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Desarrollo de contenido

Unidad 2
Humanismo Digital
Cátedra IU Digital
La humanidad y la cultura digital

En la unidad 1, realizamos una reflexión general sobre las miradas, enfoques, perspectivas
e impactos del Humanismo, cuyo inicio se marcó durante el período del Renacimiento, y
en los últimos años ha surgido un nuevo enfoque, al que hemos denominado humanismo
digital.

En esta unidad realizaremos una reflexión complementaria, partiendo esta vez, de la


forma en cómo las dinámicas sociales y económicas inciden en las propias formas de
pensar, sentir y actuar de las nuevas generaciones. Identificaremos los impactos directos
y las tendencias que los procesos globales tienen o tendrán, en la vida cotidiana y laboral,
para que finalmente, realicemos un ejercicio de “futurología”, ubicándonos y anticipando
las condiciones personales y del entorno, al presentarse algunas variables, tanto
personales como del contexto.
Tema 1 – Diferentes generaciones
“Cada generación es hija de su propia época”
Esta frase, que se ha convertido en una de esas expresiones coloquiales, que exteriorizan
la sabiduría popular, refleja efectivamente que cada uno de nosotros, compartimos unos
rasgos comunes que son propios de la generación en la que nacimos. Independientemente
que la formación familiar de casa sea diferente entre unos y otros, y que las experiencias
vividas hayan permitido la configuración de una identidad que sentimos única, hay
elementos que podemos identificar, tanto comunes como diferentes. Comunes, al interior
de los distintos grupos etarios y, diferentes, entre generación y generación.

Sin duda, los más jóvenes de este curso podrán confirmar que los adultos, suelen hablar
con desdén de la juventud, a la que se critica por sus valores, por sus actitudes que “ya no
son como las de antes”. Todos estaremos familiarizados con expresiones como:

• “Es que la juventud de ahora está perdida”.

• Ya no tiene valores.

• “Es que en mi época sí… (esto o aquello)”.

¿Sabes que lo más curioso es que los adultos, también fueron jóvenes y en su época
escucharon expresiones similares?

Lo que nos lleva a las siguientes preguntas:


• ¿Esto quiere decir acaso, que cada generación es peor que la anterior?
• ¿Los jóvenes son problemáticos, o éticamente más laxos?
• ¿Acaso la sociedad se está descomponiendo?

Nada de eso, lo que pasa es que todos tenemos, con los años, la percepción de que “todo
tiempo pasado fue mejor”, como dice una reconocida frase coloquial.
Cambios en las generaciones

Lo que sí es cierto, es que las generaciones


cambian con los tiempos, así como
cambian las configuraciones del contexto
social. Esto lo podemos observar en los
elementos más visibles y periféricos de la
cultura, como la música, las actividades
cotidianas, las formas de pasar el tiempo
libre, pero también en los aspectos más
profundos, como la manera de
relacionarnos unos con otros, la
comprensión de los afectos y las
emociones, o los procesos laborales de producción y uso de tecnologías.

En otras palabras, si bien las diferencias entre una generación y otra, se pueden ver, por
ejemplo, en que a unos les gusta más la salsa y el merengue, y son más inclinados por el
baile en parejas, reconociendo algo de intimidad y confianza en la danza; mientras que
para otros es el reguetón y es mejor el baile solitario aunque de cuando en cuando se
cruce con un poco de “perreo”, sin que eso signifique algo más que bailar y pasar un buen
rato; cuando se va más a fondo, encontramos unos rasgos, digamos más existenciales,
sobre las formas de comprender el mundo y de asumirlo. Con lo cual, podemos concluir
que… las generaciones no son mejores ni peores unas de otras. Simplemente son
diferentes y responden a las dinámicas de su tiempo.

Aspectos generacionales

En este curso, seguramente hay personas de


diferentes edades. Posiblemente desde los 15 o
16 años, la mayoría tal vez entre los 18 y 20,
algunos por encima de los 30 y, ya no es extraño,
que tengamos en el curso, algunos sobre los 40,
“con mayor juventud acumulada”.

En otros tiempos estaríamos hablando de 2


generaciones presentes y bien demarcadas en el
curso, pero por las dinámicas actuales, es seguro
que, de una parte, desde la persona mayor a la
más joven, estén viviendo procesos similares que son aparentemente ineludibles, pero
por otra, tengamos tres o cuatro perspectivas generacionales diferentes. Sobre estos
rasgos nos centraremos a continuación. De manera que los invito a que si bien puedan
sentir que lo que viene a continuación es para otros, en realidad consideren que muchos
de estos rasgos y experiencias, los involucran personalmente en mayor o menor grado.

En el escenario global, estos aspectos generacionales se han clasificado en grupos y rasgos


más o menos homogéneos. Estos, más que rasgos de identidad cultural, son perfiles de
consumidores que están asociados a aspectos generacionales. Estudiemos algunas de
estas caracterizaciones, y analiza qué tanto te identificas con una de estas generaciones.

Desde los estudios de mercado, se habla de las siguientes generaciones (Ramos, 2018):

Generación Baby Boomers

Año de nacimiento (aproximado) 1946 – 1964


Otros nombres Generación “me”, Gen de la autoridad moral.

Guerra de Vietnam, empoderamiento de los derechos


civiles, revolución sexual, viajes espaciales.
Influenciadores
Su experiencia en la época post crisis, les permitió crear una
estructura altamente individualista, materialista y
ambiciosa.

En contra de la guerra, anti gobierno, promulgan la igualdad


de derechos y de oportunidades.

Valores Centrales Muy leales a sus hijos.

Son optimistas, creen en la gratificación y el crecimiento


personal. Gasta ahora y preocúpate después. Equipos de
trabajo orientados a la transformación. Quieren hacer la
diferencia.
Generación X

Otros nombres Gen X, Exers, post boomers, 13ª Generación

Watergate, crisis energética, madres trabajadoras y familias


con doble ingreso.

Crecimiento de padres y madres solteras.

Influenciadores Sus percepciones han sido condicionadas por una experiencia


de auto cuidado al pasar más tiempo solos (padres
trabajando).

Es la primera generación que no va a poseer un mejor


desempeño financiero que sus padres.

Balance, equilibrio, sostenibilidad. Diversidad.


Emprendimiento. Alto valor de la educación. Altas
expectativas laborales. Independientes y autónomos.
Pragmatismo. Baja lealtad organizacional.
Valores Centrales
Escepticismo. Dudan de los valores de los Boomers. Alfabetas
digitales.

Piensan globalmente.

Otros nombres Gen X, Exers, post boomers, 13ª Generación


Generación Y o Millenials

Año de nacimiento (aproximado) 1981 – 2000


Otros nombres Generación Y, Gen Y, generación Next, 24/7´s

Medios digitales de comunicación, crisis ambiental, mundo


centrado en la niñez y la adolescencia, 9/11.

Generalmente hijos de padres divorciados.

Esperan ser la siguiente gran generación, capaces de cambiar


las cosas que se han hecho mal.
Influenciadores
Son más protegidos que otras generaciones, ya que han sido
infantilizadas y educadas en procesos orientados a ocupar
todo su tiempo libre.

Primera generación de niños con horarios y plan de


desarrollo de infancia.

Consumidores ávidos. No futuro. Lo importante está en el


hoy.

Deber ciudadano. Diversidad y tolerancia. No Violencia.

Net workers.
Valores Centrales
Seguros de sí mismos. Neo espirituales, ambientalistas.
Orientados al logro. Competitivos. Les gusta la atención
personal .

La diversión primero.
Generación Z o Centenials

Otros nombres Gen Z, centennials.


Comparten muchos rasgos de los Millenials.

Crecieron con al menos tres dispositivos de pantalla,


entraron en contacto con nuevas tecnologías desde el primer
año de edad.

Están interconectados.

Influenciadores
No conocen las referencias locales de las antiguas relaciones
interpersonales.

Piensan que todo tiene solución con un clic o una app.

Su intimidad hace parte de la red.


Configuración neuronal diferente y procesamiento de
información más ágil. Son multitareas.
Consumidores tecnológicos.

Todo es cambiante, nada estable.


Valores Centrales
Nómadas culturales. Buscan la libertad de acción pero la
dependencia material.
Planificadores a corto plazo.
Otros nombres Gen Z, centennials.
Rasgos de las diferentes generaciones
No obstante, los lineamientos generales y globales con que se han caracterizado estas
generaciones, tienen matices y rasgos que se articulan con cada región o cultura
particular. En nuestro contexto, es importante tener en cuenta algunos elementos que
marcan grandes diferencias. Enmarquémoslos en 3 grupos para conocerlos mejor.

• Grupo 1:

Hasta hace unos 25 años, la gran mayoría de la población colombiana era de carácter
rural. Muchos de nuestros padres o abuelos, seguramente son de origen campesino.
Solo el 3% de esta población, cuando era joven, tuvo la oportunidad de terminar su
bachillerato, de acceder a estudios superiores (y la mayoría de quienes podían
estudiar eran hombres). Esta población que hoy en día son abuelos de muchos de
ustedes (padres de los mayores), vivieron la violencia política y partidista. Tienen una
visión del mundo, marcada por sus tradiciones religiosas, aman y extrañan la libertad
del campo. Y recuerdan, con nostalgia, la vida lenta pero dura de las faenas de la
agricultura, el cuidado de la casa, la ganadería o el corral. Estas personas creen
profundamente en las instituciones, son conservadoras en sus costumbres y valoran
la presencia y la autoridad del estado en términos de fuerza armada y de seguridad.

• Grupo 2:

Después de ellos, viene un grupo de personas que conoce el campo a través de sus
padres y familiares, pero que migraron o se criaron en la ciudad. Esta generación más
urbana, ha vivido la experiencia de recibir, acoger y adaptarse a los grandes cambios
y desarrollos tecnológicos y sociales. Conocieron la televisión en blanco y negro, que
además calentaba la sala, se asombraron con la TV a color, vieron llegar el computador
a sus colegios, conocieron el “beeper” antes de los celulares y también conocieron la
llegada del internet y los teléfonos móviles a la vida familiar. No vivieron la violencia
partidista de sus padres, pero fueron testigos de la violencia de los 80 y 90, generada
por el narcotráfico, la guerrilla, los grupos paramilitares. Tienen en su memoria la
“época de las bombas”, el sicariato y los carteles. También son la generación de la
“séptima papeleta” y de la gran reforma constitucional de 1991, la cual marcó el inicio
de un nuevo proyecto de Nación. Son una generación más democrática y, por su
formación, es más crítica con las estructuras autoritarias.

• Grupo 3:

Existe un tercer grupo llamado generación App, y está conformado por las
generaciones más recientes. Como la historia de Pulgarcita (Serres, 2014), libro que
ya deben haber leído a estas alturas, muchos de estos jóvenes solo conocen las vacas
y las gallinas por los textos escolares. Son completamente urbanos, y el campo lo
asocian principalmente con los períodos de vacaciones familiares. Esta generación
creció dentro de un contexto digital. Nacieron cuando ya había internet, tuvieron
computadores en su casa. Están hiperconectados a través de sus dispositivos móviles,
son usuarios de redes sociales y de los videojuegos. De hecho, como ya lo debieron
haber notado, el nombre de “Pulgarcita”, Serres lo emplea para reflejar
simbólicamente una característica propia de quienes usan los dispositivos móviles: el
uso recurrente y habituado de los pulgares.

Si no recuerdas o no conoces la historia de Pulgarcita, haz clic aquí

Generación App

Hablemos un poco más sobre el tercer grupo, el cual es una generación más globalizada,
están más identificados con los grandes problemas del planeta, son más sensibles y
solidarios con las problemáticas, como el calentamiento global, la preservación ambiental,
o el desplazamiento social.

Sus perspectivas democráticas son más claras que las generaciones anteriores, pero no
se movilizan por ideologías o racionamientos de orden político. Están más orientados
por la relación de afinidad afectiva con esos ideales de sostenibilidad, de cambio y de
diversidad.
Otra gran diferencia con los grupos anteriores, es que esta generación pasó menos tiempo
formativo en casa con sus padres y mucho más tiempo con las instituciones de educación
y capacitación.

Pero… aunque son una generación muy protegida, y a pesar de que está más conectada,
también es más solitaria.

Fragilidad de la Generación App


La fragilidad que aparentemente caracteriza a esta generación, se da a través de los
aprendizajes sociales más significativos e importantes, como dominar la frustración,
perder el miedo al fracaso, saber interrelacionarse con otros, construir relaciones fuertes
y solidas más allá de la familia, por mencionar algunos de una gran lista.
¿Cuántos de nosotros hemos tenido un problema pequeño y hemos buscado en Google
la solución, o mejor, hemos buscado en el móvil una App que nos permita solucionarlo?

Esta generación aprendió a esperar que la vida, los problemas, las amistades, el amor, el
trabajo son un asunto de descargar una App, encontrar un tutorial, hacer clics y obtener
resultados automáticos. Por estos rasgos es que Gardner (2014) se refirió a los jóvenes,
como generación App.

Conclusiones

Para finalizar este tema, es importante subrayar y aclarar varios puntos:

• Lo bueno o lo malo de cada generación no se basa en las personas. Sus rasgos y


características son consecuencia de un proceso de aprendizaje y socialización, que
se da al interior de sus familias, pero principalmente se basa en los espacios de
interacción más importantes como el colegio, el barrio o conjunto, y las redes
sociales.

• Los rasgos generales no implican que todos seamos medidos bajo el mismo
estereotipo. De hecho, hay diferencias grandes en los detalles y las formas como
configuramos nuestras identidades. Si realizaron el ejercicio de leer los rasgos de
las generaciones, es probable que muchos de ustedes, sino todos, se identificaron
con algunos aspectos de diferentes grupos.

• Lo más importante aún, es que los rasgos de identificación de estas características


pueden ajustarse y cambiarse. Precisamente, el hecho de traerlos a colación en
esta unidad, es para que al tomar conciencia de ellos, podamos también ver cómo
generar otras dinámicas de aprendizaje.
Tema 2: Redes sociales, afectos, relaciones y
gamificación de la vida
En psicología o psicopedagogía, se suelen emplear los términos de “procesos de
satelización” primaria y secundaria, para referirse a esas grandes etapas donde en la niñez
y la juventud, se establecen vínculos afectivos y se desarrollan las habilidades necesarias
para socializar en grupos diferentes.

En la actualidad, estos procesos se están dando en la etapa escolar e incluso universitaria.


Claro, está la familia que sigue siendo un referente importante, pero ya los espacios
sociales no son exclusivos ni privilegiados a un cierto grupo. A este escenario se suma un
factor importante: la conectividad y las interacciones que se dan en redes sociales. De
manera que, el aprendizaje social en la primera infancia, para estas nuevas generaciones,
la construyeron con el tiempo limitado de sus padres, o con los abuelos, o la empleada
doméstica, y con la interacción en redes sociales y televisión. En las etapas escolar y
universitaria, sucede lo mismo.

Ten en cuenta:

Las condiciones de los jóvenes en la actualidad; los padres trabajan y ambos aportan a
la economía doméstica. Desde la primera infancia comenzaron a asistir a instituciones
de educación (guarderías, sala-cuna, párvulos y jardín infantil); adicionalmente,
involucran a sus hijos en otros profesos formativos y de capacitación para el desarrollo
de otras habilidades, deportes, artes, recreación e idiomas, para que estén “ocupados
productivamente” en su tiempo libre. Muchos padres, si tienen la posibilidad, buscan
para sus hijos instituciones que ofrezcan una formación humana, integral, en valores,
para asegurar esos marcos básicos del comportamiento social. Las instituciones
educativas, de educación básica y media, asumen todavía que la formación de esas
habilidades sociales y valores, son responsabilidad de casa. Leía hace unos años, en un
colegio, una cartelera que decía “Aquí se enseña a sus hijos, matemática y física,
lenguaje. A ser buenas personas y tener valores y ser respetuosos, se les enseña en
casa”.
Esta generación aprendió a esperar que la vida, los problemas, las amistades, el amor, el
trabajo son un asunto de descargar una App, encontrar un tutorial, hacer clics y obtener
resultados automáticos. Por estos rasgos es que Gardner (2014) se refirió a los jóvenes,
como generación App.

Relaciones
Hablemos sobre las relaciones, analizando las siguientes preguntas.

• ¿Cómo eran las relaciones de las personas que hoy en día llamamos generaciones
mayores?

Las generaciones mayores, en su adolescencia, tuvieron que aprender, muchas veces por
ensayo y error, el complejo y confuso proceso que implica establecer una relación de
pareja, enamorarse, cortejar, conseguir una cita. Ciertamente, aunque recordemos
muchas anécdotas con sonrisas, esos momentos fueron de tensión, angustias, temores,
riesgos… enamorarse era una aventura. Toda esa tensión constituye una curva de
aprendizaje que hoy hace parte de los rasgos personales de cada individuo.

• ¿Cómo ha cambiado el proceso de relacionarnos en la actualidad?

En la actualidad, todo ese proceso lento, arduo y lleno de tropiezos, ha sido omitido. Hoy
en día, un joven tiene un perfil de Facebook o de Instagram y se conecta con los que
conoce, y comienza a “hacer amigos” por solicitudes que pueden o no, ser aceptadas.
Crean una red de decenas, cientos o miles de “amigos”, “postean” información,
intercambian “likes”, comienzan a buscar conseguir más y más. Es increíble ver los grupos
de amigos de la universidad o del trabajo que se reúnen para “celebrar” y se los ve en un
restaurante, sentados juntos a la mesa y todos abstraídos en su teléfono móvil. De un
momento a otro alguien rompe el silencio para comentar el último meme, se ríen en
grupo, alguien dice, “compártemelo”... y vuelven al silencio.
• ¿Cómo son las relaciones de pareja?

Para el caso de las relaciones más íntimas, románticas o de relaciones de pareja, también
hay cualquier cantidad de plataformas para todos los gustos. Si antes una persona tenía
que aprender a saber si alguien le gustaba o no, pensar en cómo acercarse y dialogar sobre
sus sentimientos, arriesgarse a equivocarse, lidiar con la frustración de que la respuesta
sea un no, o construir creativamente un romance, si la respuesta fue positiva; en la
actualidad, todo se reduce a un “swipe left” o “swipe right”.

Construcción de afectos
Zygmunt Bauman, sociólogo polaco, en su obra “El amor líquido” hace una descripción
sobre la crisis del cambio en la perspectiva de cómo se construyen los afectos. Las
relaciones interpersonales y la experiencia de construir lazos fuertes y duraderos de
amistad y de amor, es un proceso social que requiere tiempo, interacción, empatía,
habilidades de interacción y relacionamiento interpersonal. Los procesos de consumo de
esta época, han creado el valor de la inmediatez. Todo lo queremos listo y ahora, en este
instante.
Ejemplo

Por ejemplo, es más práctico ir a un almacén y comprar comida congelada que


calentamos en el microondas por cinco minutos y ya tenemos cena. Esa tarea de comprar
los ingredientes, alistarlos, sazonarlos, ponerlos a fuego lento, es ahora algo exótico que
podríamos hacer cuando podamos y queramos perder algo de tiempo.

Algo similar pasa con los afectos. Por la premura, el afán de nuestros tiempos y caducidad
de las cosas, buscamos salidas más rápidas. Hoy queremos satisfacción inmediata. Con las
redes sociales puedo acceder a crear un plan, para una noche, una pareja momentánea
sin todo el protocolo que eso implica. Pero la calidad y la profundidad de esas relaciones
no se consiguen instantáneamente. Es quizás por eso, que los más jóvenes han
reemplazado calidad y profundidad, por intensidad; sin que eso sea una solución del todo.

Desafíos y problemáticas de las relaciones


Efectivamente, el signo o la medida de las relaciones e interacciones del momento, parece
ser la intensidad de las experiencias. No obstante, por nuestro carácter social,
necesitamos y añoramos experiencias profundas, lazos fuertes y este vacío, cada vez más
sentido, se refleja en el mundo afectivo de los jóvenes. El mundo de los afectos en las
redes sociales trae consigo varios desafíos y problemáticas.

• El primero de ellos es la reducción de las interacciones en pequeños grupos que


comparten y piensan de la misma manera y que consumen más o menos los
mismos productos sociales. En apariencia, las relaciones en redes sociales son
“virtualmente” globales.
• Este confinamiento a grupos de intereses y gustos compartidos, elimina la
posibilidad de conocer otras perspectivas y evita las habilidades de debate,
discusión o confrontación de ideas propias, entre otras cosas del pensamiento
crítico. Esto incide, por ejemplo, en que las reacciones opuestas a una perspectiva
determinada, estén tan cargadas de odio o de expresiones de absoluta
intolerancia, debido a que cada vez hay menos capacidad de debate y discusión.
• En la medida en que las relaciones en las redes sociales están configuradas por
lógicas de consumo, cada perfil tiende a mostrarse como un “buen producto” de
lo que somos, independientemente de cómo nos estemos sintiendo en esos
momentos. En efecto, podemos ver a un joven tomándose, una y otra vez, una
“selfie”, para encontrar la expresión ideal y postearla en sus redes sociales. La
tendencia es mostrar lo asombrosa o lo maravillosa que es la vida de cada quien.
La sensación, con el tiempo, será la de que a todos los contactos de la red, les va
mejor que a uno, olvidando que todos los post tienen algo o mucho de ficción.

Ten en cuenta

Estudios recientes muestran la estrecha relación que hay entre el tiempo dedicado a las
redes y la depresión. Las personas que dedican más tiempo a las redes sociales, tienden
a sentirse más frustradas.

Los incentivos que hemos encontrado en este nuevo escenario de relacionamiento, son
los elementos que puedo recibir por mis publicaciones, los “likes”, las recomendaciones,
los seguidores, todo hace parte de un sistema de bonificaciones simbólicas que se han
construido como las reglas de un juego, que trascienden el entorno virtual y han pasado
al mundo real de la sociedad.

Gamificación

Además del trabajo remunerado que podemos


desempeñar, las organizaciones y las instituciones
están cada vez más permeadas por estas dinámicas de
juegos. La Gamificación es otro proceso que se ha
fortalecido desde la virtualidad y que en la actualidad
atraviesa muchos aspectos de nuestra vida. El
comportamiento de las personas busca orientarse
manteniendo un sistema de recompensas simbólicas.
Encontramos salario emocional en las empresas, o
cuadros de honor de los mejores empleados. En las
instituciones educativas, además de las notas,
encontramos reconocimiento casi para todo. Recibir una mención en una institución
educativa, se ha vuelto algo tan cotidiano que ya casi no representa un elemento
diferenciador.

Hoy por hoy, encontramos “gamers”, “youtubers” o “influencers” que se han dedicado a
esto desde muy jóvenes y que perciben ingresos por su trabajo. Lo que antes pudo ser una
actividad de ocio o de tiempo libre, es una tendencia que genera nuevas tensiones, como
la de producir algo que se vuelva viral en las redes. Generar un impacto mediático que
haga a alguien famoso, y para esto no hay guion, no hay fórmula. Es arriesgarse a hacer
algo lo suficientemente arriesgado o diferente y crear una reacción en cadena. Así,
podemos encontrar personas que viven de jugar videojuegos, o quienes hacen tutoriales
de maquillaje, hasta personas que publican en vivo una matanza.

Escala de valores
La escala de valores sociales que rigen nuestros comportamientos está construida a partir
de la interacción con nuestro entorno. En realidad, son las prácticas cotidianas y la
experiencia social las que me llevan a convencerme de no tirar basura en las calles, o
saludar en las mañanas, o no abusar de los más débiles. La capacidad de empatía y
sensibilidad por el otro, ofrece la brújula moral necesaria para construir juntos lo social.
Pero cuando la clave son los puntos, o los “likes”, o la tendencia viral que pueda tener,
aunque sea por un instante, sin otro marco de referencia, puede pasar cualquier cosa. La
pregunta es: ¿cómo hacer para dar un sentido socialmente más constructivo a esta
experiencia?

Es importante dejar claro que la intención no es satanizar las redes sociales. Lo importante
es hacer consciencia de su impacto actual, para preguntarnos cómo podemos darles otra
orientación.

Para finalizar este tema, te invitamos a realizar el siguiente análisis: cómo ha sido tu
experiencia personal con las redes sociales, cuánto inciden en cada uno de nosotros,
qué tanto nos identificamos con lo expuesto aquí .

Tema 3: Cuarta revolución industrial, cambio en la


sociedad, el mercado y las profesiones
Haz clic aquí para acceder al recurso interactivo Cuarta revolución industrial, cambio en
la sociedad, el mercado y las profesiones.
Tema 4: El nuevo humanismo y las habilidades
para el siglo XXI
Comencemos este último tema analizando la siguiente frase:

“…hace parte del ADN de Apple que la tecnología por sí misma no es suficiente. Es el
matrimonio entre la tecnología y artes liberales; es el matrimonio entre la tecnología y
las humanidades, lo que nos da como resultado que nuestro corazón cante”.

(Steve Jobs)

Y luego, responde los siguientes interrogantes:


¿Cómo es esto de los nuevos saberes?
¿Qué papel juega el humanismo digital en todo esto?

Habilidades blandas
Sabías que… en los últimos años se ha puesto de moda el concepto de “habilidades
blandas” (softskills) como referencia a una serie de destrezas y aprendizajes que se han
vuelto cada vez más importantes en el sector productivo en este contexto de la cuarta
revolución industrial. Este nombre se definió en contraposición a las tradicionales
“habilidades duras o fuertes” que caracterizan las propias de un saber o disciplina
específica. Pero, si lo pensamos bien, en realidad no podemos afirmar que dichas
habilidades sean efectivamente “blandas", por varias razones:

• No son fáciles de aprender:


• Son tan o más valiosas y necesarias que las habilidades que usan los médicos en
cirugía, o los banqueros para evaluar el riesgo, o los físicos para dividir átomos:
• Son concretas, definidas, identificables y aprendibles.

Con esta acepción, nos estamos refiriendo a procesos y aprendizajes específicos en


campos tales como comunicación, observación, empatía y pensamiento lógico, crítico,
creativo, decodificación de información… Son habilidades muy valiosas que, con
frecuencia, por aquello de que, son “blandas”, subvaloramos, o las dejamos de lado, como
elementos “transversales” que pueden ser omisibles.
Por eso, consideramos relevante emplear otro nombre para este conjunto de habilidades
y proponemos la denominación que Anna Moro, Decana de Ciencias Humanas de la
Universidad McMaster, (2015), emplea: “habilidades esenciales”, ya que en realidad,
como Moro lo afirma, en mayor o menor grado y aunque, no necesariamente, las
empleemos bien o las desarrollemos adecuadamente, todos las necesitamos de forma
cotidiana no solo en el trabajo, sino en la vida en general.

Son las habilidades esenciales las que nos permiten aprender, vivir y trabajar
productivamente en relación con otras personas. Son competencias que determinan
nuestras posibilidades de éxito en este mundo, en esta sociedad y en esta economía del
siglo XXI y de la cuarta revolución industrial. En resumen, las habilidades esenciales son
las habilidades para el liderazgo en estos tiempos.

Habilidades esenciales vs. perfiles profesionales

En la actualidad, y cada vez con mayor determinación, las empresas y las organizaciones
que buscan perfiles para contratación en el sector productivo o empresarial, están
centrándose en estas habilidades esenciales más que en los perfiles profesionales. Los
empleadores, reconocen que sus futuros líderes son personas que puedan entender,
comprender y comunicarse con el mundo que les rodea, es decir, un mundo, dinámico,
cambiante de forma acelerada, interconectado y dinamizado por las tecnologías digitales.
Personas que pueden ver el cuadro completo de los complejos procesos sociales y
encontrar la manera de encajar en ellos; que pueden fundamentalmente, entender la
estrecha relación que hoy existe entre el mundo digital y nuestra condición humana.

Habilidades esenciales y educación superior


En este escenario, la pregunta que emerge desde la educación superior es:
¿Cómo desarrollar o fortalecer estas habilidades esenciales?
Como vimos anteriormente, esto era el producto de la socialización en las diferentes
satelizaciones, pero ahora comienzan a volverse centro de atención de los procesos
formativos, especialmente en los de educación superior.
En la última década, autores y pensadores como Nussbaum, Bauman, Gadamer, Llinás, o
Castells, por mencionar apenas algunos, han definido una respuesta unívoca:
Estas respuestas formativas se desarrollan rescatando y fortaleciendo el estudio de las
humanidades.
Hasta hace poco, el desarrollo social y de mercado en los siglos XIX y XX, se basó en la
formación y fortalecimiento de las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática), o
habilidades duras.
Casi paradójicamente, en la actualidad, estas habilidades esenciales como la escucha
activa, el pensamiento crítico o el trabajo colaborativo, han sido redescubiertas en su valor
original, porque al ser desarrolladas al estilo de las artes liberales son vitales para las
profesiones contemporáneas.
Ten en cuenta

Cada vez hay un mayor consenso en que las habilidades esenciales nos permiten
adaptarnos y prosperar en nuestro mundo rápidamente cambiante, y dar vida y sentido
a las habilidades técnicas o disciplinares.

Habilidades esenciales y el contexto laboral


Además de las reflexiones y orientaciones provenientes de las humanidades y las ciencias
sociales, en la actualidad, son incontables los estudios y análisis que en esta misma línea
se han desarrollado desde el sector empresarial y productivo. Si bien, muchos de estos
estudios y mediciones se hacen en países de Norteamérica y Europa, sus orientaciones
bien vale la pena tenerlas en cuenta en nuestro contexto nacional, precisamente por los
dinamismos propios de la globalización de la cultura, y la economía.
La corporación canadiense RBC Royal Bank, realizó un recorrido por diferentes empresas
multinacionales para ver cómo será el mercado laboral en los años 2020. Su informe se
llama Humans Wanted (se buscan humanos).

Humans Wanted (se buscan humanos)

El informe llamado “Humans Wanted (se buscan humanos): cómo los jóvenes pueden
prosperar en la era de la disrupción”, ofrece algunas proyecciones sugerentes. De entrada,
la primera de ellas, es la síntesis que se presenta en el título del informe: Buscando
humanos. En su conjunto, el set de habilidades que comienzan a sobrepasar los
conocimientos técnicos y disciplinares, tienen que ver con los aspectos que
eventualmente desarrollan las humanidades o las artes liberales. Sin embargo, como
veremos más adelante, requiere de un enfoque humanista audaz, adecuado para una “era
de la disrupción”. El estudio de “Humans Wanted” confirma lo que muchos líderes
empresariales y pensadores sociales de la educación han estado diciendo durante años:
los educadores deberían inclinarse más por las humanidades para desarrollar esas
habilidades fundamentales en los graduados. No solo a través de programas de grado en
humanidades, los cuales deben revalorarse, sino también mediante la incorporación de
una enseñanza más humanista que en STEMs y educación empresarial.

De acuerdo con el informe, este humanismo se caracteriza por:

• El aumento de la demanda de habilidades esenciales, como el pensamiento crítico,


el networking o trabajo en equipo, la escucha activa, la comunicación efectiva o la
resolución de problemas complejos.
• Se estima que, en términos de la economía global, en los próximos cuatro años,
habrá un incremento de nuevas ofertas laborales basadas fundamentalmente en
la combinación de estas nuevas habilidades, ya que muchos de los trabajos
basados en procesos disciplinares, serán remplazados por software o inteligencia
artificial.
• Competencias globales como la conciencia cultural, el desarrollo sostenible, las
habilidades del lenguaje (multilingüismo, lectura eficaz y comprensión, entre
otros) y la flexibilidad cognitiva, se encuentran ahora y, para los próximos años, en
demanda, y se quedarán por mucho tiempo.
• Prácticamente en todas las ofertas de trabajo tendrán una importancia
significativa la resolución de problemas complejos, la toma de decisiones y la
empatía. Más de dos tercios valorarán la capacidad de trabajo en equipo y el
liderazgo colectivo en administración de personas y recursos.
El estudio de “Human Wanted” muestra la relevancia que tienen diferentes habilidades
de acuerdo con las respuestas dadas por las organizaciones y empresas entrevistadas.

Humanismo del siglo XXI


Es un hecho:
En la actualidad, cada vez es más aceptado el hecho de que en el mercado laboral del
futuro cercano se pedirán menos habilidades duras y conocimientos disciplinares, debido
a que las tareas técnicas están siendo realizadas cada vez más por robots y softwares
especializados.
En este sentido, lo que llamábamos fuerza de trabajo, que se constituye por una serie de
competencias y saberes prácticos, ahora está perdiendo valor tanto productivo, como
social en la valoración moderna de lo humano. Por el contrario, estamos necesitando cada
vez más, personas que puedan generar ideas, que sepan relacionarse y poner la
información en nuevos contextos humanos. Esto es lo que constituye el nuevo humanismo
del siglo XXI, el humanismo digital: el desarrollo y despliegue formativo de estas nuevas
habilidades cognitivas, sociales, éticas y tecnológicas para dar respuesta a los desafíos
sociales, económicos, laborales y políticos de nuestros tiempos.
Sin embargo, aún a pesar de la evidencia y de la contundencia de los datos, la educación
superior, en nuestro contexto, sigue suponiendo que estos procesos son de relleno, son
asunto de unas cuantas asignaturas, que no deben sacrificar lo otro, tradicionalmente
importante y que, incluso, se constituyen en un tiempo que se puede aprovechar para
realizar otras cosas. Algunos todavía se preguntan si vale la pena o no, un programa de
humanismo. Todavía seguimos dando marginalidad a lo que está claro que es
fundamental.

Renovación en los procesos de educación

Es difícil convencer a la mente conservadora y utilitaria de algunos padres, docentes,


directivos e incluso estudiantes, que la formación en humanidades (digitales, con más
razón) constituye, no una, sino la formación esencial que necesitan hoy, de cara a un
futuro inmediato. Esto puede deberse a que solemos pensar en los contenidos de las
humanidades y no en los procesos que se desarrollan a través de la experiencia con ellas.
El primer paso, en esta línea, para la renovación del currículo o la experiencia formativa
en los procesos de educación superior, supone resignificar el objeto, comprensión y
alcance de estas nuevas humanidades. Debemos volvernos empáticos con estas
propuestas innovadoras. Debemos mirar “desde afuera” de nuestros imaginarios
modernos de la educación basada en contenidos y elementos disciplinares.
Humanismo del siglo XXI
De igual manera, debemos resignificar y reorientar los acentos en los procesos de
aprendizaje. Mirar más el impacto de las dinámicas y las experiencias implementadas y
menos los resultados de las pruebas.

Ejemplo

Puede que un estudiante esté escribiendo un ensayo sobre historia local; sin embargo,
al hacerlo, está desarrollando habilidades más amplias e importantes, asociadas al
pensamiento crítico o la comunicación escrita. Otro ejemplo puede ser cuando se
reúnen para elaborar un proyecto colectivo. El trabajo final no es lo que importa, lo
fundamental es la puesta en escena de toda una serie de habilidades y aprendizajes de
intercambio de información, organización colegiada, liderazgos distribuidos
colectivamente o deliberación y toma de decisiones.

Caso de estudio en Japón

Un estudio realizado en varias escuelas tecnológicas de Japón, demostró que los


estudiantes que cursaron espacios de humanidades y de artes, obtuvieron mejores
resultados y en menor tiempo, en la solución de problemas complejos y en construcción
de productos eficaces y funcionales. Estos alumnos presentaron, en el estudio, niveles
más altos en cualidades interpersonales como procesos de empatía, comunicación
efectiva, inteligencia emocional, habilidades viso-espaciales y agilidad en procesos de
programación.

Este estudio dice que “exponernos” a las humanidades y al trabajo interdisciplinar, da


como resultado directo, reducción en niveles de agotamiento, aumento de la sensación
de bienestar y niveles de permanencia. Las reacciones conscientes a estos procesos que
articulan mejores desempeños cognitivos, mayor asertividad social, aumento de
tolerancia y compresión y reducción de estrés, no es otra cosa que lo que anteriormente
llamábamos “sabiduría”.

Ten en cuenta

Es claro, que no es fácil establecer la relación directa entre los procesos formativos de
las humanidades y los impactos en las habilidades esenciales. Las formas de interacción
de estos procesos de aprendizaje no son fácilmente adaptables a los estándares
tradicionales de los contenidos y las parcelaciones habituales. Por más que se quieran
tener campos o asignaturas específicas de pensamiento crítico o ética del cuidado, no
debe perderse de vista que los logros, en estos campos, están dados fundamentalmente
por el ambiente, la cultura, la posibilidad real de “poner en juego” estas habilidades en
un contexto controlado y aclimatado para esto.

Conclusiones
• No necesitaremos tantos programadores, en principio; pero sí necesitaremos
personas con Literacidad digital. Esto es, la familiarización y naturalización de los
procesos digitales en la cotidianidad. Muchos empleos y trabajos STEMs están
siendo automatizados. Pero el desarrollo de una cultura disruptiva necesita
personas que sean creativas y con “lógica digital” y que puedan adaptarse a los
cambios.

Es claro que se requiere de tiempo y el desarrollo articulado de muchas experiencias


para cultivar estas habilidades esenciales. Nunca será asunto de una asignatura o un
curso específico. El pensamiento crítico o el liderazgo colectivo no será apropiado por las
personas con unos ejercicios específicos o unas lecturas, o explicaciones al respecto.

• De otra parte, el desafío es mayor cuando somos conscientes que no todos están
dispuestos a esperar, ni necesariamente confían en el resultado de una educación
en humanidades digitales. Muchos empleadores aún buscan por títulos y
disciplinas específicas. No obstante, a pesar de los desafíos, la tarea está
pendiente, y de cara a la estructuración y planeación de los procesos educativos,
vale la pena preguntarse:
¿En nuestro contexto educativo, se puede decir que las humanidades o las
"habilidades esenciales" son realmente importantes?
¿Son estos nuevos saberes, centrales o accesorios en la experiencia formativa?
Consecuentes con eso, poder decir en realidad, ¿qué grado de prioridad tiene,
realmente, el humanismo en el currículo?
Las respuestas a estas preguntas, deben ser coherentes con las estrategias formativas
formuladas.
• El desarrollo de habilidades fundamentales, se da de manera transversal,
articulada y trans-disciplinar, desde diferentes experiencias que pasan por clases,
cursos, ambientes formativos, experiencias vividas en el campus, normas y
acuerdos de la vida de las instituciones educativas y formación humanista y
artística. Es probable que esta “transversalidad” mal entendida como asignaturas
específicas y comunes, y la necesidad de esta interconexión que no responde a los
imaginarios parcelados del conocimiento fragmentado, sean parte de la causa por
las cuales las humanidades perdieron su sentido de valor.

• Pero, no hay que perder de vista que, estas son habilidades altamente
transferibles. Son valiosas y básicamente necesarias en la actualidad. Vale la pena
hacer inversiones de tiempo y confianza, porque valdrán aún más, en los años
venideros.
Luego de estudiar la unidad 2, te invitamos a reflexionar sobre la siguiente pregunta:
¿Puedes visualizar el futuro de tu vida laboral o profesional con o sin el desarrollo de
estas habilidades y el aprendizaje de este nuevo humanismo?¿Puedes visualizar el
futuro de tu vida laboral o profesional con o sin el desarrollo de estas habilidades y el
aprendizaje de este nuevo humanismo?

Material complementario
¿Quieres afianzar los temas estudiados anteriormente? Te invitamos a realizarlo por
medio de las lecturas y videos que encuentras a continuación.

• Los retos de la educación en la modernidad líquida


• Why tech needs the humanities
• Humans Wanted: How Canadian youth can thrive in the age of disruption
• Pulgarcita
• 4 ways to build a human company in the age of machines
• Robot-Proof: higher education in the age of artificial intelligence
• La verdad sobre los millenials
• La Cuarta Revolución Industrial

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