Cuentos Trabajar Valores CAS

Cuaderno de valores.
CAS -34246- 22/1/10 13:52 Página 1
Nombre: • Repaso con ceras de colores el camino para llevar los papeles a la papelera.
Coloreo a Sara.
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VALOR: Cuidado y limpieza de la clase.
CUENTO:
Sara y su puntería
Petra, la maestra, nos ha dicho muchas veces que hemos
de tirar los papeles a la papelera. Pero Sara, una de mis
compañeras de clase, siempre se distrae intentando ences-
tar los papeles en la papelera.
—¡Mira cómo hago puntería! —me dice a cada rato.
Sara es graciosa, pero no acierta nunca en la papelera y aca-
bamos siempre con la clase sucia.
Hoy Petra le ha llamado la atención muy seria y le ha pedi-
do que a la hora del recreo, en lugar de jugar, deje limpia
la clase y piense en su actitud.
Sara, después de recoger uno a uno los papeles esparcidos
por el suelo y ver que no ha podido salir al patio, se ha que-
dado muy pensativa.
—Yo no sé por qué tiro papeles al suelo si luego me toca
recogerlos a mí y me aburro aquí sola —me ha dicho al
verme después del recreo—. Mi comportamiento es muy
negativo: perjudica a todos porque dejo la clase sucia y me
perjudico a mí misma porque me quedo sin salir al patio.
Sara comprende que debe cambiar de actitud y decide no
jugar a encestar. A partir de ahora tirará directamente los
papeles a la papelera.
Nombre: • Dibujo una cara alegre a los niños que juegan juntos y una cara triste al que
está solo. Coloreo el juego que más me gusta.
VALOR: El perdón.
CUENTO:
Pablo está triste

En la clase, todos somos muy amigos: nos damos los bue-
nos días por la mañana, jugamos juntos, cantamos cancio-
nes, nos damos abrazos, trabajamos muy contentos…
Hace poco ha llegado un niño nuevo a clase. Se llama Pablo,
es de otra ciudad y no conoce a nadie, así que todos lo salu-
damos y le prometemos que vamos a jugar con él para que
no esté solo.
Pero, para sorpresa de Pablo, hoy en el gimnasio nadie ju-
gaba con él. Poco a poco, Pablo se ha encontrado solo, sin
amigos, y le ha dado mucha tristeza.
La maestra, al verlo, nos ha preguntado:
—¿Os dais cuenta de que Pablo está triste? ¿Os parece que
vuestra actitud tiene algo que ver con su tristeza?
—Sí, Petra. Nosotros no jugamos con él, por eso Pablo está
triste —le ha dicho Samuel.
—¿Qué podemos hacer para que esté contento? —ha vuel-
to a preguntar la maestra.
—Pedirle perdón —han respondido varios niños a coro.
—Y jugar con él —ha añadido Sara.
Al final de la clase, en el gimnasio, Pablo ya estaba conten-
to y feliz jugando con todos nosotros.
Nombre: • Coloreo con ceras los juguetes que quiero compartir con mis compañeros.
VALOR: Compartir.
CUENTO:
Juega con mi juguete

Ayer, Petra, la maestra, explicó el significado de la palabra
compartir. Después, propuso una actividad: cada uno trae-
ría un juguete de su casa para invitar a sus compañeros a
jugar con él.
Hoy Sara ha traído una muñeca de tela; Pablo, un balón;
Pepe, un camión; Marcos, piezas de montar; Ana, una
comba, y así hasta veinticinco juguetes.
Los hemos colocado en una esquina del aula. Al terminar la
tarea, cada uno ha cogido su juguete y se lo ha prestado a
otro compañero de la clase para que jugara.
—Toma, juega con mi juguete —decíamos cada uno al entre-
gar nuestro juguete a un compañero o compañera.
Nos lo hemos pasado muy bien jugando con los juguetes
de los demás.
La maestra de Religión nos ha contado que tenemos mucha
suerte de poder jugar con tantos juguetes diferentes. Hay
niños que son tan pobres que sólo juegan con ramas secas,
caracoles o piedras del río.
—Podríamos mandar algunos de nuestros juguetes a esos
niños pobres —ha dicho Marcos.
—Buena idea, en la próxima campaña de recogida de ali-
mentos también traeremos juguetes —hemos decidido entre
todos.
Nombre: • Pego serrín en la maceta y relleno la flor con plastilina.

VALOR: Cuidado de la naturaleza.
CUENTO:
Las flores de la abuela

Hoy mis primos y yo hemos ayudado a la abuela a plantar
flores en las macetas grandes.
Primero hemos llenado de tierra y abono las macetas; des-
pués hemos hecho un agujero en la tierra y hemos coloca-
do las plantas con mucho cuidado tapando las raíces; final-
mente las hemos regado bien.
Ahora, el patio de la abuela se ve precioso y muy alegre.
Cuando mis padres y mis tíos han salido al patio, han excla-
mado:
—¡Qué bonito!
—¡Está precioso!
—¡Mirad qué flores!
Mi prima de dos años ha querido arrancar los geranios, pero
la abuela le ha explicado que las flores no se pueden arran-
car y llevárselas porque su lugar es la planta, donde ofre-
cen su color y su olor a toda la familia y no a una sola per-
sona.
Creo que mi prima lo ha entendido porque, sin decirle nada
a nadie, se ha acercado a la flor y le ha dado un beso.
Nombre: • Pego gomets en las manos de los amigos de Jaime. Coloreo el dibujo.
VALOR: Los buenos amigos.
CUENTO:
¡Vamos al teatro!
Hoy la maestra Petra nos ha llevado al teatro.
Estábamos muy contentos porque era la primera vez que via-
jábamos en autobús todos juntos.
Al llegar al teatro, nos hemos sentado en unas butacas anti-
guas de madera y todo nos parecía emocionante. El esce-
nario era muy, muy grande y el telón, de una tela gruesa de
color granate con flequillos.
Se han apagado las luces y ha aparecido en escena un dra-
gón muy malvado que echaba fuego por la boca. A Jaime
le ha entrado miedo al ver todo tan oscuro y ver al dragón
saltando. No ha podido aguantarse más y se ha echado a
llorar. Como le daba vergüenza que lo vieran llorar se ha
escondido debajo del asiento, pero sus mejores amigos,
Pepe y Ana, lo han visto y han ido a sentarse a su lado.
—Jaime, sal de ahí debajo y siéntate en la butaca, que noso-
tros te hacemos compañía —le ha dicho Ana muy bajito.
—¡No quiero salir, tengo miedo! —ha sollozado Jaime.
—No llores, nosotros te agarramos de la mano y verás que
el dragón es de mentira, es un payaso disfrazado —ha insis-
tido Pepe.
Jaime ha confiado en sus amigos y ha salido de su escon-
dite. Se ha sentado tranquilo al lado de Pepe y Ana, y los tres
se han cogido de la mano sin miedo.
Jaime se ha sentido seguro, y en una de las ocasiones en
que el dragón ha caído al suelo, los tres han empezado a
reírse y se han soltado de la mano.
¡Qué bien lo han pasado juntos! Jaime tiene muy buenos
amigos.
Nombre: • Tacho con ceras la actitud negativa de Sara. Coloreo el dibujo de Sara cuan-
do ha cambiado de actitud.
VALOR: El respeto a los demás.
CUENTO:
Sara decide cambiar

La maestra ha tenido que hablar con los papás de Sara por-
que, cuando no es la primera en la fila, se enfada, patalea
y tira alguna que otra cosa al suelo.
—Sara, eso no está bien —le regaña cada vez la maestra—.
Tienes que cambiar de actitud. Tus compañeros también
quieren ser los primeros y merecen que tú los respetes.
Pero cuanto más la riñe, es más exagerado su berrinche.
Cuando Sara ha visto a sus papás hablando con la maes-
tra, se ha imaginado que estaban hablando de su compor-
tamiento en la fila.
La maestra y sus papás le han dicho que esta tarde tenía que
buscar una solución a su mal comportamiento.
De regreso a casa, como Sara está muy callada, su mamá
le pregunta:
—Sara, ¿piensas en lo que te hemos dicho la maestra, tu
papá y yo?
—Sí. Yo quiero portarme mejor, mamá. Yo no quiero ser el
hazmerreír de todos cada vez que me da una rabieta. Y tam-
poco me gusta que siempre me riñan.
—¿Tú entiendes que a los otros niños también les gusta ser
los primeros de la fila como a ti?
—Sí —responde Sara—. He pensado pedirle a la maestra
que cada día un compañero diferente día sea el primero de
la fila.
—Es una buena idea. Mira, podrías presentarte de volunta-
ria para ser la encargada de nombrar al primero de la fila.
—Claro que sí. Y, si puedo elegir, mañana el primero de la
fila será Ramón, que nunca es el primero.
Nombre: • Rodeo a Xi Jie para darle la bienvenida. Dibujo en el globo las palabras que
quiero enseñarle.
VALOR: El diálogo cultural.
CUENTO:
Te enseñamos palabras
Esta semana ha llegado un compañero nuevo a clase; es
chino, tiene los ojos rasgados y su pelo es muy negro y lacio.
—Xi Jie —ha dicho el nuevo compañero señalándose el
pecho para que lo entendiesen—. Xi Jie.
—¡Ah! Te llamas Xi Jie —han respondido casi todos a coro.
La maestra les ha explicado que Xi Jie no habla nuestro idio-
ma y que tendrán que ayudarlo porque sabe muy pocas
palabras en español.
Al principio todos estaban dispuestos a enseñarle palabras,
pero el pobrecito Xi Jie se ha aturdido al ver que tantos niños
le hablaban a la vez a gritos y le señalaban cosas. Se ha
armado tal alboroto que Xi Jie, asustado, se ha ido solo a
un rincón de la clase.
—Maestra, ¿qué le pasa a Xi Jie? ¡No quiere que le ense-
ñemos nada! ¡No nos escucha! ¡No nos hace caso! —gri-
taban los compañeros de Xi Jie.
La maestra ha acompañado a Xi Jie a su pupitre y les ha
dicho a todos:
—Xi Jie no es una persona especial: todos tenéis la misma
edad, vivís con una familia que os quiere y os cuida, os gusta
jugar... La única diferencia es que Xi Jie aún no conoce nues-
tro idioma y no puede aprenderlo en tres minutos, como vos-
otros pretendéis. Vamos a hacer un intercambio —ha segui-
do explicando la maestra—. Cada día que Xi Jie aprenda
palabras nuevas, él nos enseñará una palabra en chino a
nosotros.
Nombre: • Tacho la escena con la actitud negativa y coloreo la escena de las buenas ami-
gas.
VALOR: El valor de la amistad.
CUENTO:
Amigas para siempre

Marta va todas las tardes a la cancha con Lucía, su mejor
amiga. A las dos les gusta mucho el voleibol.
Hace unos días, Lucía llegó con su pelota preferida y a Marta
le gustó muchísimo. Empezaron a jugar y se pasaron un buen
rato disfrutando, hasta que… Marta le dio un golpe muy muy
fuerte al balón y fue a parar a una verja con alambrada. Lucía
corrió a cogerlo y, cuando lo tuvo en las manos, se dio cuen-
ta de que estaba pinchado; entonces miró a Marta muy enfa-
dada y se puso a llorar.
—Perdóname, Lucía, ha sido sin querer —se disculpó Marta.
Pero Lucía le dijo:
—Lo has hecho a propósito, ya no voy a jugar más contigo.
Ya no somos amigas.
Lucía llegó a casa muy enfadada y se lo contó a su madre.
La mamá de Lucía le dijo que el balón costaba dinero, pero
que una amiga tenía más valor que una pelota.
—Tu amiga te ha pedido perdón y tú no la has perdonado;
esto es mucho peor que el pinchazo de un balón. El pincha-
zo lo puedes arreglar, pero tu amistad con Marta, ¿cómo vas
a arreglarla?
Al día siguiente, aunque las niñas no querían ir a la cancha,
sus mamás las convencieron de que fuesen.
Las dos amigas se sentaron en la misma banqueta sin decir-
se nada. Después de un largo rato Marta se acercó a Lucía,
al tiempo que Lucía hizo lo mismo con Marta. Y Lucía le dijo:
—Lo siento mucho, debí haberte perdonado ayer mismo.
Para mí el balón no es más importante que tú. Perdóname.
Nombre: • Coloreo la buena decisión que ha tomado David.

VALOR: Decidir con libertad actuar positivamente.
CUENTO:
La pandilla del recreo

A la hora del recreo un grupito de tres niños se dedican a
molestar a los demás.
Los maestros están cansados de castigar a esa pandilla de
maleducados y ellos también lo están de que los pillen siem-
pre cuando hacen sus jugarretas.
La pandilla ha tramado un plan para seguir haciendo tras-
tadas y que no los pillen.
—David, queremos hablar contigo —le han dicho a un niño
muy callado y tímido al que nunca castigan—. Queremos que
seas nuestro amigo.
David se ha quedado muy sorprendido.
—Mira, hemos encontrado un rotulador grueso y queremos
pintar monigotes en el tobogán —le ha explicado uno de
ellos mientras le mostraba el rotulador.
—Para que no nos pillen, tú vigilarás y, si ves que se acer-
ca nuestro profesor, nos avisas —ha seguido explicándole
otro de la pandilla—. Ahora tú eres uno de nosotros.
David se da cuenta de que esos niños no son buenos ami-
gos y él no quiere formar parte de su pandilla si se portan
tan mal. Por eso ha estado pensando en cómo impedir la
travesura y, finalmente, ha tenido una gran idea.
—Oídme, eso de pintar monigotes no me gusta, así que yo
no os acompañaré; pero, si alguno de vosotros quiere acom-
pañarme a jugar al fútbol, traeré mi balón nuevo.
—Yo quiero jugar contigo, David —ha dicho uno de los de
la pandilla.
Y han empezado a jugar; se lo estaban pasando tan bien
que los otros dos niños también han querido divertirse y se
han apuntado a jugar al fútbol.
Nombre: • Coloreo los elementos necesarios para vivir.

VALOR: Aprecio y gratitud por la comida.
CUENTO:
La comida, un tesoro más

valioso que el oro
Los niños de la clase que se quedan a comer en la escuela
estaban muy alborotados. Teresa, la cuidadora del comedor,
les llamaba muchas veces la atención porque no querían ter-
minarse la comida o jugaban con ella dándole vueltas en el
plato, esperando a que alguien les diera permiso para no se-
guir comiendo.
Como parecía que esos niños no le daban valor a la comi-
da, la cuidadora y Lola, la maestra de Religión, tomaron car-
tas en el asunto. Y empezaron la campaña titulada: La comi-
da, un tesoro más valioso que el oro.
Durante unos días, antes de entrar en el comedor, han visto
una película cortita sobre los oficios y el trabajo. Allí se han
dado cuenta de cuántas horas al día trabajan los mayores
para tener dinero y poder comprar la comida.
—¡Huy! La merluza vale mucho dinero, mi padre tiene que
conducir el camión mucho rato para poder comprar el pes-
cado de toda la semana — ha exclamado José Carlos.
—Mira cuántas personas trabajan para que nosotros ten-
gamos verdura —ha dicho Natalia.
Todos han empezado a cambiar de actitud ante la comida
y a apreciar el esfuerzo de sus padres para que ellos pue-
dan comer.
Lola, además, les ha enseñado unas fotos de niños como
ellos que viven en países muy pobres, tan pobres que no tie-
nen comida.
Ahora ya todos dan valor a la comida como necesidad bási-
ca para vivir y dan gracias por tener alimento todos los días.
Nombre: • Relaciono con ceras de distinto color cada animal con los cuidados que nece-
sita. Coloreo mi mascota preferida.
VALOR: El cuidado de los animales.
CUENTO:
La mascota
Lucas es un buen compañero y muy cariñoso con todos; ade-
más, es muy gracioso contando historias divertidas.
Un día nos contó:
—Mi casa está llena de mascotas, hasta tal punto que mi
padre, en broma, siempre dice que vive en el arca de Noé.
Tenemos una perra llamada Luna, que tiene miedo de la
oscuridad; un periquito llamado Bichito, que pica como una
avispa; un hámster llamado Mordisco, que se traga las pipas
enteras, y un pez al que llamamos Solote, porque sólo se des-
pierta de noche.
Todos nos quedamos maravillados, porque Lucas no sólo
juega con sus mascotas, también las cuida. Se ocupa de que
no les falte agua ni comida; ayuda a su hermano mayor a
limpiar y desinfectar las jaulas, las peceras, las cestas... Ade-
más, todas las tardes él y su abuela sacan a Luna a pase-
ar y a hacer sus necesidades en el pipicán.
¡Cuánto trabajo! ¡Qué bien cuida a los animales!
Rosa, la maestra, aprovecha la ocasión para contarnos que
ha llegado el momento de tener una mascota. Entre todos,
hemos decidido ir a buscar una tortuga abandonada; hemos
comprado comida para ella y una bañerita con una isla seca
para que tome el sol.
Pero, ¿cómo la vamos a cuidar? Pues hemos pensado hacer
un turno por orden de lista para que cada día alguien esté
pendiente de ponerle agua y comida a la tortuga. Después
organizaremos otro turno con los niños que se la puedan lle-
var el fin de semana.
Para el día en que llegue la maestra Rosa con la tortuga, ya
tenemos elegido el nombre: Keka.
Nombre: • Pinto de color amarillo el bote que Toño comparte con Gabriela. Coloreo, de
diferente color,las pinturas y los rotuladores que comparten los compañeros.
VALOR: La generosidad.
CUENTO:
El estuche de Gabriela
Ayer la maestra Rosa nos dijo que podíamos llevar a clase
nuestras cajas de pinturas y estuches de rotuladores, aun-
que también podríamos utilizar el material del aula.
Hoy hemos llegado todos contentos con nuestros estuches
y esperando ilusionados saber para qué eran. Después de
repartir una hoja de papel especial, Rosa nos ha pedido que
pintáramos un cuadro para regalárselo a la persona que nos
hace reír más.
Todos nos hemos puesto manos a la obra. Cuando nos fal-
taba algún color, se lo pedíamos a uno de los compañeros,
y todos nos hemos prestado el material… Bueno, todos no...
Gabriela no quería prestar nada.
No quiero que me lo gastes —contestaba a cada petición
que le hacían.
Realmente el cuadro de Gabriela era precioso y estaba ya
a punto de terminarlo. Sólo le faltaba pintar unos limones
cuando se ha dado cuenta de que le faltaba el color ama-
rillo.
Ha ido a las bandejas de clase, pero allí tampoco había ama-
rillo. Ahora no se atreve a pedírselo a sus compañeros. Se
ha sentado en un rincón y ha empezado a llorar.
—Gabriela, pide pintura a tus compañeros —le ha dicho
Rosa.
—Se van a reír de mí y no me la prestarán.
—Si no lo preguntas, eso no lo sabrás.
Y Gabriela, con mucha vergüenza, ha ido a la mesa de Toño
a pedirle pintura. Toño se la ha dejado.
Al final de la clase, Gabriela ha pedido perdón y ha decidi-
do cambiar de actitud y ser generosa.

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Las flores de la abuela

VALOR: Los buenos amigos.

VALOR: El respeto a los demás.

Sara decide cambiar

VALOR: El diálogo cultural.

VALOR: El valor de la amistad.

Amigas para siempre

Nombre: • Coloreo la buena decisión que ha tomado David.

VALOR: Decidir con libertad actuar positivamente.

La pandilla del recreo

Nombre: • Coloreo los elementos necesarios para vivir.

VALOR: Aprecio y gratitud por la comida.

La comida, un tesoro más

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