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EL MONACATO

ADRIAN RIQUEZ
EL Monacato................................................................................................................................1
Introducción.............................................................................................................................1
Orígenes del Monacato.............................................................................................................2
1. Antecedentes:...................................................................................................................2
 Contexto-Histórico.......................................................................................................2
 Antecedentes Judíos:....................................................................................................3
 Antecedentes del ascetismo:.........................................................................................4
2. Desarrollo del monacato...................................................................................................6
2.1. Monacato en Oriente:...................................................................................................6
Egipto:..................................................................................................................................6
A. Los anacoretas:.........................................................................................................8
B. El cenobitismo:.......................................................................................................10
Siria:...................................................................................................................................12
Conclusiones:.............................................................................................................................14
Bibliografía:...............................................................................................................................15

EL Monacato
Introducción
Muchos se habla de los escritos de monjes o escritos de los padres de Desierto, pero
nadie suele preguntar o dar una respuesta contundente, de cómo surgió o de donde
surgieron este modo de vivir. En el presente escrito se tratara de desarrollar el tema del
monacato, como surge este nuevo estilo de vida, partiendo de los antecedentes, viendo
si es totalmente original o es el plagio de otras formas o movimientos de vida. Teniendo
claro sus antecedentes y cómo logra surgir, o las circunstancias que envuelven su
nacimiento, pasaremos a su desarrollo, espáticamente en territorio de Oriente, ver sus
orígenes en Egipto y la controversia que hay con Siria. Se mostrar también las formas
de monacato que surgieron, como por ejemplo en Egipto, los anacoretas y cenobitas,
basándonos un poco en sus máximos exponentes, a saber, San Antonio San Pacadomio,
para también exponer la formación del monacato en Siria y las formas que llego este
nuevo estilo de vida, y las formas en que evoluciono u optaron muchas de estas
personas.

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Orígenes del Monacato
Con respecto a los orígenes exactos del Monacato, hay mucha discrepancia entre los
diversos autores, “H. Weingarten público su famosa y revolucionaria tesis, según la
cual el monacato cristiano echa sus raíces en paganismo egipcio. Los llamados
katochoi, o reclusos de los templos de Serapis, llevaban, según él, una verdadera vida
monástica”.1 Algunos historiadores se esforzaban o se empeñaban en demostrar que los
primeros anacoretas y cenobitas cristianos fueron, solo simples imitadores de los monjes
budistas.

Mucho antes de nacer el monacato cristiano, y paralelamente a


su aparición y desarrollo, florecieron ciertas aspiraciones
religiosas y morales afines al mismo tanto en su espíritu como
es sus realizaciones prácticas. Y no hay razón alguna que nos
impida hablar de un monacato no cristiano, o mejor, de
monacatos-en plural- anteriores o extraños a la Iglesia de
Cristo. Ello prueba que la vida monástica es un fenómeno
humano, por lo tanto Universal, que ofrece los mismos
caracteres en toras las latitudes.2

Partiendo de que el monacato es un fenómeno Humano, dicho fenómeno debe tener


unos antecedes o causas, por ello entraremos a mencionar algunas de los antecedentes
del monacato cristiano.

1. Antecedentes:
 Contexto-Histórico
Con el Edicto dado por Constantino en año 313, ya habían cesado las
persecuciones Romanadas y Teodosio el Grande, antes de morir en el 395,
quedaba el paganismo fuera de la ley en todo el Imperio, y como no es novedad
la Iglesia se extiendo rápidamente por todas partes. Pero a raíz de esto algo
pasaba con la vida cristiana, ¿Aun se mantenía el anhelo y la pureza de vida
cristiana, mantenía su pureza anterior? La respuesta era que no, por desgracia
aparecían cristianos que aflojaban en su virtud; muchos se convertían solo por
conveniencia, las herejías que los alejaban de la fe. ¿Esto quiere decir que los

1
GARCIA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 9.
2
GARCÍA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 11.

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cristianos estaban perdiendo su identidad, sus virtudes iniciales? No. A partir de
la paz de la Iglesia, se dio un fenómeno inexplicable de algunos miles de
cristianos que con vida solidara y de penitencia sin igual llenaron los desiertos
de Egipto Palestina, Siria y Capadocia del Asia Menor. El heroísmo o el ejemplo
dado por los mártires sería remplazado o suplido por la práctica de una vida
retirada totalmente del mundo, en pobreza absoluta, trabajo constante, oración
constante, toda esta pureza se expresa, La vida monástica es una vida angélica.

Llegar a esa pureza no era cosa de un día ni de hombres o


mujeres ilusos. Durante años habían de luchar consigo mismos,
hasta que la gracia del Espíritu Santo los elevaba a las mayores
alturas de la vida mística. Así lo explico el Abad Isaías, uno de
aquellos grandes maestros de la vida espiritual del desierto: En
el camino de la virtud existen caídas, enemigos, progreso,
abundancia mediocridad, pobreza, tristeza, alegría, pena,
avances, violencia. Estamos viajando hasta que llegamos al
reposo… Al final, uno se ve libre de todas estas cosas. No se
tiene necesidad de nada. Uno está en Dios, y Dios en él.3

 Antecedentes Judíos:
Hay también nuevos hallazgos donde se presenta un monacato judío, “a raíz de
los sensacionales descubrimientos de manuscritos hebreos que a parir de 1946
tuvieron lugar en la región de Qumram. Son los llamados rollos del mar
Muerto. Entre los textos no bíblicos destacan los que nos ilustran acerca de la
vida y de la ideología de una comunidad judía que floreció en el desierto de
Judá desde siglo II a.C. hasta cerca de año 70 d.C” 4. Los restos arqueológicos
hacen deducir que vivían en pequeñas comunidades, pero que algunos se
retiraban para estar solos y que solo se reunían para la celebración de las fiestas.
Por eso al optar por este estilo de vida, algunos formaban una especie de
comunidades monásticas, para encontrar la perfección. También fue una
corriente que impacto en los asirios quienes como la comunidad de Qumram
optaban por este estilo de vida, semi-monastica por decirlo, para donde
renunciaban al matrimonio y la propiedad privada para poder alcanzar la

PEDRO GAARCIA, Historia de Iglesia Católica, 55.


3

GARCIA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 21.


4

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perfección. Como se nota las analogías entre estas costumbres y del monacato
cristiano saltan a la vista.

 Antecedentes del ascetismo:


Durante los tres primeros siglos, hombres y mujeres que optaban por seguir una
viada de continencia o de virginidad, no vivían en comunidades especiales, sino
que permanecían en medio de sus familias, ocupándose en las misma actividades
que antes, porque la misma sociedad no aceptaba o no admitía el hecho de que
una mujer soltera pudiera vivir independientemente del núcleo familiar, es un
aspecto importante porque serán las mujer quienes sean las primeras en tratar o
mejor dicho optar por este estilo de vida, aunque como se hacía mención no eran
muy bien vistas por el resto de la aquella sociedad en la que vivían. Este
ascetismo en estos primeros siglos, es en un cierto sentido la primera
manifestación de la vida monástica, porque en el núcleo central seria el celibato,
que consistía en la renuncia más radical y visible del ascetismo, se
institucionalizo la pobreza voluntaria y se fueron perfilando también los
primeros rasgos de la vida en comunidad que ya implica una cierta obediencia,
lo cual sería la base, o el sustrato esencial de una vida monástica. El contacto
que los ascetas tenían con la gente, les complicaba el estilo de vida optaban, por
ello decidieron, o vieron la necesidad de alejarse del estilo de vida del resto de la
gente, a razón de encontrar un mejor ambiente y se les haga más fácil su
modalidad de la vida cristiana que eligieron. “Por ello a la vida ascética se
presentan una antítesis de valores: Al lujo y riqueza escandalosa se le opone el
ascetismo y penitencia; al lujo en el vestir, el vestir pobre; a las comilonas la
comida escasa; al egoísmo, se le opone la caridad y el servicio al prójimo; al
ciencia mundana, el conocimiento de solo las Sagradas Escrituras; al ansia de
desempeñar cargos civiles y religioso, es mejor la huida de ellos; a la vida sin
trabajar, el trabajo; a la vida disipada y sin acordarse de Dios, se le opone las
oración continua.”5
La carta a las vírgenes también da normas concretas
comportamiento para las vírgenes que ya viven en grupo o en
comunidad: quien se consagra a Dios por la virginidad,
renuncian al mundo y se aparta de el para vivir en adelante,

5
Cfr. JOSÉ M. BLÁZQUEZ MARTÍNEZ, El monacato de los siglos IV, V y VI como contracultura civil y
religiosa, 109.

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como los ángeles, una vida celeste y divina; para servir a Dios
omnipotente por medio de Jesucristo por amor del reino de los
cielos. Este documento señala también las distintas actividades
apostólicas que han de desempeñar las vírgenes en favor de los
hermanos: atención a los pobres, cuidado de los enfermos,
confirmar a los hermanos en la fe, lucha contra los demonios
por medio de los exorcismos. El paso siguiente en la
organización del ascetismo, ya será el monacato propiamente
dicho.6

 Según el Pbro. Vílchez Campos, el origen del monacato cristiano, se puede


distinguir tres fases de evolución:
a) “La fase inicial se encuentra en el ascetismo cristiano, con inspiración en
el mismo evangelio, especialmente en los así llamados consejos
evangélicos (Cfr. Mt 19,12.21). Sobre todo, a partir del siglo III, en
algunas personas la aspiración a la vida ascética-vírgenes, célibes-,
presente en el cristianismo desde el principio, se hace tan fuerte, que los
lleva a separarse de sus semejantes, luego del todo, apartándose en
localidades lejanas y desérticas. Por su aislamiento, estos ascetas se
llamaban monjes (μοωαχοι, μοωαζοντες), o bien anacoretas (αναχωρειν=
retirarse) y, más tarde, eremitas (ερημος= desierto). El estímulo que los
impulsaba a poder seguir con esta vida, en el contacto interrumpido con
Dios, consistía en el atractivo mismo de ideal ascético, del que según
ellos, porque con los sistemas seguidos hasta entonces no podían
alcanzar la perfección; en esencia lo que buscan es la mayor perfección
en la vivencia de la ascesis cristiana.
b) Para la segunda fase del desarrollo del monacato, rápidamente se
constata un progreso de la eremítica hacia una cierta forma de vida
común. En torno al año 306, comienza a surgir alrededor de San Antonio
Abad (más adelante se ahondará en su persona) discípulos, que
comienzan a construir celdas alrededor suyo; creando así una especie de
comunidad de anacoretas sin reglas ni estabilidad sino cimentada
únicamente en el prestigio y en la palabras de san Antonio.
6
JOSE SANCHEZ HERRERO, Historia de la Iglesia, I. Edad Antigua, 323-324.

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c) En la tercera fase de desarrollo está representada por el cenobitismo
(κοινος βιος=vida en común).Esta etapa está ligada al hombre de san
Pacomio.”7

2. Desarrollo del monacato


La llamada de que hace Jesús a que lo sigan, solo representa una tarea hacia una
vocación de servicio, sino más bien una tarea mesiánica, con impulso de la imitación
que fueron impulsando a la comunidad cristiana. Pero durante el siglo III comenzó a
aparecer o se comenzó a manifestar un rasgo, o características de aislamiento, ya que
alguno abandonaban la comunidad y continuaban en solitario el camino del seguimiento
de Cristo. Esta fue el comienzo de una vida ascética, que posteriormente se convertirá
en monacato.

El ascetismo del siglo III, aunque persiste en su forma anterior,


se convierte en fuente de los dos nuevos cauces de graves
consecuencias. De él se deriva primeramente el primitivo
monacato de oriente, que en su primera fase de eretismo,
propiamente solo representa un desplazamiento de vida y
acción ascética, de la comunidad a la soledad, puede verse a
fines del siglo III en el relato de Atanasio cerca del periodo
eremítico de la vida de Antonio.8

2.1. Monacato en Oriente:


Egipto:
El monacato cristiano, se podemos negar, que representa un paso más hacia la vida
perfecta, que desde sus orígenes la Iglesia practicaba. Aunque hay una disyuntiva
frente si el monacato tiene sus orígenes en Egipto. La afirmación que se repitió
tantas veces, de que nació en Egipto y desde ello se propago al resto del mundo
cristiano, constituye una simplificación insostenible. Ya que esta afirmación es
bastante generalizada, que el monacato, tanto en su forma anacorética como
cenobítica, habría nacido en Egipto; porque esa no responde realmente a la realidad
histórica más estricta. En cuanto que, el monacato nació en varias Iglesias de
manera simultánea; “hasta incluso se puede afirmar que antes de que Egipto
conociera figuras como San Antonio y como San Pacomio, ya había monjes en

7
Cfr. FERNANDO ALBERTO VÍLCHEZ CAMPOS, Historia Eclesiástica Antigua, 190-191.
8
KARL BAUS, Manual de Historia de la Iglesia, 435.

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otras partes de la cristiandad, especialmente en Siria.”9 A pesar de todo lo
mencionado, no se puede negar que Egipto represento en la historia del monacato
primitivo, un papel esencial y único, ya que en Egipto es donde aparecerán grandes
figuras de monjes, que serán admiradas universalmente y las cuales serán un
modelo a seguir. A finales del siglo IV Egipto se considerara el país clásico del
monacato y como el paraíso de los monjes así lo afirma San Juan Crisóstomo en sus
sermones u homilías:

Si ahora visitas el desierto de Egipto, lo veras convertido en el


más hermoso paraíso; allí coros incontables de ángeles en
forma humana, y muchedumbre de mártires, y congregaciones
de vírgenes; allí destruida la tiranía del diablo y esplendoroso
el reino de Cristo… Por donde quiera de aquel país puede
contemplarse el ejército de Cristo, su regia grey, la vida de las
potencias superiores… EN fin, no esta tan brillante el cielo con
el vario coro de sus estrellas como el yermo de Egipto
desplegando ante nuestros ojos por doquiera las tiendas de sus
monjes.10

Unas de las circunstancias que hiso que en Egipto florecían rápidamente el


monacato fue la situación económica y política, que construyo el monacato. Pero
que realmente explica el existo de este estilo de vida, fue o es e misticismo ardiente,
el gusto por la ascesis, el modo heroico de soportar el sufrimiento que distinguían el
carácter copto. Uno que defendió y abogo por la vida monástica fue San Atanasio11,
que hay que aclarar no fue monje. Que desde un principio comprendió el ideal que
pretendía el monacato y trabajo seriamente en incorporar el monacato o este estilo
de vida a la Iglesia. A partir de aquí podemos hablar o hacer mención de dos formas
de monacato una seria los Anacoretas quienes su máximo representante seria San
Antonio, mientras que la segunda forma se conoce con el nombre de cenobitismo,
que tendrá como máximo representante San Pacomio.

9
JOSÉ SÁNCHEZ HERRERO, Historia de la Iglesia, Edad Antigua, 327.
10
GARCÍA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 46.
11
Atanasio nacido en Alejandría hacia los años 295, patriarca desde 328 y muerto en 373, es conocido
sobre todo como campeón de la fe de Nicea contra los arrianos; cinco veces fue arrojado de su sede
patriarcal y paso, en total, más de nadiecisiete años en el destierro sin que su constancia flaqueara ni un
momento.

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A. Los anacoretas:
“Con la retirada (anakhorese) de determinados cristianos de sus ambientes
familiares y comunitarios para vivir en soledad, en las proximidades del desierto
como lugar de la experiencia salvífica, dio comienzo la forma ascética de la vida
monacal. No podría explicarse el ansia de separarse de la comunión de vida con
otros como una huida de las persecuciones o de la presión fiscal.” 12 Para poder
entender esta forma del mocato, se tiene que hablar necesariamente de San
Antonio, quien nació a aproximadamente hacia el año 250, en la población de
OCma, situada en el Egipto Medio, en llanura de la ribera del Nilo. Sus padres
eran campesinos ricos, que murieron cuando él no tenía aun veinte años y le
legaron sus propiedades y el cuidado de una hermana más joven que él. Antonio
se sentía el llamado a una vida más perfecta. Después de escuchar el evangelio del
joven rico, Antonio sintió que estas palabras eran para él, así que decidió
desprenderse de todos sus bienes, y solo conservo una pequeña parte para su
hermana. El monacato estaba en sus inicios, así que decidió optar por ello,
encontró un anciano que desde su juventud llevaba la vida solitaria, así que
Antonio lo tomo por maestro. Este periodo de su educación monástica se
distingue por la humanidad y por su equilibrio. A los treinta y cinco años Antonio
decide entrar o experimenta la necesidad de internarse en el desierto. Al terminar
esta etapa Antonio tenía alrededor de cincuenta y cinco años, recibe el don de la
paternidad espiritual, cuando se da cuenta ya está rodeado de discípulos y su celda
se vuelve sitio de peregrinación. En su última etapa de su vida está compuesta por
huidas y retiradas. Se dice que murió alrededor de los ciento cinco años de edad.

Por estas razones, en especial por su biografía y los discípulos e imitadores, San
Antonio se convierte en fundador de un movimiento espiritual, considerado por
justa razón como el padre del monacato en Egipto no cronológicamente, sino
como ya decía por el ejemplo de vida, es el prototipo de todos los solitarios. Los
primeros monjes fueron llamados anacoretas, por el ascetismo practicado en
medio de las comunidades, caracterizado por la continencia sexual, la renuncia a
los bienes y la sumisión a un grupo o comunidad, añadieron la separación de los
centros habitados para establecerse en la soledad de los desiertos. Pero hay que
aclarar que Antonio no fue el primer anacoreta en el sentido monástico, es decir,
el primer cristiano que se retiró del siglo por motivos religiosos y vivió separado
12
JOSEF LENZENWEGER, AA, Historia de la Iglesia Católica, 143.

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de la sociedad de los hombres. La mayoría que optaba esta vida era laicos, aunque
el desierto es abierto, cualquiera puede internarse y afincar en el con tal que tenga
medios de subsistir. Sin embargo, pronto se formó una tradición según la cual
nadie podía ingresar debidamente en la vida monástica si no encontraba un padre
que le admitiera en ella. Con respecto al mundo espiritual del mundo anacoreta es
un mundo amplio y variado, al tener varios matices, por los diferentes ambientes
geográficos y eclesiales; no obstante hay unas cuantas coordenadas en común:
Dios como único objetivo, la importancia central que tiene la relación con Dios, la
soledad libera al monje para el encuentro y el servicio de Dios, tal como se
expresaba San Pablo al hablar de la virginidad (1 Cor 7,25-32); Salvación
personal, la preocupación de los anacoretas por su propia salvación, aparece como
algo decisivo en su estilo de vida; La soledad como expresión de la vida cristiana,
la ausencia de vida comunitaria resulta algo verdaderamente llamativo en este
estilo de vida, puesto que la vida fraterna en común es un elemento esencial de la
Iglesia; La renuncia, quien se aparta del mundo, lo hace porque previamente ha
renunciado a todos las cosas, este es el primer paso para crear un ambiente que le
permita al monje despojarse radicalmente de todo; Trabajo manual, los monjes
renunciaban a todo lo que poseían; La apatheia, el ascetismo de los anacoretas
tenía una finalidad eminentemente positiva, encontrar la paz, el sosiego del alma y
la libertad plena del corazón.

Hay tener en cuenta que algunos monjes cayeron en la herejía, como los
eustacianos13, los origenistas14, los apostólicos, adamita15, que fueron
estigmatizados por el gran debelador de herejes, San Epifanio de Salaina.
También la vida anacorética fue seguida por mujeres, aunque en menor número
que los hombres, algunas fueron consideradas como directoras espirituales, las
que sobresalieron están Sara, Sincletica y Teodora.

B. El cenobitismo:
El anacoretismo no se debe entender como algo menos perfecto que el
cenobitismo, como asi lo entendían algunos anacoretas; pero tampoco al revés,
13
Discípulos de Eustacio de Sebaste, que cayeron en ideas gnósticas e incluso claramente maniqueas.
14
Fue una doctrina rechaza en el Segundo Concilio de Constantinopla (553), que afirmaba la eternidad y
preexistencia de las almas humanas, a diferencia de la doctrina católica, que dice que el alma es creada en
el momento de la concepción biológica.
15
Fuer un movimiento religioso de corte gnóstico surgió en torno a mediados del siglo II caracterizado
sobre todo por el hecho de que sus integrantes, tantos hombres como mujeres, se mostraran
completamente desnudos en público, como los primeros padres Adán y Eva.

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como si el cenobitismo después San Basilio. En cambio, San Pacomio
consideraba ambas formas de vida monástica como igualmente valiosas, pues el
respetaba mucho a San Antonio y lo consideraba el precursor del anacoretismo.
La palabra cenobitismo proviene de dos vocablos que derivan del griego, que son,
Koinos (común) y bios (vida)- constituye un paso y un cierto, definitivo para el
común de los monjes. Para poder entender este estilo de vida, el cual es el
cenobitismo, hay que hacer mención sin falta de San Pacomio, su vida y con se
involucró en esta forma de vida monacal. Lo que se consta, es que Pacomio,
figura señera del cenobitismo Primitivo, murió antes que San Antonio, el primer
anacoreta del desierto como ya se comentaba en el apartado anterior. Hay algunos
que ponen en tela de juicio, que San Pacomio fue el fundador de cenobitismo
cristiano. “La vida común broto, a lo que parece en diversos puntos de la
geografía monástica más o menos al mismo tiempo… Pacomio supo encarnar,
encauzar y modelar la vida comunitaria de un modo que puede calificar de
esencialmente perfecto.”16

San Pacomio (260-346) nació en la región de Esneh en Egipto, tenía alrededor de


unos vientres años cuando fue alistado a la fuerza en el ejército imperial,
conducido encadenado junto con otro jóvenes, en un alto del camino se
encontraron con unos hombres desconocidos que se llamaban cristianos, quienes
acudieron de el y sus compañeros, por amor del Dios del cielo. Entonces Pacomio
se encomendó a Dios: oh Dios si me ayudas a salir de esta tribulación, me hare
servidor del género humano por tu nombre. Después de ser liberado del ejército,
tres años más tarde abrazo la vida anacorética bajo la dirección de un anciano
famoso, Palamon, cuya celda se levantada en una eminencia desierta, no lejos del
poblado. En compañía de Palamon, Pacomio se ejerció en la oración, el trabajo
manual y todas las prácticas del ascetismo monástico. Al cabo de siete años
aprendizaje en la dura escuela del viejo Palamon, tomo Pacomio un nuevo rumbo.
“Un día en que, según su costumbre, se internó en el desierto, mientras estaba
orando, oyó una voz que le decía: Pacomio, Pacomio, lucha, instálate aquí y
construye una morada, porque una muchedumbre de hombres vendrá a ti, se
harán monjes a tu lado y hallaran la salvación para sus almas.” 17 Pacomio y su
hermano empezaron a ensanchar el local en que habitaban, pues, según la
16
GARCÍA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 91-91.
17
Ibid. 93.

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voluntad de Dios, debían recibir a cuantos quisieran llevar vida monástica en su
compañía. A todo el que ingresaba les enseñaba con la experiencia, les exigía la
renuncia a sus bienes y a cuanto pudieran adquirir en adelante, todo debe ser
común. Una de las grandes innovaciones de Pacomio consiste en haber sometido a
una reglamentación minuciosa un sector importante del monacato antiguo, tan
celoso de su independencia.

Pero todo este reglamento tenía un sentido, un objetivo superior, lo que Pacomio
pretendía, ante todo era llegar a una autentica unión de los corazones, alcanzar una
unidad, reflejar la imagen de la primitiva comunidad de Jerusalén estaba siempre
presente a su espíritu. “Todos deben ser una ayuda para ti, tú debes ser útil para
todos”.18 Los miembros de esta koinomia llegaron a sur una gran multitud, que ya
pesaban en la espalda de San Pacomio. Aunque las ciefras que dan diferentes
autores no se ponen de acuerdo, no hay concenso y además la mayoría
corresponde ya cuando, ya no estaba en vida el santo.

En vida de este se llegaron a fundar nueve monasterios, uno de


los cuales, Pbwo, contaba unos seiscientos monjes hacia 352, es
decir, seis años después de la muerte del santo. El mismo
documento que nos ofrece la cifra anterior segura que, para la
celebración de la Pascua, se reunieron más de dos mil
pacomianos. El imaginativo Paladio afirma que San Pacomio fu
archimandrita de tres mil monjes, en otro lugar de la misma
obra, calcula que eran unos siete mil; Casiano, nos habla de
cinco mil; Sozomeno también de cinco mil, y San Jerónimo
nada menos que de cincuenta mil…Ante tal variedad de cifras,
parece que la única conclusión que se puede sacer es que la
koinonia llego a ser muy numerosa y que ya lo fe en vida del
fundador, estas cifras no incluyen a las monjas pacomianas19.20

Al término de una larga enfermedad, Pacomido hizo tres veces la señal de la cruz.
Era el 9 de mayo del 346. Tedero, su discípulo predilecto, le cerró los ojos y los
18
JOSEF LENZENWEGER, AA, Historia de la Iglesia Católica, 144.
19
Ya se ha visto que también existían monjas pacomianas. Los primeros monasterios femeninos fueron
los de Tabennisi y Tsmine, a los que se agregó más tarde el de Fakna. Todos dependían, directamente del
superior general, que les designaba un monje docto y anciano para que las instruyera en la vida religiosa y
espiritual.
20
GARCÍA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 97.

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demás hermanos se echaron al llorar sobre el cadáver. Esta comunidad cenobítica,
o mejor dicho la comunidad pacomiana, implantaba algunas novedades al mundo
monástico como: la originalidad de la koinonia o comunidad pacomiana está en
que la existencia de la comunidad de los hermanos no es el simple resultado
empírico de unos discípulos que se juntan alrededor de un maestro espiritual, que
sería la carterista de una colona de semianacoretas, sino que la existencia de la
comunidad es querida por ella misma. Por eso según San Pacomio, la renuncia y
la desapropiación intimas y la inserción cada vez más efectiva en la comunidad
eclesial, cuerpo místico de Cristo, se cumplía y se significaba mejor a través del
misterio o sacramento de la comunidad monástica, la cual era entendida como una
pequeña Iglesia local. Po lo tanto para los monjes, obedecer a Pacomio es lo
mismo que obedecer a Dios que habita en él. Y este ideal comunitario de San
Pacomio se llevaba a la practica en la puesta en común de los bienes materiales,
como signo particularmente eficaz de la completa abnegación del propio yo. Por
ello en los monasterios pacomianos, las relaciones se elevaron a elementos
esenciales de la religiosidad cristiana, pero esto no significo que los monjes
pacomianos se abrieran hacia el mundo y al servicio directo de la sociedad
circundante. Las relaciones fraternas en el monacato pacomiano lleva a la
creación de una comunidad separada en el desierto, es decir, la comunidad
pacomiana se contrapone al mundo, como una especie de ciudad de Dios separada
de la ciudad de los hombres, es por eso que se construían ruyas alrededor del
monasterio.

Siria:
Hay que recordar la disyuntiva que existe en cuanto donde surgió o nació el
monacato, por uno de ellos según algunos expertos es Siria. El monacato copto
paso a la historia como el monacato perfecto y clásico, los solitarios y cenobitas de
Siria ofrecen un interés particular desde diversos puntos de vista. Muchos de este
ambiente imaginaron formas de ascetismo muy peculiares, sencillamente
asombrosas. Estos representaron un brillante e importante papel en la propagación y
fortalecimiento del cristianismo, no solo en el Oriente Medio, sino también en
países tan remotos como Asia central, la India y hasta incluso la China. Todavía en
el siglo IV las relaciones entre judíos y cristianos eran notoriamente frecuentes en
Siria, pues tanto la geografía como el idioma facilitaban los intercambios culturales.

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¿De dónde le viene a la Iglesia sirica tan marcada preferencia por la ascesis? Su
entronque con el judeo-cristianismo n basta para explicarlo, según expertos es por
la ideas de la comunidad de Qumran, que se difundieron entre la cristiandad de
Siria. “Revelan esta influencia varios indicios: el título de hijos de la alianza,
aplicado al principio a todos los bautizados y reservado más tarde a determinados
ascetas; los temas de la guerra santa (ascetismo), de la pobreza, de celibato, en los
que se hace tanto hincapié, la conciencia de representar un papel en la
purificación cósmica por la alianza.”21 Aproximadamente en el siglo IV, al propio
se organizaban en las ciudades y pueblos los grupos monásticos conocidos por el
nombre de hijos e hijas de la alianza, empezaron a aparecer los primeros anacoretas
en los montes y desiertos de Siria y Mesopotamia. Se trataba de hombres y mujeres
que quieren permanecer enteramente solos- son raros los pequeños grupos de dos o
tres-. Separados del mundo. Están convencidos de que su forma de vida es la más
alta entre la diversas posibilidades que ofrece el monacato, unos habitan en chozas,
otros en grutas y cavernas.

Hay que tener presente que los monjes sirios, y más particularmente los anacoretas
gozaban, de una gran liberta para organizar su vida. En general, vivían libres como
las aves de cielo, sin reglamento de vida, ni superior, al menos los del primer
periodo que va hasta el concilio de Calcedonia. Gracias a esta libertad de
organización, el monacato sirio produjo lo más pintorescos y variados ejemplos de
vida monástica. Sin pretender ser exhaustivo, enumeraremos las diversas categorías
de monjes que marcaron al monacato sirio.

a. Los estacionarios: son los monjes se condenaban a inmovilización


absoluta. Se imponía como regla estar siempre de pie, sin hablar ni alzar los
ojos, sin extenderse para dormir. Algunos para mantenerse en forma
vertical, sobre todo cuando dormían, se ataban a un poste o se hacían pasar
una cuerda debajo de los sobacos o se ataban a una viga del techo.
b. Los dendritas: del griego dendron, árbol. Eran anacoretas que vivían en los
árboles, imagen de nuestros antepasados paleolíticos. Construían sobre las
ramas una especie de cábala y allí pasaban su vida. Otros se privaban de
este lujo.

21
GARCÍA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 121.

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c. Los acemetas: del griego akemetoi o los que no duermen, los sirios le
llamaban chahore a los que vigilan. Eran monjes que vivían en comunidad y
se turnaban por grupos en el coro con el fin de asegurar, día y noche, la laus
perennis o la recitación continúa del oficio divino.
d. Los boskoi: el cenit de la más ruda ascesis fue alcanzado por los mojes-
pastores o boski, en griego. Este es un término usado por el historiador
Sozomeno para designar a ciertos ascetas de costumbres salvajes. Vivian a
la intemperie, en la campaña, caminando a cuatro patas como los animales
y alimentándose de hierbas.
e. Los locos por Cristo: los más desconcertantes anacoretas que poblaron las
soledades sirias fueron los dementes, por cristo. Estos, para practicar la
humildad y el desprecio de sí mismos, vagabundeaban de día por los
pueblos, haciéndose pasar por débiles mentales o poseídos del demonio.
Estos son algunos de los formas de anacoretismo que surgieron en siria.

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Conclusiones:
 Podemos notar que el inicio o el origen del monacato, no es solo un movimiento
exclusivo de la religión cristiana, sino que al mismo tiempo que se desarrollaba
en el cristianismo, también en otras religiones se daban, por ejemplo, el
judaísmo, y como otros modos de pensamientos, que son los antecedentes a ello,
como ya se explicaba ampliamente en el primer apartado. Por lo tanto considerar
al monacato común movimiento o un estilo de vida original del cristianismo es
un equívoco, por lo tanto, “Ello prueba que la vida monástica es un fenómeno
humano, por lo tanto Universal, que ofrece los mismos caracteres en toras las
latitudes”.22
 En el desarrollo de la misma vida monacato en el lado de oriente tiene dos fuentes una
primordial la cual es Egipto, donde tiene como máximo representante a San Antonio
que como padre de la vida monacal, más que todo por la vida que llevo. En este
ámbito surgen do vertientes del estilo de vida monacal, a saber los anacoretas y los
cenobitas. A cual ya se explicó sus peculiaridades y sus similitudes.
 Uno de los lugares que se afirma como génesis de la vida monacal es Siria, donde se
encuentras diferentes tipos y vertientes de la vida monacal, que posteriormente
abundaran en todo esta región.
 En conclusión este estilo de vida, en los Siglos II y III fueron muy escogidos, aquellos
que quisieron seguir las fuentes primarias del evangelio, escogieron este estilo, e iban
surgiendo los diferentes vertientes de este estilo de vida monacal, donde algunos
Vivian del todo solos en desiertos, otro en pequeñas celdas en una pequeña
comunidad construida, diferentes fuentes que fue un tiempo dentro de la vida de
misma Iglesia, tiempo propicio para retomar y fortalecer las raíces de la vida que nos
deja Cristo.

22
GARCÍA M. COLOMBAS, El monacato primitivo, 11.

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Bibliografía:
 Lenzenweger-P. Stockmeier-k. Amon-R. Zinnhobler, Historia de la Iglesia
Católica, Barcelona 1989.
 P. Antonio Rivero, Historia de la Iglesia.
 Garcia M. Colombas, El monacato primitivo, Madrid 2004.
 José Sánchez Herrero, Historia de la Iglesia I. Edad Antigua, Madrid 2001.
 Pedro García, Historia de la Iglesia Católica, El Salvador.
 Fernando Alberto Vílchez Campos, Historia Eclesiástica Antigua (apuntes de
clases), Costa Rica 2009.
 Jose Maria Blazquez Martinez, El monacato de los siglos IV, V y VI como
contracultura civil y religiosa, Madrid 1998.

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