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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE

INDEPENDENCIA”

Universidad Tecnológica del Perú

TAREA ACADÉMICA 1

LAS OBLIGACIONES DIVISIBLES E INDIVISIBLES

CURSO
Derecho de Obligaciones

DOCENTE
Aguando Ventura Lucy del Pilar

INTEGRANTES
Arnao Ochoa, Mauricio Leon.
Choccechanca Cauti, Angela Luzgarda.
Málaga Jara, Consuelo Maritha.
Pacheco Palomino, Dayana Sugey.
Pómez Rojas, Cesar Eduardo.
Torres De La Cruz, Fabrizzio Lorenzo.

CICLO
IV

ICA - 2021
LAS OBLIGACIONES DIVISIBLES E INDIVISIBLES

El presente trabajo está enfocado en la realización de un análisis del tema “Las


obligaciones divisibles e indivisibles”, en este detallaremos puntos como lo son los
antecedentes históricos donde abordaremos las teorías propuestas por algunos
doctrinarios en el derecho de obligaciones resaltando a Pothier y Domoulin, asimismo,
tocaremos el principio de divisibilidad, reflejada en las obligaciones mancomunadas,
siendo que esta permite una distinción entre las obligaciones indivisibles y solidarias, por
otro lado, la presunción de división en alícuotas, entendiéndola como las deudas o créditos
serán repartidos igualitariamente entre la cantidad de deudores y acreedores, donde cada
uno solo podrá exigir su parte la parte que le corresponde, el cuarto punto a tocar será la
oposición del beneficio de la división en las obligaciones, entendiéndola como la
responsabilidad de los herederos de cumplir con las obligaciones pactadas, además
hablaremos de las obligaciones indivisibles, que vendrían a ser las que por su naturaleza
o por la voluntad de las partes no permiten fraccionamiento y el último punto a tallar será
la exigibilidad del cumplimiento total de la prestación, refiriéndonos a los derechos del
acreedor en la relación obligacional.

Remontándonos a los antecedentes históricos, existieron figuras destacables, pero por


sobre todo Charles Dumoulin, quien fue el antecesor de nuevos juristas y el objeto de
estudio del tal aclamado tema de la divisibilidad y la indivisibilidad de las obligaciones.

En primer lugar, en las ideas de Dumoulin, hemos encontrado tres tipos de indivisibilidad:

1. Absoluto ocurre una vez, por su naturaleza, no se puede dividir, por lo que no se
puede prescribir por división.
2. La indivisibilidad del pago.
3. La indivisibilidad del pago, una vez que la naturaleza especificada o las
disposiciones legales no puedan separarse.

En segundo lugar, analizando a Pothier, reconocemos también tres tipos de


indivisibilidad:

1. Una vez que el objeto de la obligación no se vea afectado por ningún tipo de
separación o material.
2. Se ha demostrado que este objeto, aun cuando sea divisible en sí mismo, lo es al
menos intelectualmente.
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3. Una solución indivisible, una vez que sea imposible que el deudor pague
parcialmente con la materia, surgirá porque efectivamente se divide entre los
acreedores, si los hubiere.

Ahora bien, haciendo un análisis de nuestra normativa, observamos el principio de


divisibilidad, en el cual, si recurrimos al artículo 1172 del Código Civil Peruano, nos
damos cuenta que cada uno de los deudores está obligado a pagar su parte de la deuda
cuando se trata de una obligación divisible mancomunada; el principio de divisibilidad
permite entender la diferencia entre las obligaciones divisibles e indivisibles, para saber
si una obligación se puede dividir o no, se distingue tres importantes pasos; el primero es
saber si es factible dividir la prestación; el segundo, si resulta posible dividir la prestación
entre la cantidad de acreedores y deudores; el tercero es ver el acuerdo entre deudor -
acreedor.

En el caso de las obligaciones divisibles no se verifica la presunción de que la división de


la prestación se deba realizar en raciones diferentes a la igualdad, debido que el acreedor
no puede pedir a uno de los deudores que cumpla con la entrega de una prestación distinto
a lo que se pactó. Pero, si la obligación se basara en una de no hacer esto pretende que los
deudores se comprometan con el acreedor a cumplir lo acordado, entonces también se
considera indivisible porque el acreedor del mismo modo puede exigir a los deudores que
cumplan con su prestación.

Además de ello, al referirse de la presunción de división en alícuotas, cuando se habla de


las obligaciones divisibles se presume que las deudas o créditos serán repartidos
equitativamente entre la cantidad de deudores y acreedores. Esto da lugar a la
divisibilidad mancomunada la cual son aquellas que pueden tener varios acreedores o
deudores, caracterizándose porque cada uno de estos solo podrá reclamar la parte que le
tocó más no por la deuda en general, esto ocurre solo si las partes no han tenido un acuerdo
previo sobre cómo se va a realizar el pago.

Asimismo, existen casos que el acto jurídico de la obligación puede ser declarado nulo
con respecto a algunos deudores, sin embargo, esto no perjudicará a los otros. Por ende,
comprendemos que, esto ayuda y de alguna forma protege al deudor puntual, puesto que
si otro deudor no cumple con la parte otorgada el primero no tendría que saldar la
obligación del otro; el ordenamiento jurídico menciona que el crédito es independiente.

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Por otro lado, la oposición del beneficio de la división en las obligaciones divisibles y
mancomunadas, en el Derecho Romano la situación en la cual la obligación estaba bajo
la responsabilidad de los herederos para reponer un mandato o depósito y el acreedor
tenía el poder de demandar a los herederos para hacer efectiva la ejecución de la
obligación según su porción de masa hereditaria era el aequitatis causa.

En nuestro Código Civil Peruano en el artículo 1174 establece y regula esta figura:

“El beneficio de la división no puede ser opuesto por el heredero del deudor encargado
de cumplir la prestación, por quien se encuentre en posesión de la cosa debida o por quien
adquiere el bien que garantiza la obligación”.

 En la primera premisa se deduce que el deudor tiene la obligación de una


prestación divisible, pero fallece dejando herederos a cargo por testamento o
mutuo acuerdo para cumplir con la obligación.
 En la segunda premisa entendemos que luego de la muerte del deudor y repartido
su herencia, el acreedor puede exigir al heredero la cosa debida en la obligación.
 En la última, se trata de un bien dado en garantía para cumplir la obligación
principal y quien lo entrego vende el bien el que adquiere no puede convocar la
divisibilidad en el cumplimiento de la obligación.

Como grupo consideramos que las obligaciones indivisibles se dan cuando no resulta
susceptible de división o de cumplimiento parcial por mandato de la ley, por la naturaleza
de la prestación o por el modo en que fue considerada al constituirse. Por otro lado, se
puede decir que la primera causa o fuente de indivisibilidad es la ley, por lo que cuando
es mencionada esta hipótesis se refiere a la naturaleza de la prestación. Por último, una
de las formas de establecer la indivisibilidad de una obligación es por haberse expresado
así en el acto constitutivo de la misma.

De acuerdo a una exigibilidad del cumplimiento total de la prestación, en una obligación


indivisible, el acreedor se ve en el derecho de exigir el integro a cualquiera de los deudores
participantes en la relación obligacional, tal y como lo regula el artículo 1176 (Derechos
del acreedor de obligación indivisa) de nuestro Código Civil. Podemos observar entonces
la correlación entre las obligaciones indivisibles y solidarias, pues ambas tienen el mismo
fin, en el que la prestación no puede ser cumplida por partes. Asimismo, es necesario
rescatar el “Principio de Prevención”, el cual nos dice que, si un acreedor demanda contra

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el que realice la paga a otro acreedor que no demanda o aún no ha efectuado la misma,
dicho pago es anulado.

Ahora bien, si podemos plantearnos una diferencia entre las obligaciones solidarias y las
indivisibles, sería que, en la primera, para su exigibilidad se requiere de la manifestación
de voluntades o intervención legal, en cambio, en la segunda, su exigibilidad deriva de la
misma naturaleza de la prestación indivisible.

Para concluir,

-Podemos decir que la obligación divisible por excelencia es la obligación de entregar


una suma de dinero porque permite fraccionar en partes la prestación total, sin alterar la
esencia de la obligación, siendo cada una de las porciones sólo cuantitativamente distinta,
pero no cualitativamente diferente, por ende, lo que debe tomarse en consideración no es
la divisibilidad de las cosas, sino a la divisibilidad de la prestación, en cuanto objeto de
la obligación. Por otro lado, la obligación indivisible es la que tiene por objeto entregar
una obra intelectual, a su vez en este punto debe de considerar que la indivisibilidad se
funda en la naturaleza de la prestación.

-La clave para distinguir el carácter divisible o indivisible de una obligación viene dado,
no tanto por la divisibilidad o indivisibilidad de la cosa, sino por la naturaleza de la
prestación, y así han de reputarse divisibles las obligaciones que tienen por objeto una
prestación susceptible de ser cumplida por partes sin que se altere su esencia.

-Finalmente podemos afirmar que, diversos autores tratando de resolver el tema de la


indivisibilidad y la divisibilidad en las obligaciones, por lo general hacen referencia a que
las obligaciones presentan un cuerpo normativo muy amplio y es de carácter
investigativo.

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BIBLIOGRAFÍA

Bercovitz Rodríguez-Cano, R. (1973). Las obligaciones divisibles e indivisibles. Anuario


de Derecho Civil, 507-584.

Civil, C. (1984). Codigo Civil Peruano. Lima, Peru.

Soria, A., Derecho de obligaciones. Modalidades, efectos e inejecución (pp. 1-42). Lima:
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

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