) EN EL MISTERIOSO
CHOFER
MACO: Que si puedes pasar este, a la viga.
MONA: ¿Lo pasas?
BOLO: Ah, sí, cómo no. (INTENTA GUARDARSE LA MONEDA Y MONA LO VE).
MONA: Ora, no se haga.
ZULA: Pásaselo al chofer.
MACO: Que si te molesta...
IMPROVISAN, LUEGO, EL TRÁNSITO DE LA MONEDA.
3. BOLO (EL LANZADOR DE CUCHILLOS).
BOLO: BOLO, 24 años (DA SUS PERFILES.) Hacia las dos de la tarde, harto
de las filas de banco, de gente que busca empleo, con un sol sofocante
sobre la espalda y cosa que hacer al otro extremo de la ciudad más grande
del mundo, allá por la raza. Decidí tomar un camión y continuar. Y
comienza el calor, los apretones, los empujones, el sudor, el mal olor, el
descontento de la gente... (SE DIRIGE A LOS ACTORES PARA QUE REACCIONEN
Y NO DEJEN DE INTERPRETAR LO QUE VA DICIENDO), el descontento de la
gente, las luchas por mantener el espacio propio sin invasión de ningún
extraño (SE APARTAN TODO LO QUE PUEDEN), el extraño que canta para
intentar vivir...
AQUÍ CONVIENE DECIR QUE PARA REGOCIJO DE LOS ASISTENTES Y, DESDE
IMAGEN.
ZULA: ZULA, 26 años. (DA SUS PERFILES.) Ahora voy sentada a su lado.
Me trata bien: Todavía no me ha gritado. Nos conocimos hace rato y ya se
sinceró...
BOLO: Poncho, 27.
ZULA: Me dijo su nombre y su edad. Ya hicimos planes: Vamos a hacer el
amor.
BOLO: A coger, qué, así se dice.
LOS DEMÁS, POR PUDOR, LO CALLAN.
ZULA: Es muy claro. Y ya tomamos nuestra primera decisión juntos: Ante
la pregunta ¿en tu casa o en la mía?
BOLO: Hotel Roma.
ZULA: Decidimos que era mejor un hotel. Yo todavía estoy con Joel. A lo
mejor está todavía en la casa. Hubiera sido horrible encontrarnos con él.
Estamos ahí. Bastante limpio para ser de ochenta pesos.
BOLO: ¿Qué? Ciento veinte pesos, y caite con sesenta... Ah, no es cierto...
ZULA: Es tierno... Me dice...
BOLO: A ver, enseñando.
ZULA: Y me arranca la blusa de la que salta un botón como una flor y se
esconde bajo la cama por pudor. Luego lo busco. Ahora él me toma en sus
brazos: Me estruja con fuerza y grito, él cree que de placer, yo sé que me
dolió. Es muy directo...
BOLO: (AL INEXISTENTE CHOFER.) Tengo prisa.
ZULA: ...me lo dice a mí, a mí me lo dice, y sin preguntas ni cuidados, se
encaja en mí muy bruscamente, primero. Luego con brutalidad y me voltea
y reacomoda, me exprime y me bocabajea, yo gimo, él cree que es de
placer, yo sé que estoy cansada. Cinco minutos y ya me duele, él grita.
BOLO: (DORMIDO, EN SU REGAZO.) Gol.
ZULA: Siete minutos y ya no siento, sus ojos están en blanco, grita más.
Siete minutos y medio y ya se viste: Nada más se abrocha los zapatos. Me
quiere...
MACO: Gracias muñeca, estuvo de poca.
ZULA: ¿Nos vemos? Pregunto, arrobada de esperanza al pensar que a lo
mejor ahora sí ya encontré lo que he buscado, a lo mejor es él, puede ser él,
quizá sí sea él.
MACO: ¿Para qué?
ZULA: Me responde...
MACO: ¿Ya nos vimos, ya acabamos, ya nos vamos, no?
ZULA: Es muy sincero...
MACO: Mejor ni buscarnos, yo estoy casado.
ZULA: De todos modos le agradezco. Se va.
BOLO: Bajan.
VUELVEN AL CAMIÓN.
5. MACO (EL DOMADOR DE LEONES).
MIENTRAS ENTRENA UN CERDO, UN PERRO Y UN GATO, SUS BESTIAS
INTERNAS...
MACO: MACO, 26 años. (DA SUS PERFILES.) La ciudad del otro lado...
(SEÑALA.) Hay que invertir un par de horas pare moverse de aquí para allá,
del norte al sur, del oriente al poniente, caminar, soportar hedores y malos
tratos, como si no fueran ya bastantes las necesidades que inventan los que
tienen lana. Es cosa de medios, yo no los tengo. Eso es todo. Una señora muy
cuidada, grande, pero de buen ver, me arruga la nariz cuando paso junto a
ella. Mi respiración se agita, aprieto los puños, la mandíbula, trato de
continuar callado, sigo de largo, sigo nada más y se larga... Seguramente
piensa que vengo a trabajar en alguna de estas casas, técnicamente así es:
Vengo a desarrollar una actividad en la que me profesionalizo, lo mismo da si
es en una casa o en la calle. Primera regla: Hay que hacerlo no por necesidad,
por gusto sí. Hay más estilo en ello. Ahora estoy más tranquilo, contuve con
éxito las ganas de insultar. Regla número dos: El placer en no responder por
reflejo, es un ejercicio de convicción. Un auto reluciente, azul, me refleja y
hace la primera invitación: Saco mis llaves, comienzo por dibujar en la
superficie deslumbrante unos garabatos líricos, sin pensarlos demasiado,
sintiéndolos y sintiéndome mejor. Suena la alarma, camino aprisa, me alejo y
el tu-tu-tu-tu se hace menos molesto a la distancia. Un perro en el camino,
suficientemente pequeño, de esos que viven en los brazos. Pum: la sensación
seca del bultillo en mi empeine, luego el vuelo breve, se quedó sin aire y paf,
el suelo. Uno, dos, tres: siete pasos y a penas se recupera. El desconcierto es
tal que no puede ladrar, apenas maúlla, se encoge y trata de avanzar hacia una
muchacha rubia, de pants que grita BOLO, BOLO, ¿dónde estás?
AQUÍ LOS ACTORES, SIEMPRE INTERESADOS EN EL DETALLE, INSERTAN UN
MONA: MONA, 26 años. (DA SUS PERFILES.) No preparé la clase, como
siempre; no tengo ganas de darla, como siempre; la misma dificultad hoy,
como siempre, de no saber cómo enfrentar una horda de monitos de
grandes ojos azorados que esperan aprender lo que no se puede enseñar:
vivir. Timbre telefónico, seguramente él. Lo ignoro. No tengo ganas de
nada. Tomo un café que ahuyéntale poco sueño que aun me tenía en sus
brazos, ups, está caliente, casi me quemo. Una mirada, como una ráfaga,
que busca la identidad en la imagen: bonito espejo, sí, paro más bonita yo,
mua. La pequeña lluvia de la regadera, su caricia tibia, me reconforta,
comienzo a sentirme limpia, nueva, casi audaz: hoy puedo ser yo. Respirar
y no fingir, no fingir y respirar. “Hoy no circula el no circula”, sería la
mejor noticia que podría recibir, imposible. Se abre la puerta, gran río de la
calle a la vista, prepara la máscara... Gente que va, viene, se detiene, corre
y se apresura. Fin de quincena, el taxi que se me escapa por más de una
razón, no me alcanza. Inevitable: pesero o camión. Multitud comprimida,
rostros apagados, cuerpos flojos, cansados. Alguno intentando arrancarle al
sueño breves minutos de reposo, inerte y con la boca abierta. Revoltura de
olores, alguno no se bañó. Primera mala señal: rostros lascivos que me
descubren, respirar y no fingir, no lo puedo evitar, aire de suficiencia, que
no se me note, que no se me note, primer ¿te acompaño? Tengo que
sonreír, aire de suficiencia, No, gracias, primero cómprate un carrito. El
rostro se me endurece, me tengo que defender. Una mano anónima que
intenta, que quiere atreverse y se detiene a medio camino. Evalúa, soy
mucho para él, se lo hago saber con una mirada acompañada de mi graciosa
nariz arrugada, fuchi. Se intimida. Tocar lo inalcanzable sólo te haría más
infeliz, pobre de ti. Gente que me mira. Bajan. Extrañamente llego
temprano. Firmo mi entrada y las secres se secretean, me lanzan los
cuchillos de sus ojos, envenenados los filos por la envidia, Ay, sí.
Presumida.
ZULA: Ya llegó la maestra.
MONA: MACO...
MACO: Prechente, maestra.
MONA: ZULA...
ZULA: 26 años, encantadora de serpientes.
BOLO: ZULA, di presente.
ZULA: Presente.
MONA: Bolo.
ZULA: Voló, maestra.
Todos la miran.
MONA: BOLO.
BOLO: (ESTORNUDA.) Presente.
Bolo estornuda. Comienza La Danza de los Estornudos, que no es otra
cosa que una composición rítmica sin propósito, basada en onomatopeyas.
ZULA: (AL CONCLUIR LA PIEZA.) Salud.
7. A DÓNDE VA LO QUE EMPEZÓ (LLEGADA A NINGUNA PARTE, O LA
VIDA PARA NADA)...
EN UN PARQUE. MÚSICA. BAILAN CON SUS SILLAS EN EXTRAÑO RITUAL. SE
SIENTAN Y MIENTRAS JUEGAN CON REHILETES Y COMEN PLÁTANOS Y
CAMBIAN. DICEN QUE MADURAS EL DÍA QUE POR PRIMERA VEZ TE RÍES DE
ANOREXIA QUE CASI ME COSTÓ, SÍ. PERO ESO NO LO VEN, NO. NI LOS
CACHONDEZ... QUE QUÉ BIEN TE VES, UY; QUE QUÉ GUAPA, SÍ, CÓMO NO. Y
NADIE SE DA CUENTA QUE DEBAJO DE ESTE BOMBÓN HAY UNA GRAN
LA INTERRUMPEN LOS OTROS.
LOS OTROS: YA. BÁJALE. NO INVENTES. CARAJO. QUÉ EXAGERACIÓN. SI
NO ERA PARA TANTO, PUES. TRES LÍNEAS, GUILLE, TRES LÍNEAS DIJIMOS.
TE PASAS.
BOLO: A mi me gusta mirar. Descubrir el secreto de las cosas, entenderlas.
Algo de todo lo que sucede me corresponde. Lo sé. Algo es para mí. Algo
me toca. Ese algo lleva escrito mi nombre y grita por mí. La cosa es
encontrarlo. Sí. O que me encuentre. Claro. Cosa de esperar. Sí. Lo que
pase primero.
PASA EL CAMIÓN, LO MIRAN IRSE MIENTRAS LOS BAÑA UNA SENTIDA
8. EPÍLOGO.
(UN DOS POR DOS INÚTIL EN DOS TIEMPOS Y ERUCTO.)
ESCENARIO VACÍO, LUZ, DOS PAREJAS. AMBAS ESTÁN UNIDAS POR LA CARICIA
I. VERDADES AL PÚBLICO.
BOLO (ESPALDAS), ZULA (FRENTE) Y MONA (FRENTE), MACO (ESPALDAS).
ELLAS HABLAN, ESCÉPTICAS.
ZULA: Ay, sí. “Está conmigo”.
MONA: Nunca lo he creído.
ZULA: Es que su sola presencia me halaga.
MONA: Es que miente.
ZULA: A veces, cuando pienso eso, me dan ganas de simplemente no salir,
de dejarlo ahí, esperando. Que se joda.
MONA: Tan mustio, el maldito.
ZULA: Pero es que está. Conmigo, pues.
MONA: Eso parece. Parece, nada más.
ZULA: Espera algo de mí.
MONA: No de ti. Espera algo. Podría esperarlo de cualquiera.
ZULA: Qué tristeza da pensar que se halla vuelto una cosa tan fea.
MONA: Vil, simplona.
ZULA: Vulgar.
MONA: Insaciable.
ZULA: Emputecida, pues.
MONA: Sí. Lo mismo le da Chana que Juana.
ZULA: Bueno, no. Tiene sus preferencias. Le gusta ser complacido.
MONA: Eso sí. Con ver carne se contenta.
ZULA: Ya puede uno decir lo que sea.
MONA: Lo-Que-sea.
ZULA: Que Dios es gay.
MONA: Que el amor es una invención inútil.
ZULA: Que guaguaguaguá.
MONA: Y nada. Mientras pueda ver un par de nalgas o unas tetas.
ZULA: Se contenta.
MONA: Puede decirse casi cualquier cosa y no le importa.
ZULA: Le da igual.
MONA: Lo que espera es que se le diga lo que quiere oír.
ZULA: Que se le haga reír.
MONA: Ver chichi.
ZULA: Y nalga.
MONA: Pero hace como que se espanta.
ZULA: Luego hace como que le gusta que uno haga el esfuerzo de decir
cosas profundas.
MONA: Inteligentes, casi poéticas.
ZULA: Que uno se vea bien.
MONA: Lo exige.
ZULA: ¿Y qué?
MONA: No da nada a cambio.
ZULA: No.
MONA: No le gusta que le digan sus cosas.
ZULA: No lo soporta.
MONA: Se ofende.
ZULA: Pone su carota.
MONA: Y luego se va.
ZULA: Así nomás.
MONA: Lo peor no es eso.
ZULA: No, claro.
MONA: Lo peor es que se larga y por allá se la pasa hablando mal de uno.
ZULA: Claro, como no se compromete.
MONA: Pues claro.
ZULA: A la hora de dar la cara siempre encuentra una gran excusa: Que no
porque lo puede echar a perder.
MONA: Que no porque no se lavó la boca.
ZULA: Que no porque ultimadamente quien se tiene que dar es uno.
MONA: ¡Já!
ZULA: Y uno se da.
MONA: A veces más, a veces menos.
ZULA: Pero siempre se da.
MONA: Eso sí.
ZULA: Y él no se compromete.
MONA: Se larga. Al final se larga muy satisfecho.
ZULA: O no, a veces pasa.
MONA: Con la ridícula actitud de quien todo lo merece.
ZULA: A veces nos regala con una mirada Perdonavidas.
MONA: Como quien dice: Sigue intentando.
ZULA: Y como no queremos que se vaya.
MONA: O cuando menos esperamos que vuelva.
ZULA: Y ahí está la... mala onda.
MONA: Uno se vuelve capaz de cualquier cosa.
ZULA: Decimos malos chistes.
MONA: Con tal de no quedarnos solos.
ZULA: Nos paramos de cabeza.
MONA: Aprendemos idiomas.
ZULA: Se enseña chichi.
MONA: Nos hacemos los interesantes.
ZULA: Los misteriosos, los incomprendidos.
MONA: Nos cambiamos el nombre.
ZULA: Nos inflamos el nombre.
MONA: Hablamos de autores extranjeros.
ZULA: O nacionales de moda.
MONA: Exaltamos el cuerpo.
ZULA: Sepultamos la palabra.
ZULA y MONA: Le hacemos al cuento, y todo para qué.
ZULA: A ver, ¿para qué?
MONA: Para nada.
II. VERDADES A LOS QUE HACEN (TEATRO).
ELLAS DAN LA ESPALDA. ELLOS DAN LA CARA.
BOLO: ¿O será nuestra culpa?
MACO: ¿Pero por qué?
BOLO: ¿Trataremos muy mal?.
MACO: ¿Excluiremos a alguien?
BOLO: Se hace lo que se puede.
MACO: Se puede lo que se hace.
BOLO: De cualquier manera, nunca se les da gusto.
MACO: No. Exigen mucho.
BOLO: Exigen, pero no saben lo que quieren.
MACO: Creen que saben lo que quieren.
BOLO: Pero no lo saben.
MACO: Pero siempre exigen. Quieren y piden.
BOLO: Lo gracioso, porque resulta gracioso...
MACO: Y triste también.
BOLO: Es que, en su opinión, nunca nos queda bien.
MACO: Aunque en la nuestra siempre sea al revés.
BOLO: Nunca les gusta.
MACO: Siempre un batidero.
BOLO: Que si muy lento, aburrido.
MACO: Que si muy rápido, precoz.
BOLO: Que si muchas palabras, rollero.
MACO: Que si pocas, inarticulado.
BOLO: Que si mucho dinero, desmesurado e inútil.
MACO: Que si poco, jodido con imaginación.
BOLO: Si serio, azotado.
MACO: Si ligero, baboso.
BOLO: No dan tregua.
MACO: Ah, pero eso sí, siempre está la tele para consolarse.
BOLO: Si nos hacemos caso, al fin que ni nos pelan, chaqueteros.
MACO: Si les hacemos caso, complacientes.
BOLO: Lambiscones, facilotes, prostitutos.
MACO: La única manera parece ser: que no nos entiendan, el asunto se vea
bonito y haya palabras rimbombantes.
BOLO: O que sea tierno tierno.
MACO: O chistoso chistoso.
BOLO: O duro, pero no tanto.
MACO: Con aire pretencioso.
BOLO: Internacional.
MACO: Nada molestador.
BOLO: Nada que posibilite las dudas, los cuestionamientos.
MACO: Nada feo.
BOLO: Nada grosero.
MACO: Entonces caben los ¡Oh!
BOLO: Los ¡Ah!
MACO: ¡Increíble!
BOLO: ¡Innovador!
MACO: Para luego (nosotros) , engolosinados ya por el reconocimiento...
BOLO: Envanecidos por el seductor e inesperado hecho de haber dado en el
clavo una vez...
MACO: Dictar los modos.
BOLO: Esto es así.
MACO: Esto es asá.
BOLO: Se hace así.
MACO: Es para que funcione.
BOLO: Como siempre es un monólogo.
MACO: Como nadie está de acuerdo.
BOLO: Como no sean los amigos.
MACO: Los protectores.
BOLO: Los enemigos (con su desacuerdo).
MACO: Todo se vale.
BOLO: La necesidad es decir.
MACO: Lo que sea, como sea.
BOLO: Nos decidimos por hacer.
MACO: La cosa es hacer.
BOLO: No dejar de hacer.
MACO: A toda prisa.
BOLO: A como de lugar.
MACO: Una tras otra.
BOLO: De chile, dulce y mantequilla.
MACO: O en serie, pareciditas todas.
BOLO: Emulaciones de la industria.
MACO: Si no, no sabe.
BOLO: Si no, nadie se entera.
MACO: Si no, no se es lo que se es.
BOLO: Si no, no pasa nada.
MACO: Al final...
BOLO: De todos modos...
MACO: Se haga lo que se haga.
BOLO: Mucho, mal, bueno, poquito.
MACO: Nunca sirve.
BOLO: Nada pasa.
MACO: Nosotros solitos nos apapachamos.
BOLO: Unos a otros.
MACO: Qué genio eres.
BOLO: Me sorprendes.
MACO: Y no pasa nada.
BOLO: Nada de nada.
iii. ¿Conclusión?
ELLAS TAMBIÉN DAN LA CARA.
ZULA: Nada.
MONA: Pues no.
MACO: No.
BOLO: Nadie dice nada.
ZULA: No saben lo que quieren.
MONA: (REFIRIÉNDOSE AL PÚBLICO.) Se sacaron de onda.
MACO: La cosa es hacer.
MONA: Hacer que pase.
BOLO: Hacer que pase la cosa.
ZULA: (AL PÚBLICO.) Digan algo.
BOLO: ¿Es su última palabra?
MACO: ¿De veras?
MONA: Como quieran.
ZULA: Pero luego no se quejen, ¿eh?
LOS CUATRO ARROJAN SUS NARICES AL PÚBLICO. MÚSICA.
Oscuro final.
PERO QUE NO ES EL FINAL, PORQUE LOS INTERPRETES HAN QUEDADO AHÍ,
TERMINADA LA FUNCIÓN.
***