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Un joven pescador llamado Urashima Taro ayudó a una tortuga herida y fue invitado a visitar el Palacio del Dragón bajo el mar. Pasó tres días allí hasta que tuvo que regresar a la superficie para cuidar a su madre enferma. La princesa le dio una caja y le advirtió que no la abriera. Cuando regresó a su pueblo, descubrió que habían pasado 300 años y que ya no reconocía a nadie. Abrió la caja y se convirtió en un anciano.
Un joven pescador llamado Urashima Taro ayudó a una tortuga herida y fue invitado a visitar el Palacio del Dragón bajo el mar. Pasó tres días allí hasta que tuvo que regresar a la superficie para cuidar a su madre enferma. La princesa le dio una caja y le advirtió que no la abriera. Cuando regresó a su pueblo, descubrió que habían pasado 300 años y que ya no reconocía a nadie. Abrió la caja y se convirtió en un anciano.
Un joven pescador llamado Urashima Taro ayudó a una tortuga herida y fue invitado a visitar el Palacio del Dragón bajo el mar. Pasó tres días allí hasta que tuvo que regresar a la superficie para cuidar a su madre enferma. La princesa le dio una caja y le advirtió que no la abriera. Cuando regresó a su pueblo, descubrió que habían pasado 300 años y que ya no reconocía a nadie. Abrió la caja y se convirtió en un anciano.
Cuenta la leyenda que un joven pescador llamado Urashima Taro
fue testigo de cómo unos niños golpeaban a una tortuga en la orilla
de la playa. Después, se acercó a los niños y liberó al animal. Luego ayudó a la tortuga a volver al mar. Al día siguiente, mientras pescaba, escuchó una voz que pronunciaba su nombre.
Identificó que se trataba de la tortuga, esta le contó que vivía en
el Palacio del Dragón ya que era hija del emperador del mar. El joven aceptó la invitación de la tortuga a su residencia en señal de agradecimiento. Una vez allí, la tortuga se convirtió en una bella princesa. Urashima estuvo durante tres días en palacio.
Después tuvo que marcharse para
cuidar de su madre enferma. Antes de partir, la princesa le dio una caja y le dijo que jamás debía abrirla, solo de esta forma podría ser feliz para siempre.Una vez en la superficie, Urashima Taro, se disponía a ir a su casa.
EN EL TRAYECTO SE DIO CUENTA
QUE TODO HABÍA CAMBIADO, NO RECONOCÍA SU PUEBLO. EN SU CASA PREGUNTÓ POR SUS PADRES, PERO QUIENES ESTABAN ALLÍ NO ERAN ELLOS. EL JOVEN QUE RESIDÍA AHORA ALLÍ LE DIJO QUE CONOCÍA LA HISTORIA DE UN PESCADOR QUE NUNCA REGRESÓ DEL OCÉANO HACÍA MÁS DE 300 AÑOS. Urashima Taro, se sentó bajo un árbol y abrió la caja. Entonces, al abrirla, Urashima Taro, se convirtió en un anciano. Después escuchó una voz que salía de la caja que le decía: “Te dije que no debías abrir la caja. En ella residía tu edad”.