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¿Por qué inicio el ataque tercerista de 1977?

Iban a ser las 4:00 de la madrugada del 13 de octubre de 1977, cuando en San
Carlos, Río San Juan, de una camioneta de tina se bajaron varios hombres
armados. Se introdujeron en un sendero que conducía a la cerca de alambre de
púas que rodeaba La Fortaleza. Poco después llegó el cabo José Dávila, al que
llamaba “el coronelito”, adonde había quedado aparcada la camioneta. Alumbró el
vehículo con una lámpara y después se adentró en el mismo sendero. Cuando iba
por unos cocoteros se oyeron los primeros disparos y el cabo Dávila cayó muerto
Así inició una serie de ataques del Frente Sandinista (FSLN) a diferentes cuarteles
de la Guardia Nacional en octubre de 1977. La idea de la ofensiva era, explicarían
los sandinistas después, tomar el poder aprovechando la, en ese momento,
precaria salud de Anastasio Somoza Debayle, quien había sufrido un infarto; una
división que existía entre sus allegados políticos y una crisis entre la oficialidad de
la Guardia Nacional, pero principalmente despertar en la población urbana un
interés por unirse a las filas armadas del FSLN.

El combate en el asalto al cuartel de San Carlos inició a las 4:17 de la madrugada


de ese jueves 13 de octubre, recuerda uno de los guerrilleros que participó en la
acción, Bosco Centeno. Cuando los sandinistas realizaron los primeros disparos a
La Fortaleza, la mayoría de los guardias estaban descansando. Algunos de ellos
salieron respondiendo al fuego en calzoncillos.

El combate en el asalto al cuartel de San Carlos inició a las 4:17 de la madrugada


de ese jueves 13 de octubre, recuerda uno de los guerrilleros que participó en la
acción, Bosco Centeno. Cuando los sandinistas realizaron los primeros disparos a
La Fortaleza, la mayoría de los guardias estaban descansando. Algunos de ellos
salieron respondiendo al fuego en calzoncillos.

El grupo que atacó San Carlos estaba constituido en su mayoría por jóvenes que
provenían del propio Río San Juan, principalmente del archipiélago de
Solentiname, donde el sacerdote Ernesto Cardenal había creado una comunidad
trapense. En esos combates mueren algunos de los discípulos de Cardenal:
Donald Guevara, Elvis Chavarría, William González y Roberto Pichardo.

Ese mismo día, 13 de octubre de 1977, otro grupo de guerrilleros sandinistas


debieron haberse tomado el cuartel de la Guardia en Ocotal, Nueva Segovia. Pero
el plan se frustró una noche antes.

De acuerdo con varios escritos, entre ellos el libro La Nicaragua de los Somoza,
de María Dolores Ferrero Blanco, los guerrilleros que atacaron a los comerciantes
eran unos cuarenta, entre los que se encontraban Germán Pomares, Víctor
Tirado, Daniel Ortega, Dora María Téllez y Joaquín Cuadra. Según el general en
retiro Humberto Ortega, este grupo estaba liderado por su hermano Daniel, hoy en
el poder.
La revista Magazine de LA PRENSA cuenta, en su edición 273, que después de
que los sandinistas les dispararon a los comerciantes, mataron a dos hijos del
finquero Fabio Peralta.

¿Cómo se dio la toma del palacio nacional de 1978?

El 22 de agosto de 1978, el comando guerrillero “Rigoberto López Pérez”


conformado por 30 miembros del  Frente Sandinista de Liberación Nacional
(FSLN), se tomó el Palacio Nacional como medida de presión al gobierno
de Anastasio Somoza Debayle para que liberara cientos de presos políticos y
cumpliera sus exigencias. Diputados y senadores desarrollaban una sesión en el
plenario cuando los guerrilleros, al mando de los comandantes “Cero” (Edén
Pastora), “Uno” (Hugo Torres), y “Dos” (Dora María Téllez) entraron y los tomaron
de rehenes. Durante dos días estuvieron secuestrados.

Un combate entre supuestos elementos armados que penetraron al Palacio


Nacional y miembros de la Guardia Nacional se estaba desarrollando este
mediodía en Managua. La situación hasta la hora de nuestro cierre era confusa.

Soldados boinas verdes llegados hasta el parque central se arrastraban


disparando tratando de acercarse al Palacio en donde se encontraban en sesión
Cámaras de diputados y senadores.

Según se informó desde el lugar de los hechos, a esa hora había gran cantidad de
personas dentro del edificio quienes no pudieron salir.  Al parecer, hombres
armados, que penetraron en dicho edificio contestaban al fuego de la Guardia
Nacional con ametralladoras desde el sector suroccidental esquina opuesta donde
fue el Gran Hotel.

La balacera era intensa y muchas personas que se encontraban en esos


momentos en la zona tuvieron que lanzarse al suelo para no ser alcanzadas por
las balas.

Los teléfonos del Palacio Nacional fueron cortados y no podía establecerse


comunicación con ninguna de las oficinas del edificio.

Según versión de varios testigos, entre ellos el periodista Ignacio Briones Torres,
quien se encontraba en el segundo piso a la hora del asalto, todo ocurrió en
menos de dos minutos.

Briones Torres se encontraba en el pasillo nororiental del segundo piso que


comunica a la Dirección General de Ingresos con la Cámara de Diputados cuando
vio venir de Ingresos hacia la Cámara a un pelotón de militares vestidos de verde
olivo y con el clásico uniforme de la EEBI que lleva un triángulo amarillo en el
brazo derecho.

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