"FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
Tratamiento de la enfermedad de Johne (Paratuberculosis
Bovina) por la Promanida, el Om 32, el Tetrationato de
Sodio y la Difenasona
(Trabajo presentado por el
doctor Jorge E. Albornoz,
Profesor de Enfermedades
Infecciosas, en la reunión
mensual de profesores, en la
Facultad de Medicina Vete­
rinaria y Zootecnia de Bo­
gotá).
En el tratamiento de la paratuber­
culosis hem os u sad o 4 productos: la
prom anida, sola; el O M 32; la prom a­
nida alternada con el O M 32; y el ablo-
sulfón (difenasona) La prom anida (1)
(PP diamino-difenil sulfoná NN' diglu­
co s a sulfonato sódico) es un produc­
to de los Laboratorios Parke Davis,
que se h a m ostrado eficaz en m edici­
n a hum ana, en el tratamiento de las
enferm edades d e H ansen y también
co m o coa d yu va n te en el tratamiento
de a lgu nas formas d e tuberculosis.
Las instrucciones que a com p añ a n a
la prom anida, refieren q ue el trata­
miento p rolon g ad o co n la d roga cita­
da, o ca sion a anem ia hem olítica, y a
v e ce s leu copen ia y dermatitis. Los
m édicos experim entadores de esta
d roga en la tuberculosis hum ana, han
op in a do q ue la prom anida es ca p a z
de com batir la tuberculosis experi­
mental, porque p a rece q u e el b acilo
tuberculoso no desarrolla resistencia
a la prom anida, y por consiguiente la
han u sa d o co m o coa d yu va n te de la
estreptomicina y d e otras drogas.
5 85
En la lepra la prom anida h a sida
em p lea da en ca s o s d e form as nervio­
sas, m áculoan estésicas com plicadas-
con rinitis, queratitis, lesiones lepro-
m atosas, u lceracion es d el p alad ar,
con resultados h alagadores.
En vista de los b uen os resultados-
obtenidos por los m édicos, en estas
enferm edades ca u sa d a s p or ácidorre-
sistentes específicos, resolvim os ini­
ciar el tratamiento d e la paratubercu­
losis co n la prom anida. G racias a la
gen erosidad d e su Gerente en C o ­
lom bia el doctor C astaño Castillo,
quien n os regaló 200 am pollas pudi­
m os iniciar nuestro propósito.
El primer ca s o tratado fue una v a ­
c a Holstein d e 4 a 5 años, en regu­
lar estado de carnes. Presentaba fuer­
te diarrea serosa q ue al ca er form aba
burbujas abundantes. Es fétida y pre­
senta estrías sanguinolentas. El exa ­
men co p ro ló g ico revela h u evos de
nem átodos; el estudio de varios fro-
tis de materia fecal, teñido esp ecífica ­
mente, revela abundantes b a cilo s
ácidorresistentes, pequeños, a isla d o s
y a gru pados en m asas, paqu etes o
globias. En con secu en cia se h a ce el
diagnóstico de paratuberculosis.
El tratamiento de la enferm a dura
aproxim adam ente 6 m eses, porqu e
ignoram os cual era la dosis ni la in­
tensidad del mismo.
586 FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
C om en zam os orientándonos por el
tratamiento hum ano de la lepra, apli­
ca n d o c a d a d ía por v ía intravenosa,
2 am polletas d e 12,5 c. c. o sea 10 gra­
m os diarios. Esta dosis la sostenía­
m os durante 6 días, de m anera que
en la sem an a d áb am os 60 gram os, o
s e a 12 am polletas.
El séptimo d ía d escan so, p ara lue­
g o continuar en la m ism a form a por
d o s sem an as más. De m anera q ue
en c a d a p eríodo d e tratamiento d e 18
d ía s y dos d e d esca n so in y ectá ba ­
m os 36 am polletas q ue representan
180 gram os d e la droga.
Durante la cuarta sem an a dába­
m os estom áqu icos a m argos para es­
timular el apetito y sales m inerales,
antidiarréicos (atropina) p a ra evitar
la deshidratación y vitam ina B12 in­
y e cta b le co m o antianém ico.
De esta m anera tratamos a la en­
ferm a aproxim adam ente durante 6 de sodio)— B asados ■en un estudio de
m eses, en los cu ales la v a c a aum en­
tó d e p e so y en las m aterias feca les
n o fue p osible encontrar el b a cilo de
Johne. La v a c a en esta é p o c a se hizo
saltar de un toro, entró en gestación
y parió norm alm ente un ternero en
b u en a s con d icion es. Tuvo un p eríodo
d e lactan cia normal, tanto en canti­
d a d co m o en calidad.
Durante la gestación n u n ca se pre­
sentó diarrea, ni las m aterias feca les
fueron bacilíferas. Se la hizo saltar
nuevam ente, dió otro ternero y duran­
te este tiem po fue nodriza de una ter­
n era pardo-suiza. La ob serva ción du­
ró cuatro años, al final d e ios cu a les
fue ven d id a sin haber presentado d ia ­
rrea, ni b a cilos específicos. Esta v a ­
c a se lla m ab a Diana y fue p rop ied ad
d e los Establos d e la Facultad d e V e­
terinaria de Bogotá.
Seis ca so s m ás d e paratuberculosis
' fueron tratados co n prom anida, si­
guien do el m ism o m étodo d e adm inis­
tración del primer caso, pero la dura­
ción fue variable, de 4 a 6 hasta 9
m eses. T odos los enferm os tratados
reaccion aron favorablem ente, porque
la diarrea desa pa reció, h u bo aum ento
d e p eso y en las h eces los b acilos fue­
ron d esa pa recien d o lentamente. El
control b a cila r fue h ech o únicam ente
p or el exam en m icroscóp ico d e m ate­
rias fecales y raspado p ro fu n d o .d e la
m u cosa intestinal.
Sobre el final d e estos aním ales n a ­
d a se p uede informar, no sé si h u bo
curación o no, porque los propietarios,
u na vez q u e los vieron aum entar d e
p e so y d esa pa recer la diarrea, se los
llevaron sin q ue jam ás m e informaran
sobre ellos.
Tratamiento con OM32 (Tritoniato
un m éd ico colom bian o, intitulado
"S ob re la influencia del terreno en la
evolu ción d e la tuberculosis pulm o­
nar y p osibilid ad de su m odificación
por el O M 32", p u b lica d o en C olom ­
b ia por los Laboratorios O M d e G ine­
bra, h a ce un os 6 a ñ os (el folleto no
tiene fecha), resolvim os usar esta dro­
g a en la paratuberculosis.-
El autor d e este trabajo, d ice refi­
riéndose al v a lor del azufre co m o ele­
m ento terapéutico antituberculoso,
q u e "D e las diversas tentativas que
hasta h o y se han efectu ado p ara co n ­
seguir un tratamiento m edicam entoso
eficaz p ara las lesiones tuberculosas,
h a q u e d a d o co m o corolario perm a­
nente la n ecesa ria intervención del
azufre en cu alqu ier m edicam ento c a ­
p az de influencicír benéficam ente
a qu ellas lesion es". M ás adelante di­
 FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
c e : "El radical azufrado es el elem en­
to q ue cum ple las con diciones esen ­
cia les de estimulante del sistema re­
tículoendotelial, potente acelerador ,
d e la oxírreducción tisular, frena-
dor de las reaccion es hipérgicas y
desensibilizador orgánico, q u e ,.‘según
el esquem a que hem os descrito, son
n ecesarias para establecer el fisiolo-
gism o tisular en el organism o tuber-
culinizado".
A l referirse al OM32, se expresa
así: "El cu erpo b a se del OM 32, es
un com puesto quím ico d e la serie po-
litiónica cu y a sal sód ica contiene el
43,3% de .S, m uy débilm ente oxidado.
Es fácilm ente soluble en a gu a fría y
bastante m ás en caliente, dan do una
solu ción citara y transparente, es inso-
luble en alcohol, éter, acetona".
C uando se refiere al tratamiento de
la turbeculosis continúa así: "Trata­
miento rápido: Una in y ección d e 10
c. c. diaria por v ía en d ov en osa du­
rante 20 a 30 d ías".
Tratamiento lento: "U na in yección
de 5 a 10 c. c. según la ed a d y esta­
d o del enfermo, ca d a 3 o cuatro días,-
continuando durante tres o m ás m e­
ses". "El tratamiento con OM 32 no
requiere ninguna dieta especia l y es
com patible con cualquiera otra m e­
d ica ción q ue se con sidere ind icada".
C. X alabarder (3) d ice del O M 32
que tiene "intenso p oder reductor (190
m iliovoltios 25 m. V ") con siderable­
mente superior al d e los tiosulfatos y
una v e lo cid a d d e difusión m ayor que
los últimos. N o prod u ce hem olisis y C on el O M 32, resolvim os em pren­
retarda la v e lo cid a d d e sedim enta­
ció n " in vitro m odifica la ácidorresis-
tencia d e los b a cilos y dism inuye n o­
tablem ente su virulencia. Tiene a cción
587
curativa, sobre la tuberculosis del c o ­
bayo.
Manifiesta a cció n sobre el tejido tu­
bercu loso co m o lo prueban la hiper-
glicem ia rea ccion a l d e Secher y Bor-
ding, los fenóm enos d e toxem ia de
Wurtzen y las m od ificacion es obser­
v a d a s en el líquido d e aspiración en-
docavitaria (Xalabarder).
Su acción sobre el organism o se
pone de relieve por su notable p oder
desensibilizante contra el ch oq u e tu-
berculínico y la excitación del siste­
m a RE. d evu elve la norm alidad al d es­
plazam iento del pH en los sueros de
los tuberculosos. A um enta con sidera­
blem ente el p oder reductor celular,
siendo ca p a z d e contrarrestar la a c ­
ción tóxica tisular del cianuro potá­
sico y d e sustituir totalmente al glu-
tation en los sistem as redox.
Su poder eu coloid a l es m uy e le v a ­
do, pues clarifica instantáneam ente
los sueros tuberculosos flocu la d os
con resorcina.
Posee adem ás, u n a evidente a c ­
ción trófica, m anifestada por aum en­
tos d e p e so importantes en los enfer­
m os tratados.
Tiene un cuocien te quim ióterapico
m uy am plio. El organism o hum ano to­
lera sin protesta dosis tan superiores
a las que utilizamos terapéuticam en­
te q u e no existe dificultad a este res­
pecto.
La a p licación al h om bre d e este
n u evo com puesto, n os h a p rop orcio­
n ad o resultados m uy alentadores.
der un estudio sobre la a cció n qu e e s­
ta d roga podría tener sobre la para-
tuberculosis. T om am os d os anim ales
cu y o s síntomas clínicos y c u y o e x a ­
men d e laboratorio (hallazgo del b a ­
 588 FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
cilo) en las materias feca les nos con ­
firm aban claram ente q ue dichos ani­
m ales eran francos paratuberculosos.
Un agente d e los laboratorios OM .
en B ogotá nos reg a ló a lgun as a m p o­
lletas q u e d ebían perm an ecer conti­
nuam ente en la nevera. A p lica m os a
a m b os enferm os, por v ía en d ov en osa
10 c. c. diarios durante 30 días (trata­
m iento rápido d el autor d el trabajo
antes citado). Se notó p o c a m ejoría,
pues au n qu e la materia feca l se trans­
form ó d e m uy líquida en sem ipastosa,
el anim al n o aum entó d e p eso, ni se
a p re cia b a dism inución del agente es­
p ecífico en las heces.
Continuam os en la m ism a form a el
tratamiento durante otros 30 días con
el m ism o resultado anterior. Se p u e­
d e deducir pues, que esta d roga a c ­
túa sola p o co sobre el p roceso infec­
cioso.
Tratamiento mixto con Promanida y
OM 32— Iniciam os el trabajo con cu a ­
tro anim ales d e la siguiente m anera:
A p lica m os diariam ente por v ía v e n o ­
sa d os am polletas de prom an id a d e
12,5 c. c. durante 6 días, el séptimo
d e sca n so y luégo n u eva serie de pro­
m an ida en la m ism a form a q u e en la
primera. Es decir qu e se a p licó en d o ­
ce días prom anida, segu id a de un
día d e d escan so, despu és d e c a d a
serie d e inyeccion es.
Luégo se trató durante 12 días, tam­
bién co n d esca n so de un día, vía en­
d o v e n o sa 20 c. c. d e O M 32. C on este
tratamiento mixto se logra b u en a m e­
joría. El tratamiento duró seis m eses,
los anim ales aum entaron d e p e so y
los b a cilos desaparecieron.
Tratamiento con Tetrationato de So­
dio— (Este producto tiene un S, m ás
que el tritionato d e sodio). C om o se
nos a ca b a ra el O M 32 resolvim os pre­
parar el tetrationato d e sod io q ue di­
solvim os al 10% y con este producto
segu im os el trabajo. El tetrationato
preparado por nosotros, por ser m u y
p o c o estable a pesar d e p erm anecer
en la nevera se transform aba lenta­
mente en azufre. Para evitar e s te 'in ­
conveniente, lo m anteníam os tam bién
en la n evera pero en suspensión en
a lco h o l absoluto. A m edida qu e se iba
n ecesitando lo obteníam os por filtra­
ción y lo disolvim os en él a g u a y lo
inyectábam os.
Tratamiento con ablosulíón— En la
práctica el tratamiento e n d o v e n o so tie­
n e sus inconvenientes co m o son: 1°
La flebitis q u e p ued e producirse en
las yu gu lares a ca u sa del traumatismo
diario y p rolon g a d o por m u ch os m e­
ses; 2° La a p lica ción d e las in y e ccio ­
nes a reses ariscas o b ravas (lidia), re­
quiere tumbar todos los días a los en­
ferm os, n ecesitán dose para la faen a
num erosos ayudantes. Procedim os en ­
tonces a b u scar un n u evo producto
que pudiera darse por v ía oral p ara
. evitar los inconvenientes antes cita­
dos. Recurrim os a un producto d e la
Imperial C hem ical, llam ad o ablosul-
fon q u e p a re ce ser 4-4, diamino-dife-
nil-sulfona. C on este producto princi­
p ia m os una n u eva experim entación la
cu al no hem os p od id o continuar por­
q u e la d roga es cara.
S e a este el m om ento de decir que
si estos e n sa y o s pueden ser criticados
por el p o co núm ero de ca so s trata­
dos, se d e b e a que no hem os tenido
casi ninguna a y u d a econ óm ica . (Con
e x ce p ció n de las d roga s regalad a s
por los laboratorios Parke Davis y
OM ), para efectuar estos trabajos, en
m u ch as oca sio n e s el autor d e estas
 " FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y DE ZOOTECNIA
líneas, h a tenido q ue com prar drogas
q u e son m uy costosas.
Existen personas q ue opinan qu e el
bu en tratamiento d e la paratubercu­
losis es aquel q u e cura en och o días
y n o cuesta n ada. Estas gentes están
a mi juicio perfectamente eq u ivocad as
e .ignoran en qu é consiste la (enferme­
dad.
T enem os q ue pensar qu e ella es un
p roceso infeccioso, crónico, que cu an ­
d o se manifiesta por primera vez, no
se p u ed e decir con precisión, porque
no existe procedim iento alguno, que
nos permita apreciar en q u é extensión
del intestino está localizad a la infec­
ción, ni cuánto h a ce q ue el anim al es­
tá contam inado. A sí m ism o h a y que
tener en cuenta q ue el agente d e la
paratuberculosis, así co m o sus gérm e­
n es parientes, el b a cilo d e Koch y el
Hansen •mycobacterium á cid o a lcoh ol
resistentes, m uy difíciles d e atacar y
la pru eba de esto es que hasta a h o­
ra n o se han p od id o curar un tubercu­
loso ni un leproso en días 'sin o en
años y a un costo m uy alto, según el
curso, la extensión y situación de las
lesiones.
Por consiguiente para q ue el trata­
miento d e la paratuberculosis sea b a ­
rato y tenga éxito, se necesita d escu ­
brir precozm ente los enfermos. En es­
ta form a cu a n do la infección es menor
y el paciente se encuentra en buenas
con d icion es, los resultados segura­
mente serán m ejores. No se puede
creer, hasta que se demuestre, q ue
h a y a d roga s q ue curen la paratuber­
culosis en 8 o 15 días.
En el tratamiento d e la enferm edad
de Johne que por primera vez se h a ­
ce en C olom bia con Promanida, O M
32, tretaniotato d e sodio y difenasona.
589
se d eben tener en cuenta los siguien­
tes factores: l 9 Edad, es un factor d e ­
cisivo puesto que respon den m ejor los
enfermos de cuatro a ñ os o m ayores,
2? Las Asociaciones Parasitarias, por
por la acción agota dora q u e ca u san
y que se sum an a las d e la enferm e­
dad. 3? El estado de nutrición. C uan­
d o se trata un paratuberculoso precoz
que todavía se halle en b u en a s co n ­
diciones de nutrición, el anim al rea c­
cion a mejor. En ca s o contrario h a y
que suministrar con cen trados ricos
en proteínas y en h idrocarbon ados a
la vez que d eben m antenerse en b u e ­
nas praderas. 4? En los paratuberculo-
sos no h a y solam ente q ue com batir
a! agente específico, sino tam bién la
anem ia cau sad a, tanto por , la enfer­
m edad com o por la adm inistración d e
drogas específicas. 5? No p u ed e pre­
tenderse tratar y curar una v a c a pa-
ratuberculosa en gestación, p orq u e
ésta a gra va en 100% la enferm edad.
La gestación la u sam os co m o p ru eba
de fuego en las v a ca s curadas. Si
han q u ed a d o curadas, la gestación
no les h ace reaparecer la enferm edad,
d e lo contrario los síntom as se remi­
dan.
El tratamiento de un m ach o repro­
ductor im pone el ca so d e la a ctivida d
genética.
6° La extensión en centímetros o en
metros de la enferm edad es tam bién
importante, porque no se p u ed e d es­
truir en p o co tiempo las m iríadas d e
ácidorresistentes del intestino.
Es claro q ue el tratamiento nuestro
no p u ed e em plearse en todos los b o ­
vinos enfermos, sino en a qu ellos c u y o
va lor co m o reproductores, o co m o
anim ales de alta p rodu cción com p en ­
se con su cu ración el costo de éste.