Personalidad “Ejecutivo”

“Un buen orden es el fundamento de todas las cosas.”

EDMUND BURKE

Los Ejecutivos son representantes de la tradición y el orden, y

utilizan su conocimiento de lo que es correcto, incorrecto y

socialmente aceptable para unir a las familias y las comunidades.

Adoptando los valores de la honestidad, la dedicación y la dignidad,

las personas con personalidad de Ejecutivo son valoradas por la

claridad de su asesoramiento y orientación, ya que se ofrecen

voluntariamente como líderes en momentos difíciles. Haciendo gala

de su capacidad de unir a las personas, muchas veces los Ejecutivos

adoptan el papel de organizadores de la comunidad y trabajan duro

para juntar a todos en la celebración de un evento local o en defensa

de los valores tradicionales, que mantienen juntas a las familias y

las comunidades.

Toda persona digna defiende lo que cree que es

justo...
La demanda de este tipo de líderes es alta en las sociedades

democráticas y teniendo en cuenta que representan menos del 11%

de la población, no es de extrañar que muchos políticos y

empresarios famosos de todo el mundo hayan sido Ejecutivos. Con

una sólida creencia en el estado de derecho, algo que se debe ganar,

las personas con personalidad de Ejecutivo predican con el ejemplo,

demuestran dedicación y honestidad y un rechazo total a la pereza y

el engaño, sobre todo en el trabajo. Si alguien declara que el trabajo

manual y duro es una excelente manera de desarrollar el carácter,

esa es la personalidad de Ejecutivo.

Los Ejecutivos son conscientes de su entorno y viven en un mundo

de hechos claros y verificables; confían totalmente en sus

conocimientos hasta el punto de que, incluso en contra de una fuerte

resistencia, se aferran a sus principios y sostienen una clara visión

de lo que es y no es aceptable. Sus opiniones tampoco son palabras

vacías, ya que los Ejecutivos están más que dispuestos a sumergirse

en los proyectos más desafiantes, mejorar los planes de acción y

ordenar la información durante el progreso haciendo que incluso las

tareas más complicadas parezcan fáciles y abordables.

Sin embargo, los Ejecutivos no trabajan solos y esperan que su

fiabilidad y ética en el trabajo sean recíprocas; las personas con este

tipo de personalidad cumplen sus promesas y si los compañeros o

subordinados les ponen en peligro por su incompetencia o pereza, o

peor aún, por falta de honradez, no tardarán en mostrar su enfado.

Esto les puede hacer tener una reputación de personas inflexibles,

pero no porque los Ejecutivos sean caprichosamente tercos sino

porque realmente creen que estos valores son los que hacen que la

sociedad funcione.

Pero mejor aún son aquellos que reconocen

cuando se equivocan

Los Ejecutivos son el prototipo clásico del ciudadano modelo:

ayudan a sus vecinos, defienden la legalidad y tratan de asegurarse

de que todo el mundo participa en las comunidades y

organizaciones que tanto quieren.

El principal desafío para un Ejecutivo es reconocer que no todo el

mundo sigue el mismo camino o contribuye de la misma manera.

Un verdadero líder reconoce la fuerza del individuo, así como la del

grupo, y ayuda a las personas a aportar ideas. De esa manera, los

Ejecutivos tienen toda la información y son capaces de liderar el

grupo en direcciones que son útiles para todos.

Fortalezas debilidades

Fortalezas ejecutivas

 Dedicado : ver las cosas hasta el final raya en una

obligación ética para los ejecutivos. Las tareas no se

abandonan simplemente porque se han vuelto difíciles o

aburridas; las personas con personalidad ejecutiva las

asumen cuando es lo correcto y estarán terminadas

siempre que sigan siendo lo correcto.

 De voluntad fuerte : una voluntad fuerte hace posible

esta dedicación, y los ejecutivos no renuncian a sus

creencias por simple oposición. Los ejecutivos defienden

sus ideas y principios sin descanso, y se debe demostrar

 de manera clara y concluyente que están equivocados

para que su postura cambie.

 Directo y honesto : los ejecutivos confían en los hechos

mucho más que en las ideas u opiniones abstractas. Las

declaraciones y la información sencillas son el rey, y las

personalidades ejecutivas devuelven la honestidad (ya

sea que se desee o no).

 Leal, paciente y confiable : los ejecutivos trabajan para

ejemplificar la veracidad y confiabilidad, considerando la

estabilidad y la seguridad como algo muy

importante. Cuando los Ejecutivos dicen que harán algo,

cumplen su palabra, convirtiéndolos en miembros muy

responsables de sus familias, empresas y comunidades.

 Disfrute creando orden : el caos hace que las cosas

sean impredecibles y no se puede confiar en las cosas

impredecibles cuando más se necesitan; con esto en

mente, los ejecutivos se esfuerzan por crear orden y

seguridad en sus entornos mediante el establecimiento de

reglas, estructuras y roles claros.

  Excelentes organizadores : este compromiso con la

verdad y los estándares claros convierte a los ejecutivos

en líderes capaces y seguros. Las personas con este tipo

de personalidad no tienen problemas para distribuir las

tareas y responsabilidades a los demás de manera justa y

objetiva, lo que los convierte en excelentes

administradores.

Debilidades ejecutivas

 Inflexible y obstinado : el problema de estar tan

obsesionado con lo que funciona es que los ejecutivos

descartan con demasiada frecuencia lo

que podría funcionar mejor. Todo es opinión hasta que se

prueba, y las personalidades ejecutivas son reacias a

confiar en una opinión el tiempo suficiente para que tenga

esa oportunidad.

 Incómodo con situaciones no convencionales : los

ejecutivos son firmes adherentes a la tradición y cuando

 de repente se ven obligados a probar soluciones no

discutidas, se sienten incómodos y estresados. Las

nuevas ideas sugieren que sus métodos no eran lo

suficientemente buenos, y abandonar lo que siempre ha

funcionado antes en favor de algo que aún puede fallar

pone en riesgo su imagen de confiabilidad.

 Juiciosos : los ejecutivos tienen fuertes convicciones

sobre lo que es correcto, incorrecto y socialmente

aceptable. La compulsión de los ejecutivos por crear

orden a menudo se extiende a todas las cosas y a todos,

ignorando la posibilidad de que haya dos formas correctas

de hacer las cosas. Los ejecutivos no dudan en hacer

saber a estos “desviados” lo que piensan, considerando

que es su deber arreglar las cosas.

 Demasiado concentrado en el estatus social : los

ejecutivos se enorgullecen del respeto de sus amigos,

colegas y la comunidad y, aunque es difícil de admitir,

están muy preocupados por la opinión pública. Los

ejecutivos (especialmente los turbulentos) pueden quedar

 tan atrapados en satisfacer las expectativas de los demás

que no logran abordar sus propias necesidades.

 Difícil de relajarse : esta necesidad de respeto fomenta

la necesidad de mantener su dignidad, lo que puede

hacer que sea difícil soltarse y relajarse por el riesgo de

parecer un tonto, incluso para divertirse.

 Dificultad para expresar emociones : todo esto es

evidencia de la mayor debilidad de los ejecutivos:

expresar emociones y sentir empatía. Las personas con

personalidad ejecutiva quedan tan atrapadas en los

hechos y en los métodos más efectivos que se olvidan de

pensar en lo que hace felices a los demás o en su

sensibilidad. Un desvío puede ser asombrosamente

hermoso, una alegría para la familia, pero los ejecutivos

solo pueden ver las consecuencias de llegar a su destino

una hora tarde, lastimando a sus seres queridos al

rechazar la idea con demasiada dureza.

Relaciones románticas
Los ejecutivos son bastante únicos en el sentido de que sus relaciones

no cambian realmente a medida que pasan de la fase de citas a

relaciones más estables y duraderas y más adelante en el

matrimonio. Debido a que valoran tanto la honestidad y la franqueza, es

probable que las personas con personalidad ejecutiva tengan claro

quiénes son, cómo son y cuáles son sus metas desde el principio, y se

apeguen a esas declaraciones a largo plazo. Siempre que su pareja sea

capaz de tomarles la palabra y seguir su ejemplo, es probable que sean

relaciones extremadamente estables.

Esta es la oportunidad de hacer algo

Por supuesto, esto no quiere decir que no haya ningún crecimiento: el

desarrollo del carácter siempre es una alta prioridad para los ejecutivos, y

cada objetivo de la vida es importante. Por el contrario, es poco probable

que los cambios de humor, metas y deseos alteren fundamentalmente la

base de las relaciones de los Ejecutivos.

Ciertamente existen desafíos, pero los ejecutivos se toman en serio sus

relaciones y están dispuestos a hacer un gran esfuerzo para garantizar

que se mantengan fuertes y comprometidos, y ese esfuerzo vale la pena.

Todo esto puede sonar un poco rancio y, de hecho, los ejecutivos no son

personas espontáneas o impredecibles, pero disfrutan mucho sacando a

sus socios y divirtiéndose. Los eventos y actividades sociales son la idea

que tienen los ejecutivos de pasar un buen momento y, aunque pueden

depender de personas y lugares familiares, aportan mucha energía y

entusiasmo, lo que ayuda a mantener las cosas interesantes.

Los ejecutivos abordan la intimidad con intenciones igualmente físicas y

activas, y también con intenciones bastante tradicionales. Las ideas locas

y la poesía son para personalidades menos maduras, o eso dirían los

ejecutivos, aunque aprecian el reconocimiento y los cumplidos bien

colocados para mantener una alta autoestima. Puede que busquen más

estabilidad en su vida sexual que la mayoría, pero los ejecutivos nunca

dejan de aportar su vigor característico.

Sin embargo, esto insinúa un desafío en las relaciones de los ejecutivos,

y eso es la intimidad emocional. Los momentos delicados son pocos, al

igual que las declaraciones verbales de amor; esto suele estar bien, ya

que las personalidades ejecutivas encuentran otras formas más tangibles

de expresar su afecto. El problema está en reconocer la validez de esas

cualidades en los demás, en lugar de simplemente descartarlas como

inútiles o irracionales, algo que puede ser extremadamente perjudicial si

los socios de los ejecutivos son más sensibles.

Pague el precio para asegurar la bendición
Los ejecutivos abordan el conflicto de frente con simples declaraciones

de hechos, un enfoque muy racional, pero la sutileza y el tacto emocional

se sacrifican en el proceso. Si bien muchos aprecian el enfoque sereno y

tranquilo de los ejecutivos, para otros es un enfoque incómodamente

directo. A pesar de todas sus habilidades sociales, los ejecutivos son

especialmente malos para leer el lado emocional de otras personas, y

cuando se trata de sus socios, es más importante que nunca tratar de

mejorar.

Los ejecutivos son personas de principios sólidos y una gran confianza

en sí mismos. Utilizan estas cualidades para proteger a sus parejas con

una consistencia admirable. Pero las personas con personalidad

ejecutiva también son tercas, creen firmemente en su rectitud y pueden

dañar rápidamente los frágiles sentimientos de las parejas más

sensibles. Teniendo esto en cuenta, a menudo es mejor para los

ejecutivos encontrar compañeros observadores (S) para minimizar las

barreras de comunicación, con uno o dos rasgos opuestos para equilibrar

su carácter contundente y brindar oportunidades de crecimiento.

Amistades
Los ejecutivos son amigos fuertes y tradicionales que aprecian la lealtad

y los valores compartidos. Las amistades con el tipo de personalidad

Ejecutiva a menudo se definen por sus actividades y rutinas mutuas, por

factores externos, más que por el sentido de compatibilidad intelectual o

mística que muchas personalidades Analistas y Diplomáticas comparten

entre sí. Pero esto de ninguna manera disminuye las relaciones: las

amistades de confiabilidad e interés mutuo de los ejecutivos pueden ser

conexiones poderosas que soportan los cambios de la vida con una

constancia inmutable.

No hay placer en no tener nada que

hacer ...
Entre sus amigos establecidos, los ejecutivos se muestran extrovertidos y

entusiastas, siempre más que felices de traer a otros para un deporte

saludable y una actividad al aire libre. Los ejecutivos a veces se vuelven

un poco dominantes en su presión por la participación, pero es solo

porque quieren que todos se diviertan. A los amigos de los ejecutivos

nunca les faltan invitaciones a actividades y eventos sociales, desde

boletos para un juego de pelota local, hasta un viaje de campamento de

fin de semana o una barbacoa dominical.

Los ejecutivos buscan amistades sólidas basadas en la confianza y la

lealtad (aunque la lealtad a la familia es lo primero). Activas y con mentes

rápidas, las personas con personalidad ejecutiva nunca pueden ser

acusadas de no hacer lo suficiente para defenderse de un poco de

aburrimiento. Si bien los ejecutivos no siempre son el alma de la fiesta,

saben cómo desempeñar su papel para asegurarse de que sus amigos

se diviertan.

Sin embargo, la forma en que los ejecutivos establecen y mantienen sus

amistades limita el grupo, ya que tienden a buscar personas similares a

ellos, que comparten su respeto por las tradiciones y las

instituciones. Las personalidades ejecutivas son obstinadas por

naturaleza, y puede resultarles difícil encontrar suficientes puntos en

común con personas que constantemente están en desacuerdo con sus

principios y creencias para realmente formar esos lazos de amistad.

... La diversión está en tener mucho que

hacer y no hacerlo
El desafío de los ejecutivos en la amistad no se trata de encontrar cosas

divertidas para hacer o personas con quienes hacerlas, sino de encontrar

diversidad en sus amigos y actividades. A pesar de toda su participación

comunitaria, los Ejecutivos luchan inmensamente incluso para escuchar

completamente las diferentes opiniones, y mucho menos hacerse amigos

de personas que expresan constantemente puntos de vista

alternativos. Ya sea sobre cuestiones políticas locales o sobre la validez

de una disposición idealista más emocional de lo que creen que es

razonable, los ejecutivos deben esforzarse por comprender

verdaderamente estos puntos de vista alternativos.

En pocas palabras, es saludable para los ejecutivos tener una oposición

leal.

Exponerse a nuevas ideas entre conocidos que piensan de manera

diferente no puede hacer ningún daño: o las personas con el tipo de

personalidad ejecutiva descubren mejores formas y una base más sólida,

o ganan más confianza en sus creencias por haberlas defendido con

éxito. Así como los Ejecutivos pueden pensar que aquellos solitarios que

pasan su vida en sus sótanos jugando videojuegos necesitan salir más,

los Ejecutivos mismos necesitan asegurarse de salir de sus propias

burbujas de opiniones y creencias indiscutidas.

Paternidad
El mantra de los ejecutivos de “trabajo duro, tradición, respeto” se

ejemplifica mejor en sus relaciones con sus hijos. En muchos sentidos,

las personas con personalidad ejecutiva son la clásica figura paterna de

la era de los 50: muy estrictos y guardianes de las tradiciones familiares

que no tienen problemas cuando se trata de hacer cumplir las reglas y

estándares que han establecido. A menudo vistos como ciudadanos

modelo, los ejecutivos esperan que sus hijos porten esa imagen,
continuando con el ejemplo que han dado al ser educados y respetuosos:

no se tolera la insubordinación.

Los ejecutivos tienen una visión de la vida muy orientada a la

responsabilidad, una firme creencia en la idea de que uno hace lo que

puede hacer para contribuir a la familia y la comunidad.

Por supuesto, esta visión se extiende a sus hijos, y tan pronto como

puedan, se espera que sus hijos contribuyan a su manera, limpiando sus

platos y sus habitaciones y acostándose a tiempo, manteniendo el orden

de las cosas.

Esta inflexibilidad puede convertirse en un desafío a medida que sus

hijos crecen y se vuelven más rebeldes por naturaleza en la

adolescencia. Los ejecutivos defienden a los suyos, y sus relaciones con

sus hijos no son diferentes, pero esperan que sus hijos se adhieran a las

estructuras que han establecido para garantizar esa protección. Los

ejecutivos disfrutan creando entornos seguros y estables, y consideran

una afrenta que se rechacen esas consideraciones; de nuevo, no se

tolera la insubordinación.

No es que tengan grandes esperanzas de perfección para sus hijos: los

ejecutivos son personas con los pies en la tierra y simplemente quieren

que sus hijos se conviertan en adultos respetados y responsables. Pero

las personalidades ejecutivas también quieren que sus hijos sean fuertes

y capaces, y eso es algo que solo puede suceder cuando tienen la

oportunidad de tomar sus propias decisiones y la oportunidad de

enfrentar las consecuencias de esas decisiones, buenas o malas, con el

amor y apoyo de sus padres.

Tengo zapatos grandes que llenar

Pueden enfrentar desafíos a medida que sus hijos aprenden a equilibrar

un creciente deseo de independencia con el respeto y la adherencia a

sus deberes que se les exige, pero los ejecutivos tienen una clara ventaja

de coherencia y honestidad directa que nunca deja ambiguas sus

expectativas. Puede ser una tarea difícil, pero los hijos de los ejecutivos

siempre saben lo que necesitan traer, y la mayoría reconocerá y

apreciará la dedicación y el arduo trabajo que sus padres trajeron a

cambio.

Trayectoria de carrera
Las trayectorias profesionales de los ejecutivos suelen ser tan claras y

sencillas como ellos mismos. Aunque hay muchas direcciones que

pueden elegir, las personas con el tipo de personalidad ejecutiva casi

siempre terminan en situaciones en las que tienen la oportunidad de

ejercitar su afinidad por la organización, la estructura y el seguimiento. Al

brindar un mayor enfoque, los ejecutivos comparten un profundo respeto

por la tradición, la estabilidad y la seguridad, cualidades que se prestan

bien para progresar por caminos claros hacia una mayor responsabilidad

y confiabilidad.

El sentido de lealtad de los ejecutivos hace que permanezcan con un

solo empleador el mayor tiempo posible, y su reverencia por las

instituciones establecidas a menudo los lleva a trabajar con

organizaciones muy respetadas. Las fuerzas del orden, el servicio militar,

los hospitales y los bufetes de abogados destacados pueden reconocer

los largos años de servicio de los ejecutivos.

Las personalidades ejecutivas están a la altura de las circunstancias y

cumplen con sus obligaciones con una consistencia envidiable, lo que las

convierte en opciones claras para avanzar.

Los ejecutivos son la imagen del ciudadano modelo y se esfuerzan por

mantener este ideal a lo largo de sus carreras. Esto también les ayuda a

avanzar hacia la administración: las personas con este tipo de

personalidad tienen muchos rasgos inherentes al liderazgo, algo que a

menudo se reconoce independientemente de la industria elegida. Desde

el placer genuino que sienten los ejecutivos al organizar a otras personas

hasta su habilidad para expresar claramente sus principios, valores y

expectativas, los ejecutivos son gerentes extremadamente efectivos.

También líderes temibles, los Ejecutivos detestan la desorganización, la

ineptitud, la pereza y sobre todo la deshonestidad, y cuando estos

valores se cruzan, las personalidades Ejecutivas no dudan en dejar ver

su desaprobación. Siempre que todos sigan las reglas, los ejecutivos son

increíblemente eficientes, su amor por la estructura y la minuciosidad

dejan un registro de trabajo preciso y completo que se realiza a tiempo y

dentro del presupuesto. Los ejecutivos son auditores naturales, oficiales

financieros y administradores de empresas, y cualquiera de estos roles y

otros similares son excelentes opciones para ellos.

A los vencedores pertenecen el botín

El trabajo duro y la automotivación también son principios ejecutivos

sólidos, lo que los convierte en excelentes representantes de ventas, ya

sea en puestos minoristas básicos, parte de equipos de oficina o como

agentes independientes. Las personas con personalidad ejecutiva se

apegan a los proyectos hasta que están terminados, grandes o

pequeños, y están lo suficientemente organizados como para hacer que

cualquier papeleo necesario sea un simple inconveniente menor para sus

clientes, en lugar de una prueba desconcertante. Estas cualidades se

combinan para dar los pasos claros en el avance que los ejecutivos

requieren para mantener un sentido de logro no solo viable, sino casi

inevitable.
Hábitos en el lugar de trabajo
Los ejecutivos muestran tendencias claras y consistentes, y estas son

especialmente visibles en el lugar de trabajo. Ya sean subordinados,

entre colegas o como gerentes, las personas con el tipo de personalidad

ejecutiva crean orden, siguen las reglas y trabajan para garantizar que su

trabajo y el trabajo de quienes los rodean se complete con los más altos

estándares. Tomar atajos y eludir la responsabilidad son las formas más

rápidas de perder el respeto de los ejecutivos.

Subordinados ejecutivos
Los ejecutivos son trabajadores y hacen las cosas según el libro. Aunque

a veces son tercos e inflexibles, especialmente cuando se les presentan

ideas que no se han desarrollado por completo, las personalidades

ejecutivas están abiertas a nuevos métodos que pueden demostrarse

que son mejores. Sin embargo, es poco probable que los ejecutivos

experimenten mucho por sí mismos; su principal preocupación es

adherirse a las responsabilidades declaradas y cumplir con sus deberes.

Los ejecutivos también son conocidos por su lealtad y dedicación, pero

de alguna manera esto depende de su respeto. Las personas con este

tipo de personalidad están dispuestas a expresar sus opiniones,

especialmente al decidir qué es y qué no es aceptable; si se les brindan

respuestas sensatas que aborden sus inquietudes, a menudo quedan

satisfechas con eso. Si los ejecutivos ven a sus gerentes como ilógicos,

deshonestos o cobardes en sus métodos, pueden ser incómodamente

honestos, aunque todavía tranquilos y equilibrados, al expresar sus

opiniones sobre eso también.

Colegas ejecutivos
Los ejecutivos disfrutan del ajetreo y el bullicio de los lugares de trabajo

bien organizados. Honestas, amigables y con los pies en la tierra, las

personalidades ejecutivas son excelentes contactos que disfrutan de

conectarse con otros para hacer las cosas. Abusar de esto para avanzar

es poco probable y, de hecho, es algo que los ejecutivos

desaprueban. Los atajos son irresponsables, y las personas con

personalidad ejecutiva pierden el respeto rápidamente por aquellos que

intentan avanzar mostrando o promoviendo ideas audaces pero

arriesgadas, lo que hace que las relaciones con colegas más orientados

a la inspiración sean un desafío.

A los ejecutivos les gusta sentirse parte del equipo y de la organización

más amplia para la que trabajan. Para asegurarse de que esto suceda,

los ejecutivos casi siempre están dispuestos a aceptar críticas que

pueden ayudar a mejorar su efectividad, y siempre vigilan su entorno

para asegurarse de que ellos y su equipo brinden los resultados que se

esperan de ellos.

Gerentes Ejecutivos
Los ejecutivos disfrutan genuinamente de organizar a otros en equipos

efectivos y, como gerentes, no tienen mejor oportunidad de hacerlo. Si

bien a veces es dominante, incluso microgestión, la fuerte voluntad de los

ejecutivos también sirve para defender a sus equipos y principios contra

desviaciones y recortes, independientemente de quién los lleve. La

pereza y la mala ética de trabajo no son toleradas por los Ejecutivos bajo

ninguna circunstancia.

Los ejecutivos proyectan la autoridad natural, pero a veces esperan que

esta autoridad se respete incondicionalmente, resistiéndose al cambio y

exigiendo que las cosas se hagan según las reglas. El hecho de que se

utilicen el propio libro de los ejecutivos o las reglas y tradiciones

existentes está sujeto a las circunstancias, pero tienden a basarse en la

seguridad de la tradición y los precedentes. Independientemente, las

expectativas de los ejecutivos están claramente expresadas, dejando

poco espacio o tolerancia para desviarse de la agenda.

Conclusión
Pocos tipos de personalidad son tan prácticos y decididos como los

ejecutivos. Conocidos por su confiabilidad y habilidades administrativas,

los ejecutivos son buenos para crear y mantener un entorno seguro y

estable para ellos y sus seres queridos. La dedicación de los ejecutivos

es invaluable en muchas áreas, incluido su propio crecimiento personal.

Sin embargo, los ejecutivos pueden tropezar fácilmente en áreas donde

su enfoque racional y práctico es más un pasivo que un activo. Ya sea

para encontrar (o mantener) una pareja, aprender a relajarse o

improvisar, alcanzar alturas deslumbrantes en la escala profesional o

administrar su carga de trabajo, los ejecutivos deben hacer un esfuerzo

consciente para desarrollar sus rasgos más débiles y habilidades

adicionales.

Lo que ha leído hasta ahora es solo una introducción al concepto

complejo que es el tipo de personalidad ejecutiva. Es posible que se

haya murmurado a sí mismo, "wow, esto es tan exacto que es un poco

espeluznante" o "finalmente, ¡alguien me entiende!" Es posible que

incluso hayas preguntado "¿cómo saben más sobre mí que las personas

más cercanas a mí?"

Esto no es un truco. Te sentiste comprendido porque lo eras. Hemos

estudiado cómo piensan los ejecutivos y qué necesitan para alcanzar su

máximo potencial. Y no, no lo espiamos: muchos de los desafíos que ha

enfrentado y que enfrentará en el futuro han sido superados por otros

ejecutivos. Simplemente necesita aprender cómo lo lograron.

Pero para hacer eso, necesita tener un plan, una hoja de ruta

personal. El mejor coche del mundo no te llevará al lugar correcto si no

sabes a dónde quieres ir. Le hemos contado cómo tienden a comportarse

los ejecutivos en determinadas circunstancias y cuáles son sus

principales puntos fuertes y débiles. Ahora tenemos que profundizar

mucho más en su tipo de personalidad y responder "¿por qué?",

"¿Cómo?" y "¿y si?"

Este conocimiento es solo el comienzo de un viaje de por vida. ¿Está

listo para saber por qué los ejecutivos actúan de la forma en que lo

hacen? ¿Qué te motiva e inspira? ¿De qué tienes miedo y con qué

sueñas en secreto? ¿Cómo puede desbloquear su verdadero y

excepcional potencial?

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todos: debe estar dispuesto y ser capaz de desafiarse a sí mismo, ir más

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