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Ensayo del libro: ¡Sálvese quien pueda!

El presente ensayo está con base en la obra ¡Sálvese quien pueda! por el creador
Andrés Oppenheimer, en este se abordarán temas sobre las novedosas tecnologías, la
época de la automatización, la desaparición de empleos expertos y el cómo
progresivamente los humanos cada vez nos vamos realizando más obsoletos, siendo
reemplazados por novedosas tecnologías.

Hemos tenido un incremento tecnológico bastante acelerado, la tecnología nos ha


facilitado varios puntos, dichos proyectos emprendedores innovadores y tecnológicos
nos ofrecen resoluciones más simples y disponibles para la vida cotidiana, no obstante,
algo de lo cual no somos consciente es de la gran ola de desempleos que se está dando
debido a este fenómeno.

Como se explica en del libro, estamos siendo reemplazados por robots, y personalmente
reflexionando sobre este asunto, tiene mucho sentido que las organizaciones inviertan
en esta clase de tecnologías debido a que los robots, poseen muchas más ventajas que
nosotros mismos, o sea, los robots, no se enferman, no se embarazan, laborar las 24
horas, no poseen horarios de tiempo libre o comida ni se quejan o exigen sueldos. Me
sorprende como en Japón y otros sitios ya hay hoteles, bancos y establecimientos en
donde se han eliminado por completo los empleados (humanos) de atención a
consumidores y quienes atienden ahora son robots. Además, es increíble como casi
todo hoy en día esta automatizado, ya hay coches que se conducen por sí solos, esto
significa, que rápido los servicios de taxi o Uber desaparecerán por completo, la
compañía Domino´s pizzas probó enviando a domicilio sus pizzas mediante automóviles
automatizados, esta clase de creaciones aun cuando nos producen gran sorpresa y
fervor, en un futuro, va a ser bastante regular. En el futuro, los profesores, médicos,
chefs, y otros expertos van a ser obsoletos, así como las universidades además tienen la
posibilidad de volverse irrelevantes, el exclusivo trabajo que va a tener gran demanda va
a ser el de los ingenieros en electrónica y robótica, para producir más maquinaria o
brindar mantenimiento a los robots.

La enseñanza es una de las cosas que nos tienen la posibilidad de rescatar de este
planeta automatizado, no obstante, no toda la gente posee el poder adquisitivo para
sustentar sus estudios, pienso que se debe pensar en todos los tipos de niveles sociales
que hay, contribuir a los chicos en sitios en donde no poseen conexión a la red de
internet o no tienen la posibilidad de comprarse pc’s, brindándoles herramientas para
que logren capacitarse y no quedarse atrás en este fenómeno tecnológico.

Creo que la raza humana está acabando consigo misma, pese a lo cual los
“tecnooptimistas” predicen que habrá más grande fuente de empleos, dudo mucho que
suceda, creo que es más simple que suceda lo cual los tecnopesimistas predicen, por lo
menos aquí en México qué existe tanta deserción estudiantil, bastantes personas no
poseen la posibilidad de ajustarse a los cambios de las novedosas tecnologías. Existirá
una diferencia social y quizás se les brinden sueldos base. No pienso que el cambio sea
malo, no obstante, debemos concientizar sobre la ola de desempleos y dejar de atribuir
este fenómeno de desempleo a los mexicanos o personas migrantes.
Afortunadamente como el creador lo menciona creo que en verdad los expertos de la
salud psicológica, sobreviviremos a dichos cambios, debido a que nuestro trabajo es
personalizado y es imposible que sea llevado a cabo por robots, además que bastantes
personas se sentirán desplazadas, excluidas, y van a tener que sobrellevar el proceso
de duelo por la pérdida de sus empleos.

Betterment.com, uno de los bancos virtuales más conocidos estadounidense, inició a


funcionar en 2010. 6 años después superaba los 160.000 consumidores con depósitos
de bastante más de 5.000 millones de dólares. A medida que los bancos clásicos cierran
sucursales los algoritmos permanecen reemplazando a los banqueros. Goldman Sachs y
JP Morgan Chase permanecen robotizando sus operaciones. En vez de contratar a
adolescentes con estudios de economía o finanzas permanecen contratando a
graduados en ingeniería y programación. En 2014, Goldman Sachs adquirió parte de la
compañía financiera Kensho. Sus algoritmos realizan en segundos los cálculos y las
proyecciones financieras que anteriormente requerían días de trabajo.

Si los bancos sufrirán serias transformaciones, el futuro de los abogados, contadores y


aseguradores no es mejor. La abogacía va camino de uberizarse. Además, es notable
que las novedosas tecnologías permanecen cambiando la medicina actualizada de tal
forma que los siguientes años van a convertir la atención a la salud en diversas maneras
de ciencia precisa. Si la transformación de la medicina es incontrolable, la de la
educación es inaplazable. La realidad virtual y los robots revolucionarán el aprendizaje
en todos los niveles educativos.

Los transportistas de toda clase permanecen condenados a una difícil transición. Los
autos y camiones sin conductor humano van a ser mucho más baratos. El transporte
independiente está listo para hacer toda clase de recorridos. La organización china
Ehang tiene en producción taxis autónomos voladores. En 2017, Dubái compró diversos
drones con 8 hélices capaces de mover a una persona con una maleta pequeña, y los
inició a utilizar en pruebas.

Actores, músicos y deportistas merecen trato aparte. Para Openheimer, la


automatización del trabajo supondrá más descanso y va a ser primordial entretener a la
población. Aun cuando ya hay una sobreoferta de mano de obra en la industria del
entretenimiento, las industrias creativas podrían estar entrando en una espiral de
incremento. Tras el triunfo de House of Cards, Netflix invirtió 6.000 millones de dólares
en 2017 y hizo saber que en 2018 su presupuesto para contenidos podría ser de 8.000
millones.

En forma de conclusión, Oppenheimer confirma una obviedad que conviene no olvidar:


a más grande grado educativo personal y colectivo menores secuelas negativas
elaboradas por el desbordamiento tecnológico que se avecina. En un breve epílogo,
muestra 10 zonas genéricas que en la década de 2020 concentrarán las ofertas de
trabajo. Asistentes de salud, analistas de datos, ingenieros de datos y programadores,
gendarmes digitales, cuidadores y programadores de robots, maestros y profesores,
especialistas en energías alternativas, deportistas, creadores de entretenimiento y
consejeros espirituales. Es complicado prever el futuro sin embargo con este libro
estamos mejor preparados. Ya, por último, la obra me hizo darme cuenta del valor de
estar continuamente innovando, pienso que la enseñanza es una de las cosas más
relevantes, y es algo que nos va a poder rescatar una vez que todo se encuentre
automatizado, no tenemos la posibilidad de hacer nada para frenar este fenómeno, no
obstante, como expertos tenemos la posibilidad de actualizarnos una y otra vez, tener un
carácter emprendedor y capacitarnos además en la utilización de tecnologías para no
quedarnos obsoletos.

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