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UNIDAD V

OBJETIVO:
- Conocer algunas formulaciones teóricas que permiten comprender la
complejidad del proceso de desarrollo psíquico en las adolescencias y
juventudes contemporáneas.

-Transmisión generacional. Crisis en el proceso identificatorio. Sexualidad y


Género. Hallazgo de objeto: enamoramiento, amor de ideales.

Bibliografía:
1- Contexto: cibercultura y globalización. Condiciones histórico-genéricas
Autores que refieren a los modos de sentir y de actuar. Modelos identificatorios
de la época o contexto: Levy, Ballardini, Barbero, Le Breton, Checa.
2- Constitución subjetiva hallazgo de objeto identidad y género: Freud, Grassi,
Bleichmar, Vega.

Preguntas eje…
1) ¿Cuáles son algunos procesos identificatorios claves en la constitución
de la subjetividad adolescente/juvenil en la actualidad?
2) ¿Cómo son las relaciones genéricas, intergeneracionales e
intrageneracionales?

**El dispositivo utilizado para esta unidad fue la película “Dancing Queens”**

-En la película Dancing Queens se muestra la reedición del complejo de Edipo,


cómo la salida exogámica no es un proceso único y uniforme y el camino hacia
un proceso identificatorio.
-Hoy las drags queens se consideran un grupo artístico al cual se le da una
importancia, cuestión que no hubiese sido de esa manera en otra época y
contexto.
-En la peli se muestra que no hay identidades fijas, la no redefinición de
identidad.
-La constitución subjetiva de los adolescentes y jóvenes en el camino recorrido en
la posición deseante y en las formas de “goces” (en términos lacanianos), ya que
hablar de sexualidad y de género, es un camino en ese recorrido, de cómo se
constituye la línea de la sexualidad e identificaciones en el campo de los ideales
(es lo que vamos a ver con Bleichmar), donde hay dos caminos, uno es pulsional,
que tiene que ver con las emociones deseantes y el otro es un camino de
identificaciones en el campo de otros ideales.
En la protagonista de esta peli, están los dos caminos, por un lado hay un proceso
de identificaciones en la línea materna respecto al ideal de ser bailarina, y de
cómo se va ubicando también el deseo en relación a eso y luego, en el choque
con la realidad, como ella va viendo que tiene que transformarse, aunque no en lo
sexual, sí en lo genérico, adoptando una expresión para poder integrarse a un
lugar en donde comparten algo con lo cual ella se siente identificada: la danza.

Ballardini pone énfasis en los procesos de globalización y en los modelos de


identificación que devienen a partir de ese mundo globalizado.
Algunos de los valores y pautas culturales que señala en relación al contexto, está
enmarcado por el exitismo (“tenemos que ser excelentes en lo que hacemos o
quedamos fuera del mercado laboral), la sociedad del mercado de consumo está
planteando valores en relación a la tendencia a consumir más, comprar más,
como un valor preciado para poder integrarse socialmente.
También habla Ballardini del debilitamiento de los ideales modernos de
proyectos identificatorios estables, donde el tener un puesto de trabajo antes
representaba un ascenso en lo social, pero hoy no existe un proyecto unificado,
histórico que pueda heredarse de la familia y hay que realizarlo tal cual.
Habla también de la aparición de fenómenos de violencia y de fragmentación
social.
Todo este contexto global al que hace referencia Ballardini, nos da cuenta de una
modificación en los modelos de identificación, que se han modificado las
maneras de pensar y de sentir y hay una adhesión a la cultura de la imagen (el
auge de las redes sociales, selfies, la importancia de generar o producir una
imagen a través de la cual me vinculo con el otro).
En el caso de los Drags Queens, o de Dylan (protagonista de la peli), hay una
fuerte adherencia a la presentación de la imagen.
También hay en esta época una idealización de la imagen corporal, es decir, un
tipo de cuerpo: esbelto, atlético, joven, y a esa imagen es a la que hay que apuntar
y orientarse en las generaciones.
Existen los arquetipos ligados al consumo, que están generados y producidos por
el mercado, lo cual incide en la vida de adolescentes y jóvenes (por ejemplo la
fomentación del consumo del alcohol).
Se asignan otros sentidos y significaciones, para ser adolescente y joven hoy hay
que hacer algún tipo de cosa ligada al consumo, “hay que adherirse a la
criptomoneda”, o hay que hacer cosas demostrando que uno también tiene un
manejo tecnológico o financiero en las redes, en el caso de algunos que cumplen
o están más pegados a ese ideal, y otros pueden estar en un franco proceso de
resistencia cultural a eso, pero, es obvio que la globalización propone modelos
que están ligados a las tecnologías y al consumo.

Es importante lo que nos propone este autor por la importancia que implica el
conocer el contexto, los tiempos de cambios, la modificación de los modelos. Por
ejemplo, actualmente, se le da una visibilidad a la cuestión de la diversidad, sobre
lo que significa ser mujer, lo que implican los aspectos o posicionamientos
femeninos, etc. Han cambiado las relaciones de género, las relaciones
generacionales entre adultos y jóvenes (antes existía una lucha, una oposición
entre nuestros abuelos y los jóvenes, y hoy no se habla de dicha confrontación
sino que adquieren algún rasgo de resistencia cultural, pero ya no hay fronteras
sólidas o rígidas entre lo que significa ser joven en la actualidad; más bien juegan
cuestiones de conexion o desconexion en las redes, por ejemplo).

Barbero, un autor antropólogo cultural (lo debemos estudiar si rendimos el final,


no para los prácticos), habla de las transformaciones que se han producido en el
contexto, en la sensibilidad y en el orden cultural. Él dice que hay un
reordenamiento de los modelos de socialización. No solamente la familia y la
escuela son los portadores de transmisión de saberes, sino que hay otros espacios
que ocurren en las redes: competidor fuerte en los procesos de conexión y
desconexión y también intervienen en la socialización de adolescentes y jóvenes.
También toma una noción de García Canclini cuando habla de “hibridez”, mezcla
de zonas culturales, fronteras culturales, y afirma que en el espacio ciber, se
produce esa mezcla cultural (cuestiones de oriente y de occidente, donde ocurre
una integración cultural), y esa hibridez, hace que los modelos de identificación
que se toman, por ejemplo: punks, indis, hippies, que se pueden tomar de una
región de latinoamérica, o se pueden tomar de pueblos originarios de un lugar de
Europa, esta visión de modelos de identificación que no tienen una frontera
rígida, local de su territorio, sino que los modelos de adolescentes y juveniles
traspasan a los territorios locales de sus países, demarcando fronteras más
flexibles, e incluso se pueden traer modelos antiguos por ejemplo del hippismo
del ´60 y aggionarlos a la actualidad donde se mezcla con otros elementos y
aparece otro tipo de identificación social en los grupos de adolescentes y jóvenes
(esto es lo que entendemos por hibridez o culturas híbridas).

Otro autor importante en lo que hace a lo contextual es Le Bretón, su libro se


denomina “Antropología del cuerpo”, habla de los efectos de los modelos de
identificación que tiene la cibercultura. En el título del texto refiere “Adiós al
cuerpo”, no se refiere al cuerpo físico o material sino que dice que aparece otro
cuerpo, un cuerpo que se corresponde con un espacio de simulaciones, es decir,
en el ciberespacio, aparecen otras maneras de poder plantear el cuerpo y es lo
que hacen también adolescentes, jóvenes y adultos en general; donde el cuerpo
es un lugar donde yo puedo construir una simulación de la mismidad o de sí
mismo, puedo ocultar mi rostro con un nick, generar un personaje que tenga
otras identificaciones, puedo hacer mutar ese personaje y nick que coloco con
varias identificaciones, puedo poner como dice el autor, al cuerpo real fuera de
esto, generando una especie de criatura artificial de lo que soy, y esto es muy
importante en la adolescencia porque es un momento de constitución psíquica
en donde la fantasía y la realidad se mezclan permanentemente, hay una débil
frontera con el proceso de reestructuración psíquica, entonces el mundo
imaginario en los adolescentes y jóvenes, es un mundo muy grande que va de
alguna manera rotando en las identificaciones y cambiando en cada momento.
Y en este plano, pensar en la posibilidad de un cuerpo construido globalmente en
un espacio de simulaciones, abre un abanico o sustrato imaginario para los
intercambios con otros que es muy grande.
De alguna manera, la cibercultura en este mundo global es como que amplifica
ese proceso psíquico que se está produciendo en la constitución psíquica de
adolescentes y jóvenes. El mundo imaginario da vueltas y aparecen todo tipo de
nuevas identificaciones en una búsqueda y a la vez, el ciber contexto, les permite
en ese juego construirse simulando personajes, protagonistas, etc.
Le Breton dice que estos nuevos espacios de simulación, un cuerpo artificial, que
no es el cuerpo moderno, anatómico, también modifica la sexualidad, modifica
las formas de seducción que se pueden construir (identidades enmascaradas con
otras sintaxis, donde me puedo relacionar a través de videos, snaps, emoticones,
stickers, etc.) hay toda una experimentación donde se ponen en juego procesos
afectivos, procesos cognitivos, pero fundamentalmente hay un aspecto, dice Le
Bretón, acá está ausente el cuerpo como elemento real porque se evita el
contacto. Es en este sentido que se le dice “adiós” al cuerpo, en su materialidad
física de contacto como experiencia real en el plano de lo físico. Pero sí hay un
cuerpo, uno generado artificialmente.

Con respecto a Daniel Levy, en “Entre adolescentes y adultos en la escuela:


Puntuaciones de época”, compila textos de otros autores como de Daniel
Korinfeld y Sergio Rascován, del que tomamos solo un capítulo, que también
hace referencia al contexto para referir a lo que ocurre con la subjetividad en la
era digital, qué pasa con las nuevas tecnologías.
Algunas ideas centrales de este texto es cómo la era digital promueve otras
formas de agrupamiento adolescente y juvenil, otros procesos identificatorios y
habrá una especie de mosaico de identidades, es decir de identificaciones que se
construyen desde distintos lugares a partir del consumo de las redes sociales,
pero no son simplemente consumidores en esos circuitos de socialización en las
redes, que es un circuito abierto, los adolescentes y jóvenes para Levy también
son productores de contenidos, de información. La idea central de esto es que el
proceso de socialización se modifica en las redes y por ende, habilita procesos de
identificación, que son necesarios para la constitución subjetiva diferentes.
Este autor hablará también de la sociedad de la información, del intercambio que
se produce de la información y como es importante como se ha modificado la
construcción del conocimiento, que los jóvenes como productores pueden
participar creando contenidos, el desarrollo de tecnologías y estrategias de
marketing, y todas esas intervenciones tienen incidencia en provocar otro tipo de
identificaciones, otro tipo de circuito de socialización. Son distintas maneras de
intercambio.

Sección dudas:

Compañero pregunta: ¿Cómo ve usted el tema de la subjetivación en relación a


cómo se dan las cosas hoy en día, o sea, siempre hay una tendencia a generar
estos procesos, pero de pronto también una cierta homogeneidad a la que invita
todo esto de las redes sociales, esto que es una especie de cáscara que no llega
muy profundo, y por ahí, esto de la identificación, se genera más esfuerzo en
parecerse a lo que está hegemónicamente bien visto que que lo que lo hace
propio, entonces, cómo se articula ahí la subjetivación con la subjetividad
generalizada?

Profe: Muy buena tu pregunta. Grassi plantea que el aparato psíquico es un


aparato complejo, es un sistema abierto y tiene unos ejes para constituirse, uno
de los ejes que dice él, es la relación con el contexto, es decir, la intersubjetividad,
la transubjetividad, a través de eso se incorpora, como lo deben haber visto en
psicoanálisis, el mundo de la cultura, el mundo social o el mundo otro, esta
sociedad generalizada, en términos de Lacan es “el otro”, CULTURA, pero en
términos de Grassi, el mundo social entraría en este eje de lo transubjetivo, del
mundo histórico. Todos los autores: Castoriadis, todos los autores que vamos a ver
en la materia, consideran eso como parte del aparato psíquico, como
internalizado a partir de los mandatos, esa sociedad hegemónica, globalizada,
ingresa no como un espejo sino transmitida psíquicamente a partir de las
primeras inscripciones que tiene ese sujeto con el entorno inmediato. Los padres,
o tutores o quien viva, quienes desarrollan el ejercicio parental, le transmite estas
marcas de lo que es para esa persona ese mundo en el que vive; porque el
modelo es hegemónico afuera, pero tiene una transcripción de ese entorno
inmediato y eso pasa. Y luego, eso actúa, el psiquismo ingresa por una acción que
se llama represión primaria (no importa), lo funda como cachorros humanos diría
Bleichmar, sin eso no estaríamos vivos, o en términos de Lacan: por el baño del
lenguaje, pero el baño del lenguaje es la sociedad como es transmitida, esa
sociedad generalizada (que decía el compañero), como es transmitida por el
entorno de los cuidadores inmediatos (sin importar como y quienes sean, lo que
interesa es que hablen, ya que mientras hable, supuestamente, puede transmitir
algo de esa sociedad generalizada a ese cachorro, y lo que transmite, hace que el
psiquismo lo incorpore y se apropie de eso), entonces hay una operación como de
traducción de ese mundo hegemónico. Estamos hablando de que hay un
contexto que, probablemente para que uno pueda vivir, tenga que incorporar
algunas pautas capitalistas o neoliberales o de mercado, (desde hacer las
compras, hasta sobrevivir o tener un trabajo, etc).

El mismo compañero sigue repreguntando y redundando en lo mismo. La


pregunta o planteo se basa en que a pesar de que uno se esfuerce en querer ser
distinto a los demás, termina siendo un subproducto y uno mas del monton, y lo
plantea como una contradicción-

La profe responde. Le plantea dos cuestiones epistemológicas a su consulta, Por


un lado le dice que tiene razón en “hasta dónde llega la crítica, es decir qué es lo
que es verdaderamente diferente”. Dice que las mismas perspectivas críticas
marxistas dicen que es cierto, que hay algunas diferencias que son funcionales,
pero también, hay otros autores (seguidores de Foucault), quienes dicen que, en
el mismo proceso, lo que establece los modelos, tiene como especies de
iatrogenias, cosas como defectuosas que produce ese mismo sistema que
empiezan a ser las verdaderas resistencias, algo así como un “virus”. Ese efecto
indeseado del mecanismo perfecto es lo que empieza a actuar en su contra, eso
es lo que dice una perspectiva crítica y sería una forma de pensarlo; Por otro lado,
otro modelo epistemológico que es el post estructuralista, diría en realidad que
no existe diferencia, lo que existe es un corrimiento permanente de creaciones de
cosas múltiples y que en realidad no habría un centro al cual oponerse, un
modelo hegemónico, sino que había multiplicidades de cuestiones.
Una compañera pregunta relacionado a lo que pregunto anteriormente el
compañero. La profe le responde que hay distintas teorías acerca de cómo se
produce ese proceso psíquico del que hablamos antes. Por ejemplo la teoría de
Vygotsky quien afirma que el aparato psíquico se constituye por interiorización
de la estructura externa, es decir, lo que está afuera, se apropia y se hace interno.
El psicoanálisis por ejemplo, no dice eso, dice que lo que estaba afuera “deja de
serlo”, por una acción que es la represión según Freud, quien dice: Cuando se
funda el aparato psíquico, el malestar es interno, como por ejemplo la metáfora
de Tótem y Tabú donde se come al padre, que es tomada de la antropología de
Smith para hablar de la fundación de una instancia psíquica que dice el es el
superyó. Cuenta la profe de una anécdota de Bleichmar donde sus hijas le
cuestionan que por culpa de ella sufren y ella les responde que no, que eso lo
arreglen en terapia, que ya ese es su propio malestar. Para el psicoanálisis, el
elemento que produce angustia es interno. A partir de los 5 años según Freud
cuando se da el complejo de Edipo, y más luego, en la pubertad de la
adolescencia hay una actualizacion y se vuelve a mover todo esa estantería de
vuelta, con la posibilidad de transformar creativamente eso, no de repetir
solamente (dirá Grassi), o sea, podemos salir beneficiados en esa restructuración
si existe una cadena de identificaciones interesante, rica.
Entonces, la sociedad generalizada para Freud, provoca malestar no porque está
afuera sino porque ya el sujeto se constituye con ese otro social, sin eso no hay
aparato psíquico. Por temor a la pérdida de amor de sus cuidadores es que el
sujeto renuncia pulsionalmente a matarlos de odio, y es ahí que el aparato
psíquico se funda.

Otra compañera pregunta por la actitud de algunos adolescentes de “volverse”


en contra de los padres, que qué sucede allí con el complejo de Edipo

La profe responde que allí sucede la reestructuración del aparato psíquico y de las
identificaciones que se producen con los padres además del entorno, lo que
genera una nueva posibilidad para establecer nuevos vínculos. Dice que en la
actualidad, la confrontación se ha debilitado, pero en los casos que eso se
establece fuertemente, es porque está costando el proceso exogámico, entonces
la reacción del adolescente, de confrontación, se manifiesta más visiblemente por
la dificultad para romper y establecer ese camino exogámico de independencia
necesaria.

--------termina sección preguntas---------

Vamos a ver cuales son las cuestiones en lo que hace a la identidad sexual que vio
Silvia Bleichmar, cuáles son los caminos, los ejes, por los cuales se producen los
cambios.
La autora dice que los procesos de recomposición psíquica son dos, es decir, el
adolescente tiene que hacer un cambio importante en dos líneas: Una, son tareas
ligadas a su sexualidad; y la otra, tiene que ver con deconstruir y reformular los
ideales.
Por ejemplo, en lo que hablamos recién, la confrontación con los padres va a ser
por algo de estas dos líneas, es decir, cuestiones que tengan que ver con salidas
exogámicas en donde tenga que reformular su propio posicionamiento en el
camino de la sexualidad, en lo pulsional, en lo deseante, pero también en el
camino de las identificaciones, las salidas que quiere hacer, los proyectos que
tiene, dejar atrás ideales de la infancia, poder investir nuevos caminos, nuevos
ideales, por todo eso es que se va a confrontar.
Estas son las dos grandes líneas por las cuales Bleichmar sostiene que es
importante considerar. Ella sostiene que en la pubertad, hay un momento en
donde todo el proceso identificatorio de sexualidad y de ideales, se mueve guiado
porque hay una primacía de lo genital.

Ayudante plantea que pensando en lo que la profe dice sobre Bleichmar, en este
contexto actual de pandemia, las identificaciones se producen con personas y/o
personajes virtuales que están al alcance, y ya no con un profesor o un amigo, etc.

La profe concuerda con que la sociedad ahora, en pandemia ha trastocado


incluso en los intercambios (lo que dice Bretón de los cuerpos artificiales), por
ejemplo con el “sexting”, donde los intercambios o prácticas sexuales que se
intensificaron en pandemia por cuestiones de aislamiento, y si eso no cambia,
todos los procesos de identificación también.

Freud habla de tres tiempos (fases de la sexualidad), un momento donde la


sexualidad es infantil, y hay una sexualidad paragenital, o sea que no está al
servicio de la genitalidad, pero luego, en la etapa fálica, las pulsiones orales,
anales, se organizan y empiezan a encontrar modos de satisfacción sumado a la
aparición de la diferencia sexual, la cual, para Freud, está asentada en lo
anatómico.
A partir de ahí, aparece el dilema que luego toma Lacan en relación ya no a lo
anatómico, pero sí en torno a lo imaginario y lo simbólico de la castración o no,
del temor a la castración a lo fálico, que si bien no es anatómica para Lacan, si gira
en torno a una diferencia: fálico o no; en cambio, lo que dice Bleichmar es que, no
podemos hablar de fases o de tiempos sino que son sexualidades diferentes: La
primera, en el niño es pulsional, es paragenital en cada una de estas zonas, luego
la fálica será alrededor del órgano genital que aparece por primera vez, a partir de
la masturbación, pero, sostiene la autora que cuando pensamos en la pubertad,
tenemos que pensar en otra forma de sexualidad donde sí hay una primacía de lo
genital, pero no es sinonimo sexualidad en este caso de sexo, es decir de
atribucion anatomida, ni tampoco de genero. Para pensar en el género, la autora,
sostiene que el género es una producción cultural, es decir, el pensar la diferencia
entre hombres y mujeres que no remite necesariamente a la bipartición de lo
masculino y femenino (que sería más bien psicoanalítico), esto de lo genérico, no
es materia específica del psicoanálisis de atención al caso, sino que el género, que
ella lo entiende como la producción de la subjetividad, sería la manera de pensar
que se ha construido en una época determinada, cómo produce la subjetividad
en una época determinada, de pensar esta diferencia entre hombres y mujeres,
pero que eso no necesariamente se condice con pensar la idea de sexualidad. La
sexualidad, en el caso del psicanalisis, no es ni sexo ni genitalidad, porque el
psicoanalisis se ocupa de las mociones pulsionales deseantes, de cómo es el
trayecto, de cómo se constituye la sexuación en una combinatoria de signos, en
un movimiento de significaciones que es muy complejo y no se reduce a
pertenecer anatomicamente a un sexo ni tampoco en que la cultura haya
determinado en un momento determinado qué es lo que entiende por varon o
mujer.
Dice Bleichmar que el psicoanálisis se ocupa de la sexualidad, de cada caso
particular, y de pensar cómo se van articulando los signos de las significaciones
que tienen las fantasías, las mociones pulsionales, las mociones deseantes, sobre
la orientación sexual que ese niño/niña/niñe va armando en su historia
lentamente (girado en la primacía genital en el caso de la pubertad y
adolescencia), pero que no se reduce a la bipartición de lo masculino y femenino
ni a la atribución anatómica, ni a la genitalidad, es más complejo ese ensamblaje
de significaciones.

Bleichmar dice que la identidad sexual es yoica, es una defensa, es la


autopercepción que tiene el sujeto: “Cómo me defino yo en un momento
determinado”, me asiento en una posición y digo que me defino de esa forma. El
yo es el que establece la identidad sexual; pero, dice Bleichmar, que lo genérico
es una atribución de origen social y político en una época determinada. Por eso
ella, cuando habla de género, prefiere hablar de “producción de subjetividad de
una época”. Esta noción refiere a modos históricos y políticos por los cuales se
piensa a los sujetos, se los produce en el sentido Focaultiano, se produce
subjetividad porque se está dando visibilidad a una manera de pensar macho-
hembra, a una manera de pensar lo femenino y lo masculino, eso es lo que ella
determina como género, pero no basta para dar cuenta de la identidad sexual de
un sujeto, porque a partir de la noción de subjetividad que plantea la autora
resulta insuficiente para explicar el deseo, el caso en sí.
Bleichmar da muchas respuestas que son tomadas por el autor Facundo
Blestcher, que trabaja específicamente con la sexualidad trans, y toma de
Bleichmar la apertura y claridad que tiene para definir las dimensiones de análisis
de lo universal y lo particular que uno no entiende cómo se articula eso en
psiquismo y ella lo explica. Él dice que la cuestión de género (las primeras
inscripciones de género, atributivas), se constituye antes del complejo de Edipo
en la relación imaginaria con la madre.
Entre la biología (sexo anatómico) y el género (la producción cultural, política, en
un momento historico que atribuye que esto es varon y esto mujer), el
psicoanálisis se ocupa de la pulsión, el deseo y qué objetos, es decir, que elección
momentanea de satisfaccion tiene ese sujeto.

En la unidad IV, nosotros tomamos a este autor que es clave en la materia, Grassi,
toma de los aportes de Bleichmar, pero él hace una diferencia. Él dice: Freud,
habla de los tiempos o fases, Bleichmar dice que hay dos tipos de sexualidad
diferentes, pero para mí, dice Grassi, no es así, hay un “entre”, esto quiere decir
que no hay una secuencia, ni dos sexualidad diferentes, hay un entretiempo de
sexuación puberal adolescente. Lo que hace este autor, es desdibujar que la
pubertad sería una etapa o un momento, Grassi remarca que hay un entretiempo
y que algo va a venir (habla de un devenir), algo que va advenir, noción que
toman los postestructuralistas para dar cuenta de una historicidad que no ha
acontecido aún. Grassi tiene esta idea de historicidad en la constitución psíquica
que es diferente, un entretiempo en donde el paso o el cambio de la sexualidad
infantil a la adulta no se produce de un día para el otro, sino que, “se adviene” a
partir de un proceso de desorden en el cuerpo; en las relaciones hay un
reposicionamiento general, y se produce una reorganización identificatoria
particular en el caso a caso.

Freud dice que las relaciones de objeto, hay dos caminos: en la sexualidad infantil,
la relación con los objetos se produce por apuntalamiento, es decir, por acción
específica, el modelo de temprana infancia por apoyo o lo que se denomina una
acción anaclítica, dice Freud, que se da primeramente por el alimento, por
subsistencia. << la profe recomienda el texto de Freud: “Proyecto de una
psicologia para neurologos” donde se explica muy bien cómo es a nivel pulsional
esta acción de apuntalamiento >> Se funda luego, un mundo de fantasías, de
realidad alucinatoria, dice Freud, primera instancia del deseo, de ese objeto que
no está y se funda el psiquismo; pero luego, en el desarrollo, adviene el
narcisismo, se estructura el aparato psíquico con el yo. El yo en esta instancia,
hace que las elecciones narcisistas sean con un objeto en principio “semejante a
mí”, pero también se odia lo que es diferente. Dice Freud que estos modos no son
fijos, es decir, puede existir una elección que tenga dos aspectos, “lo elijo parecido
a”, pero también por contención, etc. La combinatoria es particular, pero sí el
primer objeto es el pecho materno o el objeto de alimentación, que luego, esa
pulsión es autoerótica y pasa a ser el cuerpo del niño con la masturbación, el
chupeteo, y demás.
Transcurrida la latencia, para Freud, adviene la pubertad y en la metamorfosis de
la pubertad se reorganizan las pulsiones bajo la primacía de lo genital (dice que
ahí adviene el sujeto “normal” adulto). Son ideas que tiene Freud de
androcéntrico porque era un hombre de su época, sin embargo, era un hombre
que pudo deconstruir la idea de mujer que existía en el momento.
Entonces, hay una doble lectura: una mas feminista sobre el androcentrismo de
Freud y su teoría; y por otro lado, también se reconoce el valor atributivo de su
teoría, como altamente disruptiva del pensamiento moderno,
fundamentalmente por el caracter irracional que tienen las pulsiones (las
pulsiones hacen lo que quieren), y ahí se funda el goce, y el goce es particular.
Adrián Grassi toma esto de Freud, pero dice que no hay solamente repetición en
el momento de la pubertad. El modelo de la infancia en la relación de los objetos,
es decir, esos primeros objetos que se eligieron en la infancia por apuntalamiento
narcisista, cuando llega el momento de la pubertad, en la relación, se vuelve a
reinventar con ellos, hay una creatividad, hay nuevas inscripciones de las
diferencias de sexo, hay otras modificaciones en lo corporal que llevan otras
modificaciones en lo subjetivo; nuevas identificaciones; y otros procesos de
simbolización. ¿Se repite algo de lo que pasó en la infancia y en los vínculos que
se establecieron? Si, pero dice Grassi que, hay una reinvención también, hay una
posibilidad de no sólo repetir, sino que hay una neo creatividad, inscripciones
nuevas, una posibilidad de elaborar.

Como ustedes saben, la sexualidad infantil que es un gran hallazgo de Freud, es


diferenciar la idea sexualidad de genitalidad, y traer esta idea de deseo. La cultura
para Freud, en la moral sexual de la sociedad moderna, es una cultura victoriana,
que establecía determinados modos de satisfacción, un modelo x de mujer, un
modelo de varón ligado a la vida pública, un modelo de mujer ligado a la vida
privada, etc.
En ese sentido, era un modelo, digamos muy moderno, que establecía
determinados canales en la producción de subjetividad de lo que podía hacer un
varón y una mujer cis, establecido en ese esquema binario.
En ese momento de la irrupción freudiana, la diferencia anatómica y biológica
aparecen fuertemente, pero, en el psicoanálisis, tal como lo plantea Bleichmar,
son insuficientes para dar cuenta de los procesos identitarios adolescentes;
primero porque no hay una reducción binaria, ni siquiera una identidad que
pueda configurarse bajo lo genérico en ese término, la identidad sexual es una
construcción compleja en la cual intervienen distintos aspectos (la relación con la
madre, con los padres, de los pares entre sí, la incidencia de los medios de
comunicación por el ambiente socioeconómico y el género es una construcción
social y cultural de esa época determinada que en términos de Bleichmar
“produce subjetividad”, se produce por ejemplo, el tipo de mujer ideal y de
acuerdo a eso, gradiente. Pero más allá de eso, lo que dirá el psicoanálisis es que
no es suficiente para explicar lo que pasa a nivel deseante en el posicionamiento
que tiene el sujeto y en la forma de gozar. Eso no se puede explicar solamente por
la época.

Ahora, el género, como constructo, aún admite un sistema binario, entonces,


estamos en una época en donde estamos más allá del género, estamos pensando
en una idea de diversidad que no puede pensarse desde ninguna categoría
esencial, por otro lado, pensar la idea de pubertad en términos estrictamente
psicoanalíticos, es pensar en un proceso desde el psicoanálisis en donde las
pulsiones parciales se unifican, pero, la pubertad no es pensar solamente lo que
acontece biológicamente, no es un proceso médico descriptivo, es un proceso
donde se reconfigura también no solamente la adolescencia (porque muchas
veces se ha dicho que la pubertad es el tiempo biológico y la adolescencia el
momento psíquico, NO!), en la pubertad ya mismo, según Grassi, Vega y otros
autores que vamos a ver, hay una reconfiguración fantasmática del mundo de
fantasías y del saber sobre la sexualidad y se crean oportunidades en la
vinculación del deseo con este deseo del otro, es decir, con la sociedad en
general.
¿Por qué se hace esa vinculación entre lo particular y lo universal? Para lograr un
camino hacia la elección del objeto exogámico, del objeto heterofamiliar (fuera
del seno familiar). Objeto significa acá cualquier cosa que está fuera de la familia,
no se refiere a humanos solamente, sino a algo que está fuera de la concepción
de la familia, por lo que las formas de goce y satisfacción no son solamente con
objetos humanos.

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