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Actividades del Uso del guion largo o raya

1. Responde. ¿Por qué se han colocado rayas en los siguientes enunciados?


a. Caminaba por el puente —era la ruta más larga— y pensaba en lo que le diría a su esposa.

b. —¿Qué tal está el libro?


—Realmente interesante. Deberías tenerlo ya.

c. —Sabes que no podemos verla otra vez —dijo la misteriosa mujer al científico.

2. Escribe oraciones en las que incluyas el uso de la raya que se indica.


Señala las intervenciones de un diálogo sin
necesidad de mencionar a los participantes.
Encierra los comentarios del narrador a las
intervenciones de los personajes.
Encierra un elemento aclaratorio de la
oración.
Encierra las palabras del narrador que
interrumpen la intervención del personaje.
3. Coloca los guiones y las rayas en las siguientes oraciones según corresponda.
a. ¡Fernanda! clamaba Joel. ¡No vayas sola! ¡Es peligroso!
b. Los jóvenes alumnos peruano cubanos estuvieron con nosotros durante toda la noche.
c. Una vez más como todas las tardes tomé el bus y me dirigí a casa para encontrarme con mi
familia.
d. Blanca Varela (1926 2009) fue una gran poetisa peruana.
e. ¡Basta de tantas mentiras!
Te lo juro, esta vez estoy diciendo la verdad.
f. El examen teórico práctico estuvo realmente sencillo.
g. Ayer terminé de leer después de varias semanas el libro El mundo es ancho y ajeno del autor
peruano Ciro Alegría (1909 1967).

4. ¿Qué se ha utilizado en las siguientes oraciones: guion o raya? Relaciona.

a. Enrique Solari Swayne (1915-1995) fue un psicólogo y escritor peruano.

b. —¡Tío Armando! —gritó el pequeño Alberto—. ¡Cuidado con el perro!

c. El ciudadano franco-alemán visitó nuestro país en diciembre. Guion

d. Caminaba hacia la escuela —estaba lloviendo— y me encontré con Raya


ella.

e. Gustavo estaba cocinando con su hermano un rico lomo saltado.

f. —Es hora de limpiar el cuarto —dijo el niño a su hermana—.

5. Escribe los signos de admiración e interrogación, el guion y la raya, según convenga, en el


siguiente texto:

Abrió la puerta y entramos en otro cuarto pequeño. La mamá de Coreta estaba en una cama
grande, con un pañuelo en la cabeza.
Aquí está el café, madre dijo Coreta alargando la taza. Conmigo viene un compañero de
escuela.
Cuánto me alegro me dijo la señora. Viene a visitar a los enfermos, no es verdad Entretanto
Coreta arreglaba la almohada detrás de la espalda de su madre.
Quiere usted algo, madre preguntó después tomando la taza. Le he puesto dos
cucharitas de azúcar. Cuando no haya nadie haré una escapada a la farmacia. La leña ya
está descargada. A las cuatro pondré el puchero como lo ha dicho usted, y cuando pase
la mujer de la manteca le daré sus ocho pesos. Todo se hará; no se preocupe usted por
nada.
Gracias, hijo respondió la señora. Pobre hijo mío Está en todo

Edmundo de Amicis, Corazón


(Fragmento)

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