Está en la página 1de 1

Una fábrica de monstruos educadísimos – Victor Frankl

Cuando termine de leer el texto escrito por Frankl, solo podía pensar en que a
pesar de que han pasado muchísimos años después de este relato, realmente no
ha habido un cambio abrupto, hoy en día seguimos viendo gente que a pesar de
tener un título profesional, una especialización, una maestría… un mundo de
“conocimiento” y aprendizajes educativos, carecen de valores y formación humana
como la tolerancia y la solidaridad. Me permito citar esta frase de Frankl para darle
soporte a lo expuesto anteriormente “De nada sirve tener un título de médico, de
abogado, de cura o de ingeniero si uno sigue siendo egoísta, si eres esclavo del
qué dirán o de la obsesión por el prestigio, si crees que se puede caminar sobre el
mundo pisando a los demás” “un título no garantiza la felicidad del que lo posee ni
la piedad de sus actos”.
Quisiera profundizar en un punto que a mi parecer es el eje o el tema central del
que se desprenden los demás factores y/u opiniones en el texto, el cual es la
educación… El colegio y la universidad se han convertido (si es que ya no lo eran)
en una corporación, en una especie de empresa, formando personas que sepan
de memoria fechas históricas, términos, definiciones, ecuaciones, autores, etc.
“Los alumnos comienzan la escuela con una gran imaginación, curiosidad y
creatividad; hasta que descubren que es más importante saber la respuesta
correcta que hacer alguna pregunta interesante.” Hal Gregersen, director ejecutivo
del MIT Leadership Center y renombrado experto en liderazgo, innovación y
cultura.
Respecto al punto anterior, puedo afirmar que el maestro ya no es o debería ser el
“poseedor” del conocimiento, sino el guía que ayuda al estudiante a encontrar sus
fortalezas y la manera más efectiva de adquirirlo. En mi experiencia, puedo decir
que he tenido la oportunidad de conocer profesores totalmente integrales y
acordes a la descripción unas líneas más adelante dadas, es por esto por lo que
puedo afirmar que la autoridad y la admiración hacia los maestros no se impone,
se gana. “Los niños han nacido para aprender, no para ser enseñados.” John
Abbott (universidad pública en Canadá) …Los estudiantes queremos profesores
que nos hagan sentir conectados con ellos, que hablen con y no hacia nosotros,
que entremos entusiasmados a cada clase y con unas ganas inmensas de debatir
o participar en ella porque sabremos que son espacios enriquecedores y eficaces,
queremos una educación que nos permita disfrutar y sentir satisfacción del
proceso.
La educación ya no puede ser solo un medio para transmitir conocimiento, sino un
espacio para crearlo y compartirlo, donde se comparta la información y donde se
debata y se pueda opinar de todo. Transformar la metodología de esta, en mi
opinión, es una necesidad más que una opción.

También podría gustarte