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5 personajes míticos y leyendas populares del

Perú

Al poseer un importante legado cultural que reúne diversas costumbres,


tradiciones y creencias en sus tres regiones, Perú ha dado como fruto
innumerables crónicas ancestrales y leyendas urbanas que se han transmitido
de generación en generación. Sus personajes principales son elementos
naturales tomando toda clase de escenarios, como lagunas, bosques, playas,
ríos y montañas.

 
Algunas tratan sobre personajes fantásticos o fenómenos sobrenaturales, otras
evocan terroríficas historias o se remontan a épocas muy antiguas, pero todas
se caracterizan por tener un contenido místico y religioso, lo que les ha
permitido perdurar a lo largo del tiempo. A continuación, compartimos 5 de
estas leyendas.
 

El toro encantado 

 
La hermosa laguna de Razuhuillca, ubicada en Huanta, es escenario de esta
popular leyenda ayacuchana. Cuenta la historia que en este lugar habitaba un
corpulento y violento toro negro que en ocasiones salía de las profundidades
causando destrucción e inundaciones en todo el pueblo huantino. Cansados de
esta situación, los pobladores diseñaron un plan para detener al animal.
 
Fue así que una anciana, sabiendo de su delicado estado de salud, decidió
sacrificarse para poder contener a la salvaje especie. Cuenta la leyenda que,
luego de un ritual, la mujer se lanzó junto con una enorme jaula de gruesos
barrotes de fierro encantados al fondo del lago. Allí, encontró al animal
dormido, y como pudo, lo ingresó dentro de la jaula. Esto trajo la paz y
tranquilidad de los habitantes de Huanta que sabían que su peor enemigo
estaba encerrado en las profundidades del lago.
 
Sin embargo, un día, el toro logró desprenderse de su prisión, lo que ocasionó
la inundación de la localidad. Ante esto, los pobladores no tuvieron más opción
que volver a amarrar al toro y resguardarlo para que no vuelva a escapar.
Desde aquel momento, el pueblo vive en constante vigilia ante el peligro de
que el toro encantado pueda inundar nuevamente la ciudad de Huanta.
 

Ciudad de Huanta, donde está ubicada la laguna de Razuhuillca, en Ayacucho.

El Chullachaqui

 
Un ser endemoniado que vive en la Amazonía es el personaje de esta popular
leyenda amazónica. Entre los muchos poderes que ostenta, tiene la capacidad
de imitar el aspecto físico de cualquier allegado o pariente de sus víctimas. Su
engaño resulta tan convincente que la víctima es incapaz de recordar si dicha
persona está viva o no, o si se encuentra lejos de allí.
 
Mientras ambos caminan, el Chullachaqui aprovecha para conversar y, de esa
manera, lograr que el desdichado viajero se interne cada vez más en el
bosque. Luego, la criatura lo abandona en medio de la nada a fin de que muera
lentamente. Los ancianos de la Amazonía describen a este personaje como un
viejo enano con un siniestro rostro cubierto de arrugas.
 
Mientras camina, el chullachaqui va marcando dos huellas en el suelo
completamente distintas: una humana, y la otra similar a la de un animal. Por
ello su nombre en español significa "duende de pies desiguales".
 

Un ser endemoniado que vive en la Amazonía es el personaje de esta


popular leyenda amazónica. Crédito: Difusión.

El tunche

 
La Amazonía peruana está no solo repleta de exóticas especies animales, sino
también de misterios y leyendas que dejan boquiabiertos a sus visitantes. Una
de ellas cuenta la antigua historia del tunche, más conocido como el espíritu
maligno del bosque. Se trata de la versión amazónica del típico fantasma
occidental.
 
Generalmente, es un hombre atormentado por el mal y que, luego de morir, su
alma, mellada por el odio, vaga en la oscuridad ahuyentando a sus víctimas.
Dicen que cuando el tunche se acerca, se escucha un agudo silbido, el cual
anuncia la muerte de quien lo escucha. Ya sabes, si te encuentras en medio de
una expedición nocturna y sientes el silbido del tunche, mejor huye a un sitio
seguro.
 

El tunche también es conocido como el espíritu maligno del bosque.


Crédito: Difusión.

La Runamula

 
Esta es otra de las tantas leyendas populares de la Amazonía del Perú. La
Runamula es, según la leyenda, una criatura mitad humana y mitad
cuadrúpedo que recorre a todo galope los pueblos en busca de hombres y
mujeres que hayan tenido comportamientos libertinos e indebidos.
 
Otra versión de esta leyenda cuenta que la mujer que fue transformada en esta
bestia mitológica, en ocasiones se convierte nuevamente en un ser humano sin
recordar lo sucedido. Esto debido a que su mente permaneció en estado de
trance durante la transformación.
 

El Mito de Cuniraya Huiracocha

 
Esta leyenda prehispánica cuenta la historia de Cuniraya Huiracocha, un dios
del campo que se disfrazaba habitualmente de mendigo. Vestía trajes
deteriorados y tenía un aspecto descuidado. Un día, caminando por el
Santuario de Pachacamac, se cruzó con Cahuillaca, la doncella más hermosa
del lugar, y se enamoró a primera vista de ella.
 
Cuniraya se acercó a ella para presentarse, pero la bella joven no le hizo caso.
 
Un día en que la joven se encontraba tejiendo bajo un árbol de lúcuma, el dios
aprovechó para convertirse en un pájaro y, de esta manera, depositó su
germen en uno de los frutos. Ella cogió el fruto y lo probó.
 
Luego de nueve meses, Cahuillaca engendró a una bebé, y tras cuidarla
durante un año, decidió reunir a todos los dioses (huacas) con el fin de saber
quién era el padre de la niña. Todos fueron muy elegantes, a excepción de
Cuniraya Huiracocha. Ante la negativa de todos los asistentes de reconocer a la
pequeña, la joven colocó en el piso a su hija y dejó que se desplace hasta
donde se encontraba su padre. Fue así que la niña se acercó y abrazó a
Cuniraya.
 
Al ver indignada aquella escena, Cahuillaca no dudó en cargar a su hija y correr
hacia al mar de Pachacamac para arrojarse al agua junto con ella. Cuniraya
Huiracocha trató de detenerla, pero no lo consiguió, por lo que ambas
quedaron convertidas en dos islotes, los cuales se pueden observar frente a las
playas de Pachacamac, en el sur de Lima.
 

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