Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El desarrollo de la lateralidad en los niños es uno de los aspectos más relevantes en influyentes en
el proceso de aprendizaje a lo largo de la escolaridad. Inicia entre los 3 y 5 años como parte del
desarrollo de las neurofunciones en etapa preescolar y finaliza usualmente entre los 6 y 7 años de
edad (Ferré, Casaprima y Catalán, 2006).
Los niños utilizan de forma involuntaria una mano, pie, ojo, oído, más que el otro y es
precisamente a consecuencia de su desarrollo de la lateralidad. Esta preferencia que todos
tenemos por utilizar un lado de nuestro cuerpo para llevar a cabo una actividad, depende en gran
parte de la genética y también de la estimulación externa que reciban. Muchas veces se presta
solo atención a la lateralización de pie y mano, olvidando lo importante que es estimular el
desarrollo lateral de ojo y oído.
Sí usted desea conocer la preferencia que tiene su hijo, se sugiere realizar observación cotidiana a
través del juego. A continuación, comparto con ustedes algunas ideas:
Pedirle que mire a través de un tubo de cartón o telescopio los insectos del jardín.
Motivarlo a patear una pelota en una partida de fútbol con papá y mamá.
Tomar objetos escondidos en una caja utilizando solo una mano y reconocer el objeto por su
forma y textura.
Para apoyar el desarrollo de la lateralidad en su hijo, aliéntelo a rodar, balancearse, bailar, caminar
sobre listones, jugar a la rayuela, saltar en un pie, embonar objetos, construir legos, abrir envases,
colocarse una concha en una oreja para escuchar su sonido, ya que éstas actividades estimulan los
órganos del equilibrio que se encuentran en el cerebro y enriquecen los centros de movimiento y
lateralidad. Recuerde que el estímulo y juego afectivo con los adultos y niños a su alrededor
potencia el desarrollo integral de sus hijos. ¡Los invito a seguir jugando!
Referencias bibliográficas:
Ferré, J., Casaprima, V., & Catalán, J. (2006). Técnicas de tratamiento de los trastornos de
lateralidad. Barcelona: Lebón.
Mayolas, M., Villarroya, A. y Reverter, J. (2010). Relación entre la lateralidad y los aprendizajes
escolares. Apunts. Educación fisica y deportes, 32-42.
1
EL DESARROLLO DE LA LATERALIDAD EN LOS NIÑOS
La lateralidad es la preferencia en razón del uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del
cuerpo frente a la otra. De la misma manera, el cerebro también se encuentra dividido en dos
mitades o hemisferios que dada su diversificación de funciones (lateralización) imponen un
funcionamiento lateralmente diferenciado.
Es la lateralidad cerebral la que ocasiona la lateralidad corporal. Es decir, porque existe una
especialización de hemisferios, y dado que cada uno rige a nivel motor el hemisferio contra
-lateral, es por lo que existe una especialización mayor o más precisa para algunas acciones de una
parte del cuerpo sobre la otra.
Pero, aunque en líneas generales esto es así, no podemos despreciar el papel de los aprendizajes y
la influencia ambiental en el proceso de lateralización que constituirá la lateralidad corporal.
Como resultados de tales estudios parece deducirse que el hemisferio de derecho se caracteriza
por un tratamiento global y sintético de la información, mientras que el hemisferio izquierdo lo
hace de modo secuencial y analítico. Estos estudios sitúan la lateralidad corporal, la mayor
habilidad de una mano sobre la otra, en le marco de las asimetrías funcionales del cerebro.
La lateralidad corporal parece, pues, una función consecuente del desarrollo cortical que mantiene
un cierto grado de adaptabilidad a las influencias ambientales. En realidad la capacidad de
modificación de la lateralidad neurológicamente determinada en procesos motrices complejos es
bastante escasa (no supera el 10%), lo que nos lleva a proclamar la existencia de una lateralidad
corporal morfológica, que se manifestaría en las respuestas espontáneas, y de una lateralidad
funcional o instrumental que se construye en interacción con el ambiente y que habitualmente
coincide con la lateralidad espontánea, aunque puede ser modificada por los aprendizajes sociales.
2
Fase de alternancia, de definición por contraste de rendimientos (2-4 años).
En la educación infantil se debe estimular la actividad sobre ambas partes del cuerpo y sobre las
dos manos, de manera que el niño o la niña tenga suficientes datos para elaborar su propia
síntesis y efectuar la elección de la mano preferente.
Tipos de lateralidad:
Destreza homogénea. Cuando se usan preferentemente los miembros del lado derecho.
Algunas posibles actividades que podemos trabajar en la escuela con los pequeños para ayudarles
en su afianzamiento de su propia lateralidad son las siguientes:
Lanzar una pelota con una mano, chutarla con un pie, etc.
Nombrar las partes del cuerpo de nuestro compañero/a, con los ojos vendados.
Señalar objetos.
Coger cosas.
Etc…