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Informe
Técnico
Evaluación de calidad de las gravas y
apuntalantes nacionales e importados
usados para empaques de grava en PDVSA
Occidente
Preparado por
Somogyi Doval Grace
Mas Nuñez Manuel Antonio
Yandry Urdaneta
Linnette Castillo
Requerido por
E/p-prod.-occ.-maracaibo
E/p-prod.-occ.-lagunilla
E/p-prod.-occ.-tia Juana
E/p-prod.-occ.-tomoporo
E/p-prod.-occ.-tia Juana-este Pesado
Evaluación de calidad de las gravas y apuntalantes nacionales e importados usados para empaques de grava en
PDVSA Occidente
5 AUTOR(ES)
Somogyi Doval Grace; Mas Nuñez Manuel Antonio; Yandry Urdaneta; Linnette Castillo;
6 GERENCIA DE PROYECTO
MECA - ID EN MECANICA
9 NOMBRE DE LA ACTIVIDAD
4000 - DESARROLLAR GRAVA NACIONAL DE ORIGEN MINERAL RECUBIERTA CON RESINA TERMO-ENDURECIDA, CON
ESTABILIDA
10 NOMBRE DEL JEFE DEL PROYECTO O SUBPROYECTO
11 CLIENTE
En este estudio se realizo la evaluacion de 12 gravas nacionales e importadas, tanto naturales como sinteticas,
existentes en el mercado del Occidente del pais. Para ello se tomo como referencia la norma API RP 58[1], la cual
establece cinco (05) pruebas para evaluar la calidad de una grava: distribucion granulometrica por tamizado,
esfericidad y redondez, solubilidad al acido, grado de turbidez y resistencia mecanica a la trituracion.
Adicionalmente, se realizaron ensayos de analisis de composicion quimica y de estabilidad termica a las gravas antes
mencionadas. Entre los resultados mas destacados se obtuvo que las gravas nacionales no presentaron los estandares
establecidos por la API-RP-58[1], mientras que las gravas importadas cumplieron con la mayoria de ellos, aun cuando
no cumplieron los parametros de distribucion granulometrica.
Inglés:
Gravel pack; Proppants; Sand Control;
LISTA DE DISTRIBUCIÓN
No. de copias
iii
Intevep, S.A. Centro de Investigación y Desarrollo, Filial de Petróleos de Venezuela, S.A.
INT-11348, 2007
SUMARIO
Actualmente, el 60% de las reservas de hidrocarburos de los yacimientos pertenecientes al Distrito Tía
Juana (Lago y Tierra) están asociadas a arenas no consolidadas, lo cual requiere la aplicación de la
técnica de empaque de grava para el control de la producción de arena. En el año 2007 se tiene prevista
la perforación de 389 localizaciones, para lo que se estima un consumo de grava de +/- 90.000 sacos.
Tradicionalmente, en el Distrito Tía Juana se utiliza grava sintética importada para empacar los pozos.
Sin embargo, la escasez de la misma ha obligado a la industria petrolera a utilizar gravas nacionales que,
aún siendo mucho más económicas, son de menor calidad y también presentan problemas de escasez.
Por ello, PDVSA Occidente plantea evaluar la factibilidad de sustituir las gravas importadas por gravas
nacionales, lo cual traería como resultado una disminución en tiempo y costos de operación.
En este estudio se realizó la evaluación de 12 gravas nacionales e importadas, tanto naturales como
sintéticas, existentes en el mercado. Para ello se tomó como referencia la norma API RP 58[1], la cual
establece cinco (05) pruebas para evaluar la calidad de una grava: distribución granulométrica por
tamizado, esfericidad y redondez, solubilidad al ácido, grado de turbidez y resistencia mecánica a la
trituración. Adicionalmente, se realizaron ensayos de análisis de composición química y de estabilidad
térmica a las gravas antes mencionadas.
Entre los resultados más destacados se obtuvo que las gravas nacionales no cumplieron con los valores
establecidos por la práctica recomendada API-RP-58[1] en 4 de los 5 ensayos, mientras que las gravas
importadas cumplieron con la mayoría de los parámetros establecidos. Sin embargo, éstas últimas no
resultaron satisfactorias en los ensayos de distribución granulométrica de la norma, así como tampoco
en el análisis de solubilidad en ácido ni en el de estabilidad térmica. En cuanto a la resistencia a la
trituración, las gravas importadas cumplieron con los parámetros establecidos, mientras que las gravas
nacionales presentaron una pobre resistencia a la trituración. Se recomienda impulsar a las empresas de
distribución de gravas nacionales para que cumplan con los estándares establecidos en la industria
petrolera, así como realizar pruebas de recubrimiento con resinas de las gravas nacionales. También se
recomienda realizar un estudio para determinar la ventana de uso de las gravas nacionales en pozos
cuyas presiones de cierre de empaque sean inferiores a 2000 lppc.
iv
TABLA DE CONTENIDO
SUMARIO IV
1. INTRODUCCIÓN 1
2. METODOLOGÍA 2
3. RESULTADOS 7
4. CONCLUSIONES 18
5. RECOMENDACIONES 19
REFERENCIAS 19
BIBLIOGRAFÍA 20
ANEXOS 21
Anexo A. Distribución de tamaño de grano antes y después del ensayo de estabilidad térmica, para cada
una de las gravas estudiadas 22
vi
LISTA DE TABLAS
Tabla 3. Peso de grava retenida por los tamices durante el ensayo de granulometría 9
Tabla 10. Resumen de resultados de las pruebas realizadas para la evaluación de la calidad de las
gravas y apuntalantes nacionales e importados 17
vii
1. INTRODUCCIÓN
La producción de arena se encuentra asociada con formaciones geológicas jóvenes en las cuales el
grado de cementación entre los granos de arena es pobre. Manejar los efectos de una producción de
arena a lo largo de la vida del pozo no representa una opción económicamente atractiva, por lo que se
buscan opciones para su control desde el diseño del pozo.
Los empaques con grava figuran como una de las técnicas más difundidas en el país que ayudan a
controlar el arenamiento. Si bien es cierto que existe una gran variedad de gravas importadas utilizadas
en la industria petrolera, existen disconformidades asociadas a su costo y escasez en el mercado actual,
debido a la alta demanda mundial.
Actualmente, el 60% de las reservas de hidrocarburos de los yacimientos pertenecientes al Distrito Tía
Juana (Lago y Tierra), están asociadas a formaciones de edad Mioceno (arenas no consolidadas), lo cual
requiere la aplicación de la técnica de empaque de grava para el control de la producción de arena.
La secuencia operativa del año 2007 contempla la perforación de 389 localizaciones (329 en Tierra + 60
en Lago), para lo que se estima un consumo de grava de +/- 90.000 sacos. Tradicionalmente, en el
Distrito Tía Juana se utiliza grava sintética importada para empacar los pozos. Sin embargo, la escasez
de la misma ha obligado a la industria petrolera a utilizar gravas nacionales, que aún siendo mucho más
económicas (el costo promedio de la grava importada es de 107.000 Bs/saco en comparación con la
grava nacional de 28.000 Bs/saco), son de menor calidad y también presentan problemas de escasez.
Por todo lo anterior, PDVSA Occidente se plantea evaluar la factibilidad de sustituir las gravas importadas
por gravas nacionales, lo cual traería como resultado una disminución en tiempo y costos de operación.
Para ello es necesario evaluar las gravas existentes en el mercado, para determinar las ventajas y
desventajas que presentan las gravas nacionales frente a las importadas.
2. METODOLOGÍA
Para la evaluación de las gravas para control de arena se realizaron los ensayos indicados en la norma
API RP 58[1], la cual establece cinco (05) pruebas para la caracterización de una grava: distribución
granulométrica por tamizado, esfericidad y redondez, solubilidad al ácido, grado de turbidez y resistencia
mecánica a la trituración. Adicionalmente, se incorporaron ensayos de análisis de composición química y
de estabilidad térmica, con el objetivo de ahondar en la composición mineralógica de las gravas y en su
resistencia a las altas temperaturas en ausencia de fluidos, respectivamente.
Se estudiaron un total de 12 gravas, que incluyeron muestras de gravas nacionales e importadas, así
como naturales y sintéticas. En la Tabla 1 se presenta el inventario total de las gravas estudiadas en este
trabajo.
A continuación se presenta un resumen del procedimiento de cada uno de los ensayos realizados.
Inicialmente, se determinó el peso de los tamices vacíos y la bandeja recolectora para cada arreglo de
mallas propuestos, en función de las especificaciones para cada tipo de grava. Los tamices se ordenaron
de menor a mayor número de malla (Mesh), colocando al final la bandeja recolectora de finos, tal como
se indica en la Tabla 2. En el tamiz superior se colocaron 100 gramos de grava, y se procedió a tamizar
por 15 minutos. Transcurrido este tiempo, se pesó cada uno de los tamices, calculándose el peso de la
grava retenida por el tamiz, por diferencia de peso con el valor original. Finalmente, se calculó el
porcentaje en peso retenido sobre la base del total acumulado.
6 8 12 16 20 30
8 12 16 20 30 40
10 14 18 25 35 45
Combinación de tamices
recomendados para la 12 16 20 30 40 50
prueba
14 18 25 35 45 60
16 20 30 40 50 70
Los resultados mínimos en porcentaje de peso acumulado establecidos por API-RP-58[1] para un
ensayo de tamizado son:
• Si no hay presencia de finos (tamaño de partícula menor al tamaño de malla mas pequeño utilizado
en la evaluación), el valor en el tamiz correspondiente al límite superior del tamaño de partícula a
evaluar será de un máximo de 4%
• En caso de haber finos, éstos deben estar por debajo del 2%. En este caso, la suma de este valor
con el porcentaje de grava retenida en el tamiz superior no debe ser mayor al 4%.
Para este ensayo se realizó previamente un tamizado en seco de 0,5 Kg de grava, recolectándose los
tamaños de grano que pasaron el tamiz superior y se retuvieron en el de menor tamaño. Por ejemplo,
para una grava 20-40, se recolectará toda la grava que pasa a través del tamiz 20 y que es retenida por
el tamiz 40.
Seguidamente, se pesó la cantidad de muestra recomendada por la API-RP-58[1]. Según ésta, el peso de
la muestra a evaluar depende directamente del diámetro de la celda-pistón de la prensa hidráulica. Para
la celda-pistón del equipo de Intevep, cuyo diámetro es de 2 ½ pulgadas, corresponde una muestra de
arena de 90 g.
Según las especificaciones de la API-RP-58[1], la muestra de finos resultante del ensayo de resistencia a
la trituración no debe ser mayor a:
Para este ensayo se preparó previamente una solución 12:3 de HCl/HF, mezclando 49 ml de HF al 54% y
293 ml de HCl al 37% en 1 litro de agua destilada. A 100 ml de solución ácida se le añadieron 5 gramos
de la grava a evaluar, dejándose reposar por 1 hora a 65 °C. Luego la muestra de grava se sometió a un
proceso de lavado y filtrado al vacío, para eliminar los residuos de ácido. Finalmente, se secó en un
horno a una temperatura de 105 °C durante 2 horas. Para determinar la solubilidad de la grava en el
ácido se compararon los pesos de la muestra de grava antes y después del ensayo, a través de la
siguiente expresión:
(Ws + W r − Wfs )
S= ⋅ 100
(Ws )
Donde:
S= % soluble de arena.
Este ensayo se realiza en los laboratorios de Servicios Generales del Intevep, y consiste en analizar una
muestra de cada tipo de grava mediante la técnica de Difracción de Rayos X, con el fin de establecer
cualitativa y semicuantitativamente, el tipo de estructura cristalina y los elementos químicos que
componen la grava.
Este tipo de ensayo se realizó para establecer la variación entre la distribución inicial y final del tamaño
de grano producida por el fracturamiento de los mismos al ser sometidos a condiciones de alta
temperatura. Para llevarlo a cabo, se siguieron los procedimientos detallados en la norma ASTM C92-
95[3].
En un horno se colocaron 100 gr de cada tipo de grava, cuya distribución de tamaño de grano se
conocía, por haber realizado previamente un tamizado al seco de las gravas. La temperatura se
incrementó gradualmente a una tasa de 60°C/min, hasta alcanzar los 350°C. Esta temperatura se
mantuvo por dos horas. Seguidamente, se sacó la muestra del horno y se dejó enfriar lentamente hasta
llegar a temperatura ambiente. Por último, se realizó un nuevo ensayo de granulometría, y se determinó
la variación del tamaño de grano de la muestra, a través del cálculo de la diferencia de peso de la
muestra en los tamices de la zaranda, antes y después del ensayo de estabilidad térmica.
Se tomó una cantidad de grava que representara 20 ml en un cilindro graduado y se secó durante una
hora en un horno a 65 °C. A la grava se le agregaron 100 ml de agua desmineralizada, y se dejó reposar
la mezcla por 30 minutos. Transcurrido este tiempo, la mezcla se agitó manualmente, aproximadamente
unas 45 a 60 veces por un tiempo de 30 seg y se dejó reposar nuevamente por 5 min. De la suspensión
resultante se extrajo una muestra de 25 ml y se determinó su turbidez con un turbidímetro eléctrico.
Según las especificaciones de la API-RP-58[1], la turbidez de la suspensión debe ser menor o igual a 250
NTU.
3. RESULTADOS
A continuación se presentan los resultados del tamizado al seco realizado a las gravas nacionales e
importadas. En las Fig. 2 y Fig. 3 se presentan las curvas de distribución granulométrica por peso
acumulado de las muestras. Como se puede observar, todas las curvas de peso acumulado de las
gravas, presentan una forma bastante uniforme.
100
90
80
% de Peso Acumulado
70
60
50
40
30
20
10
0
3500 3000 2500 2000 1500 1000 500 0
Tamaño de Grano (micrones)
100
90
80
% de Peso Acumulado
70
60
50
40
30
20
10
0
2000 1800 1600 1400 1200 1000 800 600 400 200 0
Tamaño de Grano (micrones)
En la Tabla 3 se presentan los resultados del peso retenido por los tamices con respecto al tamaño de
grano, para cada grava evaluada. Como se indicó anteriormente, la norma API-RP-58[1] especifica que,
para una muestra de 100 g de grava:
• El 96% de la muestra debe quedar retenida entre los tamaños límites especificados por el tipo de
grava. Por ejemplo, para una muestra de grava 20/40, se toma en cuenta la cantidad de grava que
atraviesa el tamiz 20, pero que es retenida por el tamiz 40.
• No más del 0,1% de la muestra debe quedar retenida por los tamices superiores al tamiz límite
superior. Por ejemplo, para una muestra de grava 20/40, se toma el peso de grava retenido por el
tamiz 16
• Menos de 2% debe quedar por debajo del tamiz límite inferior. Por ejemplo, para una muestra de
grava 20/40, se toma el peso de grava retenido por el plato base.
Tabla 3. Peso de grava retenida por los tamices durante el ensayo de granulometría
Los valores en rojo corresponden a los parámetros que no cumplen con los criterios establecidos por la
API-RP-58[1]. En la primera columna se observa que ninguna de las gravas estudiadas cumple con los
valores de peso retenido entre los tamices principales, el cual debe ser mayor a 96%. En la segunda
columna se observa que la mitad de las muestras estudiadas tienen un peso de grava retenido por el
tamiz superior menor al establecido (se observan en rojo las muestras que no cumplen y en amarillo
aquellas cuyo valor es cercano al límite de 0,1%). En la tercera columna se observa en rojo el peso que
pasó a través de la malla de menor tamaño, donde más de la mitad de las muestras no cumplen con el
porcentaje de 2% como mínimo. En la última columna se presenta el porcentaje de peso retenido por los
tamices superiores, donde se observa que 1/3 de la muestras cumplen con un bajo porcentaje de
retención. No obstante, la suma del porcentaje de finos y gruesos en todas las muestras fue mayor al 4%
en peso.
De este ensayo se resume que ninguna de las gravas estudiadas cumple con el criterio establecido por la
API-RP-58[1], posiblemente debido a la interpretación de la norma por parte de los encargados de
evaluar la calidad de las gravas.
A continuación, en la Tabla 4, se presentan los valores de Esfericidad y Redondez para cada grava
evaluada. La norma API-RP-58[1] recomienda el uso de gravas cuyos valores de esfericidad y redondez
sean mayores a 0,6.
Como se puede observar las gravas nacionales Lago Industries 8/12, 9/14, 12/16, 16/25 y 20/40 no
cumplen con las especificaciones de la práctica recomendada, mientras que todas las gravas importadas
evaluadas se encuentran dentro de los rangos especificados.
Los resultados de este ensayo indican que las gravas nacionales no garantizan una permeabilidad
uniforme en un empaque de grava. Además, es importante mencionar que los granos de grava que
presentan baja esfericidad y redondez pueden fracturarse con mayor facilidad en las zonas que
presentan aristas durante la operación de bombeo, con la consecuente generación de finos.
La Ottawa Natural presentó valores ligeramente por encima del valor límite superior, lo cual indica que
debe realizarse un muestro más riguroso, que nos indique la reproducibilidad del valor obtenido. Las
gravas sintéticas mostraron en general una alta resistencia a trituración.
En la Tabla 6 se presentan los valores de solubilidad en ácido para cada grava evaluada. La norma API-
RP-58[1] recomienda el uso de gravas cuyo valor de solubilidad en ácido sea menor al 1%, a fin de
garantizar la estabilidad de la misma durante un tratamiento de acidificación.
De las muestras estudiadas, sólo las gravas Ottawa Resinada y Sinterlite Resinada presentan valores de
solubilidad inferiores al recomendado por la API-RP-58[1]. Estas gravas deben tomarse muy en cuenta al
realizar el diseño de pozos empacados que serán sometidos a tratamientos de estimulación ácida.
Este resultado se debe a que la resina que recubre la grava, que es utilizada para la consolidación o
adherencia de los granos unos con otros, a fondo de pozo, sirve de protección al ataque de los ácidos a
la grava al ser la resina resistente a dichos ataques
Los resultados de la caracterización mineralógica de las muestras de grava analizadas son mostrados en
la Tabla 7. En las muestras de grava nacional se observa la presencia de cuarzo en proporciones
variables. Esta variación en el porcentaje de cuarzo (el cual es una estructura cristalina que podemos
clasificar como dura por su alta resistencia a la compresión) se debe a la presencia de otras estructuras
de SiO2 del tipo amorfo con baja resistencia a la compresión. Estos valores coinciden con estudios
anteriores en donde los análisis cristalográficos mostraron una cantidad considerable de gohetita u óxido
de hierro, permitiendo validar la procedencia de las muestras en estudio de una misma fuente de
origen[4].
En relación con estos resultados, es importante mencionar que elementos como la gohetita u óxido de
hierro, fedelpatos, caolinita, clorita e ilita son considerados comúnmente como impurezas presentes en
las gravas de origen mineral.
Los ensayos realizados por Underdown y Das[2] a varios tipos de grava, muestran que gravas de origen
mineral compuestas principalmente de cuarzo, presentan baja estabilidad cuando son sometidos a altas
temperaturas y a pH elevados, en comparación con gravas de origen sintético. Esto se debe a que la
solubilidad del cuarzo tiende a aumentar rápidamente a medida que se produce un aumento de
temperatura y de pH de la solución acuosa. Estos efectos se ven incrementados si la grava presenta
estructuras amorfas de SiO2.
La grava Ottawa mostró una mayor homogeneidad en el contenido de cuarzo que la grava nacional,
indicando que, básicamente, está grava estaría compuesta por cuarzo.
En el caso de la grava Ottawa Resinada, llama la atención la presencia de una estructura cristalina
diferente al cuarzo, que es el silicato de calcio CaSiO3, de la cual no se conocen sus propiedades
mecánicas. No obstante, los resultados de la evaluación del ensayo de trituración indican que este tipo de
estructura incrementa la dureza del grano
La mayor dureza presentada por la grava Carbolite en relación a la Ottawa es debido a la diferencia en
estructura cristalina de la Cristobalita con relación al cuarzo, aún cuando ambas están formadas por SiO2.
En relación a las gravas Sinterlite, Sinterlite Resinada, Versaprop y Ultraprop, se conoce que éstas son
obtenidas sintéticamente a partir de hematita (Fe2O3), o por procesos complejos a partir de Al2O3, para
obtener Corindón, que se conoce como la segunda estructura después del diamante en dureza. Este tipo
de estructuras presentan la mayor resistencia a la trituración de toda la gama de gravas evaluadas.
Tomando en cuenta la dureza de los materias (Corindón > Hematita > Cristobalita > Cuarzo), se puede
ver que las gravas nacionales, con cuarzo disperso en su composición, son las más débiles (lo cual
concuerda con los resultados del ensayo de trituración).
Tomando en cuenta las estructuras descritas anteriormente, queda mejor establecido el porqué del
ataque del ácido a las mismas. Las estructuras a base de SiO2, en particular las estructuras amorfas, son
atacadas por el ácido fluorhídrico (HF) para obtener un fluorosilicato. Este último es el tipo de ácido usado
para la formulación del denominado lodo ácido (mud acid), el cual se encarga de la eliminación de finos
de tipo arcilla. Los óxidos de hierro (Fe2O3) y aluminio (Al2O3) son susceptibles al ataque del ácido
clorhídrico (HCl), que es el otro componente del lodo ácido.
A continuación, en la Tabla 8, se presentan los resultados de la determinación del grado de turbidez para
cada grava evaluada. La norma API-RP-58[1] recomienda el uso de gravas cuyo grado de turbidez sea
igual o menor a 250 NTU.
En la tabla anterior se puede observar en rojo las gravas que reportaron valores de turbidez mayores al
establecido, por lo que no cumplen con los requerimientos de la API-RP-58[1]. Para este ensayo las
gravas Lago Industries 16/25, Versaprop y Ultraprop presentaron valores de 274, 371 y 365 NTU,
respectivamente, lo cual indica un alto contenido de partículas en suspensión, que a su vez puede
relacionarse al contenido de finos presente en la muestra de grava.
Para analizar este resultado fue necesario comparar el grado de turbidez de las muestras con la cantidad
de finos producidos por las mismas (ver Peso retenido en el plato, en la Tabla 3). De lo anterior se puede
concluir que la muestra de grava Lago Industries 16/25 estaba contaminada por partículas coloidales, ya
que presenta un 4,5% de peso de finos. Las muestras Versaprop y Ultraprop no presentan un porcentaje
de finos fuera de especificación, por lo que se puede asumir que la coloración del agua desmineralizada
de las muestras del ensayo de turbidez no se debe a la presencia de partículas finas. Sin embargo, esta
coloración no descarta la presencia de pigmentos o finos adsorbidos sobre la superficie que se dispersen
en el agua una vez que entren en contacto con ella.
A continuación se presentan los resultados del ensayo de estabilidad térmica. En la norma ASTM C92-
C9[3] se establece una variación de peso retenido en cada tamiz menor al 5%, bien sea por efecto de la
pérdida de material o por el fracturamiento de las partículas durante el proceso de calentamiento de las
gravas. En la Tabla 9 se presenta la diferencia de pesos retenidos por cada uno de los tamices, antes y
después del ensayo de estabilidad térmica. En el Anexo A se presenta la distribución de tamaño de grano
antes y después del ensayo, para cada una de las gravas estudiadas.
De los resultados presentados en la tabla anterior, sólo las gravas Versaprop y Sinterlite cumplen con las
especificaciones de la prueba de estabilidad térmica. Se puede asumir que dichas gravas son las más
aptas para realizar empaque de grava en pozos que serán sometidos a procesos de Inyección de vapor.
En este ensayo se observó que las gravas importadas resinadas Sinterlite y Ottawa consolidaron durante
la prueba de estabilidad térmica dificultando el proceso de granulometría, por lo que este ensayo no es
representativo para éstas. Sin embargo, en ambas muestras se observó buena permeabilidad.
A continuación, en la Tabla 10 se presenta tabla resumen con los resultados de las pruebas realizadas
para la caracterización de las gravas nacionales e importadas.
Tabla 10. Resumen de resultados de las pruebas realizadas para la evaluación de la calidad de las
gravas y apuntalantes nacionales e importados
Resistencia
Esfericidad y Distribución Solubilidad en Grado de Estabilidad
Tipo de muestra Mecanica a la
Redondez Granulométrica Ácido Turbidez Térmica
compresión
Lago Industries
8/12 X X X X X
Sinterlite Resinada
X
Ottawa Natural
X X X
Ottawa Resinada
X
Se puede observar que las gravas nacionales no presentaron los estándares establecidos por la práctica
recomendada API-RP-58[1], mientras que las gravas importadas cumplieron con la mayoría de los
parámetros establecidos por la práctica recomendada API-RP-58[1]. Sin embargo, estas últimas no
cumplieron los parámetros de distribución granulométrica de la norma. Todas las gravas importadas,
exceptuando las resinadas, también presentaron disconformidades en los resultados del análisis de
solubilidad en ácido, por lo que se debe tomar muy en cuenta la selección de gravas resinadas para
empacar pozos que se visualicen como candidatos para una estimulación ácida.
Las gravas importadas que se estudiaron resultaron ser aptas para realizar empaques de grava en pozos
cuyas presiones de cierre sean de 2000 lppc (tradicionalmente, este valor se alcanza a unos 2500 pies,
aproximadamente) puesto que los resultados del ensayo de trituración así lo demuestran. Este resultado
resultó indicativo de que el uso de apuntalantes como gravas para empaques puede conllevar a un
sobrediseño innecesario de la técnica. Sin embargo, aún cuando las gravas nacionales presentaron una
pobre resistencia a la trituración, se debe considerar un estudio para determinar la ventana de uso de
estas gravas en pozos cuyas presiones de cierre de empaque sean inferiores a 2000 lppc.
Finalmente, se observó que ninguna de las gravas estudiadas aprobó los estándares de calidad
establecidos por la API-RP-58[1]. Sin embargo, se puede ver que las gravas importadas arrojaron un
desempeño superior al de las gravas nacionales, lo cual se evidencia en el cumplimiento de un mayor
número de ensayos.
4. CONCLUSIONES
• En la mayoría de los estudios realizados, las gravas nacionales no presentan los estándares
establecidos por la práctica recomendada API-RP-58[1].
• En la mayoría de los estudios realizados, las gravas importadas tienen los estándares establecidos
por la práctica recomendada API-RP-58[1], pero no cumplen con los parámetros de distribución
granulométrica de la misma.
• Las gravas importadas Sinterlite Resinada y Ottawa Resinada son las más indicadas para realizar
empaques de grava en pozos que serán sometidos a tratamientos de estimulación ácida.
• Las gravas importadas Ultraprop y Versaprop presentan un alto valor de turbidez que no se debe a la
presencia de finos en la grava.
• Todas las gravas importadas que se estudiaron resultan ser aptas para realizar empaques de grava
en pozos cuyas presiones de cierre sean de 2000 psi. Para este caso no se recomienda el uso de las
gravas nacionales estudiadas, pues presentan una baja resistencia a la trituración.
• Las gravas importadas Sinterlite, Carbolite, Sinterlite Resinada y Ottawa Resinada son las más
recomendables para realizar empaques de grava en pozos que serán sometidos a procesos de
inyección de vapor.
5. RECOMENDACIONES
• Realizar pruebas de recubrimiento a las gravas nacionales, ya que en los ensayos de resistencia a la
trituración indican que las gravas sintetizadas y resinadas tienen mayor resistencia al ser sometidas a
altas presiones.
• Impulsar a las empresas de distribución de gravas nacionales para que cumplan con los estándares
establecidos en la industria petrolera.
• Realizar ensayos de resistencia a la trituración a las muestras que han sido sometidas a pruebas de
resistencia al ácido/base, a fin de determinar cómo este parámetro se ve afectado ante los embates
de ácidos o bases.
• Realizar ensayos de resistencia a la trituración con presiones menores y mayores que 2000 lppc,
para determinar un perfil de resistencia a la compresión para las gravas nacionales.
• Determinar el tamaño real de las muestras evaluadas, con los resultados de los ensayos
granulométricos realizados.
• Evaluar el tiempo de vida de los pozos sometidos a empaque de grava en cuanto a sus costos
operacionales.
• Realizar los ensayos de estabilidad térmica a las muestras de gravas para diferentes valores de
temperatura.
REFERENCIAS
[1] AMERICAN PETROLEUM INSTITUTE, Norma API RP 58. Recommended Practices for Testing
Sand Used in Gravel Packing Operations. Segunda Edición, Diciembre 1995.
[2] Underdown, D. R.; Das, K. Stability of Gravel-Packing Materials for Thermal Wells. Journal of
Petroleum Technology. SPE, Noviembre 1985.
[3] AMERICAN SOCIETY FOR TESTING MATERIALS, Norma ASTM C92-95. Standar Test Methods
for Sieve Analysis and Water Content of Refractory Materials. ASTM, 2003.
[4] Belisario T. Rafael., Sinesesi Girolamo (2004) “Informe Técnico Evaluación de Gravas según la
práctica recomendada API-58, Tipos de Grava 12-16, 16-25, 20-40”. PDVSA - INTEVEP Los Teques.
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
Anexo A. Distribución de tamaño de grano antes y después del ensayo de estabilidad térmica,
80
Lago Industries 8/12 70
Fig. A-1. Distribución granulométrica de la grava Lago Industries 8/12 antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
80
Lago Industries 9/14
70
Fig. A-2. Distribución granulométrica de la grava Lago Industries 9/14 antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
30
20
10
0
3350 2800 2000 1700 1400 1180 1000 850 0
Tam año de Tam iz (m icrones)
Fig. A-3. Distribución granulométrica de la grava Lago Industries 12/16 antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
Fig. A-4. Distribución granulométrica de la grava Lago Industries 16/25 antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
D i s t r i b u c ió n G r a n u lo m é t r i c a L a g o I n d u s t r ie s
2 0 /4 0
35
L a g o I n d u s t r ie s 30
2 0 /4 0
L a g o I n d u s t r ie s
25
Peso Retenido (grs.)
2 0 /4 0 ( 3 5 0 °C )
20
15
10
0
1180 1000 850 710 600 500 425 355 250 0
T a m a ñ o d e T a m iz (m ic r o n e s )
Fig. A-5. Distribución granulométrica de la grava Lago Industries 20/40 antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
40
Versaprop
35
Fig. A-6. Distribución granulométrica del apuntalante Versaprop antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
40
U ltraprop
35
Peso Retenido (grs.)
Fig. A-7. Distribución granulométrica del apuntalante Ultraprop antes y después del ensayo de estabilidad
térmica
90
Carbolite 80
Fig. A-8. Distribución granulométrica del apuntalante Carbolite antes y después del ensayo de estabilidad
térmica
70
Sinterlite
60
Peso Retenido (grs.)
Fig. A-9. Distribución granulométrica del apuntalante Sinterlite antes y después del ensayo de estabilidad
térmica
50
Sinterlite Resinada
40
20
10
0
1180 1000 850 710 600 500 425 355 250 0
Tamaño de Tamiz (micrones)
Fig. A-10. Distribución granulométrica de la grava Sinterlite Resinada antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
50
Ottawa Natural Peso Retenido (grs.)
40
Ottawa Natural (350 °C)
30
20
10
0
1180 1000 850 710 600 500 425 355 250 0
Tam año de Tam iz (m icrones)
Fig. A-11. Distribución granulométrica de la grava Ottawa Natural antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
80
Ottawa Resinada 70
Fig. A-12. Distribución granulométrica de la grava Ottawa Natural antes y después del ensayo de
estabilidad térmica
RX