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Capítulo 2

En este capitulo se aborda el aprendizaje de la lectura, la escritura y las matemáticas. La


lectoescritura es una adquisición fundamental para los aprendizajes posteriores, porque en la
escuela la fase inicial de aprender a leer y escribir debe transformarse rápidamente en leer y
escribir para aprender. Si bien la mayoría de los niños son capaces de realizar estos
aprendizajes sin dificultad, constituyen las DDAA más frecuentes en el aula y permiten explicar,
en gran parte, el fracaso escolar.

Dislexia

Antes de hablar de la dislexia hay que distinguir entre malos lectores (alumnos lentos o que
presentan alguna dificultad a la hora de leer o comprender el significado por causas de tipo
sociocultural, intelectual o emocional) y niños con dislexia. Los niños con dislexia tienen una
inteligencia normal o alta, pero presentan serios problemas de lectura, hacia la mitad de la
educación primaria, con un retraso de dos años con relación a su edad cronológica. Por eso no
todos los niños que presentan dificultades en la lectura se pueden definir como disléxicos, y
hay que señalar que, aunque la mayoría de diagnósticos de dislexia se llevan a cabo durante la
etapa de primaria, sin embargo, es un problema con origen prenatal y etiología desconocida.

Tipos de dislexia

En la denominación actual de dislexia existen diferentes síndromes disléxicos, entre los cuales
existen múltiples rasgos comunes: síndromes audiofonológicos y visoespaciales, síndromes de
trastornos lingüísticos, de descoordinación articulatoria y grafomotora, trastornos
perceptuales visoespaciales, de secuenciación disfonética y memoria verbal y, por último,
síndromes caracterizados por problemas de procesamiento sintáctico, semántico y fonológico.

LA DISORTOGRAFÍA

La disortografía, como trastorno específico, incluye exclusivamente errores en la escritura, sin


necesidad de que tales errores se den también en la lectura; por tanto, un niño que presenta
disortografía no tiene, necesariamente, que leer mal. A diferencia de la dislexia, que siempre
implica errores en la lectura y en la escritura, la disortografía afecta únicamente al plano
escritor, de modo que un niño con dislexia presenta también disortografía, pero un niño con
disortografía no necesariamente es un disléxico, ya que la disortografía no afecta a la lectura y
tiene entidad propia.

LAS DISGRAFÍA

Es necesario tener en cuenta las siguientes condiciones para poder hacer un diagnóstico de
disgrafía:

— Capacidad intelectual en los límites normales o por encima de la media.

— Ausencia de daño sensorial grave.

— Adecuada estimulación cultural y pedagógica.

— Ausencia de trastornos neurológicos graves con o sin componente motor


También es importante tener en cuenta la edad para el diagnóstico de la disgrafía, la cual no
comienza a tomar cuerpo hasta después del período de aprendizaje, es decir, más allá de los
siete años, de tal forma que a partir de los seis o siete años se puede hablar de una dificultad
en la escritura cualquiera que sean el o los aspectos alterados.

LAS DIFICULTADES EN LAS MATEMÁTICAS (DAM)

En general, el alumnado suele considerar que las matemáticas constituyen, junto con el
lenguaje, las dos materias con mayor grado de dificultad. Los niños con DAM en la educación
primaria suelen presentar dificultades que guardan relación con la atención, la percepción, el
procesamiento auditivo, la memoria, el autoconcepto, las atribuciones, la conducta, estados
de ansiedad y estrategias metacognitivas.

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