Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica en la Persona Mayor
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica en la Persona Mayor (EPOC) es una enfermedad
frecuente, prevenible y tratable, se caracteriza por una limitación persistente del flujo aéreo que normalmente es progresiva y se asocia a una respuesta inflamatoria acentuada y crónica de las vías respiratorias y los pulmones ante la exposición a partículas o gases nocivos, provoca gran deterioro funcional, mental y social, es una patología que el paciente no puede afrontar solo. Diagnóstico: Síntomas respiratorios crónicos: tos, expectoración y disnea. Antecedentes de exposición a sustancias inhaladas irritantes (humo de tabaco, agentes ocupacionales y humo de combustibles) en forma prolongada. Demostración de enlentecimiento del flujo aéreo progresivo que persiste después de la inhalación de broncodilatadores y frecuentemente acompañado de atrapamiento de aire demostrado por aumento del volumen residual pulmonar y que se asocia con la limitación de la capacidad física en ejercicio. Diagnóstico referencial: En las personas mayores este es uno más de los desafíos que presenta una patología como el EPOC; la insuficiencia cardiaca puede presentarse con sibilancias al momento de la descompensación cuando hay edema pulmonar. El asma se caracteriza por una limitación reversible al flujo aéreo. Sin embargo, las bronquiectasias generalmente se asocian con abundante producción de secreciones. Las sibilancias también pueden aparecer en pacientes con patología de cuerdas vocales pacientes asmáticos de larga data, pueden presentar una pobre reversibilidad post broncodilatación haciendo difícil la diferencia. Incluso en pacientes con tumores de vías respiratorias el antecedente de tabaquismo estará presente de forma muy frecuente igual que en EPOC. Evaluación de la gravedad: la evaluación de la EPOC consiste en determinar la gravedad de la enfermedad, sus repercusiones en el estado de salud del paciente y el riesgo de eventos futuros (exacerbaciones, hospitalizaciones y muerte) a fin de orientar la terapia. Se recomienda evaluar de forma separada los siguientes aspectos de la enfermedad: Síntomas, Grado de limitación del flujo aéreo, Riesgo de exacerbaciones y Comorbilidades. La evaluación del grado de limitación del flujo aéreo es por medio de espirometría. Evaluación del riesgo de exacerbaciones: se define como un episodio agudo caracterizado por un agravamiento de los síntomas respiratorios del paciente que trasciende las variaciones normales diarias y precisa un cambio en la medicación. Evaluación de las comorbilidades: fundamental para las personas mayores, desde trastornos anímicos como la depresión hasta cáncer de pulmón asociado, estas morbilidades pueden influir en los índices de mortalidad, hospitalización y calidad de vida, por lo tanto debe buscarse sistemáticamente estas comorbilidades y tratarlas de manera adecuada. Todo esto lleva a la evaluación combinada de la EPOC: La iniciativa GOLD sugiere una serie de pautas para combinar estas evaluaciones a fin de mejorar el manejo de la EPOC “ síntomas, limitación de flujo aéreo, exacerbaciones y manejo” Tratamiento no farmacológico: Los tratamientos no farmacológicos hacen más lento el deterioro de la función pulmonar, con acciones como cesar el hábito tabáquico, vacunarse contra la influenza, tener una educación adecuada respecto a la enfermedad, realizar actividad física con la correcta suplementación nutricional, participar de rehabilitación pulmonar, usar ventilación mecánica no invasiva y cirugía de reducción de volumen pulmonar en pacientes con enfisema, todo esto reduce el riesgo cardiovascular, desacondicionamiento, depresión, hospitalizaciones y mortalidad, mostrando mejoras en la calidad de vida. Tratamiento farmacológico: Se usa para reducir la sintomatología y exacerbaciones, no modifican la progresión de la enfermedad. La base de este tratamiento son los broncodilatadores de dos grupos; beta 2 agonistas y anticolinérgicos. Son bien tolerados por las personas mayores, presentándose efectos adversos pocos frecuentes como taquicardia, arritmias, temblor, calambres, insomnio y reacciones de hipersensibilidad cutánea, no afectan la cognición del paciente. Se apoya con hormonas esteroides como los corticoides por su acción antiinflamatoria. Se utiliza terapia combinada para disminuir los efectos adversos. Sistemas de liberación de fármacos inhalados: La medicación se administra por inhalador de dosis medida y/o de polvo seco. La eficacia de estos depende de las limitaciones de las personas mayores, como pueden ser, físicas que incluyen dificultad para coordinar el uso del inhalador debido a artritis, debilidad, pobre destreza manual o deterioro visual o cognitivo. El error de uso aumenta con la edad y por ende, la severidad de la obstrucción al flujo aéreo. Oxigenoterapia: Se requiere con frecuencia en EPOC graves, establece un uso de más de 15 horas diarias para obtener el máximo beneficio. En el largo plazo mejora capacidad de ejercicio, función cognitiva y mortalidad. Se debe considerar que puede limitar la movilidad. Polifarmacia: Las personas mayores en promedio tienen entre 2 a 9 prescripciones diarias, esto puede ocasionar peores condiciones de salud, falta de adherencia a los tratamientos y reacción adversa a fármacos. Se manejan herramientas para la apropiada prescripción como STOP/START donde se enlistan situaciones incorrectas de combinación e intervenciones en caso de cumplir con alguna de ellas. Exacerbaciones: la enfermedad se agrava debido a infecciones traqueobronquiales, falta de adherencia a la terapia, elementos psiquiátricos, alteraciones metabólicas o hidroelectrolíticas, no es raro no tener una razón clara de descompensación. Conclusión: La EPOC es una patología que se hace más presente en medida que las personas mayores aumentan, debe ser identificadas y manejada apropiadamente, en relación al tratamiento tan importante como las medidas farmacológicas, debe ser el rol de la terapia no farmacológica que hace lento el deterioro pulmonar mejorando morbilidad y mortalidad.