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Fragmentos del libro “Des-armando escuelas” de Silvia Duschatzky y Elina Aguirre

Este libro intenta compartir con los lectores, con el mundo de eventuales interlocutores, la
experiencia de un grupo de trabajo que no acaba su armado y no obstante continúa juntándose
para bucear juntos en el medio de problemas.
Des-armando imágenes para dibujar preguntas, des-armando seguridades para abrir
experimentaciones, des-armando anécdotas para hallar signos de pensamiento. Des-armando
identidades para armar cuerpos colectivos. Des-armando juicios para formular interrogantes. (pag
20)

Las conquistas poderosas no son aquellas que transforman lo horrendo en bello, lo malo en
bueno, lo incompleto en pleno, sino las que supieron extraer de cada cosa lo que aun no ha sido,
aquello que pide nuevas formas (pag 75,76)

El agotamiento es mucho más que el cansancio, nos dice Gilles Deleuze (1996) en ¨El agotado¨. El
cansado dispone del recurso del descanso para volver a la misma batalla que lo canso. Repite lo
que sabe y en el acto de repetición su cansancio aumenta. ¿Que nos cansa? Poner nuestra energía
al servicio de tareas cuyos efectos no dejan ver ni sentir alteraciones que desplieguen en nosotros
nuevos poderes. Nos cansamos de ser lo mismo. Nos cansamos cuando la experiencia (que implica
un “salir de si”) no se despliega. El agotado en cambio agota lo previsible, lo reconocido. Mientras
el cansado ya no puede llevar nada mas a cabo, salvo recorrer una y otra vez las coordenadas
previstas, el agotado no puede seguir llevando a cabo lo que venía realizando. El agotamiento
anuncia, si sabemos verlo, un comienzo. (pag 78, 79)

El desarme nos asalta, no lo elegimos. Nos encontramos perdidos, desorientados frente a


situaciones que nos descalabran seguridades y vuelven inútiles las brújulas. En esas
desorientaciones hay señales. Claro que podemos desoírlas, abrumarnos de palabras explicativas,
insistir en acomodar todo en su lugar. Aunque también es posible tirar de esas señales para
intentar armados siempre provisorios. Soportando el no saber bien cómo se sigue.

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