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Nombres: Sara Valentina Díaz, Sara Catalina Parra & Paula Andrea Plazas

Grupo 1: Texto de la sociedad de la transparencia La sociedad positiva

Resumen
Hoy en día lo que domina el discurso público es la transparencia, la exigencia
continua de esta, que aumenta hasta convertirla en un deseo universal, se remonta a un
cambio de paradigma que no puede reducirse al ámbito de la política y de la economía. La
sociedad de la negatividad hoy cede el paso a una sociedad en la que la negatividad se
desmonta cada vez más a favor de la positividad. Así, la sociedad de la transparencia se
manifiesta en primer lugar como una sociedad positiva.

Las cosas se hacen transparentes cuando abandonan cualquier negatividad, cuando se


calman y abren paso a nuevas perspectivas sin resistencia a la comunicación y la
información. Las cosas se tornan transparentes cuando se despojan de su singularidad y se
expresan completamente en la dimensión más pura. Sin embargo, quién se refiere a la
transparencia relacionándola únicamente con la corrupción y la libertad desconoce su
trascendencia, así la transparencia es una coacción sistémica que se apodera de todos los
sucesos sociales y los somete a un profundo cambio.

La espontaneidad, siendo un carácter natural como un acontecer y la libertad del igual


y del otro, rasgos que constituyen la vida en general, no admiten ninguna transparencia, esta
transparencia le exige a la espontaneidad un total abandono de la esfera privada, con el
propósito de conducir a una comunicación transparente; está coacción fundamental parece
fracturada ya que hace imposible la propia transparencia y es imposible establecer una
transparencia interpersonal, tal cual lo afirma Freud en que el hombre ni siquiera para sí
mismo es transparente.

Con lo anterior, a la imposición de la transparencia le falta precisamente esta


«ternura», que no es sino el respeto a una alteridad que no puede eliminarse por completo. Es
por esto, que ante el afán de la transparencia que se está apoderando de la sociedad actual,
sería necesario ejercitarse y poner en práctica una actitud de aceptación ante las alteridades.

La negatividad de dejar y olvidar tiene varias veces un efecto productivo, pues la


sociedad de la transparencia, no permite lagunas de información ni de visión y una sociedad
que no admitiera ya ninguna negatividad de un vacío sería una sociedad sin dicha. Ahora
bien, la sociedad positiva se despide tanto de la dialéctica como de la hermenéutica, ya que la
dialéctica descansa en la negatividad siendo vista como alimento de la vida del espíritu,
mientras que el sistema de la transparencia suprime toda negatividad a fin de acelerarse, y se
olvida de enfrentarse al sufrimiento y al dolor, como de darles forma.

El sistema social somete hoy todos sus procesos a una coacción de transparencia para
hacerlos operacionales, funcionales y acelerarlos. La presión de la aceleración va de la mano
del decrecimiento de la negatividad. La negatividad del otro o la resistencia de lo externo,
perturba y retarda la comunicación de lo igual, mientras que la transparencia de lo igual,
estabiliza y acelera el sistema por el hecho de que elimina lo otro o lo extraño. Esta coacción
sistémica convierte a la sociedad de la transparencia en una sociedad uniformada, así, la
sociedad positiva está dominada por «la transparencia y el conocimiento puro,
desenmascarado de la información en un universo descentralizado». La coacción de la
transparencia nivela al hombre mismo hasta convertirlo en un elemento funcional de un
sistema, ahí está la violencia de la transparencia.

La sociedad positiva tiene como propósito organizar totalmente de nuevo el alma


humana, en el curso de esta sociedad, se encuentra el amor, convertido en sentimientos
agradables y excitaciones sin consecuencia. Estas, por una parte, ceden al disfrute sin
negatividad y por otra que sin la negatividad se genera una injustificable distinción de lo
general y a una promiscuidad de las cosas.

Como veredicto general de la sociedad positiva un ejemplo de esto sería el famoso


«me gusta» símbolo significativo que evidenciamos en todas las redes sociales, la sociedad
positiva evita toda modalidad de juego de la negatividad, pues esta detiene la comunicación,
así las redes se niegan consecuentemente a introducir un botón de «no me gusta». En esta
sociedad su valor se mide tan solo en la cantidad y la velocidad del intercambio de
información. La masa de la comunicación eleva también su valor económico, a mayor
cantidad de vistas y likes en Tik tok, mayor monetización, pues los veredictos negativos
menoscaban la comunicación, es el caso de la plataforma Youtube con la opción «no me
gusta» allí, la negatividad del rechazo no puede valorarse económicamente. En conclusión, al
«me gusta» le sigue con más rapidez la comunicación conectiva que al «no me gusta».

Finalmente, transparencia y verdad no son idénticas. Esta última es una negatividad


en cuanto se pone e impone declarando falso todo lo otro, y, además, información adicional o
una acumulación de información por sí sola no es ninguna verdad, ejemplo de esto las
noticias falsas. La hiperinformación y la hipercomunicación dan testimonio de la falta de
verdad, e incluso de la falta de ser, por lo tanto, entre más información u más comunicación
no se elimina la fundamental imprecisión del todo. Más bien la agrava.

Pregunta:

Uno de los siguientes enunciados respecto a la transparencia, es el verdadero, seleccione


cúal es:
a. La transparencia es la verdad misma de las cosas.x
b.Es la sociedad positiva que excluye completamente todos los aspectos de la negatividad. x
c. Descansa en la negatividad siendo vista como alimento de la vida del espíritu. x
d. Es una coacción sistémica que se apodera de todos los sucesos sociales y los somete a
un profundo cambio, es en sí misma positiva.

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