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DIOSA MOSQUERA

LLUVIA ACIDA

La lluvia ácida es considerada como un problema de calidad del aire con consecuencias no tan
directas sobre la salud humana. Sin embargo, el fenómeno causa la acidificación del medio,
generando efectos sobre los suelos, la vegetación y los cuerpos de agua, los cuales afectan
directamente la calidad de vida de la población.

Según lo proclamado en 2004 por la Organización Meteorológica Mundial-OMM, la acidificación


del medio es catalogada a nivel global como un asunto que hace vulnerables a las regiones de
Asia, África y Sudamérica, esto debido a los procesos regionales, entre los que se encuentran el
desarrollo económico y el crecimiento poblacional, el uso del suelo y diferentes cambios a nivel
climático.

Además de los efectos en el entorno, la lluvia ácida ha sido catalogada como un complejo
problema científico, del que hasta el momento no se ha encontrado una solución definitiva. Esto
debido a que sus efectos han sido documentados en diferentes regiones, como un problema
transfronterizo que afecta directamente ecosistemas en países alejados a las fuentes precursoras
de lluvia ácida. De esta manera, países con una baja producción de emisiones contaminantes, se
han visto afectados por emisiones provenientes de zonas con una alta producción de óxidos de
azufre y de nitrógeno.

A continuación se describen los asuntos relacionados con la problemática desencadenada por la


emisión de precursores de la lluvia ácida: el transporte a larga distancia de los contaminantes y los
efectos generados, de los cuales se mencionarán los antecedentes (localizados principalmente en
Europa) y los efectos específicos generalizados alrededor del mundo.

TRANSPORTE A LARGA DISTANCIA DE LOS CONTAMINANTES

La lluvia ácida se produce siguiendo la dirección del viento desde las áreas de importantes
emisiones de dióxido de azufre (SO 2) y de formación de óxidos de nitrógeno (NO X). La lluvia ácida
es considerada entonces como un fenómeno relacionado con el transporte de los contaminantes,
el cual es determinado por la dirección y velocidad del viento, además de otros aspectos
topográficos y meteorológicos que incluyen la altitud y la latitud (factores que determinan la altura
de capa de mezcla de los contaminantes, y fenómenos de inversión térmica que determinan los
grados de contaminación, entre otros). Los mecanismos de transporte y transformación de la lluvia
ácida configuran el problema de la Contaminación Transfrontera o transfronteriza.

Los vientos, tienen una gran incidencia en el transporte de las nubes, las cuales se precipitan
(depositación húmeda) en lugares bastante alejados del origen de las emisiones, después de varios
días o semanas. Por otro lado, la depositación seca se constituye en un factor importante en la
neutralización del problema en lugares cercanos a las fuentes emisoras, ya que la precipitación
seca tiene influencia a pocos kilómetros del sitio emisor. Lo anterior explica porqué, según lo dicho
por la OMM en 1991, las precipitaciones húmedas son neutralizadas en menor grado a grandes
distancias, incrementado la probabilidad de que se desencadenen sus efectos. Ver Figura 1
ANTECEDENTES DE LOS EFECTOS DE LA LLUVIA ÁCIDA

El primer escrito sobre el tema, fue el generado por Smith en 1872, quién publicó la obra titulada
“Air and Rain, the beginnings of Chemical Climatology”. Esta obra contiene un informe detallado
acerca de las variaciones del carácter ácido de la lluvia sobre y en la cercanía de la ciudad de
Manchester, Inglaterra.

Años más tarde, el mismo autor utiliza por primera vez, el término “lluvia ácida” en su obra que
trató sobre los principales factores que actúan en la formación del fenómeno. El aporte de Smith
no es suficientemente valorado en el entorno científico de la época, sino mucho tiempo después,
cuando se evidenció formalmente el daño de algunos lagos suecos en 1940.

Mientras tanto, se desarrollaron algunas investigaciones aisladas que lograron alcances


importantes y que llevaron a la formalización del término “lluvia ácida”, por ejemplo: en 1911,
cuando se observa la directa relación entre sitios donde se llevaba a cabo la combustión de carbón
y la inhibición en la germinación de ciertas especies de plantas; en 1919, cuando se demuestra que
la acidez proveniente de la atmósfera acelera la acidificación de los suelos forestales y por último,
cuando se reporta la relación entre los niveles bajos de producción de truchas y la acidez de lagos
y quebradas en 1927.

Entre las investigaciones desarrolladas después de la formalización del término, se encuentra,


además, la realizada por Chernov en 1947, quien afirma que los minerales saturados de hidrógeno
son altamente inestables (especialmente los ácidos), que se descomponen rápidamente liberando
aluminio, magnesio y hierro, metales altamente tóxicos para las plantas.

Fue hasta las décadas de los sesentas y setentas, que se empezaron a evidenciar serios efectos
sobre organismos vegetales en conurbaciones cercanas a las principales fuentes estáticas de
emisiones, así como en las áreas influenciadas por el calor de origen doméstico. En 1968, El sueco
S. Oden demostró que las sustancias acidificantes que estaban recibiendo en abundancia los países
escandinavos, provenían esencialmente de las regiones en las que estaban instaladas las industrias
pesadas de Gran Bretaña y de Europa Central. Como consecuencia de diversos estudios sobre este
asunto, se firmó en Ginebra en 1979 un Convenio Internacional sobre la Contaminación
Transfronteriza a larga distancia que entró en vigor en 1983.

Publicaciones que coincidieron con La Conferencia de Estocolmo en 1972, permitieron dar a


conocer que el transporte a larga distancia de los contaminantes se estaba convirtiendo en un
importante asunto entre los países de Europa. Uno de los problemas mayormente tratados fue el
de la acidificación de los lagos en Suecia, los cuales empezaron a mostrar una creciente acidez.

En 1977 Guderian registra uno de los eventos de acidificación del medio, más notables: la
destrucción del bosque de “Selva Negra”, hecho en el cual, los árboles fueron muriendo después
de recibir grandes cantidades de ácido sulfúrico depositado. A comienzos de los años 80 en
Alemania se habló de la muerte de los Bosques Waldsterben (Figura 2), evento que fue muy
importante en la toma de medidas para mitigar los efectos de la lluvia ácida.

Coppins en 1978, demuestra que la disminución desde 1970, de la diversidad de especies de


líquenes se vio notablemente afectada en los dos últimos siglos. Este estudio permitió esclarecer
que los efectos (directos o indirectos) de los contaminantes atmosféricos sobre la biodiversidad,
se entienden bajo distintos niveles de tolerancia entre las especies.
FA partir de las investigaciones relacionadas con estos y otros efectos aislados en relación a la lluvia
ácida, se generó una importante controversia acerca de la manera de actuar de las deposiciones
ácidas: a través del suelo, según B. Ulrich, (pedólogo especialista en suelos forestales) o a través de
las hojas, según P Schütt. Para ambos casos, las “precipitaciones ácidas” se deben esencialmente
al SO2 y sólo en segundo lugar al NOx.

La puesta en marcha de un dispositivo de observación sistemática de los bosques confirmó


rápidamente las afirmaciones acerca del cambio de pH de la lluvia por parte de los científicos. Se
puso entonces en evidencia el agravamiento extremadamente rápido que estaba sufriendo el
fenómeno: así, en Baden-Wutemberg, el 6% de los abetos estaba enfermo en 1981; en 1983, el
porcentaje se incrementó hasta el 94%. En 1990, cerca de los 48 lagos de las montañas Adirondacks
(Ver Figura 3) (Estado de Nueva York, Estados Unidos), mostraron que los daños debidos a las
lluvias ácidas eran menos importantes de lo que se preveía en un principio; en parte, porque siete
de los 48 lagos analizados estaban ya acidificados desde la época preindustrial a causa de
fenómenos naturales. Sin embargo en la actualidad se ha hecho notable el incremento de
contaminantes sulfatados en el ecosistema.

Figura 3. Niveles de Algunos contaminantes precursores de la lluvia ácida están aumentado en los Adirondacks el Estado de
Nueva Cork, a pesar de las leyes de Protección del Aire en estados Unidos.

Las medidas de control de las últimas décadas (esto en cuanto al seguimiento y monitoreo del
fenómeno), han permitido una disminución de los efectos de la lluvia ácida. Conceptos como el
generado por Nillson en 1986: “Descarga crítica” propusieron la protección de ecosistemas a largo
plazo, aspecto de prevención que se viene utilizando solamente hasta la actualidad. Este concepto
propone medidas tendientes a la prevención de los efectos de la lluvia ácida cuando el impacto no
pudiera compensarse por procesos naturales.

Mientras que estos conceptos fueron tenidos en cuenta en el siglo XX, los efectos de la lluvia ácida
afectaron gravemente suelos y cuerpos de agua. En la actualidad, se vienen liderando programas
para el monitoreo regional o local de la lluvia ácida. Entre los principales programas encontrados,
están el de Europa, Norteamérica y el Nordeste de Asia, regiones que han dedicado esfuerzos
importantes en la modelación del comportamiento del fenómeno, lo cual ha permitido la
caracterización o simplemente establecer los lugares de origen de la contaminación transfrontera.

EFECTOS DE LA LLUVIA ÁCIDA

Los antecedentes descritos sobre la acidificación del medio, han generado gran variedad de
documentos, a partir de los cuales, se deduce que las consecuencias de la lluvia ácida, dependen
generalmente de:

1. Los grados de control de la emisión de contaminantes primarios; y sus procesos de


combustión,
2. Las transformaciones químicas desencadenadas;
3. Las cargas básicas de contaminantes naturales y antrópicos;
4. El grado de sensibilidad de microorganismos, plantas, animales, y sus relaciones
ecosistémicas.
5. Las características del clima, la topografía y las superficies acuáticas o terrestres, que en
conjunto y en ausencia de contaminantes, determinan el comportamiento y presencia de
distintas plantas y animales.

Cabe destacar que la escala de aparición de los efectos de la lluvia ácida tiene dos componentes:
la local, denominada también microecológica, con efectos en el entorno de distintas fuentes de
emisión y otra de escala regional o global, denominada macroecológica o contaminación
transfrontera. Por otro lado, el Ciclo hidrológico desempeña un importante papel en el
entendimiento de los efectos de la lluvia ácida en el medio, más específicamente, en los
ecosistemas.

Como se evidencio en la problemática especificada anteriormente, los efectos específicos más


importantes de la lluvia ácida recaen en los bosques. Otros efectos importantes mencionados, lo
representan la acidificación de las aguas (arriesgando el equilibrio de los ecosistemas acuáticos),
de los suelos y aguas subterráneas por procesos de lixiviación y percolación. Un efecto directo de
la lluvia ácida, se evidencia en la activación de metales tóxicos, sobre todo, de aluminio y metales
pesados. La presencia de agua con un pH bajo, unido a la existencia inactiva de estos metales y a
la pérdida de los nutrientes de las plantas (como el potasio, el calcio y el magnesio), produce daños
en las raíces que deterioran y hacen vulnerables a estos organismos. Algunos países desarrollados
han registrado también problemas con los peces y animales acuáticos, además de daños
potenciales a cultivos y el creciente deterioro de la infraestructura urbana. Es probable, que la lluvia
ácida penetrase en las reservas de aguas subterráneas, aumentando la solubilidad de los metales
tóxicos y disminuyendo así, las fuentes de abastecimiento de agua potable.

Los efectos específicos de la lluvia ácida a nivel de sistema suelo, agua, ecosistema terrestre, salud
humana y construcciones se describen a continuación:
Acidificación del sistema suelo

La capacidad buffer de los suelos ha comprobado que no es suficiente para contrarrestar la


depositación de contaminantes. Muchos de los procesos naturales de los suelos se ven afectados,
siendo uno de ellos la descomposición del material orgánico, que presenta una desaceleración en
la actividad microbiana, provocando la lixiviación o lavado de los nutrientes y por ende, la
disminución en su transformación.

El proceso de acidificación del suelo incluye además, la formación de sulfatos, nitratos y cloruros,
compuestos que se suman a los ya presentes, aumentando las probabilidades de que se movilicen
cationes tóxicos como el aluminio (Al) y metales pesados. El nivel de tolerancia a estos agentes
depende de los materiales alcalinos que el suelo posea o que sean adicionados. Según varias
investigaciones, los suelos forestales tienen una mayor protección debido a la cubierta arbórea
que actúa como filtro. Sin embargo, varios autores coinciden en afirmar que los suelos forestales
y los pastizales naturales están más amenazados que las zonas cultivadas debido a que estos no
son sometidos a prácticas agrícolas como el encalado o procesos similares.

Acidificación de los sistemas acuáticos

La acidificación de aguas continentales consiste en la disminución de su capacidad de neutralizar


ácidos. Cuando la lluvia ácida es depositada, esta puede caer directamente a los cuerpos de agua
o llegar a ellos a través del arrastre de la lluvia sobre el suelo o de su percolación. Este proceso
causa la acidificación de arroyos, ríos, lagos y aguas subterráneas, alterando el equilibrio de los
iones del agua y de nuevo, aumentando el contenido de aluminio y demás metales pesados
provenientes de su movilización en lechos acuáticos.

El ciclo hidrológico explica los efectos de la lluvia ácida, pero aún más, sobre cuerpos acuáticos.
Las precipitaciones ácidas lavan los metales contenidos en el suelo o los sedimentos de las cuencas
hidrográficas y van separando partículas de materiales solubles, descargando estos metales en los
lagos y demás cuerpos de agua.

El efecto más importante de la lluvia ácida en los sistemas acuáticos es la afectación a las
poblaciones de peces por intoxicación con metales tóxicos, lo que genera graves efectos en las
cadenas tróficas con consecuencias en la economía pesquera y problemas de salud ocasionados
por la magnificación (acumulación de de toxinas en los organismos con el aumento de los niveles
tróficos). El consumo de peces con una mayor concentración de metales en su carne y la reducción
de ciertos grupos de zooplancton, algas y plantas acuáticas, trastornan la cadena alimenticia de los
lagos y potencialmente causa desequilibrios ecológicos y epidemiológicos, estos últimos
evidenciados para la población humana.

Acidificación de los ecosistemas terrestres

La lluvia ácida puede ocasionar daños en las plantas recién nacidas y se ha evidenciado el aumento
en la vulnerabilidad de los árboles ante enfermedades y organismos parasitantes como insectos y
hongos. El problema en las plantas más relevante, es el reemplazo del calcio por aluminio
intercambiable, lo que ha producido graves sequías. Algunos efectos sobre plantas y organismos
vegetales afectan directamente el equilibrio ecosistémico. Entre los efectos específicos se
encuentran la corrosión de la capa grasa protectora de las hojas, además del ataque a las
membranas constituyentes de la estructura interna del árbol. Ver Figura 4
Figura 4. Daño Ocasionado por la lluvia ácida: (a) en Alaska Poremba, Polonia y (b) en un bosque canadiense de maderas
duras.

La sensibilidad de diferentes especies frente a los contaminantes atmosféricos, varía de acuerdo


con la superficie de las hojas y la caducidad de las mismas. Las especies de plantas menores que
se ven más afectadas son los líquenes y los musgos, ya que toman directamente el agua a través
de sus hojas. Los pájaros pequeños que viven cerca de aguas acidificadas se ven afectados en su
reproducción, los huevos de varias especies de pájaros aparecen con paredes muy delgadas debido
al aluminio ingerido a través de insectos que se desarrollan en aguas acidificadas. Los animales
herbívoros se ven afectados ya que al acidificarse los suelos, las plantas que aquellos ingieren,
acumulan una mayor cantidad de metales pesados y aluminio.

Lluvia ácida y la salud humana

Entre los efectos directos de la lluvia ácida sobre la salud humana, se encuentran afecciones en los
ojos, la piel, pérdida del cabello entre otros. Se cree que la acidificación de las aguas subterráneas
puede afectar el abastecimiento de agua potable, ya que se conoce el efecto negativo de metales
tóxicos como el aluminio y el cadmio que se libera bajo condiciones de pH inferiores a 5, aunque
se han encontrado casos altos de niveles de plomo, zinc y cadmio aún a pH superiores (entre 5.2
y 6.4).

Efectos en construcciones, materiales y pinturas

Las estatuas y los monumentos de piedra sufren erosión, los materiales de construcción como
acero, pintura, plásticos y cemento, mampostería, acero galvanizado, piedra caliza, piedra arenizca
y mármol también están expuestos a sufrir daños (ver Figura 5). Se acepta que el principal agente
corrosivo individual de los materiales de construcción es el dióxido de azufre y sus productos
secundarios. Las piedras arenisca y caliza se han utilizado con frecuencia como materiales para
monumentos y esculturas.
Figura 5: Daños por la lluvia ácida. Estatua de arenisca del año 1702 fotografiada en 1908 (izquierda) y en 1969 (derecha)

ACTIVIDAD
1. Que efectos trae la lluvia acida a la salu humana
2. Porque es dañina la lluvia acida
3. Que causa la lluvia acida
4. . ¿Qué es la lluvia ácido?
5. ¿Qué pH caracteriza a la lluvia ácida?
6. ¿Que la provoca?
7. ¿Cuáles son sus efectos?
8. ¿De dónde surge?
9. ¿Qué forma el dióxido de carbono con el vapor de agua? 7
10. Representa la formación del ácido carbónico con el modelo de esferas.
11. ¿Cuáles son los principales precursores del aumento de acidez de la lluvia ácida?
12. ¿Qué forman los óxidos de azufre y de nitrógeno en la atmósfera?
13. ¿Qué valor de pH adquiere la lluvia ácida debido a la presencia de los óxidos de azufre y
nitrógeno?
14. ¿Cómo se forma la lluvia ácida?
15. Representa la formación del ácido sulfúrico con el modelo de esferas.
16. . ¿Cuáles son las consecuencias de la lluvia ácida?

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