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LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS

EL AGRADO DE CRISTO
 © Carlos Padilla, Tabernáculos 2002

La fiesta de los Tabernáculos "Sukkot" es la tercera y última de las tres Santas Convocaciones que
el Señor pide al discípulo. Como podemos ver en LA PASCUA "Pesach" que inicia la fiesta de los
Panes sin levadura "Hag HaMatzah" terminando con las Primicias "Bikkurim" y en la fiesta
de PENTECOSTÉS, "Shavuot" culminando con los Tabernáculos tras el día de la Expiación "Yom
Kippur", precedido por la fiesta de las Trompetas "Rosh HaShanah", Dios nos enseña la
construcción espiritual de nuestra persona al completo y la simbología que hay en Sus Fiestas
Santas para que podamos celebrarlas de forma viva y espiritual en nuestras almas. En la Fiesta de
los Tabernáculos se cierra el ciclo anual de las Fiestas del Señor, por eso la he llamado El Agrado
de Cristo.

Además de la clave espiritual de este estudio, me gustaría que el lector, al terminar, leyera otro
estudio sobre el nacimiento de Jesús de Nazaret, donde se vincula la fiesta de Los Tabernáculos con
la Navidad del Mesías.

LEVÍTICO 23

LAS FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS


23
Y habló Yahweh a Moisés, diciendo:  
24
Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de
reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.

El primer día después de estos siete meses y quince días, se celebra un día de santa convocación;
este día es el día en que una persona ya sabe que ama a Dios y que va a servir en su vida para llevar
la Palabra de Dios a los demás y que andará con Cristo compartiendo el yugo por amor a Jesús y a
sus hermanos. 

A partir de este día de santa convocación o Sábado, se viven siete días de ofrenda encendida a
Dios; estos son los días de vida a partir de ese momento de solidaridad con Cristo, hasta el último
día de vida de ese hijo de Dios en la Tierra. El octavo día será el día de reposo en que vendrá
Jesucristo en el fin del tiempo, y se alegrarán Dios y los suyos de toda la bendición que ha venido a
las almas por el Amor de Aquél que es nuestra fuente de Vida. 
25
Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh.

Ningún trabajo de siervos haréis: ...ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que
hace su señor; pero os he llamado amigos porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he
dado a conocer... Juan 15:15. 
26
También habló Yahweh a Moisés, diciendo:  27A los diez días de este mes séptimo será el día
de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda
encendida a Yahweh.  28Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para
reconciliaros delante de Yahweh vuestro Dios. 29Porque toda persona que no se afligiere en
este mismo día, será cortada de su pueblo.  30Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno
en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo.   31Ningún trabajo haréis; estatuto
perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis.   32Día de reposo será a
vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de
tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.

Esta es la tercera y última de las grandes fiestas anuales de Israel. En el contexto espiritual que es el
que tenemos que aprender de parte de Dios, encontramos que esta fiesta se celebra en el mes
séptimo, o sea en el séptimo tiempo espiritual del año, o de la vida del creyente, porque estas fiestas
del Señor son de aplicación a aquellos que ya han conocido a Dios. 

Por lo tanto, cuando un hijo de Dios ha decidido caminar con Cristo, ha crecido espiritualmente, se
ha preparado para ser útil a sus vecinos y a los hermanos y a Dios, se encuentra en el mes séptimo
de su vida espiritual. Es entonces cuando en esta fiesta de los tabernáculos, se recoge la cosecha del
año, es decir de la vida espiritual de un hombre, y se celebra con Dios que uno vivió dispuesto a dar
frutos del alma por amor al prójimo y a Dios. 
33
Y habló Yahweh a Moisés, diciendo:  34Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de
este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Yahweh por siete días.  
35
El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis.

El primer día es el día en que uno recibe a Cristo y se dispone a andar con Él, se celebra santa
convocación o sábado, porque se descansa al pasar de muerte a vida con Cristo, y porque el
significado del sábado viene por aceptar la pascua de Dios que es Cristo. Ver Estudio Bíblico en
alimento sólido Y SE RASGÓ EL VELO.  
36
Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh; el octavo día tendréis santa convocación,
y ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis.

Siete días, son otra vez esos siete tiempos de un hijo de Dios que ha vivido ofreciendo su vida
como ofrenda encendida al Señor, al octavo, aquí es cuando estemos en el reposo del Señor.
37
Estas son las fiestas solemnes de Yahweh, a las que convocaréis santas reuniones, para
ofrecer ofrenda encendida a Yahweh, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa
en su tiempo,  38además de los días de reposo de Yahweh, de vuestros dones, de todos vuestros
votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Yahweh. 39Pero a los
quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a
Yahweh por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de
reposo.  40Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras,
ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Yahweh
vuestro Dios por siete días.  41Y le haréis fiesta a Yahweh por siete días cada año; será estatuto
perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis.   42En tabernáculos habitaréis
siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos,  43para que sepan vuestros
descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la
tierra de Egipto. Yo Yahweh vuestro Dios.

Se conmemora el habitar en tabernáculos, porque el pueblo Judío, que representa al pueblo de Dios,
habitó en ellos durante su peregrinación por el desierto. Es pues la memoria de que hemos vivido
en desierto espiritual, en la sequía espiritual, en la búsqueda de Dios y de Su Tierra Prometida, la
cual encontraremos en el corazón de cualquier hombre o mujer que ama a Dios y conoce y ha
recibido al Mesías y camina con Él llevando Su yugo. Aquellas almas o tabernáculos en los que
habita Cristo. 
44
Así habló Moisés a los hijos de Israel sobre las fiestas solemnes de Yahweh.

LEVÍTICO 24

ACEITE PARA LAS LÁMPARAS


1Habló Yahweh a Moisés, diciendo:  

2Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente.  3Fuera del velo del testimonio, en el
tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Yahweh; es estatuto perpetuo por vuestras generaciones.  4Sobre el candelero limpio pondrá
siempre en orden las lámparas delante de Yahweh.

Las lámparas son las almas de los que llevan el yugo con Cristo, y Aarón que representa el sacerdocio y a Cristo ordena estas almas para que vayan con Él por estatuto perpetuo, llenas de aceite
obtenido por esas almas machacadas por el peso del yugo que representa la continua intercesión por el Pueblo de Dios: aquellos que le aman y reciben a su Hijo, el Mesías.

ZACARÍAS 14

16Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Yahweh de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los
tabernáculos. 17Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Yahweh de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. 18Y si la
familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Yahweh herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los
tabernáculos. 19Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos.

2 CORINTIOS 5

1Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.  2Y por esto también
gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;  

Es por lo tanto el tabernáculo, un recipiente temporal donde habitar en el tiempo, pero que es sustituido por la morada eterna, La nueva Jerusalén, el templo del Dios vivo, donde mora Él y su
pueblo como hemos visto que dice la Escritura.

3pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.  4Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino
revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.  5Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6Así que vivimos confiados siempre,
y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor  7(porque por fe andamos, no por vista);  8pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del
cuerpo, y presentes al Señor.  9Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.  10Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

HEBREOS 9

11Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12y no por
sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. 13Porque si la sangre de
los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante
el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

APOCALIPSIS 7

LA MULTITUD VESTIDA DE ROPAS BLANCAS

9Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del
Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;

Las palmas para hacer los tabernáculos, el agrado de Cristo.

10y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. 11Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los
ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, 12diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de
gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. 13Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas
blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?  14Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero. 15Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo
sobre ellos.

El Señor extenderá su tabernáculo sobre nosotros, Su corazón, Su unción, Su protección.

16Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;  17porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de
vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.

APOCALIPSIS 21

CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA

1Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del
cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y
ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas pasaron.

JUAN 7

2Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; 3y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. 4Porque
ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. 5Porque ni aun sus hermanos creían en él.  
 

CONCLUSIÓN:

La fiesta de los Tabernáculos es la tercera y última de las tres Santas Convocaciones que el Señor pide al discípulo. Como podemos ver en LA PASCUA que inicia la fiesta de los Panes sin
levadura y en la fiesta de PENTECOSTÉS, culminando con los Tabernáculos tras el día de la Expiación, Dios nos enseña la construcción espiritual de nuestra persona al completo y la
simbología que hay en Sus Fiestas Santas para que podamos celebrarlas de forma viva y espiritual en nuestras almas. En la Fiesta de los Tabernáculos se cierra el ciclo anual de las Fiestas del
Señor, por eso la he llamado El Agrado de Cristo, porque simboliza la culminación espiritual dentro de nuestra alma, de la alabanza y la glorificación de nuestro Dios en nuestro corazón.
Tabernáculos nos uno al Padre en el Hijo a través del Espíritu, nos une como Iglesia o Cuerpo de Cristo, nos une en las coyunturas del afecto fraternal y el amor de Dios. Tabernáculos simboliza
la convivencia espiritual, a la que deberíamos llegar entre aquellos que Le amamos, siempre y cuando veamos a nuestro hermano/a como templo del Espíritu Santo y al menos como a nosotros
mismos, y parte del Señor. Nos vemos en Tabernáculos. Que la unidad del Espíritu Santo forje las coyunturas del Espíritu entre vosotros. Con ósculo santo. Amén.

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