FACULTAD DE INGENIERÍA

CARRERA PROFESIONAL DE INGENIERÍA

GEOLÓGICA

RESUMEN CIENTÍFICO SOBRE LAS VARILLAS DE

COBRE PARA LA BÚSQUEDA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS

Docente:
Ing. RONALD SMITH MAYTA RODAS

Estudiantes:
 García Chaupe, Kevin Walter
 López Chuquilín Kevin
 Bringas Becerra Brayham
 Rojas Urrutia André
 Malca Marrufo Javier
Curso:
GEOFISICA GENERAL

Ciclo: IX
RESUMEN

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DESARROLLO

Según Bassler (1995). -llamado también radiestesista o rabdomante, es él que afirma que
puede detectar cambios del electromagnetismo a través del movimiento espontáneo de
dispositivos simples sostenidos por sus manos, normalmente una varilla de madera o metal
en forma de "Y" ó "L" o un péndulo.
Los Zahories afirman ser capaces de detectar la existencia de flujos magnéticos o líneas
ley, corrientes de agua, vetas de minerales, lagos subterráneos, etc. a cualquier profundidad
y sustentan la eficacia de la técnica en razones psicológicas, y los movimientos de los
instrumentos por el efecto ideomotor.
El origen de la radiestesia, se basa en la manifestación de las perturbaciones subterráneas
en una varilla portada por el Zahorí. La radiestesia o rabdomancia es una actividad
pseudocientífica que se basa en la afirmación de que los estímulos eléctricos,
electromagnéticos, magnetismos y radiaciones de un cuerpo emisor pueden ser percibidos
y, en ocasiones, expertos en la materia de la radiestesia, explican que la fricción del Agua
libera aniones y el cuerpo humano libera cationes, entonces, las varillas de metal funcionan
como la conexión entre ambos, que se juntan cuando ambos cuerpos están cerca, similar al
funcionamiento de un imán cualquiera., manejados por una persona por medio de
artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas "L", o
una horquilla que supuestamente amplifican la capacidad de magneto recepción del ser
humano. La radiestesia en su variante tradicional de búsqueda de aguas subterráneas es una
práctica llevada a cabo desde hace al menos 4500 años. Ha sido ampliamente practicada
desde tiempos remotos, a falta de conocimiento geológico o de instrumental científico, si
bien hoy día sigue teniendo amplio uso en zonas rurales.
En 1933 la Academia de Medicina de París organizó en Avignon un congreso al que se
invitaron a todos los profesionales que venían investigando y trabajando con la
rabdomancia, su finalidad era que cada cual aportara la información que permitiera
entregar al mundo científico una herramienta certera para la aplicación de la rabdomancia.
Con el reciente descubrimiento de las radiaciones, en aquel congreso se expuso que toda
forma de vida (humana, animal, vegetal o mineral) así como cualquier cosa creada por el
hombre, contiene vibraciones en correspondencia con una gama de colores, sonidos y un
amplio espectro electromagnético donde el agua absorbe fuertemente la mayoría de las
longitudes de onda del espectro electromagnético, pero tiene una estrecha ventana de
transparencia, que incluye el espectro visible, por lo que la vibración es una expresión de la

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vida en sus diferentes niveles y grados de densidad. Se propuso ante los congresistas
cambiar la denominación de rabdomancia por la de radiestesia, lo cual fue unánimemente
aprobado. Este abate fundó la Sociedad de Amigos de la Radiestesia.
El método de los Zahorí tiene los siguientes pasos para encontrar las corrientes de agua
subterránea son:
 Coger las varillas de los mangos, sin realizar presión.
 Colocar las varillas del ZAHORI a la altura del pecho de manera perpendicular a la
persona que realiza el estudio.
 Caminar lentamente por el lugar donde se desea realizar la búsqueda.
 De acuerdo al movimiento de las varillas y la dirección el ZAHORI, interpretará la
dirección y ancho del acuífero.
 Las varillas a encontrar el acuífero se cruzarán, y al no encontrar se separarán.

Figure 1:Recorrido efectuado por el zahorí.

Para determinar la profundidad mediante son:

 Colocar las 02 varillas alineadas en paralelo y perpendicularmente en el punto de la
corriente acuífera; donde se desea verificar la profundidad.
 Una de las varillas se mantiene en contacto con el suelo, la segunda se levanta unos dos
centímetros.
 Esperar a que la varilla levantada inicie a golpear a la otra; esto indicará que cada golpe
indica 1m de profundidad.
Cuando el zahorí camina acercándose hacia la vertical de la corriente subterránea, los
sensores que trabajan verticalmente van captando un progresivo aumento de la presión,
pero en todos ellos del mismo sentido. Esto no provoca alarma y todo continúa normal. Al
cruzar exactamente por encima, pasan a captar la micro alteración, que el movimiento de

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las partículas de agua, provoca en el campo gravitatorio del lugar, lo que produce en sus
apoyos una brusca alteración en las presiones captadas. En unos casos pasa a ser menor
que la existente con respecto al valor de equilibrio, lo que equivale a pasar a estar
extendido, mientras que otros sucede a la inversa.   Esto provoca el acto reflejo de tender a
girar las manos, para presentarlas con las palmas extendidas hacia delante y de este modo
amortiguar la previsible caída. Es una acción que solo dura fracciones de segundo, ya que
la percepción visual y las subsiguientes señales de equilibrio, indican al cerebro que se
trata de una falsa alarma, pero el leve inicio del giro de las muñecas, ya ha provocado la
rotación de las varillas hacia el interior y este, es un movimiento irreversible. Su
rectificación ha de hacerse de un modo voluntario y perfectamente consciente. Al caminar
distanciándose de la vertical, los sensores que trabajan verticalmente, captan una
progresiva disminución de las señales de presión, que presenta en todos y cada uno de los
soportes el mismo sentido, por lo que no se provoca la alarma

Figure 2: El cambio en los soportes, de extensión a compresión respecto a la posición de equilibrio y

viceversa, provoca una alarma.

Sin embargo, en los sensores cuya posición de trabajo está inclinada 45º con respecto a la
vertical, cuando el zahorí se ha alejado a una distancia en horizontal igual a la profundidad
a la que se encuentra (S), detectan un cambio en el sentido de la presión de sus distintos
apoyos.

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Figure 3: El alejamiento de la vertical hasta una distancia igual a la profundidad, provoca en los soportes
el cambio de compresión a extensión y viceversa. esto da lugar a la alarma.

Conocidos los aspectos técnicos en la detección de corrientes de agua, falta por determinar
la naturaleza de las líneas, que no presentan una anchura capaz de ser medida y cuya
profundidad, en general, no es posible determinar. Cuando el zahorí se acerca hacia la
vertical de la corriente, lo primero con lo que se encuentra es la margen más próxima a él.
Los sensores captan la alteración gravitatoria y disparan la alarma. En una corriente situada
a bastante profundidad, en el momento de alcanzar la vertical exacta de la margen más
próxima, debido a la profundidad, la señal no tiene la intensidad necesaria para disparar la
alarma. Es preciso adentrarse un poco más hacia el centro de la corriente, para que la
alarma se produzca. Esto da lugar a que los puntos detectados de las dos márgenes, se
encuentren algo más próximos entre sí que en la realidad. A medida que la profundidad
aumenta, esta distancia disminuye, hasta alcanzar un momento en el que ya no es posible
diferenciar un punto del otro.

Figure 4: El río Cadagua nace de la montaña en Sopeñano de Mena (Burgos) España (43º04´26”N, 3º21
´26”W).

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En los plegamientos geológicos existentes en el interior de la corteza terrestre, la zona en la

que cada estrato más se debilita, es en el punto de su máxima curvatura, por lo que es en él
dónde se forman más grietas. Las aguas subterráneas tienden a abrirse camino por las
zonas de menor resistencia del terreno, por lo que aprovechan estas grietas y circulan por
ellas. Esto da lugar a grupos de corrientes de agua, que circulan todas en el mismo sentido
y a las que les separan el espesor de los estratos que, en general, es sensiblemente
constante. El zahorí capta en la superficie la proyección vertical de estas corrientes. Si se
encuentran a suficiente profundidad, las detecta cómo una familia de líneas
aproximadamente equidistantes.

Figure 5: Familia de corrientes de agua en el subsuelo profundo, que dan lugar a una familia de líneas.

Quizá algún día encontremos una explicación empírica de la labor de estas personas de
extremada sensibilidad que parecen estar conectadas con hilos invisibles a ña propia Tierra
y unos saberes ancestrales que, lamentablemente, hemos ido perdiendo en nombre de la
civilización.

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CONCLUSIONES

- Después de la investigación bibliográfica y opiniones de profesionales se llegó a la

conclusión de que estos métodos artesanales utilizados por los zahories no generan
un resultado 100% efectivo, ya que todos los procedimientos no cuentan con una
explicación científica y se basan en la intuición del zahorí.
- Estos procedimientos rústicos generan resultados ciertamente desconfiables, ya que
entra a tallar impulsos o percepciones energéticas de cada individuo que practica
este método, es decir se deja llevar por la intuición y no usa una técnica concreta
basada desde un punto de vista científico.
- Luego de la investigación llegamos a la conclusión de que no hay una relación
entre el magnetismo de la tierra y el método de radiestesia.

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 RESUMEN

REFERENCIAS

Babasaheb Manik , M. (Octubre de 2014). Research Gate. Obtenido de Research Gate:

https://www.researchgate.net/publication/267022144_An_Experimental_Study_on
_Water_Dowsing
Griem-Klee, S. (16 de 03 de 2015). Método magnético. Obtenido de Método magnético:
https://www.geovirtual2.cl/EXPLORAC/TEXT/05001magnet.html
San Roman Olmos, S. (s.f.). Zahories, adivinos necesarios para el mundo rural . Vida
Rural, 47-48.
TRX. (12 de 04 de 2003). Magnetismo. Obtenido de Magnetismo:
http://www.trxconsulting.com/downloads/TRX_Metodo%20Magnetismo.pdf
Yopla Chilón, D., & López Reyna, D. (2016). "MÉTODO ZAHORI, ALTERNATIVA DE
PRECISIÓN Y BAJO COSTO EN LA BUSQUEDA DE AGUAS SUBTERRANEAS
COMPARADO CON EL METODO SEV, APLICADO A PEQUEÑA MINERIA".
CAJAMARCA.