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BOLILLA XIV

EFECTOS GENERALES SOBRE RELACIONES JURÍDICAS PREEXISTENTES

1. Efectos
generales de la declaració n de quiebra sobre relaciones jurídicas preexistentes. Principio general.
La quiebra produce el efecto de un prisma que descompone todas las relaciones jurídicas patrimoniales
de que el quebrado es titular a la fecha de la sentencia, todas ellas son afectadas por la declaració n de
insolvencia.
Entre los efectos generales, la ley contempla el principio bá sico de sometimiento de todos los acreedores
al régimen concursal, la carga de verificar sus acreencias, la regla de vencimiento de plazos, la suspensió n
de intereses, la compensació n, el fuero de atracció n y reglas relativas a la suspensió n de intereses, la
compensació n, el fuero de atracció n y reglas relativas a las obligaciones solidarias y créditos entre
concursos.
Sometimiento de todos los acreedores al régimen concursal.

El art. 125 en su primer pá rr., dispone que decretada la falencia, todos los acreedores quedan sometidos a las
disposiciones de esta ley y sólo pueden ejercitar sus derechos sobre los bienes desapoderados de la forma prevista en
la misma. De esta manera, se concreta la expresió n subjetiva del principio concursal de UNIVERSALIDAD propio de
estos procesos, así como también el de colectividad, concurrencia e igualdad entre los acreedores.

Acreedores comprendidos.

La ley es clara en el sentido de que está n comprendidos todos los acreedores:

<<Quedan comprendidos los acreedores condicionales, incluso aquellos cuya acción respecto del fallido queda
expedita luego de excusión o cualquier otro acto previo contra el deudor principal>>

o Acreedores condicionales/eventuales: son aquellos que tienen alguna condició n pendiente o


circunstancia no cumplida que impiden el ejercicio actual de su derecho (Ej: créditos sometidos
a condició n suspensiva; el crédito de regreso, es decir, el de quien tiene derecho a repetir contra
el fallido las sumas que ha pagado a un tercero, en este caso debe presentarse a verificar su
acreencia aunque la acció n contra él no haya sido todavía ejercida; los que dependen de un
pronunciamiento judicial previo, los fiadores o garantes del fallido, etc.)
o Abarca a aquellos cuya acció n respecto del fallido queda expedita luego de excusió n, con lo que
la ley se refiere a la hipó tesis de quiebra del fiador que goza del beneficio de excusió n conforme
al régimen del CCC.
o Aquellos cuya acció n respecto del fallido, está sujeto a cualquier acto previo contra el deudor
principal, como puede ser el protesto para el ejercicio de la acció n cambiaria de regreso.
o Los acreedores que ejercer el derecho de retenció n.

La regla segú n la cual todos los acreedores está n sometidos al régimen de la ley concursal, hace que ellos no
puedan agredir directamente el patrimonio de su deudor quebrado, sino que han de hacerlo conforme a la ley. Esto
supone lo siguiente: que todos los bienes quedan sometidos al desapoderamiento y será n liquidado conforme a
algunos de los procedimientos de la ley; que los acreedores quirografarios no actú an por sí sobre el patrimonio del
deudor, sino que lo hacen a través del síndico, salvo las hipó tesis excepcionales en que la ley los legitima para el
ejercicio de ciertas acciones, como la de declaració n de ineficacia concursal; que los acreedores titulares de
derechos que se ejercen sobre cosas del deudor – titulares de derechos reales de garantía y del derecho de
retenció n – deben ajustarse a las reglas que prevé la ley para ellos.
2. Verificació n de créditos en la quiebra. Diferencias con el concurso preventivo. Caducidad y vencimiento de
plazos. Intereses. Compensació n. Derecho de retenció n.
Todos los acreedores está n sometidos a la carga de solicitar la verificació n de sus créditos y preferencias en
la forma prevista por el art. 200, salvo disposició n expresa de la ley. La ley reproduce la regla que sienta el art.
32 de la LCQ para el concurso preventivo.

El art. 126, 2° pá rr., impone la misma carga verificatoria a los titulares de derechos reales de garantía:
“sin perjuicio del cumplimiento oportuno de esa carga, los acreedores con hipoteca, prenda o garantizados con
warrant, pueden reclamar en cualquier tiempo el pago mediante la realización de la cosa sobre la que recae el
privilegio, previa comprobación de sus títulos en la forma indicada por el art. 209 y fianza de acreedor de mejor
derecho. Los síndicos pueden requerir autorización al juez para pagar íntegramente el crédito prendario o
hipotecario ejecutado por el acreedor con fondos líquidos existentes en el expediente, cuando la conservación del
bien importe un beneficio evidente para los acreedores. A tales fines puede autorizársele a constituir otra
garantía o disponer la venta de otros bienes”.
De esta manera, los acreedores prendarios o hipotecaros, pueden esperar la liquidació n general de bienes
para obtener el cobro de su acreencia, en cuyo caso deben haber obtenido, previamente, resolució n sobre
verificació n y graduació n de su crédito.
También pueden anticipar el cobro (preferencia temporal) acudiendo al trá mite del concurso especial,
previsto en el art. 209 de la LCQ. En el trá mite del concurso especial, só lo se realiza un control externo, formal,
de la regularidad del instrumento constitutivo de la garantía real, por lo que el pronunciamiento allí logrado
adquiere valor de cosa juzgada formal. De ahí que el acreedor no quede dispensado de solicitar la verificació n
de su acreencia privilegiada, y que la resolució n en el trá mite verificatorio prevalezca sobre la anterior por su
autoridad de cosa juzgada material.
La ley organiza un período informativo de la quiebra, sustancialmente idéntico al del concurso preventivo,
incorporando algunas previsiones para la hipó tesis de que la quiebra haya sido precedida por un concurso
preventivo.

 Conversión de las obligaciones de objeto no dinerario.


La quiebra está dirigida a la enajenació n de los bienes desapoderados; el dinero obtenido como precio
de las ventas de los bienes del activo del quebrado habrá de ser repartido entre los acreedores teniendo en
cuenta: el régimen de privilegios y después de satisfechos éstos, se paga a los acreedores quirografarios a
prorrata de las acreencias de cada uno.
Para poder establecer esa prorrata es preciso que todos los créditos estén expresado en moneda
nacional, por ello la ley dispone que todas las obligaciones de objeto no dinerario deben concurrir a la
quiebra por el valor de sus créditos en moneda de curso legal de la Repú blica.

Art. 127 .- Los acreedores de prestaciones no dinerarias, de las contraídas en moneda extranjera o aquellos cuyos
crédito en dinero deba calcularse con relación a otros bienes, concurren a la quiebra por el valor de sus créditos en
moneda de curso legal en la República Argentina, calculado a la fecha de la declaración o, a opción del acreedor, a la
del vencimiento, si éste fuera anterior.

La ley comprende:

- Créditos de prestaciones no dinerarias, como pueden ser obligaciones de hacer, de no hacer, de dar
cosas que no sean dinero;
- Los créditos en moneda extranjera, a diferencia de lo que sucede en el CP, donde la conversió n de la
moneda extranjera es al só lo fin del cá lculo del pasivo y del có mputo de las mayorías, en la quiebra,
tal conversió n es definitiva; en el proyecto de distribució n y para el pago del dividendo, estos
acreedores participan y cobran en moneda convertida.
- Los créditos cuyo valor debe determinarse con relació n a otros bienes, se refiere a la clá usula valor
producto que puede usarse como mó dulo de ajuste, y a los casos en que el valor de una determinada
prestació n se fija conforme al valor de una cosa en cierto mercado. El art. 772 del CCC establece que
si la deuda consiste en cierto valor, el monto resultante debe referirse al valor real al momento que
corresponda tomar en cuenta para la evaluació n de la deuda.

La conversió n se hace a la fecha de la quiebra o, a opció n del acreedor, a la del vencimiento de la obligació n
anterior a la quiebra, lo mismo respecto de su cuantificació n. La conversió n del crédito no dinerario es definitiva a
todos los efectos de la quiebra (diferencia con el concurso preventivo).

 Caducidad y vencimiento de plazos.

Art. 128.- Las obligaciones del fallido pendiente de plazo se consideran vencidas de pleno derecho en la fecha de la
sentencia de quiebra.

Descuentos de intereses. Si el crédito que no devenga intereses es pagado total o parcialmente antes del plazo
fijado según el título, deben deducirse los intereses legales por el lapso que anticipa su pago.

La sentencia de quiebra acarrea la caducidad de los plazos pendientes de las obligaciones en las que el fallido
sea deudor, debiendo los respectivos acreedores acudir a verificar sus créditos, tempestivamente aunque el plazo
de exigibilidad convenido estuviera pendiente, de no haber mediado la quiebra del deudor; siendo congruente con
el art. 353 del CCC, que establece que el obligado a cumplir no puede invocar la pendencia del plazo si se ha
declarado su quiebra. Esto se aplica a los créditos con garantía real, la ley concursal no hace ninguna excepció n,
diferenciá ndose del régimen del CP. Esta regla se excepciona en el caso de continuació n de la empresa, si el crédito
no estaba vencido a la época de la quiebra y el síndico satisface obligaciones posteriores en tiempo debido.

El segundo pá rr. contempla un supuesto poco frecuente, es decir, que el acreedor cobre en la quiebra antes del
plazo originar emergente del título o causa obligacionales (caso de pagarés). En este caso la ley presume que los
intereses está n incluidos en el monto del capital, por lo que si el crédito es pagado antes de la fecha del
vencimiento, deben descontarse los intereses que se presumen incorporados al capital. La deducció n só lo
corresponde si el crédito es efectivamente pagado antes del plazo convencional. La expresió n intereses legales es
ambigua, dado que en nuestro derecho en principio no los hay, de modo que cabría estar a los intereses que
percibe el BNA en sus operaciones de descuento.

Cabe tener presente, que el vencimiento anticipado del plazo de las obligaciones del quebrado no perjudica a los
codeudores o fiadores, aun cuando sean solidarios.

Suspensión de intereses.

<<Art. 129.- La declaración de quiebra suspende el curso de los intereses de todo tipo. Sin embargo, los
compensatorios devengados con posterioridad que correspondan a créditos amparados con garantías reales
pueden ser percibidos hasta el límite del producido del bien gravado después de pagadas las costas, lo
intereses preferidos anteriores a la quiebra y el capital. asimismo, tampoco se suspenden los intereses
compensatorios devengados con posterioridad que correspondan a créditos laboral.

Las deudas del fallido cristalizan su importe a la fecha de la sentencia de quiebra, a partir de la cual dejan de
producir réditos o intereses.

La regla general es que la declaració n de quiebra produce la suspensió n del devengamiento de intereses de las
obligaciones del fallido (el patrimonio del deudor se cristaliza a la fecha de la quiebra). La suspensió n se refiere a
todo tipo de créditos, incluso los laborales y los privilegiados. También quedan carentes de sustento los recargos o
multas que puedan corresponder a cierto tipo de créditos, como los impositivos o previsionales.
Segú n su funció n econó mica – jurídica, cabe distinguir entre los intereses que compensan y los intereses que
sancionan:

- Compensatorios, en sentido amplio, se ubican tanto los intereses compensatorios stricto sensu como
los intereses moratorios. Los compensatorios se devengan antes de que la obligació n principal a
cargo del deudor se torne exigible y resulte incumplida, y compensan el uso del capital ajeno,
durante el periodo convenido. Los moratorios se devengan después de que el deudor ha incumplido
con el pago de su obligació n y compensan al acreedor la falta de percepció n de su acreencia en
término.
- Sancionatorios: en sentido amplio, se ubican tanto los intereses punitorios como los sancionatorios.
Los intereses punitorios constituyen verdaderas clausulas penales que sancionan al deudor por el
incumplimiento oportuno de su obligació n. La clá usula penal es aquella por la cual una persona,
para asegurar el cumplimiento de una obligació n, se sujeta a una pena o multa en caso de retardar o
de no ejecutar una obligació n. Los intereses sancionatorios son lo que pueden imponer los jueces
para sancionar al litigante malicioso segú n lo establecido en la legislació n procesal del lugar del
juicio.

Tampoco pueden aplicarse las clá usulas penales que prevean sanciones para el incumplimiento de una de las
partes, pues el incumplimiento es generalizado y producto de la quiebra, no dando lugar al resarcimiento de dañ os;
en cambio es un crédito que ha de ser verificado el que resulta de las sanciones conminatorias o intereses
punitorios cuando el incumplimiento es anterior a la quiebra, pero con la salvedad de que el devengamiento de tal
sanció n se detiene a la fecha de la quiebra.

A la vez, el art. 129 en su segundo pá rrafo, exime de la suspensió n a los intereses compensatorios posteriores a
la quiebra devengados por créditos amparados por garantías reales, lo que pueden ser percibidos hasta el límite
del producido del bien gravado después de pagadas las costas, los intereses preferidos anteriores a las costas y el
capital. Es preciso tener en cuenta:

- La quiebra produce la suspensió n del devengamiento de intereses punitorios;


- Si los intereses compensatorios no alcanzan a ser satisfechos con el producido del bien, total o
parcialmente, no se transforman en un crédito quirografario, se extinguen.

Respecto de los demá s acreedores, los intereses posteriores a la quiebra podrá n ser, eventualmente, percibidos
por cualquier acreedor concurrente: a) Si la quiebra termina por avenimiento o por pago voluntario a los
acreedores cuando fueran parte del acuerdo o pago convenidos; b) Si la quiebra es liquidativa, cuando existiera
remanente, conforme al art. 228.

 Compensación.
<<Art. 130.- La compensación sólo se produce cuando se ha operado antes de la declaración de la
quiebra. >>
La compensació n es un medio de extinció n de las obligaciones que se produce cundo dos personas, por
derecho propio, reú nen la calidad de acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas
de una y otra deuda. La compensació n extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta el monto de la
menor, desde el tiempo en que ambas obligaciones comenzaron a coexistir en condiciones de ser
compensables. Son tres tipos:
 Compensació n
legal: ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar; los objetos comprendidos en las
prestaciones de ser homogéneos entre sí; los créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que
resulte afectado el derecho de terceros.
 Compensació n
facultativa: actú a por la voluntad de una sola de las partes cuando ella renuncia a un requisito faltante para
la compensació n legal que juega a favor suyo. Produce sus efectos desde el momento en que es comunicada
a la otra parte.
 Compensació n
judicial: cualquiera de las partes tiene derecho a requerir a un juez la declaració n de la compensació n que
se ha producido. La pretensió n puede ser deducida simultá neamente con las defensas relativas al crédito
de la otra parte, o subsidiariamente, para el caso de que esas defensas no prosperen

Para el caso de quiebra de uno o ambos sujetos con derecho a invocar la compensació n, el art. 130 distingue
entre la compensació n operada antes de la declaració n y después. Esa norma reconoce validez en el primer
caso. La quiebra produce la suspensió n del derecho a compensar o a invocar la compensació n como medio de
extinció n de las obligaciones del fallido a menos que se trate de compensaciones cumplidas antes de la
declaració n de la quiebra. En este caso, el tercero a quien pretendiera cobrarse un crédito del fallido podría,
vá lidamente, oponer la compensació n de una deuda de éste a favor de aquel. Para que sea vá lida, debe tratarse
de obligaciones reciprocas que, antes de la quiebra, ya fueran exigibles y compensables. Estas circunstancias
deben estar reunidas antes de la declaració n de la quiebra, aunque la compensació n sea declarada con
posterioridad.

 Derecho de
retención.

<<Art. 131.- La quiebra suspende el ejercicio del derecho de retención sobre bienes susceptibles de
desapoderamiento, los que deben entregarse al síndico, sin perjuicio del privilegio dispuesto por el art. 241,
inc. 5.

Cesada la quiebra antes de la enajenación del bien continua el ejercicio del derecho de retención,
debiéndose restituir los bienes al acreedor, a costa del deudor.>>

El derecho de retenció n es la facultad que corresponde al tenedor de una cosa ajena para conservar la posesió n
de ella hasta el pago de lo que es debido por razó n de la misma cosa.

El CCC establece que todo acreedor de una obligació n cierta y exigible puede conservar en su poder la cosa que
debe restituir al deudor, hasta el pago de lo que éste le adeude en razó n de la cosa. Tiene esa facultad solo quien
obtiene la detentació n de la cosa por medios que no sean ilícitos, careciendo de ella quien la recibe en virtud de una
relació n contractual a título gratuito, excepto que sea en el interés del otro contratante.

En caso de concurso y quiebra del acreedor de la restitució n, la retenció n queda sujeta a la legislació n
pertinente. De esta manera:

a. El retenedor es
acreedor con privilegio especial
b. La quiebra
suspende el ejercicio del derecho de retenció n por lo que la cosa retenida debe entregarse al sindico
c. Cesada la
quiebra, si el bien subsiste - y el retenedor no fue pagado – , por conversió n en concurso preventivo, por
admitirse el recurso de reposició n contra la sentencia o por concluir por avenimiento, debe restituirse la
cosa, a costa del ex fallido. No procede si la quiebra concluye por pago total.
La suspensió n legal del ejercicio de este derecho opera en la quiebra, no así en el concurso preventivo.
Que el concurso, acorde al nuevo CCC, con autorizació n judicial, puede ofrecer y constituir caucion o garantía
suficiente a fin de que se le entregue la cosa retenida. En caso de oposició n del retenedor, el juez deberá decidir si
la garantía cubriría el eventual crédito y, de considerarla suficiente, ordenará la devolució n de la cosa retenida
porque de lo contrario se convalidaría el ejercicio abusivo de un derecho.

3. Fuero de
atracció n. Fallido co-demandado. Clausula compromisoria. Obligados solidarios. Repetició n entre
concursos. Coobligado. Bienes de terceros. Readquisició n de la posesió n. Transferencia a terceros.
Legitimació n del síndico.
El principio general, es que la quiebra atrae al juzgado del concurso todos los juicios de contenido
patrimonial dirigidos contra el fallido. Cuando dicha sentencia estuviera sujeta a recursos, la atracció n
opera igual, pero no se suspenden las causas atraídas, sino tan só lo los actos de ejecució n forzada sobre
bienes del patrimonio del quebrado. La razó n de ser del fuero de atracció n es notoria; se trata de uno de los
medios a través de los cuales se asegura que los acreedores no ejerzan derechos sobre los bienes del
deudor sino a través de los procedimientos concursales.
El régimen actual en la quiebra, en materia de juicios contra el fallido, puede esquematizarse de la
siguiente manera:
 Los juicios de
conocimiento de contenido patrimonial contra el fallido, entre los cuales se comprenden de manera no
excluyente los procesos de expropiació n, los fundados en relaciones de familia y los juicios laborales
(aquellos créditos que no hayan sido reconocidos por el procedimiento de pronto pago), después de la
declaració n de quiebra pueden proseguirse ante el juez de origen o iniciarse y continuarse ante el juez que
corresponda. El síndico es parte necesaria, pasando a ser como sustituto procesal de la parte demandada
en esas causas. El juez del proceso concursal es competente en la liquidación del régimen
patrimonial del matrimonio si se ha declarado la quiebra o el concurso de uno los cónyuges.
 Los juicios de
ejecució n contra el fallido deben radicarse ante el juez de la quiebra a partir de la declaració n de ésta,
aunque existieran recursos pendientes contra la sentencia de apertura. De haber algú n recurso pendiente,
los tramites de las ejecuciones pueden continuarse, actuando el síndico como contraparte del actor, en
sustitució n del fallido. Una vez firme la sentencia, todos los trá mites de la ejecució n se suspenden.
 Los actos de
ejecució n forzada contra bienes del fallido no puede realizarse, en ningú n supuesto, después de la
declaració n de la quiebra, ya sea que ésta se encuentre firme o no, con excepció n de las ejecuciones de
garantías reales que utilicen el mecanismo del art. 209 y las ejecuciones no judiciales. Las ejecuciones
judiciales de garantías reales que graven bienes del fallido no pueden proseguir ante el juez de origen. Los
acreedores posteriores a la declaració n de quiebra no pueden ingresar al proceso; tampoco pueden
intentar el cobre forzado de sus acreencias sobre bienes desapoderados. Só lo pueden intentar la ejecució n
sobre bienes adquiridos después de la rehabilitació n, o el eventual saldo que pudiera quedar en la quiebra
liquidativa, o los bienes del ex fallido cuando la quiebra finalizara de modo no liquidativo.

El fuero de atracció n cesa cuando la quiebra concluye, sea por haberse admitido un recurso contra la sentencia
declarativa de la falencia o por pago total o avenimiento. Si media conversió n de la quiebra en concurso preventivo
el fuero de atracció n continú a pero con las actuaciones que correspondan segú n el art. 21.

<<Art. 132.- La declaración de quiebra atrae al juzgado en el que ella tramita, todas las acciones judiciales
iniciadas contra el fallido por las que se reclamen derechos patrimoniales. Salvo las ejecuciones de créditos con
garantías reales, quedan exceptuados de este principio los casos indicados en el art. 21 incs. 1 a 3 bajo el régimen allí
previsto.
El trámite de los juicios atraídos se suspende cuando la sentencia de quiebra del demandado se halle firme: hasta
entonces se prosigue con el síndico, sin que puedan realizarse actos de ejecución forzada.>>

 Fallido co-demandado.
ARTICULO 133.- Fallido codemandado. Cuando el fallido sea codemandado, el actor puede optar por
continuar el juicio ante el tribunal de su radicación originaria, desistiendo de la demanda contra aquél sin que
quede obligado por costas y sin perjuicio de solicitar la verificación de su crédito.

Existiendo un litisconsorcio pasivo necesario en el que el fallido sea demandado, el juicio debe proseguir
ante el tribunal originario, continuando el trámite con intervención del síndico a cuyo efecto podrá extender
poder a letrados que lo representen y cuya remuneración se regirá por lo establecido en el artículo 21. El
acreedor debe requerir verificación después de obtenida sentencia.

Si una entidad aseguradora hubiera sido citada en garantía y se hubiera dispuesto su liquidación de conformidad a
lo establecido en la Ley Nº 20.091, el proceso continuará ante el tribunal originario, con intervención del liquidador
de la entidad o de un apoderado designado al efecto. La sentencia podrá ejecutarse contra las otras partes
intervinientes en el proceso que resultaren condenadas a su cumplimiento, sin perjuicio de solicitarse la verificació n
del crédito ante el juez que intervenga en el proceso de liquidació n.

En el caso en que el fallido es demandado juntamente con otras personas, cabe distinguir dos situaciones segú n
el carácter de litisconsorcio pasivo:

o Listisconsorcio pasivo voluntario. Se da la opció n al actor de someterse al fuero de atracció n o de


evitarlo, desistiendo del juicio contra el fallido. Esta regla se aplica si el litisconsorcio se configura
en un proceso alcanzado por el fuero de atracció n en la quiebra, pero no si el juicio en cuestió n está
excluido de dicho fuero. El desistimiento no importa imposició n de costas a quien lo formula, ni
impide que éste solicite la verificació n de su crédito. a la vez, el pleito originario puede continuar
contra los codemandados no fallidos ante el tribunal de radicació n primigenia.
o Litisconsorcio pasivo necesario. En este caso, el juicio en cuestió n debe continuar radicado ante
el tribunal de origen. Debido a que el fallido puede capacidad procesal, como efecto de la quiebra, el
síndico actú a en sustitució n procesal del quebrado. Una vez obtenida sentencia firme, favorable al
actor, en el proceso seguido contra el fallido integrante de un litisconsorcio pasivo necesario, el
acreedor debe requerir verificació n de su crédito, utilizando dicha sentencia como un “título
verificatorio”.

Citación en garantía.
La ley de seguros prevé la citació n en garantía de la aseguradora de responsabilidad civil. La liquidació n de una
entidad aseguradora, equivale a la quiebra en mú ltiples aspectos y efectos; entre ello, el fuero de atracció n de los
juicios de contenido patrimonial seguidos contra la compañ ía de seguros. Para el caso de que ésta no fuese
demandada sino citada en garantía en juicio seguido contra un asegurado de aquélla, no opera el fuero de atracció n
de la liquidació n judicial de la compañ ía. El proceso donde se citó en garantía puede continuar ante el juez natural,
pero:
- Debe darse intervenció n a la liquidadora, la que podrá delegar o apoderar al efecto.
- La sentencia es ejecutable, sin modificaciones, contra los condenados no fallidos.
- Si se desea hacer efectiva la condena contra la citada en garantía en liquidació n judicial, debe
verificarse el crédito en este ú ltimo proceso concursal.

 Cláusula compromisoria.
ARTICULO 134.- Cláusula compromisoria. La declaración de quiebra produce la inaplicabilidad de las cláusulas
compromisorias pactadas con el deudor salvo que antes de dictadas la sentencia se hubiere constituido el tribunal
árbitros o arbitradores.

El juez puede autorizar al síndico para que en casos particulares pacte la cláusula compromisoria o admita la
formación de tribunal de árbitros o arbitradores.

Conforme al art. la declaració n de quiebra torna ineficaz la clá usula compromisoria, salvo que antes de dictada
la sentencia se hubiese constituido el tribunal de á rbitros o arbitradores. Quien pretenda ser acreedor del fallido
en funció n del laudo deberá promover la verificació n de su crédito. pero teniendo el laudo el efecto de una
sentencia dictada en proceso de conocimiento, resulta oponible a la masa, debiendo ésta promover una acció n
tendiente a desconocer el efecto de la cosa juzgada.
- Compromiso arbitral asumido por el deudor estando “in bonis”. Si luego sobreviene la quiebra, las
clá usulas compromisorias para someter a arbitraje un diferendo entre el fallido y el tercero, en
relació n a los bienes sometidos a desapoderamiento, son ineficaces. Por excepció n mantienen su
eficacia u operatividad si antes del dictado de la sentencia de quiebra ya estuviese constituido, por
decisió n firme, el tribunal arbitral.
- Compromiso arbitral asumido por el síndico. En casos excepcionales, por decisió n fundada en
ventajas manifiestas del juicio arbitral, el juez de la quiebra puede autorizar al sindico a que se
someta a ese mecanismo alternativo de solució n, conflictos relativos a bienes desapoderados o
cuestiones litigiosas en las que el funcionario concursal ha sustituido la legitimació n procesal del
fallido.

 Obligados solidarios.
ARTICULO 135.- Obligados solidarios. El acreedor de varios obligados solidarios puede concurrir a la quiebra de
los que estén fallidos, figurando en cada una por el valor nominal de sus títulos hasta el íntegro pago.

El coobligado o garante no fallido que paga después de la quiebra queda subrogado en los derechos del acreedor,
hasta el monto del crédito cancelado y accesorios derivados del derecho de repetición.

Hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de sujetos y originadas en una causa ú nica cuando, en razó n
del título constitutivo o de la ley, su cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores por cualquiera
de los acreedores. El acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a todos los codeudores, simultá nea
o sucesivamente. En caso de que uno o varios codeudores sean insolventes, la cuota correspondiente a los
codeudores insolventes es cubierta por todos los obligados.
La regla establece que el acreedor puede concurrir a cada concurso, por el monto total de su crédito. La
expresió n “valor nominal” no excluye los accesorios, sino que debe tomarse como equivalente a valor total de
acuerdo a los títulos. Puede percibir los dividendos en todos los concursos hasta el monto íntegro de su crédito, no
existiendo repetició n entre los concursos, salvo si el monto total pagado excede el crédito.
En el caso de que uno o alguno de los coobligados no fallidos pague al acreedor, total o parciamente, después de
la quiebra, queda subrogado en los derechos de aquél hasta el monto del crédito cancelado y accesorios derivados
del derecho de repetición. Respecto de la extensió n del derecho de repetició n en la fianza, el CCC establece que el
fiador que cumple con su prestació n queda subrogado en los derechos del acreedor y puede exigir el reembolso de
lo que ha pagado con sus intereses desde día del pago y los dañ os que haya sufrido como consecuencia de la fianza.

 Repetición
entre concursos.
ARTICULO 136.- Repetición entre concursos. No existe acción entre los concursos de los coobligados solidarios por
los dividendos pagados al acreedor, salvo si el monto total pagado excede del crédito.

El acreedor debe restituir el excedente en la quiebra del que hubiere sido garantizado por los otros o conforme con
la regla del Artículo 689 del Código Civil en los demás supuestos.

La regla general es que no existe tal repetición, aunque alguno haya pagado un importe mayor que los
otros, o uno sea el concurso del garante y el otro del garantido.

Las relaciones internas entre deudores conjuntos, actualmente se rigen por los arts. 840 a 842 (la remisió n debe
ser entendida al art. 841). De esta se deriva la extensió n de la repetició n entre coobligados solidarios. De acuerdo
con la legislació n comú n, el deudor que efectú a el pago puede repetirlo de los demá s codeudores segú n la
participació n que cada uno tiene en la deuda. Esta participació n o cuota de contribució n de cada obligado solidario,
se determina sucesivamente de acuerdo:

A. Lo pactado
B. La fuente y la finalidad de la obligació n o la causa de la responsabilidad
C. Las relaciones de los interesados entre sí
D. Las demá s circunstancias.
Si por aplicació n de esto no es posible determinar las cuotas de contribució n, se entiende que participan partes
iguales.
La legislació n de la LCQ consagra dos reglas concursales que modifican los principios de derecho comú n;
a. Si el total que percibió el acreedor no excede el importe total de su acreencia, no hay derecho de repetició n
entre concursos de coobligados solidarios (cualquiera fuese la porció n por la que cada uno estaba obligado
en sus relaciones internas y cualquiera fuese el porcentaje afrontado por cada concurso).
b. Si la repetició n es procedente, porque el acreedor cobró má s que el importe total de su crédito, aquélla se
limita al excedente efectivamente percibido. Dicho excedente debe restituirlo el acreedor en la quiebra de
quien tenía derecho a repetició n contra sus coobligados, o segú n el convenio que regía las relaciones
internas de la solidaridad, o debe ser dividido poa partes iguales.

 Coobligado o fiador garantido.


ARTICULO 137.- Coobligado o fiador garantido. El coobligado o fiador del fallido garantizado con prenda e
hipoteca sobre bienes de éste, para asegurar su derecho de repetir, concurre a la quiebra por la suma pagada antes de
su declaración o por la que tuviese privilegio si ésta fuere mayor.

Del producto del bien y hasta el monto del privilegio se satisface en primer lugar al acreedor del fallido y del
coobligado o fiador; después al que ejerce la repetición, por la suma de su pago. En todos los casos se deben respetar
las preferencias que correspondan.
Regula una situació n poco frecuente: la de los garantes del fallido que, en oportunidad de prestarle su garantía
se aseguraron el derecho de reembolso, constituyendo prenda o hipoteca sobre bienes del deudor principal, es
decir, el fallido.
La norma contempla dos reglas:
- Segú n la primera, el fiador concurre a la quiebra por la suma pagada antes de su declaració n o por la
que tuviese privilegio si ésta fuese mayor;
- Una vez enajenado el bien, con su producido se satisface en primer lugar al acreedor del fallido y del
coobligado o fiador, después al que ejerce la repetició n por el monto del pago que hizo.
Esta solució n hace que la garantía dada por el deudor a quien lo garantiza, en realidad aproveche al
acreedor.
 Bienes de terceros.
ARTICULO 138.- Bienes de terceros. Cuando existan en poder del fallido bienes que le hubieren sido entregados por
título no destinado a transferirle el dominio, los terceros que tuvieren derecho a la restitución pueden solicitarla,
previa acreditación de su derecho conforme con el Artículo 188. Se incluyen en esta norma los bienes obtenidos de la
transformación de productos elaborados por los sistemas denominados 'a maquila', cuando la contratación conste en
registros públicos.
El reclamante puede requerir medidas de conservación del bien a su costa y el juez puede disponer entregárselo en
depósito mientras tramita su pedido.
El derecho a que se refiere este artículo no puede ejercitarse si de acuerdo con el título de transmisión el fallido
conservaría la facultad de mantener el bien su poder y el juez decide, a pedido del síndico o de oficio, continuar en esa
relación a cargo del concurso.

En la quiebra es fundamental esclarecer la real composició n del activo eventualmente sujeto a liquidació n. Para
ello existen acciones de recomposició n de la masa patrimonial, enderezadas a reintegrar al activo liquidable los
bienes indebidamente salidos del patrimonio fallido. Pero, como contracara, existen también acciones de
separació n de ciertos bienes que aparentemente está n en el patrimonio del fallido y que no deben integrar el activo
liquidable; se refiere a todos los casos en que el fallido tiene a su poder bienes que le han sido entregados por título
no destinado a transmitir el dominio. De modo que está n incluidas las transmisiones a título de comodato, prenda,
depó sito, leasing, usufructo, uso y habitació n.
En la ú ltima parte del art. se contempla el supuesto en que puede resolverse ya sea de oficio o a pedido del
síndico, que el concurso continú e la relació n preexistente en virtud del cual el fallido entró a tener el bien en cuyo
caso la contraprestació n será un crédito del concurso.

 Contrato de
maquila. Conforme al art. 1° de la ley 25.113, hay contrato de maquila o de depó sito de maquila “cuando el
productor agropecuario se obligue a suministrar al procesador o industrial materia prima con el derecho
de participar, en las proporciones que convengan, sobre el o los productos finales resultantes, los que
deberá n ser de idénticas calidades a los que el industrial o procesador retenga para sí”. Por caso, el
productor entrega el producto primario “uva” para que el fabricante lo transforme en el resultado
elaborado “vino”. La norma establece que productor agropecuario mantiene en todo el proceso de
transformació n la propiedad sobre la materia prima y luego sobre la porció n del producto final que le
corresponder. De ahí que, en caso de quiebra del fabricante, si el bien elaborado existe, se permite
readquirirlo, lo que constituye un verdadero derecho de separació n. La falencia del fabricante no provoca
la conversió n del derecho del productor en una acreencia concurrente comú n.

 Readquisición
de la posesión.
ARTICULO 139.- Readquisición de la posesión. El enajenante puede recobrar la posesión de los bienes remitidos al
fallido por título destinado a trasferir el dominio, cuando concurran las siguientes circunstancias:
1) Que el fallido o sus representantes no hayan tomado posesión efectiva de los bienes antes de la sentencia de
quiebra;
2) Que el fallido no haya cumplido íntegramente con su prestación;
3) Que un tercero no haya adquirido derechos reales sobre las cosas de la quiebra, sin perjuicio de lo dispuesto en
el Artículo 141.
En este caso el tercero puede readquirir su posesió n, cuando concurren las circunstancias previstas. La
disposició n legal es la consagració n de la vieja institució n de la detenció n, en trá nsito, de la mercadería enajenada a
los fallidos. Sus condiciones actuales de ejercicio está n detalladamente en el art. 137. Los presupuestos de esta
readquisició n se pueden sintetizar:
 Enajenació n, a título oneroso, de cosas muebles, la regla no se aplica a los inmuebles.
 Enajenante acreedor, porque el fallido no ha cumplido aun su prestació n o no lo ha hecho íntegramente.
 Fallido, o representantes de él, que no han tomado posesió n efectiva antes de la sentencia de quiebra.
 Inexistencia de tercero que adquiera derechos reales sobre la cosa (sin perjuicio del art. 141).

ARTICULO 140.- Presupuesto de ejercicio del derecho del remitente. El derecho acordado en el artículo anterior se
aplica aunque hubiere tradición simbólica y su ejercicio se sujeta a la siguiente regulación:

1) El enajenante debe hacer la petición en el juicio de quiebra dentro de los TREINTA (30) días siguientes a la
última publicación de edictos en la jurisdicción donde debieran entregarse los bienes o de la última publicación en la
sede del juzgado si aquéllos no correspondieren.

2) El síndico puede optar por cumplir la contraprestación y mantener los bienes en el activo del concurso. Esta
opción debe manifestarse dentro de los QUINCE (15) días de notificada la petición del enajenante y requiere
autorización judicial.

3) Para recobrar los efectos, el enajenante debe desinteresar al acreedor prendario de buena fe, que se hubiere
constituido antes de la quiebra.

4) El enajenante que pretenda recobrar la posesión de los bienes debe hacerla efectiva dentro de los TREINTA (30)
días posteriores a la notificación de la admisión de su pedido y debe satisfacer previamente todos los gastos
originados por los bienes, incluso los de transporte, seguros, impuestos, guarda y conservación y depositar a la orden
del juzgado la contraprestación que hubiere recibido del fallido. No cumplidos en término tales requisitos y los del
inciso 1, o en el caso del inciso 2, los bienes quedan definitivamente en el activo del concurso.

5) El enajenante carece de derecho a reclamar daños o intereses.

Procedimiento. La demanda del enajenante debe interponerse ante el juez de la quiebra, y tiene un plazo de
caducidad de treinta días – há biles judiciales – computables a partir de la ú ltima publicació n de los edictos que
indica el texto legal. De la petició n de readquirir la posesió n se da traslado al síndico.

El síndico tiene 15 días para optar entre: a. manifestar que quiere cumplir la prestació n pendiente a fin de
mantener los bienes en el activo falencial, para lo cual el juez deberá autorizarlo; b. oponerse a la pretensió n del
enajenante, por considerar que no está n reunidos los presupuesto del ejercicio de su derecho; c. acceder
expresamente a la pretensió n del enajenante o, simplemente, dejar transcurrir el plazo sin contestar el traslado.

El juez debe decidir si el síndico optó por la conservació n de los bienes, el magistrado otorga autorizació n o la
deniega, es asimismo conveniente fijar un plazo para que el síndico cumpla y dejar aclarada la operatividad
automá tica de la consecuencia – que el tercero recobre los efectos – en caso de incumplimiento por el funcionario
concursal; en un segundo caso, resolverá la contienda en favor del enajenante o del síndico, só lo en este supuesto
corresponde la imposició n de costas; y en un tercer caso, ni el allanamiento ni la falta de contestació n de la
demanda son vinculantes para el juez concursal; pese a tales situaciones procesales, igual debe decidir si accede o
no a la pretensió n del enajenante y si corresponde sancionar al sindica cuando éste no contestó el traslado.

En todos los casos en que la pretensió n del enajenante resulte admitida, éste debe desinteresar al acreedor
prendario de buena fe anterior a la quiebra; pagar los gastos originados por los bienes; depositar a la orden del
juez concursal la contraprestació n parcial percibida del fallido; tomar posesió n de la cosa.

En caso de incumplimiento, los bienes quedan incorporados al activo falencial. Cuando los bienes o efecto cuya
readquisició n se pretende han perecido, desaparecido o fueron transferidos a terceros, la regulació n se rige por el
siguiente art.:
ARTICULO 141.- Transferencia a terceros: cesión o privilegio. Si un tercero ha adquirido derecho real sobre los
bienes enajenados, mediando las circunstancias del Artículo 139, incisos 1 y 2, y adeuda su contraprestación, el
enajenante puede requerir la cesión del crédito, siempre que sea de igual naturaleza que el suyo.

Si es de distinta naturaleza, tiene privilegio especial sobre la contraprestación pendiente hasta la concurrencia de
su crédito.

Indemnizaciones. Igual derecho asiste al enajenante sobre la indemnización debida por el asegurador o por
cualquier otro tercero responsable, cuando los objetos hubieren desaparecido o perecido total o parcialmente
encontrándose en las condiciones del párrafo precedente o en las de los Artículos 139 y 140.

Cuando los bienes cuya readquisició n pretende el enajenante: a. han perecido o desaparecido, el derecho del
enajenante se traslada a la indemnizació n que pudiera adeudarse y b. han sido transferidos a un tercero, el derecho
del enajenante se traslada sobre la prestació n que ese tercero pudiera adeudar al fallido, hasta la concurrencia del
crédito de éste, y puede requerir la cesió n del crédito cuando es de igual naturaleza que el suyo originario, o
adquiere privilegio especial sobre la contraprestació n pendiente cuando ella es de distinta naturaleza.

 Legitimación del síndico.


<<Art. 142.- A los efectos previstos en esta sección el síndico está legitimado para el ejercicio de los derechos
emergentes de las relaciones jurídicas patrimoniales establecidas por el deudor, antes de su quiebra.
Son nulos los pactos por los cuales se impida al síndico el ejercicio de los derechos patrimoniales de los fallidos.
La quiebra no da derecho a los terceros al resarcimiento de daños por aplicación de esta ley. >>
La legitimació n procesal asignada al síndico es consecuencia de la pérdida de aquélla por el fallido como efecto
de desapoderamiento. La ú ltima parte del art. sienta como principio, que el incumplimiento originado en la
declaració n de quiebra no da derecho al tercero a reclamar dañ os y perjuicios. Pero ello no importa prohibir al
acreedor reclamar dañ os y perjuicios originados antes de la declaració n de la quiebra.
BOLILLA XVI
EXTENSION DE LA QUIEBRA - GRUPOS ECONÓ MICOS - RESPONSABILIDAD
1. Extensió n de la quiebra social. Socios con responsabilidad limitada.
La quiebra intenta satisfacer los intereses de los acreedores mediante la liquidació n de sus bienes y la
repartició n de su producido; demá s está decir que ese mecanismos, en muchos casos, da un resultado
insuficiente, lo que hace que los créditos queden parcial o a veces totalmente impagos. En estos casos la ley
contempla bajo el rubro de extensió n de la quiebra, diversos supuestos en los cuales una quiebra
preexistente - llamada quiebra principal – se propaga o extiende a otro sujeto, a quien se declara en
quiebra por extensió n. Son sujetos jurídicamente distintos de fallido, que no son deudores de las
obligaciones del fallido, que incluso pueden no estar en insolvencia, a los cuales sin embargo, se les
atribuye alguna responsabilidad como una consecuencia de la quiebra precedente. Es un instituto que
funció n só lo en las quiebras liquidativas.
No es necesario que esté en insolvencia, ni se analiza ella como presupuesto de la apertura falencial, ni
podría argumentarse la solvencia para resistir la quiebra por extensió n.
Los presupuestos de la quiebra por extensió n son: la existencia de una quiebra principal y la configuració n,
entre el quebrado principal y el sujeto a quien se pretende extender esa quiebra, de una liquidació n
tipificada legalmente como caso de extensió n. Esto es lo que se debe acreditar en el procedimiento para la
declaració n de quiebra por extensió n.
Así, aparecen dos regulaciones en al LC:
- Extensió n de la quiebra, que consiste en la declaració n de quiebra de otro sujeto, distinto
jurídicamente del fallido, no deudor de las obligaciones de éste. Puede deberse a distintas causas:
i. Existir alguna razó n por la cual atribuir al sujeto in bonis, responsabilidad ilimitada por las
obligaciones de una sociedad fallida, lo cual se trata de una manera de hacer efectiva la
responsabilidad de los socios que corresponde a ciertos tipo sociales o a ciertas
circunstancias de la vida societaria justifican la pérdida de la responsabilidad limitada al
aporte;
ii. Mediar alguna conducta reprochable que amerite la declaració n en quiebra como sanció n:
abuso de la responsabilidad jurídica societaria con fraude a los acreedores, abuso de control
interno mayoritario consistente en el desvío indebido del interés social y confusió n
patrimonial inescindible.
- El régimen de responsabilidad de terceros y representantes, que persigue la imposició n de una
sanció n resarcitoria consistente en la atribució n del deber de indemnizar el dañ o causado.
Al ser una excepcion al principio general concursal de que no hay quiebra sin insolvencia, es este sentido,
es de interpretació n restrictiva dicha institució n.

<<ARTICULO 160.- Socios con responsabilidad ilimitada. La quiebra de la sociedad importa la quiebra de sus
socios con responsabilidad ilimitada. También implica la de los socios con igual responsabilidad que se
hubiesen retirado o hubieren sido excluidos después de producida la cesación de pagos, por las deudas
existentes a la fecha en la que el retiro fuera inscrito en el Registro Público de Comercio, justificadas en el
concurso.
Cada vez que la ley se refiere al fallido o deudor, se entiende que la disposición se aplica también a los socios
indicados en este artículo.>>
El sentido de la extensió n es desde la quiebra de la sociedad hacia los socios ilimitadamente responsables;
no a la inversa. Los presupuestos para este caso de extensió n SON: la quiebra de una sociedad, la calidad de
socio en el extendido y se éste un socio responsable ilimitadamente por todo el pasivo social.
La doctrina discrepa sobre el alcance de la extensió n, en cuanto si comprende a los socios con
responsabilidad ilimitada contractual u originaria (tesis restrictiva); o también a los socios con
responsabilidad ilimitada derivativa o sancionatoria (tesis amplia); o cualquiera fuera el origen de la
ilimitació n de la responsabilidad, só lo a los que tienen ilimitació n de responsabilidad stricto sensu, esto es,
quienes responden con todo su patrimonio por todo el pasivo social (tesis intermedia).Los distintos
ó rdenes de responsabilidades, sea por su fuente o por su extensió n, ha dado lugar a diversas tesos para
determinar quiénes son alcanzados por la propagació n de la quiebra:
- Tesis Maffía: para este autor son alcanzados só lo aquellos que ab initio son responsables solidarios
e ilimitados por el pasivo social; esto es, los socios de la sociedad colectiva, los socios comanditados
de la sociedad en comandita. En los demá s casos, donde la responsabilidad aparece como una
sanció n, a posteriori de la constitució n de la persona jurídica, no procede su aplicació n.
- Tesis de Alberti: la quiebra se extiende al socio que fuera originalmente un responsable ilimitado
segú n su voluntad jurídica al asociarse, y también a quien fuere socio y por alguna prescripció n del
sistema societario.
- Tesis Rouillon: sostiene que la quiebra se extiende cuando el socio responde con todo su
patrimonio por el todo el pasivo social. Esta es la solució n razonable. Só lo el compromiso por todo el
pasivo social es lo que justifica la extensió n de la quiebra. Si só lo se es coobligado en un determinado
vinculo quien sea titular activo de esa relació n jurídica, verificará su crédito en la quiebra social y
demandará al coobligado solidario por otra vía.
El socio con responsabilidad ilimitado retirado o excluido antes de la quiebra social, pero después de la
iniciació n del estado de cesació n de pagos de la fallida principal, también puede ser declarado en quiebra
por extensió n (pese a ser un ex socio). En este caso, no rige el plazo de retroacció n de dos añ os que prevé el
art. 116, a fin de establecer si fue excluido o retirado “después de producida la cesació n de pagos”. Si se
declara la quiebra por extensió n, empero, este ex socio es responsable solamente por la parte del pasivo
social anterior a la inscripció n registral del retiro o exclusió n.
La regla es la conformació n de masas separadas, masa ú nica corresponde cuando hay confusió n
patrimonial inescindible. En consecuencia, se formará una masa integrada por activo y pasivo de la
sociedad, y tantas masas como socios ilimitadamente responsables fueran declarados quebrados por
extensió n. Sobre el activo personal de cada socio concurren sus acreedores particulares má s los acreedores
de la sociedad que, así, repiten su concurrencia en todas las masas. Los acreedores sociales concurren a
todas las masas por el valor íntegro de su acreencia. NUNCA SE FORMA MASA RESIDUAL O DE
REMANENTES.

2. Actuació n en interés personal. Controlantes. Confusió n patrimonial. Competencia


<<ARTICULO 161.- Actuación en interés personal. Controlantes. Confusión patrimonial. La quiebra se
extiende:
1) A toda persona que, bajo la apariencia de la actuación de la fallida, ha efectuado los actos en su interés
personal y dispuesto de los bienes como si fueran propios, en fraude a sus acreedores;
2) A toda persona controlante de la sociedad fallida, cuando ha desviado indebidamente el interés social de la
controlada, sometiéndola a una dirección unificada en interés de la controlante o del grupo económico del que
forma parte.
A los fines de esta sección, se entiende por persona controlante:

a) aquella que en forma directa o por intermedio de una sociedad a su vez controlada, posee participación por
cualquier título, que otorgue los votos necesarios para formar la voluntad social;
b) cada una de las personas que, actuando conjuntamente, poseen participación en la proporción indicada en el
párrafo a) precedente y sean responsables de la conducta descrita en el primer párrafo de este inciso.

3) A toda persona respecto de la cual existe confusión patrimonial inescindible, que impida la clara delimitación de
sus activos y pasivos o de la mayor parte de ellos.>>

Requisitos para que proceda la extensió n de la quiebra:

a) Que se haya declarado la quiebra, sea de una sociedad, sea de una persona física.
b) Que otra persona haya dispuesto de los bienes del fallido como si fuesen propios.
c) Que haya sido en interés personal.
d) Que haya actuado en fraude a los acreedores.

Dichos recaudo, requieren a su vez de ciertas precisiones:

a) La extensió n de la quiebra puede hacerse contra una persona física o jurídica.


b) El sujeto a quien se extiende, puede o no ser socio, es decir, puede ser un tercero.
c) La disposició n de bienes como si fuesen propios alude desde una simple distracció n de fondos hasta la
confusió n patrimonial; sin tratarse de actos aislados, sino de una conducta que importe dar preeminencia
al interés personal por encima del interés del fallido.

El texto contempla tres supuestos de extensió n falencial:

- Actuació n en interés personal. Son presupuestos de este caso de extensió n: a) quiebra principal de
una persona física o jurídica; b) otra persona física o jurídica, que ha inducido la actuació n de la
fallida, y lo ha hecho de determinada manera legalmente tipificada por la realizació n de actos de
disposició n de bienes, en interés personal de la persona que indujo la actuació n relacionada (lo que
no se traduce en un engrosamiento patrimonial, necesariamente, para él; basta el desvío del
resultado del acto de disposició n) y en fraude de los acreedores (de la quebrada principal). Tal
conducta reprochable que funciona como detonante de la extensió n falencial al sujeto que la lleva a
cabo, debe haber tenido relació n de causalidad con la insolvencia de la quebrada principal (con su
mantenimiento, producció n, agravació n o prolongació n indebida).
- Control abusivo: los presupuestos de este caso de extensió n son: a)quiebra principal de una
sociedad controlada; b)control de tipo interno, de hecho o de derecho; c) la persona controlante
puede ser física o jurídica; d) la mera existencia del control es insuficiente, ya que debe haberse
ejercitado abusivamente, configurá ndose un desvío indebido interés social de la sociedad
controlada; e) el control abusivo debe haberse ejercitado sometiéndola a una direcció n unificada en
interés de la controlante o del grupo econó mico del que ella forma parte; f) la actuació n abusiva
reprochada debe guardar relació n de causalidad con la insolvencia de la sociedad controlada.
- Confusió n patrimonial inescindible: en este caso existe una quiebra principal en la cual se descubre
que el patrimonio de la fallida se confunde con otros patrimonios aparentemente pertenecientes a
sujetos diferenciados. En la realidad econó mica, se comprueba la existencia de una sola unidad
patrimonial que, por lucir atribuida a distintos titulares, exige la declaració n en quiebra – por
extensió n – de éstos, para reunir en una sola masa los diversos segmentos del patrimonio
insolvente. El presupuesto revelador es la promiscuidad de la administració n acentuada de los
bienes de los diferenciados titulares.

Competencia.
<<ARTICULO 162.- Competencia. El juez que interviene en el juicio de quiebra es competente para decidir su
extensión.
Una vez declarada la extensión, conoce en todos los concursos el juez competente respecto de aquel que prima
facie posea activo más importante. En caso de duda, entiende el juez que previno.
Idénticas reglas se aplican para el caso de extensión respecto de personas cuyo concurso preventivo o quiebra
se encuentren abiertos, con conocimiento del juez que entiende en tales procesos.>>
El juez que interviene en el proceso de quiebra es competente para decidir su extensió n..
Una vez declaradas las extensiones, conoce en todos los concursos aquel que es competente sobre el juicio
del activo má s importante. Si hubiese duda sobre cuá l de los quebrados tiene el activo má s importante, se
conserva la competencia del juez que previno, esto es, del que siendo competente en la primera quiebra,
decretó las extensiones.
La circunstancia de que una persona jurídica o física esté en concurso o quiebra, no obsta a que se siga
contra ella un proceso de extensió n de quiebra. En esta hipó tesis se aplican las mismas reglas, por lo que
será competente en el juicio de extensió n el juez de la quiebra que se pretende extender. Pero:
i. El concurso preventivo o la quiebra del sujeto contra quien se dirige el juicio de extensió n sigue en
trá mite ante su propio juez.
ii. Debe ponerse en conocimiento del juez que entiende en el concurso preventivo o quiebra la
existencia del juicio de extensió n;
iii. El juicio preventivo o quiebra del sujeto pasivo de la pretensió n de extensió n no se suspende.
iv. El juez de la quiebra del sujeto pasivo de la pretensió n de extensió n, debe disponer só lo la
suspensió n de la distribució n final, pues si ella se concreta puede frustrar total o parcialmente la
finalidad del juicio de extensió n;
v. En caso de quiebra del sujeto contra el que se sigue el juicio de extensió n, éste debe tramitar con el
síndico de la quiebra ya declarada y el mismo sujeto ya fallido.

3. Petició n de extensió n. Trá mite, plazos y legitimació n.


ARTICULO 163.- Petición de la extensión. La extensión de la quiebra puede pedirse por el síndico o por cualquier
acreedor.
La petición puede efectuarse en cualquier tiempo después de la declaración de la quiebra y hasta los SEIS (6)
meses posteriores a la fecha en que se presentó el informe general del síndico.
Este plazo de caducidad se extiende:
1) En caso de haberse producido votación negativa de un acuerdo preventivo hasta SEIS (6) meses después del
vencimiento del período de exclusividad previsto en el Artículo 43 o del vencimiento del plazo previsto en el
Artículo 48 inciso 4) según sea el caso.
2) En caso de no homologación, incumplimiento o nulidad de un acuerdo preventivo o resolutorio, hasta los SEIS
(6) meses posteriores a la fecha en que quedó firme la sentencia respectiva.
Pueden pedir la extensió n de quiebra el síndico de la quiebra ya declarada, y cualquiera de los acreedores
verificado en ella. Los acreedores no deben estar comprendidos entre los que no pueden pedir la quiebra
de su deudor. Por lo que se ha decidido que no puede pedir la extensió n el có nyuge de aquel contra quien
se dirige la pretensió n.
El fallido no tiene legitimació n procesal para demandar la extensió n de su propia quiebra contra un tercero.
- Plazos.
En la quiebra directa el plazo es de seis meses contados desde que se presentó el informe general del
art. 39 LC.
En el caso de la quiebra por no obtenció n de conformidades en el concurso preventivo, el plazo de
seis meses se computa desde el vencimiento del periodo de exclusividad; pero si hubo interesados
inscriptos en el registro de aspirantes a adquirir las acciones de la sociedad, el término se computa
desde el día en que expiró el plazo otorgado a los inscriptos para acompañ ar las conformidades de
los acreedores con su propuesto de acuerdo preventivo.
En caso de quiebra por incumplimiento o nulidad del acuerdo preventivo, la extensió n de quiebra
puede promoverse dentro de los seis meses desde que quedó firme la sentencia de quiebra.
- Trá mite. El juicio de extensió n de quiebra tramita por las reglas del proceso ordinario.
Siendo partes: el síndico de la quiebra principal; el acreedor que haya promovido la extensió n de
quiebra; el sujeto contra el cual se sigue la extensió n de quiebra; el síndico de la quiebra o concurso
preventivo del sujeto contra el que se sigue la extensió n de la quiebra. Si alguna se encuentra en
concurso preventivo o quiebra, es también parte el síndico de ese proceso. La instancia perime a los
seis meses.

4. Medidas precautorias. Coexistencia con otros trá mites procesales. Coordinació n de procedimientos.
El art. 164 in fine autoriza al juez de la extensió n de quiebra a disponer las medidas cautelares del art. 85
de la LC contra los demandados por extensió n en quiebra. Se limita al caso en que quien las peticiona es el
síndico de la quebrada principal, no así cuando las solicita el acreedor demandante, quien só lo compromete
su propia responsabilidad y no las del concurso.

ARTICULO 165.- Coexistencia con otros trámites concursales. Los recursos contra la sentencia de quiebra no obstan al
trámite de extensión. La sentencia sólo puede dictarse cuando se desestimen los recursos.

Si la sentencia de quiebra principal estuviese sujeta a recursos, mientras éstos no estén definitivamente
desestimados no puede dictarse sentencia en el procedimiento de extensió n de quiebra. Sin embargo, este trá mite
no se suspende, continuá ndose hasta la conclusió n de la causa para sentencia. La existencia de recursos pendientes
contra la sentencia de quiebra principal, tampoco suspende el plazo de caducidad para interponer la demanda de
extensió n.

El tramite abierto para decidir la extensió n de quiebra, puede concluir de manera favorable o desfavorable a las
pretensiones del actor.

 La sentencia que admite la pretensió n de extensió n es una verdadera sentencia de quiebra, y


como tal se ajusta a las previsiones del art. 88 LCQ. Su recurribilidad se rige por las normas
del lugar del juicio que estipulen los recursos admisibles contra una sentencia de mérito
dictada en juicio ordinario.
 La sentencia que desestima la extensió n de quiebra es recurrible por igual recurso
(apelació n) y con el mismo efecto suspensivo que la sentencia declarativa de quiebra por
extensió n. La imposició n de costas, en la sentencia que rechaza la extensió n, decide de
acuerdo al régimen procesal comú n. En caso de imponerse a la parte actora, si demandó el
síndico, las costas será n a cargo del concurso, en tanto que si demandó a algú n acreedor, el
carga con las respectivas costas.
ARTICULO 166.- Coordinación de procedimientos. Sindicatura. Al decretar la extensión, el juez debe disponer las
medidas de coordinación de procedimientos de todas las falencias.
El síndico ya designado interviene en los concursos de las personas alcanzadas por la extensión, sin perjuicio de la
aplicación del Artículo 253, parte final.
En particular lo que el juez dispondrá si media masa ú nica o masas separadas. Esta regla supone que el juez que
dispone la extensió n conserva la competencia pues, si debe ceder en beneficio del juez que corresponda al sujeto
que tenga el activo má s importante debe abstenerse de adoptar estas decisiones.
También la decisió n sobre la sindicatura en las quiebras vinculadas (ú nica o plural; por el mismo sindico o por otro
en caso de imposibilidad de desempeñ o del originario cuando el expediente se desplaza a una jurisdicció n donde
no está habilitado para actuar, etc.) corresponde tomarla al juez que en definitiva resulta competente.

5. Masa ú nica y separada. Cesació n de pagos. Créditos entre fallidos. Efectos de la sentencia de extensió n.
 Masa ú nica.
ARTICULO 167.- Masa única. La sentencia que decrete la extensión fundada en el Artículo 161, inciso 3,
dispondrá la formación de masa única.
También se forma masa única cuando la extensión ha sido declarada por aplicación del Artículo 161, incisos 1
y 2 y se comprueba que existe confusión patrimonial inescindible. En este caso, la formación de masa única
puede requerirla el síndico o cualquiera de los síndicos al presentar el informe indicado en el Artículo 41. Son
parte en la articulación los fallidos y síndicos exclusivamente.
El crédito a cargo de más de uno de los fallidos concurrirá una sola vez por el importe mayor verificado.
La masa ú nica o sistema de unidad de masa só lo se emplea cuando hay confusió n patrimonial inescindible
entre la fallida principal y los quebrados por extensió n. Si esta confusió n ha sido la causa determinante de
la extensió n de quiebra, la formació n de masa ú nica se ordena ab initio, en la misma sentencia de extensió n
de quiebra.
Si, en cambio, la extensió n de quiebra fue decidida por alguna otra causa que no fuera la del inc. 3 del art.
161, y después se descubre la existencia de confusió n patrimonial entre los sujetos de las quiebras
vinculadas, la pretensió n de formació n de masa ú nica puede ser articulada por el síndico al presentar el
informe general en cualquiera de las quiebras extendidas. La articulació n se sustancia con los síndicos y los
fallidos involucrados.
Una vez ordenada la conformació n de masa ú nica, se suman todos los bienes de los distintos quebrados
vinculados para integrar un solo activo liquidable, sobre el cual concurren promiscuamente todos los
acreedores de los diferentes quebrados (quienquiera fuese el obligado de cada acreedor y aunque se
hubiera verificado la acreencia en uno solo de los concursos). Es como si todos los acreedores tuvieran un
solo deudor con un patrimonio ú nico liquidable.
La suma del producido de todos bienes se distribuye entre los acreedores de todos los fallidos sin
preferencias entre ellos; respetá ndose los privilegios que existiesen sobre los bienes de cada uno de los
fallidos (ejemplo: si hay un acreedor hipotecario, este percibe su crédito sobre el producido de ese bien y el
remanente entra a la masa ú nica).
Si existen créditos entre fallidos vinculados por extensió n de sus quiebras donde se ha formado masa
ú nica, tales créditos no son considerados integrantes de dicha masa sino que se produce respecto de ellos
una suerte de extinció n.
 Masas separadas.
ARTICULO 168.- Masas separadas. Remanentes. En los casos no previstos en el artículo anterior, se consideran
separadamente los bienes y crédito pertenecientes a cada fallido.
Los remanentes de cada masa separada, constituyen un fondo común, para ser distribuido entre los
acreedores no satisfechos por la liquidación de la masa en la que participaron, sin atender a privilegios.
Sin embargo, los créditos de quien ha actuado en su interés personal, en el caso del Artículo 161, inciso 1 o de
la persona controlante en el caso del Artículo 161, inciso 2 no participan en la distribución del mencionado
fondo común.
Este sistema, se forma en los casos de extensió n de quiebra contemplados en los incs. 1y 2 del art. 161 de
la LCQ, siempre y cuando no existiera confusió n patrimonial inescindible entre los quebrados vinculados.
Importa la formació n de masas activas y pasivas para cada una de las quiebras por separado (como si se
tratara de concursos autó nomos), hasta la distribució n del activo liquidado en todas, oportunidad a partir
de la cual se aprecia si se forma la masa remanente.
Las masas separadas se constituyen y liquidan separadamente, esto es una por cada quiebra, tanto en
activos cuanto en pasivos. De allí que los acreedores de cada quiebra cobren sus créditos sobre el dinero
que se obtiene de la liquidació n de los activos de aquel sujeto del cual son acreedores.
Las masas activas está n constituidas, una para cada quiebra, con los bienes del fallido correspondiente.
Las masas pasivas está n integradas, una para cada quiebra, con los acreedores de cada fallido.
Si queda remanente activo en algunas quebradas por extensió n y saldos insolutos de pasivo en la quebrada
principal, aquél conforma la masa residual que se aplica a satisfacer los créditos insatisfechos como si
fuesen todos quirografarios.
Si un sujeto es acreedor en má s de una quiebra, por el mismo crédito, siendo los distintos quebrados
deudores solidarios, se aplica la regla del 135. Cabe tener presente, que los créditos entre fallidos
vinculados por extensió n, cuando se conforman masas plurales, no participan del fondo comú n.
 Cesació n de pagos.
ARTICULO 169.- Casación de pagos. En caso de masa única, la fecha de iniciación del estado de cesación de
pagos que se determine a los efectos de los Artículos 118 y siguientes, es la misma respecto de todos los
fallidos. Se la determina al decretarse la formación de masa única o posteriormente.
Cuando existan masas separadas, se determina la fecha de iniciación de la cesación de pagos respecto de cada
fallido.
La ley distingue segú n se disponga masa ú nica o masas separadas. Si hay masa ú nica, hay una ú nica fecha
de cesació n de pagos para todos los fallidos (hay un solo patrimonio). Se plantea un interrogante referente
a desde cuando se computan los dos añ os del periodo de retroacció n, Rouillon sostiene que se debe
computar desde la primera sentencia de quiebra, es decir, la llamada quiebra principal a partir de la cual se
extendió a otros sujetos.
Por otro lado, si hay masas separadas, la fecha de cesació n de pagos, de fija separadamente en cada
quiebra, y el período de retroacció n por tanto se computa desde la fecha en que dictó la sentencia de
extensió n de quiebra.

 Créditos entre fallidos.


ARTICULO 170.- Créditos entre fallidos. Los créditos entre fallidos se verifican mediante informe del síndico, o
en su caso mediante un informe conjunto de los síndicos actuantes en las diversas quiebras, en la oportunidad
prevista en el Artículo 35, sin necesidad de pedido de verificación.
Dichos créditos no participan del fondo común previsto en el Artículo 168.
No son considerados los créditos entre los fallidos, comprendidos entre la masa única.
Dado que los fallidos carecen de legitimació n o capacidad procesal en relació n a bienes desapoderados, no
pueden demandar verificació n de su crédito en la quiebra de un deudor de ellos. El ejercicio de ese tipo de
pretensió n creditoria corresponde al síndico de la quiebra del fallido acreedor. En los casos de quiebra
vinculadas por extensió n, la sindicatura es comú n, razó n por la cual el ejercicio de la pretensió n
verificatoria, por el síndico de un quebrado por extensió n, en la quiebra de otro sujeto vinculado por
quiebra a ella, puesto que en ambas se trata del mismo síndico o sindicatura plural (regulada por las
normas de coordinació n). El art. libera a los síndicos de demandar la verificació n del crédito fallido por
extensió n, en la vinculada quiebra de otro de los fallidos extendidos, e imponiendo el mecanismo
sustantivo de la verificació n, mediante el informe del síndico, o en su caso, el informe conjunto de los
síndicos actuantes en las diversas quiebras.
En el supuesto de “concurrencia de los créditos de un fallido en la quiebra de otro fallido vinculados por
extensió n” se hace una distinció n:
- Si se trata de extensió n de quiebra sujeta al sistema de pluralidad de masas o masas separadas con
fondo comú n, los créditos de los fallidos acreedores del otro de los fallidos vinculados por extensió n,
concurren en el pasivo de la correspondiente masa separada. Pero en caso de no cancelarse
íntegramente ese crédito en la respectiva masa, el saldo impago no puede concurrir en la masa
remanente.
- Si se trata de extensió n de quiebra con masa ú nica o sistema de unidad de masa, los créditos entre
fallidos vinculados por extensió n no pueden concurrir en la masa ú nica.
 Efectos de la sentencia de extensió n.
ARTICULO 171.- Efectos de la sentencia de extensión. Los efectos de la quiebra declarada por extensión se
producen a partir de la sentencia que la decrete.
La sentencia opera ex nunc, es decir, hacia futuro y sin retroactividad a la fecha de la sentencia de la
quiebra principal. Esta sentencia poner fin a un proceso ordinario, por lo que debe satisfacer todos los
recaudos de una sentencia de proceso de conocimiento. Y si concluye admitiendo la extensió n, declara el
estado de quiebra del demandado y por ello, debe satisfacer todos los recaudos del art. 88.

6. Grupos econó micos. Responsabilidad de terceros.


ARTICULO 172.- Supuestos. Cuando dos o más personas formen grupos económicos, aun manifestado por
relaciones de control pero sin las características prevista en el Artículo 161, la quiebra de una de ellas no se
extienden a las restantes.
La existencia de agrupamiento societario, grupo econó mico o conjunto econó mico, no importa per se la
extensió n de la quiebra de uno de los miembros del grupo a los restantes. La extensió n só lo tiene lugar:
- Si se configura alguno de los supuestos del art. 161.
- Cuando se declara la quiebra indirecta de alguno de los integrantes del agrupamiento, en la medida
que se hubiera hecho uso del concurso preventivo agrupado, y dentro de éste se hubiese optado por
la propuesta unificada de acuerdo preventivo.

 Responsabilidad de terceros.

La quiebra genera numerosas responsabilidades al fallido y a ciertos terceros.

a) Fallido. É ste es quien tiene definidas responsabilidad, tanto en el ámbito concursal como en otros
ordenamientos legales.
- La quiebra sujeta a la casi totalidad de los bienes del fallido a un destino liquidativo, para satisfacer
las deudas anteriores a la declaració n de quiebra y las deudas generadas por el proceso concursal,
segú n un complejo sistema de distribució n signado por reglas de prioridades propias de la
liquidació n colectiva.
- El fallido también experimenta ciertas restricciones para actuar en determinadas á reas, como
consecuencia de la quiebra en sí, y cuya duració n depende de ciertos factores relacionados con su
conducta.
- La conducta del fallido puede encuadrar en la ó rbita del derecho penal, y dar lugar sanciones de
índole criminal.
b) Terceros. Cuando se habla de terceros se refiere a una pluralidad de sujetos que no son el fallido o la fallida,
que pueden tener mayor o menor proximidad con los fallidos o, mejor, con el patrimonio en quiebra. Es
tercero pró ximo, a modo de ejemplo, el administrador de los bienes de la persona jurídica en quiebra; pero
también es tercero un có mplice en la realizació n de actos fraudulentos hacia los acreedores del quebrado:
- Los terceros pueden incurrir en ciertos delitos que tienen relació n directa con una quiebra,
incurriendo en responsabilidad penal.
- Son sometidos a iguales inhabilitaciones que los fallidos, como consecuencia de la quiebra de su
administrada.
- La eventual responsabilidad patrimonial de terceros en caso quiebra. Si bien la quiebra, en principio,
solo somete a liquidació n los bienes del fallido, en algunos supuestos se impone a determinados
terceros el deber de aportar bienes o valores con mira a incrementar el producto repartible entre los
acreedores de la fallida. Ello tiene lugar, en la quiebra liquidativa, donde se paga con el producto de
la liquidació n del activo falencial, usualmente escaso para cubrir la totalidad del pasivo; pero,
ademá s es menester que se configuren ciertas conductas en el actuar de determinados terceros para
que, posteriormente al ejercicio de las acciones enderezadas a su comprobació n, se establezca el
deber de reparar que torne efectiva la responsabilidad de terceros.
Responsabilidad de representantes y terceros.

ARTICULO 173.- Responsabilidad de representantes. Los representantes, administradores, mandatarios o


gestores de negocios del fallido que dolosamente hubieren producido, facilitado, permitido o agravado la
situación patrimonial del deudor o su insolvencia, deben indemnizar los perjuicios causados.

Responsabilidad de terceros. Quienes de cualquier forma participen dolosamente en actos tendientes a la


disminución del activo o exageración del pasivo, antes o después de la declaración de quiebra, deben
reintegrar los bienes que aún tengan en su poder e indemnizar los daños causados, no pudiendo
tampoco reclamar ningún derecho en el concurso.

1. Responsabilidad de representantes. El art. contempla una acció n específicamente concursal de


responsabilidad matrimonial de ciertos representantes de una persona en quiebra. La acció n
contemplada no excluye la existencia, operatividad y eventual promoció n de otras acciones de
responsabilidad patrimonial de agentes o representantes de un sujeto quebrado..
- Sujetos responsables: pueden ser los representantes, administradores, mandatarios o gestores de
negocios de la persona fallida (no incluidos síndicos o miembros del ó rgano de vigilancia o
fiscalizació n societarios).
- La conducta legamente reprochada que origina la responsabilidad patrimonial de los terceros
consiste en haber: producido, facilitado, permitido o agravado la insolvencia del patrimonio del
fallido, o la disminució n de su responsabilidad patrimonial.
- La actuació n del tercero subsumible en alguno de los supuestos descriptos precedentemente tiene
que estar signada por el dolo del autor. É ste es el ú nico factor de atribució n de la acció n concursal de
responsabilidad contemplada en el pá rr. 1° del art. 173. La existencia de un obrar culposo
determinante de insolvencia puede, en su caso, hacer operativas otras acciones no concursales de
responsabilidad de terceros, en la medida en que fuesen aplicables disposiciones de derecho comú n.
El dolo ha de entenderse como la producció n de un dañ o de manera intencional o con manifiesta
indiferencia por los intereses ajenos. La valoració n de la conducta del agente productor del dañ o, la
relació n de causalidad entre el hecho y el dañ o, la prueba de los factores de atribució n y las
eximentes, así como las facultades judiciales se rigen por el CCC.
- La conducta antijurídica debe tener relació n de causalidad con el estado de cesació n de pagos o con
la disminució n de la responsabilidad patrimonial del fallido.
- Debe existir dañ o, a cuya reparació n apunta la acció n. Con respecto al dañ o, el mismo debe ser
distinguido en cuanto al que causó la actuació n antijurídica del sujeto y el dañ o que debe existir a la
hora de decidir la procedencia o no de la reparació n, consistente en la insuficiencia del activo
liquidado para satisfacer íntegramente a los acreedores de la quiebra.
- La consecuencia o deber de reparar, en caso de progreso de la acció n, se extiende a indemnizar los
perjuicios causados. La regla impone su integració n con las normas de derecho comú n. La violació n
del deber de no dañ ar a otro, o el incumplimiento de una obligació n, da lugar a la reparació n del
dañ o causado. En cuanto a su extensió n, la misma debe ser plena, consistente en la restitució n de la
situació n del damnificado al estado anterior al hecho dañ oso, sea por el pago en dinero o en especie.

2. Responsabilidad de terceros en general.


Las características de esta acció n concursal de responsabilidad patrimonial de terceros en quiebra son:
- Sujeto pasivo de la acció n: puede ser cualquier tercero, cualquier persona que no sea el propio
fallido, ya sea representante o no de él, su síndico societario, el síndico concursal, un acreedor,
etcétera.
- La conducta legalmente reprochada es la participació n en actos tendiente a la disminució n del activo
o la exageració n del pasivo. La noció n de participació n comprende la autoría como la complicidad.
- La conducta reprochada debe estar signada por dolo.
- La consecuencia o deber de reparar es mayor que en el supuesto del art. 173 pá rr. 1. Al deber de
indemnizar los dañ os causados se agregan el deber de reintegrar los bienes que aun tuviera en su
poder el tercero y la pérdida de cualquier derecho que quisiera reclamar en el concurso.

ARTICULO 174.- Extensión, trámite y prescripción. La responsabilidad prevista en el artículo anterior


se extiende a los actos practicados hasta UN (1) año antes de la fecha inicial de la cesación de pagos y
se declara y determina en proceso que corresponde deducir al síndico. La acción tramitará por las
reglas del juicio ordinario, prescribe a los DOS (2) años contados desde la fecha de sentencia de quiebra
y la instancia perime a los SEIS (6) meses. A los efectos de la promoción de la acción rige el régimen de
autorización previa del Artículo 119 tercer párrafo.

Extensión. La fecha se fija de acuerdo a lo establecido por el art. 116. A los fines de la responsabilidad de los
representantes y terceros, no rige el plazo má ximo de retroacció n contemplado en ese mismo art., solo para las
acciones de ineficacia falencial. De modo tal, que los actos que generan la responsabilidad patrimonial de terceros y
representante en caso de quiebra puede haber sido efectuados mucho tiempo atrá s de la declaració n judicial de la
respectiva falencia.
Prescripción. Las acciones tienen un plazo de prescripció n de dos añ os. Tal plazo se computa a partir de la fecha
del dictado de la sentencia de quiebra, independientemente de que mediaran o no recursos contra ella. No resulta
necesario que la misma se encuentre firme, no hay impedimento para promover la acció n de responsabilidad,
aunque no podrá dictarse sentencia en la acció n de responsabilidad hasta tanto no quedase firme la resolució n
judicial que fija la fecha inicial del estado de cesació n de pagos.
Trámite.
La legitimació n activa corresponde al síndico de la quiebra; en defecto de su actuació n, puede accionar cualquier
acreedor interesado. Antes de promover una de estas acciones el síndico deberá requerir y obtener autorizació n de
acreedores que representen mayoría simple del capital quirografario verificado y admitido.
Se sustancia y dilucida dentro de un proceso regido por las reglas del juicio ordinario. La instancia perime a los seis
meses. La sentencia que se dictare es recurrible de la manera reglada por el có digo procesal aplicable al juicio
originario adoptado por la tramitació n.
La competencia es exclusiva y excluyente del juez de la quiebra.
La carga de la prueba incube a la parte actora probar los extremos de procedencia de estas acciones y la extensió n
del dañ o reparable.

ARTICULO 175.- Socios y otros responsables. El ejercicio de las acciones de responsabilidad contra socios
limitadamente responsables, administradores, síndicos y liquidadores, corresponde al síndico.
Acciones en trámite. Si existen acciones de responsabilidad iniciadas con anterioridad, continúan por ante el Juzgado
del concurso. El síndico puede optar entre hacerse parte coadyuvante en los procesos en el estado en que se
encuentren o bien mantenerse fuera de ellos y deducir las acciones que corresponden al concurso por separado.
La norma refiere a cualquier acció n social de responsabilidad que en ausencia de quiebra de la sociedad hubiera
correspondido promover en beneficio de la sociedad. Lo relativo al ejercicio y procedencia de estas acciones
sociales de responsabilidad, su prescripció n, trá mite, efectos, consecuencias y alcance del deber de reparar, se
rigen por las disposiciones del ordenamiento societario.

En lo referente a la acciones en trá mite, el rol de parte actora puede conservarlo el socio que hubiese promovido
acció n social de responsabilidad antes de la declaració n de quiebra social. El síndico concursal puede optar entre
hacerse parte coadyuvante en el proceso preexistente, o deducir por separado las acciones que “corresponden al
concurso”
Si la acció n en trá mite había sido promovida por la sociedad ahora fallida (antes de la quiebra), só lo puede ser
continuada por el síndico atento al desapoderamiento de aquélla. La promoció n de una acció n social de
responsabilidad después de la quiebra corresponde al síndico.
Siempre que se trate del síndico, para iniciar una acció n de éstas o para continuarla necesita la autorizació n
reglada en el art. 119.
En cualquier caso de inacció n del síndico, cualquier acreedor interesado puede accionar en los términos y con los
recaudos del 120. En todos los supuestos la competencia se desplaza hacia el juez de concurso.

ARTICULO 176.- Medidas precautorias. En los casos de los artículos precedentes, bajo la responsabilidad del
concurso y a pedido del síndico, el juez puede adoptar las medidas precautorias por el monto que determine, aun
antes de iniciada la acción.
Para disponerlo se requiere que sumaria y verosímilmente se acredite la responsabilidad que se imputa.
Las acciones reguladas en esta sección se tramitan por ante el juez del concurso y son aplicables los Artículos 119 y
120, en lo pertinente.
BOLILLA XVIII
PERÍODO INFORMATIVO – LIQUIDACIÓ N Y DISTRIBUCIÓ N
1. Periodo informativo de la quiebra. Comité de acreedores. Quiebra indirecta. Impugnació n de
créditos concursales.
 Periodo informativo de la quiebra.
Las disposiciones son las mismas que para el concurso preventivo, y abarca desde el
proceso de verificació n de créditos hasta el informe general del síndico inclusive. El
procedimiento es diferente segú n se trate de quiebra directa o indirecta.
- Quiebra directa (art. 200)

Verificación de créditos: Todos los acreedores por causa o título anterior a la declaració n de
quiebra y sus garantes, deben formular al síndico el pedido de verificació n de sus créditos, indicando
monto, causa y privilegios. La petició n debe hacerse por escrito, en duplicado acompañ ando los títulos
justificativos con dos (2) copias firmadas; debe expresar el domicilio, que constituya a todos los efectos
del juicio. El síndico devuelve los títulos originales, dejando en ellos constancia del pedido de
verificació n y su fecha. Puede requerir la presentació n de los originales, cuando lo estime conveniente.
La omisió n de presentarlos obsta a la verificació n.

Efectos: El pedido de verificació n produce los efectos de la demanda judicial, interrumpe la prescripció n e
impide la caducidad del derecho y de la instancia.

Por cada solicitud de verificació n de crédito que se presente, el acreedor, sea tempestivo, incidental o tardío,
pagará al síndico un arancel equivalente al diez por ciento (10%) del salario mínimo vital y mó vil que se sumará a
dicho crédito. El síndico afectará la suma recibida a los gastos que le demande el proceso de verificació n y
confecció n de los informes, con cargo de oportuna rendició n de cuentas al juzgado, quedando el remanente como
suma a cuenta de honorarios a regularse por su actuació n. Exclú yase del arancel a los créditos de causa laboral, y a
los equivalentes a menos de tres (3) salarios mínimos vitales y mó viles, sin necesidad de declaració n judicial.

Facultades de información: El síndico debe realizar todas las compulsas necesarias en los libros y documentos
del fallido y, en cuanto corresponda, en los del acreedor. Puede asimismo valerse de todos los elementos de juicio
que estimule ú tiles y, en caso de negativa a suministrarlos, solicitar del juez de la causa las medidas pertinentes.

Debe formar y conservar los legajos correspondientes a los acreedores que soliciten la verificació n de sus
créditos. En dichos legajos el síndico deberá dejar la constancia de las medidas realizadas.

Período de observación de créditos: Vencido el plazo para solicitar la verificació n de los créditos ante el
síndico por parte de los acreedores durante el plazo de diez (10) días, contados a partir de la fecha de vencimiento,
el deudor y los acreedores que hubieren solicitado verificació n podrá n concurrir al domicilio del síndico a efectos
de revisar los legajos y formular por escrito las impugnaciones y observaciones respecto de las solicitudes
formuladas, bajo el régimen previsto en el artículo 35. Dichas impugnaciones deberá n ser acompañ adas de dos (2)
copias y se agregará n el legajo correspondiente, entregando el síndico al interesado constancia que acredite la
recepció n, indicando día y hora de la presentació n.
Dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de vencido el plazo previsto en el pá rrafo anterior, el síndico
presentará al juzgado un (1) juego de copias de las impugnaciones recibidas para su incorporació n al legajo
previsto por el artículo 279.

El síndico debe presentar los informes a que se refieren los artículos 35 y 39 (informe individual) en forma
separada respecto de cada uno de los quebrados.

Resultan aplicables al presente capítulo las disposiciones contenidas en los artículos 36, 37, 38 y 40.

- Quiebra indirecta. Aquí se utiliza la informació n obtenida en el período informativo del concurso
preventivo frustrado; por lo tanto, los acreedores que hubieran obtenido verificació n de sus créditos en el
concurso preventivo no deberá n verificar nuevamente. En este caso, el síndico se encargará de recalcular
los créditos.
Los acreedores posteriores a la presentació n del concurso preventivo frustrado, deberá n solicitar
la verificació n de sus créditos en la quiebra a través de la vía incidental. Sin embargo la ley establece
dos supuestos en los que obligatoriamente deberá abrirse un periodo informativo normal:
a. Cuando se trate de una quiebra indirecta por incumplimiento o nulidad del acuerdo preventivo;
b. Cuando el juez lo considere conveniente en virtud de las circunstancias del caso.

En el caso de acreedores anteriores al presentació n del concurso preventivo que no verificaron


sus créditos en el concurso, deberá n sujetarse al procedimiento de verificació n tardía.

 Comité de control.
ARTICULO 201.- Comité de control. Dentro de los diez (10) días contados a partir de la
resolución del artículo 36, el síndico debe promover la constitución del comité de control que
actuará como controlador de la etapa liquidatoria. A tal efecto cursará comunicación escrita a
la totalidad de los trabajadores que integren la planta de personal de la empresa y a los
acreedores verificados y declarados admisibles, con el objeto que, por mayoría de capital
designen los integrantes del comité.
El síndico es quien desempeñ a el rol de liquidador en la quiebra, pero su labor está sujeta al
control del comité que establece el art. 201, cuyas funciones está n desarrolladas en el art. 260 de la
LCQ. No se aplica a las pequeñ as quiebras.

 Quiebra indirecta.
ARTICULO 202.- Quiebra indirecta. En los casos de quiebra declarada por aplicación del
Articulo 81, inciso 1, los acreedores posteriores a la presentación pueden requerir la
verificación por vía incidental, en la que no se aplican costas sino en casos de pedido u oposición
manifiestamente improcedente.
Los acreedores que hubieran obtenido verificación de sus créditos en el concurso preventivo
no tendrán necesidad de verificar nuevamente. El síndico procederá a recalcular los créditos
según su estado.
- Verificació n de los créditos posteriores a la presentació n del concurso preventivo fracasado. En las
quiebras indirectas (que derivan de determinadas causas de fracaso de un concurso preventivo – art. 77
inc. 1°) concurren acreedores anteriores a la presentació n del concurso preventivo fracasado, con
acreedores posteriores a éste.
Los acreedores anteriores pudieron y debieron pedir la verificació n de sus créditos en el
concurso preventivo, en tanto los posteriores no debían ni habrían podrido concurrir en aquél.
En consecuencia, con relació n a los acreedores cuya causa fuese anterior a la presentació n del
deudor en concurso preventivo, si no pidieron verificar sus créditos en ese proceso, cualquier
solicitud en tal sentido en la quiebra indirecta debe juzgarse como verificació n tardía. Si dichos
acreedores, en cambio, solicitaron su verificació n en el concurso preventivo, no tienen necesidad de
verificar nuevamente en la quiebra indirecta, y el síndico los recalculará.
- Recálculo, en la quiebra indirecta, de los créditos verificados en el concurso preventivo fracasado.
Los acreedores que ya hubiesen verificado sus créditos en el precedente concurso preventivo, no deben
reiterar su insinuació n. A tales efectos, es necesario tener en consideració n diversas pautas:
a) Concurso preventivo fracasado antes de la homologació n del acuerdo preventivo.
Lo ú nico que el síndico deberá recalcular son los intereses correspondientes a los créditos
verificados en el concurso preventivo por el lapso comprendido entre la presentació n de dicho
concurso y la apertura de quiebra.
b) Concurso preventivo fracasado después de la homologació n del acuerdo preventivo, pero crédito no
incluido en el acuerdo. La solució n es idéntica a la anterior, aunque se deberá corroborar que no hubiese
habido algú n pago parcial de la acreencia en cuestió n, dado que, en este caso, el recá lculo importará
determinar el importe restante del capital.
c) Crédito incluido en un acuerdo preventivo homologado, y luego declarado nulo. Los acreedores
recuperan los derechos que tenían antes de la apertura del concurso, como regla general. La existencia de
pagos concordatarios tiene incidencia sobre el importa del capital del crédito por el cual se concurre en la
quiebra: 1. Si el acreedor nada cobro, concurre por el monto íntegro del capital verificado en el concurso
preventivo; 2. Si el acreedor cobró la totalidad de la prestació n concordataria que le correspondía segú n el
acuerdo, pese a la anulació n de este, se extingue la acreencia y el acreedor queda excluido de la quiebra; 3.
Si el acreedor hubiese percibido un pago parcial, tiene derecho a participar en la quiebra en proporció n
igual a la parte no cumplida.
d) Crédito incluido en un acuerdo preventivo, y luego declarada la quiebra indirecta por
incumplimiento del acuerdo. En esta, el efecto novatorio concursal es irreversible, y el acreedor no
recupera los derechos que tenía antes del concurso preventivo. La concurrencia en la quiebra indirecta es
con el crédito novado (el crédito emergente del acuerdo incumplido), por su monto, descontados los pagos
eventuales percibidos. Los ú nicos intereses que pueden llegar a corresponder son los devengados a partir
de la mora en el pago de las prestaciones concordatarias incumplidas hasta la apertura de la quiebra.

2. Liquidació n concursal. Oportunidad, plazos y efectos. realizació n de bienes. Formas. Bienes


gravados. Venta singular.
El propó sito de la quiebra es la satisfacció n de los créditos de los acreedores del fallido. La
realizació n de los bienes se ordena en la misma sentencia de quiebra y debe comenzar
inmediatamente después de dictada la sentencia. Es decir, que el periodo informativo de la quiebra y
la liquidació n y distribució n de los bienes se desarrollaran en forma paralela.
La misma no se lleva a cabo en tres supuestos:
- Cuando el fallido hubiese interpuesto recurso de reposició n contra la sentencia de quiebra;
- El juez hubiese admitido la conversió n de la quiebra en concurso preventivo
- Hubiese recurso de apelació n pendiente contra la sentencia de quiebra indirecta;
- Hubiese recurso de apelació n pendiente contra la sentencia de quiebra decretada por extensió n;
- Se haya resuelto la continuació n de la explotació n de la empresa.
El síndico es, en la quiebra, el liquidador. Para desempeñ ar este rol tiene una serie de deberes
funcionales que cumplir. Bá sicamente, aconseja el modo má s conveniente de la liquidació n,
interviene en la enajenació n de los bienes preparando o actuando en dicha liquidació n como lo
señ ale o autorice el juez, debiendo practicar las tareas tendientes a la conversió n en dinero de los
bienes del fallido para su ulterior distribució n. También tiene participació n en la liquidació n el
comité de control, con las funciones reguladas en el art. 260.

Artículo 203 bis.- Los trabajadores reunidos en cooperativa de trabajo están habilitados para solicitar la
adquisición de conformidad con el artículo 205, incisos 1) y 2) y podrán hacer valer en ese procedimiento la
compensación con los créditos que le asisten a los trabajadores de la fallida, de conformidad a los artículos 241, inciso
2) y 246, inciso 1) de la ley concursal, no siendo aplicable en este caso la prohibición del artículo 211. El monto de las
indemnizaciones será calculado, a los fines de la compensación, de conformidad con el artículo 245 de la ley 20.744
(t.o. 1976), los estatutos especiales, convenios colectivos o contratos individuales, según el que resultare más favorable
a los trabajadores. A tal efecto, podrán utilizarse total o parcialmente los créditos laborales de los que resulten
titulares trabajadores que voluntariamente los cedan a la cooperativa. La cesión se materializará en audiencia a
celebrarse ante el juez de la quiebra con intervención de la asociación sindical legitimada. El plazo del pago del precio
podrá estipularse al momento de efectuarse la venta.

Como regla general, cuando un acreedor adquiere bienes enajenados en la liquidació n concursal, no puede
compensar el monto de su crédito con el precio de adquisició n del bien. La prohibició n de la compensació n se
funda en la necesidad de preservar la igualdad entre acreedores de igual clase y la jerarquía o rango de las diversas
clases. Es preciso establecer como se calculará el monto que la cooperativa podrá efectivamente compensar con el
precio de adquisició n de la empresa o establecimiento. Es que, si bien el acreedor laboral cede su crédito
privilegiado a la cooperativa por el importe nominal que aquél tiene reconocida en la quiebra, ese importe es
referencial, como el créditos de todos los acreedores de un fallido, está sujeto a las resultas de la distribució n a
prorrata en funció n del producto de la liquidació n sujeto a reparto. Esto significa, que el valor real de todo crédito
reconocido en una quiebra puede diferir del importe verificado, usualmente es menor a éste debido a la escasez de
los activos de los quebrados.

 Realizació n de bienes.
o Formas.
La realizació n de bienes debe hacerse en la forma má s conveniente al concurso, dispuesta por el
juez segú n un orden preferente, establecido en el art. 204:
a) Enajenació n de la empresa, como unidad – esta modalidad debe utilizarse cuando se haya decidido
la continuació n de la explotació n de la empresa.
b) Enajenació n en conjunto de los bienes que integren el establecimiento del fallido, en caso de no
haberse continuado con la explotació n de la empresa.
c) Enajenació n singular de todos o parte de los bienes.
Cuando lo requiera el interés del concurso o circunstancias especiales, puede recurrirse en el mismo
proceso a má s de una de las formas de realizació n.
o Enajenació n de la empresa.
RTICULO 205.- Enajenació n de la empresa. La venta de la empresa o de uno o má s establecimientos, se
efectú a segú n el siguiente procedimiento:
1) El designado para la enajenació n, tasa aquello que se proyecta vender en funció n de su valor probable
de realizació n en el mercado; de esa tasació n se corre vista a la cooperativa de trabajadores en caso de que
ésta se hubiera formado y al síndico quien, ademá s, informará el valor a que hace referencia el artículo 206;
2) En todos los casos comprendidos en el presente artículo la cooperativa de trabajo podrá realizar
oferta y requerir la adjudicació n de la empresa al valor de tasació n de acuerdo al inciso anterior;
3) La venta debe ser ordenada por el juez y puede ser efectuada en subasta pú blica. En ese caso deben
cumplirse las formalidades del artículo 206 y las establecidas en los incisos 4), 5) y 6) del presente artículo,
en lo pertinente;
4) Si el juez ordena la venta, sin recurrir a subasta pú blica, corresponde al síndico, con asistencia de
quien haya sido designado para la enajenació n, proyectar un pliego de condiciones en el que debe expresar
la base del precio, que será la de la tasació n efectuada o la que surja del artículo 206, la que sea mayor,
descripció n sucinta de los bienes, circunstancias referidas a la locació n en el caso en que el fallido fuere
locatario, y las demá s que considere de interés.
La base propuesta no puede ser inferior a la tasació n prevista en el inciso 1). Pueden incluirse los
créditos pendientes de realizació n, vinculados con la empresa o establecimiento a venderse, en cuyo caso
debe incrementarse prudencialmente la base. La condició n de venta debe ser al contado, y el precio deberá
ser íntegramente pagado con anterioridad a la toma de posesió n, la que no podrá exceder de veinte (20)
días desde la notificació n de la resolució n que apruebe la adjudicació n.
El juez debe decidir el contenido definitivo del pliego, mediante resolució n fundada. A tal efecto puede
requerir el asesoramiento de especialistas, bancos de inversió n, firmas consultoras, u otras entidades
calificadas en aspectos técnicos, econó micos, financieros y del mercado.
Esta resolució n debe ser dictada dentro de los veinte (20) días posteriores a la presentació n del
proyecto del síndico;
5) Una vez redactado el pliego, se deben publicar edictos por dos (2) días, en el diario de publicaciones
legales y en otro de gran circulació n en jurisdicció n del tribunal y, ademá s, en su caso, en el que tenga
iguales características en los lugares donde se encuentren ubicados los establecimientos.
Los edictos deben indicar sucintamente la ubicació n y destino del establecimiento, base de venta y
demá s condiciones de la operació n; debe expresarse el plazo dentro del cual pueden formularse ofertas
dirigidas en sobre cerrado al tribunal y el día y hora en que se procederá a su apertura. El juez puede
disponer una mayor publicidad, en el país o en el extranjero, si lo estima conveniente;
6) Las ofertas deben presentarse en sobre cerrado, y contener el nombre, domicilio real y especial
constituido dentro de la jurisdicció n del tribunal, profesió n, edad y estado civil. Deben expresar el precio
ofrecido. Tratá ndose de sociedades, debe acompañ arse copia auténtica de su contrato social y de los
documentos que acrediten la personería del firmante.
El oferente debe acompañ ar garantía de mantenimiento de oferta equivalente al diez por ciento (10%)
del precio ofrecido, en efectivo, en títulos pú blicos, o fianza bancaria exigible a primera demanda;
7) Los sobres conteniendo las ofertas deben ser abiertos por el juez, en la oportunidad fijada, en
presencia del síndico, oferentes y acreedores que concurran. Cada oferta debe ser firmada por el secretario
para su individualizació n, labrá ndose acta. En caso de empate el juez puede llamar a mejorar ofertas.
Las diligencias indicadas en los incisos 1) a 7) de este artículo deben ser cumplidas dentro de los cuatro
(4) meses de la fecha de la quiebra, o desde que ella quede firme, si se interpuso recurso de reposició n o
desde que haya finalizado la continuació n segú n corresponda para cada caso. El juez puede, por resolució n
fundada, ampliar el plazo en noventa (90) días;
8) A los fines de la adjudicació n el juez ponderará especialmente el aseguramiento de la continuidad de
la explotació n empresaria, mediante el plan de empresa pertinente y la magnitud de la planta de personal
que se mantiene en actividad como tutela efectiva de la fuente de trabajo. El plazo para el pago del precio
podrá estipularse en el pliego de licitació n;
9) Dentro del plazo de veinte (20) días, desde la notificació n de la resolució n definitiva que apruebe la
adjudicació n, el oferente debe pagar el precio, depositando el importe. Cumplida esta exigencia, el juez debe
ordenar que se practiquen las inscripciones pertinentes, y que se otorgue la posesió n de lo vendido. Si
vencido el plazo el adjudicatario no deposita el precio, pierde su derecho y la garantía de mantenimiento de
oferta. En ese caso el juez adjudica a la segunda mejor oferta que supere la base;
10) Fracasada la primera licitació n, en el mismo acto el juez, convocará a una segunda licitació n, la que
se llamará sin base.

La enajenació n de la empresa en marcha, o la de uno o má s establecimientos, exige la tasació n a valor


probable de realizació n en el mercado. Esa estimació n de valor corresponde hacer al enajenador. El juez
debe decidir el procedimiento de enajenació n, segú n dos variantes:
- Subasta pú blica, en este caso debe cumplir con las formalidades del art. 206 y las del 205 inc. 4 y 5
segú n sea pertinente.
- Licitació n, que se efectú a mediante el procedimiento detallado en el art. Cuando fracasa una
licitació n, en el mismo acto puede el juez convocar a una segunda licitació n sin base.
o Bienes gravados.
ARTICULO 206.- Bienes gravados. Si en la enajenación a que se refiere el artículo anterior, se incluyen
bienes afectados a hipoteca, prenda o privilegio especial, estas preferencias se trasladan de pleno derecho al
precio obtenido, el que, en ese caso, no puede ser inferior a la suma de los mencionados créditos, que el síndico
debe hacer constar en planilla especial. El acreedor preferente omitido que no requiera su inclusión dentro de
los DIEZ (10) días de publicado el primer edicto, no tiene preferencia sino después de los mencionados en la
planilla, y hasta el producido líquido de la enajenación.
Si la enajenación a que se refiere el artículo anterior se realizara en los términos del Artículo 205, inciso 9,
el síndico practicará un informe haciendo constar la participación proporcional que cada uno de los bienes
con privilegio especial han tenido en relación con el precio obtenido, y el valor probable de realización de los
mismos en forma individual en condiciones de mercado. De dicho informe se correrá vista a los interesados
por el término de CINCO (5) días a fin de que formulen las oposiciones u observaciones que éste le merezca,
pudiendo ofrecer prueba documental, pericial y de informes respecto del valor de realización de los bienes
asiento de la hipoteca, prenda o privilegio especial. Vencido dicho plazo y sustanciada la prueba si la hubiere
el juez resolverá asignando valor a la participación de los bienes asiento del privilegio en el precio obtenido.
La resolución es apelable; el recurso en ningún caso obstará a la adjudicación y entrega de los bienes
vendidos.

Los bienes afectados a hipoteca o prenda pueden, en principio, ser ejecutados separadamente de la
liquidació n general del activo falencial, mediante el concurso especial. En algunos casos, sin embargo, el
acreedor hipotecario o prendario no postula la realizació n del concurso especial, o está impedido
legalmente de poder hacerlo, debiendo someterse a la liquidació n general o comú n.
El art. se refiere a los casos en los cuales se venden bienes en conjunto formando una unidad, dentro de
la cual se incluyen bienes afectados a hipoteca, prenda o privilegio especial.

- Venta singular.
ARTICULO 207.- Ejecución separada y subrogación. En caso que resulte conveniente para la mejor
realización de los bienes, el síndico puede proponer que los gravados u otros que determine, se vendan en
subasta, separadamente del conjunto.
El juez decide por resolución fundada.
Igualmente, puede optar por desinteresar a los acreedores privilegiados con fondos del concurso o con los
que se obtengan de quien desee subrogarse al acreedor, y prestar su conformidad con la transferencia, con
autorización judicial.

La posibilidad de separar ciertos bienes, para su enajenació n individual, refiere al caso en que se ha decidido la
venta de la empresa en marcha o de algú n establecimiento como unidad, a pesar de lo cual se advierte dicha
separació n.

La VENTA SINGULAR de bienes se practica por subasta. El juez manda a publicar edictos en el diario de
publicaciones legales y otro de gran circulació n, durante el lapso de dos a cinco días, si se trata de muebles, y por
cinco a diez días, si son inmuebles. Puede ordenar publicidad complementaria, si lo estima necesario. La venta se
ordena sin tasació n previa y sin base.

Sin embargo, el juez puede disponer la aplicació n del procedimiento previsto en el art. 205, en los que resulte
pertinente.

El martillero es designado por el juez, y debe reunir todas las condiciones mencionadas en el art. 261 de la LCQ.
En lo relativo a có mo debe proceder el juez para su designació n, se aplican las disposiciones locales, lo mismo para
todas las alternativas de la subasta que no estén prevista en la ley concursal y, que estando reguladas por las leyes
procesales locales, fuesen compatibles con la rapidez y economía del trá mite concursal.
3. Concursa especial. Ejecució n por remate no judicial. Precio, compensació n. Oferta bajo sobre. Venta
directa. Bienes invendibles. Títulos y otros bienes cotizables. Créditos. Plazos. Sanció n.
 Concurso especial.
ARTICULO 209.- Concurso especial. Los acreedores titulares de créditos con garantía real pueden
requerir la venta a que se refiere el Artículo 126, segunda parte, mediante petición en el concurso, que
tramita por expediente separado.
Con vista al síndico se examina el instrumento con que se deduce la petición, y se ordena la subasta
de los bienes objeto de la garantía. Reservadas las sumas necesarias para atender a los acreedores
preferentes al peticionario, se liquida y paga el crédito hasta donde concurren el privilegio y remanente
líquido, previa fianzas en su caso.
Los acreedores cuyos créditos estuviesen asegurados con garantías reales, ademá s de la
preferencia que les reporta su garantía real en cuanto al orden de cobro, tienen la preferencia en el
tiempo de percepció n de sus créditos que consagra este art. 209, al permitirles promover una
liquidació n anticipada y separada de la liquidació n general de bienes. Para ello se les permite la
solicitud de concurso especial, que supone un método rá pido de liquidació n del bien gravado, sin
necesidad de esperar la liquidació n comú n al resto de los bienes. Esto es facultativo para el acreedor,
quien puede optar por someterse a esa ú ltima liquidació n, haciendo valer su privilegio. Para su
procedencia, y consecuente ejecució n que sigue a su requerimiento, basta con un control formal
externo de regularidad del instrumento constitutivo de la garantía real.

 Ejecució n por remate no judicial.


ARTICULO 210.- Ejecución por remate no judicial: remisión. En los juicios de quiebra es aplicable el
Artículo 24.

 Precio: compensació n.
ARTICULO 211.- Precio: compensación. No puede alegar compensación el adquirente que sea
acreedor, salvo que su crédito tenga garantía real sobre el bien que adquiere. En este caso, debe
prestar fianza de acreedor de mejor derecho, antes de la transferencia de propiedad.
Como regla general, ningú n acreedor del fallido que sea adquirente de los bienes enajenados en
la liquidació n concursal puede compensar el monto de su crédito con el precio de adquisició n (hasta
el límite de aquel), como ordinariamente se autoriza en las ejecuciones individuales, porque en el
proceso universal ello importaría violar la pars condijo creditorum.
El art. contempla una excepció n a la regla, respecto del acreedor con garantía real, en primer
grado, sobre el mismo bien que adquiriese. En tal caso, puede invocar compensació n – después de
pagados los gastos y costas de la ejecució n – del precio de adquisició n hasta el límite de su
acreencia, y prestar fianza, antes de la transferencia de propiedad, por los créditos de mejor
derecho que pudiesen resultar.
Ejemplo: juan tiene un crédito por $100.000 en la quiebra de Eugenia. Dicho crédito se encuentra
garantizado con una hipoteca en primer grado sobre un inmueble de Eugenia de $200.000. Juan
podrá adquirir el bien pagando los cien mil faltante, luego de pagar los gastos y costas de la
ejecució n.
 Ventas bajo sobre.
ARTICULO 212.- Ofertas bajo sobre. Se pueden admitir ofertas bajo sobre, las que se deben
presentar al juzgado, por lo menos DOS (2) días antes de la fecha de la subasta. Son abiertas al
iniciarse el acto del remate, para lo cual el secretario las entrega al martillero el día anterior, bajo
recibo.
En el caso del Artículo 205, las ofertas recibidas son consideradas posturas bajo sobre en la
subasta, si se optare por esta forma de enajenación.
Si se presentan ofertas bajo sobre, abiertas las mismas antes del remate, la puja en la subasta
debe hacerse a partir de la mejor oferta presentada en sobre. Cumpliendo la funció n de una
verdadera base, y si nadie la mejora, debe adjudicarse el bien a su presentante.

 Venta directa.
ARTICULO 213.- Venta directa. El juez puede disponer la venta directa de bienes, previa vista
al síndico, a la cooperativa de trabajo para el caso de que ésta sea continuadora de la
explotación, cuando por su naturaleza, su escaso valor o el fracaso de otra forma de
enajenación resultare de utilidad evidente para el concurso.
En ese caso, determina la forma de enajenación, que puede confiar al síndico o a un
intermediario, institución o mercado especializado. La venta que realicen requiere aprobación
judicial posterior.
Por venta directa ha de entenderse cualquier procedimiento de enajenació n que no sea la
licitació n ni la subasta. Ello es procedente, por excepció n, en tres supuestos:
a. La naturaleza del bien a vender, que hiciera manifiesta la conveniencia de intentar su enajenació n,
mediante subasta o licitació n;
b. Escaso valor del bien en cuestió n, que no justificara incurrir en los gastos propios de los
mecanismos de venta, por medio de licitació n o subasta;
c. El fracaso anterior de éstas ú ltimas formas de enajenació n, lo cual haría previsible la falta de éxito
de futuros intentos iguales.
La enajenació n puede encargarse a intermediario, institució n o mercado especializado, en
las condiciones de plaza. También puede confiarse al síndico, en su carácter de liquidador, sin
que esta tarea de enajenador genere derecho a comisió n o retribució n má s allá de la que
establece el art. 267.
En cualquier caso, la enajenació n directa, se entiende sujeta a la condició n suspensiva de
su aprobació n judicial posteriormente.

 Bienes invendibles.
ARTICULO 214.- Bienes invendibles. El juez puede disponer, con vista al síndico y al deudor,
la entrega a asociaciones de bien público, de los bienes que no puedan ser vendidos, o cuya
realización resulta infructuosa. El auto es apelable por el síndico y el deudor, si hubieren
manifestado oposición expresa y fundada.
El desapoderamiento propio de la quiebra no es expropiació n de los bienes del deudor, que sigue
siendo su propietario. De tal modo, los bienes que no pueden realizarse y convertirse en dinero, no
cumplen el destino liquidativo propio de la quiebra y deben devolverse a su dueñ o (el fallido). Só lo
con su consentimiento expreso, con su falta de objeció n, podrían entregarse a asociaciones de bien
pú blico.
Se considera inconstitucional cualquier otra interpretació n que pueda hacerse de este art.

 Títulos y otros bienes cotizables.


ARTICULO 215.- Títulos y otros bienes cotizables. Los títulos cotizables en mercados de
valores y los bienes cuya venta puede efectuarse por precio determinado por oferta pública en
mercados oficiales o estén sujetos a precios mínimos de sostén o máximos fijados oficialmente,
deben ser vendidos en las instituciones correspondientes, que el juez determina previa vista al
síndico.
La transparencia de los mercados mencionados, hace imperativa la venta de los títulos y de los
demá s bienes que se negocian en aquellos. Para estos bienes, esta es la manera prioritaria de
liquidació n.
 Créditos.
ARTICULO 216.- Créditos. Los créditos deben ser realizados en la forma prevista por el
Artículo 182.
El síndico puede encomendar a bancos oficiales o privados de primera línea, la gestión de
cobro o, con autorización judicial, recurrir a otra forma que sea costumbre en la plaza y brinde
suficiente garantía.
Sin embargo, cuando circunstancias especiales lo hagan aconsejable, el juez puede autorizar
la subasta de créditos o su enajenación privada, en forma individual o por cartera, previa
conformidad del síndico y vista al deudor, pudiendo utilizar el procedimiento del Artículo 205,
inclusive, en lo pertinente.
En principio, el síndico puede y debe cobrar los créditos del fallido. Sin autorizació n judicial, el
síndico puede llevar a cabo la cobranza directamente, o encomendá ndola a bancos oficiales o
privados. Para otros sistemas de cobranza se necesita autorizació n judicial.
En circunstancias especiales, el juez puede disponer la enajenació n de créditos, en forma
individual o como cartera crediticia, privadamente de manera directa, por licitació n o por subaste.
Debe darse audiencia al deudor y vista al síndico.

 Plazos y sanció n.
ARTICULO 217.- Plazos. Las enajenaciones previstas en los artículos 205 a 213 y 214,
parte final, deben ser efectuadas dentro de los cuatro (4) meses contados desde la fecha de la
quiebra, o desde que ella queda firme, si se interpuso recurso de reposició n. El juez puede
ampliar ese plazo en noventa (90) días, por resolució n fundada. En caso de continuació n se
aplicará el plazo establecido en el artículo 191, inciso 2).
La finalidad liquidativa del proceso de quiebra y el principio de economía y celeridad que inspira los
procesos concursales, explican la brevedad de los plazos señ alados para liquidar el activo falencial.
Sanción. El incumplimiento de los plazos previstos en este Capítulo para la enajenació n
de los bienes o cumplimiento de las diligencias necesarias para ello da lugar a la remoció n
automá tica del síndico y del martillero o la persona designada para la enajenació n. Asimismo,
respecto del juez, dicho incumplimiento podrá ser considerado causal de mal desempeñ o del
cargo.

4. Informe final y distribució n. Presentació n tardía de acreedores. Caducidad. Dividendo concursal.


ARTICULO 218.- Informe final. DIEZ (10) días después de aprobada la ultima enajenación, el síndico
debe presentar un informe en DOS (2) ejemplares, que contenga:

1) rendición de cuentas de las operaciones efectuadas, acompañando los comprobantes.


2) resultado de la realización de los bienes, con detalle del producido de cada uno.
3) enumeración de los bienes que no se hayan podido enajenar, de los créditos no cobrados y de los
que se encuentran pendientes de demanda judicial, con explicación sucinta de sus causas.
4) el proyecto de distribución final, con arreglo a la verificación y graduación de los créditos,
previendo las reservas necesarias.

Honorarios. Presentado el informe, el juez regula los honorarios, de conformidad con lo dispuesto
por los Artículos 265 a 272.

Publicidad. Se publican edictos por DOS (2) días, en el diario de publicaciones legales, haciendo
conocer la presentación del informe, el proyecto de distribución final y la regulación de honorarios de
primera instancia. Si se estima conveniente, y el haber de la causa lo permite, puede ordenarse la
publicación en otro diario.
Observaciones. El fallido y los acreedores pueden formular observaciones dentro los DIEZ (10) días
siguientes, debiendo acompañar TRES (3) ejemplares. Son admisibles solamente aquellas que se
refieran a omisiones, errores o falsedades del informe, en cualquiera de sus puntos.
Si el juez lo estima necesario, puede convocar a audiencia a los intervinientes en la articulación y al
síndico, para que comparezcan a ella, con toda la prueba de que intenten valerse.
Formuladas las observaciones o realizada la audiencia, en su caso, el juez resolverá en un plazo
máximo de DIEZ (10) días contados a partir de que queden firmes las regulaciones de honorarios. La
resolución que se dicte causa ejecutoria, salvo que se refiera a la preferencia que se asigne al
impugnante, o a errores materiales de cálculo.
La distribución final se modificará proporcionalmente y a prorrata de las acreencias, incorporando
el incremento registrado en los fondos en concepto de acrecidos, y deduciendo proporcionalmente y a
prorrata el importe correspondiente a las regulaciones de honorarios firmes.

Concluida la liquidació n de los bienes del activo falencial, corresponde la distribució n del producto obtenido.
Esta etapa distributiva comienza con el informe final.

Un aspecto de dicho informe concierne a la tarea cumplida por el síndico como liquidador, lo cual permite
apreciar su resultado y juzgar la eficiencia de la labor desarrollada, tomar conocimiento del monto distribuible y de
la cuantía computable para regular los honorarios.

El otro aspecto fundamental es el proyecto de distribució n del producto de la liquidació n entre los acreedores.

- Proyecto de distribució n.
En la verificació n de los créditos, la concurrencia propia de los procesos concursales se manifiesta en
el control reciproco y multidireccional de los acreedores entre sí, dado que el resultado de la pretensió n
esgrimida por cada uno no só lo tiene incidencia en las relaciones bilaterales acreedor – deudor, sino
también en las relaciones acreedor – acreedor. Resultando normalmente insuficiente los bienes del
fallido para cubrir la totalidad de sus acreencias, cada acreedor es interesado directo en el control del
reconocimiento de un coacreedor, y en el rango que se le asigne, pues de ello, depende la medida de su
satisfacció n y, a veces, la posibilidad misma de cobro, así sea en mínima parte, de su crédito. Si al tiempo
de la distribució n se advierte que la liquidació n falencial ha arrojado un resultado suficiente como para
cubrir la totalidad de las acreencias verificadas, el orden o rango para el cobro que emerge del régimen
de los privilegios pierde toda relevancia; las preferencias importan al acreedor cuando los bienes – o su
producido – sobre los cuales concurre para el cobro con otros coacreedores son insuficientes.
En esta etapa distributiva se ordenan los diferentes créditos adecuando sus montos verificados a las
posibilidades de cobro que marca el producto de la liquidació n concursal.
Las eventuales observaciones apuntaran, de ordinario, al proyecto de distribució n má s que a los
restantes puntos del informe general, puesto que es de aquel de donde emergen las posibilidades de
cobro.
Debe tenerse en cuenta que el producido de la liquidació n puede llegar a cubrir las reservas legales, la
totalidad de las acreencias del concurso, los créditos verificados, y aun existir remanente. En este caso,
su destino y mecanismo de distribució n está n contemplados en el art. 228 pá rr. 2° LCQ.

En cuanto a los honorarios, en las quiebras con liquidació n de bienes, el momento u oportunidad
legales para regular los honorarios cuya satisfacció n se hará con fondos obtenidos de la liquidació n
surge de este art. y el 265 inc. 4. La regulació n debe hacerla el juez concursal, luego de la presentació n
del informe final y sin necesidad de petició n de interesado. Resulta importante destacar que, aunque
nadie recurriera los honorarios regulados, igualmente deben ser elevados en consulta al tribunal de
alzada, el cual podrá confirmarlos o reducirlos.
- Notificació n
Las publicaciones ordenadas en el art. 218 pueden ser sustituidas por notificació n
personal o por cédula a los acreedores, cuando por el nú mero de éstos o la economía de los
gastos corresponda.
- Reservas.
En todos los casos deben efectuarse las siguientes reservas:
a. Para los acreedores cuyos créditos está n sujetos a condició n suspensiva;
b. Para los pendientes de resolució n judicial o administrativa.
Las reservas deben practicarse para cubrir, en su caso, el importe de los créditos ya
verificados, pero sujetos a alguna eventualidad que los torne inexigibles, o aquellas
pretensiones creditorias sometidas a procesos de verificació n tardía, recursos de revisió n o
de apelació n, o a cualquier otra decisió n judicial o administrativa previas indispensables
para poder exigir su cumplimiento.

- Pago del dividendo concursal.


Una vez aprobado el estado de distribució n, se procede al pago del dividendo que
corresponda al acreedor. El juez puede ordenar que los pagos se efectú en directamente por
el banco de depó sitos judiciales, mediante planilla que debe remitir con los datos
pertinentes.
También puede disponer que se realicen mediante transferencias a cuentas bancaras que
indiquen los acreedores, con gastos a costa de éstos.
Si el crédito constara en títulos – valores, el acreedor debe presentar el documento en el
cual el secretario anota el pago.
Este proyecto de distribució n, debe ser controlado por el juez, quien debe pronunciarse
sobre su aprobació n, medien o no observaciones formuladas conforme al art. 218 de la LCQ.
Si el proyecto de distribució n no se ajusta a la verificació n y graduació n de créditos decidida
en la quiebra, o no contempla las reservas necesarias, no se adecua al resultado obtenido de
la liquidació n, contiene errores simplemente numéricos o de cualquier tipo, el juez debe
desaprobarlo, pudiendo adecuarlo a las exigencias del caso – oficiosamente – o también,
ordenar al síndico la confecció n de uno nuevo.
El pago se puede hacer mediante el libramiento de ó rdenes de pago judiciales sobre la
cuenta bancaria abierta para el juicio, por transferencias a cuentas bancarias de los
acreedores, o remitiendo al banco de depó sitos judiciales la planilla discriminada de
acreedores y montos respectivos para que dicho banco proceda a pagarles directamente.

ARTICULO 222.- Distribuciones complementarias. El producto de bienes no realizados, a la fecha de presentación


del informe final, como también los provenientes de desafectación de reservas o de los ingresados con posterioridad al
activo del concurso debe distribuirse, directamente, sin necesidad de trámite previo, según propuesta del síndico,
aprobada por el juez.

Estas disposiciones son posteriores a la distribució n final, y presuponen también una regulació n de honorarios
complementaria. La innecesaridad de trá mite previo, que menciona el art. 222, no excluye la posibilidad de
observació n espontaneas ni la desaprobació n oficiosa de un proyecto no ajustado a derecho o a la verificació n y
graduació n de créditos decidida en la causa.
- Presentación tardía de acreedores.

ARTICULO 223.- Presentación tardía de acreedores. Los acreedores que comparezcan en el concurso, reclamando
verificación de créditos o preferencias, después de haberse presentado el proyecto de distribución final, sólo tienen
derecho a participar de los dividendos de las futuras distribuciones complementarias, en la proporción que
corresponda al crédito total no percibido.

Se establece una severa sanció n para el acreedor negligente en su carga verificatoria. Cuando la verificació n se
pide después de haberse efectuado alguna distribució n, caduca el derecho de quien pretende ser reconocido como
acreedor para cobrar el dividendo ya distribuido. Debe advertirse que el texto en comentario refiere a quien
solicita ser reconocido como acreedor después de la presentació n de un proyecto de distribució n, no a quien ha
solicitado verificació n anterior a la presentació n del proyecto de distribució n y carece de resolució n firme sobre su
pretensió n verificatoria, pues a este ú ltimo debe considerá rselo comprendido dentro del art. 220, inc. 2° LCQ, y
reservá rsele, por ende, el importe suficiente para atender su crédito, si resultare ulteriormente reconocido.

- Dividendo concursal.

ARTICULO 224.- Dividendo concursal. Caducidad. El derecho de los acreedores a percibir los importes que les
correspondan en la distribución caduca al año contado desde la fecha de su aprobación.

La caducidad se produce de pleno derecho, y es declarada de oficio, destinándose los importes no cobrados al
patrimonio estatal, para el fomento de la educación común.

Los acreedores incluidos en un proyecto de distribució n tienen la carga de presentarse a cobrar, segú n el
procedimiento dispuesto para el pago del dividendo. Si no cumplen esa carga dentro del añ o contado a partir de la
aprobació n del proyecto de distribució n, caduca el derecho a percibir el dividendo y se extingue el crédito
consiguiente. No es necesario que medie intimació n previa porque el efecto se produce de pleno derecho y se
pronuncia judicialmente sin necesidad de requerimiento alguno.

Dicha caducidad deja ociosos recursos del activo falencial originariamente destinados a satisfacer una parte del
pasivo falencial renunciado, por el acreedor negligente. Ello impondría formular una nueva distribució n entre los
restantes acreedores, o la restitució n al deudor si aquéllos estuviesen íntegramente satisfechos.

BOLILLA XX
PRIVILEGIOS - SUPUESTOS PARTICULARES

1. Privilegios. Concepto. Régimen. Gastos de conservació n y de justicia. Privilegios especiales.


Reserva de gastos. Subrogació n real. Privilegio general. Extensió n. Créditos comunes. Prorrateo. Créditos
subordinados.
En los concursos, el rango o jerarquía de los créditos se determina segú n existan o no privilegios. El art.
2573 del CCC define al privilegio como “la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado con
preferencia a otro”. La ley civil tiene en mira a los privilegios especial, no a los generas que “solo puede ser
invocados en procesos universales”, en los cuales los privilegios se rigen por la ley aplicable a los
concursos”. Los privilegios generales son propios de los procesos que afectan a todo un patrimonio o
universalidad de bienes: los procesos concursales o sucesorios (afectan todo el patrimonio o universalidad
de bienes).
La legislació n civil de privilegios es aplicable en situaciones de concurrencia de acreedores en procesos
de ejecució n individual de ciertos bienes del deudor; no se contempla la prioridad temporal para el cobro
como un elemento preferencial de ciertos créditos, porque fuera de los procesos concursales no hay
restricciones impuestas a la posibilidad de ejecutar y cobrar los créditos. En los concursos en cambio, se
aplican reglas de suspensió n de la ejecució n de bienes del deudor. Los acreedores que en los concursos
está n eximidos de esa suspensió n, o ella se les aplica por un lapso má s breve que a otros, tienen una ventaja
para cobrar que no só lo constituye una preferencia temporal sino que, en ciertos casos, puede alterar el
orden jerá rquico y el derecho o la posibilidad de satisfacció n de otros créditos privilegiados. Se trata de un
derecho que la ley establece a favor de determinados créditos para ser pagados antes que otros. Esa
anterioridad puede traducirse en una prioridad de lugar en la escala o puede conferir una prioridad
temporal; y algunos créditos pueden acumular ambas prioridades en los procesos concursales, como los
créditos laborales que cuentan con privilegio especial y general, y también tienen prioridad temporal del
pronto pago.
- Régimen. Reglas y principios generales.
Los principios y reglas concursales está n establecidos por los arts. 239 a 250 de la LCQ.
a. Autosuficiencia.
b. Legalidad. Segú n el cual los privilegios nacen só lo de la ley y no pueden crearse por la
autonomía de la voluntad.
c. Interpretació n restrictiva. No pueden concederse privilegios por analogía, y en caso de duda,
ha de estarse en contra de su existencia.
d. Conservació n. El privilegio o la prelació n reconocidos en el concurso preventivo, se conserva
con igual rango en la quiebra posterior.
e. Acumulació n. Cuando una quiebra sigue a un cp, los privilegios y preferencias reconocidos a
éste se mantienen en aquellas, y los créditos a los cuales se les reconoce privilegio só lo por un periodo
anterior a la apertura concursal, pueden acumular la preferencia por ambos períodos anteriores al
concurso preventivo y a la quiebra, respectivamente.
f. Extensió n limitada. Só lo favorece al capital, en principio, no así a los intereses, gastos ni
costas, devengados, salvo excepciones legalmente determinadas.
g. Indivisibilidad. Es indivisible en cuanto a asiento y crédito.
h. Transmisibilidad.
i. Renunciabilidad.
Para entender có mo funciona en la práctica el sistema de privilegios en la LC, es preciso tener en
cuenta el orden de ellos. El sistema de la ley es el siguiente:
- En primer lugar se pagan los créditos con privilegio especial, pero debiendo tener en cuenta
que los titulares de estos créditos deben soportar la reserva de gastos que prevé el 244, esto es, aquellos
que corresponden a la conservació n, custodia, administració n y realizació n de los bienes realizados en el
concurso.
- En segundo término, está n los créditos de conservació n y justicia. Estos créditos no deben
esperar la distribució n final, puede deber ser pagados cuando son exigibles.
- En tercer lugar, está n los créditos munidos de privilegio general. Só lo tiene vocació n al total
de la cantidad de dinero que queda para los privilegios generales, el crédito por capital emergente de
sueldos, salarios y remuneraciones; los demá s só lo afectan el 50% de esa masa de dinero, y en lo excedente
participan a prorrata como los quirografarios.
 Régimen.
ARTICULO 239.- Régimen. Existiendo concurso, sólo gozarán de privilegio los créditos enumerados en este
capítulo, y conforme a sus disposiciones.

Conservación del privilegio. Los créditos privilegiados en el concurso preventivo mantienen su graduación
en la quiebra que, posteriormente, pudiere decretarse. Igual regla se aplica a los créditos previstos en el
Artículo 240.
Acumulación. Los créditos a los que sólo se reconoce privilegio por un período anterior a la presentación en
concurso, pueden acumular la preferencia por el período correspondiente al concurso preventivo y la quiebra.
Los privilegios establecidos por otras leyes rigen en los supuestos previstos por ellas, cuando no existe
abierto concurso del deudor. Por el contrario, cuando existe concurso y dentro de él, privilegios creados
por otras leyes quedan excluidos de toda posibilidad de hacérselos valer para concurrir en los procesos
colectivos.
En cuanto a la conservació n, cuando un crédito constituye gasto de conservació n o de justicia en un
concurso preventivo, o tiene carácter privilegiado dentro de ese proceso, el acreedor titular tiene el
derecho de concurrir con igual rango en la quiebra indirecta o en la quiebra que se dictare estando en
trá mite el concurso preventivo en cuestió n.
Acumulació n. Los créditos que só lo obtienen privilegio por los montos devengados durante
determinados lapsos anteriores al concurso preventivo (ej. Las remuneraciones debidas al trabajador –
hasta – por seis meses anteriores al concurso preventivo) tienen derecho a acumular esa preferencia con
otra de igual tipo que correspondiera en caso de quiebra.
 Gastos de conservació n y de justicia.
ARTICULO 240.- Gastos de conservación y de justicia. Los créditos causados en la conservación,
administración y liquidación de los bienes del concursado y en el trámite del concurso, son pagados con
preferencia a los créditos contra el deudor salvo que éstos tengan privilegio especial.
El pago de estos créditos debe hacerse cuando resulten exigibles y sin necesidad de verificación.
No alcanzando los fondos para satisfacer estos créditos, la distribución se hace a prorrata entre ellos.

Son los créditos causados en la conservació n, administració n y liquidació n de los bienes del concursado y en el
trá mite del concurso, que hayan sido de beneficio comú n. La oportunidad de cobro de estos crédito señ ala una de
sus prioridades má s importantes: no deben esperar a la distribució n general del activo liquidado – ni a la
oportunidad de vencimiento de las cuotas concordatarias, en su caso, en el concurso preventivo – al ser exigibles
de inmediato a su devengamiento.

El procedimiento para el cobro también difiere, no requieren verificació n. Basta solicitar su pago al síndico, y en
su defecto pedir al juez concursal que ordene el cumplimiento. Si hubiese controversia sobre su existencia,
extensió n, exigibilidad, etc. La decisió n corresponde al juez concursal, quien, a los efectos de dilucidar cuestiones
litigiosas, instrumentará el trá mite que considere idó neo. Aunque la ley no lo establece de manera expresa, resulta
aplicable la jurisprudencia nacida al amparo de la ley 19551, conforme la cual si el pago no se realiza en
oportunidad debida, devengan intereses: si existen fondos para atender estos créditos y el síndico no paga,
devengan intereses compensatorios y punitorios; si no los hay, só lo devengan intereses compensatorios.

 Créditos con privilegio especial.


ARTICULO 241.- Créditos con privilegio especial. Tienen privilegio especial sobre el producido de los bienes
que en cada caso se indica:
1) Los gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de una cosa, sobre ésta, mientras exista
en poder del concursado por cuya cuenta se hicieron los gastos;
2) Los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por SEIS (6) meses y los provenientes por
indemnizaciones por accidentes de trabajo, antigüedad o despido, falta de preaviso y fondo de desempleo,
sobre las mercaderías, materias primas y maquinarias que, siendo de propiedad, del concursado, se
encuentren en el establecimiento donde haya prestado sus servicios o que sirvan para su explotación;
3) Los impuestos y tasas que se aplican particularmente a determinados bienes, sobre éstos;
4) Los créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrant y los correspondientes a debentures y
obligaciones negociables con garantía especial o flotante;
5) Lo adeudado al retenedor por razón de la cosa retenida a la fecha de la sentencia de quiebra. El
privilegio se extiende a la garantía establecida en el Artículo 3943 del Código Civil;
6) Los créditos indicados en el Título III del Capítulo IV de la Ley N° 20.094 (Ley de Navegación), en el
Título IV del Capítulo VII del Código Aeronáutico (Ley N. 17.285), los del Artículo 53 de la Ley N. 21.526 (Ley
de Entidades Financieras), los de los Artículos 118 y 160 de la Ley N. 17.418 (Ley de Seguros).

Los créditos con privilegio especial son aquellos cuyo rango preferencial se ejerce sobre el producto de la
liquidació n del bien o bienes que constituyen el asiento del privilegio. Sobre el precio del bien asiento, tienen el
má ximo rango; só lo postergado por los gastos “correspondientes a la conservació n, custodia, administració n y
realizació n del mismo, efectuados en el concurso” y por una cantidad calculada para atender “los gastos y
honorarios de los funcionarios del concurso”, correspondientes “exclusivamente a diligencias sobre tales bienes”.

La enumeració n de privilegios especiales es taxativa y de interpretació n restrictiva.

- Extensió n.
ARTICULO 242.- Los privilegios se extienden exclusivamente al capital del crédito, salvo en los casos que a
continuación se enumeran en que quedan amparados por el privilegio:
1) Los intereses por DOS (2) años contados a partir de la mora de los créditos enumerados en el inciso 2 del
Artículo 241;
2) Las costas, todos los intereses por DOS (2) años anteriores a la quiebra y los compensatorios posteriores
a ella hasta el efectivo pago con la limitación establecida en el Artículo 126, cuando se trate de los créditos
enumerados en el inciso 4 del Artículo 241. En este caso se percibirán las costas, los intereses anteriores a la
quiebra, el capital y los intereses compensatorios posteriores a la quiebra, en ese orden.
El privilegio reconocido a los créditos previstos en el inciso 6 del Artículo 241 tienen la extensión prevista
en los respectivos ordenamientos.
La regla general es que só lo el capital de un crédito privilegiado tiene el rango preferente asignado por la ley
concursal; no así sus accesorios: intereses, gastos, multas, costas, etc. Las excepciones a esa regla deben estar
expresamente establecidas por ley, son de interpretació n restrictiva y no pueden extenderse por analogía.
A las excepciones consagradas en el art. debe agregarse los intereses posquiebra de crédito privilegiados,
cuya percepció n correspondiera en caso de remanente en la quiebra liquidativa.

- Orden de los privilegios especiales.


ARTICULO 243.- Orden de los privilegios especiales. Los privilegios especiales tienen la prelación que resulta
del orden de sus incisos, salvo:
1) en el caso de los incisos 4 y 6 del Artículo 241, en que rigen los respectivos ordenamientos;
2) el crédito de quien ejercía derecho de retención prevalece sobre los créditos con privilegio especial si la
retención comenzó a ejercerse antes de nacer los créditos privilegiados. Si concurren créditos comprendidos en un
mismo inciso y sobre idénticos bienes, se liquidan a prorrata.
Los privilegios especiales tienen el má ximo rango respecto de los créditos de otras categorías, salvo los
gastos del art. 244. Cuando distintos privilegios concurren entre sí – sobre el precio del mismo bien asiento
comú n de má s de un privilegio especial – el art. 243 de la LCQ establece la manera de resolver las prestaciones
internas en caso de insuficiencia.
a. Primera regla: si se trata de créditos establecidos en un mismo inciso, concurren a prorrata.
Esta regla importa una excepció n; los créditos privilegiados especiales de los incs. 4 y 6 del art. 241,
concurren entre ellos, segú n lo establecido en los respectivos ordenamientos (ejemplo: dos créditos con
hipoteca sobre un mismo inmueble concurren segú n el grado de la hipoteca de cada uno)
b. Segunda regla. Si se trata de créditos con privilegio especial contemplado en los distintos
incisos del art. 241, la prelació n resulta del orden de dichos incisos; regla que importa dos excepciones:
- El crédito retenedor prevalece sobre otros créditos con privilegio especial, si la misma
comenzó a ejercerse antes de nacer esos otros créditos con privilegio especial.
- En el caso de los créditos de los incisos 4 (garantías reales) y 6 (leyes especiales), rigen los
respectivos ordenamientos. Para resolver estas cuestiones de concurrencia, rige el art. 2586 del CCC que
regula el rango entre: créditos con garantía real y créditos fiscales y de construcció n, mejora o
conservació n; créditos con garantía real y créditos laborales; créditos fiscales y créditos derivados de
construcció n, mejora o conservació n versus créditos laborales. En esa concurrencia, la prelació n se
determina segú n las respectivas fechas de constitució n de la garantía y del devengamiento de los otros
créditos. El que fuera anterior en el tiempo tendrá prelació n sobre el que fuera temporalmente posterior.

 Reserva de gastos.
ARTICULO 244.- Reserva de gastos. Antes de pagar los créditos que tienen privilegios
especiales, se debe reservar del precio del bien sobre el que recaen, los importes
correspondientes a la conservación, custodia, administración y realización del mismo
efectuados en el concurso. También se calcula una cantidad para atender a los gastos y
honorarios de los funcionarios del concurso, que correspondan exclusivamente a diligencias
sobre tales bienes.
Debe tenerse especialmente en cuenta que de todos modos, los acreedores con privilegio especial deben
soportar la reserva de gastos del art. 244 de LC, que constituye un tipo de gastos de conservació n y justicia
que preceden a los créditos munidos de privilegio especial.
Es preciso que los gastos hayan sido hechos en el concurso general, por lo que en principio no hay
reserva si la cosa se ha liquidado en concurso especial. Para que la reserva proceda aun habiéndose
liquidado la cosa en concurso especial, quien invoque la existencia prededucibles deberá presentar la
documentació n y hacer las rendiciones de cuentas pertinentes. Si hay remanente suficiente, el acreedor no
tiene por qué sacrificar parte de su crédito en beneficio del concurso, pues éste queda satisfecho con ese
remanente. Cabe agregar, que es preciso que el síndico indique concretamente en qué consistió el beneficio
que recibió el acreedor titular del privilegio, si ello no se hace, la reserva es improcedente.
Del mismo modo los honorarios a que se refiere la ley, son aquellos que corresponden a diligencia sobre
los bienes asientos del privilegio especial. De allí que se haya resuelto que no corresponde computar en la
reserva la totalidad de los honorarios del síndico, sino só lo la porció n inherente a las tareas vinculadas al
bien sobre el cual recae el privilegio y al crédito.

 Subrogació n real.
ARTICULO 245.- Subrogación real. El privilegio especial se traslada de pleno derecho sobre los importes
que sustituyan los bienes sobre los que recaía, sea por indemnización, precio o cualquier otro concepto que
permita la subrogación real. En cuanto exceda de dichos importes los créditos se consideran comunes o
quirografarios para todos sus efectos, salvo lo dispuesto en el Artículo 246 inciso 1.
El privilegio especial só lo puede hacerse valer sobre el bien que constituye su asiento. Por eso:
- Si dicho bien no existe, o no es hallado en el concurso, o desaparece sin que pueda
considerá rselo reemplazado por otro bien, el privilegio no puede ejercerse y el crédito respectivo se
convierte en quirografario.
- Si el bien asiento del privilegio es sustituido, la prelació n se ejerce sobre el sustituto. La
subrogació n real es el traslado del asiento del privilegio especial del bien originalmente afectado de valor
que lo constituye.
- Si el producto de la realizació n del bien asiento del privilegio es insuficiente para cubrir
alguna parte de un crédito privilegiado, la porció n insatisfecha con preferencia concurrirá como acreencia
quirografaria.
 Privilegio general.
ARTICULO 246.- Créditos con privilegios generales. Son créditos con privilegio general:
1) Los créditos por remuneraciones y subsidios familiares debidos al trabajador por SEIS (6) meses y los
provenientes por indemnizaciones de accidente de trabajo, por antigüedad o despido y por falta de preaviso,
vacaciones y sueldo anual complementario, los importes por fondo de desempleo y cualquier otro derivado de
la relación laboral. Se incluyen los intereses por el plazo de DOS (2) años contados a partir de la mora, y las
costas judiciales en su caso;
2) El capital por prestaciones adeudadas a organismos de los sistemas nacional, provincial o municipal de
seguridad social, de subsidios familiares y fondos de desempleo;
3) Si el concursado es persona física: a) los gastos funerarios según el uso; b) los gastos de enfermedad
durante los últimos SEIS (6) meses de vida; c) los gastos de necesidad en alojamiento, alimentación y
vestimenta del deudor y su familia durante los SEIS (6) meses anteriores a la presentación en concurso o
declaración de quiebras.
4) El capital por impuestos y tasas adeudados al fisco nacional, provincial o municipal.
5) El capital por facturas de crédito aceptadas por hasta veinte mil pesos ($ 20.000) por cada vendedor o
locador. A los fines del ejercicio de este derecho, sólo lo podrá ejercitar el libramiento de las mismas incluso
por reembolso a terceros, o cesionario de ese derecho del librador.
Estos privilegios no otorgan preferencia sobre el producto de la liquidació n de un bien determinado,
sino sobre el resto del producto de la liquidació n de todo el activo falencial, después de satisfecho los
privilegios especiales y los gastos de conservació n y de justicia. La enumeració n de los créditos
privilegiados generales es taxativa y de interpretació n restrictiva.
- Extensió n.
ARTICULO 247.- Extensión de los créditos con privilegio general. Los créditos con privilegio general sólo
pueden afectar la mitad del producto líquido de los bienes, una vez satisfechos los créditos con privilegio
especial, los créditos del Artículo 240 y el capital emergente de sueldos, salarios y remuneraciones
mencionados en el inciso 1 del Artículo 246.
En lo que excedan de esa proporción, los demás créditos enumerados en el Artículo 246 participan a
prorrata con los comunes o quirografarios, por la parte que no perciban como privilegiados.
Dentro de esta categoría corresponde hacer una distinció n:
a. Acreedores privilegiados generales laborales, que tienen mejor rango que los demá s
privilegiados generales, dado que cobran con preferencia a éstos y, ademá s, sobre todo el monto del
producto de la liquidació n del activo falencia. En caso de insuficiencia, concurren entre ellos a prorrata.
b. Los acreedores privilegiados generales restantes, que só lo pueden afectar la mitad del
producto que queda después de haber pagado los crédito preferentes; la otra mitad del producto se destina
a pagar el porcentaje impago de estos créditos privilegios generales, en concurrencia pari passu con los
acreedores quirografarios. En caso de insuficiencia, concurren entre ellos a prorrata.
 Créditos comunes.
ARTICULO 248.- Créditos comunes o quirografarios. Los créditos a los que no se reconocen privilegios son
comunes o quirografarios.
ARTICULO 249.- Prorrateo. No alcanzando los fondos correspondientes, a satisfacer íntegramente los
créditos con privilegio general, la distribución se hace a prorrata entre ellos. Igual norma se aplica a los
quirografarios.
La norma de prorrateo es regla de reparto concursal en casos de insuficiencia de producto distribuible a
acreedores de igual rango. Só lo se exceptú an ciertos acreedores con privilegio especial. La distribució n a
prorrata entre varios créditos quiere decir que se paga a cada crédito un porcentaje igual, establecido
dividiendo el producto repartible por la suma total de los créditos con derecho de concurrencia sobre éste.
Esto importa que cada acreedor sometido a ella pierde un porcentaje su crédito igual al porcentaje que
pierden los restantes acreedores del mismo rango que él.

 Créditos subordinados.
ARTICULO 250.- Créditos subordinados. Si los acreedores hubiesen convenido con su deudor
la postergación de sus derechos respecto de otras deudas presentes o futuras de éste, sus
créditos se regirán por las condiciones de su subordinación.
La subordinació n significa postergació n de rango, esto es, un nivel inferior en la concurrencia entre
acreedores. La subordinació n siempre debe entenderse en relació n a otro acreedor o a otra categoría de
acreedores, con respecto a quienes viene a colocarse al crédito subordinado en condiciones de cobro
posterior. Esta situació n puede tener origen legal o convencional.

2. Pequeñ os concursos y quiebras.


El art. 288 de la LCQ dice que, a los efectos de la misma, se consideran pequeñ os concursos preventivos
y quiebras aquellos en los cuales se presente, en forma indistinta, cualquier de estas circunstancias:
- Que el pasivo no alcance la suma de $100.000
- Que el proceso no presente má s de veinte acreedores quirografarios, o
- Que el deudor no tenga má s de veinte trabajadores en relació n de dependencia.
La reunió n de só lo una de las circunstancias menciones es suficiente para considerar pequeñ o el
concurso o la quiebra en cuestió n. La decisió n judicial de encuadramiento del proceso respectivo entre los
pequeñ os concursos ha de hacerse en oportunidad de la apertura concursal respectiva, siendo recurrible o
irrecurrible segú n lo sea la sentencia dentro de la cual estuviese contenido el pronunciamiento.
Quien pretenda la aplicació n de las reglas de los pequeñ os concursos deberá explicitarlo puesto que
omite la presentació n de los dictá menes en los inc. 3 y 5 del art. 11; en consecuencia, debe solicitar que se
tengan por cumplidos los recaudos de admisió n del concurso preventivo sin la presentació n de tales
dictá menes, lo cual requiere señ alar la causa por las cuales solicita la apertura como pequeñ o concurso e
indicar có mo lo acredita en la presentació n.
Los diversos comités de acreedores tampoco son imperativos, su constitució n se torna optativa.
No es aplicable el periodo de salvataje o de propuestas de acuerdo preventivo por terceros, aunque la
concursada fuera persona jurídica de alguno de los tipos previstos al efecto por el art. 48 de la LCQ.
El síndico no cesa al homologarse el acuerdo, continua en funciones para vigilar el cumplimiento de
dicho acuerdo, salvo que los acreedores hubiesen designados un comité de controladores a esos fines.
Si el síndico continú a como controlador del acuerdo, se contempla la remuneració n de su actuació n, por
esta etapa, con el 1% de lo que se hubiese pagado efectivamente a los acreedores incluidos vigilado por
aquél. Esta regulació n se practica al dictarse resolució n judicial de cumplimiento del acuerdo.

Pequeñas quiebras. Las mismas circunstancias que determinan un pequeñ o concurso preventivo
sirven para determinar la existencia de una pequeñ a quiebra. El mayor problema radica en que cuando la
quiebra es pedida por el acreedor, no se puede saber si el caso encaja o no; recién cuando el síndico
presente el informe individual se tendrá conocimiento de cuál es el pasivo y la cantidad de acreedores, y
cuando presente el informe general se tendrá razó n de cuá ntos trabajadores en relació n de dependencia
tenía el fallido a la fecha de la sentencia de quiebra.

3. Liquidació n de entidades aseguradoras (ley 20.091)


El regimenliquidatorio-disolutorio de las empresas aseguradoras puede ser ordinario o judicial.
La liquidació n ordinaria está a cargo de los ó rganos naturales de la entidad y se desarrolla con sujeció n a
las normas de derecho comú n Puede transformarse en liquidació n judicial en caso que los ó rganos
naturales demoren en la liquidació n o teniendo en miras el interés de los asociados.
La liquidació n judicial puede ser dispuesta judicialmente o comenzar cuando la superintendencia
revoque la autorizació n para funcionar de una entidad aseguradora. Se desarrolla con sujeció n a las normas
concursales y normas particulares del concurso en caso de liquidació n administrativa, siempre que no
hubieran sido derogadas por la ley 20 091. Los efectos concursales se producen desde que la resolució n
judicial inviste a las autoridades de control de las funciones de síndico. Se admite la extensió n de la quiebra,
en caso que la empresa aseguradora se halle en cesació n de pagos.
Una característica de la liquidació n judicial es ser concursal. Esto surge de la remisió n que hace la ley
20091 al procedimiento de la quiebra, con la salvedad que no se desnaturalicen los institutos concursales
tal como está n regulados.
Secció n X
Liquidació n
Liquidació n por disolució n voluntaria.
Liquidador.
ARTICULO 50.- Cuando el asegurador resuelva voluntariamente su disolució n, la liquidació n se hará por
sus ó rganos estatutarios, sin perjuicio de la fiscalizació n de la autoridad de control.
Liquidador judicial.
Si el asegurador no procediera a su inmediata liquidació n o si la protecció n de los intereses de los
asegurados lo requiere, la autoridad de control podrá solicitar del juez ordinario competente su
designació n como liquidadora. La decisió n será dictada con citació n del asegurador, en juicio verbal
convocado a ese fin, y só lo será apelable en efecto devolutivo.

Liquidació n por disolució n forzosa.


Liquidador.
ARTICULO 51.- Cuando la liquidació n sea consecuencia de la revocació n dispuesta por la autoridad de
control, esta la asumirá por medio de quien designe con intervenció n del juez ordinario competente.
Procedimiento sustitutivo de la quiebra.
Los aseguradores no pueden recurrir al concurso preventivo ni son susceptibles de ser declarados en
quiebra.

Si no se hubiese iniciado la liquidació n forzosa del pá rrafo primero y estuviesen reunidos los requisitos
para la declaració n de quiebra, el juez ordinario competente dispondrá la disolució n de la sociedad y su
liquidació n por la autoridad de control.

Aplicació n supletoria de los concursos comerciales.


ARTICULO 52.- En los casos de los artículos 50 y 51, la autoridad de control ajustará la liquidació n a las
disposiciones de los concursos comerciales para las quiebras, y tendrá todas las atribuciones del síndico en
aquéllas.
Podrá rescindir los contratos de seguro con un preaviso de quince (15) días, notificando a los
asegurados por carta certificada con aviso de retorno u otro medio suficientemente idó neo. El asegurador
responde por los siniestros ocurridos ínterin, salvo que el asegurado celebre en reemplazo otro contrato de
seguro. En los seguros de la rama vida dispondrá previamente la cesió n de la cartera por licitació n de
acuerdo con las bases que fije. Si la cesió n no fuera posible se estará a lo dispuesto en el pá rrafo anterior.

Sanciones.
ARTICULO 53.- La autoridad de control elevará al juez que conoció en la causa todos los antecedentes
del asegurador para hacer efectivas respecto de sus administradores, directores, consejeros, síndicos,
integrantes del consejo de vigilancia y gerentes, las medidas previstas en la ley de concursos para el fallido
en el supuesto de culpa o fraude y, en su caso, les será n aplicadas las penas previstas en el Có digo Penal
para el quebrado fraudulento o culpable.

Privilegios.
ARTICULO 54.- Gozan del privilegio general establecido en el artículo 270 de la ley de concursos:
a) Los asegurados o sus beneficiarios en la rama vida, por el capital o renta debidos o por las reservas
matemá ticas, en el mismo grado de los créditos mencionados en el inciso 1) del citado artículo y con igual
extensió n a la que el artículo 271 de dicha ley otorga al capital emergente de sueldos, salarios y
remuneraciones;
b) Los créditos por los siniestros producidos en los otros seguros.
Los gastos de liquidació n, incluidos los devengados por la autoridad de control, gozan del privilegio
establecido en el artículo 264 de la mencionada ley.
4. Liquidació n y quiebra de entidades financieras (ley 21.526 y modificaciones ley 24.485)
Liquidació n judicial

ARTICULO 48. — El liquidador judicial deberá ser designado por el juez competente, conforme a lo
dispuesto por la Ley de Concursos y Quiebras para los síndicos. En el supuesto de que se declarare la
quiebra de la entidad, el liquidador designado continuará desempeñ á ndose como síndico. (Pá rrafo
modificado por el Art. 3º de la Ley Nº 24.485 B.O. 18/4/1995)
Desde la resolució n de revocació n de la autorizació n para funcionar y hasta tanto el juez competente
resuelva el modo de la liquidació n de la actividad y/o de la ex entidad, será n nulos cualquier tipo de
compromisos que aumenten los pasivos de las ex entidades y cesará la exigibilidad y devengamiento de sus
intereses.
El liquidador judicial podrá solicitar orden de allanamiento y el auxilio de la fuerza pú blica para
asegurar el cumplimiento de la decisió n del juez.
Los honorarios del liquidador judicial se fijará n también en funció n de la efectiva tarea realizada, con
absoluta independencia de la cuantía de los activos, pasivos y/o patrimonio de la entidad.
Estando la ex entidad en proceso de liquidació n judicial, el liquidador presentará dentro del plazo de
CUARENTA Y CINCO (45) días há biles contados a partir de la aceptació n del cargo, un informe que permita
al juez conocer el patrimonio de la ex entidad financiera y deberá solicitar de inmediato la declaració n de
quiebra si advirtiera la cesació n de pagos por sí mismo, o en virtud de pedidos de quiebra iniciados por
terceros. El juez deberá disponerla si advirtiera la existencia de presupuestos falenciales. Será removido el
liquidador que no presentara dicho informe en el plazo establecido, sin que sea necesaria intimació n
previa.
ARTICULO 49. — La liquidació n judicial se realizará de acuerdo a las siguientes disposiciones y con
aplicació n de las normas sobre liquidació n de sociedades, en lo que no queda expresamente contemplado a
continuació n:
a) Desde la resolució n de revocació n de la autorizació n para funcionar, ningú n acreedor por causa o
título anterior a la revocació n podrá iniciar o proseguir actos de ejecució n forzada sobre los bienes de la ex
entidad, salvo que tuvieren por objeto el cobro de un crédito hipotecario, prendario o derivado de una
relació n laboral.
Los embargos y/o inhibiciones generales trabados, no podrá n impedir la realizació n de los bienes de la
ex entidad y deberá n recaer sobre el producido de su realizació n, por hasta los montos origninalmente
constituidos;
b) La resolució n que disponga la liquidació n judicial tendrá la misma publicidad que la establecida por la
Ley de Concursos para la declaració n de quiebra, aplicá ndose de igual modo, en forma analó gica, la
publicidad y procedimiento para la insinuació n y verificació n de los créditos que componen el pasivo. Los
pagos a los acreedores deberá n efectuarse con la previa conformidad del juez interviniente, en
concordancia con el inciso g), y aplicá ndose igualmente en forma analó gica lo dispuesto por la Ley de
Concursos y Quiebras para la liquidació n de los bienes y proyecto de distribució n y pago a los acreedores.
c) El liquidador judicial determinará la totalidad de obligaciones exigibles provenientes de depó sitos de
sumas de dinero, estableciendo la procedencia del pago y genuinidad de los instrumentos;
d) Con el orden de prelació n que resulta de los apartados siguientes tendrá n privilegio general para el
cobro de sus acreencias por sobre todos los demá s créditos, con excepció n de los créditos con privilegio
especial de prenda e hipoteca y los acreedores laborales enunciados en los incisos a) y b) del Artículo 53,
los siguientes:

i) Los depó sitos de las personas físicas y/o jurídicas hasta la suma de CINCUENTA MIL PESOS ($
50.000), o su equivalente en moneda extranjera, gozando de este privilegio una sola persona por depó sito.
Habiendo má s de un titular la suma se prorrateará entre los titulares de la imposició n privilegiada. A los
fines de la determinació n del privilegio, se computará la totalidad de los depó sitos que una misma persona
registre en la entidad.
ii) Los depó sitos constituidos por importes mayores, por las sumas que excedan la indicada en el
apartado anterior.
iii) Los pasivos originados en líneas comerciales otorgadas a la entidad y que afecten directamente al
comercio internacional.

Los privilegios establecidos en los apartados i) e ii) precedentes no alcanzará n a los depó sitos
constituidos por las personas vinculadas, directa o indirectamente, a la entidad, segú n las pautas
establecidas o que establezca en el futuro el BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA.
f) El liquidador judicial realizará informes mensuales a partir del previsto en el quinto pá rrafo del
artículo 48 sobre el estado de la liquidació n, los que permanecerá n a disposició n de los interesados en el
juzgado interviniente en la liquidació n. (Inciso sustituido por art. 10 de la Ley N° 25.780 B.O. 8/9/2003.
Vigencia: a partir del día de su publicació n en el Boletín Oficial, ver aplicació n art. 20 de la misma norma).
g) Concluidas las operaciones de liquidació n judicial, el liquidador presentará al juez interviniente el
balance final con una memoria explicativa de sus resultados y con un proyecto de distribució n de fondos,
previa deducció n de los importes necesarios para cancelar las deudas que no hubieren podido ser
satisfechas.
De la presentació n se dará cuenta por edictos publicados por tres (3) días, en dos (2) diarios del lugar en
que la ex entidad haya tenido su sede social, uno de los cuales será el de anuncios legales.

Los socios y acreedores reconocidos só lo podrá n formular impugnaciones al balance final de la


liquidació n y al proyecto de distribució n de fondos dentro de los treinta (30) días há biles siguientes al de la
ú ltima publicació n y ellas será n resueltas por el juez en el expediente de la liquidació n, donde los
impugnantes tendrá n derecho a intervenir en calidad de parte. La sentencia que se dicte tendrá efecto aun
con respecto a quienes no hubieran formulado impugnaciones. Transcurrido el plazo de treinta (30) días
há biles sin que se hubieran producido impugnaciones, o resueltas éstas judicialmente, tanto el balance
como el proyecto de distribució n se tendrá n por aprobados con las modificaciones que puedan resultar de
la sentencia y se procederá a la distribució n;
h) Las sumas de dinero no reclamadas por sus titulares será n depositadas en el juzgado interviniente
por el plazo de un (1) añ o, a contar de la publicació n de la declaració n judicial de finalizació n de la
liquidació n. Dichos fondos podrá n ser invertidos a propuesta del liquidador judicial.
El derecho de los acreedores a percibir los importes que les correspondiere en la distribució n
prescribirá en el plazo indicado. La prescripció n operará de pleno derecho, destiná ndose los importes no
cobrados al Instituto Nacional de Previsió n Social para Jubilados y Pensionados;
i) Distribuidos los fondos o, en su caso, efectuada la entrega indicada precedentemente, el juez,
mediante resolució n que será publicada por un (1) día en dos (2) diarios del lugar en que la entidad haya
tenido su sede social, uno de los cuales será el de anuncios legales, declarará finalizada la liquidació n.
Los acreedores de la ex entidad só lo podrá n accionar contra ella en tanto no haya sido pronunciada la
declaració n de finalizació n de la liquidació n y ú nicamente hasta la concurrencia de los bienes no realizados,
fondos no distribuidos o importes no depositados, sin perjuicio de las acciones que les correspondiere
contra los socios en forma individual;

j) Los libros y documentació n de la entidad liquidada será n depositadas en el lugar que el juez designe,
por el plazo de diez (10) añ os, a contar de la fecha de publicació n de declaració n judicial de finalizació n de
la liquidació n, a cuyo vencimiento será n destruidos.
k) Todos los juicios de contenido patrimonial iniciados o a iniciarse en contra de la ex entidad o que
afectaren sus activos tramitará n ante el juez que entienda en la liquidació n judicial, sin perjuicio de lo
establecido en el primer pá rrafo del artículo 56 de la presente ley.
Capítulo III
Quiebras
ARTICULO 50. — Las entidades financieras no podrá n solicitar la formació n de concurso preventivo ni
su propia quiebra. No podrá decretarse la quiebra de las entidades financieras hasta tanto les sea revocada
la autorizació n para funcionar por el BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA. A partir de esa
revocació n regirá lo dispuesto en el artículo 52 de la presente ley.

Cuando la quiebra sea pedida por circunstancias que la harían procedente segú n la legislació n comú n,
los jueces rechazará n de oficio el pedido y dará n intervenció n al BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA
ARGENTINA para que, si así correspondiere, se formalice la petició n de quiebra.

Si la resolució n del BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA que dispone la revocació n de la


autorizació n para funcionar, comprendiere la decisió n de peticionar la quiebra de la ex entidad, dicho
pedido deberá formalizarse inmediatamente ante el juez competente.

Ante un pedido de quiebra formulado por el liquidador judicial el juez podrá dictarla sin má s trá mite,
conforme lo establecido en el pá rrafo anterior o de considerarlo necesario, emplazar al deudor en los
términos y plazos que la Ley de Concursos y Quiebras establece, para que invoque y pruebe cuanto estime
conveniente a su derecho.

ARTICULO 51. — Una vez que el juez interviniente declare la quiebra, ésta quedará sometida a las
prescripciones de esta ley y de la Ley de Concursos y Quiebras, salvo en lo concerniente a las siguientes
disposiciones:
a) No será n reputados ineficaces ni susceptibles de revocació n, de conformidad con las normas de la Ley
de Concursos y Quiebras, los actos realizados o autorizados por el Banco Central por los supuestos
previstos en la ley vigente hasta la sanció n de la ley 24.144, ni los actos realizados o autorizados a realizar a
entidades o terceros de acuerdo a las disposiciones del artículo 35 bis de la presente ley y el artículo 17
incisos b) y c) de la Carta Orgá nica del Banco Central, ni los créditos del Banco Central con el privilegio
absoluto del artículo 53 ni sus garantías;
b) En ningú n caso será n aplicables las normas sobre continuació n de la explotació n de la empresa;
c) Lo dispuesto por los incisos d) y e) del artículo 9 será igualmente aplicable en caso de quiebra.
d) La verificació n de créditos del Banco Central de la Repú blica Argentina se formalizará sin necesidad
de cumplir con el recaudo de acompañ ar los títulos justificativos de los mismos, a los que se refiere el
artículo 32 de la Ley N. 24.522, bastando a tales efectos la certificació n de los saldos contables emitidos por
el Banco Central de la Repú blica Argentina. Esta disposició n será de aplicació n al caso previsto en el
artículo 49 inciso b). (Inciso incorporado por el Art. 1º de la Ley Nº 24.627 B.O. 18/3/1996)

ARTICULO 52. — Habiéndose dispuesto las exclusiones previstas en el apartado II del artículo 35 bis de
la presente ley ningú n acreedor, con excepció n del Banco Central de la Repú blica Argentina, podrá solicitar
la quiebra de la ex entidad sino cuando hubieren transcurrido sesenta (60) días corridos contados a partir
de la revocació n de la autorizació n para funcionar. Transcurrido dicho plazo la quiebra podrá ser declarada
a pedido de cualquier acreedor pero en ningú n caso afectará los actos de transferencia de los activos y
pasivos excluidos realizados o autorizados de acuerdo a las disposiciones del mencionado artículo, aun
cuando estos estuvieren en trá mite de instrumentació n y perfeccionamiento.

ARTICULO 53. — Los fondos asignados por el Banco Central de la Repú blica Argentina y los pagos
efectuados en virtud de convenios de créditos recíprocos o por cualquier otro concepto y sus intereses, le
será n satisfechos a éste con privilegio absoluto por sobre todos los demá s créditos, con las siguientes
excepciones en el orden de prelació n que sigue:
a) Los créditos con privilegio especial por causa de hipoteca, prenda y los créditos otorgados conforme a
lo previsto por el artículo 17 incisos b) c) y f) de la Carta Orgá nica del Banco Central de la Repú blica
Argentina, en la extensió n de sus respectivos ordenamientos. Los créditos otorgados por el Fondo de
Liquidez Bancaria (FLB) creado por el Decreto Nº 32 del 26 de diciembre de 2001, garantizados por prenda
o hipoteca, gozará n de idéntico privilegio.
b) Los créditos privilegiados emergentes de las relaciones laborales, comprendidos en el artículo 268 de
la Ley 20.744 y sus modificatorias. Gozará n del mismo privilegio los intereses que se devenguen por las
acreencias precedentemente expuestas, hasta su cancelació n total.
c) Los créditos de los depositantes de acuerdo con lo previsto en el artículo 49, inciso e), apartados i) e
ii).

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