Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ensayo de Economía de La Cultura, Jazmín Peña
Ensayo de Economía de La Cultura, Jazmín Peña
A lo largo de los últimos 7 años que he pasado estudiando esta disciplina, he podido
acumular una serie de conocimientos que si bien no garantizan que la artesanía es
un mercado certero, dan muestra de la potencialidad de esa rama, que con trabajo
duro, podría llegar a ser una de las industrias más fuertes del país y sobre todo de la
región de Jalisco, ya que este estado es el tercer lugar con mayor número de
artesanos (Sales, 2013), lo que supone que un buen manejo y entendimiento del
papel y la potencialidad de esta industria, podría ser vital para el desarrollo integral
de la sociedad, ya que la actividad y la práctica artesanal sugieren otra serie de
beneficios de índole social, que van más allá de lo económico, lo que propiciaría el
aumento de la calidad de vida para los habitantes de esta zona del país y sobre todo
para las comunidades rurales que son cuna de miles de técnicas tradicionales.
Por otra parte, a pesar de la importancia del patrimonio que representa la artesanía,
sucede cada vez con mayor frecuencia el fenómeno de la desvalorización de estas
técnicas y productos, según Malo (2006) las artesanías están en peligro de
extinción, ya que con el avance de las telecomunicaciones y el auge de las compras
por internet, la actividad económica de la artesanía se ha visto desplazada por los
mercados internacionales, que en muchas ocasiones manufacturan productos de
apariencia artesanal mediante procesos industrializados en China, que a su vez
ofrecen precios ridículamente bajos, además las redes sociales están funcionando
como un medio para difundir tendencias de consumo entre sus usuarios, lo que ha
provocado que los consumidores miren hacia otro tipo de productos, relegando el
consumo de lo nacional, por lo tanto es necesario entender el papel que juega la
artesanía para la economía local y de este modo poder entender de qué manera
trabajar en pro del beneficio del desarrollo de la sociedad Mexicana, por lo que es
vital entender la importancia de la economía de la cultura.
hasta hace algunos años el término de economía de la cultura era un concepto poco
estudiado y del que pocas personas tenían conocimiento, aún ahora, incluso para
muchos profesionistas del arte y la cultura, el término sigue siendo una idea difícil de
construir, pocas personas pueden encontrar una relación coherente entre las artes y
la economía, ya que las artes siempre han sido disciplinas estrechamente ligadas a
las emociones humanas, más casi nunca se concibió su importancia en términos de
derrama económica (Reyes & Linares, 2013).
Apenas en el siglo pasado se comenzaron a dar los primeros pasos para establecer
una relación entre estas dos ramas (Bonet, 2004). Estudios como los de la escuela
de Frankfurt comenzaron a dar los primeros pasos, aunque al principio la visión de
algunos de estos pensadores se encaminaba a creer que la relación entre estas
disciplinas podría ser catastrófica, ya que ellos asociaban el concepto con una
manera de enriquecimiento a través de la creación de contenidos para manipular las
acciones de las masas, por lo tanto entender la importancia de estudiar esa relación
se volvió relevante porque las líneas divisorias entre estas podían ser muy difusas
(Reyes & Linares, 2013).
Aun así, este fenómeno no era precisamente replicable en todas las áreas
culturales, puesto que había algunas que gracias a las tecnologías habían podido
aumentar su producción con menor inversión de recursos, esto demostró que los
estudios sobre la economía de la cultura eran pertinentes y que había mucho trabajo
por hacer, para poder explicar los distintos fenómenos que se presentaban en cada
área específica y poder establecer medidas de acción para aumentar la
productividad de ellas.
Esta necesidad sobre establecer más estudios económicos en torno a la cultura no
solo se concibió por la importancia de la derrama económica, sino porque al mismo
tiempo, los estudios sociológicos y antropológicos sobre la cultura avanzaban y
había que entender la importancia de estas manifestaciones para la realización del
ser humano, su valor no sólo era económico, sino también espiritual (Bonet, 2004).
En la teoría del desarrollo humano, Amartya Sen (1998 & 2000) sugirió que las
mediciones a partir del producto interno bruto, representaban un promedio
estadístico que no tomaba en cuenta la desigualdad social, su principal
preocupación era la pobreza y las hambrunas, postuló que el ejercicio de la libertad
humana es un componente esencial para el desarrollo humano, entendiendo éstas
libertades como potencialidades; también hizo énfasis en la importancia de la
democracia para mejorar la calidad de vida de las personas, a raíz de estos trabajos
es como el PNUD presenta un nuevo concepto sobre el desarrollo de una sociedad,
y un nuevo instrumento llamado el índice de desarrollo humano, que toma en cuenta
tres aspectos : la esperanza de vida; la tasa de alfabetización y de escolaridad; y
por último el nivel de vida representado por el PIB por habitante.
Esta teoría centra su interés en la capacidad que tiene una sociedad para brindar a
sus poblaciones las oportunidades y capacidades que les permitan acceder a un
mejor nivel de vida y bienestar social (Gutiérrez, 2008 y Sen,1998), para lo cual la
cultura juega un papel importante, ya que “desde el patrimonio cultural a las
industrias culturales y creativas, la cultura es facilitador y motor de las dimensiones
económica, social y ambiental del desarrollo sostenible” (UNESCO, 2015).
Es vital destacar que la actividad artesanal tiene cabida en todos los ámbitos
mencionados, es una actividad que genera un valor funcional, ya que las piezas son
utilitarias, no sólo en sentido decorativo: todos los que habitamos en México alguna
vez hemos tenido una taza o un plato elaborado artesanalmente típico de alguna
región que utilizamos todos los días para alimentarnos; al mismo tiempo esta taza,
tiene un valor simbólico, ya que representa el imaginario de la comunidad o de la
región donde fue realizada, a través de los motivos decorativos que tiene, e incluso
su valor simbólico también se encuentra en la técnica tradicional con la que esta se
elaboró y en la procedencia de los materiales con los que se realizó, ya que estos
suelen ser obtenidos de la misma región; además puede tener un valor emotivo, si
es que ese objeto te recuerda un momento especial de tu vida, o si te la regaló
alguna persona que aprecias; también es importante recordar que el conocimiento
sobre las técnicas artesanales se da por transmisión de generación en generación,
según el directorio del censo artesanal en Tonalá, Jalisco (Cota & López, 2017) la
mayor parte de los talleres registrados, son talleres familiares de menos de 10
trabajadores, por lo que la práctica artesanal se da en el entorno familiar,
cumpliendo un papel importante para la cohesión de las familias Tonaltecas.
A Partir de esto podemos notar el amplio valor que tiene la actividad artesanal
como producto cultural, debido a que la relación entre la cultura y el desarrollo es
estrecha, por eso se debe hablar más sobre la importancia de la práctica artesanal
para propiciar las condiciones de desarrollo antes mencionadas, por lo que es vital
describir el concepto de artesanía.
Por otra parte Malo (2006) señala que la artesanía es un proceso que ha
acompañado a la humanidad desde sus inicios, señala que la elaboración de estos
artefactos se da como un proceso por el cual el cerebro dirige a las manos para
crear algo nuevo, hermoso y utilitario, también señala que tras la revolución
industrial se predijo que la artesanía quedaría relegada por su incapacidad de
producir productos con rapidez y eficiencia, lo que haría que la industrialización
garantizara la desaparición de la pobreza, puesto que hacía posible obtener más
recursos y más productividad. Se puede observar que estas predicciones fueron
erróneas, la artesanía no desapareció y el capitalismo tampoco logró reducir la
pobreza, al contrario, parecería que aumentó la marginalidad y que las
desigualdades se volvieron más evidentes (Sen, 2000).
Giménez (2005) señala que para mantener la cohesión grupal se requiere de estar
construyendo permanentemente los lazos entre los miembros, por lo consecuente la
formación de la identidad colectiva permite a los individuos darle un sentido a lo que
están haciendo dentro de un grupo, permitiéndoles sentirse parte de una común
unidad, esta percepción de la identidad permite inferir que cuando las personas
pertenecientes a un grupo o una comunidad de artesanos interactúan entre sí, la
pertenencia a este medio les permite crear lazos con los demás miembros, por lo
tanto, los talleres son lugar idóneo para cultivar la fraternidad y la comunidad, a
través del intercambio de conocimientos, saberes, costumbres e incluso, de las
interacciones interpersonales que se gestan en el momento de trabajar en un mismo
espacio, ya que no sólo se comparten aspectos técnicos, sino también aspectos de
sus vidas personales, lo que les permite precisamente que los lazos entre estos
individuos se vayan construyendo y reforzando.
Construir lazos entre los individuos de una comunidad es una de las bases
para el trabajo en equipo y por el bien común, un individuo que no siente lazos
estrechos con su comunidad o que no siente protección y dignificación de su
existencia, que no siente este reconocimiento del que habla Giménez (2005),
difícilmente desearía trabajar en pro de esta. Este fenómeno puede ser explicado
por Butler (2017), que argumenta que cuando un individuo se mantiene en una
mecánica social donde el valor de su vida está dado en términos estadísticos y
donde no se procura la garantía de sus derechos humanos, el acceso a condiciones
de desarrollo e igualdad de oportunidades, este pierde el valor sobre la vida. Este
fenómeno crea en los individuos una apatía por la vida misma y la de los demás, lo
que dificulta el desarrollo de los mismos, puesto que al no sentirse reconocidos
pierden el interés por hacer las cosas “bien” y esforzarse, además esa situación
propicia la impunidad, lo que a su vez puede provocar que los mismos miembros
pierdan el respeto por la vida de los demás al inferir que no tendrán ninguna
consecuencia si comenten algún agravio en contra de otra persona.
Sen, A. (1998). Las teorías del desarrollo a principios del siglo XXI.
Cuadernos de economía, 17 (29), 73-100.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=4934951&fbclid=IwAR0KYzVvHd7LcAF5noslVC9x2_SJBRKQOm2F
moaFw3FA-wYHed7RIvmYlOk
Gutiérrez, E. (2008). De las teorías del desarrollo sustentable: Historia de las
construcciones de un enfoque multidisciplinario. Trayectorias, 6 (39), 21-35.
https://www.redalyc.org/pdf/607/60715120006.pdf
UNESCO (2015) Cultura para el Desarrollo Sostenible.
https://es.unesco.org/themes/cultura-desarrollo-sostenible#:~:text=Desde
%20el%20patrimonio%20cultural%20a,y%20ambiental%20del%20desarrollo
%20sostenible.&text=Esto%20engloba%20la%20protecci%C3%B3n
%20del,as%C3%AD%20como%20las%20expresiones%20culturales.
Recaman, A. y Maass, M. (2014). Dimensión social de la cultura. Gestión
cultural para el desarrollo sostenible. CONACULTA.
Cota Yañez, R. & López Ortíz, C.H. (2007). La presencia de la innovación
como factor estratégico de competitividad: El caso de las empresas que
producen artesanías en Tonalá, Jalisco. Carta económica regional, 19 (99),
18- 32.
http://www.cartaeconomicaregional.cucea.udg.mx/index.php/CER/article/view/
5570/5111
FONART. (2015). Manual de diferenciación entre artesanía y manualidad.
FONART.
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/107963/Manual_diferenciac
ion_artesania_man ualidad_2015.pdf
Sen, A. (2000). Desarrollo y libertad. Barcelona: Planeta
INEGI. (2020). Cuenta satélite de cultura.INEGI
https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/Stma
CntaNal/CSCltura2020.pdf
Piedras, E. (2004). ¿Cuánto vale la cultura?. CONACULTA