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TEOLOGÍA PASTORAL

MODELO DE ACCIÓN PASTORAL


(MODELO EVANGELIZADOR, CIMENTADO EN
LA PASTORAL CATEQUÉTICA, BÍBLICA Y
FORMATIVA)

NOMBRES Y APELLIDOS

LUIS PÉREZ

III AÑO DE TEOLOGÍA

EL MODELO PASTORAL, ALTERNATIVA PARA DEMARCAR LA ACCIÓN


DE LA IGLESIA EN PRO DE LA EVANGELIZACIÓN Y LA MISIÓN

El modelo pastoral es aquel en el que “hablamos de una acción de la Iglesia


estructurada y ordenada en torno a ideas básicas que son capaces de relacionar
todos los campos de dicha acción.” 1 En este sentido, resulta absolutamente
necesario marcar un modelo pastoral en el que confluyan todos los elementos de
la vida eclesial y que respondan a las exigencias pastorales del momento
presente.

De esta manera, el modelo pastoral será una herramienta necesaria para la


Iglesia, su proyección y objetivos, así como una sola meta: el conocimiento de
Cristo y la salvación de los hombres. Para ello propongo el siguiente modelo
pastoral basado en el libro de Julio Ramos de Teología Pastora y el documento
número 4 del Concilio Plenario de Venezuela:

El Modelo de Evangelización

1
RAMOS, Julio A.: Teología Pastoral, colección de Sapietia Fidei, edit. B.A.C. Madrid p. 134
Este modelo me parece a mí el más acertado para las exigencias de los
tiempos actuales ya que busca propiamente desde el ámbito de la evangelización
y formación una labor importantísima para el crecimiento y labor pastoral, sin
descartar, los demás modelos existentes, al contrario, tomando de cada uno de
estos lo positivo y hacer una labor que contenga los elementos esenciales de cada
uno, como, por ejemplo: la exaltación de la liturgia como centro de la catequesis,
como lo percibe el modelo tradicional, la participación de todos los fieles en miras
a una Iglesia Sinodal desde el modelo comunitario, y la defensa y promoción de
las labores sociales tal como lo propone el modelo liberador.

En este sentido como el modelo de evangelización va en miras de una


pastoral sobre todo catequética y de crecimiento y promoción de la fe dispongo el
siguiente proyecto de catequesis parroquial: El documento número 4 sobre la
catequesis, la define como “la acción eclesial que trata de fundamentar la fe de
todo cristiano” (CPV: 4, n 3). Este proceso se lleva mediante un itinerario que
consta de varias etapas dirigidas a diferentes personas y edades a saberse: la
evangelización y acercamiento; y dentro de ella el kerigma y la catequesis de
iniciación y la permanente.

Se detallarán a continuación los agentes pastorales que se encargarán de


asumir los compromisos en cada uno de los procesos, dando prioridad a la figura
del catequista:

La acción misionera (kerigmática): en este proceso se incorporarán los distintos


movimientos de apostolado, todas las pastorales que hacen vida en la parroquia,
especialmente la pastoral de la evangelización y la pastoral bíblica, así como todo
el equipo de catequistas para conformar un plan en conjunto en el que se visiten
las zonas y comunidades parroquiales de manera regular (una vez al mes por lo
menos), donde se proclame la Palabra de Dios, se implementen actividades de
formación bíblica en cada zona, se haga el censo parroquial y se inviten a las
actividades eclesiales, aquí tendrán un valor especial los niños, las personas que
por diversas causas no conocen la fe católica, no tienen ningún interés por las
cosas religiosas por causa de la indiferencia y aquellos que se han alejado, para
así suscitar en ellos interés por Dios y la Iglesia y posteriormente puedan vivir un
proceso de conversión tanto ellos como sus familiares.
La acción catequética: en este proceso en el que las personas han manifestado
interés tanto por ellos como por sus hijos sobre la fe católica, es donde inicia la
etapa de conversión y maduración progresiva de la fe, aquí se dividirán por etapas
y edades, donde se le dará una importancia especial a la catequesis de adultos,
los catequistas se dividirán por grupos en donde según su etapa irán tratando
temas de manera vivencial, creativa y organizada. En este proceso se tomará en
cuenta lo siguiente: Los niños serán representados por sus respectivos
representantes y estos iniciarán primero (2 meses como mínimo), ya que en la
primera etapa de la catequesis de adultos se impartirán los temas más básicos de
vivencia de la fe, un encuentro personal, kerigmático y profundo que tendrán como
base para que sepan en qué han creído, qué compromiso asumen con sus hijos y
qué papel asume la Iglesia con ellos. Las demás etapas serán opcionales, en las
cuales se les irán confiando más compromisos, progresivamente irán accediendo
a los sacramentos (si no los han recibido antes) y se incorporarán a las
actividades y pastorales parroquiales. Tanto los niños como los adultos deberán
comprender que la enseñanza de la fe no es una mera charla pre-sacramental o
unas clases” en las que se culmina con los sacramentos, sino más bien que es
una formación permanente que dura toda la vida, y es un crecimiento y
consolidación de la fe, por lo tanto el proceso de catequesis no se limitará a una
pauta de tiempo sino a la maduración de la fe recibida, que se afianzará con los
sacramentos los cuales sirven para alimentar la fe en el camino del peregrinaje
terreno. Se habla también de una catequesis post-bautismal, que se refiere a
aquellos que recibiendo la fe del bautismo e incluso del sacramento de la
confirmación y la Eucaristía se alejaron de ella por diversas causas, entre ellas la
ineficiente catequesis y testimonio cristiano, siendo necesario una renovación de
esas promesas con una reincorporación al proceso catequístico.
La acción pastoral: después del proceso de iniciación, sobre todo en la etapa de
la confirmación, es necesario que a los catequizando, se les abra el panorama
parroquial con los distintos movimientos apostólicos, las pastorales y vocaciones
eclesiales presentes en la parroquia, así como su compromiso cristiano en la
sociedad, para que voluntariamente puedan escoger a qué carisma o vocación se
sientes llamados y así poder contribuir al servicio del pueblo de Dios. Además de
ello, la parroquia con todos sus miembros deberá fomentar la constante formación
en todos los sentidos a los fieles, trabajar en conjunto con cada uno de ellos y
todos los carismas para vivir cada una de las espiritualidades que se presentan en
la Iglesia, todos los proyectos pastorales deben ser de provecho y crecimiento
espiritual tanto personal como comunitario.
La formación de los catequistas: Una de las cosas esenciales que deben
implementarse en la parroquia en la formación constante y eficiente de los
catequistas, teniendo presente sus cualidades y capacidades para desempeñar el
oficio, la formación bíblica que es fundamental, y la vivencia y testimonio de vida.
Para esto se conformará una escuela de catequistas que se reúnan
constantemente para su formación y preparación en las labores parroquiales de la
catequesis, que estudien y tengan presente qué es la catequesis, su naturaleza, y
su papel como testimonios y facilitadores y acompañantes de la obra de Dios en
los otros, el perfil que deben alcanzar y los documentos magisteriales, entre ellos
el directorio general para la catequesis, de los que deben nutrirse, así como la
vivencia de los sacramentos.

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