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¡Auxilio!

: Cambió la familia
Por José Miguel Gómez

Hace tiempo que aprendimos que la familia era el primer espacio de desarrollo sano; el
artículo de primera necesidad, pero también, el mejor lugar para aprender a ser persona. En
la familia se aprenden valores, normas, reglas, disciplina, afectividad, solidaridad, y el amor
fraterno y paterno. Es a través de ellas que aprendemos a vincularnos, a establecer apego, a
vivir el sentido de pertenencia y vivir el sentimiento de la filiación con entrega. Cada quien
descubrió el significado de la referencia social, la identidad y los roles en su familia, con
sus padres y abuelos. Valores como el trabajo, la responsabilidad, la dignidad y el orgullo,
fueron aprendidos o reforzados dentro del núcleo familiar.
Cientos de personas han vivido a través de esa referencia moral, ética, espiritual y humana
que le marcaron sus padres. No importa, lo sabemos, nadie tiene la familia perfecta, ni la
familia ideal, pero, se debe aspirar a construir una familia que sea sana y funcional, que
sirva para reproducir personas equilibradas, correctas, justas, afectivas y para la felicidad.
Por décadas las familias fueron estructuradas en: familia nuclear, extendidas, aglutinadas,
monoparental o matrifocal. Los cambios históricos, económicos, socio-culturales, han
reproducido otro tipo de familia: reconstruidas, rotas o de padre de un mismo sexo. Sin
embargo, esa nueva antropología de la familia, producto de los nuevos indicadores
psicosociales, han cambiado la mentalidad, el comportamiento y las prioridades del hombre
y de la mujer, para tener o asimilar a la familia como la mejor inversión social, o como el
proyecto humano donde hay que poner el mayor empeño para que funcionen de forma
armónica, equilibrada, democrática, humana y para el bienestar y la felicidad.
Literalmente, para cientos de persona su familia no es su prioridad, ni su mejor proyecto de
vida. Ahora, para muchos, el proyecto es lo tangible: el dinero, la casa, la finca, el vehículo,
el confort, la vanidad, el estatus, y la presencia mediática de las celebridades del mercado.
De ahí que cada día más gente recoge maleta y se va de la casa, en vez de ganar experiencia
y aprender a vivir en ella. Me duele la multiplicación de familia con patología producto de
las violencias, las drogas, las manipulaciones, el chantaje, el cinismo y la lucha de poder, el
victimismo, el fanatismo y la inmadurez de los padres.
Hoy tenemos cientos de familias dañadas, enfermas, disfuncionales y tóxicas que
reproducen hijos e hijas con daños en su desarrollo psicoemocional, social y de
personalidad. Pero también es cierto, la familia es una extensión o expresión de una
sociedad que se encuentra enferma, atrapada y desvalorizada, que enseña y estimula
modelos de aprendizaje negativo al proyecto familiar. “cada quien cosecha lo que sembró”
o “se practica lo que se vive y cómo lo vivió”. La tecnología, las redes, el estado de vida y
de consumo, también han afectado a la familia. Pienso que cada quien debe encontrar la
madurez y el equilibrio en no responder a los resultados de esa sociedad, para aprender a
individualizar su proyecto personal y social en cuidar y proteger a su familia. El referente
tiene que ser los padres, los abuelos y tíos; pero también, la escuela y los actores sanos en
alguna medida.
Los indicadores psicosociales y socioeconómicos apuntan a cambios rápidos y
modificaciones significativas en la dinámica y estructura de la familia que, para mal, serían
más patológicos y de peores resultados en su salud mental. ¡¡Auxilio!! Mi familia cambió,
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pero no me voy de ella; no me aparto, no me dividen, ni me cambian los valores familiares,


esa sería la respuesta y la resiliencia psicosocial.

José Miguel Gómez.


Es psiquiatra, escritor, educador en salud mental, columnista y conferencista. Es consultor
en salud mental para medios de comunicación, profesor Universitario y director de la
tertulia: jueves de salud mental, en Centro Cuesta del libro. Dr. Gómez es egresado de la
Universidad Autónoma Santo Domingo. Con postgrado en psiquiatría clínica hospital
psiquiátrico padre Billini. Entrenamiento en psicofarmacología en Buenos Aires Argentina.
Maestría en terapia sexual y marital en el INSAPEC. Diplomado en gerencia hospitalaria
aplicación en salud mental. Postgrado en Salud Integral de los y las Adolescentes en San
José Costa Rica. Pasado director y reformador del hospital psiquiátrico padre Billini.
Pasado director de la escuela de psicología Universidad Católica Santo Domingo.
Pasado consultor de educación en los temas violencia, programa afectivo sexual de la
Secretaria de Educación. Profesor de la maestría salud integral de los adolescentes en
INTEC y psicofarmacología en la UCSD. Libros presentados en: EEUU, Universidad
Columbia en NY y Hostos con su psicopatobiografia: Trujillo visto por un psiquiatra.
Libros presentados en Guatemala, Perú, Panamá, Venezuela, y Puerto Rico, Argentina,
México, Costa Rica, Salvador y Nicaragua Conferencista de número en la Universidad
Turabo en P.R y la Iberoamericana.
Además, es el escritor más leído en género de auto-ayuda, con 13 Libros Escritos. Su vida
ha transcurrido entre el servicio de la psiquiatría clínica, la terapia de pareja, la psicología
infanto-juvenil, los libros de auto-ayuda, la gerencia en salud mental y las tertulias de
desarrollo humano. Es un disciplinado en temas humanísticos, bioeticistas y
neuropsiquiátrico de una salud mental ecléctica, integral, al servicio de las personas. Es el
autor de 10 reconocidos libros, de más de 300 artículos publicados e innumerables
conferencias reflexionadas internacionalmente, así como expositor en congresos de alcance
nacional y mundial. También fue seleccionado en el Libro Grande Dominicano, por Carlos
T. Martínez.

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