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Jeanette y Alexander Toczko estuvieron casados por 75 años y fallecieron abrazados a solo unas horas de diferencia. Habían estado juntos desde la infancia de Jeanette y su amor duró toda su vida. Ambos fueron enviados a un hogar de asistencia debido a problemas de salud y su deseo final fue morir abrazados. Su hija tomó una fotografía de su último abrazo y su historia se convirtió en un ejemplo del amor eterno.
Descripción original:
Título original
Después de 75 años de casados abuelitos parten al más allá abrazados
Jeanette y Alexander Toczko estuvieron casados por 75 años y fallecieron abrazados a solo unas horas de diferencia. Habían estado juntos desde la infancia de Jeanette y su amor duró toda su vida. Ambos fueron enviados a un hogar de asistencia debido a problemas de salud y su deseo final fue morir abrazados. Su hija tomó una fotografía de su último abrazo y su historia se convirtió en un ejemplo del amor eterno.
Jeanette y Alexander Toczko estuvieron casados por 75 años y fallecieron abrazados a solo unas horas de diferencia. Habían estado juntos desde la infancia de Jeanette y su amor duró toda su vida. Ambos fueron enviados a un hogar de asistencia debido a problemas de salud y su deseo final fue morir abrazados. Su hija tomó una fotografía de su último abrazo y su historia se convirtió en un ejemplo del amor eterno.
En esta historia de amor los protagonistas son Jeanette y Alexander Toczko, su historia comienza cuando tenía solo 8 años de edad con un cariño que se tenían y más adelante duraron casados durante 75 años para morir en los brazos del otro con solo unas pocas horas de diferencia.
En 1940 se casaron y desde aquél día nunca se separaron,
es el gran ejemplo de que el amor sí puede durar “Hasta que la muerte los separe”. Alexander tuvo una fractura de cadera que lo llevo a sufrir varios problemas de salud, por lo cual debía estar inmovilizado. Jeanette era la encargada de su salud y vigilaba cada instante de él, hasta que ella también enfermo. Ambos fueron enviados a un hogar de asistencia para que pudieran ser asistidos.
Su deseo más grande fue, cuando llegara el día de su
muerte, partir abrazados hacia el cielo. Para sorpresa de todos, su deseo se cumplió pues a muy pocos días de celebrar su aniversario número 75, ambos fallecieron con tan solo unas horas de diferencia. Su hija fue la encargada de tomar la fotografía de su último abrazo, a pesar de haber perdido a sus padres ella dijo sentirse orgullosa de que se hayan convertido en un ejemplo de amor eterno.
De acuerdo a la enfermera que atendía a la pareja, la
sorpresa de todos sus compañeros era ver la gran conexión que los dos tenían. Cuando Alexander notó que su esposa había fallecido le susurró al odio “Te amo. Espérame, estaré ahí pronto”, para morir unas horas después junto con su esposa.
Su historia es un reflejo de lo que más necesitamos hoy, en
estos tiempos que parecen no tener un desenlace fácil, el amor y el cariño deben ser aprovechados todos los días, y debemos demostrarlo siempre.
La pareja es un gran ejemplo de que sí existe el amor
eterno. Compártelo con tus seres queridos. Amémonos hoy más que nunca.