Está en la página 1de 8

Colegio Santa Marta, Coquimbo.

Profesora Claudia Araya


Lenguaje y Comunicación

Debate a Favor de
“La Eutanasia”

Integrantes: Javiera Fernanda Cortes O.


Yaslenne Constanza Ponce M.
Francisca Catalina Toro A.

Javiera Paz Toro A.


Carla Francisca Torrejón
Fecha: Viernes 28 de Noviembre del 2014
Curso: 3ro Medio
Introducción (Francisca Toro)
 En este debate hablaremos de “la eutanasia”, que si bien en nuestra sociedad tiene una
carga emotiva, hace alusión a un bien morir, lo cual desde un punto de vista, se
entiende como una muerte digna sin sufrimiento innecesario y en las mejores
condiciones que cada caso permita.

 En los últimos años ha habido un considerable debate acerca de la eticidad de permitir


la eutanasia activa voluntaria y el suicidio asistido para enfermos terminales. Existe
una tendencia a escribir en las revistas científicas en favor de aceptar la moralidad de
la eutanasia en un esfuerzo de conquistar el consenso público para su legalización. De
hecho, en países como Holanda la eutanasia ha sido descriminalizada desde hace
tiempo; se han presentado leyes para su descriminalización en Australia y en los
Estados Unidos en el estado de Oregon, y es motivo de debate en varios parlamentos a
nivel mundial. El suicidio asistido significa que el médico provee los medios
necesarios para que el paciente finalice su vida. La eutanasia activa significa que el
médico administra personalmente una droga letal. La muerte se busca para finalizar
una vida que ha llegado a ser intolerable por el sufrimiento a causa de que el paciente
no quiere continuar viviendo o porque la vida ha adquirido tal condición mínima que
no merece ser considerada digna.

 El considerable avance de la Medicina en los últimos años ha llevado a evaluar si es


obligatorio usar todos los medios posibles para mantener a una persona viva o si se ha
de usar toda la terapia disponible, aun cuando hay pocas posibilidades de obtener
algún progreso. Se discute la cuestión del derecho a morir con dignidad. Para algunos,
morir con dignidad significa morir sin dolor por intervención médica directa o
suicidio asistido. Cualquier muerte que sea acompañada por el sufrimiento es
considerada como indigna en la mentalidad de la sociedad de hoy. En este contexto, la
muerte sin dolor puede ser provocada por la administración de una droga con la
intención de finalizar la vida y al mismo tiempo el sufrimiento. Esta intervención
activa se selecciona porque acaba rápidamente con la vida del enfermo y se propone
hacerlo cuando no hay posibilidad de curación y el enfermo ha manifestado su deseo
de no continuar viviendo. Para muchos otros, el derecho a la muerte con dignidad
implica la no aplicación o la interrupción de terapias de soporte vital para enfermos
terminales, para permitir que el enfermo sucumba por la enfermedad, de esta forma
liberándolo de la esclavitud del llamado "encarnizamiento terapéutico", que consiste
en tratar al enfermo con terapias excesivas por no tener ya ninguna efectividad y
someterlo a un prolongado sufrimiento.

 Ha habido también un debate sobre el alcance del término eutanasia. El término ha


sido dividido en eutanasia pasiva y eutanasia activa. En el contexto de la sociedad
norteamericana, con el término de eutanasia pasiva se ha querido significar el
favorecer el proceso de la muerte al remover el equipo de soporte vital o al terminar
con los procedimientos médicos cuando estos son considerados vanos. Con el término
de eutanasia activa se ha querido significar el provocar inmediatamente la muerte por
la aplicación de un agente letal. Sin embargo, bajo el punto de vista de la ética
profesional, se ha objetado que es irrelevante el terminar la vida del enfermo por
acción o por omisión de un tratamiento que es considerado válido y necesario para
que este pueda vivir, ya que la muerte es provocada intencionalmente en ambos casos.
Para evitar confusiones, la definición de eutanasia debe ser entendida más bien como
el finalizar deliberadamente la vida de un enfermo que está sufriendo o tiene una
enfermedad incurable, independientemente de que sea por acción o por omisión. En el
caso de que la eutanasia sea llevada a cabo a través de una acción, se trata de
eutanasia activa. En el caso de que se trate de la privación de una asistencia médica
todavía válida y debida, se trata de eutanasia omisiva. Por otra parte, no hay que
considerar que hay eutanasia en la mal llamada "eutanasia pasiva" al remover
sistemas de soporte vital que no son terapéuticos y permitir que el enfermo sucumba
por la enfermedad o en negarse a recibir un tratamiento médico que es considerado
vano, ni hay eutanasia en la muerte provocada por el "efecto doble" de drogas que son
dadas para aliviar el dolor pero pueden acortar la vida. No hay obligación de recibir o
de prolongar un tratamiento que es considerado ineficaz por la profesión médica. Esta
práctica es considerada como ética y legal siempre que la intención del médico sea
aliviar el dolor y otros síntomas y no provocar la muerte.

 Algunos de los casos que se han dado son: El 14 de marzo de 2007, la española
Inmaculada Echeverría logró al fin lo que “tanto anhelaba: Morir”. Inmaculada dejó, a
los 51 años, una vida que dependía de un respirador mecánico del que luchó por
separarse por más de 20 años y del que se ha desprendido, no sin incitar el debate
legal, ético y médico en torno a la eutanasia. Lo mismo ocurrió en el caso de
Piergiorgio Welby, un enfermo con distrofia muscular progresiva, quien murió en
diciembre del año 2006 cuando su médico Mario Riccio, a petición suya y tras
sedarle, le desconectó del respirador.

 Y centrándonos en nuestro país, la eutanasia no está permitida legalmente en Chile. El


artículo 9° del Código de Ética del Colegio Médico, señala que: “El médico no podrá
realizar acciones cuyo objetivo directo sea el fin a la vida de un paciente bajo
consideración alguna” quedando claro el rechazo a la eutanasia.

 El Código penal chileno, en su título VII, castiga “al que meta a otro” con penas
afectivas. Adicionalmente, en el artículo 393, del mismo título, castiga a quien “con
conocimiento de causa prestare a otro auxilio para que se suicide”
Argumentador 1 (Carla Torrejón)
 La eutanasia una muerte digna.

 En este debate defendemos que la eutanasia debería de aplicarse, pero solo en casos
que no permitan la vida digna de una persona o está la solicite ya que toda persona es
autónoma y tiene derecho a decidir sobre su vida, en esto nos referimos a los casos de
enfermedades y discapacidades incurables.

 Si bien la eutanasia es una muerte asistida, es propia ya que la decisión de morir o


vivir conlleva al sentimiento personal de la persona; la eutanasia proporciona una
muerte rápida y sin dolor, por lo que le llamaremos digna, ya que se asocia a no seguir
viviendo con sufrimiento.

 La persona, como paciente, tiene el máximo derecho en la toma de decisiones


médicas que a ella se refieran. En el caso de enfermedades incurables, discapacidades
irremediables, la eutanasia por debería de aplicarse si el paciente así lo desea claro; si
el paciente solicita una muerte digna, está bien apliquemos eutanasia, ¿para qué
continuar con el sufrimiento de la persona cuando lo único que quiere es descansar y
desvincularse de ese dolor que no le causa más que sufrimiento para su vida?, ¿para
qué vivir con tanta tristeza cuando se puede ser libre y desligarse de todo?

 La eutanasia se puede tomar como darle fecha de vencimiento a la vida, ya que la


persona decide, el año, mes, día y hora a la que quiere dejar de existir en el plano
físico. Desde el momento en que se decide ser intervenido con este método, la persona
comienza a buscar otro plano de vida, comienza a disfrutar de los pequeños buenos
momentos, el dolor es cosa de segunda importancia, pero recordando que al decidir
este método de escapatoria fue para dejar de sufrir de no tener un día a día indigno, es
por ello que las personas aprovechan sus últimos momentos con las personas
cercanas, para no restar los días que le quedan en tanta amargura.

 Por ello defendemos que la eutanasia debería de aplicarse, de forma voluntaria en


pacientes que quieran una forma de muerte digna especialmente para aquellos con
enfermedades terminales y/o personas con una discapacidad que tiene muy pocas
posibilidades de progresar, que lleva al derrumbe de una vida ya formada como en el
caso de la tetraplejia o aquellos que nacen sin sus cuatro extremidades.

Argumentador 2 y 3 (Yaslen Ponce y Javiera Cortes)

 Toda persona es autónoma y tiene derecho a decidir sobre su vida.

 La persona, como paciente, tiene el máximo derecho en la toma de decisiones


médicas que a ella se refieran.

 Toda persona tiene derecho a decidir sobre todo cuanto se refiera a su cuerpo; por
consecuente, decidir si quiere o no seguir viviendo.

 La vida, en determinadas condiciones, puede llegar a ser indigna; condición que


quebrantaría el derecho de la dignidad humana.

 No hay razón para aceptar una forma de existencia limitada, en la que son sacrificados
familiares y amigos y hasta la propia persona.

 Una vida que no se puede vivir no es un privilegio, es un castigo. Que hace del ser
humano tan sólo un caso clínico de interés.

 No es justo el someter al hombre a dolorosas situaciones, cuando se tiene el poder de


evitarlo.

¿Es correcto llamar a la Eutanasia una “muerte dulce o sin dolor?”

 Los términos más apropiados que se le puede dar a la Eutanasia, está el hacer de la
muerte de un paciente terminal algo lo menos doloroso posible, teniendo en cuenta
que dicho paciente ya no tiene esperanzas de vida, y ha debido aguantar todo el
sufrimiento que conlleva una enfermedad de dichas características, por lo que se trata
de acabar lo más pronto posible con tales padecimientos y procurar al paciente una
muerte que sea algo así como una liberación de los calvarios soportados en vida, por
lo cual es correctamente llamada una muerte sin dolor, ya que como explique antes y
a mi parecer se trata de liberar al paciente se su sufrimiento, por medio de algún
método que no le produzca dolor.

 En un mensaje de su Santidad el Pío XII, dirigido a un grupo de anestesiólogos el 24


de noviembre de 1957 hizo énfasis en el derecho que asista a todo ser humano de
morir dignamente. Se valió de los términos utilizados entonces de medios ordinarios y
extraordinarios, y enseñó con acierto que no existe obligación de usar medios
extraordinarios para conservar la vida.
 El 5 de mayo de 1980 la Santa Sede promulgó un documento con el título:
“Declaración sobre la Eutanasia”. Aquí se repite la doctrina tradicional de la Iglesia
Católica expuesta por Pío XII y luego la aplica a las condiciones actuales. Allí se
afirma:
“No se puede imponer a nadie la obligación de recurrir a un tipo de tratamiento que,
aunque ya esté en uso, todavía no está libre de peligro o es demasiado costoso. Su rechazo
no equivale al suicidio; significa más bien o simple aceptación de la condición humana, o
deseo de evitar la puesta en práctica de un procedimiento médico desproporcionado a los
resultados que se podrían esperar, o bien una voluntad de no imponer gastos excesivamente
pesados a la familia o a la comunidad”.

 La dignidad y libertad de la persona humana, es también imprescindible que exista un


derecho a morir dignamente y esto se traduce en la eutanasia positiva, que es una
salida válida para un enfermo terminal que ya no desea sufrir más, es una decisión
íntima y personal, que sólo corresponde tomar a la persona en cuestión.

 La vida es el valor esencial y debe ser protegida por el Estado con todos los medios
posibles, pero no podemos dejar de lado la parte humana del tema y ser honestos al
señalar que la muerte debe ser lo menos traumática y dolorosa posible y esta
alternativa ofrece la eutanasia, la cual dista de ser un crimen, sus motivos son de
misericordia tanto para el que sufre como para aquellos que lo rodean.

 La ciencia será todo lo ilimitada que se quiera, pero la paciencia y el sufrimiento de


las personas no.

 Para refutar el tema y afirmar mucho más nuestra posición se mostrara un caso de la
eutanasia:
El caso de Brittany Maynard

 Tiene 29 años y su condición es irreversible a raíz de un tumor cerebral muy agresivo.


En un video, manifiesta su deseo de terminar con su vida el 1° de noviembre.

 Tiene un tumor cerebral muy agresivo y su expectativa de vida, según los médicos, se
reduce a un par de meses. Hace unas semanas Maynard compartió en la Web un video
en el que cuenta su historia y manifiesta “su deseo de “morir en paz”, en su
habitación, con música de fondo y rodeada de su esposo y su mamá”, entre otros
familiares. En las imágenes hasta muestra los frasquitos con las drogas que se dispone
a tomar el 1° de noviembre para ponerle punto final a su vida. Eligió esa fecha para
poder acompañar por última vez a su marido, Dan Díaz, en su cumpleaños. Él aparece
en el video aprobando la decisión de la joven con la que se casó en 2012 en un viñedo
de California.

 En enero, Brittany empezó a sufrir intensos dolores de cabeza. Los estudios mostraron
un tumor, por el que fue operada y los médicos en principio le dijeron que le
quedaban entre tres y diez años de vida. Pero “la reaparición del cáncer en una
forma más agresiva redujo ese plazo a unos seis meses”. Fue entonces cuando la
joven resolvió no esperar a que la muerte la sorpresa. Actualmente “tiene ataques
epilépticos y fuertes dolores y necesita ayuda las 24 horas del día”. La ley de
eutanasia en Oregón exige que “el enfermo incurable se tome él mismo la dosis
mortal del medicamento”, sin que un médico pueda ayudarlo, pues la eutanasia activa
está prohibida en Estados Unidos. Sin embargo, la asistencia a la hora de poner los
medios para quitarse la vida a disposición del enfermo, está aprobada en algunos
estados como Oregón.

 "Apenas puedo explicar con palabras lo aliviada que estoy de no tener que sufrir la
muerte que me causaría este tumor", afirma Brittany mirando a cámara, al tiempo que
manifiesta su deseo de un mundo en el que todos puedan morir con dignidad. "Mi
viaje es más fácil, porque yo tengo esta opción".

Conclusión (Javiera Toro)


 Podemos concluir con este debate que la eutanasia es aquella acción que desde años atrás se
pone en práctica. Sin embargo, hoy en día este tema es muy polémico, por ende es
importante dejar en claro la definición exacta de esta acción. “No es justo el someter al
hombre a dolorosas situaciones, cuando se tiene el poder de evitarlo”, y se llegó a la
conclusión que la eutanasia es una acción mortal que realiza otra persona para así facilitar el
sufrimiento del paciente que posee una enfermedad terminal. A sí mismo, se encontró
diferentes clasificaciones de eutanasia, las cuales son relevantes, ya que estas explican la
intervención directa o indirecta de la persona para causar la muerte del enfermo en estado
terminal. También “Toda persona es autónoma y tiene derecho a decidir sobre su
vida” esto quiere decir que se detalla un tipo de eutanasia donde la petición del paciente es
importante, siempre y cuando este se encuentre consciente y con la posibilidad de solicitar lo
que desee hacer con su vida.

 Refiriéndose a la tesis “La eutanasia una muerte digna” nos gustaría agregar que cada
persona debe tener derecho a dirigir su vida hasta el final y a decidir en cualquier momento lo
que más le conviene. No se puede admitir la existencia del derecho al libre desarrollo de la
personalidad para luego anularlo en un momento concreto de la vida del paciente como en
este caso, al final de la misma, porque aunque sea el final de la vida sigue siendo vida y por lo
tanto la persona tiene también en ese momento el derecho a dirigirla.

 El paciente es el único que debería decidir sobre la interrupción o prolongación de la vida, en


el caso de que se encuentre en condiciones para hacerlo, pero para ello debe estar
correctamente informado de su estado de salud ya que la petición de eutanasia es una decisión
intima que depende de la consideración de la vida que tenga cada persona.

 Como grupo estamos a favor sobre el tema expuesto anteriormente, aunque comprendemos la
complejidad de la cuestión y la gran cantidad de intereses en encuentro, pero creemos que las
personas deben ser dueños de sus actos en encuentro, pero creemos que las personas deben
ser dueños de sus actos y cada uno de nosotros es capaz de decidir qué hacer con su vida en
cualquier momento. Si con 18 años se considera a una persona lo suficiente madura para
manejar su vida y aceptar la responsabilidad de sus actos, ¿por qué no va a serlo después,
cuando ya ha adquirido madurez?

También podría gustarte