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Aprendiendo a aprender

Sesión 1: ¿Tengo la mentalidad adecuada para aprender?

Mentalidad fija Mentalidad de crecimiento

Inteligencia
“La inteligencia es innata y no “La inteligencia se puede
cambia”. desarrollar”.

Retos

“Los evito”. “Los disfruto y enfrento”.

Obstáculos y errores

“Me rindo fácilmente”. “Persisto”, “es parte de aprender”.

Esfuerzo

“Si tengo que esforzarme, entonces, “Es el camino para aprender y


no soy realmente bueno en esto”. alcanzar mis metas”.

Críticas

“Aprendo de ellas porque quiero


“Me siento atacado”, “las ignoro”.
seguir mejorando”.

Éxito de los demás

“Me siento amenazado”. “Me inspiran”.


Ambas mentalidades se aprenden desde pequeños. Todo comienza con la forma en que nos halagan. Si al
felicitarnos, nuestros padres se enfocan en nuestro talento, promueven nuestra mentalidad fija. Sin embargo, si se
enfocan en nuestro esfuerzo, promueven nuestra mentalidad de crecimiento.

Veamos algunos ejemplos:

Mentalidad fija Mentalidad de crecimiento

Halago
“¡Felicitaciones! Se nota que eres “¡Felicitaciones! Se nota que te has
muy inteligente”. esforzado”.

Niño/a lo interpreta
“Lo hice bien porque practiqué
“Lo hice bien porque soy talentoso”. bastante”.

Cuando no le vaya
bien, lo interpretará así

“No tengo tanto talento para esto”. “No he practicado lo suficiente”.

La próxima vez
se sentirá así

Se sienten amenazados, evitan el Son más optimistas, están


reto, se rinden fácilmente, etc. dispuestos aprender y esforzarse.

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