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Aunque Existen Muchos Escritos Sobre La Coevolución Entre La Sociedad Humana y Su Entorno Natural
Aunque Existen Muchos Escritos Sobre La Coevolución Entre La Sociedad Humana y Su Entorno Natural
natural, la historia ambiental como disciplina académica es muy reciente, y coincide con la crisis
ambiental contemporánea. Si hacemos omisión de las diferencias de enfoque entre los
historiadores ambientales, la historia ambiental tiene como propósito entender y mostrar el grado
de conflicto y eventual crisis que surge entre la especie humana y la naturaleza externa en
sociedades históricamente determinadas. En algunos casos, enfatizan el carácter intrínsecamente
depredador o degradador de la sociedad humana con su ambiente y la promoción de la
conservación; en otros casos, destacan la existencia de ciertos límites que la naturaleza impone a
la producción humana, resaltando que la destrucción de la naturaleza va en detrimento del propio
ser humano; y por último, acentúan más la causa social que la técnica de la destrucción de la
naturaleza, al señalar que los impactos en el ambiente son resultado de una determinada fase
histórica de desarrollo social con raíces en las relaciones productivas. Sin embargo, en todos los
casos, la historia ambiental se utiliza como un instrumento para pensar la situación actual, alertar
sobre posibles desequilibrios y mostrar eventuales caminos de desarrollo sustentables.
La política ambiental se refiere a las acciones que el gobierno toma para cuidar o proteger el
medio ambiente, como resultado de la interacción de los intereses políticos económicos y sociales,
para conservar las bases naturales de la vida humana y conseguir un desarrollo sostenible.
Los jales mineros de la Zacatecana tienen gran interés de beneficio, ya que el proceso de
recuperación de metales en los jales tiene una eficiencia tal que el contenido de oro y plata los
hace económicamente atractivos, no obstante, estos jales también son ricos en mercurio.
A inicio A pesar del avance que representó esta consolidación de esfuerzos de diferentes
instituciones, en el Plan de acción de la presa la Zacatecana, algunos estudios exponen problemas
ambientales no resueltos. Tal es el caso de lo expuesto por la CNA y la PROFEPA en su propio plan:
La CNA (2002) comparó las características fisicoquímicas del agua de la Zacatecana —tres
muestras: parte poniente, centro y parte oriente— con los Criterios Ecológicos de Calidad de Agua
para usos pecuario, agrícola y protección de la vida acuática de agua dulce. Encontró cuatro
parámetros que sobrepasaban la norma: fosfato total (desperdicios orgánicos y fertilizantes que
llegan a la laguna por medio de los drenes de riego); sulfatos (comúnmente se presenta en aguas
de drenaje de minas); sólidos disueltos; y sólidos suspendidos. Por otra parte, también efectuó
una caracterización del agua de acuerdo a la clasificación de Wilcox, y determinó que el agua de la
Zacatecana era altamente salina con poco sodio. Con estos resultados obtenidos, es contradictorio
que no se sancione y que se permita aún el uso que se le da al agua, considerando que la región es
una zona agrícola donde los principales cultivos son maíz y fríjol. La PROFEPA (2002) identificó otro
problema relacionado con los minerales en la Zacatecana. Efectuó un análisis CRETIB (Corrosivo –
Reactivo – Explosivo – Toxico – Inflamable - Biológico Infeccioso) de los residuos de la zona
utilizados como materia prima para la elaboración de tabique. Detectó que el plomo se
encontraba fuera del límite máximo permisible establecido en la Norma Oficial Mexicana (NOM-
052-ECOL-1993). Sin embargo, a pesar de la evidencia que representan estos hallazgos no se ha
implementado de manera formal medidas que controlen el uso de recursos contaminados en el
área. s de los años noventa, investigadores universitarios de Zacatecas determinaron la existencia
de grados relevantes de contaminación en suelos y peces. Para el año de 1995, estudios
exploratorios de la Cía. Plata Panamericana, S. A. de C. V., confirmaron la presencia de metales
pesados en sedimentos de la presa y sus alrededores.
La polémica sobre el área continuó y para el año de 1998, la situación en la laguna se politizó por
la muerte de un gran número de peces. Según informes de la SEMARNAT (2002b), este suceso era
simplemente producto de “la extracción del agua —oxigenación en los peces por la falta de agua
en la presa—”, y no tenía ninguna relación con contaminantes mineros. Esta situación demandó la
atención de las autoridades ambientales a nivel nacional, y en consecuencia, la Comisión de
Cooperación Ambiental de América del Norte intervino, impulsando la elaboración de un
diagnóstico de la presa que inició a mediados del año de 2000. Para el 2002, se elaboró un Plan de
acción de la presa la Zacatecana para la contención de metales pesados, municipio Guadalupe;
intervinieron el Gobierno del Estado, SEMARNAT, UAZ, SS, IMSS, ISSSTE, CNA, PROFEPA e INE.
A pesar del avance que representó esta consolidación de esfuerzos de diferentes instituciones, en
el Plan de acción de la presa la Zacatecana, algunos estudios exponen problemas ambientales no
resueltos. Tal es el caso de lo expuesto por la CNA y la PROFEPA en su propio plan:
La CNA (2002) comparó las características fisicoquímicas del agua de la Zacatecana —tres
muestras: parte poniente, centro y parte oriente— con los Criterios Ecológicos de Calidad de Agua
para usos pecuario, agrícola y protección de la vida acuática de agua dulce. Encontró cuatro
parámetros que sobrepasaban la norma: fosfato total (desperdicios orgánicos y fertilizantes que
llegan a la laguna por medio de los drenes de riego); sulfatos (comúnmente se presenta en aguas
de drenaje de minas); sólidos disueltos; y sólidos suspendidos. Por otra parte, también efectuó
una caracterización del agua de acuerdo a la clasificación de Wilcox, y determinó que el agua de la
Zacatecana era altamente salina con poco sodio. Con estos resultados obtenidos, es contradictorio
que no se sancione y que se permita aún el uso que se le da al agua, considerando que la región es
una zona agrícola donde los principales cultivos son maíz y fríjol.
La PROFEPA (2002) identificó otro problema relacionado con los minerales en la Zacatecana.
Efectuó un análisis CRETIB (Corrosivo – Reactivo – Explosivo – Toxico – Inflamable - Biológico
Infeccioso) de los residuos de la zona utilizados como materia prima para la elaboración de
tabique. Detectó que el plomo se encontraba fuera del límite máximo permisible establecido en la
Norma Oficial Mexicana (NOM-052-ECOL-1993). Sin embargo, a pesar de la evidencia que
representan estos hallazgos no se ha implementado de manera formal medidas que controlen el
uso de recursos contaminados en el área.
Aylin López López , después de revisar tu aportación la cual a mi punto de vista es muy completa
me gustaría complementar tu información mencionando lo siguiente: