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SARAY, LA GITANILLA RUSA.....................................................¡Error! Marcador no definido.

MI SELVA ES MI PATIO.............................................................¡Error! Marcador no definido.

CARICATURA DE MAMÁ...........................................................¡Error! Marcador no definido.

LOS LOCOS VECINOS................................................................¡Error! Marcador no definido.

AVENTURAS EN LAS COSTAS DE AYER.....................................¡Error! Marcador no definido.

LA NIÑA QUE SALVÓ AL MUNDO CON UNA SONRISA DE MEDIA LUNA ¡Error! Marcador no
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LOS PATOS DEL LAGO...............................................................¡Error! Marcador no definido.

SARITA, LA RANA SALTARINA...................................................¡Error! Marcador no definido.


SARAY, LA GITANILLA RUSA
SARAY y su abuela Manuela
vivían en el gran Bosque Mágico, en
el corazón del frío valle, rodeado de
frondosos y centenarios árboles, las
hayas gigantes, los enormes robles,
los pinos albinos y un lecho de
mullidos helechos verdes que
albergaban multitud de animalillos
salvajes.

Abuela y nieta vivían junto con su


perro Rufo, de largos pelos color
canela oscuro, en una profunda
cueva excavada en la ladera de la
montaña.
Las cuevas naturales eran la mejor vivienda para soportar el rigor del invierno
ruso.

En la entrada de la cueva, había una buena estancia que hacía de cocina y


habitación, cerca de una chimenea con horno incluido.

El calor del siempre constante fuego hacía de barrera en contra del aire helado
del exterior.

Saray vivía feliz en el viejo bosque, rodeada de animales y pájaros, a la vera


de un río llamado el Rio Esmeralda, el cual nacía a unos 700 metros. Más
arriba. Su nombre viene por el color verde esmeralda de sus turbulentas y
caudalosas aguas, ricas en polvo de esmeralda que arrastraba la fuerte
corriente desde el nacimiento del río. Rufo se había despertado muy temprano
y ya estaba buceando en el río en busca de los salmones que bajaban del río
después de deshovar sus crías, bajaban medio muertos y agotados, los pescaba
con destreza y se los llevaba corriendo a su ama, la cual los colgaba en lo
negro de la chimenea para que se ahumaran y posteriormente venderlos en el
mercado de los viernes.
MI SELVA ES MI PATIO
Muchos siempre dicen que desean irse al Amazonas o al Triángulo de las
Bermudas, pero solo debo salir a mi patio, mi patio es mi selva, mi Triángulo
o más bien mi cuadrado de las Bermudas. En el patio de mi casa siempre
encuentras aventuras, como cuando quise cavar como un minero para
encontrar  algún tesoro, o para encontrar un dinosaurio. Las cosas que hago en
mi patio son mis aventuras
hermosas si alguna vez rompí
una cañería disculpen mama y
papa, cuando corro con la
manguera para apagar un
incendio imaginario y mojo
toda la pintura de las paredes de
la sala, pero es mi patio, es lo
mejor que me pudo suceder.

Mis amigos y yo nos


divertimos subiendo al árbol y
fingir que somos piratas
buscando tierra, lo que nos separa de la realidad, es como un mundo nuevo,
siempre recorro el patio tratado de encontrar algo que nunca vi, cosas que
serán para una aventura en algún lugar lejano donde solo estén personas de
buen corazón.

Al atardecer finjo que el sol es como una gran bola de fuego que puedo
controlar desde el árbol y lo mando a ir al otro lado del mundo, o cuando vi un
lagartija y jugué que casaba a un cocodrilo en el Amazonas. Con las pirañas
que si tocas el agua te devoran en un santiamén y como mis amigos siempre
vienen, les hablare de un juego que fue el mejor de todos.

CARICATURA DE MAMÁ
En el día de la madre mis compañeros me preguntaron lo que yo le había regalado a
mama, y yo les dije que su caricatura y me dijeron que porque ese regalo y no otro, pero no
tenía dinero, por eso la dibujé.

Un mes antes del día de la madre la dije a mi mama que me despertara cuando ella se
levantase de la cama, cuando ella se sentaba después de prepararme el desayuno
normalmente veía las noticias en la televisión, y yo después de desayunar sin que ella se
diera cuenta comenzaba a dibujarla y no me salía.

Mis primos me decían que mis dibujos eran muy infantiles y era cierto, pero me gustaba.
Yo dibujaba a mi mama cada día, los dibujos que salían eran muy bonitos. Se los enseñé a
mi mama y les gustó muchísimo, me dio un abrazo y me dijo que era el mejor hijo del
mundo.

Mi mama frecuentemente me decía que cada día me quería más y que yo era la luz de sus
ojos.

Mis amigos de la escuela cada día me decían que junte dinero y que la regale algo caro
como ellos le habían regalado a sus mamas y yo influenciado por ellos comencé a ahorrar
para comprar un regalo digno de mama como ellos me decían. Yo fui a preguntar por un
perfume pero estaba lejos de mi alcance, después pedí los precios de unos anillos y collares
pero nada más tenía unos cuantos pesos para el regalo, entonces la dije a mamá que me
disculpara por no poder
comprarla algo bonito en su
día y ella me dijo lo
siguiente:

- No fue por lástima que te


digo que te quiero, las
madres de tus amigos me
contaron que tus amigos te
presionaron para que me
compres algo caro pero eso
no es lo que yo quiero, no…
lo que en verdad me gusto
fue que tú cada día desde un
mes antes te pusieras a
dibujar con tantas ganas.
Encontré la carpeta de
dibujos en los que
guardabas lo que habías
hecho cada día hasta que
uno de ellos te pareció el mejor. Pero la verdad es que todos están hermosos y yo les dije a
las madres que fue lo que tú hiciste.

LOS LOCOS VECINOS


Siempre me pregunte porqué mis vecinos no salían
de la casa, mis padres me decían que ellos eran
raros, que no les hablara pero a mí me llenaba de
intriga. Como puede ser que una persona no salga
de su casa ni para ir a trabajar. Yo me preguntaba que no podía ser verdad, a veces pensaba en que eran
vampiros ya que siempre que los veía en su ventana mirando la blanca y casi pálida piel de ellos, me hacía
tenerles miedo pero no lo suficiente como para no hablarles.

En las tardes me ponía a imaginar como era su casa por dentro, o porque no salían, estarían encantados o son
fantasmas? no lo sabía, así que me arme de valor y con mis amigos fuimos a ver la casa porque nunca vi que la
puerta se abriera. Yo nunca fui de salir mucho y mis amigos tampoco así que no solíamos caminar solos en la
ciudad.

Las casa en mi barrio son parecidas, es como ver un juego de domino, todas las fichas son iguales solo cambian
los puntos negros a lo que yo digo que son las ventanas de nuestras casas. Los patios de todos están
compartidos, la casa en la mitad y un pequeño patio delante de la casa al igual que atrás. Todos nos
juntábamos en casa y mirábamos a mis vecinos recorrer la casa desde mi casita del árbol, donde teníamos
prismáticos para ver mejor, así nos dimos cuenta que tenían una hija y un hijo. Nosotros no los vimos nunca
en esa casa pero ellos estaban en la escuela, así que nos pareció raro verlos en la casa.

Un amigo mío dijo que debíamos ir a ver porque nunca salían de su casa, y esa noche fuimos como espías
vestidos con ropa negra, cuando de repente a mí me asusta mi sombra y grito. Salí corriendo a lo cual mis
amigos me siguieron y no pudimos ver nada, un intento fallido. Al día siguiente nos preparamos para ver de
día, si eran vampiros estarían dormidos de día, cuando saltamos la cerca del frente sin que nadie nos viera
vimos que tenían un perro pequeñito, no era gran problema pero como era de esperarse al intentar tocar la
puerta para ver si estaba abierta un perro como de dos metros y medio salió por debajo de la casa y nos miró
directo a los ojos. Cuando nos mostró sus dientes yo era el único que seguía ahí parado y termine con la ropa
toda desgarrada, como si fuese atacado por un monstruo hecho de alambre de púas; otro intento fallido.

AVENTURAS EN LAS COSTAS DE


AYER
Mi hermano es Luis y nosotros siempre estamos en las costas de ayer, no es que viajemos
en el tiempo aunque no es mala idea, pero cuando tratamos de construir una maquina
siempre nos falta las energía que las pilas de papa siempre se agotan y no llegamos a
encender por completo nuestra máquina.

Cuando él despertaba tarde por las mañanas solo nos decía que le pidamos pilas nuevas y
que no saquemos las pilas de su despertador. Siempre caminamos en el parque mirando a
las personas. El parque queda frente a nuestra casa así que solo parece una extensión de
nuestro patio o como nosotros le decimos el parque de aventuras. Siempre se nos ocurren
cosas como mirar a las personas que pasan tratando de decir de donde son o de que están
hablando pero casi nunca vemos a personas que estén divirtiéndose, en cambio mi hermano
y yo raras veces no nos divertimos con las cosas que suceden en casa, o en el parque, o
cuando viene la tía Ester. Ella siempre trae a su monito mico, es muy divertido, siempre
corremos de él y nos persigue entre los arboles pasando rápido como flecha india pero
siempre nos cansamos antes de llegar a la costa. Disculpen es que no les conté que mi casa
está cerca de una bonita costa donde el agua es verde pero no porque esté sucia sino porque
las piedras no sé qué hacen junto con el plantón y bueno esa es la explicación que me
dieron aunque olvide ciertas partes de la explicación que me dijo mama.

Mi hermano siempre llega por la tarde y cuando podemos jugar a dejar la imaginación a
flote, donde no usamos nada más que nuestra ropa común pero cuando pasamos por debajo
del árbol que tenemos en el jardín pasamos a otro mundo donde todo está al alcance desde
ser un indio y estar en la selva o luchar con los extraterrestres, él era mi gran héroe, mi
hermano mayor era como superman y batman juntos, como si fuera un súper hermano
mayor, cuando sea grande seria como él, eso sería bueno pero me falta mucho todavía.
LA NIÑA QUE SALVÓ AL MUNDO CON
UNA SONRISA DE MEDIA LUNA
Yo iba caminando cuando la vi, vi a la niña completamente sola. Instantáneamente me recordó a
alguien. Sentí que la conocía, que la había visto en
algún otro lado. Me acerqué lentamente a ella para
comprobarlo, y al llegar a su lado la dije:

- Disculpa, ¿Te conozco?

Ella ni siquiera levantó los ojos, y me di cuenta que


estaba triste.

- No, nunca te he visto. Me dijo sin tan siquiera echarme


un perezoso vistazo con una voz aterciopelada y vacía
que me quemó todo el cuerpo.

- Ah, disculpa, sucede que eres idéntica a alguien que


conozco, pero no recuerdo a quién.

Siguió con la mirada fija en sus pies y no me contestó nada. Por alguna razón, decidí seguir
insistiendo y dije:

-Los días han estado muy negros ¿No crees?

-Sí, demasiado negros tal vez. Me dijo de pronto, despertando un repentino interés.

La observé un segundo recorriendo su cara de marfil, me percaté de sus enormes ojeras:

-Oye, tienes que descansar. La dije señalando sus ojos.

Impaciente, me miró por primera vez y me inspeccionó con unos enormes y brillantes ojos
verdes que asemejaban la tropical selva de las amazonas en época de lluvias. No sé realmente si fue
una mirada mal intencionada, pero me miró fijamente, y de golpe, tras un sólo momento de
mirarnos fijamente, recordé.

LOS PATOS DEL LAGO


Como todos los días en el lago de
aquel pequeño lugar llamado
Ranguren, los patos que habitaban en
él, se despertaban con los primeros rayos del sol incidiendo en el lago y dando
color a toda la preciosa vegetación que allí se encontraba.

Dory, que así se llamaba la patita más fuerte del lago, ayudaba a los demás
patitos y sobre todo a sus crías a conseguir sus alimentos. La vida en aquel
lago era un remanso de tranquilidad.

Sin embargo, algo inesperado pasó… Desde que el lago había sido
construido, el encargado de limpiarlo era Esteban, un trabajador del pueblo,
que respetaba perfectamente a los patos y a toda la vegetación que les
rodeaba. Pero Esteban, ya no estaba y otro hombre, Horacio, era ahora el
encargado.

Horacio, más que pensar en los patos pensaba en dejar el lago lo más bonito
posible, para que todos los habitantes de Ranguren quedaran sorprendidos.

Un buen día cuando los primeros rayos de sol empezaban a salir, Horacio
llegó al lago cargado con una especie de carretilla, en la que llevaba un
extraño objeto. Dory la patita, que ya estaba despierta buscando comida
para sus crías, fue sigilosamente acercándose al lugar donde se encontraba
Horacio y la carretilla, sin poder reconocer aquel objeto.

SARITA, LA RANA SALTARINA

É
rase una vez, una rana llamada Sarita, era una rana muy joven, y andaba dando
saltos todo el día… quizás te estés preguntando… ¿pero si todas las ranas saltan?
Pues sí, todas las ranas saltan para desplazarse de un sitio a otro, pero nuestra amiga,
la rana Sarita, era conocida como la rana saltarina por el resto de ranas, así que ya te podrás
imaginar que esta rana, si hay algo que no
le falta, es energía.
Desde que se despertaba hasta que se iba a dormir, saltaba de un lado para otro, no podía
parar y estar un rato tranquila, y mira que sus padres, no paraban de decirle: “Sarita, no
saltes tanto que un día te vas a dar con algo sin darte cuenta y te harás daño“.

Un día cuando estaba en la charca, saltando de una piedra a otra piedra, se le acercó un
sapo muy tranquilo y le dijo: “Hola Sarita, ¿cómo tienes tanta energía para estar
saltando sin parar?” Entonces, por un momento, Sara la rana, se quedó quieta mirando
fijamente a aquél sapo que transmitía tanta tranquilidad, se encogió de hombros y siguió
saltando.

Al día siguiente en el colegio, tenía un examen de gimnasia, que consistía en saltar al


potro, y… ¿ a que no sabéis quién salto más veces el potro?..Pues sí, la rana Sarita. En ese
momento se le acercó, una amiguita de clase y le preguntó: ¿cómo lo haces Sarita? Mira
que yo soy una rana y no puedo estar todo el día saltando sin parar”… Entonces, la rana
contestó: “No lo sé…”

Después de lavarse los dientes, la mamá de Sarita le mandó a la cama a leer un cuento
infantil, que le había regalado su tío Juan. Pero de repente, un ruido ensordecedor
provenía de la habitación de Sarita… Sus padres fueron corriendo a su habitación para ver
qué había sucedido… Sarita se había caído y estaba en el suelo.

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